Alcoholics Unanimous [Antonella Giordano]

por Invitado Lun Abr 25, 2011 11:43 pm

Venimos de la Taberna

Al salir de aquella taberna, Nell tomó la botella por el cuello sin ningún disimulo y así comenzamos a caminar, a pesar de que ella obviamente seguía abatida yo iba haciendo cosas tontas para hacerla reír. Entre risas y con la botella de whisky tan descaradamente al descubierto seguramente íbamos a llamar la atención de alguien, pero no nos importaba. Yo sólo quería que ella se sintiera mejor, aunque fuera por un rato, ese rato conmigo, que supiera que nada malo nos iba a pasar, que no iba a permitir que nada malo le volviera a suceder.

-¿Vas a aceptar la propuesta de esa mujer? -continué con la conversación que llevábamos en la taberna, ese asunto me seguía pareciendo extraño y con mi amiga tan vulnerable (aunque ella no lo admitiera) como estaba quien sabe qué oportunidad habría visto esa mujer. Ella caminaba con la botella mientras yo lo hacía hacia atrás para poder verla de frente, cuidando de vez en cuando no tropezar.

-No quiero que creas que te sobreprotejo -porque ella odiaba eso-, pero tengo razón, ¿no?, es raro... -aunque París había demostrado ser una ciudad llena de gente rara y peculiar.

Justo íbamos pasando uno de mis sitios favoritos para salir a tocar cuando en mi intento de señalarlo mis pies no se coordinaron y finalmente caí tras un largo tramo de ir andando de esa forma.

-Ouch -pero más que mi quejido se escuchó su risa y me dio gusto, escuchar su risa a pesar de todo-, no te rías y ayúdame -extendí mi mano para recibir su ayuda, pero no pude contenerme más, dejé el semblante falsamente serio y me empecé a reír también.

por **Antonella Giordano** Lun Abr 25, 2011 11:58 pm

El aire fresco estaba haciendo maravillas en mi humor, eso claro añadido al humor de mi amigo que se estaba esforzando por hacerme sentir muy bien y vaya que lo estaba logrando. Llevaba la botella en las manos y las manos a mi espalda con excepción de cuando la levantaba para beber de ella directamente. Sin embargo, cuando escuché su pregunta me detuve algo en seco pensando en si sería prudente decirle que ya había aceptado, era bastante tonto e imprudente pero no había podido evitarlo. Hice una mueca e intenté explicarle pero lo único que salía eran tartamudeos y balbuceos sin sentido junto con unos movimientos de mis manos que no explicaban nada pero que yo quería hacerle creer que si lo hacían. -Si que es raro y al principio no tenía idea de qué era lo que quería pero luego me puse a pensar... si matamos a ese vampiro y era un tipo de la realeza o ve tu a saber qué... nos podían condenar a prisión, o al menos a mi porque ella también parecía de la realeza y a ellos no los encarcelan... así que si me protege... Mi línea de pensamiento era lógica pero aun así tenía que verla de nuevo para verificar lo que yo estaba pensando.

Iba a abrir la boca para preguntarle si pensaba que yo tenía razón o no pero cuando menos me lo esperaba, desapareció de mi vista haciendo que diera un bote y mirara al suelo. Solté la carcajada, cosa que me hacía muchísima real falta en esos momentos y por más que intentaba serenarme para poder ayudarlo y tomar su mano, sólo podía doblarme en dos intentando dejar de reír sin lograrlo. Al final ignoré su mano y me hinqué en el suelo junto a él para luego dejarme caer completamente al suelo apoyando mi cabeza en su pecho todavía riéndome. -Cielos... aquí se está mejor... Seguí riéndome por un rato antes de suspirar y quedarme ahí con él. -¿Te lastimaste?

por Invitado Mar Abr 26, 2011 12:54 am

Ninguno de los dos podía controlar la risa y cuando menos lo noté ya la tenía a un lado sobre mi pecho. Poco a poco fuimos tranquilizándonos, si de por sí parecíamos un par de borrachos en la calle con esas carcajadas nuestra imagen no iba a mejorar. Me quedé en el suelo con ella a mi lado y llevé mi cabeza hacía atrás para tomar aire y de paso ver las estrellas. Suspiré y finalmente pude dejar de reír.

-Nah, estoy bien -al menos ser lican me hace un poco más resistente.

