Por primera vez [Libre]

por Invitado Vie Abr 22, 2011 12:37 pm

¿No es precioso?

-Estaba apretado contra un asiento por si el dueño de este hacia aparición pero ahora era totalmente diferente porque al parecer nadie lo habia reclamado y cuando la obra empezó se escapó un suspiro de sus labios mientras apretaba las manos como si nunca se hubiera sentado en años, no era de extrañar que la pareja qu se sentaba al lado de disturbia estuviera un poco mas alejada de lo normal debido a sus ropas hajadas que necesitaban una limpieza urgente todos le estaban mirando mal.

Pero era la primera vez que venia a este hermoso lugar, se sentia aun mas sucio de lo que estaba porque querria tener ropas, estar limpio todos los dias para satiadacer sus deseos de encontrar trabajo y comer todos los dias pero no, no habia comido nada desde ayer tambien sabia que no comeria hoy, que mañana probablemente tampoco comiese nada...pero no se sentia vacio estando viendo la obra de teatro sus ojos admiraron todo lo que antes no habia sido admirado.

Las hermosas actrices, talentosos actores, apreto un poco mas firme el asiento notando la presion en sus uñas junto con el dolor y como todo su cuerpo estaba tenso, sin poder descansar, su lado oscuro odiaba ir al teatro odiaba incluso las historias de amor que se contaban asi que por lo pronto ahora no estaba por la labor de cooperar, solo estaba tenso vigilando que viniera alguien para levantarse sin oponer resistencia, pero nadie vino, la obra atravesaba su primer descanso y disturbia sonrió mordiendose el labio inferior-

por **Dana Luminita** Sáb Abr 23, 2011 5:08 pm

Bajo el manto nocturno me baño en las noches de esta ciudad eterna, llena de avaricia, sin pulso, vivir una vida que no es mía, una vida como si fuera el primer día.

Con mis trajes finos llego tarde a la función. Aunque no encuentro mi lugar de condena, me siento donde se me place. Tomo asiento de forma educada y elegante, junto con mi bastón de ébano con la epuñadura de conejo satanizado. Mi maquillaje de arlequín en un mal día sigue sobe mi rostro ocultando mi verdadera identidad, con el cabello rubio que se espa de mi sombrero mostrando algunas mechas. La obra llega a su fin en el intermedio y solo escucho aplausos. Los corazones andantes y escasos que están ese lugar solo hacen que mi cuerpo se llene de fervor.

Unos hombres se detienen en el asiento a mi lado y levantan a un hombre que por sus fachas es alguien no deseado y mi sonrisa lupina muestra más que solo capricho. Me pongo de pie. Dos hombres corpulentos de casi dos metros están a mis espaldas, resguardando aparentemente a un caballero menudo, de bastón y sombrero; a mi. Se ponen de pie a la defensiva, con su presencia intimidante. Le digo aquellos guardianes que se llevan al hombre que no desean en el teatro, con una voz encantadora, andrógina: “Soy legado del rey rumano Von Carstein, (conocido cliente del teatro) si fuese amable de dejarlo libre, esta persona me acompaña”. Los capitanes lo sueltan dando una disculpa y se marchan, se escuchan murmullos en la sala y se anuncia la siguiente parte de la obra, se apagan las luces.

Capricho, simplemente eso. Llevar a mi juicio y las contradicciones de la sociedad, me encanta. Con una mano le tomo el brazo al joven y lo vuelvo a sentar en es mullido sillón que por un momento parecía su condena.

por Invitado Sáb Abr 30, 2011 6:19 am

-"jajajHAHAHjajaja"

La voz de su interior se volvia como loca cuando en el descanso alguien se habia quejado de el y habia llamado a los guardias, el chillido de aquel loco que vivia atormentando su cuerpo como un fusible sin munición que te seguia a todos lados continuaba revolcandose en risas mientras el rostro de disturbia demostraba seriedad aferrandose como un animal a su asiento, no queria luchar pudo notar la seriedad de su yo oscuro en cuando le tocaron puesto que una cosa era decirle que se vaya y otra distinta era tocarle con esas manos sucias.

Nadie se fijo en como sus pupilas se movian agrandandose o achicandose, agrandandose o achicandose por aquella batalla que le confundió entre su lado oscuro y el que ahora estaba deseando ver algunos retazos de la funcion que habia sido detenida por su culpa, de la nada un baston se interpuso y la voz de una mujer le hizo voltearse pensando de nuevo en...¿Acompañante?-

Ama...

