La primera noche/Libre

por **Skar Grustovsk** Mar Sep 20, 2016 9:11 am

Como todo cazador temerario, Skar, una noche de luna llena salió a cazar. Se fue de la taberna con la mirada fija en la puerta mientras todos los borrachos salvajes le miraban al ver que un simple hombre se iba de un sitio "seguro" y se adentraba al bosque casi a medianoche.
Skar abrió la puerta con un tirón rápido y la dejó abierta un instante, el viento era frío, típico de una noche de principios de Febrero. Salió ignorando los susurros de la gente de la taberna, a pesar de saber que esos susurros eran sobre él.

Para él no era del todo cazar, más bien era dar un paseo y si se encontraba con alguien, le inmovilizaba y luego le daba un golpe en la cabeza con el codo para dejarlo medio inconsciente. No sería la primera vez que golpea a un simple paisano, de hecho, una vez, sin ser consciente, escuchó un ruido a sus espaldas, dio media vuelta y golpeó a un niño de unos 10 años, al darse cuenta de su error, lo llevó a la taberna y lo tumbó en su cama, le curó el golpe de la cabeza y lo dejó reposar. Aunque las situaciones le endurecieran, en su interior seguía siendo humano, además de eso, era un error que él había cometido, y Skar siempre asumía su culpa y responsabilidad.

Skar era temerario como ningún otro cazador que pueda conocer y parecía no tener miedo a nada, se adentraba al bosque con la espalda recta, las manos en los bolsillos, una expresión normal, dispuesto a afrentar cualquier cosa que se le pudiera presentar.
Su silueta desapareció a los pocos segundos de salir por la puerta, la noche oscura y fría lo engullía. El tabernero fue el último en ver su silueta por la ventana mientras tenía un miedo innegable en la cara.

por **Fleur de Lune** Jue Sep 22, 2016 10:53 am

¿Cómo se las había arreglado la joven Fleur para acabar vagando por el bosque a media noche? ni siquiera ella lo sabía, no era la primera vez que ocurría, tampoco sería la última, a esta altura la muchacha ya había perdido la cuenta de todas esas veces en que los paseos se alargaban más de la cuenta, perdida en sus pensamientos podía caminar horas en la naturaleza, entre los árboles, sintiendo el aroma fresco de las hierbas a sus pies, oyendo el cantar de las aves y el vuelo de los insectos. No le asustaba el deambular en lugares así, alejados de la ciudad; jamás encontraba gente, y precisamente era a ellos quienes consideraba peligrosos...pero quería regresar a casa. Conocía bien el camino por lo que avanzaba a paso seguro, cuidándose de no tropezar con algo.

-La señorita Ada debe estar al borde de un colapso- dijo para si misma la joven recordando a su ama de llaves; Fleur siempre desaparecía, y en cada ocasión la señorita Ada organizaba exasperadas búsquedas; a veces la encontraban, en ocasiones Fleur llegaba a casa sola; en cualquiera de los dos casos la señorita Ada se deshacía en llantos, abrazos y regaños al verla -me regañará mucho esta vez, probablemente me prohíba salir por un buen tiempo.

La noche era fría, sin embargo, cubría su cuerpo con un grueso abrigo gris y un gorro de piel del mismo color que su padre le había llevado desde Rusia. Así seguía caminando la joven, divagando en pensamientos y monólogos cuando de pronto oyó pisadas...pisadas humanas, y no estaban tan lejos; la joven reaccionó con alerta, cogió un palo firme que encontró en el suelo y se ocultó como pudo tras unos arbustos, allí se quedó, esperando a que apareciera alguien y temiendo por ella misma.

por **Skar Grustovsk** Jue Oct 20, 2016 11:10 am

Skar solo oía los sinisestros sonidos de buhos y animales nocturnos, pero, de repente, escuchó un ligero suspiro a su espalda, o mas bien una inhalación, dió media vuelta y vio a una chica con pintas de niña rica, se sorprendió ligeramente al ver a una chica de su clase social en un bosque tan remoto y a esas horas de la noche.

-¿Que hace usted aquí a estas horas de la noche?-dijo él con ligero desinterés en su pregunta-
La chica no respondió, parecía haberse quedado estupefacta, Skar decidió seguir su paseo, dió media vuelta para seguir la trayectoria que llevaba antes de oír ese suspiro.
Skar añadió -Tenga cuidado por estos bosques, es luna llena- mientras se fundía entre las sombras de los arboles y la plena e inmensa oscuridad a pesar de que fuera luna llena.

Como siempre, Skar, tendía a pensar en todo, se podría decir que era calculador, aunque, a veces, se guiaba únicamente por sus instintos y emociones. Decidió seguir su paseo, ya que le gustaba el frío, a parte de que le hacia rememorar su tiempo en su tierra natal, Yakutsk.
Además de eso, no veía ningún peligro en cuanto a seguir su paseo y volver a la taberna un poco mas tarde.
El cazador, de vez en cuando, se paraba en medio del bosque para admirar el cielo negro iluminado por la luna llena, ya que se identificaba con su corazón, que una única cosa lograba quitar la oscuridad que lo encarcelaba...

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