Welcome to the fair [Privado]

por **Zavannah Dellepiane** Mar Mayo 03, 2011 4:24 pm

Habían pasado muchas personas. La noche había sido interesante y ahora yo solo esperaba que mi relevo llegara, estar sentada no era lo mío, prefería interactuar un poco más. Ya era muy tarde y la gente seguía llegando, la brisa era de las cosas que más me gustaban cuando rondábamos por esa hora, fresca, hacía de la bóveda celeste algo mucho más hermoso. Podría estar disfrutando pero no, estaba ahí, sentada, esperando que alguien quisiera ayudarme con los clientes, me dolía un poco la cabeza, tanta gente podría llegar a afectar la relación con mis poderes. Había intentado de todo mientras esperaba con una pierna cruzada y una de las palmas de la mano contra mi mejilla. Nada lograba que el dolor se fuera, me había engentado y eso no era bueno…¡Pobre de aquel que llegara justo en ese momento!.

Me concentré en un señor bonachón que parecía pulpo con bigote, en cualquier momento tendría un paro respiratorio si seguía así de rojo, eso no era buen ¿Pero que podía decir yo? Me reía sola y nadie me criticaba. Por primera experimente lo que otro llaman aburrimiento, ningún otro lugar me lo había parecido antes pero ¿Esto? ¿Cómo describirlo? Sin nada que hacer para una persona como yo, tal vez era el cansancio que ahora me tenía malas pasadas. La brisa comenzaba a hacerse un poco más violenta, alborotando mis cabello cabellos pero generalmente y como la minoría de las chicas a mí no me importaba mancharme las manos ni jugar con tierra, si eso me venía importando poco un poco de aire era nada, coloque las manos en el borde de la mesa en donde me encontraba, haciendo contra peso para asomarme a ver el lado opuesto de donde me encontraba, y casi como si de alguna especie de broma de mal gusto se tratara el peso de la silla combinado con el mío me hizo caer de bruces al piso.

No había podido meter las manos a tiempo, me dolía la quijada, seguramente tenia sangre, tanta era mi suerte que muchos se preguntaba si de verdad era gitana. Lo era pero una muy extraña, todos los que interactuaban conmigo corrían peligro, mi presencia no era buena para la salud de otros sobretodo porque no cuidaba mis actos y de pasada con ellos mismos atentaba contra otros-¡Genial! Esto es genial-refunfuñe mientras me levantaba de un brinco.

por Invitado Mar Mayo 03, 2011 11:18 pm

De nuevo las premoniciones. Por alguna razón, las últimas dos han sido sobre gitanas, ya he conocido a dos preciosas gitanas, que han hecho sentir…diferente. Sin embargo, esta ultima fue diferente, abstracta, tanto así que el rostro de la chica estaba fragmentado en varias imágenes, como si tuviera que encontrar cada lugar y seguir el camino para encontrarme con ella.
Me vestí con mi pantalón negro y mi camisa gris, procurando tapar mis tatuajes de los brazos, pero con mis botones desabrochados, presumiendo un poco de mi pecho.

Ahora que lo pienso lo único que quedo claro de ese sueño, es que el circo gitano seria el lugar ideal para encontrarla. Si bien este lugar puede quitarme todo mi dinero, ya sea por robo o por gastos, es un lugar colorido y lleno de vida, más que cuando fui a sus carpas hace unas noches.
Voy detrás de un hombre algo robusto y de bigote, que más que eso parece que mato un mapache y se lo puso sobre la boca. Me rio para mis adentros al escucharme pensar así. Me detengo para dejarlo alejarse de mi y que mi risa interna cese.

-No debería de reírme tan fuerte-me digo a mi mismo, habiendo reído fuertemente.

