AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
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Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
Recuerdo del primer mensaje :
Caía la tarde ya en la ciudad francesa y las farolas comenzaban a iluminarse signo de que no era decoroso salir a esas horas acompañada de un hombre, o aún peor, sin compañía alguna. Me cercioré de que mis hermanos estuvieran lo suficiente ocupados aquella semana para gozar de la libertad de ser una auténtica señorita durante el día y las reuniones sociales, pero, también para que cuando cayera el sol pudiera hacer cuanto me placiera, ya fuera leer libros que no estuvieran muy bien vistos o caminar a solas por aquella zona.
¿Por qué había decidido acudir a aquel lugar en vez de a algun lugar concurrido como el teatro o algun café? simple, disfrutaba de la quietud y serenidad que proporcionaban los sonidos de los pájaros, el crujir de las hojas o el sonido del agua... y otra de mis razones era que adoraba darme algún baño a aquella hora en la que el agua estaba lo suficientemente tibia como para no sentir ninguna impresión al adentrarse en sus aguas.
al fín llegué a la explanada de la laguna y, tras cerciorarme de que no había nadie que pudiera verme, dejé el pequeño farol en la hierba y me solté los cabellos. De nuevo, miré a todos lados y sonreí al ver que, estaba en lo cierto, ni un alma habitaba aquel lugar. Lentamente fui desabrochando los botones de mi vestido hasta que éste cayó suavemente a mis pies, a continuación procedí a quitarme el molesto corsé que apenas dejaba pie a mi respiración y lo deposité con cuidado en el suelo. Tras ésto procedí a quitarme los zapatos y las finas medias de seda, hasta que simplemente quedé vestida con una fina enagua. Volví a mirar a todos lados, y viendo que no había nadie caminé hasta la orilla y fui introduciendome en el agua lentamente dando algunas brazadas y dejándome embriagar por aquella sensación de libertad
Caía la tarde ya en la ciudad francesa y las farolas comenzaban a iluminarse signo de que no era decoroso salir a esas horas acompañada de un hombre, o aún peor, sin compañía alguna. Me cercioré de que mis hermanos estuvieran lo suficiente ocupados aquella semana para gozar de la libertad de ser una auténtica señorita durante el día y las reuniones sociales, pero, también para que cuando cayera el sol pudiera hacer cuanto me placiera, ya fuera leer libros que no estuvieran muy bien vistos o caminar a solas por aquella zona.
¿Por qué había decidido acudir a aquel lugar en vez de a algun lugar concurrido como el teatro o algun café? simple, disfrutaba de la quietud y serenidad que proporcionaban los sonidos de los pájaros, el crujir de las hojas o el sonido del agua... y otra de mis razones era que adoraba darme algún baño a aquella hora en la que el agua estaba lo suficientemente tibia como para no sentir ninguna impresión al adentrarse en sus aguas.
al fín llegué a la explanada de la laguna y, tras cerciorarme de que no había nadie que pudiera verme, dejé el pequeño farol en la hierba y me solté los cabellos. De nuevo, miré a todos lados y sonreí al ver que, estaba en lo cierto, ni un alma habitaba aquel lugar. Lentamente fui desabrochando los botones de mi vestido hasta que éste cayó suavemente a mis pies, a continuación procedí a quitarme el molesto corsé que apenas dejaba pie a mi respiración y lo deposité con cuidado en el suelo. Tras ésto procedí a quitarme los zapatos y las finas medias de seda, hasta que simplemente quedé vestida con una fina enagua. Volví a mirar a todos lados, y viendo que no había nadie caminé hasta la orilla y fui introduciendome en el agua lentamente dando algunas brazadas y dejándome embriagar por aquella sensación de libertad
Melinda Chavànnell- Humano Clase Alta
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Re: Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
Noté como sus músculos se tensaban tratando de reprimir algo que yo desconocía, quizá un instinto animal... quizá y sólo quizá un instinto lobezno... De sus labios comenzaron a salir palabras que juntas formaban una tétrica historia sobre él unos compañeros, un colegio en mi opinión bastante cruel, incluso sádico y un desenlace trágico. Había algo de su historia que no acababa de creerme, quizá estaba demasiado susceptible, quizá le tenía miedo. Mis pies comenzaron a retroceder lentamente casi sin que notara mi acción, pero obviamente duncan debió notarlo pues fue acercándose a mi hasta quedar a milímetros de mi rostro... traté de retroceder más rápido pero mi pie quedó enganchado con una rama escondida entre la maleza y caí boca arriba pudiendo contemplarle de manera magnífica con su torso desnudo cuya piel brillaba a la luz de la luna.
Tragué saliva una parte de mi quería parar de huir y saber cuál era el próximo movimiento que Duncan tenía en mente, pero el instinto de supervivencia pudo con mi parte curiosa e hizo que mis manos se clavaran en la verde hierba para así seguir retrocediendo huyendo de su cuerpo y presencia. Él debió adivinar mis intenciones, puesto que se agachó poniendose frente a mi cuerpo, pegandose a mi cuerpo... Se colocó hábilmente entre mis piernas y sujetó mis manos para impedir que siguiera escapando. Su rostro se acercó lentamente al mío y yo le contemplé sin saber cóo actuar, qué decir... por no poder no podía ni pestañear.
Antes incluso de que pudiera reaccionar sus manos se dirigieron hacia el borde de mi vestido subiendo lentamente dejando al descubierto aquellas largas y contorneadas piernas de las que tan orgullosa estaba... seguí sus movimientos con mis ojos y noté como el corazón se me salía del pecho cuando con sus robustas manos cogió mis muslos atrayendome a él y para a continuación hacer algo que jamás nunca un hombre había hecho, presionó su sexo contra el mío haciendo que todo mi cuerpo se sacudiera mientras mi temperatura corporal se elevaba. De nuevo de sus labios salieron palabras, palabras que parecían una oferta o quizá una ofensiva para deducir cómo sería mi respuesta... ¿Acaso se estaba atreviendo a llamarme cobarde?
Se separó de mi lado, como de costumbre, me incitaba a hacer algo yo me sorprendía y él se separaba y me llamaba a mi cobarde... A los pocos minutos, como también era habitual volvió a acercarse a mi cuerpo al notar aquella sorpresa en mis ojos y comenzó a colocar de nuevo mis vestido bajándolo por mis muslos. Cuando llegó a mi rodilla mi mano detuvo esta operación y yo le miré a los ojos de manera segura. Me acerqué a él y mi mano fue a parar a su cinturón para así al tirar de éste acercarle a mi para quedar a tan solo milímetros de distancia.
Mis labios le regalaron un apasionado beso en el que se entremezclaban la dosis exacta de lentitud, sensualidad y pasión. Esta vez fui yo la que se separó y le miré a los ojos con los labios humedecidos observando su actitud de sorpresa ante mi beso, sin duda los hombres se volvían muy graciosos cuando perdían el control de la situación y eramos nosotras, las mujeres quienes tomábamos las riendas de la situacion
Monsieur... le tomaba sin duda por alguien más bravo... no pensaba que se dejara intimidar tan fácilmente solté una pequeña risa mientras colocaba de nuevo mis manos sobre la hierba mojada Le recuerdo que no soy yo quien tras incitar a alguien a algo nada decoroso se aparta porque no tiene el valor suficiente como para acabar aquello que empieza
Tragué saliva una parte de mi quería parar de huir y saber cuál era el próximo movimiento que Duncan tenía en mente, pero el instinto de supervivencia pudo con mi parte curiosa e hizo que mis manos se clavaran en la verde hierba para así seguir retrocediendo huyendo de su cuerpo y presencia. Él debió adivinar mis intenciones, puesto que se agachó poniendose frente a mi cuerpo, pegandose a mi cuerpo... Se colocó hábilmente entre mis piernas y sujetó mis manos para impedir que siguiera escapando. Su rostro se acercó lentamente al mío y yo le contemplé sin saber cóo actuar, qué decir... por no poder no podía ni pestañear.
Antes incluso de que pudiera reaccionar sus manos se dirigieron hacia el borde de mi vestido subiendo lentamente dejando al descubierto aquellas largas y contorneadas piernas de las que tan orgullosa estaba... seguí sus movimientos con mis ojos y noté como el corazón se me salía del pecho cuando con sus robustas manos cogió mis muslos atrayendome a él y para a continuación hacer algo que jamás nunca un hombre había hecho, presionó su sexo contra el mío haciendo que todo mi cuerpo se sacudiera mientras mi temperatura corporal se elevaba. De nuevo de sus labios salieron palabras, palabras que parecían una oferta o quizá una ofensiva para deducir cómo sería mi respuesta... ¿Acaso se estaba atreviendo a llamarme cobarde?
