¿Es este mi nuevo....hogar?

No había pasado mucho tiempo desde que tuve la dicha de que Fenrir se cruzara en mi camino, en mi vida, de conocerle y de que una relación surgiera entre nosotros así como tampoco fue mucho el tiempo que paso para que me propusiera vivir con él. Aquella noche me hizo mucho más feliz de lo que ya me hacía solo con el hecho de saberlo a mi lado, de saber que le tenia en el momento en que lo necesitara.

En un inicio me sentí dudosa de aceptar su propuesta, todo se había dado tan rápido que no estaba segura de si tomaba la decisión correcta para ambos, me deje de tonterías y con plena seguridad de mis actos acepte.

A la tarde siguiente envío a uno de sus mayordomos a por mi.

Estaba acostumbrada a admirar enormes propiedades pero esta era más que eso, esta era una verdadera mansión. Me quede perpleja al mirar la gran cantidad de hectáreas que la conformaban, al admirar a lo lejos la impresionante fachada que a pesar de ser lucir sencilla era majestuosa.

Si todo desde fuera lucia majestuoso, el interior no se quedaba atrás era de igual manera enorme y la decoración era de un gusto magnífico, apenas poner un pie dentro fue suficiente para deducir que todo en ella lo era.

Después que el mayordomo me guió hasta una de las salas de estar para esperar a que mi caballero viniera a mi lado a recibirme y a mostrarme la mansión caí en cuenta de cuan emocionada e impresionada me encontraba.

"Este es mi nuevo hogar" me repetía en mi mente, acostumbrándome a la idea de que a partir de ahora yo también viviría ahí, mientras observaba perdida desde uno de los ventanales los jardines hasta que unos pasos a mi espalda, seguramente de Fenrir, me hicieron cerrar de golpe las pesadas cortinas y girarme.

Sonreí para él negando con la cabeza ante mi impulsiva reacción inconsciente al momento de sentirlo entrar –Estaba concentrada admirando la belleza del jardín, es hermoso. Me tomo por sorpresa tu llegada- comente mientras se acercaba hasta mi, intentando justificar mi acción repentina.

-Para que esperar por algo que es un hecho que sucederá- le dije con seriedad manteniendo la sonrisa y mirándolo a los ojos –lo cierto, cariño, es que si estaba muy ansiosa por estar aquí, contigo- di un ligero suspiro –por estar en lo que ahora es mi hogar- me sentí extraña al referirme a la mansión como mi hogar pero así era, ahora tenia que acostumbrarme -¿Cómo no iba a desear llegar temprano?- puse mayor atención a su mirada sintiéndome feliz de lo que sus ojos reflejaban -También a mi me alegra muchísimo estar aquí.

En cuanto Fenrir llego a mi lado algunos empleados se esmeraron preparando lo necesario para que disfrutáramos de una buena copa de vino. Tiempo en el cual ambos permanecimos en silencio, el único y leve sonido que se escucho fue el de las finas copas de cristal al quedar sobre la mesa.

Al no estar presente Fenrir en casa a mi llegada lo más lógico era que Bellatrix, su hermana quien vivía con el, me recibiera, me extraño que no fuera así, al parecer era evidente que mi presencia no era de su completo agrado y las palabras de Fenrir, las cuales eran casi imposible pensar que estaba equivocado, me lo confirmaban.

-Tranquilo yo he aprovechado tu ausencia y la de tu hermana para conocer un poco de la casa, particularmente el jardín.- intente sonar tranquila y no dar importancia a la indisposición de ella hacia mi.

Tome con delicadeza la copa de vino que me ofreció.

-¿Qué si me ha gustado?......por Dios cielo…..me ha encantado y eso que aún no la conozco del todo…creo que sería imposible que este lugar no le gustase a alguien- mi vida desde que lo conocí había dado un giro inesperado y lleno de sorpresas y ahora me encontraba aquí a punto de ser la señora de la casa.

-¿Brindaremos por algo en especial?- pregunte ingenuamente levantando un poco la copa a la altura de mi pecho.

Si no conociera a Fenrir me hubiera sentido ofendida cuando se echo a reír, pero el era así, si deseaba exteriorizar algo lo hacia sin más y quizás era una de las cosas que más me gustaba de él.

Sus palabras me hicieron estar plenamente segura de que él tenía un motivo muy fuerte por el cual no le gustaba o no terminaba de agradarle su propia casa pero este no era el momento de abordar sobre el tema y muy probablemente él nunca accedería a que habláramos de ello.

