Hell is empty, all the devils are here +18 [Yudea]

por **Magnolia Velvet** Sáb Abr 16, 2011 12:18 am

¿A qué mujer no le gustaba arreglarse para ir al teatro? Polvos, maquillaje, carmín, perfume, la mejor ropa del armario, zapatos, medias, ligueros, vestidos. Era todo un ritual. Un ritual que terminaba en ver quién de todas las presentes era la más bonita del lugar. ¿Quién iba a ver la obra, sinceramente? No era la primera vez que me invitaban al teatro, y definitivamente no era la primera vez que iba con este caballero así que sabía a lo que me atenía y mientras me arreglaba frente al espejo de mi casa tomaba las precauciones necesarias para un encuentro en el que sabía que la ropa no duraría demasiado encima de ninguno de los dos. ¿En el teatro? Dejé escapar una sonrisita que se me antojó bastante perversa. Un palco privado que nos daría el momento y la situación indicada para hacer lo que queríamos hacer y el hecho de que fuera un lugar público acrecentaba la excitación.

Mientras me acercaba al teatro miraba a todas esas mujeres que bajaban del carruaje acompañadas de sus esposos, parejas, novios, amantes con una sonrisita de superioridad. Yo sabía cuál era mi lugar así que me quedé en un lugar oscuro para esperar al caballero que me escoltaría dentro del teatro. No creía que hubiera llegado pero aún así me fijé entre la multitud para encontrarlo, eso sería fácil, el hombre era sumamente atractivo y probablemente atraería un montón de miradas de señoritas que paseaban por ahí. Señoritas en busca de una mirada de aprobación, una sonrisa, un coqueteo, una palabra, incluso un roce de piel con piel meramente accidental. Pero esa noche era yo la afortunada.

por **Yudea** Sáb Abr 16, 2011 12:21 pm

Yudea arribo al lugar paseando la vista por los alrededores...viendo las finas damas que bajaban de los carruajes y una sonrisa se formo en sus labios, quien les viera tan pretenciosas como pavorreales y sin embargo... Vio como una bajaba de un carruaje extremadamente lujoso, levantaba tanto el rostro que parecía que la cabeza se le iría atrás, casi soltó una carcajada al ver al sujeto con el que venia, nada atractivo; se veía peor aun a lado de la joven engreída y bonita muchacha. Sin duda la ataviaba de lo mejor que tenia, con el hermoso vestido hecho a medida y las joyas que muy seguramente llevarían años en las manos de alguna prestigiosa familia.

La joven vio a las demás y una sonrisa asomo en la comisura de sus labios, seguramente se sentiría mas afortunada que ninguna. El viento soplo y la muy engreída dejo caer el pañuelo de su mano, que esperaba que el sujeto que la traía se detuviese galantemente a recogerlo? Había que ver a donde podía llevar la presunción. Viéndola, se le antojo jugar un poco y antes que alguien mas pudiese se acerco a paso calmado, con las largas zancadas como única ventaja y recogió el pañuelo de la joven devolviéndoselo con una sonrisa. La chica lo vio y le sonrió entusiasmada, el dinero era un afrodisiaco muy efectivo pero seguramente no suficiente en la cama. Podía verlo en aquellos ojos ansiosos que le recorrieron coquetamente. Podría haber seguido con aquello, tentarla hacerla ir donde el; verla rebajarse y buscar el placer clandestino, pero la sensación de una mirada conocida le percato de que la joven que le interesaba verdaderamente aquella noche había llegado. Con una expresión de educada y ansiosa despedida le dio la espalda a la muchacha y giro sobre sus talones, no necesito buscarla, la sentía y su mirada fue a dar inmediatamente en ella, ni por asomo sus ropas eran tan finas o sus joyas podrían siquiera compararse pero aun mas interesante era la curva de su cuello siguiendo por sus hombros, dejando ver la piel suave y que se le antojaba deliciosa. Aquella era la que le llenaba la cabeza de momento. Se acerco sin apresurarse disfrutando la su imagen, recorriéndola por completo y encontrándola a cada paso mas deseable; mas hermosa.

El tiempo fue apenas un instante hasta llegar a ella pero las ansias lo hacían eterno, con una galante reverencia le saludo y tomando su mano la llevo hasta sus labios, dejando un beso corto pero anhelante en ella. Sintiendo en sus labios la ya ansiada suavidad femenina.

- No sabe cuanto me complace que vinieras…- le hablo tendiéndole el brazo, de momento dejaría de jugar. Sus miradas sus atenciones eran solo para ella y seria así durante el resto de la noche, la obra? Las actrices? La trama? No había historia que a aquellas alturas no conociera… No, lo que le importaba aquella noche… era mas lo que estaba bajo aquel vestido.

Con elegancia la guio teatro adentro, hacia el palco privado donde estarías y nada mas entrar en el la giro hacia el sonriéndole y atrayéndola para besar sus labios- disfrutemos de la obra- le sonrió cuando la música comenzaba la orquesta tocaba y el tenia sus propios planes para el uso de aquel palco. Sabia cuando le excitaba a su compañera hacerlo en publico y a el le fascinaba complacerla.

por **Magnolia Velvet** Sáb Abr 16, 2011 4:37 pm

El cosquilleo de la anticipación me recorría desde las puntas de los pies hasta el más largo de mis cabellos mientras observaba las pequeñas puestas en escena que se desarrollaban incluso antes de entrar al teatro. Las chicas que sonreían, caminaban del brazo de sus maridos aparentemente matrimonios felices. ¿Dónde estaba la verdadera obra de teatro? Suspiré una vez más en espera del caballero que esperaba mientras no dejaba de buscarlo entre la multitud aunque sin estirar el cuello para no parecer ansiosa. Notaba las miradas de la gente encima de mí pero la mejor forma de atacar ese tipo de situaciones siempre es ignorarlas por completo así que me dedicaba solamente a mantenerme erguida de pie junto a unas personas fingiendo no escuchar lo que decían.