Se separó de mi lado, como de costumbre, me incitaba a hacer algo yo me sorprendía y él se separaba y me llamaba a mi cobarde... A los pocos minutos, como también era habitual volvió a acercarse a mi cuerpo al notar aquella sorpresa en mis ojos y comenzó a colocar de nuevo mis vestido bajándolo por mis muslos. Cuando llegó a mi rodilla mi mano detuvo esta operación y yo le miré a los ojos de manera segura. Me acerqué a él y mi mano fue a parar a su cinturón para así al tirar de éste acercarle a mi para quedar a tan solo milímetros de distancia.
Mis labios le regalaron un apasionado beso en el que se entremezclaban la dosis exacta de lentitud, sensualidad y pasión. Esta vez fui yo la que se separó y le miré a los ojos con los labios humedecidos observando su actitud de sorpresa ante mi beso, sin duda los hombres se volvían muy graciosos cuando perdían el control de la situación y eramos nosotras, las mujeres quienes tomábamos las riendas de la situacion
Monsieur... le tomaba sin duda por alguien más bravo... no pensaba que se dejara intimidar tan fácilmente solté una pequeña risa mientras colocaba de nuevo mis manos sobre la hierba mojada Le recuerdo que no soy yo quien tras incitar a alguien a algo nada decoroso se aparta porque no tiene el valor suficiente como para acabar aquello que empieza
Melinda Chavànnell- Humano Clase Alta
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Re: Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
La miro divertido de rodillas y la tumbo en el suelo de cesped. Se acerco a ella y le dio la vuelta haciendo que quedara boca abajo. Duncan se acerco lo bastante para rozar su cinturon con la nalga de Melinda, sonriendo altivo y divertido agarró el bajo de la falda de Melinda y lo subió hasta ponerlo en sus caderas. Lamio lascivamente sus muslos desnudos y metió sus dedos por delante y agarro los pechos de ella con ganas mientras se apoyaba en ella.
En un momento pensaba que la tenía cohibida, pero despues penso que era momento para la diversión. Saco sus manos de sus senos y la cogio de los brazos suavemente poniendola contra su pecho. Con un brazo la rodeo y la sujeto para que no se escapara, mientras que con el otro brazo alcanzaba la camisa hecha jirones y con los restos de la camisa, tapaba los ojos de Melinda y ataba sus manos una con la otra.
Tuvo que hacer un poquitin de fuerza pues no paraba de moverse inquieta y comenzaba a escuchar jadeos de su pecho. La apoyo a su pecho todo lo que pudo y fue desabrochando su parte trasera poco a poco. Una vez que lo desabrocho, le quito la parte superior hasta que vio su espalda. La acaricio y deslizo poco a poco su lengua mientras que deslizaba sus manos hasta por delante y agarraba sus pechos a la vez que colocaba su sonrisa lasciva cerca de su cara. Una mano abandono sus pechos y fue deslizandose divertida hasta volver a subir la falda y dejarsela en sus caderas.
-¿Quien es ahora el bravo, eh?-Acariciaba con una mano lentamente el interior de sus muslos lentamente y rozaba con su palma de la mano su sexo por encima de las braguitas-Una opinion que tengo es que dar la espalda a la infidelidad es de cobardes y yo nunca lo he sido ni se que significara en la vida.-La miro y le lamio lentamente su cuello y por detras de su oreja. Sus manos se deslizaron por su cuerpo acariciandola sin pudor alguno y las manos se quedaron en el interior de los muslos de Melinda, pero cerca de su sexo. La acariciaba lentamente en circulos por sus muslos y agarro las manos atadas y las puso hacia atras cerca de su cabeza, para asi poder desatarlas poco a poco. Fue separandose de Melinda riendo para si mismo y destapandola los ojos una vez estaba bien lejos de ella.
-Espero que esto que acaba de presenciar, podria ser....digamos un previo aviso de con quien esta jugando a las cartas de la tentación y de quién podria salir perdiendo.-Dijo altivo y seguro de si mismo. Siempre estaba seguro de lo que decía, pero esta vez tenia razones para proteger su corazon, pues este era debil y solitario y apenas se acostumbraba a los toques de una mujer. En su vida nuncas se lo habia pasado tan bien torturando a una chiquilla, pero posiblemente se hubiera pasado un poco, pero ella misma se lo había buscado al haber jugado con fuego y se quemó-Esto es solamente un aviso de lo que puedo ser capaz y no quiero que se formen disputas entre nosotros, pero con toda mi amabilidad del mundo y mis mas sinceras disculpas, espero que haya aprendido la leccion y no vuelva a pasar. He perdido a mi mujer recientemente gracias a unos secuestradores que decidieron su muerte en lugar de ella misma-Dijo intentando aguantar la congoja-pero he conocido a alguien...que comienzo a pensar en ella...-la mira con rostro serio y poco a poco se acerca a ella. Al acercarse y comenzar a vestirla, se extraño que no se alejara de él por lo que le había hecho. Practicamente casi la viola, pero nunca se lo haria a una mujer. Termino de abrocharle la parte superior e hizo algo que no se lo creyo.
-Lo siento...me he sobrepasado contigo Melinda, pero estas avisada para cuando quieras vacilarme.-Espero una respuesta de Melinda mirandola por delante y no se separaria de ella hasta que le respondiera.
En un momento pensaba que la tenía cohibida, pero despues penso que era momento para la diversión. Saco sus manos de sus senos y la cogio de los brazos suavemente poniendola contra su pecho. Con un brazo la rodeo y la sujeto para que no se escapara, mientras que con el otro brazo alcanzaba la camisa hecha jirones y con los restos de la camisa, tapaba los ojos de Melinda y ataba sus manos una con la otra.
Tuvo que hacer un poquitin de fuerza pues no paraba de moverse inquieta y comenzaba a escuchar jadeos de su pecho. La apoyo a su pecho todo lo que pudo y fue desabrochando su parte trasera poco a poco. Una vez que lo desabrocho, le quito la parte superior hasta que vio su espalda. La acaricio y deslizo poco a poco su lengua mientras que deslizaba sus manos hasta por delante y agarraba sus pechos a la vez que colocaba su sonrisa lasciva cerca de su cara. Una mano abandono sus pechos y fue deslizandose divertida hasta volver a subir la falda y dejarsela en sus caderas.
-¿Quien es ahora el bravo, eh?-Acariciaba con una mano lentamente el interior de sus muslos lentamente y rozaba con su palma de la mano su sexo por encima de las braguitas-Una opinion que tengo es que dar la espalda a la infidelidad es de cobardes y yo nunca lo he sido ni se que significara en la vida.-La miro y le lamio lentamente su cuello y por detras de su oreja. Sus manos se deslizaron por su cuerpo acariciandola sin pudor alguno y las manos se quedaron en el interior de los muslos de Melinda, pero cerca de su sexo. La acariciaba lentamente en circulos por sus muslos y agarro las manos atadas y las puso hacia atras cerca de su cabeza, para asi poder desatarlas poco a poco. Fue separandose de Melinda riendo para si mismo y destapandola los ojos una vez estaba bien lejos de ella.
-Espero que esto que acaba de presenciar, podria ser....digamos un previo aviso de con quien esta jugando a las cartas de la tentación y de quién podria salir perdiendo.-Dijo altivo y seguro de si mismo. Siempre estaba seguro de lo que decía, pero esta vez tenia razones para proteger su corazon, pues este era debil y solitario y apenas se acostumbraba a los toques de una mujer. En su vida nuncas se lo habia pasado tan bien torturando a una chiquilla, pero posiblemente se hubiera pasado un poco, pero ella misma se lo había buscado al haber jugado con fuego y se quemó-Esto es solamente un aviso de lo que puedo ser capaz y no quiero que se formen disputas entre nosotros, pero con toda mi amabilidad del mundo y mis mas sinceras disculpas, espero que haya aprendido la leccion y no vuelva a pasar. He perdido a mi mujer recientemente gracias a unos secuestradores que decidieron su muerte en lugar de ella misma-Dijo intentando aguantar la congoja-pero he conocido a alguien...que comienzo a pensar en ella...-la mira con rostro serio y poco a poco se acerca a ella. Al acercarse y comenzar a vestirla, se extraño que no se alejara de él por lo que le había hecho. Practicamente casi la viola, pero nunca se lo haria a una mujer. Termino de abrocharle la parte superior e hizo algo que no se lo creyo.
-Lo siento...me he sobrepasado contigo Melinda, pero estas avisada para cuando quieras vacilarme.-Espero una respuesta de Melinda mirandola por delante y no se separaria de ella hasta que le respondiera.
