Nueva ciudad, nueva vida (libre)

por **Janosh Schwartz** Dom Mayo 01, 2011 6:07 pm

Bajé por la pasarela para poder pisar tierra firme, por fin llegué, Francia, París. Una nueva vida en mi tierra natal, pero ¿a dónde ir ahora? No conocía nada de París, ni por donde moverme ni a nadie con quien estar, pero en fin, eso es lo que conlleva una nueva vida.
Da unos pasos más para así encontrarse en medio del puerto, la vida que había allí era muy enérgica, todo estaba en continuo movimiento, hombres llevando mercancías a un barco, un grupo de señoras buscando su barco y otros muchos como el que estaban en una nueva frontera, en busca de cumplir sus sueños en la ciudad más bella que existe.
Contempla el puerto, deseoso de los próximos acontecimientos. Pero, ahora, volviendo a la realidad ¿qué va a hacer en este sitio si no conoce a nadie? Me quedé pensando en esto y miré a las personas que pasaban por mi alrededor, buscando a alguien dispuesta a ayudarme.

por **Jasmine Rashid** Dom Mayo 22, 2011 4:06 pm

Estaba eufórca, un cargamento de ropa proveniente de mi país de origen llegaba hoy, ¡por fin! Llevaba esperándolo dos meses, cada vez estaba más cerca el momento en el que podría inaugurar mi tienda en Paris.
Mientras los hombres descargaban cada una de las cajas son sumo cuidado bajo mis órdenes, disfruté del bullicio que alli reinaba. "Si cierro los ojos hasta se parece a la locura del puerto de Alejandría" pensé alegre..
Cuando todo el cargamento fua apilonado en el carro, el cochero se subió para esperar la orden de volver a casa.Pero un chico bastante alto, moreno de ojos verdes llamó mi atención y los hice esperar.
El joven estaba confuso, como si no supiera que hacer o donde ir. Me acerqué hasta donde se encontraba,

- "¿Necesita ayuda caballero?" - pregunté cortesmente. Lo más seguro es que estuviera esperando a alguien y pensara que yo era una entrometida, pero a riego de ello continué - " ¿Es nuevo en la ciudad? Puede resultar agobiante respirar todo este tragín nada más llegar."

por **Janosh Schwartz** Dom Mayo 22, 2011 8:26 pm

Una joven se detuvo enfrente de mí y empezó a ofrecerme ayuda. Era muy cortes por su parte acercarse y ayudar –Oh, sí, soy nuevo… y me he quedado de piedra con tanto movimiento. Siento si la he preocupado…-

Hice una reverencia cortésmente y la mira detenidamente, parecía una mujer de la alta sociedad, y al parecer estaba llevando un negocio con ropas, por lo que pude ver detrás de ella. Un cochero la estaba esperando y no pude evitar darme cuenta de ello. –Bueno, no la distraigo mas, la están esperando, ¿no?- Señale al cochero.

La mujer fue muy considerada en intentar ayudarme y me sorprendió, ya que estaba acostumbrado a no obtener ayuda de gente de la alta sociedad –No se preocupe por mí, seguro que encuentro la forma de apañármelas- dije dudando de esas palabras, y no intente disimularlo, no se me daba muy bien mentir.

por **Jasmine Rashid** Lun Mayo 23, 2011 3:11 am

- No se preocupe caballero, no es molestia – contesté rápidamente- Yo también fui nueva en esta ciudad no hace mucho.

Parecía extrañado por la muestra de ayuda, como si siempre hubiera tenido que valerse de sí mismo sin el apoyo de nadie. Pero era listo, se le veía enseguida. Estaba atento a todos y cada uno de los movimientos que había a su alrededor.

No era una persona refinada eso estaba claro, pero el joven se esmeraba en mostrar su carácter más amable y cortés y era de agradecer.

–Bueno, no la distraigo mas, la están esperando, ¿no? No se preocupe por mí, seguro que encuentro la forma de apañármelas- comentó algo dudoso.

Sabía que le iba a costar encontrar su destino, pero ¿qué más podía hacer? No iba a obligarle a meterse en el coche. La mano estaba tendida ahora dependía de él querer cogerla o buscarse la vida a ciegas por Paris.

- Está bien caballero, me retiro. Mi coche saldrá en 10 minutos, si cambia de opinión y quiere ayuda acérquese, la puerta estará abierta para usted. Si no vuelvo a verle le deseo toda la suerte del mundo – Hice una pequeña inclinación de cabeza y con una sonrisa me alejé…

por **Janosh Schwartz** Miér Mayo 25, 2011 4:54 pm

Vi como se alejaba lentamente y se metía en el coche después de decirle al cochero que aguardase unos segundos. Me quedé pensando un rato, mirando a todos lados y viendo el barullo de gente yendo y viniendo de cualquier parte.

Esa era muy buena oportunidad para conocer París o si acaso no perderse, y era una buena oferta por parte de la dama, que era difícil de rechazar, pero a su vez, no la conocía de nada y no sabía si podía confiar en ella. Pero, ¿qué más da? La mujer fue muy gentil por acercarse y preguntar, no podía ser mala persona. Así, decidió aceptar su oferta y se acerco al carruaje y el cochero le abrió la puerta para que entrase –Muchas gracias- dije antes de entrar.

Una vez dentro, el cochero cerro fuertemente la puerta y yo me senté delante de la dama que me ofreció ayuda –Acepto su oferta, muchas gracias por su ayuda, es muy gentil- incliné la cabeza en señal de respeto –Me llamo Janosh, encantado- alcé mi mano pidiendo la suya.

por **Jasmine Rashid** Mar Mayo 31, 2011 3:49 am

La puerta del coche se abrió y el joven entró sonriendo algo tímido. Se acomodó delante de mi.

Acepto su oferta, muchas gracias por su ayuda, es muy gentil- lo dijo con una amabilidad que me llamó especialmente la atención- Me llamo Janosh, encantado- me tendió la mano.

Un placer Monsieur, mi nombre es Jasmine Rashid – dije posando mi mano en la que él me había tendido. -¿Dónde tiene que ir?, le llevaré- me ofrecí de nuevo con una sonrisa en mis labios.

“¿Qué le habrá traído a Paris?” esa pregunta no salía de mi cabeza, quizás vino en busca de trabajo, o buscando a alguien… ¿un amor? Esperaba que no se hubiera dado cuenta de que estaba indagando en sus ojos en busca de respuestas…

Me fijé en su rostro y en su cuerpo. Ciertamente era un hombre muy atractivo, varonil con unos enormes ojos verdes y una sonrisa con la que sin duda conseguia todo lo que se proponía. En cuanto a su cuerpo, ya antes en el muelle me había fijado en lo alto que era y ahora teniendolo delante notaba la tensión de sus brazos bajo la camisa. Aparté la mirada de él avergonzada.

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