Pude verlo desde que estaba a unos pasos de mí, recogiendo el pañuelo de la chica que parecía querer comérselo con los ojos, seguramente si tuviera oportunidad se lo comería con algo más que con los ojos pero ese no era mi problema. Los celos eran algo que no estaba dentro de mi vocabulario, tal vez ya me había acostumbrado a ser la otra de todo el mundo, pero solamente lo observé de lejos esperando mi oportunidad. ¿Porqué tener celos si en unos minutos sería solamente para mi? Alcé el mentón orgullosa sin poder evitarlo y no quité mis ojos de él mientras se despedía de la señorita y venía hacia mí. Sin reproches, sin miradas, sin comentarios. Una sonrisa de las mías y el leve toque de mi mano en su brazo para dejarme escoltar dentro del teatro. -El placer es mío... por el momento... Ya en unos momentos me encargaría yo de que el placer fuera también suyo. Sonreí de lado dejando que me encaminara hacia el palco ya conocido. Mis pasos firmes y lentos lo acompañaban mientras mi nariz se esforzaba en aspirar el aroma que su piel y sus ropas despedían.

No acababa de cerrar la puerta cuando sus labios ya estaban en los míos y y no opuse ningún tipo de resistencia devolviendo el beso con a cantidad exacta de deseo y ansiedad para ir caldeando el ambiente. Solté una risilla cuando se separó paseando mis manos por los costados de su torso, distraidas, buscando una entrada a tocar su piel, su rostro estaba tan guapo como siempre, incluso más, tal vez por el hecho de no haberlo visto hacía tanto tiempo. -¿Cuándo será el día en que me dejes ver una obra completa? Dije en un tono seductor que daba a entender que la respuesta a esa pregunta no me importaba en absoluto y así lo confirmé cuando me agaché para morder su labio inferior y jalar hacia atrás mi cabeza llevándolo conmigo antes de soltarlo. -¿Dónde te habías metido? Me tienes muy abandonada Hice un puchero inocente con el labio inferior antes de subir las manos por su pecho buscando los primeros botones de su camisa para deshacerlos. Si, hacía tanto tiempo. Y esperaba que este encuentro resarciera tantas noches sin él aunque no era necesario poner esperanzas en él, sus encuentros conmigo siempre eran mejores que el anterior.

La música comenzaba, las luces se atenuaron y era nuestro turno. ¿A quién le importaba lo que pasara allá abajo si aquí arriba habría suficiente calor como para incinerar el mismísimo infierno?

por **Yudea** Lun Abr 18, 2011 10:50 am

Yudea sonrio ante lo que le habia dicho la giro bruscamente besando su cuello- fastidiando la vida de un par de nobles preciosa, pero no volvere a abandonarte por tanto tiempo- mordisqueando el lobulo de su oreja y haciendola caminar al bode del palgo, las luces estaban casi pagadas por lo que era solo visible el escenario, si forzaba un poco la vista se podia distinguir un poco los palcos vecinos y sonrio deshaciendo con rapidez las cintas traseras del vestido metiendo una de sus manos por dentro de el sin quitárselo, no llevaba corse, eso era perfecto para el, Aquella hermosa cortesana tenia un cuerpo que no necesitaba nada de aquellos artilugios para verse simplemente deseable.

-eh sido muy malo contigo siempre que te traigo, hoy te dejare ver la obra – le hablo al oido mientras la mano dentro de su vestido ya le acariciaba los senos bajo la tela y sonreía pegándose a ella, ya excitado a aquellas alturas- vamos...fija esos hermosos ojos tuyos en el escenario y no vayas a hacer mucho ruido- sonrió mientras le pellizcaba uno de los duros pezones bajando suavemente y bajando aun mas hasta acariciar su vientre bajo esta vez acariciando sus senos por encima de la ropa- no vayas a alzar mucho la voz corazon, no querrás que los palcos vecinos quieras ver lo que hacemos- parado tras ella sonriendo y encontrando el camino a lo mas calido de su feminidad acaricio sus pliegues oyendola suspirar- ve la obra cariño, es una trama muy interesante- le habla sensual al oido mientras su dedo habia encontrado caida entre sus piernas, acariciandola y penetrándola lentamente, apenas para provocarla, para acariciar su interior tortuosamente.

Queria penetrarla pero ya lo aria despues... de momento queria jugar un poc...provocarla, excitarla... queria desnudarla y hacerle el amor contra el borde el palco, con ella viendo al escenario y el resto de los presentes ajenos a como la poseia... pero todo a su tiempo se dijo mientras un segundo dedo jugaba dentro de ella.

por **Magnolia Velvet** Mar Abr 19, 2011 11:28 pm

Ya estaba acostumbrada a su comportamiento brusco, pero de alguna o de otra manera era parte de su encanto, no todos los hombres podían ser bruscos y salirse con la suya, al menos de mi parte. Dejé que me guiara sintiendo sus dientes en mi oreja sin delatar lo mucho que me estaba encendiendo con esos simples gestos. Me pegué a su pecho cuando sentí sus manos dentro de mi vestido, a eso le llamaba yo destreza. ¿Cuánto tiempo había tardado en deshacer las tiras de mi vestido? Mis caderas se pegaron a su pelvis de un golpe rápido con su mano viajando sobre mis pechos por debajo de la tela.