Duncan Paganini- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 164
Fecha de inscripción : 15/04/2011
Re: Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
Observé al principio calmada como su cuerpo se aproximaba al mío, suponiendo que, como de costumbre besaría mis labios de forma pasional, exploraría con sus manos algunos rincones prohibidos de mi cuerpo y luego se apartaría con una expresión de arrepentimiento y culpa. Pero no, mis instintos me fallaron y esta vez sus gestos fueron rudos rozando la brusquedad y me comencé a asustar. Sus manos comenzaron a subir mi falda mientras sus labios comenzaban a recorrer mis muslos de forma lasciva.
Comencé a removerme tratando de escapar de aquella situación inimaginable para mí cuando Duncan se abrió paso por la parte delantera de mi vestido y aprisionó mis pechos entre éstas. Un leve grito de sorpresa salió de entre mis labios, aquello ya era demasiado y no iba a permitirlo. Forcejee con sus robustas manos tratando de liberarme y cuando estaba a punto de conseguirlo algo dio un giro inesperado a la situación, su camisa echa jirones pasó a ser una venda para mis ojos y una cuerda para mis muñecas, teniéndome así a su merced Por favor... Duncan no... no me haga nada se lo ruego... jamás estuve con un hombre dije en actitud suplicante notando como una pequeña lágrima recorría mi rosada mejilla.
Pareció hacer caso omiso a mis ruegos, pues lo único que hizo fue despojarme de la parte superior de mi vestido para continuar con aquellos lascivos y odiosos gestos que continuaron durante un rato más. Cerré mis ojos con fuerza rezando todo aquello que sabía para que aquel hombre hiciera lo que hiciera, no llegara a dejar por los suelos mi honra... y menos de aquella manera que me imaginaba. Para mi sorpresa, de pronto la venda desapareció de mis ojos y Duncan fue liberando la prisión de mis muñecas dejándolas libres mientras él se disculpaba por haberme dado aquella desagradable lección... Bajé el rostro para que no pudiera ver las lágrimas que momentos antes habían resbalado por mis mejillas mientras mis manos recogían mi ropa.
Me di la vuelta ocultando mi desnudez en la parte superior y me puse de nuevo aquella parte superior, no sin antes pegar un pequeño bote al notar aquellas cálidas manos que minutos antes me acariciaban de forma lasciva y que ahora abrochaban con delicadeza mi vestido. No las detuve ni las parté, no sabía por qué aunque en cierta medida era por el estado de shock en el que me encontraba. Deslicé mi temblorosa mano hasta mi rostro secándome las lagrimas y asentí mientras me abrazaba a mi misma clavando la mirada en la verde hierba
Decuide no... no volverá a suceder, no volveré a provocarle ni a traatarle de cobarde... me limitaré a hablar con usted si en alguna otra ocasión coincidimos Monsieur Paganini y... por mi parte descuide este incidente no le será comentado ni a mi, ni a mi hermano
Comencé a removerme tratando de escapar de aquella situación inimaginable para mí cuando Duncan se abrió paso por la parte delantera de mi vestido y aprisionó mis pechos entre éstas. Un leve grito de sorpresa salió de entre mis labios, aquello ya era demasiado y no iba a permitirlo. Forcejee con sus robustas manos tratando de liberarme y cuando estaba a punto de conseguirlo algo dio un giro inesperado a la situación, su camisa echa jirones pasó a ser una venda para mis ojos y una cuerda para mis muñecas, teniéndome así a su merced Por favor... Duncan no... no me haga nada se lo ruego... jamás estuve con un hombre dije en actitud suplicante notando como una pequeña lágrima recorría mi rosada mejilla.
Pareció hacer caso omiso a mis ruegos, pues lo único que hizo fue despojarme de la parte superior de mi vestido para continuar con aquellos lascivos y odiosos gestos que continuaron durante un rato más. Cerré mis ojos con fuerza rezando todo aquello que sabía para que aquel hombre hiciera lo que hiciera, no llegara a dejar por los suelos mi honra... y menos de aquella manera que me imaginaba. Para mi sorpresa, de pronto la venda desapareció de mis ojos y Duncan fue liberando la prisión de mis muñecas dejándolas libres mientras él se disculpaba por haberme dado aquella desagradable lección... Bajé el rostro para que no pudiera ver las lágrimas que momentos antes habían resbalado por mis mejillas mientras mis manos recogían mi ropa.
Me di la vuelta ocultando mi desnudez en la parte superior y me puse de nuevo aquella parte superior, no sin antes pegar un pequeño bote al notar aquellas cálidas manos que minutos antes me acariciaban de forma lasciva y que ahora abrochaban con delicadeza mi vestido. No las detuve ni las parté, no sabía por qué aunque en cierta medida era por el estado de shock en el que me encontraba. Deslicé mi temblorosa mano hasta mi rostro secándome las lagrimas y asentí mientras me abrazaba a mi misma clavando la mirada en la verde hierba
Decuide no... no volverá a suceder, no volveré a provocarle ni a traatarle de cobarde... me limitaré a hablar con usted si en alguna otra ocasión coincidimos Monsieur Paganini y... por mi parte descuide este incidente no le será comentado ni a mi, ni a mi hermano
Melinda Chavànnell- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 06/05/2011
Localización : Perdida en tu mirada
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Re: Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
Se levanto poco a poco de donde estaba y dejo a Melinda sola con sus pensamientos. Se dirigió a un tronco tumbado en lo alto de la colina y se sentó mirando a Melinda la cual estaba lejos de él. La miro sin prestar mucha atención.
-Si quiere puedo llevarla a su hogar si no quiere volver sola a su hogar.-Dijo con educación. Después de lo que había hecho, parecía que no esperaba una respuesta amable viniendo de ella, pero acepto la amenaza que le dijo, bueno no era en realidad una amenaza en realidad, pero un aviso para una próxima vez de la cual no pararía....dejo mejor que el destino decidiera por sí solo, ya repondría él en gastos.
La noche oscura está sola en el espacio abierto de la laguna, le faltaba su acompañante inconstante que se igualaba a Duncan y a Melinda. A él le faltaba su delicada flor salvaje del cual estaba dispuesto a dar su vida por ella, en cambio Melinda estaba sola y sin compañía, pero él no podía ofrecerle esos servicios tan altivos como se refería al amor. Lo único que Duncan le podía ofrecer, era una amistad fiel y sin mentiras, pero nada más. Se levanto en el sitio y fue andando con decisión hasta Melinda. Se quedo en frente de ella y la miro cara a cara. La veía de pie frente a él.
-Creo que te debo disculpas de nuevo...-Le ofrece un brazo para que lo agarre y no salieran de aquí por ella sola. Los campos estaban oscuros, y la maleza del bosque escondía criaturas peligrosas para una dama como Melinda. –Pero no creo que debas ir sola por el bosque...No sé cómo no os han atacado antes en el bosque y habéis aparecido aquí a salvo, pero seguramente sois una mujer brava y con carácter...bueno estoy desvariando en comentarios estúpidos Madmoiselle.-Dijo al comenzar a sentirse estúpido. La miro desde su altura de casi dos metros de altura y no se movió del lugar hasta que ella hiciera el próximo movimiento en el tablero de ajedrez.
-Y me acabo de dar cuenta...del motivo, el cual desconozco y del cual está aquí.-Dijo mirando desafiante a Melinda. La miraba con curiosidad pero tendría cuidado con sus palabras o sus actos, pero lo que a él respecta le extrañaba en parte.
-Si quiere puedo llevarla a su hogar si no quiere volver sola a su hogar.-Dijo con educación. Después de lo que había hecho, parecía que no esperaba una respuesta amable viniendo de ella, pero acepto la amenaza que le dijo, bueno no era en realidad una amenaza en realidad, pero un aviso para una próxima vez de la cual no pararía....dejo mejor que el destino decidiera por sí solo, ya repondría él en gastos.
La noche oscura está sola en el espacio abierto de la laguna, le faltaba su acompañante inconstante que se igualaba a Duncan y a Melinda. A él le faltaba su delicada flor salvaje del cual estaba dispuesto a dar su vida por ella, en cambio Melinda estaba sola y sin compañía, pero él no podía ofrecerle esos servicios tan altivos como se refería al amor. Lo único que Duncan le podía ofrecer, era una amistad fiel y sin mentiras, pero nada más. Se levanto en el sitio y fue andando con decisión hasta Melinda. Se quedo en frente de ella y la miro cara a cara. La veía de pie frente a él.
