AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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The Phantom of the Opera {Privado}
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The Phantom of the Opera {Privado}
Sus descalzos pies rozaban con las calles de Paris como si fueran plumas sobre el papel, con una sola y pura intención: escribir un poema de amor sobre estos. No tenían rumbo, solo se alegraban de poder sentir la frialdad de ellas en una noche tan mágica como aquella. Ignoraba las miradas de la gente sobre su figura esbelta , solo ella sonreía ante los pasos que daba. Saltaba , sonreía y se divertía ella sola como una loca, una demente que acaba por escapar del sanatorio mental. Pero no era precisamente lo que ella pensaba. Se sentía feliz, a pesar de que la vida le había robado todo lo que se llamaba riqueza: la familia. Sus zapatos se encontraban en su mano derecha, los dejó en el suelo para calzarse en el momento que sus pies sintió unas cuantas piedras que la incomodaban. Con suavidad, siguió caminando, despejando su mente y observando a la gente que pasaba por su lado. Tan distraídos , ignorantes de los monstruos que estaban afuera, acechando y haciendo sus deseos realidad, tanto carnales como materiales. Lyuba sabia que ellos solo salían de noche porque la luz del sol, aquellos rayos de oro estrellados, les mandaba al mismo infierno, donde ellos debían estar . Aquella noche tan elegante, la gitana relucía en todo su esplendor. Un vestido rojo , ajustado hacía la cintura que llegaba hacía los pies, sus hombros estaban descubiertos y se veía con facilidad que provenía de una clase diferente ya que no era pomposo como las damas de alta sociedad. Su cabellera , negra y reluciente , caía sobre su espalda tal cual una cascada , su rostro estaba maquillado con aquel típico maquillaje diferente de las demás , haciendo que sus ojos azulados y la belleza de estos fueran destacados con facilidad.
En su camino desconocido , pudo ver un edificio que antes no había percibido. Su atención estaba posada en la entrada y en la gente que entraba. Vestían unos vestidos exóticos, de unos colores mucho mas oscuros , los hombres eran igual de elegantes que las damas. Se preguntaba cuanto costaría aquella entrada pero supuso que demasiado. Se acercó para observar que obra era y se sorprendió al ver el titulo de una obra que jamás había conocido, de hecho no tenia conocimientos sobre aquello pero el nombre era algo tétrico y eso significaba que llamaba su atención. “ Tal vez si logro mezclarme con ellos, no tendré que pagar nada” pensó observando como cuatro personas entraban. Con rapidez, logró meterse entre aquella gente , mostrándose lo mas normal que pudo . Logró su objetivo. Se encontraba dentro ,en una sala repleta de butacas rojas , con varias personas , algunas se voltearon para mirarla . Poseían una mirada fría y desconcertante, algo que a la morena le causó cierto escalofrío. Dio unos pasos hacía una de las butacas, sentándose en ella y percatándose de que la obra había comenzado. Sin hacer ruido, se sentó con suavidad escuchando una bella canción. En el escenario, habían dos personas. Un hombre y una mujer. El hombre tenía la mitad del rostro cubierto con una mascara blanca , vestido de un color negro. La mujer, poseía una belleza idéntica al del hombre, con un vestido blanco y una cabellera preciosa. Cantaban como dos ángeles, viviendo aquella escena como si hicieran parte de ella. Lo que de verdad llamó la atención de Lyuba , era el hombre y aquella voz tan magnifica que poseía , los versos de la canción , el escenario y la gente del lugar incomodaban pero a la misma vez despertaban en ella sensaciones que antes no había vivido. Lo que fuese aquel lugar, no era un teatro típico como los teatros que ella conocía.
En su camino desconocido , pudo ver un edificio que antes no había percibido. Su atención estaba posada en la entrada y en la gente que entraba. Vestían unos vestidos exóticos, de unos colores mucho mas oscuros , los hombres eran igual de elegantes que las damas. Se preguntaba cuanto costaría aquella entrada pero supuso que demasiado. Se acercó para observar que obra era y se sorprendió al ver el titulo de una obra que jamás había conocido, de hecho no tenia conocimientos sobre aquello pero el nombre era algo tétrico y eso significaba que llamaba su atención. “ Tal vez si logro mezclarme con ellos, no tendré que pagar nada” pensó observando como cuatro personas entraban. Con rapidez, logró meterse entre aquella gente , mostrándose lo mas normal que pudo . Logró su objetivo. Se encontraba dentro ,en una sala repleta de butacas rojas , con varias personas , algunas se voltearon para mirarla . Poseían una mirada fría y desconcertante, algo que a la morena le causó cierto escalofrío. Dio unos pasos hacía una de las butacas, sentándose en ella y percatándose de que la obra había comenzado. Sin hacer ruido, se sentó con suavidad escuchando una bella canción. En el escenario, habían dos personas. Un hombre y una mujer. El hombre tenía la mitad del rostro cubierto con una mascara blanca , vestido de un color negro. La mujer, poseía una belleza idéntica al del hombre, con un vestido blanco y una cabellera preciosa. Cantaban como dos ángeles, viviendo aquella escena como si hicieran parte de ella. Lo que de verdad llamó la atención de Lyuba , era el hombre y aquella voz tan magnifica que poseía , los versos de la canción , el escenario y la gente del lugar incomodaban pero a la misma vez despertaban en ella sensaciones que antes no había vivido. Lo que fuese aquel lugar, no era un teatro típico como los teatros que ella conocía.
Lyuba A. Yumara- Licántropo Clase Baja
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
Desgarrada noche, vistiendo de un manto añil, con elegancia acomoda la estrellas con cautela, esparciéndolas para brillar más presumida que nunca, mientras la luna se ilumina, se enciende y se quiebra con destellos celestes, le matiza con unas pequeñas nubles, maquillándola bajo sus celos. Pero el cielo no sabe que mi adoración es la luna y que en mi corazón el no entrara, al menos que me arrebate la vida.
Camine con cautela hacia el teatro, vistiendo de elegancia, había obtenido ciertos pases para aquella exhibición, odiaba estar ahí, pero el dueño de aquel teatro era quien me invitaba y era un cliente importante para mí, así que sin más desprecio había continuado con mis pasos, hasta llegar a sentarme en medio de fanfarroneas, de chismes, de gente, de humanos, de nobleza, de gente que tiene podrido el corazón en codicia, que se engaña y comete errores aun viendo que estaba mal, tenían en sus manos lo mas preciado del mundo pero preferían estar comiéndose los unos a los otros, esclavizándose, haciéndose guerras inútiles, me quedaba tan absorto en criticarlos, cuando por accidente alguna mujer descuidada y pomposa haba derramado maquillaje en mi saco, dejándolo hecho un asco, no me quedo más que irme, la obra empezaría, pero que mas daba, no podía presentarme así.
La apariencia contaba después de todo, fui al servicio como siempre, pero por más que las manchas tallaba más penetraba, como el podrido ambiente se respiraba, era como si me recordaran que yo tenía una extensión de ellos, nada fue tan hermoso, nada hasta mi regreso.
La obra empezaba, aquella escena, aquella oscuridad mostro a un hombre, con la cara cubierta a la mitad de un blanco, sin nombre, de un silencio, de un gesto invisible, me recordó tanto a mi… “NO SOY UN HOMBRE DE VARIAS CARAS, LA MÁSCARA QUE USO ES ÚNICA” me recordó por la forma en la que mi cabello me cubría, a diferencia del color muerto que aquel usaba, el mío era negro y misterioso. Camine mas para ir a mi lugar, aquella obra, me había llamado la atención, pero entonces al igual que el azul de mis ojos, otro azul resplandecía en mi asiento.
- Buenas noches Madame, ¿esta cómoda?
Le mire con seriedad, con la misma de siempre, no pretendía asustarla, pero, aquel era mi asiento, a juzgar por su aspecto ella pudo haberse perdido, estaba sencilla y hermosamente bella.
Camine con cautela hacia el teatro, vistiendo de elegancia, había obtenido ciertos pases para aquella exhibición, odiaba estar ahí, pero el dueño de aquel teatro era quien me invitaba y era un cliente importante para mí, así que sin más desprecio había continuado con mis pasos, hasta llegar a sentarme en medio de fanfarroneas, de chismes, de gente, de humanos, de nobleza, de gente que tiene podrido el corazón en codicia, que se engaña y comete errores aun viendo que estaba mal, tenían en sus manos lo mas preciado del mundo pero preferían estar comiéndose los unos a los otros, esclavizándose, haciéndose guerras inútiles, me quedaba tan absorto en criticarlos, cuando por accidente alguna mujer descuidada y pomposa haba derramado maquillaje en mi saco, dejándolo hecho un asco, no me quedo más que irme, la obra empezaría, pero que mas daba, no podía presentarme así.
La apariencia contaba después de todo, fui al servicio como siempre, pero por más que las manchas tallaba más penetraba, como el podrido ambiente se respiraba, era como si me recordaran que yo tenía una extensión de ellos, nada fue tan hermoso, nada hasta mi regreso.
La obra empezaba, aquella escena, aquella oscuridad mostro a un hombre, con la cara cubierta a la mitad de un blanco, sin nombre, de un silencio, de un gesto invisible, me recordó tanto a mi… “NO SOY UN HOMBRE DE VARIAS CARAS, LA MÁSCARA QUE USO ES ÚNICA” me recordó por la forma en la que mi cabello me cubría, a diferencia del color muerto que aquel usaba, el mío era negro y misterioso. Camine mas para ir a mi lugar, aquella obra, me había llamado la atención, pero entonces al igual que el azul de mis ojos, otro azul resplandecía en mi asiento.
- Buenas noches Madame, ¿esta cómoda?
Le mire con seriedad, con la misma de siempre, no pretendía asustarla, pero, aquel era mi asiento, a juzgar por su aspecto ella pudo haberse perdido, estaba sencilla y hermosamente bella.
Última edición por Asagi Dunkelheit el Lun Ago 08, 2011 1:46 pm, editado 1 vez
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
Lyuba se sentía incómoda , su cuerpo estaba alerta por las miradas inquisitivas de la gente. No todos se habían girado el cuello para observar a la gitana. Solo unas personas con la apariencia de unos ángeles endemoniadamente hermosos. Lyuba fijó su vista azulada hacía un hombre, que no cesaba en mirarla . Su rostro era más pálido que el de ella, tal cual una estatua moldeada a la perfección. Cuando aquellos cuatro pares de ojos se encontraron, el desconocido sonrió hasta la punto de enseñar dos pares de colmillos. Su sonrisa fue la mas encantadora que Lyuba había visto en toda su vida. La gitana tenía el rostro inexpresivo, su cuerpo parecía temblar de la ira y sus labios no podían articular palabra alguna.“¿Ese fue..un …vampiro?” se preguntó mentalmente con el cuerpo casi helado. “ Deberías salir de allí, empiezas a ver visiones y eso no es nada bueno. Ya tienes bastante con tu personalidad desquiciada, sal de allí” de nuevo, su conciencia volvía a darle ordenes. Como cada vez, la gitana desobedecía e hizo caso omiso a su conciencia. Aun con la vista en el hombre que había dejado de mirarla como si fuera un bocado . Juntó sus manos intentando prestar atención en la escena tan bien interpretada por los actores. Apretó sus manos, nerviosamente , hundiéndose en sus pensamientos y preguntándose porque ahora comenzaba a ver visiones . Tal vez, era el comienzo de su locura.