-Se escapo esas palabras que hicieron finalmente que los hombres que le sostenian le soltaran de la nada, era evidente que eso ya tenia mucho mas sentido el hecho de que esa persona fuera su esclavo a su acompañante aunque aquello lo habia dicho por acto reflejo siempre, siempre se encargaba de ser de ese modo tratando a los demas como superiores porque despues de su estadía en el castillo encerrado tantos años habia aprendido que tenia que tratar a todos como si fueran inmediatamente superiores. Se habria quedado ahi estatico de no ser porque le tomaron por el brazo y de nuevo le sentaron, aquel hombre de la lado desaparecio haciendo que disturbia en su interior se sintiera culpable pero de nuevo su otro yo se habia callado examinando a aquella mujer-

Gracias por, por haberme ayudado

-Al contrario de lo que parecian los demas ella no estaba incomoda con disturbia, su traje que era del dia a dia necesitado de mas atenciones incluso su piel que no se notaba cuidada de aspecto moreno era todo lo que la gente odiaba despues que en paris todos iban limpios y aseados incluso los mas pobres pero el no queria utilizar nada y cuando tenia dinero su otro yo se encargaba de comprar caprichos como tabaco, botellas de alcohol que en si tambien le convertian a disturbia en un borracho pero eso era lo peor detener conviviendo a alguien dentro de su cuerpo sin que pudieras poner un autocontrol en dicha persona-

por **Dana Luminita** Dom Mayo 01, 2011 12:45 am

No digo una sola palabra, me pregunto cómo supo que soy una mujer, porque su voz dice “Ama”... ¿Es posible que la ilusión no le haya afectado? Muchos me miran de forma extraña, porque una mujer vestida de hombre en estas épocas no es algo común. Vuelvo a mi asiento no contenta de lo que pasa.
-Shhh, la función continua... silencio.

La función continúa después del intermedio y sigue aquella obra con vaporosos trajes y maquillajes de antaño que se desenvuelven en ese escenario, la obra no la conozco, nunca la había visto, pero sus actorales gracias, me hacen gracia también. Observo al joven a mi lado y mi humor cambia repentinamente, le guiño un ojo y pienso que no es tan malo como dice el profesor, pensar mejor las cosas y tiene razón, es probable que este joven vagabundo sirva para mis planes futuros.

La función termina en un ameno aplauso y se escucha como rechinan todos los asientos, las luces empiezan a encenderse una a una iluminando los rostros de las ratas de la sociedad y una de mis manos, una mano enfundada en unos guantes pulcros y blancos le toca la mano al joven a su lado como diciéndole aun no te vas. Puede sentir la fuerza de una mano de una mujer, pero no una mujer común con un maquillaje perfecto, sino con ese inquietante maquillaje de un arlequín sombrío, que ha pasado un mal día con esa levita y sombrero de copa. Se levantan y cruzan los vestidos amplios y la gente del teatro, vaciándolo poco a poco, dejando que aquellos aromas de los corazones latientes de vayan difuminando.
-La soledad no tiene una explicación, o tal vez sí. El hambre se puede sentir sobre la piel de muchos, y sobre la que no también, gula, avaricia, lujuria, todos los pecados capitales asisten a la función de los despreciables... La lucha de los días siempre se encamina en una condena... No vuelva a llamarme ama, no me agradezca aun... empecemos poco a poco... ¿Tiene hambre?....

Enseguida me pongo de pie soltándole la mano, y después dos hombres corpulentos de ponen de pie detrás de nuestros asientos, mi escolta, mi sombra siempre está conmigo, no puedo separarme de ellos, pero sé que si debo tenerlos, debo alimentarlos también.

por Invitado Miér Mayo 25, 2011 12:36 pm

-Cuando escuchó aquel "shhh" parpadeó asintiendo apretandose contra su asiento como si pasado un rato alguien nuevamente pudiera quitarle el beneficio de estar allí sentado, se mordió entonces los labios conforme iba paseando los dedos por sus muslos con una sonrisa en los labios ante aquel guiño...si, era feliz solo con un guiño de aquella persona porque para él, ella era su ama alguien a quien servir especialmente por la diferencia de niveles entre la superioridad y al inferioridad ella podía estar en una escala que rozaba la superioridad, su cabeza rechinaba parecia estar no demasiado alegre de que su otro yo se humillase de aquella manera.