-Creo que te debo disculpas de nuevo...-Le ofrece un brazo para que lo agarre y no salieran de aquí por ella sola. Los campos estaban oscuros, y la maleza del bosque escondía criaturas peligrosas para una dama como Melinda. –Pero no creo que debas ir sola por el bosque...No sé cómo no os han atacado antes en el bosque y habéis aparecido aquí a salvo, pero seguramente sois una mujer brava y con carácter...bueno estoy desvariando en comentarios estúpidos Madmoiselle.-Dijo al comenzar a sentirse estúpido. La miro desde su altura de casi dos metros de altura y no se movió del lugar hasta que ella hiciera el próximo movimiento en el tablero de ajedrez.
-Y me acabo de dar cuenta...del motivo, el cual desconozco y del cual está aquí.-Dijo mirando desafiante a Melinda. La miraba con curiosidad pero tendría cuidado con sus palabras o sus actos, pero lo que a él respecta le extrañaba en parte.
Siento el retraso....u___u
Duncan Paganini- Licántropo Clase Alta
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Fecha de inscripción : 15/04/2011
Re: Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
Mis brazos rodearon con lentitud mis piernas, mientras poco a poco iba volviendo en mi, recuperando la tranquilidad y ralentizando los latidos de mi corazón. Sin duda la reacción de Duncan me había pillado por sorpresa, y encima había sido mucho más brusca y descarada de lo que yo podía imaginar en alguna de mis peores pesadillas... ¿acaso hubiera sido capaz de violarme si en vez de ser una joven de la alta sociedad hubiera sido una simple gitana o chica de la clase baja? No lo sabía, pero sin duda, el simple hecho de pensar que podía estar en lo ciertto, me estremecía el cuerpo entero.
Levanté mi vista para encontrarme con sus ojos y escuchar sus cálidas y pausadas palabras. podía ver en sus ojos arrepentimiento reflejado en ellos, sin duda no estaba precisamente orgulloso de sus actos y ahora venía como un niño pequeño para pedir perdón. Sonreí levemente, tras un conmesurado esfuerzo y asentí ligeramente con la cabeza, notando como todo aquel pavor que momentos atrás había sentido hacia él... iba desapareciendo poco a poco, con lentitud.
No..no se preocupe Monsieur... de veras ya está todo olvidado y perdonado no tiene que disculparse más escuché sus últimas palabras, palabras que me dibujaban como una joven brava y atrevida que no tenía miedo a la oscuridad de la noche... yo no era así ni mucho menos, simplemente jamás me habían atacado los animales o los bandidos... pura suerte la verdad, para qué negarlo. - Creame que ha sido pura suerte Monsieur.... en más de una ocasión podría haberme encontrado con feroces criaturas de la noche pero.... el animal más peligroso al que me he enfrentado ha sido... una aedilla
De nuevo, de mis labios se escapó una suave risa que inundó aquel lugar de calor... así que tenía curiosidad por saber qué hacía una dama sin compañía a estas horas? muy simple... huir, sentir un leve atisbo de libertad que la sociedad parisina nunca, o casi nunca me brindaba. Suspiré mirando hacia al lago, evitando su dura mirada - simplemente buscaba un atisbo de libertad Monsieur... olvidarme del protocolo y los bailes por una noche para sustituirlos por el canto de los pájaros y el rumor del agua -
Levanté mi vista para encontrarme con sus ojos y escuchar sus cálidas y pausadas palabras. podía ver en sus ojos arrepentimiento reflejado en ellos, sin duda no estaba precisamente orgulloso de sus actos y ahora venía como un niño pequeño para pedir perdón. Sonreí levemente, tras un conmesurado esfuerzo y asentí ligeramente con la cabeza, notando como todo aquel pavor que momentos atrás había sentido hacia él... iba desapareciendo poco a poco, con lentitud.
No..no se preocupe Monsieur... de veras ya está todo olvidado y perdonado no tiene que disculparse más escuché sus últimas palabras, palabras que me dibujaban como una joven brava y atrevida que no tenía miedo a la oscuridad de la noche... yo no era así ni mucho menos, simplemente jamás me habían atacado los animales o los bandidos... pura suerte la verdad, para qué negarlo. - Creame que ha sido pura suerte Monsieur.... en más de una ocasión podría haberme encontrado con feroces criaturas de la noche pero.... el animal más peligroso al que me he enfrentado ha sido... una aedilla
De nuevo, de mis labios se escapó una suave risa que inundó aquel lugar de calor... así que tenía curiosidad por saber qué hacía una dama sin compañía a estas horas? muy simple... huir, sentir un leve atisbo de libertad que la sociedad parisina nunca, o casi nunca me brindaba. Suspiré mirando hacia al lago, evitando su dura mirada - simplemente buscaba un atisbo de libertad Monsieur... olvidarme del protocolo y los bailes por una noche para sustituirlos por el canto de los pájaros y el rumor del agua -
Melinda Chavànnell- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 06/05/2011
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Re: Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
Se acerco a ella lentamente, robando el espacio entre ambos y al final la cogió de la mano para arrastrarla hacia él. La miro y le rodeo con los brazos por la cintura.
-Escúcheme, No puede ir por ahí, sola y sin compañía a su lado. ¿Que habría pasado si ese mismo lobo se hubiera acercado a usted? ¿Habría podido ganarle o huir sana y salva de ese animal?-De repente estaba mostrando una posesión hacia la dama que nunca supo que tuvo. Se separo de ella de repente y se alejo hasta el borde de la orilla para sentarse y quitarse la chaqueta pues, extrañamente le molestaba y no se adaptaba a su cuerpo. Miró a la dama nerviosamente y volvió la mirada al frente extrañamente con un cierto rubor en las mejillas. ¿El? Imposible.
Observaba el horizonte de la oscura noche y para cuando decidió levantarse, se encontró cara a cara con la dama de cabellos dorados demasiado cerca de él haciéndole mirar a aquellos ojos almendrados. Instintivamente la abrazó por su cintura y la besó lentamente en sus labios pero para cuando se separó, la miró y no se separó de ella. Se quedo clavado ahí, con sus brazos por alrededor de su cintura mientras le miraba.
-No me puedo separar de usted....
Siento que sea tan corto, pero el siguiente sera mas decente
-Escúcheme, No puede ir por ahí, sola y sin compañía a su lado. ¿Que habría pasado si ese mismo lobo se hubiera acercado a usted? ¿Habría podido ganarle o huir sana y salva de ese animal?-De repente estaba mostrando una posesión hacia la dama que nunca supo que tuvo. Se separo de ella de repente y se alejo hasta el borde de la orilla para sentarse y quitarse la chaqueta pues, extrañamente le molestaba y no se adaptaba a su cuerpo. Miró a la dama nerviosamente y volvió la mirada al frente extrañamente con un cierto rubor en las mejillas. ¿El? Imposible.
Observaba el horizonte de la oscura noche y para cuando decidió levantarse, se encontró cara a cara con la dama de cabellos dorados demasiado cerca de él haciéndole mirar a aquellos ojos almendrados. Instintivamente la abrazó por su cintura y la besó lentamente en sus labios pero para cuando se separó, la miró y no se separó de ella. Se quedo clavado ahí, con sus brazos por alrededor de su cintura mientras le miraba.
-No me puedo separar de usted....
Siento que sea tan corto, pero el siguiente sera mas decente
Duncan Paganini- Licántropo Clase Alta
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Re: Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
[justify] Sus manos rodearon con dulzura mi cintura, haciendo que nuestros cuerpos quedaran prácticamente pegados el uno al otro, únicamente separados por la distancia necesaria para poder respirar con normalidad. Mis ojos miraron los suyos cuando de sus labios salieron aquellas preocupadas palabras. Sí, sin duda si él no hubiera estado allí esa noche ese lobo me habría convertido en su festín vespertino o quizá hubiera tenido algo de suerte y habría conseguido huir pero no sin antes darme un gran susto que me duraría en mi esbelto cuerpo unos cuantos días.
- No... no sé que habría pasado si no llega a estar hoy junto a mi Duncan... es probable que mañana hubiera aparecido en el periódico la noticia de una trágica muerte de una joven devorada por los lobos... lo siento - Agaché mi mirada con cierta vergüenza por ser tan irresponsable, tanto que había conseguido despertar la preocupación de aquel buen hombre que me doblaba la edad. Cuando mis ojos se levantaron, vieron que mi acompañante de nuevo había huido de mi presencia y se encontraba ahora a la orilla del lago.