Una voz masculina y serena hizo que la morena posara sus azulados ojos en la persona de aquella voz . Al igual que el desconocido de antes, poseía una piel muy blanca y sus ojos eran extremadamente bellos, al igual que la belleza que poseía todo su ser. Estaba tatuado con aquel encantamiento ciego, atrayendo a la morena de una manera inexplicable. Ella conocía aquellos poderes pero en aquel momento no podía moverse ni hablar, por eso mismo tardó en responder –Buenas noches– saludó casi en un susurro , haciendo resonar su voz suave y aterciopelada acompañada de aquel acento que se deleitaba con el. Ante su pregunta, Lyuba arrugó la frente. “ Eso quiere decir que estás sentada en su asiento, querida” dijo aquella vocecita en su cabeza. Arrugó también los labios dispuesta a marcharse del lugar , pero sus pies temblaban y no deseaba caer en la ridiculez de sus pensamientos – Lo.. siento– pidió perdón. Era lo menos que podía hacer. Se levantó con cuidado, dejando que el hombre pasara primero para sentarse. No deseaba estar un minuto más en aquel lugar terrorífico. El hombre parecía desprender un aroma mas embriagador y Lyuba hizo un esfuerzo por no grabar aquel aroma. No se sentía en condiciones de estar oliendo a la gente. Aquella noche estaba siendo una noche demasiado extraña, con sentimientos, sensaciones, totalmente nuevas para ella. Temía convertirse en una pesadilla , endemoniada y eterna. Sus ojos vagaban con rapidez hacía la puerta, pero parecía estar cerrada. Rogaba al cielo que todo aquello fuera una pesadilla y que pudiera tener una salvación ante la situación en la que ella misma se culpaba por haber permitido que todo aquello sucediera.
Una voz masculina y serena hizo que la morena posara sus azulados ojos en la persona de aquella voz . Al igual que el desconocido de antes, poseía una piel muy blanca y sus ojos eran extremadamente bellos, al igual que la belleza que poseía todo su ser. Estaba tatuado con aquel encantamiento ciego, atrayendo a la morena de una manera inexplicable. Ella conocía aquellos poderes pero en aquel momento no podía moverse ni hablar, por eso mismo tardó en responder –Buenas noches– saludó casi en un susurro , haciendo resonar su voz suave y aterciopelada acompañada de aquel acento que se deleitaba con el. Ante su pregunta, Lyuba arrugó la frente. “ Eso quiere decir que estás sentada en su asiento, querida” dijo aquella vocecita en su cabeza. Arrugó también los labios dispuesta a marcharse del lugar , pero sus pies temblaban y no deseaba caer en la ridiculez de sus pensamientos – Lo.. siento– pidió perdón. Era lo menos que podía hacer. Se levantó con cuidado, dejando que el hombre pasara primero para sentarse. No deseaba estar un minuto más en aquel lugar terrorífico. El hombre parecía desprender un aroma mas embriagador y Lyuba hizo un esfuerzo por no grabar aquel aroma. No se sentía en condiciones de estar oliendo a la gente. Aquella noche estaba siendo una noche demasiado extraña, con sentimientos, sensaciones, totalmente nuevas para ella. Temía convertirse en una pesadilla , endemoniada y eterna. Sus ojos vagaban con rapidez hacía la puerta, pero parecía estar cerrada. Rogaba al cielo que todo aquello fuera una pesadilla y que pudiera tener una salvación ante la situación en la que ella misma se culpaba por haber permitido que todo aquello sucediera.
Lyuba A. Yumara- Licántropo Clase Baja
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
Que sabor de piel, que desnudes se hacían con las miradas, que sucesos ocurría, las expresiones de aquella gente “muerta en vida”, saboreando y enriqueciéndose con aquella obra, si, llamada así porque es un acto supremo, bien hecho, solo esperaba una sola cosa, que comprendieran la verdadera esencia de aquellas actuaciones, pero ¿Qué diecia?, estaba de broma eso era más que evidente, esta gente no aprendería nada, aunque las reglas fueran más que claras, la escena trágica, de espanto, de terror, solo por una dama y una doble cara por amor, ¿Quién la había escrito me conocía?... No, eso era mera casualidad, aunque claro yo ni moría por un amor, porque el amor murió por mí, tan entretenido estaba en mis pensamientos, en todo aquello, en la escena, en el paisaje que mis ojos dibujaban como un sueño, como una añoranza y pequeña esperanza, por ver, que trágico resultaría ser el nudo de la historia, un frio viento soplo, lleno de incomodidad, alerta, sensualidad, miedo, temblor, terror, en verdad a cada movimiento pensaba que era yo, aquel actor, aquel ser del cual se hablaba, aquella obra me la habían dedicado, seria por eso ¿Qué me habían invitado?, ahora lo dudaba más que nunca, mi otra protagonista ahí estaba, hermosa morena, con el cabello hecho y envuelto en una silueta como las olas inquietas del mar, con el miedo que se respiraba al verme, con la voz hermosa que parecía un canto, vi cierta dilatación en su mirada y con más interés clave las garras azules sobre sus pupilas, para que se degustara con el sabor de mi “verdadero ser” no quería molestarla, no quería incomodarla, pero ahora la verdad ahí estaba, yo era como aquel… “Fantasma”…
Dentro de mí, la esencia pura de la sangre viva, danzaba en agonía, en curiosidad en inquietud, para ver de qué se trataba, por oír una palabra más de ella, no la dejaría ir ahora, que dentro de mis “enigmas a resolver” estaba, cadenas de amor, cadenas de pasión. De casualidades, de curiosidades se llenan, muestra diosa oculta la belleza que te trae a este escenario, con un actor lleno de agonía, de dolor, de amor, de pasión, derrochemos miedo, sensualidad, elegancia en esta noche de emociones, canta a mis oídos la verdad, dime que estoy muerto, pero no sin antes ver tu mirar.
- De verdad Madame, no se moleste, solo le pregunte… si estaba cómoda, jamás dije que ese fuera mi lugar, ni tampoco le estaba corriendo de este sitio, veo en sus ojos el verdadero resplandor del entendimiento a la obra, por favor tome asiento y deme su más sincera opinión cuando finalice, que aquí estaré esperándola yo. Asagi Dunkelheit.
Musite apenas me senté uno de los asientos de la fila trasera a ella, le bese el dorso y le entregue una rosa hermosa en color sangre, para que me recordase, con una sonrisa, con un gesto amable, esperaba por oír cada palabra canto añorado, curiosidad saciada.
Dentro de mí, la esencia pura de la sangre viva, danzaba en agonía, en curiosidad en inquietud, para ver de qué se trataba, por oír una palabra más de ella, no la dejaría ir ahora, que dentro de mis “enigmas a resolver” estaba, cadenas de amor, cadenas de pasión. De casualidades, de curiosidades se llenan, muestra diosa oculta la belleza que te trae a este escenario, con un actor lleno de agonía, de dolor, de amor, de pasión, derrochemos miedo, sensualidad, elegancia en esta noche de emociones, canta a mis oídos la verdad, dime que estoy muerto, pero no sin antes ver tu mirar.
- De verdad Madame, no se moleste, solo le pregunte… si estaba cómoda, jamás dije que ese fuera mi lugar, ni tampoco le estaba corriendo de este sitio, veo en sus ojos el verdadero resplandor del entendimiento a la obra, por favor tome asiento y deme su más sincera opinión cuando finalice, que aquí estaré esperándola yo. Asagi Dunkelheit.
Musite apenas me senté uno de los asientos de la fila trasera a ella, le bese el dorso y le entregue una rosa hermosa en color sangre, para que me recordase, con una sonrisa, con un gesto amable, esperaba por oír cada palabra canto añorado, curiosidad saciada.
Última edición por Asagi Dunkelheit el Lun Ago 08, 2011 1:46 pm, editado 1 vez
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
Inquietantes, curiosos, se encontraban aquellas dos perlas azules, buscando algo de realidad en aquella escena. Por mas que buscaba, solo encontraba el dolor , la confusión y el miedo. Varias sensaciones extrañas estaban invadiendo el cuerpo de la gitana, haciéndose dueños de aquel frágil y puro cuerpo. ¿Quién era aquel ángel de la música detrás de la mascara? . Por un momento, la gitana parecía sentir aquello que de verdad estaban transmitiendo. El amor por la música, un personaje tétrico con un pasado aterrador. Detrás de aquella mascara, las heridas cicatrizadas escondían la fealdad física de aquel personaje. ¡¿Pero que fealdad poseía dicha creación?!. Si se veía mas bello que el sol reluciente, que despertaba a la ciudad con sus dorados rayos. La mujer, la musa que estaba sobre la escena , pura e inocente desprendía aquel perfume de la simpleza . Por alguna extraña razón, la gitana, se sentía tan identificada con aquella criatura . Sus cantos, cantos de los ángeles, ojos de los dioses y sonrisas de las sirenas. Endemoniadamente atraída, curiosa, ante el personaje que se hacía nombrar el dueño de aquel teatro. Solo con su consentimiento , podían las voces cantar, abrir la cortina roja pasión y hacer que comience aquellas escenas . Pero su pasado estaba enterrado allí, en aquella escena y aquel teatro que dio vida a lo que ahora se hacía llamar “El fantasma de la opera”. Demonio cruel, que amaba a tan puro personaje. La morena tomó una bocanada grande de aire, como si aquello era lo que realmente le faltaba al ver tal escena cuando la actriz, apartaba la mascara del actor. Volvió la vista hacía la silueta que tenía delante. Poseedora también de una mascara, pues poseía mas belleza que el actor, su voz parecían los dedos sobre al arpa divino y sus ojos, garras que apresaban los ojos de la gitana sin desden alguno. Definitivamente, aquel, aquella noche, el era el fantasma de la opera.
Se deleitó una vez mas, dejándose acariciar por el timbre de su voz sin poder hablar. Sin poder contestar como antes solía hacer, embrujada por aquella mirada fantasmal que la envolvía y provocaba escalofríos en su interior. Despegó los labios, frutos de pasiones , para comentar sobre las palabras que poco antes habían sido pronunciadas de aquella estatua perfecta . Pero no salía palabra alguna , y menos aun, cuando el hombre se había acercado a ella. Dejó que aquel desconocido besara el dorso de su mano como si fuera una dama de clase alta . No hizo anda para rechazarle y en silencio, sintió sus fríos labios sobre la calidez de su piel. Frunció levemente las cejas, conocía como nadie aquella frialdad. Entre sus finos dedos, tomó la rosa repitiendo su nombre. “ Asagi…” fue el nombre que ella puso a aquella rosa, mientras llevaba su nariz curiosa hacía los pétalos de la flor. Olor embrujado, envenenado por la perfección y la pasión de aquella creación magnifica. No tenía escapatoria, debía sentarse y observar con detenimiento aquella obra, Así lo hizo, con suavidad, se sentó aun con la rosa en sus dedos. Inquietante, observaba a la actriz. Parecida a ella, con la melena larga y negra, con la ingenuidad, inocencia y locura en su mirada. Aquella noche, ella era la dama del fantasma de la opera, aunque su conciencia la contradecía. La actriz, de rodillas y asustada por el empujón de su curiosidad, entregó en sus finas manos la mascara y esté, el monstruo cantante, la tomó para posarla de nuevo sobre el rostro deforme que este poseía. Seguía siendo igual de bello, igual de perfecto, porque era su voz la que demostraba la belleza de su ser.
Se deleitó una vez mas, dejándose acariciar por el timbre de su voz sin poder hablar. Sin poder contestar como antes solía hacer, embrujada por aquella mirada fantasmal que la envolvía y provocaba escalofríos en su interior. Despegó los labios, frutos de pasiones , para comentar sobre las palabras que poco antes habían sido pronunciadas de aquella estatua perfecta . Pero no salía palabra alguna , y menos aun, cuando el hombre se había acercado a ella. Dejó que aquel desconocido besara el dorso de su mano como si fuera una dama de clase alta . No hizo anda para rechazarle y en silencio, sintió sus fríos labios sobre la calidez de su piel. Frunció levemente las cejas, conocía como nadie aquella frialdad. Entre sus finos dedos, tomó la rosa repitiendo su nombre. “ Asagi…” fue el nombre que ella puso a aquella rosa, mientras llevaba su nariz curiosa hacía los pétalos de la flor. Olor embrujado, envenenado por la perfección y la pasión de aquella creación magnifica. No tenía escapatoria, debía sentarse y observar con detenimiento aquella obra, Así lo hizo, con suavidad, se sentó aun con la rosa en sus dedos. Inquietante, observaba a la actriz. Parecida a ella, con la melena larga y negra, con la ingenuidad, inocencia y locura en su mirada. Aquella noche, ella era la dama del fantasma de la opera, aunque su conciencia la contradecía. La actriz, de rodillas y asustada por el empujón de su curiosidad, entregó en sus finas manos la mascara y esté, el monstruo cantante, la tomó para posarla de nuevo sobre el rostro deforme que este poseía. Seguía siendo igual de bello, igual de perfecto, porque era su voz la que demostraba la belleza de su ser.