Entonces fue momento de recapacitar en todo lo que me había dicho, la miré con el entrecejo fruncido.

-Sé que para ti todo eso suena lógico pero... -me detuve y reflexioné-, está bien, sólo prométeme que me dirás si quiere hacerte algo malo, ya veremos como nos encargamos de ella si quiere pasarse de la raya contigo -la miré para que aunque fuera con los ojos me hiciera esa promesa-. ¿De la realeza, dices? -todo seguía sin cuadrarme y quería obtener la mayor información que pudiera, tal vez Nell no entendía la magnitud de lo que había hecho, pero para mi era demasiado raro como para aceptarlo así como así.

por **Antonella Giordano** Mar Abr 26, 2011 10:24 pm

Sinceramente el hecho de que nos viera alguien ahí tirados, riéndonos a carcajadas y con una botella de licor en la mano no me importaba absolutamente nada. Era cuestión de vivir la felicidad del momento, antes de que los recuerdos y los pensamientos me volvieran a asaltar. Eso podía esperar un poco. Mi risa iba y venía de cuando en cuando aunque él ya hubiera dejado las carcajadas atrás. Me alegraba que no se hubiera lastimado, había sido una caída sorpresiva pero definitivamente bastante graciosa. Miré hacia el cielo las estrellas que se asomaban sin moverme para ningún lado y solamente dejando que mi cuerpo se relajara, no tanto para quedarme dormida pero si para quitarme de encima el estrés que me envolvía.

Alcé las cejas como si él pudiera verme cuando volvió a hablar, como dándole la palabra aunque por la posición era imposible que se hubiera percatado del gesto. Si, era todo lógico pero supuse que él se estaba preocupando demasiado por mi. Me giré un poco para que viera mi ceño fruncido. ¿Pero? Si quería hacerme algo malo. Me quedé mirándolo un momento algo incorporada de su pecho y asentí una sola vez volviendo a mi posición original. Eso podía hacerlo. -Vale... ahora si que me has asustado- Si, ella podía protegerme pero también podía hundirme en la desgracia si se decidía a ello por exactamente la misma razón. Era de la Realeza. O al menos eso parecía. -Pero si quiere pasarse de lista conmigo, serás el primero en saberlo- Ahora me había dejado pensando, esto era bastante peligroso pero sinceramente lo había hecho por impulsiva.

Hice un ruidito de frustración llevándome las manos a la cara cuando me di cuenta de todo lo que eso podía significar. ¿Porqué siempre me agarraban susceptible y me preguntaban cosas que iban a acarrearme problemas? -¿Cuándo voy a aprender a mantener la boca cerrada?- Hice un sonido afirmativo a su pregunta. Se veía como de la realeza y aunque yo también tuviera el status de la clase alta, ya no tenía ningún tipo de apellido que me respaldara. Mi padre me cortaría el dinero si sabía que me escudaba de los Giordano para solapar cualquiera de mis indecencias.

por Invitado Jue Abr 28, 2011 2:55 pm

No quería asustarla, ni verme paranoico, pero era mi amiga y no quería que nada le pasara. Volví a dirigir mi mirada al cielo mientras ella hablaba, me alegraba saber que al menos me diría si algo no andaba bien con esa mujer que se había ofrecido a protegerla. Pensé en mi propia situación, en la gran posibilidad de nunca aceptar una propuesta parecida... pero eso era asunto aparte.

Sólo esperaba que las intenciones de esa mujer con mi amiga de hecho fueran las mejores, Nell ya tenía suficiente con lo que acababa de pasar como para recibir otro golpe a su moral.

Me da risa su comentario, el día que aprenda a hacer eso va a dejar de ser ella y aunque a veces se mete en problemas, no quiero que deje de ser como es.

-Nunca -le digo mientras la vuelvo a observar, mi cara es de broma-, pero así te quiero -sonrío.