Con un paso tranquilo y silencioso caminé hasta su lado, esperando a que se levantara para preguntarle qué le ocurría o si había dicho o hecho algo que, como en situaciones anteriores, podía haberle molestado. Al fín esa pequeña espera llegó a su fin y su esbelto cuerpo se levantó de entre la hierba, se giró y me miró de lleno en los ojos... - Yo... disculpe si hice algo que... le resultara molesto Duncan... no fue mi ... -
Mis dulces y suaves palabras se vieron interrumpidas por un acto que me resultó del todo inesperado por parte de Duncan, sus labios se acercaron lentamente a los míos y sus manos tomaron posesión de mi cintura hasta que ambos, por capricho del juguetón destino nos fundimos en un lento y dulce beso. ¿Qué significaba aquello? Él estaba comprometido y amaba a esa mujer... ¿por qué demonios ahora me besaba de aquella forma que dejaba denotar su experiencia y que haría perder el sentido a cualquier mujer? Tras unos breves pero intensos instantes nuestros labios se separaron, pero para mi sorpresa de ellos no salió ninguna palabra de disculpa por aquel acto, ni tampoco esa risa socarrona que me indicara que sólo había jugado conmigo...
Por el contrario recibí la respuesta más auténtica y sincera que podía esperar: su respuesta corporal. Sus brazos y su cuerpo o se separararon de mi cintura, ni de mi cuerpo... sin duda este hombre me desconcertaba en sobremanera. - Duncan ... sus actos me hacen pensar que de nuevo juega conmigo pero... ¿por qué sus palabras y sus manos en mi cintura me dicen lo contrario? Tú... tú la amas a ella y yo soy tan sólo una chiquilla sin atractivos que... que sólo ha sido tu diversión de esta noche. -
Mis ojos se cerraron tratando así de evadirme de todo aquello de aclararme, primero Adam luego él... todos me habían hecho sentir en un momento u otro que no les era indiferente, que había algo de mí que los había encandilado pero... luego tras nos instantes sentía que yo sólo había sido objeto de su diversión y que me había ilusionado demasiado pronto y luego estaba Gastón... mi prometido ¿Qué hacer? Dificil decisión
- No... no sé que habría pasado si no llega a estar hoy junto a mi Duncan... es probable que mañana hubiera aparecido en el periódico la noticia de una trágica muerte de una joven devorada por los lobos... lo siento - Agaché mi mirada con cierta vergüenza por ser tan irresponsable, tanto que había conseguido despertar la preocupación de aquel buen hombre que me doblaba la edad. Cuando mis ojos se levantaron, vieron que mi acompañante de nuevo había huido de mi presencia y se encontraba ahora a la orilla del lago.
Con un paso tranquilo y silencioso caminé hasta su lado, esperando a que se levantara para preguntarle qué le ocurría o si había dicho o hecho algo que, como en situaciones anteriores, podía haberle molestado. Al fín esa pequeña espera llegó a su fin y su esbelto cuerpo se levantó de entre la hierba, se giró y me miró de lleno en los ojos... - Yo... disculpe si hice algo que... le resultara molesto Duncan... no fue mi ... -
Mis dulces y suaves palabras se vieron interrumpidas por un acto que me resultó del todo inesperado por parte de Duncan, sus labios se acercaron lentamente a los míos y sus manos tomaron posesión de mi cintura hasta que ambos, por capricho del juguetón destino nos fundimos en un lento y dulce beso. ¿Qué significaba aquello? Él estaba comprometido y amaba a esa mujer... ¿por qué demonios ahora me besaba de aquella forma que dejaba denotar su experiencia y que haría perder el sentido a cualquier mujer? Tras unos breves pero intensos instantes nuestros labios se separaron, pero para mi sorpresa de ellos no salió ninguna palabra de disculpa por aquel acto, ni tampoco esa risa socarrona que me indicara que sólo había jugado conmigo...
Por el contrario recibí la respuesta más auténtica y sincera que podía esperar: su respuesta corporal. Sus brazos y su cuerpo o se separararon de mi cintura, ni de mi cuerpo... sin duda este hombre me desconcertaba en sobremanera. - Duncan ... sus actos me hacen pensar que de nuevo juega conmigo pero... ¿por qué sus palabras y sus manos en mi cintura me dicen lo contrario? Tú... tú la amas a ella y yo soy tan sólo una chiquilla sin atractivos que... que sólo ha sido tu diversión de esta noche. -
Mis ojos se cerraron tratando así de evadirme de todo aquello de aclararme, primero Adam luego él... todos me habían hecho sentir en un momento u otro que no les era indiferente, que había algo de mí que los había encandilado pero... luego tras nos instantes sentía que yo sólo había sido objeto de su diversión y que me había ilusionado demasiado pronto y luego estaba Gastón... mi prometido ¿Qué hacer? Dificil decisión
Melinda Chavànnell- Humano Clase Alta
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Re: Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
Mientras la tenia agarrada de la cintura, fue poco a poco acercandola y le dio la vuelta con lo que comenzo a abrazarla por detras. Apoyo su menton en su hombro y se acerco lentamente a su oído.
-No puede hacer nada malo a la humanidad, Srta.Chavánnell, con esa dulzura que desprende...yo he sido el que ha actuado mal...antes y despues....y ahora...-la atrae mas hacia el sintiendo el aroma de ella en su cuerpo. Mira al horizonte y le susurra de nuevo-Es muy tarde, señorita, creo que deberiamos ponernos en marcha para llegar a un lugar seguro antes de que nos coma toda la manada-sonrie mientras la mira de lado a lado y la agarra de su cintura.
Fue soltandola poco a poco de su cintura y para cuando se dirigió hacia lo que parecia la entrada del lago para salir, se paro para ver si venia la chica. Espero mientras la miraba a los ojos y el se recolocaba la camisa y la chaqueta. Se puso el abrigo encima y volvio a concentrarse en la joven. Al parecer la habia vuelto a asustar, pero no sabia apenas como lo hacia y esta vez le parecio que no habia intentado propagarse con ella. O al menos eso le parecio. Se fue a un árbol para esperar a la chica y ella le seguia con la mirada. Sonrio divertido y se dirigio hacia ella para despues de que el se quitara la ropa, darla la vuelta y desvestirla para cogerla en brazos y quedarse abrazado a ella como en el principio del encuentro, abrazandola mientras la miraba atentamente.
-¿Te acuerdas?-Le habia hablado de tu a tu, pero no le importaba en absoluto. La miro y parecia estar entre molesta y sonrojada, aunque no lo podia ver bien con la poca luz que ahora habia. La solto poco a poco, pero volvio a sujetarla undiendo su cabeza en la curva de su cuello. Pego su cuerpo con el de ella y olio un aroma diferente el cual ya no era coco. Comenzó a oler un aroma a flores silvestres y sonrio de lado.-Me da la impresion que he encontrado una flor silvestre en esta noche tan intima-dijo mientras se acercaba para mirarla fijamente a los ojos con una sonrisa sincera. Su mirada de avellana la atrajo para besarla lentamente en sus labios mientras le acariciaba el rostro lentamente con los pulgares.
-No puede hacer nada malo a la humanidad, Srta.Chavánnell, con esa dulzura que desprende...yo he sido el que ha actuado mal...antes y despues....y ahora...-la atrae mas hacia el sintiendo el aroma de ella en su cuerpo. Mira al horizonte y le susurra de nuevo-Es muy tarde, señorita, creo que deberiamos ponernos en marcha para llegar a un lugar seguro antes de que nos coma toda la manada-sonrie mientras la mira de lado a lado y la agarra de su cintura.
Fue soltandola poco a poco de su cintura y para cuando se dirigió hacia lo que parecia la entrada del lago para salir, se paro para ver si venia la chica. Espero mientras la miraba a los ojos y el se recolocaba la camisa y la chaqueta. Se puso el abrigo encima y volvio a concentrarse en la joven. Al parecer la habia vuelto a asustar, pero no sabia apenas como lo hacia y esta vez le parecio que no habia intentado propagarse con ella. O al menos eso le parecio. Se fue a un árbol para esperar a la chica y ella le seguia con la mirada. Sonrio divertido y se dirigio hacia ella para despues de que el se quitara la ropa, darla la vuelta y desvestirla para cogerla en brazos y quedarse abrazado a ella como en el principio del encuentro, abrazandola mientras la miraba atentamente.
-¿Te acuerdas?-Le habia hablado de tu a tu, pero no le importaba en absoluto. La miro y parecia estar entre molesta y sonrojada, aunque no lo podia ver bien con la poca luz que ahora habia. La solto poco a poco, pero volvio a sujetarla undiendo su cabeza en la curva de su cuello. Pego su cuerpo con el de ella y olio un aroma diferente el cual ya no era coco. Comenzó a oler un aroma a flores silvestres y sonrio de lado.-Me da la impresion que he encontrado una flor silvestre en esta noche tan intima-dijo mientras se acercaba para mirarla fijamente a los ojos con una sonrisa sincera. Su mirada de avellana la atrajo para besarla lentamente en sus labios mientras le acariciaba el rostro lentamente con los pulgares.
