En el aire se respira la muerte que se acerca *Ginebra*

por **Alesha Von Parker** Sáb Abr 30, 2011 9:35 pm

Ah el peligro. Que rayos hacía Marishka a las 12 de la noche en un cementerio. ¿Qué buscaba? Buscaba algo, sentía que allí pasaría algo interesante. Caminaba casi como si danzara entre las tumbas de los difuntos que allí "descansaban" Ah, pero ¿Como podían descansar cuando los gusanos se comían todo su cuerpo? Cuando las pequeñas hormigas recorrían todo los restos que quedaban de ellos.

Cuantas mentiras creían las personas, al creer que en una caja que se cundía de gusanos las personas descansaban en paz. El aire estaba frío, pesado, tenebroso, pero Marishka no temía. Ah fría y calculadora ella, que hasta a los muertos burlaba.

Zorra! le había gritado una mujer, al cual ella había besado a su esposo, de camino al cementerio. Si era una Zorra!. Lo hacía por placer, le daba placer. Salto por varias tumbas, su madre había sido cremada, así podía asegurarse de que si descansaba en paz, llego a una de las tumbas. Robert Pietro decía la tumba, la fecha poco se notaba. Soltó un suspiro, que esperaba, que hacía en el cementerio? Loca, cualquiera pensaría que estaba. Si lo estaba y que?

Un sonido se escuchó en medio de tal silencio sepulcral. Alguien se acercaba con pasos rápidos, y poco podían oírse sus pisadas. Pudo visualizar a un hombre, de aspecto tenebroso, ropas rasgadas y sangre en la ropa. Sintió un escalofrío en su piel y algo le decía que corriera. Pero sentía curiosidad. Cuando intentó acercarse al hombre, este desapareció. Miro a todos lados y solo veía una sombra moverse rápidamente. Sintió que algo se clavaba en su cuello, el hombre la tenía. Le dolia, se quejaba intentaba zafarse y no podía. Su corazón poco a poco dejaba de latir y las oscuridad completa invadía sus ojos.

De pronto algo asustó a aquel hombre y la dejó caer. Se dió un golpe en la cabeza y lo único que supo era que sangraba.

por **Ginebra Le Boursier** Sáb Abr 30, 2011 11:33 pm

Un paseo en el cementerio no estaría mal si de danzar con fantasmas se tratase, el lugar totalmente abandonado. Ni una sola alma penando en el territorio que se marcaba por cada una de las rejas llenas de trepadoras y espinas.

El olor a sangre fresa no salía desapercibido dentro de un ambiente tan siniestro como en el que estaba ahora en estos efímeros momentos. Entorne mi camino al lugar donde un golpe y luego el liquido seguía manchando y aferrándose al piso, en aquel piso también se encontraba la dueña de la sangre.

-Supongo que te han herido-

No sabía qué hacer precisamente, tenia marcas de colmillos en el torso de su cuello. De alguna manera fue culpa de la joven, pero igualmente es mi culpa por no saber qué hacer. Si decidía hacer un cambio ella seria condenada a la vida oculta de un inmortal y si no me decidía a hacer nada, moriría frente a mis ojos. Poco tiempo para decidir, sus signos vitales estaban débiles y decaían con cada segundo que pasaba.
Tome su muñeca y comencé a beber la poca sangre que aun quedaba, mordí mi muñeca mientras la ponía en su boca obligándola a beber.

-Oh ¿no te dije? Bueno lo diré de todos modos, tal vez te duela cuando llegue al corazón-

por **Alesha Von Parker** Dom Mayo 01, 2011 7:13 pm

Poco a poco perdía la conciencia, su corazón estaba muriendo, ella estaba muriendo allí con sangre en su cuello. Alguien se acercaba a ella, la veía. ¿La ayudaría? ¿La llevaría al hospital? Tenía ganas de hablar, pero no podía, las palabras no salían de su boca.