Lyuba A. Yumara- Licántropo Clase Baja
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
La belleza, no es algo físico, mucho menos mental, es algo que se ve en la realidad, la realidad carece de belleza alguna, porque las cosas bellas están donde menos nos imaginamos, como aquella criatura que solo nos deleitaba con su voz, esa era una de las bellezas penetrantes, que hacían que mi piel se sintiera confortada en un calor que jamás pude sentir, me hizo sentir con vida, ciertamente detrás de mi “propia mascara” había un pasado trágico en vuelto de dolor, de alegría, de agonía y hasta de Amor, no es que me fuera identificando con aquel ser, es que parecía que era yo, es que la similitud era idéntica, menos que ahora yo no tenía a quien amar, lo tuve pero se fue y si del rostro deforme hablamos, la deformidad está en mi corazón, en mis crímenes y pecados, ¿Qué culpa tenía el de nacer con aquellos que tachaban de feo? Cuando los demás tenían una pieza de horror como corazón… Nadie es perfecto eso hasta el mismo dios lo sabe, quien verdaderamente es horrible posee el rostro lleno de amabilidad y belleza los humanos siempre juzgándonos unos a otros porque eso les gusta, pero ¿Qué hay con la esencia del verdadero ser? Esa se pierde cuando más se critica, sin embargo yo quiero conocer y sacar juicios poco a poco esto es lo que más me gusta de estar vivo, la charlatanería de un amor mal visto, la tragedia de aquellos amores de un alma que necesita cariño, se parecía enormemente a mí, debía dejar de hacer comparaciones antes de que alguien viera que me estremecía por las imágenes y el dolor.
A mi mente se guardan los episodios vividos, a mi alma los dolores y las alegrías que la destrozan, en mi ser las palabras de repudio, porque tanto él como yo, estábamos siendo repudiados por ser “unas bestias” una tergiversación de la llamada humanidad, pero solo deseábamos acercarnos a alguien que aparentemente ve más allá de un rostro, de una transformación, ve al pedazo de humano que traemos dentro, no teme aunque muchos le metan el miedo hasta por los odios, aun así se deja tocar y encuentra un poco de amor, una belleza noble dentro de nuestro intacto corazones, y a nosotros se vuelve la paz de su voz, de su belleza no solo natural, tampoco física, si no del alma y espiritual, poco a poco el miedo baja de rango, tampoco es lástima, quizá sí, pero se disfraza solo un poco y sentimos el calor, las llamas que se encienden por el contacto humano, aunque nos escondamos por una máscara que deseamos usar por años, por siglos, porque seremos recordados como bestias y criaturas nefastas hechas burlas, hechas añicos por un poco de amor.
Cuando aquella “Acompañante” que hurto mi asiento me ve, encuentro el enigma escondido de pasión, de belleza, de entendimiento, no es una persona común, no se deja llevar por las impresiones, tampoco está dispuesta a juzgar todo aquello que parece tétrico y horrible por el contrario busca mi mirada y yo apenas y sonrió, porque eso no me queda bien, todo trascurre en completa calma, nada es pesado, anonadado o aburrido, todas la escenas entretenidas y creo que ella es una de las pocas personas que se sienten identificados con el personaje, no se por donde avanzar, mientras le miro, mientras me pregunto ¿Cuál será su nombre? Es un misterio mismo llamado hermosura, aunque quizá termine tarde o temprano el misterio porque no veo la inquietud de dejarnos como desapercibidos, quizá charlemos más tarde cuando la pieza musical que me envuelve en paz y contradicciones se acabe.
A mi mente se guardan los episodios vividos, a mi alma los dolores y las alegrías que la destrozan, en mi ser las palabras de repudio, porque tanto él como yo, estábamos siendo repudiados por ser “unas bestias” una tergiversación de la llamada humanidad, pero solo deseábamos acercarnos a alguien que aparentemente ve más allá de un rostro, de una transformación, ve al pedazo de humano que traemos dentro, no teme aunque muchos le metan el miedo hasta por los odios, aun así se deja tocar y encuentra un poco de amor, una belleza noble dentro de nuestro intacto corazones, y a nosotros se vuelve la paz de su voz, de su belleza no solo natural, tampoco física, si no del alma y espiritual, poco a poco el miedo baja de rango, tampoco es lástima, quizá sí, pero se disfraza solo un poco y sentimos el calor, las llamas que se encienden por el contacto humano, aunque nos escondamos por una máscara que deseamos usar por años, por siglos, porque seremos recordados como bestias y criaturas nefastas hechas burlas, hechas añicos por un poco de amor.
Cuando aquella “Acompañante” que hurto mi asiento me ve, encuentro el enigma escondido de pasión, de belleza, de entendimiento, no es una persona común, no se deja llevar por las impresiones, tampoco está dispuesta a juzgar todo aquello que parece tétrico y horrible por el contrario busca mi mirada y yo apenas y sonrió, porque eso no me queda bien, todo trascurre en completa calma, nada es pesado, anonadado o aburrido, todas la escenas entretenidas y creo que ella es una de las pocas personas que se sienten identificados con el personaje, no se por donde avanzar, mientras le miro, mientras me pregunto ¿Cuál será su nombre? Es un misterio mismo llamado hermosura, aunque quizá termine tarde o temprano el misterio porque no veo la inquietud de dejarnos como desapercibidos, quizá charlemos más tarde cuando la pieza musical que me envuelve en paz y contradicciones se acabe.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
Las multiples escenas estaban atormentando cada vez mas a Lyuba, asustándola. Pues se veía como la actriz. Indefensa, confusa, amante de la música. Aunque no la practicaba oralmente, prefería demostrar sus dotes de bailarina. Acarició los pétalos de la rosa con las yemas de sus dedos, deseando tranquilizar su cuerpo ,poseedor de tantas emociones. Parcialmente, lo consiguió y aquella tranquilidad interna arrancaron una sonrisa sinceramente tierna. Recordó el nombre del hombre , Asagi. Una vez mas miró aquella sombra, buscándola como si fuera su salvación de aquel lugar tan tétrico. Se encontró con su mirada y lo único que pudo hacer fue sostenerla con dureza aunque su cuerpo temblaba. Desvió la mirada en el momento oportuno. En el escenario había otro actor, el cual seguramente se sentiría atraído por la cantante pero tenía cierta competencia con el fantasma de la Opera. Lyuba arrugó su frente prestando atención a los diálogos, pero casi no habían. Suspiro levemente . Se sentía como un ratón en una ratonera y no podía hacer nada para escapar. Sus instintos de cazadora le indicaba, gritaba , pedía y obligaba que ella pensase un modo de escapar de allí pues se sentía en peligro . Prestaba suma atención en el fantasma, por mas que otros lo nombraban “el fantasma” y observaban su fealdad y deformación del rostro , Lyuba se daba cuenta de que la actriz morena le veía tal cual ella conseguía verle: un ángel, un endemoniado ángel con la perfección moldeada a su antojo. Lyuba respiró hondo. Deseaba marcharse del lugar, no le hacía nada bien observar aquella obra que intentaba arrancar a Lyuba y compararla con la morena de cabello largo y voz de sirena.
Llevó una de sus manos a su frente , masajeándola como si sintiese un dolor agudo de cabeza. Y la verdad era que lo sentía, pero no era dolor, era mas bien una muestra de piedad, admiración ante tal obra . Aunque era un tanto escéptica , cínica y misteriosa…no dudaría en buscar al actor y la actriz para felicitarlos por la interpretación . Volvió a posar sus brazos sobre las piernas, abrazando la rosa con sus dedos y con el cuidado necesario para no pincharse en aquellas espinas. Odiaba las rosas blancas, por mas que desprendían un olor sumamente dulce y hermoso, a frescura, a pasión. Eran las rosas que cada noche ella había recibido cuando había sido prisionera del vampiro que había marcado su vida , sus años y su juventud. Matando su alma, quemando su piel , torturando su mente…era por eso que odiaba las rosas en general. Pero todo era diferente, ahora había recibido una rosa roja pasión que sin duda era igual de hermosa que Asagi. Aquel detalle que el vampiro del pasado, otorgaba a Lyuba era por el motivo de su belleza. Cada noche que la tenía encerrada y cada día que la escondía en rincones oscuros para seguir torturándola , susurraba “ Lyuba, mi querida Lyuba , acepta mi regalo pues eres inocente y pura como la blancura de estos pétalos y tu hermosura domina las rosas ,Lyuba, mi querida Lyuba…” . La gitana se estremeció. Pues sintió sus labios rozar el lóbulo de su oído y su voz quemar su mente dolorosamente.
Los ruidosos aplausos de la gente indicaron de que la obra había acabado y que Lyuba, era libre por escapar de aquel lugar. Las personas, se levantaron dirigiéndose hacía la salida pero sin antes observar a la gitana con una expresión maléfica dibujada en sus rostros. La joven entrecerró los ojos, preguntándolos mediante el contacto visual porque la estaban mirando como si fuera un pedazo de carne fresca. Se levantó con cuidado cuando todas las personas que habían estado en la misma fila que ella se marcharon , al levantarse miró a Asagi . Deslizó su cuerpo hacía el, aun con la rosa en su mano . No sabía muy bien que decirle, tan solo se había acercado al hombre para observarle y así agradecerle aquel gesto que no hacía falta ser detallado de aquella manera. Giró su cuello al escenario, ahora vacío , buscando con la vista a los actores que parecían inquietos entre la multitud.
Llevó una de sus manos a su frente , masajeándola como si sintiese un dolor agudo de cabeza. Y la verdad era que lo sentía, pero no era dolor, era mas bien una muestra de piedad, admiración ante tal obra . Aunque era un tanto escéptica , cínica y misteriosa…no dudaría en buscar al actor y la actriz para felicitarlos por la interpretación . Volvió a posar sus brazos sobre las piernas, abrazando la rosa con sus dedos y con el cuidado necesario para no pincharse en aquellas espinas. Odiaba las rosas blancas, por mas que desprendían un olor sumamente dulce y hermoso, a frescura, a pasión. Eran las rosas que cada noche ella había recibido cuando había sido prisionera del vampiro que había marcado su vida , sus años y su juventud. Matando su alma, quemando su piel , torturando su mente…era por eso que odiaba las rosas en general. Pero todo era diferente, ahora había recibido una rosa roja pasión que sin duda era igual de hermosa que Asagi. Aquel detalle que el vampiro del pasado, otorgaba a Lyuba era por el motivo de su belleza. Cada noche que la tenía encerrada y cada día que la escondía en rincones oscuros para seguir torturándola , susurraba “ Lyuba, mi querida Lyuba , acepta mi regalo pues eres inocente y pura como la blancura de estos pétalos y tu hermosura domina las rosas ,Lyuba, mi querida Lyuba…” . La gitana se estremeció. Pues sintió sus labios rozar el lóbulo de su oído y su voz quemar su mente dolorosamente.