Un jadeo se me escapó de los labios mirando hacia donde se llevaba a cabo la obra de teatro. -Mira lo afortunada que soy, placer para los ojos y para mi cuerpo- Ahogué un gemido pensando en que la verdadera forma de tener placer para los ojos sería si me girara para verlo pero al parecer eso no iba a ser posible. Mis caderas se movieron contra él restregándose mientras suspiraba por sus dedos en aquel lugar que yacía húmedo y expectante a cualquier movimiento que él hiciera sobre mí. -¿Ni para demostrarles de lo que se están perdiendo? No me importaba, si que dejaría salir uno que otro gemido y carcajada para que se fijaran en mi pero definitivamente no iba a compartir a Yudea con absolutamente nadie.

Apreté la orilla del palco con las manos hasta que los nudillos se me quedaron blancos por el esfuerzo cuando sentí el movimiento en ese rincón de mi cuerpo. Abrí la boca sintiendo cómo mis caderas respondían por sí mismas a sus caricias mordiéndome el labio inferior mientras una de mis manos iba a una de las suyas para ponerlas sobre uno de mis pechos y hacer que lo apretara y lo frotara de arriba abajo mientras mi respiración iba acelerándose de poco a poco. La obra podía irse al carajo, sólo eran monigotes que se paseaban por el escenario sin que yo pudiera ponerle atención, eran como manchones que se removían frente a mis ojos. -Joder, ¿Qué satisfacción puede darte fastidiar nobles cuando puedes tenerme a mi cuando quieras? Pregunté entre dientes con los ojos entrecerrados. ¿Qué tenía él que me volvía loca al momento de tocarme?

por **Yudea** Miér Abr 20, 2011 7:27 pm

Yudea rio mientras le mordía la oreja y le hablaba donde la zona había quedado húmeda- me gusta como estas cuando no nos hemos visto durante un tiempo….es tan bueno estar contigo- jadeo casi loco de deseo, sus dedos se estaban moviendo ya rápido dentro de ella y ya eran dos los que se movían adentro y afuera mientras el pellizcaba la punta de sus pechos.

-No sabes cómo te deseo en estos momentos- le siguió susurrando mientras el vestido iba cayendo de a poco, con el besando sus hombros y dejándola por fin solo con los ligueros y las zapatillas- eres la cosa más sexy que eh tenido el placer de poseer preciosa- mientras se abría el pantalón y dejaba su miembro al descubierto, duro y erecto- creo que darás un espectáculo muy superior al de alla abajo ahora mismo- anuncio al tiempo que se metía entre sus piernas y entraba e ella del golpe completo y profundo.

Era deliciosa y tibia y estaba además completamente mojada- apóyate en la baranda cariño- sonrió mientras salía despacio de ella y volvía a entrar de golpe… asi lo hizo varias veces, saliendo completamente para después entrar duro nuevamente, tocando su interior con fuerza y precisión mientras sus besos en su espalda eran suave. Tomarla de aquella manera le calentaba sobre manera; estaba oscuro y no podrían verlos con claridad pero seguro podría adivinar aquella figura de infarto y más de uno se pondría duro solo de alcanzar a escuchar un murmullo de aquella voz que calentaría el mismo cielo.

por **Magnolia Velvet** Miér Abr 20, 2011 8:29 pm

Gemí sin tapujos cuando aceleró el movimiento de sus dedos dentro de mi, no pude tampoco evitar soltar una carcajada haciendo que probablemente en los palcos vecinos se preguntaran de qué me reía pero el placer me nublaba el pensamiento en ese momento. -¿Cómo estoy? ¿Mojada y esperándote? Porque era cierto que estaba mojada, lo podía sentir en la facilidad con la que sus dedos entraban y salían de mí y sinceramente si lo había esperado mucho tiempo esta vez. La voz me salía entrecortada, entre suspiros, jadeos y gemidos sintiendo el corazón golpeándome contra la caja torácica.

Le ayudé a quitarme el vestido de encima resbalándolo por mis hombros y dejándome desnuda tan sólo con la poca lencería que había llevado esa noche y mis zapatos altos. Sonreí por el halago, probablemente fuera cierto o no pero en ese momento era mi realidad e iba a disfrutarla lo mejor que podía. Iba a ser sexy, iba a ser atrevida, iba a ser la que más placer le iba a proporcionar en la historia de sus aventuras. Giré la cabeza para mirar por encima de mi hombro cuando sus dedos salieron de mí ahogando una queja por haberme dejado tan vacía. Abrí las piernas por inercia agachándome más sobre la baranda y arqueando mi espalda mientras él todavía se decidía a embestirme. -Y va a ser un espectáculo sólo para ti Gruñí cuando lo sentí dentro, estaba duro y se sentía tan bien. Los sonidos que la piel de uno hacía al pegar con la piel del otro se elevaban confundiéndose también con los gemidos que salían de mi boca. Mis pechos se bamboleaban al compás del acto y aunque me mordiera los labios, los sonidos salían de mi garganta sin poder evitarlo.