Escuchar de sus labios que esta era ahora mi casa me llenaba de emoción no solo por el hecho de residir en ella sino porque eso significaba que podríamos compartir mucho más estando juntos y eso era lo único que yo deseaba estar con él y porque a partir de ahora ante los ojos de todo el mundo yo era su pareja, su compañera, su dama. Estar a su lado me llenaba de orgullo.

-Por mi llegada a casa- asentí llevando con suma delicadeza el borde de la copa hasta mis labios hasta beber un poco de ella.

-Así lo espero yo también- lleve mi copa nuevamente hasta mi boca y bebí tranquilamente y con delicadeza otro poco de vino -Tranquilo cariño, basta con estar a tu lado para que este lugar me agrade.

Todo indicaba que Fen tenía todo previsto a mi llegada ya se había encargado de poner al tanto a toda la servidumbre de mi presencia y de que también era señora de la casa, lo cual explicaba sus atenciones a mi llegada –ya se acostumbrarán a cumplir también mis pedidos no solo los tuyos y los de…..tu hermana- algo en mi intuía que no sería tan fácil que se acostumbrarán ni a mi presencia ni a mis ordenes sobre todo cuando las ordenes de Bellatrix se interpusieran sobre las mías o sobre las del propio Fenrir.

Le sonreí con plena satisfacción al momento que pasaba a mi lado y se colocaba a mi espalda mientras comenzaba ansiosamente a deslizar mi dedo índice sobre el borde de la copa. Tuve intención de girarme y abrazarle por la espalda pero él actúo antes que yo, se volvió hacia mi y me pedía acompañarlo para mostrarme el resto de la casa.

-Claro, vamos- Estar a su lado me había hecho olvidarme de que aún no conocía toda la casa. Al igual que él coloque mi copa sobre la mesa y me dispuse a acompañarlo.

Lo seguí colocándome a su lado cuando nos adentrábamos por uno de los largos y amplios pasillos y él comenzó como si tratará de un experto guía a hablarme de los detalles de la casa. Y como no, si se trataba de su propia casa, donde a partir de hoy viviría y sus paredes serían testigo de capítulos de mi vida, esperaba que muchos. Me dispuse a escucharlo, a observar y a admirar la casa y sobre todo a conocer muy bien su interior que al parecer el interior de la misma era casi comparado a un laberinto al menos de momento así me parecía a mi.

La voz de Fenrir sonaba tan relajada y tranquila que comenzó a hablar y a hablar mientras sin detenerse me llevaba de una habitación a otra, entre habitaciones para invitados, la sala de estar, las propias habitaciones personales no paraba de darme explicaciones y hasta ahora que lo mencionaba reparaba en el detalle de los floreros que adornaban la casa y a la vez la embriagaban de ese aroma tan particular de las flores, estaba tan absorta escuchando a Fenrir que había pasado de largo de ese detalle tan particular.

Volviamos al primer piso cuando llamo mi atención el ajetreo de los sirviente que en los pisos por donde habíamos estado tenían , unos iban, otros venían sonreí ante esto al parecer tendría que acostumbrarme a ello - ¿tienes mucha gente trabajando para ti? – logre preguntarle aprovechando que había guardado silencio un momento, sin duda hacia una pregunta irrelevante pero en ese momento llamaba mi atención saberlo.
Antes de responder a mi pregunta me comentaba de las habitaciones que conformaban el primer piso. Ya imaginaba que la casa sería grande pero si en ella solo vivían él y su hermana no imaginaba que lo fuera tanto y ni pensar que esta era solo una parte de la casa. En fin dejaría de preocuparme por eso, ahora me parecía como si fuera un laberinto pero seguro en algunos días ya andaría en ella como un pez en el agua – Ehhh…si, un poco cielo pero no te preocupes muy pronto la conoceré a la perfección….además por más grande que este no creo que me pierda dentro de ella – le comente bromeando y acercándome hasta tomarlo de la mano. Me sentía contenta, muy contenta de estar aquí, de estar a su lado y a la vez me sentía extraña como si este fuera un mundo totalmente desconocido.