Los ruidosos aplausos de la gente indicaron de que la obra había acabado y que Lyuba, era libre por escapar de aquel lugar. Las personas, se levantaron dirigiéndose hacía la salida pero sin antes observar a la gitana con una expresión maléfica dibujada en sus rostros. La joven entrecerró los ojos, preguntándolos mediante el contacto visual porque la estaban mirando como si fuera un pedazo de carne fresca. Se levantó con cuidado cuando todas las personas que habían estado en la misma fila que ella se marcharon , al levantarse miró a Asagi . Deslizó su cuerpo hacía el, aun con la rosa en su mano . No sabía muy bien que decirle, tan solo se había acercado al hombre para observarle y así agradecerle aquel gesto que no hacía falta ser detallado de aquella manera. Giró su cuello al escenario, ahora vacío , buscando con la vista a los actores que parecían inquietos entre la multitud.
Lyuba A. Yumara- Licántropo Clase Baja
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
La claridad de aquellas imágenes, se iban asemejando en cada una de las mentes de las personas, de verdad que era increíble, aun teniendo tantos años viviendo sobre este pedazo de universo, me he dado cuenta que, el hombre es guiado por una mano invisible, si, aquella misma, al principio se creyó que era Dios, pero ahora se tornan en recuerdos, en sentimientos, en pasadizos que ellos, solo ellos sabrán que significan, aunque ciertamente yo podía introducirme a leer la mente de algunos cuantos, a la mayoría les había asustado la aberración sobre el escenario, a mi sin en cambio solo me hablaba de la verdad, tan ciegos los humanos, tan débiles y frágiles, que pena me daban, que pena se respiraba, se asustaban por el talento de un genio, que con sus palabras deseaba quitar la venda de los más osados, pero no lo había logrado. En cambio al ver la expresión de mi acompañante los supe, ella también había sido víctima de esos recuerdos, como siempre logre ver atreves de su mente recuerdos borrosos, que mal, “Un vampiro”… sí que tenía mucho que contar, no debí andar metiéndome en el pasado de otros, así que ignore por completo esa mirada suya.
- Recuerdo y humanidad, todo es tan triste como la verdad que se deja y se respira sobre el escenario, sobre cada palabra, sobre cada canto, sobre los diálogos que te invaden, como el pasado mismo, te atrapan en su palma, te apachurran, te exprimen y sacan lagrimas de tu putrefacta vida, de tu miserable existencia, ah como deseo indagar y escribir con tinta roja, sangre de tus venas tu historia mi querida gitana hermosa, aquel odio, aquel resentimiento que persigo y respiro se hacen agotadores, si tan solo supiera cómo crecen las alas, te haría unas para que volaras, fuera del espacio aterrador que aquí a mi lado se logra vivir, porque soy una criatura de la noche, alguien a quien aborreces, algo que no tiene valor ante tu vida, recuerdos o amor, pero vaya que mi osadía ha sido grande, atreverme a regalarte parte del dolor, perdóname, ódiame, pero déjame escribir las líneas que trazan tu vida, hasta que se vuelvan grises en muerte y agonía…
Susurre a su oído llevándola entre la multitud para salir a respirar quizá, seguro que mis palabras tenían ese toque de la muerte, pero si todo yo lo era, hay gente que lo comprendía al contarlo, hay gente con orgullo que puede inmutarse ante mis palabras, pero no me interesa, quizá había desequilibrado su mente, sus ideas, al menos había sido capaz de ver un poco de su vida leerle como un libro expuesto ante mí. Cuando salimos el viento que soplaba tan fuerte, le tome de la mano besándola tiernamente, abriendo un poco los labios para tener su aroma sobre la lengua, sobre el paladar, haciéndolo mío, solo mío.
- Es una hermosa persona, pero deseo conocer, los placeres, las pobrezas, lo prohibido, lo privado, que pude ser su historia, vamos déjeme ver como la escribe sobre el lienzo del miedo. Ante este fantasma que hoy está delante suyo.
Nuestra obra estaba empezando nuevamente, ¿Sería dolorosa?...
- Recuerdo y humanidad, todo es tan triste como la verdad que se deja y se respira sobre el escenario, sobre cada palabra, sobre cada canto, sobre los diálogos que te invaden, como el pasado mismo, te atrapan en su palma, te apachurran, te exprimen y sacan lagrimas de tu putrefacta vida, de tu miserable existencia, ah como deseo indagar y escribir con tinta roja, sangre de tus venas tu historia mi querida gitana hermosa, aquel odio, aquel resentimiento que persigo y respiro se hacen agotadores, si tan solo supiera cómo crecen las alas, te haría unas para que volaras, fuera del espacio aterrador que aquí a mi lado se logra vivir, porque soy una criatura de la noche, alguien a quien aborreces, algo que no tiene valor ante tu vida, recuerdos o amor, pero vaya que mi osadía ha sido grande, atreverme a regalarte parte del dolor, perdóname, ódiame, pero déjame escribir las líneas que trazan tu vida, hasta que se vuelvan grises en muerte y agonía…
Susurre a su oído llevándola entre la multitud para salir a respirar quizá, seguro que mis palabras tenían ese toque de la muerte, pero si todo yo lo era, hay gente que lo comprendía al contarlo, hay gente con orgullo que puede inmutarse ante mis palabras, pero no me interesa, quizá había desequilibrado su mente, sus ideas, al menos había sido capaz de ver un poco de su vida leerle como un libro expuesto ante mí. Cuando salimos el viento que soplaba tan fuerte, le tome de la mano besándola tiernamente, abriendo un poco los labios para tener su aroma sobre la lengua, sobre el paladar, haciéndolo mío, solo mío.
- Es una hermosa persona, pero deseo conocer, los placeres, las pobrezas, lo prohibido, lo privado, que pude ser su historia, vamos déjeme ver como la escribe sobre el lienzo del miedo. Ante este fantasma que hoy está delante suyo.
Nuestra obra estaba empezando nuevamente, ¿Sería dolorosa?...
Última edición por Asagi Dunkelheit el Lun Ago 08, 2011 1:47 pm, editado 2 veces
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
Ni ella sabía con certeza porque perdía el tiempo en aquel lugar y mas con aquel hombre, aquel ser tan misterioso y bello , tal cual un demonio con la mascara de un ángel . Sus palabras, parecían dos flechas con la punta bañada de veneno , el cual al hacer contacto con el corazón o cualquier sistema , este se derrumbaba, dejaba de funcionar y te mataba por dentro poco a poco para luego morir dolorosamente. La morena se dio cuenta, de que aquel ser..no era un simple humano si no un vampiro. El poder del aura, aunque no conseguía dominarlo a la perfección, percibía a su alrededor muerte y eternidad . Así, lograba saber cuando se trataba de vampiros y no solo por su poder, tal vez al ser …torturada por uno, podía reconocerlos con exactitud aunque a veces lograba meter la pata con facilidad. Lyuba entrecerró sus ojos , dando dos pasos hacia atrás y alejándose un poco de aquella figura . La respiración de Lyuba se agitaba, su corazón se aceleraba con fuerza y su pecho subía y bajaba a causa de sus palabras, del dolor que sentía por dentro . Cerró los ojos con fuerza, deseando que aquel ser desapareciese de su lado, deseando que aquello fuera tan solo una ilusión estupefacta de su locura. Sus labios se entreabrieron al sentir que no tenía oxigeno . Necesitaba aire, respirar! Abrió los ojos con dificultad e intentó decir algo, pero se vio fuera de la multitud.
Lyuba lo miró , casi embrujada, aun con la respiración acelerada y escuchando de nuevo sus palabras. Al sentir su lengua rozando aquella piel blanca de la morena, ella la apartó con brusquedad volviendo a la realidad de pronto - ¿Se puede saber que demonios quiere? – preguntó ella olvidando los buenos modales, intentando escapar de aquel infierno , de aquella prisión - No comparto con seres monstruosos, mi vida, mis recuerdos , mi pasado, mi presente y mucho menos mi futuro – agregó ella con un tono de voz seguro de si mismo. Asagi, tal solo se convertía en un punto blanco para la gitana. Lyuba bajo su azulada vista hacía la rosa que tenía en sus manos, observándola sin entender porque había aceptado como un “regalo” de parte de Asagi. Frunció sus labios y comenzó a romper pétalo por pétalo – Observe , demonio de la noche , como esta bella flor parece adoptar la fealdad, la desnudez de una raíz muerta, solo porque sus pétalos se caen al suelo con la fragilidad de una pluma, al mismo tiempo que roba su belleza también roba el perfume de esta - a medida que hablaba su voz, cargada de odio y rencor , intentaba sonar serio – Pues de la misma manera, yo puedo arrancarle el alma del infierno, atravesando el fuego de este , torturándole y haciéndole sufrir tal cual hicisteis sufrir a las almas que os lleváis cada noche, para sobrevivir en un mundo que no soporta su existencia – crueldad, sus palabras crueles resbalan de sus labios - No se deje llevar por mi apariencia . Pues parezco frágil pero soy tal cual un guerrero – murmuró ella alejándose de el con unos pasos hacía atrás, sintiendo el frescor tranquilizando su corazón y su furia. Sus ojos, destellos del cielo, pedazos del mar, observaban al vampiro con detenimiento.
Lyuba lo miró , casi embrujada, aun con la respiración acelerada y escuchando de nuevo sus palabras. Al sentir su lengua rozando aquella piel blanca de la morena, ella la apartó con brusquedad volviendo a la realidad de pronto - ¿Se puede saber que demonios quiere? – preguntó ella olvidando los buenos modales, intentando escapar de aquel infierno , de aquella prisión - No comparto con seres monstruosos, mi vida, mis recuerdos , mi pasado, mi presente y mucho menos mi futuro – agregó ella con un tono de voz seguro de si mismo. Asagi, tal solo se convertía en un punto blanco para la gitana. Lyuba bajo su azulada vista hacía la rosa que tenía en sus manos, observándola sin entender porque había aceptado como un “regalo” de parte de Asagi. Frunció sus labios y comenzó a romper pétalo por pétalo – Observe , demonio de la noche , como esta bella flor parece adoptar la fealdad, la desnudez de una raíz muerta, solo porque sus pétalos se caen al suelo con la fragilidad de una pluma, al mismo tiempo que roba su belleza también roba el perfume de esta - a medida que hablaba su voz, cargada de odio y rencor , intentaba sonar serio – Pues de la misma manera, yo puedo arrancarle el alma del infierno, atravesando el fuego de este , torturándole y haciéndole sufrir tal cual hicisteis sufrir a las almas que os lleváis cada noche, para sobrevivir en un mundo que no soporta su existencia – crueldad, sus palabras crueles resbalan de sus labios - No se deje llevar por mi apariencia . Pues parezco frágil pero soy tal cual un guerrero – murmuró ella alejándose de el con unos pasos hacía atrás, sintiendo el frescor tranquilizando su corazón y su furia. Sus ojos, destellos del cielo, pedazos del mar, observaban al vampiro con detenimiento.
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
- Mi querida rosa tu lo eres todo lo que hay de mi en este mundo, ahora con el pasado y el futuro canto para ti, un abismo, una voz que se arrastra por el suelo, el lamento a capela más oscuro que la oscuridad, un corazón lleno, una voz que cae desde el cielo, una aria pasión mas roja que una rosa, sin conocer el placer de vivir… ¿Por qué nací tan Feo? Tan solo una vez deseo ver cómo es amar, incluso desde el interior de esta fea mascara. Nacer en este mundo sin conocer el amor, engullido por la oscuridad tal cual es… solo la luz de una vela quema mi caliente corazón, para que no pueda olvidar el final de este amor. Aunque olvides, incluso así yo te recordare siempre… Mi querida rosa tú lo eres todo lo que hay de mí en este mundo.