Suspiro y espero un golpe o algo, un golpe de amigos, a veces nos llevamos pesado, creo que es porque ambos sabemos que no saldremos lastimados, hay momento en los que la veo como un amigo y no como una amiga, la mayoría de la veces la veo más como una hermana a la que debo proteger aunque sea ella la que me protege a mi.

por **Antonella Giordano** Dom Mayo 01, 2011 8:10 pm

Bueno, ahora tenía claro que cuando estaba vulnerable, no tomaba las mejores decisiones, pero al menos sabía que podía contar con él pasase lo que pasase. Me froté los ojos con las manos intentando encontrar una de esas soluciones rápidas que por lo general sólo tapan el problema por medio segundo antes de que se desate una calamidad pero dejándolo estar por no encontrar nada en los primeros quince segundos. Giro la cabeza para mirarlo dándome cuenta de su cara de broma haciendo una mueca con los labios y lanzándome a morderle la parte de su brazo que tengo más cerca de mi boca hincándole los dientes con la fuerza suficiente para que le duela pero no tanto como para parecer una persona no civilizada. Se lo tenía merecido, o al menos eso creía.

Era verdad lo que había dicho de todas maneras, nunca podría dejar de abrir la boca porque así era yo y siempre me había gustado aunque este tipo de comentarios, siempre terminaba metiéndome en problemas. Me separé de él haciendo un puchero y mirando hacia el cielo, lo que había dicho al final era lo que me importaba más de todo lo que pudiera decirme. Instintivamente pasé mi dedo pulgar por el lugar donde había dejado mis dientes marcados en su piel como una disculpa que no iba a salir de mis labios. -Yo también te quiero- No era algo que dijera demasiadas veces, y la mayor parte del tiempo confiaba en que él lo supiera sin que lo escuchara de viva voz pero esta vez creía prudente decírselo en voz alta para variar un poco.

Levanté la botella y me incorporé un poquito para beber directamente de ella antes de pasársela para que hiciera lo mismo. -Y te daría un abrazo pero creo que de tanto abrazarte ya te estoy desgastando. Dije haciendo alusión al momento larguísimo que me pasé colgada de él en la taberna ahogándome en mi propio llanto. Qué vergüenza.

por Invitado Dom Mayo 01, 2011 9:57 pm

Sin embargo aquella mordida me toma desprevenido, se me escapa un "ay" seguido de una risa espontánea, me esperaba un puñetazo o algo, no aquello, pero me parece más divertido aún. Es tan raro que me diga que me quiere, no lo necesito porque lo sé, y ella sabe que lo sé, por eso no hay necesidad de estarlo diciendo cada vez que podemos, mejor lo demostramos.

Le sonrío cuando me lo dice y me dedico a mirarla, será que es mi amiga pero quiero que tenga la mejor de las vidas y aunque no pude estar cuando fue atacada por su medio hermano espero poder ayudarla a salir adelante.

Me pasa la botella y le doy un trago, no tan grande como que ella le da, quiero quedar sobrio, o medianamente sobrio por si ella no lo consigue, alguien tiene que velar por los dos y no será ella, tiene todo el derecho del mundo de embriagarse, hoy lo tiene.

-Pero sólo tú puedes desgastarme -le guño un ojo y soy yo quien la abraza. Me pongo de pie y le doy la mano para que ella haga lo mismo, es hora de seguir nuestro camino a donde quiera que vayamos, con esa botella de whisky como testigo.

por **Antonella Giordano** Lun Mayo 02, 2011 9:11 pm

Sonreí como única respuesta a su risa todavía pasándole el dedo pulgar contra la piel donde había dejado marcas, clavé mis ojos en los suyos dándome cuenta de pronto de que me estaba mirando de regreso, no éramos de esos que nos cortábamos por ese tipo de cosas, vivíamos juntos después de todo pero el hecho de haber llorado en su hombro y de haberle confesado algo que ni siquiera me atrevía a pensar yo misma, me hacía hiper vulnerable en ese momento. Menos mal que había sido él, no lo hubiera soportado de haber sido con cualquier otra persona. El contacto visual se rompe de pronto y me incorporo hasta quedar sentada mientras él bebe regresándole el abrazo que me da, a mi no me importe que me desgaste, de todos los hombres que hay en el mundo sólo a él le permito violar mi espacio vital de esa manera sin que tenga ganas de golpearlo.