Apretó las manos, la obra de teatro llegaba a su culmen ¿podia ser mas hermoso algo asi? era su primera vez viendo algo tanto que incluso queria saltar a ayudar a los protagonistas metiendose de lleno en la obra le costaba distinguir todo lo que era la realidad de todo lo que era la mentira, por eso vivía en ese mundo que se habia impuesto cruzando los planes de la oscuridad mientras la luz aun seguia de su lado abriendole algunas puertas que a menudo rechazaba. Asintió suavemente todos estaban aplaudiendo, se asusto unos segundos volviendo para imitar aquellos movimientos aplaudiendo.

"Por favor, ¿podrias ser más patetico?"

Se distrajo de responderle porque su mano fué tomada, abrió los labios por primera vez alguien callo tanto a su otro yo como al disturbia que ahora estaba sentado, hambre, soledad, no llamarle ama, hambre, soledad, una sonrisa cruzó sus labios si pudiera habria cortado su propia carne para que la sangre corriese por una sonrisa que se confundiría-

N-no no tengo hambre

-El rugido de su estomago le replicó como si el hecho de escuchar que alguien le iba a dar de comer ya era motivo de alegria, tambien pudo sentir como sus mechones escondieron parcialmente sus rasgos con una sonrisa lenta en la boca bajando el rostro, se levantó o mejor dicho fué levantado, siguiendola silenciosamente volviendo a mirar hacia el frente oscuro algunas miradas se posaban sobre ellos pero ahora los ignoraba-

Disturbia...

-Se presentó, no queria ser una molestia para alguien que le habia salvado incluso ahora mismo no quería pensar en nada, queria agradecerle con su vida cometer cualquier acto que ella le pidiese, sus pupilas se dilaaban de nuevo, mostrando aquel extraño color oscuro que de nuevo vencia a la claridad de sus orbes más en cuestion de pocos segundos de nuevo el color de sus ojos volvio a la normalidad, a su otro yo por primera vez tambien le interesaba aquella mujer asi que estaba agazapado en su cerebro, presenciando todo, como un animal sentenciando al final

"No se que es lo que quiere, pero no te confies"-

por **Dana Luminita** Sáb Mayo 28, 2011 1:33 pm

Mis ojos cetrinos de un color oceánico frío se fijan en los suyos, mirándole con análisis sin premura y observando aquellas facciones que posee. Es la mejor sonrisa que veo en estos tiempos. Pero su mirada me inquieta. Le sonrío con esa distorsión que causa mi maquillaje y asiento. Dice que no tiene hambre, pero escucho que su estomago aclama un bocado.

-Al parecer alguien dice lo contrario –Me refiero al hambre¬, le señalo su estomago con mi dedo enfundado de unos guantes de gamuza– Mucho gusto Disturbia... –Me quito el sombrero de copa y hago una reverencia– Soy el alfil Luminita... –No espero preguntas, o tal vez sí sobre portar ropa masculina en este mundo falso. No estoy para esas cosas, para vestidos vaporosos y pelucas, soy una mujer diferente al resto. – No quiero un NO de respuesta señor Disturbia. Nos acompaña esta noche a cenar...– Ordeno y me acerco un poco para mirarle más de cerca y quitar los mechones de su cara y ponérselos detrás de la oreja, así puedo ver aquellos ojos que posee, tal vez adivinar el color, levantar un poco la barbilla y mirarle directamente a la cara, tal vez adivinar sus recuerdos, lo que tiene dentro, es una habilidad que no puedo evitar, así somos los condenados de la sangre. – Me pregunto si le gusta el vino o el salmón ahumado, los quesos añejos, el jamón curtido o los frutos secos... hay tantas cosas deliciosas que se pueden disfrutar... ¿Cuál es su favorito?...

Mis pasos se adelantan a la salida junto con los dos hombres que nos escoltan, son grandes hombres corpulentos, y uno de ellos lleva un bolso un tanto peculiar color escarlata, con bordados en dorado. No parece masculina, pero él la porta con orgullo. Tranquila Juana que pronto iremos por un poco de pastel de cerezas. Me pregunto si tiene miedo, porque el miedo es bueno, el miedo es genial, mis planes aun están pausados en este proceso, tranquila Juana, el restaurante está a unas cuadras. Mi bastón suena cuando camino, un dos tres, y le miro de soslayo, le sonrío y espero que diga algo.