Mis ojos se habían acostumbrado a la oscuridad y podía observar el perfil de un hombre en específico del palco vecino que se enjugaba el sudor del rostro nervioso. Yo sabía que nos había escuchado y mientras Yudea y yo disfrutábamos de nuestro propio espectáculo, él se negaba a girar el rostro para mirarnos. -Mmmm... ya tenemos espectadores, encanto. Era bueno que yo no me amedrentara porque nos miraran, tenía el cuerpo para enseñarlo y estábamos en un palco privado. ¿Qué podían hacernos? Apreté mis músculos internos alrededor de su miembro elevándome un poco sin dejar de sostenerme en la baranda. El placer era descomunal pero todavía teníamos toda la noche por delante.

por **Yudea** Miér Abr 20, 2011 8:52 pm

Sonrió apretando uno de sus pechos en sus manos mientras con la otra le sostenía por las caderas, la jalo hacia el y la hizo enderezarse mientras comenzaba solo a moverse dentro de ella, sin salir, así la fricción era más deliciosa- eres mía preciosa… eres una cortesana y abres las piernas por dinero… pero aun así eres mía…- dijo demandante mientras intentaba golpear con rudeza en su interior y dejaba al descubierto sus senos, era sensual hermosa y era suya, los demás podían verla desearla pero esa noche era solo suya.

El podría bien sacarla de los burdeles ponerle una bonita casa y visitarla cada noche, hacerla suya como ese día pero ella se negaba, ella decía que conocía su lugar y aunque normalmente hubiese matado a cualquiera que se le negara ella sabia como calmarlo, ella sabia como besarlo como contraerse para hacerlo perderse de placer entre sus piernas.

Estaba dentro de ella y quería mas… salió de ella solo para girarla y ponerla a horcadas sobre el volviendo a meterse en su interior, quería besarla y en aquella posición ella bajaba naturalmente haciendo que su miembro se perdiera dentro de ella hasta lo más profundo de su ser- por qué no eres mi amante fija de una vez por todas preciosa?- pregunto mientras la movía sobre él y devoraba sus labios con el pecho agitado, casi se sentía vivo y es que realmente ella era una amante maravillosa, tenerla solo para el…sonrió moviéndola con más rapidez penetrándola con mas ansias… si… sacaría a todos los sirvientes y la aria ir desnuda por toda la casa, podría tomarla donde sea a cada momento de la noche. Aquella salidas apenas y le alcanzaban para hacer con aquel cuerpecito de infarto una milésima parte de lo que quería.

por **Magnolia Velvet** Miér Abr 20, 2011 11:35 pm

Me enderecé cuando me hizo hacerlo pegando mi espalda a su pecho dejando escapar gemidos entrecortados y cada vez más agudos, su comentario no me molestó, ¿porqué habría de hacerlo si era meramente la verdad? más aún me excitó que dijera que era sólo suya, ese tipo de hombres celosos de cualquier otro que pudiera ponerme las manos encima me prendían totalmente, aún cuando sólo fueran celosos de mi una sola noche. -Toda tuya- Susurré entre jadeos y respiraciones pesadas y movimientos de mi cuerpo contra el de él, alejándose y acercándose al vaivén del juego sexual que nos habíamos montado en unos minutitos. Solté un grito cuando salió de mi, ni siquiera me molesté en mirar hacia los palcos vecinos por si alguno de los hombres o mujeres de ahí nos habían descubierto, mi mente estaba tan nublada que lo único que me importaba era seguir unida a él.

Me abracé de su cuello besando sus labios de manera salvaje, como si esos segundos de separación hubieran sido años enteros, como si su saliva fuera agua y yo una sedienta viajante del desierto. Apreté con mis piernas su cintura, apretándolo contra mi y sintiendo su miembro entrar y salir sin separarse de mi ni un sólo segundo. Mis uñas se enterraban en sus hombros y mi lengua se movía dentro de su boca hasta que mis pulmones rogaron por aire y tuve que separarme de él, romper el beso sin dejar de moverme. Esa noche iba a morirme de placer. Alcé el rostro dejando mi cuello a la vista de sus ojos retorciéndome contra él de las ondas de calor que me devoraban el cuerpo, sonreí de lado escuchando sus palabras y pensando una vez más en su oferta. Ser su amante fija, tenerlo cuando yo quisiera, tenerme cuando él quisiera, estar dispuesta a olvidarme de todo mi pasado y ser desde entonces solamente Magnolia. Adiós Olivia, adiós incendio, adiós todos los demás. Estaba tan embotada en ese momento que de haber tenido menos voluntad le habría dicho que si. -Sabes bien lo que haces... esperas a que esté embriagada de ti para hacerme ese tipo de proposiciones

Mi cuerpo serpenteaba arriba y abajo con la facilidad de alguien que ya tenía experiencia en estas cosas, el sudor perlaba nuestros cuerpos y las respiraciones estaban muy agitadas, tanto que las pocas frases que le decía eran interrumpidas por jadeos cada vez más prolongados pero no importaba. Dejé escapar un gemido agachándome para morder su cuello en un momento de locura momentánea. Un mordisco suave, sin afán de lastimar, solamente con el propósito de dejar salir un poco de energía. -Si... más fuerte Una petición que no le costaría trabajo. Los ojos cerrados, los labios dejándole una marca en el cuello, los brazos alrededor de su cuello y las piernas apretándome más contra él. ¿CUánto más iba a poder aguantar?

por **Yudea** Lun Abr 25, 2011 3:19 pm

Yudea sonrio y la bajo, salió de ella besándola con pasión desenfrenada para ponerla nuevamente contra la baranda, con el cuerpo hacia delante la embistió desde atrás volviendo a llenarla por completo, esta vez entrando y saliendo con rapidez y fuerza, con desenfreno mientras susurraba a su oído- así? Así preciosa?- aumentando cada vez mas el ritmo sonriendo al escucharla jadear y gemir, sabía que los palcos cercanos tal vez escucharían sus exclamaciones y eso le gustaba.

El tenia la más hermosa flor del jardín en sus manos y podía desojarla a su antojo, la tomaba la poseía y ella era solo suya, gemía para el se abría para el y se ofrecía solo para el.