Violar. La palabra prohibida. Tuve que dar una vuelta cerrada en mi pensamiento para evitar ese rincón que hoy pretendía olvidar pero que prometía perseguirme hasta el final de mis días. Me levanto con su ayuda y camino a su lado despacio, sintiendo el viento fresco despeinarnos y volar nuestra ropa, balanceando los brazos a ambos lados del cuerpo y alargando el silencio por un momentito antes de abrir la boca para soltar alguna otra burrada sin pensar siquiera en qué quiero decir. -Si me emborracho mucho vas a tener que cargarme hasta mi cama- Estiro la mano para quitarle la botella y bebo otro trago de whisky más largo que el primero mirándolo con los ojos entrecerrados unos segundos con expresión seria y sospechosa antes de esbozar una sonrisa radiante. -Pero te prometo que no voy a ponerme muy impertinente-

por Invitado Miér Mayo 04, 2011 7:58 am

Comenzamos a caminar nuevamente, va a ser una noche larga, pero qué mejor compañía para una noche como esta que ella, y la botella, claro. El viento es algo más frío que hace rato que nos dirigíamos a la taberna, pienso en lo emocionante que sería ver el amanecer, la veo de reojo tomando de la botella y río para mi, seguro es algo que voy a ver solo, no me importa, mientras la tenga a mi lado.

-¡Pero pesas mucho! -me quejo falsamente, bromeando al escuchar aquella insinuación, pero al segundo siguiente la abrazo-, no es cierto... pues ya qué, no tengo muchas opciones -le doy un beso en la mejilla y le quito la botella para darle un sorbo.

Seguimos nuestro camino sin rumbo, deambulando y bebiendo, espero que un policía no nos vea pues no quiero problemas con la ley aunque siempre es Nell la que da la cara y consigue que nos dejen en paz. Me alegra poder alejarla de sus problemas por un rato, me alegra que tenga esa confianza en mí, para contarme todo eso, para ser yo quien la mantenga a flote, porque sé como es, porque puede aparentar toda la fortaleza del mundo pero al final no deja de ser una persona y algo como eso no es algo con lo que se deba lidiar sola, y por ello estoy yo aquí, a su lado, siempre.

por **Antonella Giordano** Sáb Mayo 07, 2011 5:50 pm

Sabía que era una cosa muy ridícula, ser cargada de regreso a casa por mi amigo mientras yo desvariaba gracias al alcohol o peor aun, me quedaba dormida sin capacidad de abrir los ojos sino hasta la siguiente mañana pero aun cuando sucediera, sabía que él no me dejaría sola en ningún momento, así tuviéramos que dormir en la intemperie se quedaría conmigo si es que me ponía impertinente. Sabía que me cargaría también hasta la casa si hiciera falta y que no empezaría a decirme cuánto había tomado esta noche y que debería de detenerme, él no era así. De todas maneras tuve que empujarlo cuando me abrazó, con una expresión de indignación total en el rostro intentando soltarme de su agarre. Toda una falsedad pero era divertido.

-¿Me... estás... diciendo... gorda? Empujé quitándomelo de encima para que se diera cuenta de lo que pensaba de su insulto implícito en su queja. Si algo era, no era precisamente gorda. Una vez alejada de él y con una sonrisa tambaleando en mis labios y luchando contra la mueca de indignación puse las manos en mi cintura sacando el pecho. -No estoy gorda, soy... soy... estoy... Entrecerré los ojos alzando la barbilla y girándome para darle la espalda y echar a andar sin rumbo fijo dejándolo algo atrás. -Soy muy esbelta... y atractiva, para que lo sepas... Aunque igual eso él no lo veía, nunca nos habíamos detenido a pensar seriamente en si uno veía al otro como atractivo o como una pareja potencial, éramos los mejores amigos, supongo que ahí se quedaba todo. Fruncí el ceño deteniendo mi paso y esperando a que se pusiera a mi lado una vez más mirándolo de reojo. -Si que lo soy... Asiento con la cabeza para concluir la discusión y vuelvo a agarrarme de su brazo, no es momento de una pelea y yo lo quiero a mi lado esta noche, todas las noches.

por Invitado Lun Mayo 09, 2011 12:33 am

Solté una carcajada cuando apuntó que yo insinuaba que era gorda, por supuesto que no lo era pero era divertido molestarla. Creo que la veo más como una hermana o algo así, nunca había pensado en ella como alguien atractiva y no es que no lo fuera, es más, a mis ojos era la mujer más hermosa del planeta, pero era diferente, la veía con cariño, nada más, ningún otro sentimiento albergado en pecho, amor... sí, fraternal, como el de un hermano a su hermana, como los amigos que somos. La vi alejarse indignada mientras me decía lo atractiva que era y la observé un momento para luego correr hasta llegar a su lado.