por Invitado Sáb Jun 18, 2011 5:37 am

Off- Lamento la tardanza espero que te guste el post ¡

-Una risita nerviosa habia salido al exterior antes de que pudiera cortarla especialmente por ese rechinar de dientes nervioso que su propio cerebro estaba soportando de su otro yo, no le gustaba que actuase de ese modo siempre habia diferencias él como bien habia dicho antes era el patetico mientras que el orgullo lo llevaba todo su yo más oscuro, las peleas e incluso el peso de no morir lo llevaba todo la oscuridad mientras la luz que se suponia que era él lo unico que sabia hacer era sobrevivir de la mejor manera que sabia dependiendo de los demás sin querer depender de si mismo porque eso significaba que le dejaria tomar el control a aquel-

Lamento la falta de modal-modales que ha tenido que contemplar

-Su voz fué bajando tonos gradualmente con el acercamiento de ambos rostros su cabello acarició su oreja mientras sus ojos espexialmente sus pupilas seguian con aquel movimiento engrandeciendose y empequeñeciendose según quien estuviera tomando el control, parpadeaba como si aquellos cambios no le afectasen en absoluto tragando debilmente incluso apretando sus piernas ¿que queria? él era un perro parisino incluso estaba por debajo de lo vagabundos era muy raro que le estuvieran ofreciendo algo de comer especialmente cosas que solo habia escuchado de oidas-

No se a que saben todas esas cosas...

-"Ya, has caido demasiado bajo me vas a poner en ridiculo ¡ joder ! "

Pero tenia que decirle la verdad, el otro replicaba que le pidiera carne de primera calidad con un poco de pescado y sopas podrian llenarse la tripa y luego marchase dejandole la cartera vacia a esa persona, además se llamaba alfil o se hacia llamar alfil ¿que era una loca de los ajedreces? pero algo tambien le decia que tenian que tener cuidado especialmente ese aroma a vampiro que desprendia, no le pregunto nada solo permaneció observandola, su ama, era su ama debia de tener respeto aunque en si debia de estar agradecida tenia una deuda una deuda para con ella

"pero yo no"-

¿Y el suyo?

-Preguntó cuando se vio parado viendola caminar y a los pocos segunos sus pasos volvieron a escucharse siguiendola no queria perderse de su presencia no queria desobedecer a su ama no queria nada, no hizo preguntas como el porque de ese atuendo tan extraño porque todos eran libres de llevar lo que querian, aquellos hombres podia notar la mirada en disturbia, bajo el rostro ellos tambien eran superiores debia de aprender a no caminar con el rostro tan alto, jadeó cuando le tomo pro sorpresa un grito que lanzó su otro lado, su yo oscuro seguramente estaba cansado del poco orgullo que tenia disturbia-

por **Dana Luminita** Vie Jul 22, 2011 1:59 am

La espera de una respuesta se vuelve un poco vasta, mientras escuchamos pasar las carrozas en las calles empedradas de Paris. Tengo sed. Me acomodo el cabello y le miro de soslayo, hago un ademán con una mano mostrándole que no importa, y en realidad así era, las etiquetas se habían hecho para delimitar los rangos sociales, solo los bastardos llenos de avaricia lo hacen y pertenecemos al mismo rango, pero me gusta jugar con la inmundicia. No importa.

-Vamos que no son cuentos de hadas... Mi favorito... hmm la cassoulet –lo guio en las calles para entrar a una de los restaurantes... lo miro unos momentos y no le dejarán así, le doy mi saco para que lo use, tiene un aroma a orquídeas y a frutos del bosque. –Úselo...-Le sacudo un poco la camisa y le acomodo un poco el cabello, es gracioso hacer esto, le sonrío haciendo que mi maquillaje de arlequín tétrico se deforme. Veo uno de los restaurantes asociados de mi padre y me adelanto hasta ese lugar, uno de los hombres abre la puerta y le doy varios francos que salen de una bolsa rosa a acomodador. Ven con desdén a mi acompañante, pero no me importa. No hay tiempo de moldear a un vagabundo, menos cuando tiene hambre. Nos dan una mesa apartada, en el segundo piso, donde un salón vacio es solo para nosotros, hay una ventana, y alfombras rojas, las cortinas doradas y hay maceteros de cerámica pintada con detalles de la época, con grandes arbustos florales que dejan su aroma en el aire, tomo asiento, espero que tome asiento.