Pues si hay muchos empleados en esta casa, la mayoría son hombres y las damas que hay son solo cuatro cada uno llevaba bastante tiempo al servicio de esta familia todos están aquí por voluntad propia, algunos son hijos de quienes trabajaron en un comienzo aquí y por cosas de orgullo personal han enviado a sus hijos a servirnos..mire sin mayor atención un cuadro que adornaba una de las paredes.-En esta casa han convivido cuatro generaciones de los Black..yo soy la segunda generación y mi hermana es la cuarta generación y la ultima es debido a eso que esta casa es tan grande.-la volví a mirar y apreté su mano con delicadeza.-Esta es solo el ala este de la casa..el otro lado esta ocupado solo por mi hermana y es exactamente igual la única diferencia entre las dos alas es que la Oeste posee una pequeña terraza para mi hermana y que desde las habitaciones superiores se puede ver un pequeño lago artificial detrás de la casa ademas el olor de las rosas no es tan intenso como en este lado.-le sonreí y le bese la mano, era tan suave que contrastaba completamente con la mía..fría y muerta.-Ambas partes de la casa se conectan justo en medio por un gran salón de reuniones en cual posee la chimenea central y sobre la cual cuelga un retrato de mis "padres", si en algún momento te pierdes y llegas a esa sala solo tienes que abrir la puerta del lado Este y volver por el pasillo..el olor de las rosas te guiara .

Retome el paso volviendo nuevamente por el pasillo cogidos de la mano.-Tus pertenencias llegaron hoy muy temprano por la mañana y ya están en tu cuarto en el tercer piso .-la mire mientras caminábamos.-Creo que ya te he explicado todo sobre la casa, dime ¿Hay algo mas que quieras saber?

No me sorprendió para nada que contara con muchas personas a su servicio dado el tamaño de la mansión. Cuando menciono que solo había cuatro mujeres entre todo el personal supuse de inmediato que ellas estarían solo al servicio de su hermana. Por el momento no quise interrumpirle con preguntas puesto que cuando mencionaba sobre su familia me interese mucho más en escucharle sin perder detalle de lo que me decía.

El tacto frío de su mano presionando la mía con delicadeza me hizo centrar de nuevo mi atención no solamente en sus palabras sino en todo lo que admiraban mis ojos.

Me alegraba que el resto de la casa fuera similar aunque si era el espacio de su hermana dudaba tener acceso a esa parte de la casa a menos que fuera en compañía de Fenrir. Algo en mi interior me decía que aún acompañada por Fenrir esas visitas a ese lado de la casa, si es que se daban, no serían del todo agradables para mí. Estando al lado de Fenrir poco me importaba eso.

Sonreí ante su gesto de besarme la mano dejándome sentir la suavidad de sus labios y recordándome cuan agradable y placentero era sentirlos.

- Gracias por la observación la tendré muy en cuenta pero sinceramente cariño ¿crees que alguien como yo se pierda fácilmente dentro de una casa? yo no lo creo, cielo– sonreí traviesa de solo pensar que no era nada fácil perderme ahí, conforme habíamos recorrido la casa en mi se iba grabando cada aroma que hacía distinguir cada espacio de la misma.

Asentí ligeramente y es que faltaba algo muy importante además de conocer la casa –creo que me hace falta conocer a quienes me van a servir y conocer como funcionan las cosas en esta casa – necesitaba saber todo cuanto pudiera decirme no era que pudiera manejar una casa era que nunca había sido la señora de la casa y no que hacer un mal desempeño ante mi señor Black. Lo que más deseaba era ser siempre una mujer digna para él y de la que él pudiera estar orgulloso..

- Quiero saber exactamente donde queda tu habitación – comente repentinamente cuando casi llegábamos al final del pasillo con un tono un tanto pícaro y a la vez bromista, claro que no tenia porque saberlo en este mismo momento pero me pareció un tanto gracioso hacerle el comentario y esperar su reacción, sintiendo a la vez un calor intenso correr por mis mejillas completamente ruborizadas. Había pensado en pedirle me llevará al salón y me mostrara ese cuadro de sus padres pero lo primero que salio de mi boca había sido otra cosa

Reí ante su pregunta.-Todos los sirvientes de este lado de la casa están a tu disposición eso incluye a las cuatro mujeres que para suerte mía no trabajan para mi hermana.-termine de ahogar la risa que tenia en esos momentos, la verdad nunca entendí el por que mi hermana no ocupaba sirvientas mujeres...me quedaba con sus palabras de que "juntas son problema seguro" aunque para ser ella misma una fémina era bastante machista.-Lo que desees, a cualquier hora los sirvientes lo harán no te preocupes por eso.- seguimos avanzando por el pasillo hasta volver nuevamente a la sala que aun permanecía con las cortinas cerradas.-Aunque quizás si no te sientes tan a gusto aquí podemos hacer llamar a alguno de tus sirvientes para que estés mas cómoda.-ese era un detalle que se me escapaba quizás el darle un toque más familiar para ella seria mucho mejor mal que mal viviría aquí por un tiempo bastante considerable.