Vi como destrozaba aquella bella flor, aquella que yo mismo cultive y lo único que pude hacer fue cantarle frente a ella su destructora, mientras veía sus pétalos caer tan hermosamente sobre el suelo, la sensibilidad humana es un asco, ahí, lo supe todo, también acepto mi culpabilidad pero la flor ¿Qué culpa tenia de su rabia? Si bien era cierto que yo no mataba por matar, incluso para mí todo eso era un arte, todo para mí era poesía, para mi vivir y matar seguía siendo lo mejor y lo único de pocas cosas que me quedan en este mundo y ella me reclamaba, veía la furia que tenia, está bien que se descargara… Espero que al menos tenga lo suficiente para leer la hermosa metáfora dentro de mi canción, justo hacíamos otro espectáculo frente a todos, que desdicha, que cinismo el mío. Yo lo provoque todo desde un principio, aquella hermosa mujer sí que demostraba su ego, su danzar era toda una obra, la furia contra la rosa, el desprecio, el odio hacia mí, solo por ser lo que soy, ¿Qué culpa tengo yo de ser así? Acaso ella ¿Conoce mi historia como para odiarme y detestarme? Me temo que no, así que no tenía el derecho cualquiera se sentiría humillado o hundido pero yo mantenía la calma pensado que ella era irracional, que a veces somos vampiros por destino o por error o bien por maldad, esa parte de la máscara, detrás del blanco de aquella inexpresivos se escondían demasiadas cosas que los tontos humanos como ella no percibían.
- Yo no quiero nada, de ti aprendería poco ya lo veo, así como me has juzgado no me queda de otra, pero ¿Soy Dios? No verdad, quizá tu personalidad me llama la atención, solo pretendía introducirme en tu sentir conforme tus recuerdos, conforme la obra y lo que has comentado pero veo que la sensibilidad que poseo es mucho mejor a la que un simple humano como tu logra ver.
“Soy un demonio de la noche” Eso lo sé está claro, sin embargo parece que poseo humanidad, ego y hasta egoísmo para atreverme a todo eso, el orgullo no me lo hieren rápido, al contrario acepto sus criticas no puedo caerle bien a todo el mundo y mis palabras ambiguas pueden no tener significado para muchos, solo la luna, solo yo, solo una escasa luz me comprende ante toda esta noche y soy parte de su teatrito aquel que ella ha armado al no comprender exactamente lo que deseo transmitirle, veo como se destroza por completo, los pétalos arrancados, si supiera que ese sería el destino de mi amada rosa, jamás la hubiera extendido a manos de aquella persona, pero así es como Dios entrega a sus hijos a manos de los despiadados o de los inútiles.
- No estoy siendo engañado por tu apariencia así como tú no te fías de mi yo tampoco de ti, quizá tengas razón soy sanguinario, soy una bestia, pero no creo que me hagas sentir dolor alguno, ya que estoy muerto en vida y no siento nada y creo que no terminarías de torturarme haciendo justicia por los niños, mujeres y hombres de los cuales he bebido su sangre, a los cuales les perforo el pecho, tomo su corazón como tu tomaste esa rosa y lo destrozo cual fruta jugosa sobre mi boca…
El reflejo flota en una noche azulada, nuevamente trata de abrazarse a los restos de una voz, quisiera olvidar las razones que provocaron, que un amor inmenso ardiera en el más profundo color carmesí. No puedo dejar de pensar que lo entregue todo por ver mis sueños, pétalos que bailan en el viento, suavemente llueve sobre pétalos suavemente van cayendo sobre ti… Aun veo los pétalos caer como el carmesí.
Vi como destrozaba aquella bella flor, aquella que yo mismo cultive y lo único que pude hacer fue cantarle frente a ella su destructora, mientras veía sus pétalos caer tan hermosamente sobre el suelo, la sensibilidad humana es un asco, ahí, lo supe todo, también acepto mi culpabilidad pero la flor ¿Qué culpa tenia de su rabia? Si bien era cierto que yo no mataba por matar, incluso para mí todo eso era un arte, todo para mí era poesía, para mi vivir y matar seguía siendo lo mejor y lo único de pocas cosas que me quedan en este mundo y ella me reclamaba, veía la furia que tenia, está bien que se descargara… Espero que al menos tenga lo suficiente para leer la hermosa metáfora dentro de mi canción, justo hacíamos otro espectáculo frente a todos, que desdicha, que cinismo el mío. Yo lo provoque todo desde un principio, aquella hermosa mujer sí que demostraba su ego, su danzar era toda una obra, la furia contra la rosa, el desprecio, el odio hacia mí, solo por ser lo que soy, ¿Qué culpa tengo yo de ser así? Acaso ella ¿Conoce mi historia como para odiarme y detestarme? Me temo que no, así que no tenía el derecho cualquiera se sentiría humillado o hundido pero yo mantenía la calma pensado que ella era irracional, que a veces somos vampiros por destino o por error o bien por maldad, esa parte de la máscara, detrás del blanco de aquella inexpresivos se escondían demasiadas cosas que los tontos humanos como ella no percibían.
- Yo no quiero nada, de ti aprendería poco ya lo veo, así como me has juzgado no me queda de otra, pero ¿Soy Dios? No verdad, quizá tu personalidad me llama la atención, solo pretendía introducirme en tu sentir conforme tus recuerdos, conforme la obra y lo que has comentado pero veo que la sensibilidad que poseo es mucho mejor a la que un simple humano como tu logra ver.
“Soy un demonio de la noche” Eso lo sé está claro, sin embargo parece que poseo humanidad, ego y hasta egoísmo para atreverme a todo eso, el orgullo no me lo hieren rápido, al contrario acepto sus criticas no puedo caerle bien a todo el mundo y mis palabras ambiguas pueden no tener significado para muchos, solo la luna, solo yo, solo una escasa luz me comprende ante toda esta noche y soy parte de su teatrito aquel que ella ha armado al no comprender exactamente lo que deseo transmitirle, veo como se destroza por completo, los pétalos arrancados, si supiera que ese sería el destino de mi amada rosa, jamás la hubiera extendido a manos de aquella persona, pero así es como Dios entrega a sus hijos a manos de los despiadados o de los inútiles.
- No estoy siendo engañado por tu apariencia así como tú no te fías de mi yo tampoco de ti, quizá tengas razón soy sanguinario, soy una bestia, pero no creo que me hagas sentir dolor alguno, ya que estoy muerto en vida y no siento nada y creo que no terminarías de torturarme haciendo justicia por los niños, mujeres y hombres de los cuales he bebido su sangre, a los cuales les perforo el pecho, tomo su corazón como tu tomaste esa rosa y lo destrozo cual fruta jugosa sobre mi boca…
El reflejo flota en una noche azulada, nuevamente trata de abrazarse a los restos de una voz, quisiera olvidar las razones que provocaron, que un amor inmenso ardiera en el más profundo color carmesí. No puedo dejar de pensar que lo entregue todo por ver mis sueños, pétalos que bailan en el viento, suavemente llueve sobre pétalos suavemente van cayendo sobre ti… Aun veo los pétalos caer como el carmesí.
Última edición por Asagi Dunkelheit el Lun Ago 08, 2011 1:48 pm, editado 1 vez
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
Las yemas de los dedos de la gitana acariciaban con dureza aquella flor, aquellos pétalos que caían torturadas al suelo. Chocaban con el tal cual las gotas de lluvia en medio de un verano demasiado temperamental. Pero la gitana, su corazón maldito y su mirada desconfiada ,mostraban la frialdad que ella poseía. El ultimo pétalo, el ultimo latido débil de una rosa. Dejo caer también su cuerpo lleno de espinas . Ahora todo estaba claro, aquella rosa era inocente, dejaba crecer aquellas espinas alrededor de su verdoso cuerpo solo para protegerse del dolor, al ser arrancada. Se identifica con ella, con su dolor y al mismo tiempo del dolor de un vampiro que parecía poseer vida y sentimientos. Eso era algo que conmovía a la gitana . Pues ella era tan distante de aquellos seres, los odiaba, los detestaba ...pero aun así en su interior, aquel vampiro, Asagi transmitía el dolor y la pena que la gitana había producido en su corazón tras aquel desastre .
Escuchaba sus palabras, su manera de hacerla volar entre las estrellas que aquella noche iluminaba París. Por unos momentos, se sintió culpable. Momentos que se habían esfumado gracias al odio que envenenaba su corazón y su mente - ¿Tu rosa? - pregunto ella en suaves susurros, a sabiendas de que el vampiro podía escucharla a la perfección - Mírala, si, mírala - ordeno ella sin observar la rosa, tan solo enseñándola con la mano . Enseñando aquella fealdad y aquel dolor que ahora desprendía. ¿Donde estaba su belleza, su pasión y su fragancia de amor?. Muerto, todo estaba muerto . Aquello, era tan solo la escena de lo que a ella misma le había pasado. La belleza que antes poseía, lo puro de su corazón y la fragancia y los destellos que sus ojos azulados brindaban...estaban muertos.
Esa, era una forma en enseñar a los otros lo que había sufrido, obviamente "los otros" eran personas que veían mas allá de unos simples gestos . Asagi tenia que comprenderlo, allí estaba el motivo de su odio y repugnancia - ¿Querías saber mi pasado? ¿Te empeñabas en conocerme mientras pensabas que era una mujer inocente, indefensa y que al salir del teatro tú,demonio, te alimentarias de mi? - Lyuba casi suelta una carcajada - Error,error - repitió ella chasqueando la lengua y ladeando su rostro en una negación lenta - No te detengas, obsérvala como yace en medio de las calles de París, en una noche. Allí . .- enseño con la cabeza aquel crimen que ella había cometido - está lo que un día fui y al mismo tiempo, allí esta tu destino si no te apartas de mi camino y me dejas ir..porque el rencor que tengo hacia ustedes , Asagi, me impide ver mas allá de vuestra mascara de diablos provenientes del infierno - tras aquellas palabras, aquella confesión , ella desvió su mirada hacia otra parte permitiendo al viento jugar con aquella melena negra
- No soy una simple humana, no te confundas. Vosotros no tenéis sensibilidad , tal vez..dentro de ti,la parte humana sigue latiendo con fuerza . Quiero que me demuestres aquella parte de humanidad, quiero que me demuestres lo sensible que puedes llegar a ser - exigió la morena dando unos pasos hacia el vampiro. Su rostro se giro , clavando la hermosa de sus ojos en los antiguos ojos del vampiro. Sus palabras intentaban dañar a la gitana, pero ella mantenía la compostura , con la cabeza bien alta y orgullosa de haber echo aquello . Sus labios se entreabrieron mientras, en su mente había un orden ante las palabras que dejaría soltar sin dulzura alguna - No me tientes, Asagi.. - susurro ,casi siseo con la misma seguridad que antes - No compares, las monstruosidades con lo que yo acabo de hacer,porque no es lo mismo. Si, e cometido un crimen, pero tu has cometido miles. Eso te convierte en un monstruo sin corazón mientras que a mi...una asesina de la naturaleza, aprendiz...solo una aprendiz - murmuro colocando una de sus manos en la cintura , humedeciéndose los labios sin abandonar aquella postura desafiante.
Escuchaba sus palabras, su manera de hacerla volar entre las estrellas que aquella noche iluminaba París. Por unos momentos, se sintió culpable. Momentos que se habían esfumado gracias al odio que envenenaba su corazón y su mente - ¿Tu rosa? - pregunto ella en suaves susurros, a sabiendas de que el vampiro podía escucharla a la perfección - Mírala, si, mírala - ordeno ella sin observar la rosa, tan solo enseñándola con la mano . Enseñando aquella fealdad y aquel dolor que ahora desprendía. ¿Donde estaba su belleza, su pasión y su fragancia de amor?. Muerto, todo estaba muerto . Aquello, era tan solo la escena de lo que a ella misma le había pasado. La belleza que antes poseía, lo puro de su corazón y la fragancia y los destellos que sus ojos azulados brindaban...estaban muertos.