Una mujer que es la camarera nos traen unos menús que en esa época, aparatosos y con esa lengua extranjera.
-Ordene lo que quiera, es mi invitado...-le digo a Disturbia y le pido a la camarera que traiga el mejor vino tinto y blanco espumoso, olivas porque me gusta el aroma y una cassoulewt de pato confitado que era mi favorito. Lo llevaré para las torres.

por Invitado Lun Jul 25, 2011 1:19 pm

-Era un juego amargo aquello de mostrar etiqueta cuando no tenia ni modales que pudieran dar cierta vericidad a aquello...jadeo cuando arqueo su pecho notando hasta la postura algo incomoda cuando se adentraron a uno de los restaurante mas elegantes que habia visto (aunque solo habia estado en ese como para poder asegurarlo) el olor no era como lo que estaba acostumbado siempre apretando las manos en las basuras con un botin de varios dias de caducidad y un grupo de vagabundos que le seguian intentando quitarle la comida aqui no habia nadie con su aspecto, notó de nuevo como le entrego su chaqueta que escondia su desmejorada figura, el polvo de la camisa, como los cabellos acariciaban su rostro escondiendo asi la poca humanidad que garantizaba que poseia.

Solo la sonrisa, aquella extraña sonrisa que tenia aquella mujer le habia hecho quedarse calmado como si de ese modo pudiera estar tranquilo...si, cualquiera pensaria que aquella sonrisa nunca podria tranquilizar a nadie especialmente con ese maquillaje pero lo que el sentia eran deseos de pedirle que le maquillase igual mientras jugaba con los rastros de su rostro escondiendolo bajo taimadas capas de polvo o de incluso productos que nunca conoceria nada mas que cuando se lo mostraba.

Cuando entraron era normal las miradas que le estaban dando, especialmente los comensales ue hablaban entre murmullos seguramente cosas como que deberian de hecharle pero su acompañante si estaba totalmente pegado a esos sitios le imaginaba marchando por las calles de Paris con elegancia destacando sin destacar al mismo instante, ladeó el rostro cuando vino la camarera trayendo aquella carta ¿que ponia? sabia leer lo imprescindible pero se consideraba lo que llamaban...un analfabeto-

Si es posible...me gustaria pedir lo mismo que usted.

-Asi fue como la mujer asintio inclinandose aunque estaba todo el rato mirando a disturbia como si de ese modo desapareciese o estuviera comprobando que estaba alli, emitio un supiro negando mientras se preguntaba como podia comportarse en esos sitios era muy extraño-

¿Porque le gusta ese plato, m refiero porque es su favorito? quisiera conocer algo mas de usted joven am...es decir, Señorita Dana...

-"Solo sabes meter la pata" esto es solo nb sitio normal no se que tanto tienes que esperar para darles una pata en el trasero a esos imbeciles"

Nego lentamente dejando las manos en los labios lentamente mordiendo suavemente sus labios hasta el punto que los devoraba el color rojizo caracteristico de la irritacion-

por **Dana Luminita** Miér Ago 03, 2011 11:14 pm

La mesa es un campamento viajero, donde no hay más que las voces pasajeras, el sonido de los comensales es el sonido del bosque y las aves, las servilletas dobladas meticulosamente y la voz de la mujer que con temor se acerca a ofrecernos sus servicios. Los guardias gigantes se quedaron de pie a mis espaldas vigilando, como lo que son, grandes torres se quedaron en la puerta en la espera de su ama.

No repito lo que le había dicho, el puede pedir lo que quiera. Dejo el menú a un lado, la mesonera toma las órdenes y sirve un poco de agua en unas copas, otro hombre llega con las botellas de vino y las muestra, las destapa y las sirve.
-¿Algo más de mí?... ¿Porqué me llamó Dana?... ¿Quien le dijo que ese era mi nombre?... mi nombre es Luminita, el alfil.

No tengo por qué responder aquellas respuestas todavía. Le miro cautelosamente y algo pasa en aquella mirada.
-¿Qué me puedes decir de ti? ¿Siempre se mete en los teatros para que lo corran? ¿Desde hace cuanto tiempo que no prueba bocado? ¿Es su verdadero nombre Disturbia?...
Callate Juana, es mi problema ser una preguntona, pero es divertido... la mucama trae las olivas y las deja en la mesa, son frescas. También deja unos panes junto con un bote de mantequilla y queso fresco. Los aromas me invaden y son tan dulces que quisiera morderlos, pero no puedo... con los dedos tomo el cuello de la copa y la llevo a mi nariz para sentir el aroma, con etiqueta y con porte bebo un trago imitando a un noble caballero.

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