Sintió una mirada sobre ellos y giro la vista, era el sujeto de antes, había virado la mirada “discretamente hacia ellos, no parecía prestarle atención a el pero en cambio… a magnolia no le quitaba la vista de encima, parecía querer devorarla con los ojos y seguramente ya estaría duro solo de verla. Y como culparlo?- la jalo por la cintura para jalarle el rostro y besarla mientras seguía penetrándola, para acariciar sus generosos senos mientras aquel sujeto seguramente se hacia una paja ante semejante belleza, que podía pagar por ella? Tal vez… que pudiese poseerla como el lo hacía jamás… podía ver a través de el y no era mas que un pobre niño en el cuerpo de un hombre, mimado estirado y temeroso de las apariencias… un temor por el que nunca podría tener a aquella diosa entre sus manos.
-eres mía preciosa- le susurro al oído – sabes como me pones y te aprovechas… sabes que me gusta tomarte así, presumirte y te jactas de tu propia belleza- sonrió complacido con su amante…

Pero el ya no se movía como un humano normal, se había descontrolado y entraba y salía de ella mas rápido que el promedio, pero no pudo contenerse…
La sentía temblar, la sentir jadear y la levanto un poco llegando aun mas hondo dentro de ella…

por **Magnolia Velvet** Mar Abr 26, 2011 11:44 pm

Tuve que emitir un quejido cuando salió de mi y mi cerebro ubicó ese simple movimiento como el término de nuestro encuentro, no pude evitar suspirar, hacer un puchero y empezar a implorarle que volviera a comenzar pero afortunadamente mi amante de esta noche no tenía pensado decepcionarme en ningún modo y eso se pudo ver cuando volvió a ubicarme como al principio, con la excitación que me provocaba ser descubierta por los de los palcos vecinos, por todo el teatro, él sabía lo que me gustaba. Un sonido parecido a un ronroneo gatuno se escapó de mis labios con el momento de anticipación que duró fuera de mí, un ronroneo que se derivó en gemido cuando por fin sentí su miembro golpear mi interior. Un gemido cuyo nivel de volumen se me había escapado por la sorpresa y por haberme olvidado de pronto en dónde nos encontrábamos. -Si, si... Mi vocabulario se había terminado ahí, entre jadeos, susurros, gemidos y quejidos no podía decir demasiado y tampoco podía nivelar el volumen, probablemente me había convertido en la estrella de esa noche en el teatro pero en ese momento no me importaba nada.

El placer viajaba por mis venas, el sudor se escapaba de mis poros y hacía que el olor de mi perfume se intensificara. Arqueé mi espalda hacia él con un gemido gutural que me había salido desde lo más profundo de mi alma sin darme cuenta de absolutamente nada, tan sólo del vaivén de nuestros cuerpos chocando y alejándose, una y otra vez, dejé que me acercara a él y le devolví el beso haciendo uso de mi flexibilidad para girarme sin dejar de moverme al ritmo que él había impuesto desde un principio, mis caderas estaban como poseídas y mientras nuestras lenguas se trenzaban en su propia danza sensual, las sensaciones remontaban de poco a poco intentando que ambos alcanzáramos el orgasmo.

Había estado ajena a todo lo que pasara fuera de nuestro palco, palco que estaba impregnado ya del olor a sexo y cuando susurró esas palabras en mi oído sentí mi cuerpo estremecerse, no sólo por su aliento en mi piel que estaba hinchada y sensible a cualquier contacto, por ínfimo que fuera. Me agaché un poco más abriendo las piernas para darle más acceso, masajeándome yo misma los pechos y apretando los párpados tratando de quedarnos así para siempre. -Mmmmm... los demás pueden morirse de la envidia... hoy soy sólo para ti y lo sabes... puedes hacer conmigo lo que quieras... Entre jadeos y respiraciones había dicho todo eso, me había dado cuenta por fin del hombre que me miraba como si quisiera devorarme con los ojos y en un momento de locura posé dos de mis dedos entre mis piernas y luego en mis labios posando un beso ahí mismo para después mandarlo en su dirección. Un beso húmedo sólo para él.

No pude seguir con mi coqueteo porque Yudea hizo que se me escapara un gruñido de la garganta con su forma de moverse, me mordí el labio para evitar gritar, tan fuerte que estaba empezando a sacarme sangre pero el dolor era parte del placer y el placer era parte del dolor. Placer y dolor se entremezclaban haciéndome palpitar al mismo ritmo que sus embestidas mientras jadeaba su nombre entre suspiros y grititos agudos.

por **Yudea** Jue Abr 28, 2011 11:27 am

El hombre se remocio en su asiento seguramente deseando ser quien estuviese dentro de la muchcha y por su lado a yudea no le paso desapersivodo el gesto. Salio de ella y la jalo bruscamente dentro del palco, poniendola contra la puerta. La levanto y la penetro moviendose como mucha mas pasion que antes- no estas satisfecha conmigo acaso?- solto entre dientes mientras el ritmo subia de tono, afuera debia escucharse el sonido de la puerta como si fuese asotada una y otra vez... siguio asi hasta verla terminar y termino por si mismo fuera de ella, saliendo y soltandola para alejarce y medio arreglarce la ropa mientras recogia el vestido abandonado en el suelo.

- levntate- regresando donde ella para ayudarla a vestirce, su tono no era mas calido pero tampoco estaba agresivo, simplemente parecia muy frio... como nunca lo era con su amante... - hay que vestirte pra que puedas terminar de ver a funcion cariño- hablo con tono monotono.