Justo cuando el hombre se aleja, puedo ver una pequeña cabellera castaña clara asomarse sobre una mesa, para después verla caer con violencia hacia el suelo. Corro hacia la muchacha que se frustra por caerse y siento furia en su corazón, pero no necesitaba empatía para saber eso.
Sin que me vea, junto mis manos en mi espalda y al separarlas surge una toalla pequeña, se la ofrezco con mi mano derecha y le sonrió.

-Debe de tener mas cuidado, un rostro tan bonito no debe de rasparse. Tome, límpiese con esto-mi sonrisa no se quita, pues reconozco que podría ser la de mi premonición de esta mañana.

por **Zavannah Dellepiane** Miér Mayo 04, 2011 6:18 pm

Mi mirada se topó a escasos metros con un hombre que me hizo retroceder con gesto tímido y de defensa, no era un gitano…No era seguro, en realidad nadie era seguro en Paris. Entorne los ojos mientras lo escudriñaba y veía con recelo la pequeña toalla como tendía ¿Tomarla o no? Sin decir nada apreté la tela entre mis dedos, la acerque hacia mí y me limpie la cara sin perderlo de vista, no era normal que alguien se acercara a ofrecer ayuda a un desconocido, cualquier otra persona se hubiera burlado. Nadie te daba nada sin algo a cambio-Gracias-le tendí la toalla casi bruscamente y me hice más para atrás, busque alguna señal de vida o ayuda que ayudaran a mis piernas salir corriendo pero ni siquiera una excusa para encontrarme con alguien pasaba en ese momento. ¿Dónde se metían todos cuando los necesitaba? No es que tuviera amigos pero algún conocido podría sacarme del apuro.

Mis ojos regresaron al hombre ¿Qué quería? Seguramente sería demasiado grosera si lo preguntaba de ese modo, más aún si iba por un servicio de alguno de nosotros…servicio, no me gustaba esa palabra pero era la única que encontraba. Me sonaba como si fuera de esas mujeres que regalaban su perfume al postor más caro, por eso no tenían que robar y les iba bien pero lastima para nosotros que no podíamos elegir-Mi compañera llegara en pocos instantes…La puedes esperar aquí-señale con el dedo la mesa de madera que minutos antes me había visto caer torpemente. Si mis instintos no fallaban, aquel hombre no era simplemente un hombre o un vampiro era más especial…

Especial o no esperaría a alguna otra gitana si quería una lectura, mi turno había acabado. Con una mueca de disculpa a medias gire sobre mis talones y di dos pasos para situarme del lado opuesto de la mesa de madera, ahí tenia mis cosas-Vasilisco ven, ven gatito-hice sonidos con la lengua pero el gato no aparecía. Fue sino hasta después de dos minutos que se me ocurrió buscar debajo de la mesa, como tenía una tela oscura que lo cubría Vasilisco podría estar durmiendo plácidamente ahí y efectivamente, el gato de pecho blanco me veía con ojos de recelo, como si estuviera molesto por haberlo despertado. Lo tome a regañadientes y antes de meterlo en mi bolso le di besos en la cabeza. Levante la mirada y ahí estaba el hombre-Puede sentarse si quiere, no creo que tarden-dije seca y metiendo al gato en su lugar de viaje.

por Invitado Miér Mayo 04, 2011 7:48 pm

Tomo la toalla, sin tener muy en cuenta el modo, casi grosero, en que me la devuelve. Ya he tratado con gitanas y estoy al tanto de lo desconfiadas y a veces groseras que pueden ser. Mas si conviven con un brujo, seguramente esta muchacha ya noto mi singular aura, a eso se dedican al fin y al cabo.
Ahora que lo pienso, esta feria expira desconfianza, pero no de mi, si no de los mismos gitanos que aquí radican, como si tuvieran esa clase de sentimiento hacia los que aquí vienen, en su mayoría no mortales. Claro esta, existe la desconfianza de los humanos, que saben que podrían ser robados.