Esa, era una forma en enseñar a los otros lo que había sufrido, obviamente "los otros" eran personas que veían mas allá de unos simples gestos . Asagi tenia que comprenderlo, allí estaba el motivo de su odio y repugnancia - ¿Querías saber mi pasado? ¿Te empeñabas en conocerme mientras pensabas que era una mujer inocente, indefensa y que al salir del teatro tú,demonio, te alimentarias de mi? - Lyuba casi suelta una carcajada - Error,error - repitió ella chasqueando la lengua y ladeando su rostro en una negación lenta - No te detengas, obsérvala como yace en medio de las calles de París, en una noche. Allí . .- enseño con la cabeza aquel crimen que ella había cometido - está lo que un día fui y al mismo tiempo, allí esta tu destino si no te apartas de mi camino y me dejas ir..porque el rencor que tengo hacia ustedes , Asagi, me impide ver mas allá de vuestra mascara de diablos provenientes del infierno - tras aquellas palabras, aquella confesión , ella desvió su mirada hacia otra parte permitiendo al viento jugar con aquella melena negra
- No soy una simple humana, no te confundas. Vosotros no tenéis sensibilidad , tal vez..dentro de ti,la parte humana sigue latiendo con fuerza . Quiero que me demuestres aquella parte de humanidad, quiero que me demuestres lo sensible que puedes llegar a ser - exigió la morena dando unos pasos hacia el vampiro. Su rostro se giro , clavando la hermosa de sus ojos en los antiguos ojos del vampiro. Sus palabras intentaban dañar a la gitana, pero ella mantenía la compostura , con la cabeza bien alta y orgullosa de haber echo aquello . Sus labios se entreabrieron mientras, en su mente había un orden ante las palabras que dejaría soltar sin dulzura alguna - No me tientes, Asagi.. - susurro ,casi siseo con la misma seguridad que antes - No compares, las monstruosidades con lo que yo acabo de hacer,porque no es lo mismo. Si, e cometido un crimen, pero tu has cometido miles. Eso te convierte en un monstruo sin corazón mientras que a mi...una asesina de la naturaleza, aprendiz...solo una aprendiz - murmuro colocando una de sus manos en la cintura , humedeciéndose los labios sin abandonar aquella postura desafiante.
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
La niebla, el viento, el olor arrastro los pétalos fuera de todo, se había quebrantado un pequeño mundo de adoración, es así como el corazón de los humanos era, tan frágiles como una rosa, que cualquier persona llegaba a destrozar, tal y cual me lo había enseñado ella en ese momento, insistiéndome que viera los vestigios de lo que fue un glorioso palacio, no quedaban nada solo ruinas, solo fragmentos que no volverán a ser lo mismo por mas que se unan. Era lo mismo conmigo, con ella, con todo el mundo, en algún punto su fragilidad se fragmento en mil pedazos hasta hacerlos polvo y ya no se podía recuperar por más que lo aheleáramos.
La frialdad en las personas deja mucho que desear, es potente, pero letal, mata cada uno de los sentimientos, cada sentido, cada parte de uno mismo, mata la humanidad, esta se pierde, se anida pero se pudre y se seca, la frialdad dejaba vacio, en los ojos de esa humana, de aquella pequeña humana los podía ver, no solo en ella, en muchos, personas que se pudren y se secan, apestan y no valoran un poco de la belleza. ¡Fingir! Sí, eso era, pero al menos estaba embelleciendo el mundo quizá no de la forma que deseo, pero valoro lo que hay a mí alrededor, hasta las pequeñas gotas de agua que son perfectas y dan vida, merecen más respeto que una persona que lleva una corona y da órdenes.
Clave el color cobalto de mis orbes sobre los de ella, al escucharla con todo aquello, la seriedad y serenidad vino a mí, pero de serenidad ya no me estaba quedando mucho, no ahora que venía una calma y los estruendos se escuchaban tras mi silueta, haciéndola como una escena de terror, como una mancha de la impureza. – Nunca he pensado en alimentarme de ti… No pienso que seas una mujer débil, pero claro quizá la oscuridad me domine y eso pueda cambiar, sin embargo, no, no deseaba hacerte ningún mal y ahora lo dudo – Un gesto poco grácil se dibujo en la comisura de mi labios, uno pequeño en el lado derecho que mostraba frialdad. – La observo y no me comparo con ella, mi destino no es ese porque yo no tengo destino, no compares a una criatura “infernal” – Remarque porque era irónico ¿Quién difundía que veníamos del infierno?... Eso si era error humano, veníamos de la oscuridad mas no de ese lugar, pero retome el dialogo – Con una humana como tú, no me adviertas de tu peligro que yo no huelo nada.
Le escuchaba llena de rabia, siempre en mi mente existió la duda, ¿Por qué todos de la misma raza pagamos el odio que otros desataron?, no todos éramos iguales, eso era generalizar, y ciertamente a veces sentía hastío y monotonía, cuando nos odiaban solo por ser de la misma raza. Es como si yo buscara venganza solo porque una humana “rompió mi fragilidad” y fuera por el mundo levantando falsos de los demás. Quizá no se comparaba, pero ahora no quería entenderlo, el agonizante viento golpeo mi rostro, haciendo un revoltijo con mis cabellos. Desvié la mirada y un gesto se dibujo en mis labios, era una burla a lo que me decía – Tienes razón, yo mato, hombres, mujeres y niños…. Para alimentarme, les hago ver la gloría el paraíso, los acuno en mis brazos, absorbo toda su sangre al mismo tiempo que los libero de la misericordia, los hago volar, ilusionarse y vivir eternamente en eso que desean, soy como una droga y ellos para mi, finalmente mueren y perforo su pecho, tomando su corazón entre mis garras – Mientras recitaba las palabras camine detrás de su espalda lentamente susurrándole cada patrón de mis crímenes… “Según yo” – A veces el corazón se mueve sobre mis dedos y lo devoro rápidamente, es delicioso, degusto de los niños porque – Solté una carcajada – Ellos no tienen el alma contaminada, porque ellos tienen fragilidad e ilusión y por medio de ese néctar, me lo transmiten… Así que no digas que no tengo sensibilidad, de alguna manera la tengo… No físicamente como todos, pero no por nada soy un nefasto poeta – recargue mi barbilla en su hombro y sonreí con voz amable pronuncie – Querida rosa mía…
La frialdad en las personas deja mucho que desear, es potente, pero letal, mata cada uno de los sentimientos, cada sentido, cada parte de uno mismo, mata la humanidad, esta se pierde, se anida pero se pudre y se seca, la frialdad dejaba vacio, en los ojos de esa humana, de aquella pequeña humana los podía ver, no solo en ella, en muchos, personas que se pudren y se secan, apestan y no valoran un poco de la belleza. ¡Fingir! Sí, eso era, pero al menos estaba embelleciendo el mundo quizá no de la forma que deseo, pero valoro lo que hay a mí alrededor, hasta las pequeñas gotas de agua que son perfectas y dan vida, merecen más respeto que una persona que lleva una corona y da órdenes.
Clave el color cobalto de mis orbes sobre los de ella, al escucharla con todo aquello, la seriedad y serenidad vino a mí, pero de serenidad ya no me estaba quedando mucho, no ahora que venía una calma y los estruendos se escuchaban tras mi silueta, haciéndola como una escena de terror, como una mancha de la impureza. – Nunca he pensado en alimentarme de ti… No pienso que seas una mujer débil, pero claro quizá la oscuridad me domine y eso pueda cambiar, sin embargo, no, no deseaba hacerte ningún mal y ahora lo dudo – Un gesto poco grácil se dibujo en la comisura de mi labios, uno pequeño en el lado derecho que mostraba frialdad. – La observo y no me comparo con ella, mi destino no es ese porque yo no tengo destino, no compares a una criatura “infernal” – Remarque porque era irónico ¿Quién difundía que veníamos del infierno?... Eso si era error humano, veníamos de la oscuridad mas no de ese lugar, pero retome el dialogo – Con una humana como tú, no me adviertas de tu peligro que yo no huelo nada.
Le escuchaba llena de rabia, siempre en mi mente existió la duda, ¿Por qué todos de la misma raza pagamos el odio que otros desataron?, no todos éramos iguales, eso era generalizar, y ciertamente a veces sentía hastío y monotonía, cuando nos odiaban solo por ser de la misma raza. Es como si yo buscara venganza solo porque una humana “rompió mi fragilidad” y fuera por el mundo levantando falsos de los demás. Quizá no se comparaba, pero ahora no quería entenderlo, el agonizante viento golpeo mi rostro, haciendo un revoltijo con mis cabellos. Desvié la mirada y un gesto se dibujo en mis labios, era una burla a lo que me decía – Tienes razón, yo mato, hombres, mujeres y niños…. Para alimentarme, les hago ver la gloría el paraíso, los acuno en mis brazos, absorbo toda su sangre al mismo tiempo que los libero de la misericordia, los hago volar, ilusionarse y vivir eternamente en eso que desean, soy como una droga y ellos para mi, finalmente mueren y perforo su pecho, tomando su corazón entre mis garras – Mientras recitaba las palabras camine detrás de su espalda lentamente susurrándole cada patrón de mis crímenes… “Según yo” – A veces el corazón se mueve sobre mis dedos y lo devoro rápidamente, es delicioso, degusto de los niños porque – Solté una carcajada – Ellos no tienen el alma contaminada, porque ellos tienen fragilidad e ilusión y por medio de ese néctar, me lo transmiten… Así que no digas que no tengo sensibilidad, de alguna manera la tengo… No físicamente como todos, pero no por nada soy un nefasto poeta – recargue mi barbilla en su hombro y sonreí con voz amable pronuncie – Querida rosa mía…
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
" Lyuba tiró las rosas blancas al suelo una vez que el vampiro la había encerrado de nuevo. Las pisoteó,las destrozó y las mató con las pocas fuerzas que le quedaban. Lloriqueaba con la fragilidad de un recién nacido y susurraba maldiciones hacía aquel vampiro demente. En un final, se dejó caer , acariciando con su espalda arañada y mordida la pared del calabozo. Abrazó sus piernas a su cuerpo sin ninguna esperanza dentro de ella, etiquetando a si misma como a una persona que pronto enloquecerá o morirá. Sus pensamientos fueron esfumado por la llegada de Isari. No se levantó, tan solo escondió aun mas el rostro detrás de su melena negra y sucia. El vampiro se detuvo a unos cuantos pasos de la gitana, observando cómo había destrozado aquellas rosas blancas . No se enfureció tan solo se agachó tomando a Lyuba del rostro para observarla - ¿Que has echo gitana? - preguntó en susurros. La morena apartó su rostro de aquellas manos tan frías - No necesito tus estúpidos regalos. Puedes metértelos por donde te quepan que seguro tienes donde.. - aquel tono burlón no coincidía con la ira que llevaba en su interior y menos con los dientes que apretaba . Isari negó con la cabeza dejando escapar de sus labios un suspiro . Al principio la gitana creyó que esta vez no iba a torturarla de ninguna manera . Isari se quedó unos segundos mirando hacía la nada para luego , por sorpresa, empezando a golpear con los pies a Lyuba. Ella no gritaba , no demostraba su dolor. Pero las lágrimas la traicionaban y por protección, recogía su cuerpo prohibiendo que alcanzara zonas sensibles."
La gitana tragó saliva como si su garganta necesitara un mar entero . Aquellas imagenes y recuerdos en su mente se hacían cada vez mas constantes con cualquier material o persona del pasado. Esta vez, lo que había provocado las imagenes y el dolor fue aquella rosa que Lyuba había destrozado. No se arrepintió. Y cómo si ella fuese la culpable de toda su desgracia ,la fulminó con la mirada olvidándose por unos momentos del vampiro. ¿Pero como olvidarse de un fantasma enmascarado? - ¿Quién te a dicho que el odio que siento por ti es debido a tus colmillos o tu hambre?. Te equivocas y si pretendes darme miedo no lo consigues . No me importa que no quieras hacerme daño, porque no lo conseguirás y si lo consigues no te lo haré saber. No gritaré , no soltaré ningún gemido de dolor ...no lo haré..no - negó con la cabeza hablando con un tono de voz bajo, casi hablando para ella . Nadie podía causarle el mismo daño que Isari, nadie llegaba a esas alturas . En aquel momento la gitana deseaba ser un licántropo y retarle, morir o vivir en una batalla cuerpo a cuerpo con un vampiro. Pero era una simple humana. Suspiró bajando la mirada al suelo. Ahora su mente estaba plegada de una nube negra que avecinaba la obra del pasado.