A lo lejos pude notar la campanilla del medio día que llamaba a todos los empleados a descansar de sus obligaciones y almorzar.-Y en caso de que la curiosidad sea mas grande..mi cuarto es el primero a la izquierda pero rara vez lo ocupo ..así que si me encuentras alguna vez allí siéntete afortunada.- aunque parecía una broma cruel era cierto, no solía dormir mucho en verdad y rara vez paraba en casa debido a mis obligaciones y negocios quizás ya era tiempo de cambiar eso pero no desconocía realmente cuanto tiempo me tomaría eso, el punto era que ahora con ella en casa las cosas serian diferentes ¿Ahora esta mansión seria mas hogareña?¿ El día si tendría algún significado especial para mi? ..La idea de descubrir las respuestas a esas interrogantes era bastante atrayente.

La volví a mirar nuevamente, el brillo de sus ojos ahora distinto no sabia realmente como describirlo pero algo realmente atrayente..

Asentí alzando una ceja y haciendo a la vez un ligero gesto, no me desagradaba absolutamente tener quien hiciera las cosas por mi con solo dar una orden pero de eso a que hicieran todo por mi no me causaba mucha gracia. Estaba acostumbrada a ser independiente en muchas cosas, vaya esta seria una de las cosas que cambiarían tal vez drásticamente en mi vida.

Sonreí - ¿A tu lado como no estar a gusto? –era claro que se refería a si me sentía a gusto en la casa y como no estarlo además los que se tenían que acostumbrar a mi presencia, a mis deseos y ordenes eran los que estaban a mi servicio en la casa – Estoy bien así que cuando tu lo dispongas yo conozco a quien estará a mi servicio….- si deseaba conocerlos pero pensándolo bien tampoco tenía prisa alguna, lo dejaba a consideración de Fenrir, si él consideraba era mejor en este momento estaba bien y si no, igual estaba bien por mi.

Uhmmmmm ya veríamos si a partir de hoy él continuaba sin pasar suficiente tiempo en su habitación y no tanto en su habitación sino en casa, en mi compañia. – creo que a partir de hoy muchas cosas cambian y cambiaran para ambos – Fenrir sabría ya todo lo que en el poco tiempo que llevaba de conocerlo había cambiado para mí? Y todo lo que desde este momento empezaba a cambiar?. En tan corto tiempo él se convertía en mi motivo para no dejar de respirar. Eramos tan opuestos en muchos aspectos y quizás era eso mismo lo que nos atraía sobremanera al uno del otro, bien dicen que polos opuestos se atraen y ahora es que lo comprobaba – algo me dice que quizás esta noche pueda disfrutar de esa fortuna – le dije con mucha seriedad y reaccionando de inmediato en que podría mal interpretarme me apresure a intentar dejar más en claro mis palabras – supongo esta noche has cancelado tus obligaciones y tendremos toda la noche para conversar….y que mejor sitio para hacerlo con plena privacidad que tu habitación – inconscientemente le sonreí coqueta tan coqueta como nunca antes lo había sido. Aunque podríamos hacerlo en el salón, en su privado donde suele trabajar quizás pero me parecía que esta charla debía darse en un ambiente mucho más acogedor e intimo- ¿no me dejas sola esta noche, verdad que no? – en verdad deseaba que esta primer noche en casa él estuviera conmigo.

Sentí su mirada penetrar en la mía con un gesto disimuladamente seductor en su rostro y una peculiar y atractiva sonrisa. Me puso bastante nerviosa y lo mejor era que me gusto me pusiera así, nerviosa. Apreté fuerte su mano y le sonreí sin perder contacto con su mirada dejando de lado que Fenrir me estaba haciendo sentir como una chiquilla intimidada por un hombre apuesto y elegante.

Solté su mano con cuidado mientras comenzaba a alejarme de ella pensando en las palabras mas adecuadas que diría, tratando de ocultar la mirada perdida que ahogaba el pensamiento en esos momentos; la verdad era que si tenia compromisos y cada uno mas importante que el otro, planeados con meses de anticipación y ahora todo eso puesto en jaque por una dama...y no una cualquiera.