Duncan Paganini- Licántropo Clase Alta
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Re: Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
Sus robustos brazos se entrelazaron con mi cuerpo a la perfección, detal manera que yo me sentía a gusto, protegida, como hacía tiempo que no me sentía... Es curioso como aquel simple gesto podía tornar del revés la situación. Una situación tensa, formal, entre extraños... se estaba volviendo progresivamente una situación entre dos personas que no podían evitar parar de mirarse, de estar la una junto a la otra... Y ahora yo me encontraba entre sus brazos con sus labios susurrando al ras de mi oido aquellas dulces palabras...
Mis ojos se cerraron con lentitud para disfrutarlas, para empaparme de ellas y disfrutar del suave roce de sus labios sobre mi oido, mientras su dulce aroma impregnaba mi cuello y mi pecho... - Eres algo exagerado... hasta yo misma puedo ser... traviesa dije susurrando lentamente en su oido. Asentí levemente al escuchar sus palabras... Regresar a casa... ¿volvería a verle? no deseaba que aquella magia que habíamos creado se rompiera en un instante...
Caminó con paso lento y pausado hasta la entrada del lago y mis ojos le siguieron, embobados ante su presencia... Sus gestos, sutiles y milimetrados parecían hechos a drede para enamorar a cualquier mujer y más aún para que una joven cayera rendida a sus pies. Caminé hasta llegar a su lado y acaricié su espalda con lentitud... con la yema de mis dedos, pero esa sutileza duró poco, pues sus expertas manos se deshicieron de mi ropa, dejándome semidesnuda ante él. Mi mirada descendió al suelo mientras mis mejillas se pintaban de un tono sonrosado... mientras observaba con cierto disimulo como él también se despojaba de su ropa.
Sus robustos brazos me levantaron en el aire como si apenas tuviera el peso de una pluma y… de nuevo esa dulce mirada que me derretía y me haría cometer cualquier locura. Cerré los ojos notando aquel instante tan familiar… hacía unas horas ambos nos encontrábamos en la misma posición, la única diferencia era que él me estaba sacando de aquellas aguas heladas en las que habíamos chocado – Claro que me acuerdo… al principio pensé que querrías aprovecharte de esta dulce flor pero… luego no sé me atrajiste como un imán Duncan… -
Me depositó en el suelo con la misma facilidad que alguien deposita una pluma en el suelo y me atrajo a él. Sus labios buscaron los míos con cierta facilidad y yo no me hice de rogar. Besé sus labios con pasión mientras mis dedos acariciaban su espalda, recorriendo cada extremo de ella. Mis labios buscaron su cuello y depositaron un leve beso en esa zona. – Shh no hables sólo… bésame dije mientras mi dedo índice tapaba graciosamente sus labios
Mis ojos se cerraron con lentitud para disfrutarlas, para empaparme de ellas y disfrutar del suave roce de sus labios sobre mi oido, mientras su dulce aroma impregnaba mi cuello y mi pecho... - Eres algo exagerado... hasta yo misma puedo ser... traviesa dije susurrando lentamente en su oido. Asentí levemente al escuchar sus palabras... Regresar a casa... ¿volvería a verle? no deseaba que aquella magia que habíamos creado se rompiera en un instante...
Caminó con paso lento y pausado hasta la entrada del lago y mis ojos le siguieron, embobados ante su presencia... Sus gestos, sutiles y milimetrados parecían hechos a drede para enamorar a cualquier mujer y más aún para que una joven cayera rendida a sus pies. Caminé hasta llegar a su lado y acaricié su espalda con lentitud... con la yema de mis dedos, pero esa sutileza duró poco, pues sus expertas manos se deshicieron de mi ropa, dejándome semidesnuda ante él. Mi mirada descendió al suelo mientras mis mejillas se pintaban de un tono sonrosado... mientras observaba con cierto disimulo como él también se despojaba de su ropa.
Sus robustos brazos me levantaron en el aire como si apenas tuviera el peso de una pluma y… de nuevo esa dulce mirada que me derretía y me haría cometer cualquier locura. Cerré los ojos notando aquel instante tan familiar… hacía unas horas ambos nos encontrábamos en la misma posición, la única diferencia era que él me estaba sacando de aquellas aguas heladas en las que habíamos chocado – Claro que me acuerdo… al principio pensé que querrías aprovecharte de esta dulce flor pero… luego no sé me atrajiste como un imán Duncan… -
Me depositó en el suelo con la misma facilidad que alguien deposita una pluma en el suelo y me atrajo a él. Sus labios buscaron los míos con cierta facilidad y yo no me hice de rogar. Besé sus labios con pasión mientras mis dedos acariciaban su espalda, recorriendo cada extremo de ella. Mis labios buscaron su cuello y depositaron un leve beso en esa zona. – Shh no hables sólo… bésame dije mientras mi dedo índice tapaba graciosamente sus labios
Melinda Chavànnell- Humano Clase Alta
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Re: Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
Sus palabras eran como miel para sus oídos y accedió a su pedido de besarle. Respondió al beso para luego acercarla por su cintura lentamente hacia él. Su aroma, su cordialidad con la que se comportaba, podría encajar en algún futuro junto a ella. Sonrió cuando sus delicadas manos acariciaban suavemente la espalda, haciendo que este se arqueara de placer. Deslizaba las manos por sus suaves hombros, bajando por sus delgados brazos hasta apoyar ambas manos a ambos lados de su cadera. Estuvo un rato parado mientras pensaba si debía seguir o no. Porque, si seguían por este camino tan pecaminoso, sería...se sentiría como un abusador que quiere desvirgar a una joven por la noche y el no hacia las cosas así. Con cuidado, sin que Melinda se sintiera ofendida, se separo de ella para intentar calmar el ardor entre ambos.
-Melinda....digo...señorita Chavànnell, creo que esto no es...correcto-La miró a los ojos y comenzó a acariciarla el rostro con el canto del dedo indice.-Créame que cuando le digo que quiero besarla y hacerla mía, lo digo con sinceridad pues usted me ha robado el corazón, pero aún...no creo conocerla lo suficiente....al menos me gustaría que nos viéramos próximamente, charlar, conocernos...y si da la casualidad de algún beso o algún roce respaldado por el acompañamiento de la intimidad....Melinda...digo señorita Chavànnell....no se si tendrá algún pretendiente, pero...me gustaría convertirme en alguien especial para usted.-Dijo de repente de golpe. La miró a los ojos esperando alguna reacción pero lo siguiente que consiguió fue coger en brazos a Melinda antes de que se hundiera dentro del agua a causa de un repentino desmayo.
Sonrió por el efecto que causaba en las mujeres, pero sobretodo en Melinda. Ella aunque pensara que no atraía a ningún hombre a su lado, con él, el embrujo del filtro de amor que hubiera echado encima de él, había funcionado.
-Melinda....digo...señorita Chavànnell, creo que esto no es...correcto-La miró a los ojos y comenzó a acariciarla el rostro con el canto del dedo indice.-Créame que cuando le digo que quiero besarla y hacerla mía, lo digo con sinceridad pues usted me ha robado el corazón, pero aún...no creo conocerla lo suficiente....al menos me gustaría que nos viéramos próximamente, charlar, conocernos...y si da la casualidad de algún beso o algún roce respaldado por el acompañamiento de la intimidad....Melinda...digo señorita Chavànnell....no se si tendrá algún pretendiente, pero...me gustaría convertirme en alguien especial para usted.-Dijo de repente de golpe. La miró a los ojos esperando alguna reacción pero lo siguiente que consiguió fue coger en brazos a Melinda antes de que se hundiera dentro del agua a causa de un repentino desmayo.
Sonrió por el efecto que causaba en las mujeres, pero sobretodo en Melinda. Ella aunque pensara que no atraía a ningún hombre a su lado, con él, el embrujo del filtro de amor que hubiera echado encima de él, había funcionado.