Habló la persona que allí se encontraba, pero su voz se oía tan distante, podía visualizar un tunel negro, y al final había una luz. Se acercaba, sentía algo de paz. Pero algo hizo aquella mujer, tomaba algo de su muñeca, ¿la sangre? ¿Que era? Estaba muriendo. Pero luego sintió un liquido caliente recorrer su cuerpo, la luz que veía al final del tunel se estaba distanciando. Ah un dolor fuerte invadió su corazón. Sentía como su cuerpo moría, ¿Acaso la muerte era tan dolorosa? Sintió que fue jalada de aquel tunel, todo se escoreció y luego vivió. Sus ojos se abrieron de par en par, tenía hambre, mucha hambre. Podía escuchar mucho más, los grillos minimos. Veía mucho mejor. Se sentó, y miro a la mujer que estaba con ella. Pasó las manos en sus labios y sintió la sangre que tenía, miró sus dedos para ver si era verdad, y los tenía llenos de sangre. Ah aquella sangre en sus dedos le provocó tanto, que se los metió en la boca. Delicioso era aquel sabor, algo diferente.

Quiero más- dijo a la chica, levantadose. -Siento mucha hambre.

por **Ginebra Le Boursier** Dom Mayo 01, 2011 9:09 pm

Se había completado el cambio, así que durante un tiempo la joven estaría sedienta muy sedienta de sangre humana. La esencia de pureza en la sangre de la muchacha se encontraba contaminada ahora por la potente toxina de la inmortalidad. Hubiera sido mejor haberla matado mientras aun agonizaba, en estos momentos me había enrolado como madre “postiza” de la muchacha. Tenía que enseñarle como casar, moverse y alimentarse sin hacer daño, en grandes escalas enseñarla a ser un vampiro.

-Entiendo que el hambre ahora azote tu estomago, pero es mejor que esperes un poco- comente con una ligera sonrisa –Vamos, levanta Marishka- extendi una mano hacia su cuerpo para ayudarla a levantarse –Habrá sospechas si ambas nos quedamos aquí-

Encontré la oportunidad de saber todo de ella, con solo indagar un poco dentro de su mente. Una cortesana habituadas en el pecado mortal, siendo esclavas del poder sexual y aun más matando a las crías de cada unión si era necesario. La examine de pies a cabeza, sus ropas estaban dañadas y rotas. Sus heridas no tardarían en sanar y tenía una cara angelical.

-Tenemos que eliminar esa ropa, y tienes que comer en cierta manera-

Camine por una vereda hasta llegar a un trió de hombres, no era la comida más apropiada pero serviría como aperitivo. Llame su atención con palabras y susurros hasta que sin ningún esfuerzo los tenía en una especie de transe.

-Bebe todo lo que quieras, solo no les dejes muertos-

por **Alesha Von Parker** Miér Mayo 04, 2011 6:52 pm

Ahora se sentía muy diferente, incluso sentía que tenía mas fuerza y agilidad. Pero, aún estaba algo débil. Ahora ¿que era? Acaso ¿un ser inmortal? Si lo era, y todo lo que había creído que era un mito, era la realidad. Su su blanco vestido estaba manchado de sangre y algo rasgado, el dolor que sentía en el cuello, ya ni lo notaba. Solo sentía el hambre enorme que quemaba su ser.

Tomo la mano de la mujer y se levanto con un poco de dificultad, al levantarse y quedar de pie completamente comenzó a andar con la mujer. La miraba, tan elegante y hermosa, aunque con una piel tan blanca como la nieve misma, y sus cabellos dorados. ¿Acaso así lucia Marishka ahora, piel blanca hasta el punto de la palidez, y el tono de su cabello realzaría?

Llegaron a una vereda, donde había tres hombres, aquella mujer, los llamaba y ellos caminaban hacía ella inocentes de su destino.

Bebe todo lo que quieras, solo no los dejes muertos- dijo la voz delicada de la mujer, Marishka asintió, y con paso firme y seductor se acercó a los hombres, y en un movimiento rápido tomo el cuello de uno de ellos, y clavó sus colmillos en el, bebiendo la sangre que este contenía. Un sabor exquisito, podía sentir el corazón del hombre como poco a poco dejaba de latir, se volvían sus palpitaciones lentas.

Bebió su sangre hasta dejarlo, inconsciente pero no muerto, y lo mismo hizo con los otros tres. Limpió las pequeñas gotas de sangre que corrían por sus labios. Y le dio una sonrisa a la mujer.