-Lo eres, lo eres, ¡eres muy atractiva!-le dije una vez que estuve hombro con hombro con ella nuevamente-, también eres terca, y ruda, y... -comencé a decirle para seguir molestándola, qué si lo era, era parte de su encanto -y... con mal genio.

Me miró más indignada que hace un momento y mi cara, estoy seguro, era de tonto, porque estaba jugando a hacerme el tonto, con sonrisa torcida y expresión de "yo no fui", tratando de aguantarme la risa una vez más.

-¿Pero gorda?, ¡nunca! -cerré los ojos en un gesto exageradamente solemne.

Spoiler:

por **Antonella Giordano** Mar Mayo 10, 2011 11:45 pm

Un poco de molestia si que estaba sintiendo pero era de esas típicas molestias de mujer vanidosa que no me podía quitar de encima por más que fuera ruda e independiente y todo lo demás, era algo inherente al estrógeno que corría por mi cuerpo. Fue por eso que había hecho el drama, aun cuando la mitad de mi estaba queriendo echarse a reir para quitarle tensión al momento. Una vez abrazada de su brazo y mientras enumeraba mis múltiples "cualidades" arrugué la nariz haciendo una mueca divertida, volví a soltarme de él, me adelanté para quedar de frente y frenarle el paso y le estampé mi dedo índice en su pecho. -¡Pues si! ¡Si soy todo eso!- Titubeé un segundo mirándolo a los ojos mordiéndome el labio inferior para evitar una carcajada. ¿Cómo hacía eso? Tomé un poco de aire inflando el pecho y entrecerré los ojos. -¡Pero así me quieres, Pablo Díaz-Reixa!-

Usé su nombre completo para que entendiera la gravedad de su falta y mantuve mi expresión seria hasta que concluyó y tuve que reírme de él, negué con la cabeza mientras la risa me impedía formar una oración coherente o incluso respirar debidamente, había tomado la mejor decisión del mundo, pasar el peor día de mi vida con él, para que me alegrara, para que me hiciera olvidar, para que hombro con hombro disolviéramos el maldito recuerdo que me carcomía por dentro y entonces pudiera pasar página. Una vez que pude jalar el aire necesario para calmar mis carcajadas lo miré y asentí solemnemente una vez más. -Eso mismo... gorda nunca...- Era una tontería infantil pero me estaba haciendo sentir mejor y eso lo agradecía, me pasé el dorso del dedo índice por debajo de mi nariz y acto seguido volví a darle un abrazo. -No sé qué me pasa hoy... pero aprovéchalo porque no ando por ahí repartiendo abrazos gratis todos los días-

por Invitado Miér Mayo 11, 2011 10:19 am

Por un segundo, cuando me detuvo con su dedo y me miró con aquel gesto tan solemne creí que iba en serio y la miré con cara inocua, de falso inocente, pero la risa subsecuente hizo que me relajara, a veces esta mujer me pone en verdaderos predicamentos, pero me alegra saber que seguimos en tono de juego. La siento tomarme del brazo y seguimos caminando, sólo nos falta canturrear para hacer la escena perfecta.

-Yo también te quiero -es tan raro escuchar mi nombre completo que me quedo en una especie de mini shock, muy pocos en esta ciudad lo saben de hecho, porque, ¿quién querría saber el nombre de un pobre músico callejero?, de un tiempo a la fecha, cuando me preguntaban mi nombre me limito a decir Pablo.

Es obvio que herí susceptibilidades, hago una nota mental de nunca más decirle gorda. Y como ella misma lo hace notar, hoy me abraza más que en todo el tiempo que llevamos de conocernos, no me estoy quejando, es sólo algo digno de recordar a futuro.

-Dime... -comienzo mientras la observo tomar nuevamente directo de la botella-, ¿alguna vez te imaginaste hacer amistad con alguien como yo? -digo reflexivo aunque mi tono no es demasiado serio porque no quiero poner las cosas demasiado ceremoniosas entre los dos, lo pregunto porque en ese instante me doy cuenta de lo diferentes que somos, supongo que ahí radica el éxito de nuestra amistad, en complementarnos, pero la duda es real y válida, más considerando que ambos venimos de distintos orígenes, ya que nadie, ni ella saben que nací en buena cuna pero fui abandonado.