Tampoco quería incomodarla ni hacerla sentirse mal y mucho menos despreciada, esta era su primera noche en esta casa y no quería que tuviera un mal recuerdo por el resto de su existencia. Mis pasos me hacían caminar en círculos a su alrededor como si ella fuera la luz y yo la incauta polilla cegada por su resplandor que solo quiere permanecer a su lado ¿Me estaba transformando sin darme cuenta?¿Tan poco era el tiempo que necesitaba ella para hacerme cambiar hasta el punto de dudar de mis negocios? o simplemente era yo el que quiera cambiar y ella había llegado a mi existencia para presenciarlo, no lo tenia claro del todo y eso lentamente comenzaba a atormentarme y a calar profundamente en mi ser. Tomé nuevamente la copa que había dejado en la mesa ante de ir a mostrarle parte de la casa, seguía igual de fría e interne que yo pero su contenido tenia un leve toque cálido y dulce igual que el aroma de Corinne..solo en ese momento volví a mirarla nuevamente; un permanecía en silencio observándome con esos ojos que eran perturbadoramente cautivadores.

Detuve mi andar y volví hacia ella nuevamente abrazándola por la espalda con tanta delicadeza que me aterraba la idea de dañara de alguna forma, oculte mi rostro en su cuello pudiendo sentir su aroma.-Si, esta noche me quedo en casa solo por ti..-

-¿Qué pasa Fenrir?....cariño, mírame, dime que pasa – pregunta que quedaba sin respuesta mientras él se alejaba y me ocultaba su rostro – Fenrir, dime que pasa – insistí preocupada preguntándome e intentando hacer memoria si había dicho algo que le molestara. Nada, nada se me venía a la cabeza. Lo observe sin comprender su repentina actitud.

Temí que mi deseo de contar con su compañía esta noche estaba en juego y todo por sus negocios….tranquila mujer él sabía de tu llegada a casa no te hagas ideas anticipadas…me resigne a observarlo y a esperar en completo silencio que respondiera a alguna de mis preguntas.

Parecía como desesperado como si una lucha interna se apoderara de él y dudara en la manera de detenerla: ¿tan complicado le resultaba responderme si esta noche se había preocupado por cancelar sus ocupaciones?. Como león enjaulado caminaba a mi alrededor sin mirarme consciente de que yo le observaba con insistencia y consciente de que yo esperaba volviera su atención a mí.

Al fin se quedaba quieto y me encontraba con su mirada. En silencio, en ese silencio aún dueño del momento volvía hasta a mí y me rodeaba con su brazos por la espalda. Sonreí al tiempo que recuperaba la tranquilidad, todo estaba bien, sentí su frío pero placentero aliento sobre mi cuello cuando por fin me decía que se quedaba a mi lado esta noche – me has hecho sufrir con tu silencio ¿lo sabias? – le dije bastante seria girándome hasta quedar de frente a él sin soltarme de sus brazos, tomar su rostro entre mis manos y besar suavemente sus labios. Tal vez solo habían sido segundos los que tardo en responder pero a mi me habían parecido eternos minutos - Podías haberme hecho esperar menos por tu respuesta – volví a dar un pequeño beso en los labios para después abrazarme a él, acomodar mi cabeza sobre su hombro - ¿sabes?...me siento extraña pero muy feliz – susurre sin apartarme de él. Se vino a mi mente aquella noche en el jardín cuando lo conocí y reí divertida de lo que ese día pasó y de cómo nos encontrábamos ahora.

Acabas te tirar a la borda meses de negociaciones y la verdad era que si me detenía a pensarlo un segundo mas estaba seguro que cambiaría de parecer y terminaría acudiendo a mis negocios ¿pero que otra opción tenia en esos momentos? pues decir la verdad.. no, eso no, podía ser una criatura sin falta de tacto la mayor parte del tiempo pero con Corinne no lo lograba. A veces mi subconsciente me traicionaba y era desquiciante.-Lo siento me gusta a veces mantener el suspenso de las conversación..una mala practica.-mentí para salvarme de una escena trágica.-¿Por que extraña?, ¿He dicho algo que no agrade?.-mi propio record personal, ¿Tan rápido la había importunado?, creo que me estaba volviendo demasiado bueno en ser patán, tampoco era una opción controlarme pues no conocía un método seguro para detener lo que era realmente.