Duncan Paganini- Licántropo Clase Alta
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Re: Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
Mis brazos rodearon su ancha espalda con lentitud, deslizandose de arriba a abajo de izquierda a derecha de su cuerpo, tan bien esculpido... Le miré a los ojos tan sólo por un instante y entonces sentí cierto miedo... miedo por creer reconocer en mi corazón ese sentimiento, esa sensación que había experimentado un par de veces antes, pero sin duda, en esta ocasión estaba intensificada un ciento por ciento más... Era una mezcla de mariposas en el estómago, fascinación, adulación, ritmo cardiaco acelerado, torpeza a la hora de hablar y actuar... sin duda mi corazón se estaba quedando prendado por su presencia, sus palabras y sus gestos. Cerré los ojos tratando de imaginar cómo sería la vida a su lado, ya que ahora Gastón había roto al fin nuestra farsa de compromiso. Una vida a su lado sería sin duda una vida llena de lujos, amor, pasión desenfrenada compaginada con la más dulce ternura... Sin duda una vida que me hubiese gustado vivir si él en algún momento lo hubiera propuesto.
Sus dedos acariciaron mi anatomía haciéndome de nuevo estremecer. ¿Por qué demonios no podía resisitirme cuando él me tocaba de aquella manera tan dulce y sensual al mismo tiempo? Ni yo me lo explicaba, y francamente, no necesitaba muchas explicaciones, y mucho menos si estas explicaciones interrumpían el delicioso beso que Duncan me estaba regalando. ¿Acaso he pedido explicaciones? Pensé al no notar el tacto de los labios de Duncan sobre los míos. Abrí los ojos y le encontré cerca de mí, pero sutilmente separado, salvaguardando las distancias necesarias para que en una relación entre dos personas hubiera lugar para el decoro y el buen hablar.
Mis ojos le miraron sin entender su reacción, tratando de encontrar en los suyos una respuesta que resolviera todos mis interrogantes ¿Acaso no le gustaba besarme? ¿O no le gustaba yo? La respuesta no salió de sus ojos, sino de sus labios en forma de una palabra que no esperaría jamás oir por su parte “poco correcto, señorita” ¿Qué demonios pasaba? Mis oidos continuaron escuchando sonidos, palabras y frases que me rogaban tiempo para conocernos, para tratarnos, pero sin duda mi cerebro no asimilaba toda esta información y yo me limitaba a asentir ligeramente con la cabeza. Cla... Claro monsieur comprendo que no desee vernos a solas sería algo violento e incómodo para usted. Puede... puede venir a mi casa cuando desee y... ¿quizá jugar una partida de póquer con mi hermano y mi padre mientras las mujerres bordamos en la sala contigua... dije un tanto decepcionada.
Sus dedos acariciaron mi anatomía haciéndome de nuevo estremecer. ¿Por qué demonios no podía resisitirme cuando él me tocaba de aquella manera tan dulce y sensual al mismo tiempo? Ni yo me lo explicaba, y francamente, no necesitaba muchas explicaciones, y mucho menos si estas explicaciones interrumpían el delicioso beso que Duncan me estaba regalando. ¿Acaso he pedido explicaciones? Pensé al no notar el tacto de los labios de Duncan sobre los míos. Abrí los ojos y le encontré cerca de mí, pero sutilmente separado, salvaguardando las distancias necesarias para que en una relación entre dos personas hubiera lugar para el decoro y el buen hablar.
Mis ojos le miraron sin entender su reacción, tratando de encontrar en los suyos una respuesta que resolviera todos mis interrogantes ¿Acaso no le gustaba besarme? ¿O no le gustaba yo? La respuesta no salió de sus ojos, sino de sus labios en forma de una palabra que no esperaría jamás oir por su parte “poco correcto, señorita” ¿Qué demonios pasaba? Mis oidos continuaron escuchando sonidos, palabras y frases que me rogaban tiempo para conocernos, para tratarnos, pero sin duda mi cerebro no asimilaba toda esta información y yo me limitaba a asentir ligeramente con la cabeza. Cla... Claro monsieur comprendo que no desee vernos a solas sería algo violento e incómodo para usted. Puede... puede venir a mi casa cuando desee y... ¿quizá jugar una partida de póquer con mi hermano y mi padre mientras las mujerres bordamos en la sala contigua... dije un tanto decepcionada.
Melinda Chavànnell- Humano Clase Alta
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Re: Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
No sabia que hacer...siempre metía la pata y ahora la iba a perder, iba a perder a alguien la cual podría ser su mitad de verdad y tan solo por todas las formalidades que recibió en un pasado. Eso se acabo y ella era para él.
-Melinda...lo siento...son mis formalidades las que a veces me comen y me hacen ser refinado..pero de verdad me muero de ganas de estrecharte entre mis brazos cada día, de besarte a todas horas y de hacerte mía-Dijo de golpe. Cogió en brazos a Melinda y la saco del lago para que no se enfriara más. Se acerco para abrazarla y la besó insistentemente mientras la rodeaba por la cintura con sus musculosos brazos. Comenzó a acariciarla por sus brazos para luego continuar hacia abajo y colocar su cadera contra el sexo de Duncan.-A partir de ahora olvida todo lo que he dicho...y escucha las palabras que voy a decirte.-Estaba decidido a hacerlo.
Ya pasaba de formalidades y estaba decidido a hacerla suya si tenia algún pretendiente o no. El la haría suya si o si. Se arrodillo ante ella y le cogió de la mano lentamente para besarsela, acariciarla y darla de nuevo un lento y suave roce sobre aquella piel de porcelana. La miro fijamente a sus ojos y trago saliva antes de vocalizar.
-Melinda, nos conocemos de solamente una noche, podrás parecer una bella señorita de alta clase que tiene detrás a un montón de pretendientes, persiguiendo su mano para pedirla en matrimonio. Pero yo me adelante y le pido...de aquí de rodillas, mirándola a sus bellos ojos almendrados, querría proponerla.....Melinda ¿Desearía usted ser mi pareja y mas adelante casarse conmigo?-Pregunto ambas propuestas para que las cosas quedaran lo bastante claras. Espero de nuevo respuesta de ella.-Se que las palabras que salieron antes de estos labios de moralidad masculina cuando estábamos en el lago, eran innecesarias, pero repito mi educación me había....-No pudo terminar de hablar dado que unos labios suaves rozaron contra los suyos y entonces tuvo que cerrar los ojos para experimentar de nuevo ese abrazo tan cálido.
-Melinda...lo siento...son mis formalidades las que a veces me comen y me hacen ser refinado..pero de verdad me muero de ganas de estrecharte entre mis brazos cada día, de besarte a todas horas y de hacerte mía-Dijo de golpe. Cogió en brazos a Melinda y la saco del lago para que no se enfriara más. Se acerco para abrazarla y la besó insistentemente mientras la rodeaba por la cintura con sus musculosos brazos. Comenzó a acariciarla por sus brazos para luego continuar hacia abajo y colocar su cadera contra el sexo de Duncan.-A partir de ahora olvida todo lo que he dicho...y escucha las palabras que voy a decirte.-Estaba decidido a hacerlo.
Ya pasaba de formalidades y estaba decidido a hacerla suya si tenia algún pretendiente o no. El la haría suya si o si. Se arrodillo ante ella y le cogió de la mano lentamente para besarsela, acariciarla y darla de nuevo un lento y suave roce sobre aquella piel de porcelana. La miro fijamente a sus ojos y trago saliva antes de vocalizar.
-Melinda, nos conocemos de solamente una noche, podrás parecer una bella señorita de alta clase que tiene detrás a un montón de pretendientes, persiguiendo su mano para pedirla en matrimonio. Pero yo me adelante y le pido...de aquí de rodillas, mirándola a sus bellos ojos almendrados, querría proponerla.....Melinda ¿Desearía usted ser mi pareja y mas adelante casarse conmigo?-Pregunto ambas propuestas para que las cosas quedaran lo bastante claras. Espero de nuevo respuesta de ella.-Se que las palabras que salieron antes de estos labios de moralidad masculina cuando estábamos en el lago, eran innecesarias, pero repito mi educación me había....-No pudo terminar de hablar dado que unos labios suaves rozaron contra los suyos y entonces tuvo que cerrar los ojos para experimentar de nuevo ese abrazo tan cálido.
Duncan Paganini- Licántropo Clase Alta
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Re: Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
Una leve sonrisa de satisfacción se dibujó entre mis labios al escuchar aquellas palabras que fueron como miel para mis labios, me deseaba, me amaba, me quería y quería hacerme suya a cada instante. Sus robustos brazos, de nuevo me cogieron con suma facilidad hasta llevarme a la orilla y fue entonces cuando le susurré - Yo muero de ganas por que me estreches entre tus brazos Duncan... deseo sentir el aroma de tu piel confundiéndose con el mío cada mañana y despertar a tu lado hasta el día en que yo ya no esté...