Las declaraciones y las palabras de Asagi no eran nada mas ni nada menos que unas cuchillas afiladas. Lyuba cerró sus párpados y apretó sus labios con fuerza al sentir también como si fuera una presa y que el fin de sus días iban a ser contadas. Todo aquel daño que había echo Asagi era imperdonable. ¿No tenían conciencia los vampiros?. ¿No sentían culpa cuando mataban a tan preciosos bebes?. Aun con la ira envenenando su sangre sintió como la respiración se aceleraba y su pecho subía y bajaba . El aliento de Asagi golpeaba el cuello y los hombros desnudos de la joven , erizando su piel . Lyuba se dio con rapidez la vuelta, quedando frente a frente con el vampiro - No tienes corazón , Asagi, no lo tienes.. - susurró ella anclando en el puerto de sus ojos - Esa es la razón de tu fealdad.. - finalizó ella entrecerrando los ojos y sosteniendo una batalla de miradas . Necia gitana! A cada paso buscaba los brazos de la muerte pero su fe era tan grande que siempre se salía con vida. Prefería morir en vez de vivir en el abismo del dolor y el sufrimiento.
La gitana tragó saliva como si su garganta necesitara un mar entero . Aquellas imagenes y recuerdos en su mente se hacían cada vez mas constantes con cualquier material o persona del pasado. Esta vez, lo que había provocado las imagenes y el dolor fue aquella rosa que Lyuba había destrozado. No se arrepintió. Y cómo si ella fuese la culpable de toda su desgracia ,la fulminó con la mirada olvidándose por unos momentos del vampiro. ¿Pero como olvidarse de un fantasma enmascarado? - ¿Quién te a dicho que el odio que siento por ti es debido a tus colmillos o tu hambre?. Te equivocas y si pretendes darme miedo no lo consigues . No me importa que no quieras hacerme daño, porque no lo conseguirás y si lo consigues no te lo haré saber. No gritaré , no soltaré ningún gemido de dolor ...no lo haré..no - negó con la cabeza hablando con un tono de voz bajo, casi hablando para ella . Nadie podía causarle el mismo daño que Isari, nadie llegaba a esas alturas . En aquel momento la gitana deseaba ser un licántropo y retarle, morir o vivir en una batalla cuerpo a cuerpo con un vampiro. Pero era una simple humana. Suspiró bajando la mirada al suelo. Ahora su mente estaba plegada de una nube negra que avecinaba la obra del pasado.
Las declaraciones y las palabras de Asagi no eran nada mas ni nada menos que unas cuchillas afiladas. Lyuba cerró sus párpados y apretó sus labios con fuerza al sentir también como si fuera una presa y que el fin de sus días iban a ser contadas. Todo aquel daño que había echo Asagi era imperdonable. ¿No tenían conciencia los vampiros?. ¿No sentían culpa cuando mataban a tan preciosos bebes?. Aun con la ira envenenando su sangre sintió como la respiración se aceleraba y su pecho subía y bajaba . El aliento de Asagi golpeaba el cuello y los hombros desnudos de la joven , erizando su piel . Lyuba se dio con rapidez la vuelta, quedando frente a frente con el vampiro - No tienes corazón , Asagi, no lo tienes.. - susurró ella anclando en el puerto de sus ojos - Esa es la razón de tu fealdad.. - finalizó ella entrecerrando los ojos y sosteniendo una batalla de miradas . Necia gitana! A cada paso buscaba los brazos de la muerte pero su fe era tan grande que siempre se salía con vida. Prefería morir en vez de vivir en el abismo del dolor y el sufrimiento.
Lyuba A. Yumara- Licántropo Clase Baja
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
-Entonces dime tú ¿Qué quieres hacerme a mí?, ¿Por qué ese intereses?, ¿Por qué ese odio?, acaso una mal experiencia con los de ‘mi raza’ ha hecho que usted hermosa dama, desperdicie tan bello rostro en expresiones saladas, insípidas y llenas de rencor, ¿Acaso quiere venganza?, ¿o quizás irnos cazando de uno a uno con esa debilidad, que poseen los humanos al encertarnos? – Quizá no del todo comprendía la humana, pero al mirar sobre sus orbes podía ver un par de imágenes que pasaban rápidamente, un vampiro más era la clave entre todo esto.
Todos nos llegamos a odiar, incluso llegue a maldecirme por ser lo que soy, y porque no decirlo, llegue a tenerme lastima, ¿Quién desea a una criatura de sangre como yo?, la eternidad tenía un precio, que era sumamente alto, desde que nací sentí el hambre atacarme, una hambruna que nada podía calmar, la comida me hacia vomitar, nada saciaba mi sed, ni siquiera el agua, solo la sangre, solo eso, desde el día que aprendí a casar a mis ‘presas’ sentí la conmoción invadirme, cargar con sus muertes, hombres, mujeres, y me odie.
No llegue a amar de humano, mucho menos de inmortal, no tuve familia, no tuve hogar, no tuve nada, más que dos fieles sirvientes, una riqueza heredada y el abandono de todos, desde siempre fui odiado, por humano, por lo que me esperaba, pero ¿Qué culpa tenía yo?, solo el arrebatar unas pobres vidas para alimentarme y sentir su desdicha en la sangre, a veces hasta me suplicaban porque lo hiciera, desde la puta que se me acercaba con el brillo en sus ojos de tristeza por no querer vivir más siendo tocada por centenares de hombres por una deuda. Hasta el pobre niño que vagaba en las calles ya con las tripas pegadas a los huesos. No soy dios, pero al menos el paraíso les hacía ver al tomarlos y eso no era justificación de mis crímenes.
¿Corazón? era más que evidente que no lo tenía, hace milenios que deje de tenerlo y que dejo de palpitar, estaba putrefacto, no había vida, lo gusanos se lo comían de a poco y este se pudría, ¿Cómo una bestia así lo tiene?, es por eso que mato, es por eso que hay desdicha y tomo la vida de quien sea cuando sea a mi antojo, en eso la gitana tenía razón, cualquier humano, se inmuta al sentir mis palabras sobre sus oídios, sobre sus mentes, ¡Imaginen, pequeños niños que se pierden, que ilusiono a un punto de encanto y jamás despiertan del sueño! Porque una bestia de sangre les arrebato la vida, el dolor y el sufrimiento, porque él los succiono como una fruta cualquiera para seguir sin sufrimiento, no me proclamo como un ángel de la muerte, mucho menos estoy de acuerdo con el hecho de sentir a mis victimas, quizá al principio me aborrecí como cualquiera, desee no matar, pero, eso ya estaba en el pasado, no podía dejar de ser lo que era, esto ya no podía cambiar. El odio por lo visto me lo gane a pulso, desde antes de mi nacimiento. – Tienes razón, no tengo corazón – hice una pausa con la brevedad en mis palabras, para que salieran con ese tinte inocente, con ese tinte sufrido, porque llegaba a tener lastima de la humana – Pero tú que tienes un corazón, pareciera que no lo tienes y eso te hace terriblemente fea – Cínicamente sonreí. Acercándome cada vez más a su rostro, mirándole con un profundo deseo de muerte.
Todos nos llegamos a odiar, incluso llegue a maldecirme por ser lo que soy, y porque no decirlo, llegue a tenerme lastima, ¿Quién desea a una criatura de sangre como yo?, la eternidad tenía un precio, que era sumamente alto, desde que nací sentí el hambre atacarme, una hambruna que nada podía calmar, la comida me hacia vomitar, nada saciaba mi sed, ni siquiera el agua, solo la sangre, solo eso, desde el día que aprendí a casar a mis ‘presas’ sentí la conmoción invadirme, cargar con sus muertes, hombres, mujeres, y me odie.
No llegue a amar de humano, mucho menos de inmortal, no tuve familia, no tuve hogar, no tuve nada, más que dos fieles sirvientes, una riqueza heredada y el abandono de todos, desde siempre fui odiado, por humano, por lo que me esperaba, pero ¿Qué culpa tenía yo?, solo el arrebatar unas pobres vidas para alimentarme y sentir su desdicha en la sangre, a veces hasta me suplicaban porque lo hiciera, desde la puta que se me acercaba con el brillo en sus ojos de tristeza por no querer vivir más siendo tocada por centenares de hombres por una deuda. Hasta el pobre niño que vagaba en las calles ya con las tripas pegadas a los huesos. No soy dios, pero al menos el paraíso les hacía ver al tomarlos y eso no era justificación de mis crímenes.
¿Corazón? era más que evidente que no lo tenía, hace milenios que deje de tenerlo y que dejo de palpitar, estaba putrefacto, no había vida, lo gusanos se lo comían de a poco y este se pudría, ¿Cómo una bestia así lo tiene?, es por eso que mato, es por eso que hay desdicha y tomo la vida de quien sea cuando sea a mi antojo, en eso la gitana tenía razón, cualquier humano, se inmuta al sentir mis palabras sobre sus oídios, sobre sus mentes, ¡Imaginen, pequeños niños que se pierden, que ilusiono a un punto de encanto y jamás despiertan del sueño! Porque una bestia de sangre les arrebato la vida, el dolor y el sufrimiento, porque él los succiono como una fruta cualquiera para seguir sin sufrimiento, no me proclamo como un ángel de la muerte, mucho menos estoy de acuerdo con el hecho de sentir a mis victimas, quizá al principio me aborrecí como cualquiera, desee no matar, pero, eso ya estaba en el pasado, no podía dejar de ser lo que era, esto ya no podía cambiar. El odio por lo visto me lo gane a pulso, desde antes de mi nacimiento. – Tienes razón, no tengo corazón – hice una pausa con la brevedad en mis palabras, para que salieran con ese tinte inocente, con ese tinte sufrido, porque llegaba a tener lastima de la humana – Pero tú que tienes un corazón, pareciera que no lo tienes y eso te hace terriblemente fea – Cínicamente sonreí. Acercándome cada vez más a su rostro, mirándole con un profundo deseo de muerte.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
Ahora que tenía el rostro de Asagi mas cerca, sus ojos viajaban por su rostro con atención. Era perfecto, ningún rasguño u otras imperfecciones que pudiesen estropear aquella belleza que poseía. Si, era un ángel. ¿Y que si era un ángel rebelde y malvado?. Seguía desprendiendo la misma belleza que un ángel del cielo. Pero la tentación hacía ellos era mucho mas grande y te atraía mas. ¿Para que?. Para dejarte caer en tu propio universo, un abismo del mal que solo ellos podían crear. La gitana no se dejaba engañar con facilidad, aunque a cada paso ella tenía que luchar para no caer .
No era una persona perfecta, al contrario, era un mal ejemplo para todos y ella..ya no podía ser salvada por nadie, era demasiado tarde...demasiado. Sus múltiples preguntas hicieron a la gitana bajar la mirada de sus ojos , de sus labios y de aquella nariz perfecta. Ahora, clavados en el suelo como una niña pequeña que había echo algo mal, no habló y se podía ver en su rostro una tristeza que no podía ser escondida con la facilidad de su rencor - ¿A ti? - preguntó ella en un susurro sin despegar la vista del suelo - No pretendo hacerte nada si te mantienes lejos de mi, de mi mente, mis recuerdos ...y mi vida - logró decir aquella verdad que tanto le costaba. Pero sabía que no era cierto, que una parte de ella deseaba conocer a fondo aquel vampiro que parecía sensible.
Suspiró mordiéndose el labio inferior al escuchar la pregunta "por que ese odio?" . Por unos momentos cerró los ojos , aspirando el aroma de la noche mezclada con el aroma de Asagi . Un olor que deseaba grabarlo en su mente tanto como en su piel - No entiendes, nadie entiende ... - murmuró abriendo aquellos dos pares de ojos azules y clavándolos en los ojos del vampiro. Si, quería venganza! Y se sentía débil al ver que nunca conseguía hacerlo, no podía ir uno tras uno porque era una pérdida de tiempo, eran miles allí afuera.