Bese su frente y me separe de ella para avanzar nuevamente en la habítación con la copa de vino casi vacía aun en la mano hasta llegar a uno de los sillones que se encontraban en la sala, sobre el tapiz una leve linea de luz solar que se colaba por las cortinas y suelo.-Ven, siéntate conmigo.- le extendí mi mano desde mi nueva ubicación esperando que la aceptara.-Hablemos de ti, de lo que quieres y esperas de esta relación un tanto disfuncional.-reí pues esta seria una extraña familia típica..pero atípica después de todo.-Quiero saber que es lo que piensas realmente fuera de lo emocional o sentimental que pueda ser todo esto-.era lo justo ¿o no? el querer saber que es lo que realmente cruza por su mente desde el punto de vista objetivo y real, nada de fantasías solo lo concreto y por que no leer su mente así sin mas? un detalle más que obvio, funcionaria si no fuera por el hecho que ella no era humana y que su naturaleza era mi peor enemigo. Ironías que pasan..

De nueva cuenta tardaba en responderme. Por Dios sería posible que el patán que aquella noche me cautivo y que con el pasar de los días se esfumaba demostrándome lo caballeroso que podía ser al menos conmigo, solo conmigo, estuviera de regreso. Me negaba a creerlo y a aceptarlo. Podría llevar en las entrañas ser un patán pero conmigo hacía tiempo que estaba claro que no se le daba, al menos no intencionalmente ni en el grado en que lo hacía con los demás, buena señal o ¿no? Sonreí de lado – si, claro, el suspenso se te da muy bien, señor Black – dije resignada pues era verdad todo en Fenrir era poco común quizás eso era lo que más me ataría y agradaba de él. Después de todo si lo miramos por el mejor de los lados puedo decir que cuento con un muy buen maestro y más de alguna cosa aprenderé my bien de él.

Solté una risa y comente fingiendo algo de ironía. A estas alturas ya podía bromear haciendo esos comentarios – tú eres incapaz de decir cosas que no agraden – de nueva cuenta los recuerdos de la noche que lo conocí vinieron a mi mente. Negué yo misma ante esos recuerdos. Que no era capaz, ¿Qué no era capaz?!!!!! Lo había sido pero bueno eso había quedado atrás más aún así esa noche era imposible borrarla. Esa noche había sido algo verdaderamente épico entre nosotros. – Extraña por el giro que acaba de dar mi vida, ahora no estoy sola, ahora mi vida no es solo mía, ahora parte de ella y de mi te pertenecen o ¿no? – podrías ser menos cursi Corinne. No, no podía. No quería y no sabía decir lo que no sentía, no con Fenrir.

Sonreí ante su tierno beso y le vi caminar hacia el sofá con la perfecta elegancia que lo caracterizaba. Me encamine hacia él y tome la mano que me ofrecía tras su invitación de acompañarle y sentarme a su lado. – Ves, eso es también parte de lo extraño, lo disfuncional de esta relación – comente manteniendo mi sonrisa. Me acomode a su lado notando que mi copa de vino aún a medias se había quedado sobre la mesita al lado de la ventana. No pensaba molestarme en ir a por ella mejor aprovecharía para beber un poco de la misma copa de él de todas maneras ahora era compartir con mi compañero empezaríamos por compartir una copa de vino además de los abrazos y los besos que ya compartíamos.

Me quede un poco pensativa ante sus repentinas preguntas, ya estábamos juntos, ya me tenia se podría decir prácticamente instalada en su casa y hasta ahora me lo preguntaba. Bueno tampoco es que fuera tarde para preguntarlo pero si me sorprendió un poco. – Quiero y espero que ambos seamos los mejores compañeros, que estemos unidos en las buenas y en las malas y que siempre seamos honestos y sinceros el uno con el otro – él sabía perfectamente que eso era los primordial puesto que esta era una relación un tanto especial, era su mujer, su compañera, era como su esposa ante la sociedad pero eso de ser su esposa jamás pasaría, eso era lo primero que me había dejado claro cuando me propuso mantener una relación con él - ¿Qué es lo que pienso realmente fuera de lo emocional o sentimental? – repetí aquella última pregunta observándole beber un poco de su copa – Si solo hubiera pensado en lo sentimental no hubiera aceptado jamás tu propuesta es mas me hubiera sentido sumamente ofendida pero ni tu ni yo somos unos jovencitos Fen – suspire levemente antes de continuar – pienso que el contar con un compañero respetable e inteligente nos beneficia a ambos y nos convierte en personas mucho más respetables y eso en tus negocios es algo muy importante – Fen ante todo era un hombre de negocios y nunca hacía nada que no le beneficiara. Estaba convencida que tanto para él como para mi esta relación nos traía un doble beneficio, emocional y sentimentalmente ahora teníamos una motivación, una razón para seguir adelante, aunque eso era quizás más en mi caso aunque Fen mezclara sentimientos no creía que lo hiciera de misma manera en que yo lo hacía o al menos eso aparentaba, en cuestión de negocios a él le daba mayor estatus por así decirlo y a mí me abría oportunidades para adentrarme en el mundo de los negocios verdaderamente interesantes. -Ahora dime tú, cariño ¿Qué es lo que piensas tú? –de Fen podía imaginar diferentes respuestas pero cual de todas las que se formulaban en mi cabeza sería la verdadera. Estaba por enterarme. Me quede mirando a sus ojos mientras esperaba su respuesta.