por **Antonella Giordano** Miér Mayo 11, 2011 8:22 pm

Me separé después de un rato sonriéndole y bebiendo de la botella, hoy estaba más empalagosa que nunca pero supuse que era por lo que me había sucedido y el hecho de que él siempre ha estado conmigo, bebí un trago grande, lo suficiente como para comenzar a sentir los estragos del alcohol en mi cuerpo, me achispaba por momentos, estaba a dos segunditos de empezar con la risa tonta pero el tono de voz que utiliza me hace girarme a verlo alzando las cejas para que continuara con la pregunta. Hice una mueca al escuchar el resto y dejé caer los brazos a los costados mirándolo como intentando saber si la pregunta iba en serio, cuando determiné que si iba en serio, solté el aire que tenía guardado en mis pulmones. -¿Porqué lo preguntas?- Me agacho para buscarle la mirada encogiéndome de hombros, en realidad mis amistades no eran algo que yo hubiera planeado, me había metido en problemas por meterme con gente que a mis padres no les parecían lo suficientemente buenos para mi pero nunca me arrepentía de nada.

Me quedé pensando en lo que me había preguntado, debíamos parecer dos tontos parados a la mitad de la nada, mirándonos frente a frente y sin hablar de nada. -No...- Comenté al final, sinceramente nunca me lo había imaginado, así como había encontrado gente con quien podía juntarme para ir de fiesta o para meterme en problemas nunca me hubiera imaginado encontrarme con alguien con Pablo, y mucho menos hacerme su amiga. -Sinceramente nunca pensé en conocerte... o bueno, a alguien como tu... Era cierto, mis rumbos eran otros. Me encogí de hombros con media sonrisa bailándome en los labios. -Y ciertamente nunca pensé que una persona como tu quisiera ser amiga de una persona como yo... ya sabes... terca, ruda y con mal genio...- Si, había usado exactamente las mismas palabras que él me había dicho solo para hacerle saber que lo estaba escuchando y que seguía en la línea de lo divertido.

-A decir verdad, creo que nunca pensé en que pudiera tener un amigo... mucho menos como tu... Le di un golpecito con mi mano en el hombro mientras volvía a echar a andar hacia el frente dejando que me siguiera, ciertamente con él me había sacado la lotería y aunque no se lo dijera mucho, lo apreciaba, lo quería y lo extrañaba cuando no estaba conmigo, era el único que nunca me daba la espalda y el único que era capaz de pelearse conmigo sin que eso nos dañara nunca. Sabía que tenía problemas de dinero pero no era algo en lo que yo me fijara nunca, el dinero siempre iba y venía y yo tenía el suficiente como para saber que en una noche de soledad no te cobijaba así que era algo totalmente superficial. -¿Y tu qué? ¿Pensaste ser amigo de alguien como yo?

por Invitado Vie Mayo 13, 2011 7:00 pm

Me encogí de hombros cuando preguntó el motivo de mi pregunta, fue sólo algo que brotó de mi cabeza así de pronto, pero que hasta ese momento me había dado cuenta que me lo había estado preguntando desde hacía mucho tiempo. Sonreí cuando usó mis palabras para hacer la diferenciación entre los dos, era verdad.

Escuché con atención su respuesta, ahí en medio de la plaza los dos con una botella de whiskey, nunca creí que esa noche fuera a terminar así, ¿pero qué digo?, creo que esto a penas comienza. "No", no creí otra cosa, si nuestros caminos no se hubieran cruzado por azar jamás se hubieran cruzado, y sí ella no fuera tan intrigante y yo tan... no sé qué demonios llamó su atención, pero de no haber sido así, nunca hubiéramos cruzado una palabra, para mi era un chica de alta sociedad sin el más mínimo interés en un tipo como yo.

-¿Yo?, ¿amigos?, qué buen chiste -respondí, conocía a varias personas, y con muchas me llevaba bien, pero amigo con el que compartiera este tipo de cosas sólo ella-, me cuesta trabajo iniciar una conversación, ¿tú crees que soñaba con hacer amistad con alguien como tú? -y me sentí afortunado de que ella hubiese iniciado la conversación cuando nos conocimos.