Desde donde estaban no lograba verse nada del escenario, una gruesa cortina los separaba del palco principal y yudea se pregunto si deberia haberla tomado ahi en vez de exibirla en el palco, tal vez no hubiese terminado enfadado con ella. Quien sabe tal vez era mejor simplemente asi.

por **Magnolia Velvet** Vie Abr 29, 2011 12:12 am

Tuve que soltar un grito por el moviiento brusco que había hecho conmigo, el golpe de la puerta contra mi nuca me desdibujó el mundo por un segundo pero antes de volver a enterarme sobre el lugar donde estaba y qué era lo que me estaba haciendo ya lo tenía dentro otra vez. ¿Que si no estaba satisfecha con él? Lo miré ignorando por un segundo las sensaciones que me recorrían el cuerpo entero, jadeando inconscientemente pero sin devolver los gestos por la descolocación de los sucesos anteriores. ¿Sería posible que estuviera molesto conmigo? Guardé una sonrisa en ese momento y alcé la cara para dejar que el teatro entero se enterara de mi orgasmo. No me importaba, ahora que no estaba en el palco probablemente sólo el tipo de antes se enteraría de quién había rascado el cielo con la punta de los dedos. Y ese hombre no podía importarme en lo más mínimo.

Todavía con el cuerpo palpitante y sensible al más ínfimo roce con cualquier cosa, salió de mi dejando que me resbalara por la puerta hasta caer de modo brusco al suelo. Eso era nuevo. De todas maneras con tanta cosa ni siquiera me dolió el golpe en ese momento, me dolió más el tono que utilizó conmigo. Miré entre brumas de placer su cuerpo acercarse al mío mientras yo intentaba recuperarme de nuestro encuentro todavía tirada en el suelo. Fruncí el ceño sintiendo la tela de mi vestido caer encima de mí y escuchando la continuación de su frase. ¿Estaba realmente molesto conmigo? -¿Celos? Doblé una rodilla para acercarla a mi cuerpo, la espalda recargada en la puerta y el cuerpo lánguido sin ganas de moverme, sólo necesitaba unos minutos y estaría lista para el segundo round, eso claro, si ese segundo round iba a existir. -Pensé que tu y yo estábamos muuucho más allá de esa etapa...- Mi voz salía en espasmos, interrumpida por mi respiración entrecortada. No tenía idea de si me estaba poniendo atención o si querría sacarme de ahí de inmediato sólo por el hecho de haber mandado un beso al hombre fisgón que nos miraba.

Su rostro me decía que el enfado era contra mí y sus acciones me estaban picando en algún punto de mi ser, no era que estuviera enfadada pero tampoco me era indiferente lo que estaba haciendo. Intenté incorporarme doblando la otra rodilla y empujando con mis pies para hacer fuerza. Estaba indignada. ¿Cómo se ponía celoso por tan poca cosa? -Permíteme sentirme halagada... pero no me gusta que te enojes conmigo.. Una vez de pie intenté acercarme, tenía más fuerza que yo, estaba molesto, había sido mi culpa y yo era una cortesana. Visto desde ese punto de vista había fallado en mi trabajo y podía hacer cualquier cosa conmigo. No iba a arriesgarme a un golpe o algo peor pero, ¿qué hacer?, ¿pedir disculpas?, ¿intentar arreglarlo?, ¿cómo convencerlo? Me acerqué todavía desnuda a él poniendo cara de total arrepentimiento, acompañada con mi labio inferior saliendo un poco. -¿Qué quieres que haga para que se te olvide ese perdedor y me perdones? Si, había cometido un error pero estaba dispuesta a resarcirlo.

por **Yudea** Miér Mayo 11, 2011 9:39 pm

Yudea le vio, ahi estaba, aquella carita de niña arrepentida que ambos sabian no ra sinsera- deja ya la condecendencia que no te va, sientare cariño, no te vistas si no lo deseas, veamos un poco la obra, tal vez te resulte mas interesante que simplemente hacerlo conmigo- haciendolenun ademas educado para que se sentara a su lado, ella era exquisita y complaciente pero ambos sabias que debia estar minimamente molesta por su actitud, pero era una cortesana esta acostumbrada a guardarce su molestia y a ser lo mas complaciente que fuese posible, pero a el no se le antojaba tenerla complaciente, de ser asi la abria ido a ver al burdel, no, para tener a una puta que le abriera las piernas podria haber escogido a cualquier otra que con un rostro dence y una voluptuoa figura podria ser bien el desahogo a sus deseos.

Desvio la mirada al escenario y siguio hablando- no quiero hacerlo mas aqui, no me gusta que te distraigas tanto, vamos sientate a mi lado preciosa, dejame presumirte un poco mas, regodearme con tu precencia a mi lado esta noche- sus ojos buscaron al sujeto en el palco vecino, no lo veia a el, tenia nuevamente su “discreta” mirada clavada en su amante aquella noche. Habia logrado arruinar un pocon su placer de aquella noche y eso no lo permitiria, ya le iria a hacer una visita nocturna despues... se aseguraria de que no pudiese disfrutar de mujer alguna nunca mas.

- te llevare a cenar al terminar la obra- le anuncio con la mirada en el escenario-a menos que no desees acompañarme- movio el cuel,lo y sus huesos protestaron haciendo el sonido sordo de los mismos al acomodarce en su lugar.

por **Magnolia Velvet** Jue Mayo 12, 2011 8:48 pm

Cielos. Nunca hubiera pensado que un sujeto que tenía el dinero para pagar por los encuentros carnales que yo ofrecía pudiera sentir celos de un tipo voyeurista que se quería coger a una puta. Irreal. Podía conseguirse a quien quisiera y podía pagarme por tenerme encerrada en su casa para siempre y yo tendría que obedecerle. ¿Por un beso iba a portarse como un idiota celoso? La fachada de chica inocente se me cayó cuando me dijo que dejara la condescendencia, fruncí el ceño mirándolo ir a su asiento y hacer ese gesto para que me sentara junto a él. Miré al techo en un gesto de clara exasperación mientras recogía mi vestido en un estado de suma molestia, primero porque estaba siendo demasiado drástico, segundo porque se me había ido de las manos, y tercero... porque simplemente estaba molesta, por una vez no me había salido con la mía y eso me enervaba completamente.