-Por respetable e inteligente pudiste tener a cualquier hombre de Paris Corinne el estar conmigo no hace la diferencia realmente, ante la sociedad no eres más que una mujer que se ha ido a instalar a la casa de un hombre sin estar casada..ambos sabemos que esas habladurías te afectaran más a ti que a mi en un futuro no muy lejano.- y no mentía realmente ni tampoco me proponía ser de malos ánimos pero era algo tan evidente como el día y la noche.-Debes ser consiente que en mi casi siglo de existencia no eres la primera mujer con la que convivo de esta manera ..ergo no habrá nada que haga revelarte mis pensamiento y mucho menos seré confiable, esta en mi naturaleza y asumo que comprenderás eso a la perfección.-ok, eso quizás si había sido un poco más atrevido de lo que realmente pensaba pero era la verdad al fin y al cabo y si iba a llevar esta relación debía al menos dejar las cosas en claro.-Fuera de todo ello lo que te he ofrecido con anterioridad lo cumpliré y podrás dispones de cuanto guste tanto social como monetariamente aunque tu poseas tus propios fondos.-vamos se honesto de una puñetera vez.-En cuanto a una futura proposición de algo más serio realmente no me atrevo a ofrecerlo.-ahora al menos ya todo estaba mas claro o eso creía yo.

Ciertamente las cosas podían sonar desde otro punto de vista muy feas pero era mejor ser un tanto sincero que luego las cosas se volvieran igual de caóticas que un drama griego, mi posición me lo exigía, mis influencias me lo exigían y por sobre todo mi pasado lo exigía, no había perro guerra que aquella que no se peleaba, y yo, de preferencia quería estar a la defensiva uno nunca sabía como podían terminar las cosas "aunque en el peor de los males ..", realmente nada de esto tenia doble opción. Todo era consecuente al momento y lugar pero sobre todo a la persona.

-Mi querido Fenrir- alce el rostro con la mirada altiva y manteniendo la sonrisa que se dibujo en mi rostro al escuchar toda esa sarta de cosas que acababa de decirme –Fenrir, te repito no soy una niña ni una adolescente que simplemente hace las cosas por capricho, por salirse con la suya ¿acaso crees que una mujer madura como lo soy yo no sabía bien a todo lo que se exponía al aceptar una relación de este tipo? – le observe –dudo que me creas tan ingenua y por lo mismo creo que sabes que no vivo de las habladurías de la gente además Fenrir si te acepte a ti y no a cualquier otro hombre inteligente y respetable es porque tú a diferencia de muchos de ellos si no es que la mayoría sabes darme mi lugar a pesar de no ser tu esposa y de ser solo tu compañera que esposa o no me convierte en tu pareja ante los ojos de muchos si no es que de todos porque sé que a ti tanto como a mi te conviene guardar las apariencias y creo eso es lo que debemos hacer porque las habladurías me afectan muchísimo más a mí que a ti más aún así también es mal visto estas relaciones para un caballero no me lo podrás negar, que probablemente sea un poco más común es diferente. A mí no me importa todo eso– eso no era verdad del todo en el fondo de mi corazón si importaba y albergaba la esperanza de que las cosas entre ambos funcionaran mejor delo esperado y eso al menos me daría un poco de esperanza para convertir la relación un poco más estable aunque eso si que estaba consciente que no pasaría Fenrir no parecía ser de esos hombres que se ataban en matrimonio –por supuesto que soy consciente que no soy la primer mujer en tu vida…….¿sabes? me gusta que hablemos por lo claro y que llamemos las cosas como son- en verdad eso me hacía sentirme más cómoda, más en confianza y más cercana a él –tampoco hay nada que pueda revelarte mis pensamientos….como ves en eso estamos en igualdad de condiciones- me levante de su lado y me tome el atrevimiento de sentarme sobre sus piernas y enredar mis brazos sobre su cuello –lo comprendo a la perfección así como comprendo que no eliges a una mujer a la ligera y mucho menos para traerla a vivir a tu casa y para ofrecerle todo en bandeja de plata- acaricie su mejilla –cariño se bien lo que “no” me has ofrecido y aún así decidí estar contigo….pero….àgradezco que me lo aclares de nuevo- bese levemente la comisura de sus labios y luego busque de nuevo su mirada –no pienso dar media vuelta solo porque no puedes, no quieres o simplemente no deseas ofrecerme algo más serio- aunque se dice que del dicho al hecho hay mucho trecho también es cierto que dicen que el que persevera alcanza y eso era lo que yo estaba dispuesta a hacer a partir de este momento perseverar, perseverar sin esperar demasiado cumplir el objetivo así si al final lo conseguía sería mayormente valorado, apreciado y cuidado. Si él creía estar siendo demasiado frío al ser tan sincero estaba totalmente equivocado.

