Rios de Sangre [Libre]

por **Thais Giovanni** Dom Abr 10, 2011 10:41 am

Aquel había sido un día pésimo. Atacada por un vampiro, ¡por el amor de Dios! Yo que nunca descuidaba mi espalda. Que no me fiaba ni de mi sombra. Y por culpa de ser nueva en Paris tuve aquel incidente tan inoportuno. Corrí en dirección al hospital que un hombre, preocupado notablemente por mis heridas, me había indicado. Me apretaba un trozo de tela contra la muñeca, que en aquellos momentos chorreaba de snagre espesa y roja. Sabía que aquello de correr era peligroso, y más si algún vampiro andaba por allí cerca. Pero lo único que me preocupaba en esos momentos era curarme aquella enorme herida situada justo encima de mi muñeca izquierda.

¿Cómo llegó a ocurrir aquello...? Caminaba por las brillantes calles de Francia capital, observando cada uno de los edificios a lado y lado de los senderos. Intentando localizar algún lugar sospechoso. Como siempre, yo caminaba con la rapidez y gracilidad propia de un felino. Sin apenas hacer ruido me deslizaba como si flotara por las calles. Silenciosa... pero no lo bastante esa vez. Fue cuando me adentré en un callejón sin salida cuando me di cuenta de que me habían seguido, pero me di cuenta demasiado tarde. Al parecer un vampiro había sido atraído como abeja a la miel, por el olor de mi sangre, que aunque sin heridas ni nada, se olía a kilómetros de distancia. Yo sabía que era peculiar, así que aquello no debía extrañarme, pero no dejaba de sorprenderme. El vampiro me pilló desprevenida, me agarró por detrás y me juntó los brazos a la espalda, creía que eso sería suficiente para imposibilitar mis movimientos. En aquel momento recuerdo que sonreí para justo después soltar una carcajada, saltar hacia arriba, aun agarrada por el fuerte amarre del vampiro, levanté las piernas, moví el rostro hacia un lado y le propiné una patada al vampiro. Así conseguí soltarme, pero no conseguí librarme por completo de la situación. -Mierda- musité.

Tras unos instantes de tensión en la cual yo mostraba una posición ofensiba y defensiva, el vampiro se abalanzó hacia mí, consiguiendo atrapar por la muñeca, justo antes de que hubiera logrado propinarle un puñetazo certero en la mandíbula... y eso hubiera estado bien si no fuera por que no lo hice, ya que yo era zurda y era la muñeca izquierda la que el vampiro había decidido tomar. Me desgarró con sus largas uñas parte de la piel y me tiró al suelo, situándose por encima de mí, a orcajadas, tomando mi muñeca para intentar beber. Yo pataleé furiosa y me quedé inmovil, cerrando los ojos para que el vampiro se pensase que no opondría resistencia. Su error fue creerme, aflojó su amarre y llevó mi muñeca a sus labios, depositandome un ligero beso, manchandose los labios de sangre y luego se dedicó a beber. Peor yo no le dejé, salí de debajo suyo, le propoiné una patada a su rostro sorprendido y huí.

Entré en aquel hospital, parecía limpio, fui corriendo hacia la recepcionista y no hicieron falta palabras porque la mujer me agarró del hombro y me llevó rapidamente a una sala. -Ahora le atenderá un doctor, no se preocupe mademoiselle- me sonrió, intentandome transmitir tranquilidad e hizo estirarme en una camilla. -Cierre los ojos.- Obedecí y me dediqué a esperar ayuda.