Me vestí en silencio acomodando el vestido, las cintas, las medias, los ligueros y los zapatos antes de dirigirme en un silencio bastante digno para una cortesana a mi lugar, me dejé caer en el asiento y miré hacia abajo sin poner atención a nada de lo que estuviera sucediendo en el escenario. Yo había venido por diversión, por dinero, por él y había terminado con un orgasmo mal habido, un imbécil mirándome desde otro palco y un cliente insatisfecho junto a mi. Me acomodé el cabello sin volver a mirar al metiche del otro palco, irguiendo mi espalda para resaltar más mis pechos y tratando de recomponerme en el menor tiempo posible del error que había cometido. Pasé el dorso de mi mano por mi frente escuchando su propuesta y asintiendo con media sonrisa en los labios. Al menos no todo estaba perdido. -Pensé que después de eso no querrías saber nada de mi-

Seguí con la vista al frente esperando su reacción, sólo nos faltaba pelearnos aquí mismo. -Ya me he enfriado, si quieres otra ronda vas a tener que poner mucho de tu parte, encanto- Medio hostil, medio empalagosa, un tono de voz que coqueteaba con ambos estados de ánimo mientras mis ojos, ajenos a todo lo que sucedía alrededor se fijaban en un punto fijo sin ver en realidad nada.

por **Yudea** Lun Mayo 30, 2011 3:39 pm

Escucho lo que decía y con la vista en el escenario una sonrisa se dibujo en so rostro, espero un segundo y después volvió al vista a ella, tenai el rostro arrebolado por el reciente “ejercicio” que habían estado teniendo, el cabello ligeramente despeinado, los ojos brillantes y la encontraba absolutamente preciosa.

Se inclino un poco hacia ella y apartando un mechón de cabello que caia travieso por un lado de su rostro hacai su cuello mordió un poco el lóbulo de su oreja susurrándole despacio- te vez encantadora cuando te molestas- no dijo nada acerca de su comentario, la llevaría a cenar, disfrutaría un poco más de su precioso rostro y después decidiría si llevarla al burdel o a su casa... Magnolia se rehusaba rotundamente a dormir con él hasta el amanecer a menos que le entretuviese con sexo toda la noche en el burdel, por supuesto casi hasta el amanecer pues no podia permitirce quedarce tanto. Jamás había logrado llevarla a su casa a pesar de que amantes anteriores habían estado encantadas de ir y ser tratadas como princesas asi fuese simplemente por una noche, ninguna aspiraba a ser su esposa ni mucho menos, simplemente les gustaba los beneficios que podían obtener a su lado.

Se acomodo nuevamente en su asiento viendo al frente, la obra le parecía aburrida después de tantos años de vida, pero le sirvió para relajar el cuerpo.

por **Magnolia Velvet** Mar Mayo 31, 2011 6:04 pm

Crucé los brazos frente a mi pecho mirando sin mirar la obra que se desarrollaba abajo, pensando en tantas cosas y a la vez en tan pocas, todavía sintiendo los últimos vestigios de mis músculos contrayéndose con el placer que me había dado, el mismo placer que había deencadenado la pelea que habíamos tenido. Intenté mantener una postura indiferente pero no podía, me estaba molestando el hecho de que se tomara tan a pecho un simple gesto, si ni siquiera sabía que eran tan celoso pero claro, en el burdel mis ojos y mi cuerpo eran todos para él. Un escalofrío me recorrió de arriba abajo cuando me rozó con su dedo la piel girándome apenas un poco para mirarlo de soslayo. Su sonrisa, su rostro tan atractivo, el gesto con su mano, incluso el hecho de que se sintiera celoso de otro tipo que estaba a la distancia, que no tenía una visibilidad perfecta para saber quién era yo y que probablemente nunca puiera ver, hacía que volviera a calentarme lista para cualquier cosa que quisiera. Pero todo a su tiempo.

No me moví ni un milímetro aun cuando mordió mi oreja, no iba a ser tan fácil, aun cuando todas mis terminaciones nerviosas gritaron como locas por esa caricia, me mantuve serena o lo más serena que pude. Sonreí por su comentario, pero fue apenas una sonrisa que se acompañó de mi persona acercándose a él y atrapando su labio inferior entre mis dientes tomándome mi tiempo para separarme despacito. -Sigue diciendo esas cosas y a lo mejor me pones contenta otra vez, cariño- Era todo un juego, pero era un juego que yo sabía jugar y que me encantaba hacerlo.