-Extraño nombre para un gato, pues la bestia mitológica era una gran serpiente, ni siquiera un mamífero como el amiguito-pienso para mi mismo, mientras veo como se va moviendo hacia el otro lado de la mesa.

Me acerco a la mesa y le sonrió con dulzura, procurando buscar en sus emociones algún miedo hacia mi, pero sólo puedo leer emociones no pensamientos, no soy un vampiro.
-Señorita, bien en lo que llega su compañera usted puede leerme la mano-le digo remangando mi camisa, dejando ver las escrituras en latín de mis brazos “perfecto en espíritu” y “lo que cuidamos y amamos”.

Es curioso que lleve la marca de las palabras que más decía mi padre y mi madre. Pues decían que la perfección del espíritu es la fuerza de un brazo que ayude y así podremos tener lo que cuidamos y amamos.

-Sea tan amable de leerme la mano, se lo pido de favor, pues necesito saber algo-le sonrío de nuevo- ¿Podría hacer ese humilde favor a un hombre como yo?

por **Zavannah Dellepiane** Sáb Mayo 07, 2011 7:25 pm

Arrugue la frente y la nariz mientras apretaba a Vasilico aún más contra mi pecho, el pobre gato soltaba suspiros que parecían apenas como susurros, al parecer no le gustaba la forma en que lo tenía agarrado. Lo mire antes de caminar con paso pesado hasta la mesa y colocarlo ahí mismo ¿Ya qué? Es decir yo era la encargada hasta que el relevo llegara y eso implicaba ser la que le leyera las manos a todos los que llegaran-¿Algo? ¿Podría ser más específico?-le dije sentándome a regañadientes en la silla de la que me había caído. Le señale la silla de enfrente para que se sentara ¿Quería que le leyera la mano o no? Debía dejar de ser tan grosera pero me había aburrido tanto que solo quería salir de ese lugar y dejar el trabajo a un lado. Suspire y mientras esperaba a que el tomara asiento acomodé quisquillosamente la tela que cubría a la mesa, Vasilisco parecía seguir molesto por lo que de un brinco fue a parar de nuevo en mi pies…dormiría por un largo rato.

-¿Se mantendrá en el anonimato?-¿Ya había dicho que los gitanos no éramos bien vistos? Bueno la mayoría de las personas creían que si no nos decían sus nombres el ostentoso mundo de la crema y nata no los juzgaría de nada. Toque el pelaje de Vasilisco con el empeine de mi pie, era tan suave que me daban ganas de subirlo de nuevo a la mesa pero como estaba de mal humor de seguro me llevaría un gran rasguño en algún brazo o peor…en la cara. No es que me importara lo que me pasara, ya era como inmune a los accidentes pero no al dolor, podría ser una gitana extraña pero no por eso menos humana-¿Y bien?-le pegunte segundos después de que no me daba ni razón ni su mano. Estaba siendo bastante buena pero en cualquier momento comenzaría a irritarme y dejarlo ahí parado sin importarme que después me matara, no tomaba esa clase de precauciones. Nunca. Tendí mi brazo sobre la mesa, alargándolo lo más que pude para tomar la suya.

por Invitado Sáb Mayo 07, 2011 10:43 pm

Siento un montón de emociones en la muchacha, es como si tuviera algo de frustración por el simple hecho de mi petición ¿Qué acaso no le gusta tratar con la gente? Sin duda ese es un problema grave, la gente esta en todos lados. Al menos me queda la opción de demostrarle que no todas las personas somos iguales y siempre hay excepciones.

-Mi nombre es Ray, no tengo mido de decir mi nombre, señorita-le sonrío mientras pongo mi mano-y creo que tampoco tengo miedo de preguntarle el suyo, pues una bella gitana como usted a de tener un nombre igualmente bello.