Me siento satisfecha ahora- dijo volviendo a sonreir.- ¿Que me has hecho?- preguntó con inocencia, más no con reproche -¿Porque ahora puede leer sus mentes, me siento más rápida, incluso hasta pude ver con claridad como la sangre corría por sus venas?

por **Ginebra Le Boursier** Miér Jun 01, 2011 3:37 pm

-Ahora eres una vampiresa-

Comente a su pregunta con una claridad y casi con un tono de cinismo en el. No sabía exactamente qué hacer en estos momentos, solamente le tendí mi capa. Que siempre llevaba encima de mi ropa a causa de que siempre me veían de una forma llena de odio cuando pasaba con ropa fina y elegante porte.

-Iremos a una tienda donde puedas medirte un buen vestido, Marishka-

Dicho esto me limite a caminar sin contestar ninguna pregunta futura, no quedaba demasiado lejos pero si notaban la sangre de la ropa de la joven. Se levantarían sospechas. El camino no era largo dentro de poco ya habíamos llegado al local con ropas finas y demás cosas
.
-Pruébate los que quieras-
Sentencie, me dirigí a en las de las sillas de espera. Tardaríamos mucho si la joven era una diva.

por **Alesha Von Parker** Sáb Jun 04, 2011 8:25 pm

Vampiresa. Aquella palabra daba vueltas en su cabeza. Hace poco pensaba que sólo eran un mito, pero ahora todo era realidad. Aquella mujer de nombre Ginebra, la había convertido en una criatura de la noche, bebedora de sangre. Ahora se sentía mas segura, más fuerte, rápida. Incluso sus sentidos estaban aumentados.

Tomó la capa que aquella mujer le colocaba encima, para tapar la sangre de los débiles hombres, de los cuales ella se había alimentado. No sentía pena ni remordimiento, todo lo contrario, sentía satisfacción y deseo.

Asintió ante lo que Ginebra le había dicho. Llegaron a la tienda, estaba llena de vestidos finos y sofisticados. Miró a Ginebra y nuevamente asintió. Aquella mujer era atractiva, delicada, elegante y con una belleza inmensa. ¿Acaso ella también se vería así?

Observó detenidamente varios de los vestidos que allí se encontraban, muchos llamaron su atención, pero sólo uno le gustó más.

Hizo que la mujer de la tienda sacará el vestido, se lo colocó y lo ajusto a su cuerpo. Un Vestido rojo, que con unos hermosos guantes blancos le daba elegancia a su cuerpo.

¿Te gusta este?-preguntó a Ginebra, que ahora al parecer era su madre

por **Ginebra Le Boursier** Sáb Jun 04, 2011 8:56 pm

Note que la mujer escogía y miraba minuciosamente cada vestido, cada detalle y forma. Estaba muy distraída viendo a la ventana pensando, ¿Qué pasaría si alguien hubiese visto eso? Drásticamente nos mandarían a la orca, especialmente a mí por ser mucho muy antigua. Tengo dos mil ochocientos noventa años. No lo consideraba mucho tiempo pero por lo menos era aun más antigua que los jóvenes vampiros que he conocido en parís.

Muchos pequeños errores faltaban de corregir, no sabía cómo termino metiéndose en un lio tan grande como el que acababa de suceder hace pocos instantes. Marishka se convertiría en una vampiresa comprometedora cuando pasasen aun más siglos. Era una mujer hermosa no necesitaba ningún tipo de maquillaje para verse bien.

-Si te gusta a ti, está bien-

Comente con respecto a su llamado, me encontraba un poco distraída. La mujer dio el precio y lo pague, muy apenas notaba que mi vestido también estaba manchado de sangre. Tome un vestido negro de igual manera lo pague, pero esta vez compre otra capa para dejarle la mía a Marishka deseaba evitar inconvenientes a toda costa. Ahora de nada servía aventarse al precipicio para después huir, asumiría la responsabilidad y lo haría bien.

-Vendrás a vivir a mi hogar-

Lejos de ser una pregunta era una afirmación. Siendo ahora recién transformada tendría una sed voraz y conllevaría mucho peligro a los vampiros mas antiguos que ella.

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