-Yo no sé hacer amigos, pero los pocos que tengo me gusta conservarlos -la miré sonriendo, "los pocos" se traducía en sólo ella.

por **Antonella Giordano** Dom Mayo 15, 2011 8:40 pm

Si. Éramos muy diferentes y de no haber estado en el mismo lugar aquella vez, tal vez nunca hubiera tenido la oportunidad de tenerlo conmigo pero era mejor no pensar en lo que pudo o no pudo haber sido, ahora éramos amigos y eso era lo único que contaba. Sabía a qué se refería, a que yo era de la clase alta y él no pero eso a mi nunca me había importado, ni siquiera cuando era niña y mi madre me hacía vestirme con vestidos ridículos y estorbosos para ir a cualquier lugar. ¿Porqué no me habría vuelto amiga de un chico como él? Se me hacía tan... interesante y me cautivó desde la primera vez que lo había visto. Con eso bastaba para mi.

Le dediqué una sonrisa, ser su amiga sabiendo cómo era se me hacía un verdadero honor, me sentía afortunada de contar con él para todo y parte importante de nuestra amistad era que era en ambos sentidos, él me soportaba aun cuando estaba de mal humor y yo mataría por él. El no sabía iniciar una conversación, yo era irreverente hasta el cansancio. Quién sabe qué destino nos había juntado pero yo no iba a quejarme por ello. -Ya somos dos los que no sabemos hacer amigos- Yo tampoco era social por naturaleza, generalmente me dedicaba a incordiar a la gente, hacerlos enojar y probablemente pegarme con ellos pero ¿hacer amigos? Últimamente parecía que la gente me seguía sin razón alguna pero mi mejor amigo era, es y siempre sería Pablo. Eso nadie podría cambiarlo.

Le di un golpecito con mi puño en el brazo mientras empinaba la botella para beber de ella y después pasarme el líquido que ya se me hacía como agua de tanto que había bebido. -Perfecto porque no vas a librarte de mi nunca en la vida- Reí por eso y tropecé con una piedra apenas sosteniéndome al poner el otro pie enfrente y detener mi mirada. Mierda. Esto ya se me estaba subiendo. -Yo creo... que hacemos una buena pareja... de amigos... yo te quiero, tu me quieres... tu vas a cargarme de regreso... yoooo... yo... te lo agradeceré mañana en medio de mi resaca matutina... y... Ese era el alcohol hablando. Me detuve pensando en qué más iba a decir y volví a reír. -Vamos a hacer algo... una fogata... aquí...- Señalé en un círculo el piso donde estábamos y luego alrededor. -Necesitamos madera-

por Invitado Lun Mayo 16, 2011 8:00 pm

Le sonreí una vez más, al menos en nuestra incapacidad por hacer amistades nos habíamos topado; era curioso cómo trabajaba el destino, pero esta vez más que nunca había acertado. Ella dice que no sabe hacer amigos, pero al menos es más afortunada que yo en ese aspecto, o eso creo, cualquiera es más afortunado que yo en ese aspecto.

Comienza a hablar, hablar y... hablar, creo que el alcohol comienza a hacer efecto en ella, pero me divierte, no tiene nada que temer, no es como si la fuera a juzgar, y no es como si la fuera a dejar a su suerte si pierde la consciencia.

-Eso, hacemos buena pareja -estoy de acuerdo, funcionamos bien, nos queremos, nos aguantamos, nos soportamos, nos hacemos compañía, estoy a punto de responder algo más cuando dice algo de hacer una fogata... ¡una fogata!

-¿Aquí? -digo incrédulo pero ella ya ha caminado un par de pasos y me ignora, va por la leña que dice que necesitamos, doy un par de pasos rápidos para alcanzarla-, ¿una fogata aquí? -repito una vez que estoy a su lado-, la policía nos va... -no termino la frase, da igual, de todos modos estamos en la vía pública bebiendo alcohol, las probabilidades de un altercado con la ley son muchas.

-¿Sabes hacer fuego? -porque yo no, le pregunto con las manos en la cintura.

por **Antonella Giordano** Mar Mayo 17, 2011 6:25 pm

Se me estaba yendo la pinza pero dentro de mi cabeza todo parecía hacer perfecto sentido, no me importaba nada, ahora mismo tenía ganas de hacer una fogata y eso iba a hacer. Frunzo el ceño mirando los árboles de alrededor y caminando hacia uno de ellos escuchando lo de la policía sin entender porqué habría de molestarnos la ley. -Pero es que no vamos a hacer nada malo... Los vagabundos hacían fogatas, ¿no? Nosotros podíamos jugar a que éramos vagabundos. Mi tono de voz había pasado de ser feliz a ser caprichoso, cual niña de seis años que quiere algo y no puede conseguirlo con un sólo puchero. NEgué a su pregunta pero eso era lo de menos, ¿Cómo hacían fuego las personas en su casa?