Coloco mi mano sobre la suya, siento su tacto, suave y algo tímido, si es que se puede decir que sientes eso a través de la piel. Tal vez sufrió de algo, creo que todos nos protegemos de los demás con hostilidad y grosería, luchando por mostrarnos fuertes y al final sólo lo hacemos para escapar de la realidad, pero esta siempre nos va a alcanzar.
Le sonrió a la muchacha mientras espero que lea mi mano -¿Qué va a pasar si se ve ella misma en la lectura? Creo que será algo muy cómico de ver seguramente.

por **Zavannah Dellepiane** Dom Mayo 08, 2011 8:13 pm

¿Por qué a todo el mundo le importaba la belleza?-Zavannah-conteste de forma seca. No e tendía porque todos los hombres se hacían los galantes, yo no pedía halagos ni mucho menos...ni siquiera me creía bonita así que prefería que simplemente me trataran de “muchacha” o “chica” era mucho más fácil entablar pequeña conversaciones con las personas de ese modo. No le tenía desconfianza a ese hombre, simplemente era precaución. Pase las yemas de los dedos por la palma de su mano me incline un poco más para ver las líneas, no estaba seguro de lo que buscaba, había omitido decirme esa parte, el futuro podría tener miles de caminos y figuras, demasiadas opciones para hablarlas todas como para solo una lectura-Mmm-comencé a hacer pequeños sonidos con la lengua cuando sus manos empezaron a revelar cosas no muy nítidas-Buscas….-me mordí el labio mientras seguía viendo sus líneas, tal vez tanta información me había saturado la cabeza pero ya había empezado y no podía hacer otras cosas más que seguir con la lectura.

-¿Buscas una gitana?... ¿Para qué?-susurre eso ultimo para mí, me comenzaba a ganar la curiosidad pero como decía el dicho “La curiosidad mato al gato” Y yo siempre terminaba mal en situaciones como esa. No me buscaba a mí, al menos eso me decía la lectura por el momento pero…algo nadaba mal-No entiendo porque necesitas a una gitana-levante la mirada un poco para toparme con la suya, entorne los ojos y seguí mirando u mano pero con más precaución-¿Qué quieres de nosotras?-no me gustaba lo que veía pues parecía una cierta clase ¿Obsesión? Sí, eso mismo. Me levante de golpe de la silla y mire a todos lados preparada para encontrar un objeto con que dañar si las cosas se ponían feas. Respire profundamente varias veces sin dejar de mirarlo y examinarlo de arriba hacia abajo.

Solía juzgar mucho pero si antes no había sentido otra cosa más que cansancio ahora todos mis sentidos habían despertado.

por Invitado Lun Mayo 09, 2011 2:48 pm

Por alguna razón siempre acaba igual, yo siendo mal interpretado y alguien buscando como golpearme. Mi estancia en Paris no está comenzando bien.

-Cálmese, señorita Zavannah-le digo con tranquilidad y sin levantarme de mi asiento-¿Cree que si fuera hacerle daño estaría aquí sentado? Si tuviera malas intensiones no me vendría anunciando como lo estoy haciendo.

No creo que mis palabra sean suficientes para calmarla, pues una vez que vez algo de una persona, lo juzgaras siempre por esa expresión. Es por eso que juzgo basado en el corazón, el corazón nunca va a fallar, a traicionarnos, pues ningún humano puede ocultar lo que hay en su corazón, ni el más diestro de los brujos o el mas tramposo de los gitanos. Todos dejamos que nuestro corazón sea leído, incluso yo.

-Le ruego me perdone si vio algo desagradable-le digo moviendo solamente mis manos-pero debe de entender, que así como usted también puedo ver algo del futuro.

Me levanto para sacar un lienzo pequeño y doblado en mi bolsillo trasero, me vuelvo asentar rápidamente, para que n ocrea que hare algo reacción. Lo desdoblo y muestro mi pintura abstracta, ahora un poco doblada, pero se sigue interpretando.