Dejé que se acomodara en su asiento imitándolo al volver mi vista al frente, ni siquiera sabía de qué iba la obra pero era lo que menos me importaba, ahora lo que debía hacer era lograr que se volviera a alistar para otra ronda, después de todo a eso me dedicaba yo, ¿No era cierto? Bostecé cuando la obra no logró atraer mi atención y colocando un codo en el reposabrazos y mi mentón sobre mi mano, inclinada un poco hacia el asiento de mi acompañante, me quedé observando mejor a la gente de los palcos vecinos. El hombre que había estado viéndome, su acompañante, un montón de mujeres maquilladas como si trajeran máscara y con unos vestidos que costarían lo que a mi me costaría un guardarropa completo. Los presentes removiéndose en sus asientos me dieron la alerta de que la obra estaba por terminar así que removiéndome también miré hacia mi acompañante sin expresión en el rostro. ¿Nos iríamos a cenar de verdad? Tal vez pudiera hacerle algo en el baño del restaurante... o debajo de la mesa. Tal vez la noche no estaba completamente perdida.

por **Yudea** Mar Mayo 31, 2011 7:02 pm

Yudea se levanto ayudandola a hacerlo y acomodandole un par de mechones que caian desordenados por su rostro- vamos te llevare a cenar a un lugar que te gustara...- le comento sabiendo que a ella poco le importaba si le llevaba a un barrnco a cenar, la cena no le interesaba no mostraba interes alguno en ir a aquellos fastuosos lugares donde mas que a comer la gente se reunia a demostrar que existia que tenia el nivel para pagar los lujos mas caros y el...el estaba mas interesado en otra de las caracteristicas que tenia el lugar dodne la llevaria.

Le tendio del brazo y la escolto teatro afuera, subieron a su coche y el camino fue silencioso, yudea no tenia intenciones de hablar cuando se le veia aun molesta y sonrio un poco, realmente se veia encantadora cuando se enojaba. Aun asi se mantuvo tranquilo hasta llevar al restaurante. Mas no entraron al salon principal, uno de lso meseros le escolto hasta una habitacion privada donde al menos el vino ya estaba esperando por ellos, yudea habia dado una hora de llegada y como siempre el servicio era eficiente.

-escogi este lugar para estar a solas contigo- le halo mientras se separaba un poco y le servia una copa tendiendosela- aunque no pense que tendrias esa carita adorable disgustada cuado eso pasara-dio un sorvo hacercandose despacio a ella, rodeandola despacio con uno de sus brazos por la cintura- me gusta cuando tus ojos arden son exitantes... me hacen desear arrancarte la ropa...

por **Magnolia Velvet** Miér Jun 01, 2011 1:22 am

Dejé que me levantara, que me acomodara el cabello, que me sonriera sin cambiar demasiado la expresión. Tomé su brazo dedicándome a mantenerme un poco fría pero no lo suficiente como para parecrer indiferente, sólo molesta. Me mantuve en silencio mirando hacia fuera por la ventanilla del coche intentando saber por adelantado hacia dónde me llevaría. No tenía miedo, en todo el tiempo en que lo había conocido, nunca me había forzado a hacer nada que no quisiera, como por ejemplo ir a su casa, ni tampoco quedarme a dormir con él, eran cosas que yo no hacía porque de alguna o de otra manera mantenían el misterio y él siempre había respetado lo que yo quería hacer así que no hablaríamos de miedo, al menos no miedo de él como persona. ¿Miedo de que se molestara y no quisiera volver a verme? Tal vez. Y había sido por mi propia estupidez así que no tendría porqué estar tan molesta.

A saber cuántos suspiros se me escaparon en el trayecto del teatro al restaurante, a saber cuántas cosas pensé que podría hacer para que no se cansara de mi, en estos tiempos perder un cliente no era cualquier cosa. Una vez que llegamos me di cuenta de que no conocía el rumbo y mucho menos el lugar, dejé nuevamente que me ayudara a bajar y que nos escoltaran al lugar que al parecer era el que él creía que iba a gustarme. Una habitación privada para los dos. Comenzaba a entender el asunto, y el entendimiento de la situación me hizo sentirme un poco más animada.

Me quedé de pie en medio de la estancia manteniéndome callada. Al fin y al cabo sus peticiones eran órdenes para mi. Había cometido un error y si me quería para él solo, me tendría para él solo. No conesté mientras recibía mi copa de vino y me mojaba los labios con él. Puse un poco de resistencia cuando me acercó a él pero solamente la necesaria para que se diera cuenta de que estaba renuente, de todas maneras terminé entre sus brazos sin espacio entre nuestros cuerpos. -¿Como ahora?, ¿Quieres arrancarme la ropa ahora?- Eso era una mejora. Acentué la expresión molesta de mi rostro manteniendo una de mis manos en su pecho y la otra sosteniendo mi copa. -¿Qué pasa si intento resistirme? Era nuestra oportunidad de divertirnos un poco así que lo empujé hacia atrás un poco y suavemente, sólo lo necesario para que se diera cuenta de mis intenciones.

por **Yudea** Jue Jun 02, 2011 3:59 pm

Le sonrio cuando le empujo despacio y ladeo el rostro- la comida va primero cariño- le hablo cuando los meseros entraron con los platos para disponer la mesa en la habitación, había de todo por que yudea no había especificado gusto alguno y los de la dama no eran conocidos.

Se quedaron en silencio mientras los platos eran dispuestos y en todo ese tiempo los ojos del vampiro no se desprendieron de los de la muchacha. El mohin de disgusto realmente le iba bien... aunque tal vez solo era el que gustaba de ver aquellas expresiones tan poco comunes en su rostro. No era la primera cortesana con la que se inmiscuía y el buscar constantemente complacerlo llegaba a ser algo... extraño, había algo rutinario en ello, por eso le gustaba verla fuera del burdel, hacerla suya donde fuese, escucharla gemir fuera de su ambiente y sobre todo...ver aquellas caras adorables que podía llegar a mostrar de vez en cuando.

- siéntate cariño, la comida seguramente esta deliciosa- aunque seguramente no mas que ella... pero esperaría un poco mas... esperar...esperar... que comiera, Magnolia era una cortesana, experta en complacer a sus clientes y aunque sabia que sus expresiones que los orgasmos que tenia cuando estaba con el no eran fingidos...aun... aun deseaba provocarla un poco mas.

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