El nunca me mintió, nunca me ofreció algo más serio. Bueno eso que él en realidad se empeñaba en no catalogarlo como algo más serio en realidad lo era, tal vez no más serio pero si era algo serio. Como un par de adultos, maduros con responsabilidades ante la sociedad y ante nosotros mismos nos pondríamos a jugar con fuego y a actuar como un par de adolescentes arriesgando todo cuanto tenemos. Esto no era un juego y obviamente a pesar de estar conscientes de que ninguno teníamos la certeza de ser confiable para el otro lo cierto era que en el fondo ambos encontrábamos en el otro algo que nos hacía confiar pero que ninguno de los dos conscientemente nos dabamos cuenta o simplemente no pretendíamos aceptar frente al otro. En algo nos parecíamos ambos teníamos nuestro propio orgullo. A mi manera de ver las cosas eso que no reconocíamos era lo que ahora nos había unido. Porque a como se vieran las cosas esto era una especie de unión.

-Mi señor Black puede estar tranquilo que a pesar de lo que es esta relación siempre sabré ser una mujer respetable y digna de ser su compañera- pegue mi frente contra la de él y sonreí mirándolo a los ojos –el tiempo que esto dure- susurre sobre sus labios. No me agrado comentar eso último pero no podía engañarme nada me garantizaba que esto duraría o poco o mucho pero lo que durará estaba dispuesta a vivirlo.

De hecho, si solía escoger a las mujeres de manera descuidada pero eso era parte de mi pasado seamos realistas un pasado que es más presente, bueno quizás no tanto como yo quisiera. Pero las cosas habían cambiado ahora "Eso crees tú" ..¿No te puedes callar nunca?.."No, no puedo por que también tengo derecho a opinar sobre esta estupidez, tu hermana tiene razón haz perdido el foco en todo esto. Te lo advierto no llegaras lejos con esta "criatura", vas en contra de nuestra naturaleza y no lo acepto ni tolero, no te traspase mi sangre para que hicieras esta clase de ridiculeces" eres totalmente insufrible y exagerada.

Ella al menos tenia clara las cosas, sabia lo que podía pedir y lo que no, era menos instintiva que las demás mujeres con las que había convivido.-Cariño..soy hombre a mi la sociedad me lo perdona todo, podría casarme con una puta o una infante y aun así no tendrían nada de que reprocharme pero en tu caso es distinto.-"¿Por que no te casaste con la puta entonces?"..Basta! colmas mi paciencia.-Lo que piense media Francia sobre mi no me importo en el pasado y mucho menos ahora, yo no vivo de ellos pero lamentablemente la lacra si vive de mi..- ¿Se puede combatir contra la implacable corte de la opinión publica?.No lo sé. Admitia que tenia iniciativa, eso no se lo negaba.-Así que..aunque te deje ¿Te empeñaras en seguir a mi lado con el pensamiento de ser una mujer digna?.-siempre me había jactado de poder entender los pensamientos de las mujeres pero eso que me acaba de decir realmente carecía de sentido ¿Por que quedarse al lado de un hombre que no te quiere más? o era quizás el hecho de que mantener las apariencias era mas importante que cualquier otra cosa.-Si es eso lo que piensas por favor no malgaste tu tiempo, no me van ese tiempo de cosas..me desagradan de sobremanera. Primero esta el orgullo propio.-"De orgullo propio tu si que sabes mucho no?" ¿Por que no te pierdes en los pasillos perdidos de mi mente? aquí sobras.

Quizás el hacer esto de manera tan presurosa me costaría un alto costo en el futuro, pero, ¿Por que no podría invertir a largo plazo?