-Lo pinte esta mañana, es una de las pocas veces en las que no he podido ver el rostro con claridad, quiero que lean mi mano para saber quién es, sé que es una gitana. Si no le interesa ayudarme perfecto, se donde está la salida- le digo sonriente, pero no me levanto de mi silla, solo junto mis manos en mi mentón.

por **Zavannah Dellepiane** Vie Mayo 13, 2011 9:34 pm

Había tenido varios arranques de hostilidad en mi vida. No confiaba mucho en las personas y menos en las que llevaban mi sangre, esas eran muchas peores y un ejemplo era mi tía muerta , no me había dado muy buena vida y eso que había vivido con ella desde que cumplí un año de edad. El punto de todo ese círculo de inconformidades entorno a desconfiar en la gente era ese: No saber confiar o no querer confiar en alguien más. Hasta cierto punto me había sentido un poco mal, siempre era grosera incluso el más santo podría sentirse ofendida con mi forma de actuar pero no podía evitarlo a veces simplemente se me salía ser así tan…salvaje. Seguí mirando para todos lados como si buscara un pretexto para salir corriendo o clavarle alguna clase de objeto punzo cortante en el cuerpo, nada me podría calmar pero hasta cierto punto tenía razón, nadie se anunciaba antes de hacer algo.

Igual en esas épocas nadie sabía. Caras vemos corazones no sabemos, ese dicho tenía mucho de cierto incluso la cara más santa podría contener al demonio envuelto en llamas. Me quede sería esperando algo, no sabía que simplemente esperando que él se fuera pero simplemente se quedó ahí con una sonrisa de lo más amable, me extraño puesto que yo no había actuado de la mejor forma. Saco algo de la bolsa de su pantalón, una especie de pergamino que gracias a los dobleces que le había proporcionado las líneas se marcaban de más y dejaba el papel casi indefenso ante sus manos, desde lejos no alcanzaba a ver muy bien la forma de lo que había trazado con carboncillo pero parecía una mujer.

Lo escuche hablar, sin querer poner mucha atención clarifico las cosas, si era una persona, una mujer, una gitana ¿Por qué habría pintado una gitana? Tal vez ofrecerle un poco de ayuda no sería tan malo. Me acerque a la mesa un poco reticente con los brazos cruzados y el mentón ligeramente levantado orgullosamente, mire por unos segundos el retrato tratando de ver a la mujer en él pero aunque quisiera ayudarlo no podía hacerlo, yo era nueva en Paris, no conocía a muchas mujeres-No la conozco lo siento…acabo de llegar a Paris, no podría decirle a quien busca-me encogí de hombros y me mordí el labio apenada.

por Invitado Sáb Mayo 14, 2011 12:28 pm

Su corazón esta lleno de dudas y dolor, desconfianza y temor. Parece que sólo me topo con personas que han sufrido, al menos últimamente. Los deseos de toda persona es simplemente ser feliz, no ir por el mundo como un samaritano, curando los sentimientos de todo aquel que vez. Pero ella es una gitana, esa clase de mujeres que son solo ver su caminar, mis pensamientos se suelen nublar y termino hundiéndome en sus ojos, sin pensar en las consecuencia de adonde iré, donde llegare o que será de mi una vez que haga una proposición lunática a la señorita.

-Usted menciono que esta apunto de irse-le digo levantándome y tomando el dibujo para regresarlo a mi bolsillo-Pues seria un honor que me acompañara por el lugar señorita.

No se por que habría de pensar en que la muchacha me acompañara, pues bien no tenemos nada que ver. Sin embargo el simple hecho de la compañía de alguien, siempre es bien agradecido. Desde mi viudez he buscado, sin duda, la compañía femenina y aparentemente la de una gitana mas que ninguna.

-Por favor, deje de tener ese sentimiento de rencor y miedo, no es necesario y mas por que siento que tiene ese sentimiento de defensa-le enseño mis manos-si quiere hacerme algo, entonces adelante-le digo sin dejar de sonreir.

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