Nuestros labios volvieron a juntarse en un apasionado beso que hizo que poco a poco la situación entre nosotros se calentara debido en gran parte a las caricias que nos brindábamos y a los roces de nuestros cuerpos. De nuevo, su cuerpo, en un acto de prudencia se separó del mío y yo no pude hacer otra cosa que mirarle con suma dulzura, una dulzura pura que contenía mi ser que tan sólo se había enamorado pero no de aquella forma en un par de ocasiones.
- Vaya Duncan, no pensé que te pondrías de rodillas para pedirme una relación que signifique algo más que esta sincera amistad que te brindo pero... he de decir que acepto tu propuesta encantada, pero siento decepcionarte al decirte que ningún joven de París persigue mi mano o desea casarse conmigo, bueno sí, Monsieur kaufmann, pero... ha roto nuestro compromiso así que querido, llegas en el momento exacto. -
De mis labios salió una ligera y jovial risa que se vio interrumpida por su nerviosa palabrería. Hombres, típico de ellos eran muy atrevidos y gallardos cuando se trataba de asuntos pasionales, pero a la hora de ser sensibles... parecían auténticos principiantes. Sonrei y me acerqué a él besando sus labios, interrumpiendo así todas aquellas palabras que ahora carecían de sentido - Shh estás estropeando este momento con tanta palabrería Duncan... simplemente... vistámonos y vayamos a casa está comenzando a amanecer y mi padre debe estar preocupado -
Reí al ver la cara de "tonto enamorado" que se había quedado pegada en su rostro cuando le había interrumpido de aquella forma, caminé hasta donde se encontraban nuestras ropas y cogí mis medias de seda, apoyé mi pie en una roca y comencé a subir una de ellas por mis interminables piernas hasta fijarla a mi muslo con el liguero. Me giré levemente con una sonrisa traviesa en mis labios observando la mirada de Duncan clavada en mi cuerpo y rei
- Acaso quieres ponerme tú la otra media o... simplemente te has quedado embobado al verme así? - dije riendo mientras introducía la otra media en mi otro pie.
Nuestros labios volvieron a juntarse en un apasionado beso que hizo que poco a poco la situación entre nosotros se calentara debido en gran parte a las caricias que nos brindábamos y a los roces de nuestros cuerpos. De nuevo, su cuerpo, en un acto de prudencia se separó del mío y yo no pude hacer otra cosa que mirarle con suma dulzura, una dulzura pura que contenía mi ser que tan sólo se había enamorado pero no de aquella forma en un par de ocasiones.
- Vaya Duncan, no pensé que te pondrías de rodillas para pedirme una relación que signifique algo más que esta sincera amistad que te brindo pero... he de decir que acepto tu propuesta encantada, pero siento decepcionarte al decirte que ningún joven de París persigue mi mano o desea casarse conmigo, bueno sí, Monsieur kaufmann, pero... ha roto nuestro compromiso así que querido, llegas en el momento exacto. -
De mis labios salió una ligera y jovial risa que se vio interrumpida por su nerviosa palabrería. Hombres, típico de ellos eran muy atrevidos y gallardos cuando se trataba de asuntos pasionales, pero a la hora de ser sensibles... parecían auténticos principiantes. Sonrei y me acerqué a él besando sus labios, interrumpiendo así todas aquellas palabras que ahora carecían de sentido - Shh estás estropeando este momento con tanta palabrería Duncan... simplemente... vistámonos y vayamos a casa está comenzando a amanecer y mi padre debe estar preocupado -
Reí al ver la cara de "tonto enamorado" que se había quedado pegada en su rostro cuando le había interrumpido de aquella forma, caminé hasta donde se encontraban nuestras ropas y cogí mis medias de seda, apoyé mi pie en una roca y comencé a subir una de ellas por mis interminables piernas hasta fijarla a mi muslo con el liguero. Me giré levemente con una sonrisa traviesa en mis labios observando la mirada de Duncan clavada en mi cuerpo y rei
- Acaso quieres ponerme tú la otra media o... simplemente te has quedado embobado al verme así? - dije riendo mientras introducía la otra media en mi otro pie.
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Re: Escapada nocturna... All can happen here [Duncan]
Era preciosa, increíblemente perfecta y había aceptado en ser suya. La miraba sonriendo con cara de tonto empedernido, viendo como deslizaba ligeramente sus pies sobre el verde del césped y se paraba en las ropas arrugadas sobre el suelo. Se fue vistiendo poco a poco, empezando con una de las medias de seda blanca y se quedo observando como se deslizaba con facilidad la suave tela por su suave piel. Quien fuera seda para deslizarse por aquella longitud de pierna. Al escuchar la pregunta sonrió de lado y asintió mientras se acercaba y cogía la media para colocársela en su pierna.
Con delicadeza, apoyo la planta del pie sobre el muslo de Duncan y lentamente fue insertando la media por la pierna de Melinda, deslizándose poco a poco hasta quedar a mitad de la rodilla después de saborear el sabor de la piel de Melinda. La miró a los ojos y fue apoyando el pie sobre el suelo. Mientras la miraba se levanto del suelo y la besó en los labios antes de ir a vestirse. Se alejó por un momento de ella y se puso los pantalones, para luego ponerse la camisa. Se terminó de vestir y cuando se dio la vuelta vio que Melinda estaba completamente vestida. Vaya, había tardado el mas en vestirse que ella. Mujeres, no hay quien les entienda.
Se fue hasta Melinda y le ofreció el brazo para que comenzaran a andar. Miró hacia atrás y exploro con la vista de que no se dejaban nada, exceptuando un encuentro canino, unos abrazos en el lago.....y un acercamiento bastante provocador. Ríe para si mismo en cuanto recuerda el acercamiento que tuvo hacia Melinda en cuanto este le pedía que le respetara y no le subestimara. Aún habiendo encontrado a una mujer que al parecer se adaptaba a sus necesidades para sobrevivir en la eterna longevidad, esperaba que aquel aviso no permaneciera en el olvido una vez haberla ofrecido una proposición de tal calibre.
-Melinda ¿Donde vives? -Pregunto para acordarse después-Es para cuando alguna noche de luna llena, te cante bajo tu balcón preciosas sonatas de amor o simplemente subir por tu balcón y secuestrar a la bella princesa durmiente que duerme sobre la vigilancia de los ángeles.-Dijo mientras cogía su mano para besadla lentamente. No tuvo ningún pudor en acercarse a ella y apoyar de nuevo su frente junto con la suya.-Melinda...intuyo que esto es el comienzo de una hermosa relación juntos-Dijo antes de robarla un beso de pasión desenfrenada para luego cogerla en brazos y salir del lago con una sonrisa en la cara de felicidad.
Con delicadeza, apoyo la planta del pie sobre el muslo de Duncan y lentamente fue insertando la media por la pierna de Melinda, deslizándose poco a poco hasta quedar a mitad de la rodilla después de saborear el sabor de la piel de Melinda. La miró a los ojos y fue apoyando el pie sobre el suelo. Mientras la miraba se levanto del suelo y la besó en los labios antes de ir a vestirse. Se alejó por un momento de ella y se puso los pantalones, para luego ponerse la camisa. Se terminó de vestir y cuando se dio la vuelta vio que Melinda estaba completamente vestida. Vaya, había tardado el mas en vestirse que ella. Mujeres, no hay quien les entienda.
Se fue hasta Melinda y le ofreció el brazo para que comenzaran a andar. Miró hacia atrás y exploro con la vista de que no se dejaban nada, exceptuando un encuentro canino, unos abrazos en el lago.....y un acercamiento bastante provocador. Ríe para si mismo en cuanto recuerda el acercamiento que tuvo hacia Melinda en cuanto este le pedía que le respetara y no le subestimara. Aún habiendo encontrado a una mujer que al parecer se adaptaba a sus necesidades para sobrevivir en la eterna longevidad, esperaba que aquel aviso no permaneciera en el olvido una vez haberla ofrecido una proposición de tal calibre.
-Melinda ¿Donde vives? -Pregunto para acordarse después-Es para cuando alguna noche de luna llena, te cante bajo tu balcón preciosas sonatas de amor o simplemente subir por tu balcón y secuestrar a la bella princesa durmiente que duerme sobre la vigilancia de los ángeles.-Dijo mientras cogía su mano para besadla lentamente. No tuvo ningún pudor en acercarse a ella y apoyar de nuevo su frente junto con la suya.-Melinda...intuyo que esto es el comienzo de una hermosa relación juntos-Dijo antes de robarla un beso de pasión desenfrenada para luego cogerla en brazos y salir del lago con una sonrisa en la cara de felicidad.
Duncan Paganini- Licántropo Clase Alta
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Fecha de inscripción : 15/04/2011
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