-Necesitamos una chimenea- Si. Eso también hacía sentido en mi cabeza y tal vez en el proceso de pensarlo y que saliera por mi boca se había distorsionado un poco. Lo miré como si se hubiera aparecido de pronto y dije su nombre en un susurro señalando un árbol. -No sé hacer fuego... pero ese no es el punto...- En realidad si era el punto pero el alcohol más mi estado de ánimo que había fluctuado un montón de veces en la noche hasta hacerme parecer bipolar, me estaban poniendo más mal de lo que pretendía quedar esa noche. Aspiré aire sintiéndome mareada y sin poder enfocarlo del todo bien. -La policía debe traer fuego con ellos-

por Invitado Miér Mayo 18, 2011 4:23 am

La seguí en su caminata hacia los árboles, parecía que no estaba escuchando, o que escuchaba lo que ella quería... o escuchaba todo mezclado, miré la botella de whisky en su mano, ya casi bebida en su totalidad. Yo me sentía bien, sobrio, o casi, pero aún podía hacer un 4 con las piernas y aún hablaba con coherencia, no se necesitaba ser un genio para saber a dónde había ido a parar todo el demás whisky que yo no ingerí. Giré los ojos.

-Nell, escúchate -le dije tratando de que no sonara a regaño y me planté frente a ella, la tomé de los hombros y la miré a los ojos-, es mejor que nos vayamos, ¿está bien?, podemos seguir tomando si quieres, pero me sentiría mejor si lo hiciéramos dentro de algún lado y no en la calle -no sé qué estaba diciendo, era obvio que no la iba a hacer entrar de razón, prefería que perdiera la consciencia para llevármela cargando-, ya sé que no nos va a pasar nada -giré los ojos otra vez no creyendo lo que decía pero utilizando palabras que ella utilizaría justo ahora, en el estado que estaba-, pero hazlo por mi, ¿sí? -quería apelar al afecto que tenía por mi, algo, lo que fuera, cualquier cosa que me sirviera para convencerla la utilizaría.

por **Antonella Giordano** Sáb Mayo 21, 2011 9:17 pm

Parpadeé cuando estuvo frente a mi, yo estaba intentando saber cómo me iba a subir al árbol para cortar algo de leña y hacer la tan ansiada fogata en ese lugar y ya que parecía que Pablo no me iba a ayudar iba a tener que usar mi súper agilidad licantropil para lograrlo. Ahora, eso con una botella de whisky en el sistema no sonaba nada fácil pero yo era Antonella a secas. Nell para los amigos. Yo era la que... la que... -Mierda, se me ha olvidado- Dije al aire sin darme cuenta de que todo lo anterior básicamente lo había pensado y que Pablo no se había enterado de ello. Me quedé callada cuando pidió que escuchara y miré a los lados tratando de saber de qué se trataba. Bajé la voz a un susurro mirándolo de nuevo. -¿Qué, qué pasa?, ¿Escuchaste algo?, ¿Es la policía?- Miré alrededor buscando a alguien que se aproximara porque yo no había escuchado nada pero al parecer mi amigo me estaba tomando el pelo. Le dediqué una mirada con los ojos entrecerrados y luego vino la noticia del final de mi diversión.

¿Irse? ¿Ahora mismo? Hice un puchero cual niña de seis años y negué con la cabeza. -¿Y la fogata?- No sé si deba decirlo pero yo no quería irme y él lo estaba poniendo difícil. Hacerlo dentro de algún lado... ahora... ¿de qué estábamos hablando? Arrugué la nariz un poco poniendo mis manos sobre sus manos que etaban sobre mis hombros. -Pablo... si hacemos la fogata dentro vamos a incendiar algo- La dicción ya era terrible pero yo no me daba cuenta y el mundo giraba alrededor de mi haciéndome parpadear más de lo normal para enfocarlo de nuevo, incluso había dos Pablos que me hablaban y me chantajeaban emocionalmente. Solté un suspiro y me dejé ir hacia delante pegando mi frente en su pecho. -No te muevas tanto, me mareas- Había decidido dejar la pregunta al aire a ver si lo convencía de que era divertido, de todas maneras yo ya no me estaba sintiendo tan divertida, todo se movía y el estómago comenzaba a revolverse.

off: sorry por tardarme tantoooo!

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