Negó con la cabeza . De alguna manera el vampiro la había echo sentirse vulnerable - Si, quiero venganza..estoy..intentando vengarme desde hace mucho tiempo. Por mis padres, por mi...- acalló su voz cuando las lágrimas deseaban salir. Las reprimió apretando sus ojos mientras tomaba un poco de aire para poder proseguir - ..pero e perdido la confianza. Temo, temo por vosotros porque sois personas horribles...- la gitana explotó. Asagi la hizo explotar al cuestionar tantas preguntas que a la gitana - y yo no puedo ...ya está!Abandonó mis esperanzas, abandonó todos mis recuerdos..mi venganza porque.. - se mordió el labio inferior tan fuerte que en cualquier momento pensó que sangraría - ...creo que es mejor limitarme a vivir en mi propio pasado. Estoy atrapada, Asagi..y cuando me encuentro con los tuyos...lo único que hacéis es retarme.. con vuestras miradas tan..malvadas y cínicas.. - confesó humedeciéndoe los labios. Tras tantas confesiones , sus labios estaban secos y marchitos.
Aun no podía entrar en razón, no podía creer que tras aquellas palabras no había explotado en lágrimas. Dios santo !Apenas tenía 19 años ! ¿Que carajo había echo para sufrir tanto?. ¿Por que la vida le mostraba las peores cartas?. ¿Por qué?. Aun se lamentaba y lo seguiría haciendo hasta que todo aquel dolor que la marchitaba y la mataba, desapareciese. Tragó saliva mientras llevaba una mano a la cabeza, sentía un fuerte dolor . Pero aquel dolor, mágicamente, desapareció cuando la voz de Asagi resonó en su cabeza como unas notas musicales que se despegaban del arpa de los ángeles .
No pudo evitar no sorprenderse y como la mayoría de las veces, sus labios se entreabrieron - No.. - musitó ella rozando su nariz fría en un gesto humano, un gesto que el nunca iba a poder tenerlo tan solo podía fingir tenerlo - No tengo corazón, si, late..pero esta hecho pedazos y no precisamente por amor, Asagi.. - Lyuba llevó ambas manos para depositarlas sobre sus mejillas . El vampiro se podía dar cuenta que toda ella temblaba - Y si te acercas a mi corazón..te darás cuenta que cada pedacito , roto y encrespado...forma un corazón deforme , que apenas late..pero al menos sirve para dar vida a..lo que tienes delante - susurro ella apoyando su frente en la de Asagi , buscando consuelo..buscando dos brazos para protegerla de todo el mal que había en el mundo. Pero tal vez, ella se dejaba abrazar por los brazos de la muerte.
No era una persona perfecta, al contrario, era un mal ejemplo para todos y ella..ya no podía ser salvada por nadie, era demasiado tarde...demasiado. Sus múltiples preguntas hicieron a la gitana bajar la mirada de sus ojos , de sus labios y de aquella nariz perfecta. Ahora, clavados en el suelo como una niña pequeña que había echo algo mal, no habló y se podía ver en su rostro una tristeza que no podía ser escondida con la facilidad de su rencor - ¿A ti? - preguntó ella en un susurro sin despegar la vista del suelo - No pretendo hacerte nada si te mantienes lejos de mi, de mi mente, mis recuerdos ...y mi vida - logró decir aquella verdad que tanto le costaba. Pero sabía que no era cierto, que una parte de ella deseaba conocer a fondo aquel vampiro que parecía sensible.
Suspiró mordiéndose el labio inferior al escuchar la pregunta "por que ese odio?" . Por unos momentos cerró los ojos , aspirando el aroma de la noche mezclada con el aroma de Asagi . Un olor que deseaba grabarlo en su mente tanto como en su piel - No entiendes, nadie entiende ... - murmuró abriendo aquellos dos pares de ojos azules y clavándolos en los ojos del vampiro. Si, quería venganza! Y se sentía débil al ver que nunca conseguía hacerlo, no podía ir uno tras uno porque era una pérdida de tiempo, eran miles allí afuera.
Negó con la cabeza . De alguna manera el vampiro la había echo sentirse vulnerable - Si, quiero venganza..estoy..intentando vengarme desde hace mucho tiempo. Por mis padres, por mi...- acalló su voz cuando las lágrimas deseaban salir. Las reprimió apretando sus ojos mientras tomaba un poco de aire para poder proseguir - ..pero e perdido la confianza. Temo, temo por vosotros porque sois personas horribles...- la gitana explotó. Asagi la hizo explotar al cuestionar tantas preguntas que a la gitana - y yo no puedo ...ya está!Abandonó mis esperanzas, abandonó todos mis recuerdos..mi venganza porque.. - se mordió el labio inferior tan fuerte que en cualquier momento pensó que sangraría - ...creo que es mejor limitarme a vivir en mi propio pasado. Estoy atrapada, Asagi..y cuando me encuentro con los tuyos...lo único que hacéis es retarme.. con vuestras miradas tan..malvadas y cínicas.. - confesó humedeciéndoe los labios. Tras tantas confesiones , sus labios estaban secos y marchitos.
Aun no podía entrar en razón, no podía creer que tras aquellas palabras no había explotado en lágrimas. Dios santo !Apenas tenía 19 años ! ¿Que carajo había echo para sufrir tanto?. ¿Por que la vida le mostraba las peores cartas?. ¿Por qué?. Aun se lamentaba y lo seguiría haciendo hasta que todo aquel dolor que la marchitaba y la mataba, desapareciese. Tragó saliva mientras llevaba una mano a la cabeza, sentía un fuerte dolor . Pero aquel dolor, mágicamente, desapareció cuando la voz de Asagi resonó en su cabeza como unas notas musicales que se despegaban del arpa de los ángeles .
No pudo evitar no sorprenderse y como la mayoría de las veces, sus labios se entreabrieron - No.. - musitó ella rozando su nariz fría en un gesto humano, un gesto que el nunca iba a poder tenerlo tan solo podía fingir tenerlo - No tengo corazón, si, late..pero esta hecho pedazos y no precisamente por amor, Asagi.. - Lyuba llevó ambas manos para depositarlas sobre sus mejillas . El vampiro se podía dar cuenta que toda ella temblaba - Y si te acercas a mi corazón..te darás cuenta que cada pedacito , roto y encrespado...forma un corazón deforme , que apenas late..pero al menos sirve para dar vida a..lo que tienes delante - susurro ella apoyando su frente en la de Asagi , buscando consuelo..buscando dos brazos para protegerla de todo el mal que había en el mundo. Pero tal vez, ella se dejaba abrazar por los brazos de la muerte.
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
Le abrace sin dudarlo a mi pecho, no me importaba, si me rechazaba, no era que sus lágrimas me hubieran conmovido, claro estaba que yo no eras así, no me podía quizá inmutar a otras formas de sentir, pero lo diré… “Si los sentimientos mueren, dentro de un mortal, de un inmortal, de un demonio, de lo que sea, entonces ese ser esta definitivamente muerto, pero si no es así, si siguen germinando dentro de su ser aunque no tenga corazón, este puede seguir viviendo”… Por eso entendía cada lágrima de la rebelde gitana.
Envolví mis manos entre sus cabellos oscuros, tratando de calmar sus recuerdos, su fragancia era fuerte, tal como ella, los humanos poseían esa fragilidad que me seguía sorprendiendo, pero que ellos a veces no valoraban y Lyuba era un perfecto ejemplo de fortaleza y de convención a pesar del dolor que llevaba cargando, el peso de su cruz era demasiado para tan joven ser, pero no le importaba, seguía a pesar de todo, eso lo podía comprender.
Tome su rostro entre mis manos, alzando su mirada profunda y vacía contra la mía, a escasos centímetros de esos hermosos labios y bese la comisura de sus ojos, sin pensarlo. – Quizá no entienda pero sigo vivo de alguna manera, si aunque no lo creas, tenemos sentimientos y eso a un nos mantiene aquí – Susurre con un tono tranquilo, mientras le besaba despacito. – La venganza contra los míos, no sabes como la comprendo, hubo una época, donde… - Dirigí mi mirada a la de ella, para que observara el tinte de verdad en ellos – Mate a miles de vampiros, más viejo que yo, más poderosos… Solo porque me odiaba, odiaba que era…Empecé a odiar este ‘don oscuro’ estaba bendito y maldito… Más bien esto es una ‘Cruel bendición’… Pero comprendí que no podía cambiar lo que era, no me dejaron elección, termine por aceptarme… También quería optar por el suicidio como muchos, pero… No quería morir… Aún era ‘joven’ – sonreí pero eso se borró inmediatamente de mis labios.
-Sé que he hecho daño, he matado, mujeres, hombres y niños… Pero es algo una parte de mí que me domina… Has sufrido y tienes el derecho de vengarte, de odiarnos, pero eso te llevara a la muerte, ¿Acaso no es mejor seguir viviendo por tus seres que ya no están?... No es eso mejor ¿Qué vivir en un deseo que quizá no se cumplirá? – Contemple ese rostro, había tanto dentro pero claro, no me dejaba llegar.
¿Conocerla?, ¿Por qué no?, pero claro a lo mejor mis palabras no aliviaban su sufrimiento. – Rostro de ángel, corazón de demonio, es así como me suelen decir, la sonrisa malvada y la mirada de un asesino ya no la puedo cambiar, lo siento demasiado Lyuba, de verdad lo siento mucho – Era natural, incluso ahora mi rostro permanecía sereno, no se inmutaba, pero podía hacerlo mediante mis palabras.
-No le hagas eso a tú corazón, cada fragmento no volverá a ser lo que fue, pero has uno mejor, crea uno a partir de lo más bello que tengas, así sea poco, hazlo, no sabes lo que es no tener nada, ni siquiera un pedacito de ese corazón que tú tienes destrozado… - Muchos de mis compañeros deseaban vivir nuevamente, sentir su corazón latir, pero claro era imposible. – Abandona aquello y sigue adelante, sigue viviendo y no te enfrasques en la oscuridad…
Envolví mis manos entre sus cabellos oscuros, tratando de calmar sus recuerdos, su fragancia era fuerte, tal como ella, los humanos poseían esa fragilidad que me seguía sorprendiendo, pero que ellos a veces no valoraban y Lyuba era un perfecto ejemplo de fortaleza y de convención a pesar del dolor que llevaba cargando, el peso de su cruz era demasiado para tan joven ser, pero no le importaba, seguía a pesar de todo, eso lo podía comprender.
Tome su rostro entre mis manos, alzando su mirada profunda y vacía contra la mía, a escasos centímetros de esos hermosos labios y bese la comisura de sus ojos, sin pensarlo. – Quizá no entienda pero sigo vivo de alguna manera, si aunque no lo creas, tenemos sentimientos y eso a un nos mantiene aquí – Susurre con un tono tranquilo, mientras le besaba despacito. – La venganza contra los míos, no sabes como la comprendo, hubo una época, donde… - Dirigí mi mirada a la de ella, para que observara el tinte de verdad en ellos – Mate a miles de vampiros, más viejo que yo, más poderosos… Solo porque me odiaba, odiaba que era…Empecé a odiar este ‘don oscuro’ estaba bendito y maldito… Más bien esto es una ‘Cruel bendición’… Pero comprendí que no podía cambiar lo que era, no me dejaron elección, termine por aceptarme… También quería optar por el suicidio como muchos, pero… No quería morir… Aún era ‘joven’ – sonreí pero eso se borró inmediatamente de mis labios.
-Sé que he hecho daño, he matado, mujeres, hombres y niños… Pero es algo una parte de mí que me domina… Has sufrido y tienes el derecho de vengarte, de odiarnos, pero eso te llevara a la muerte, ¿Acaso no es mejor seguir viviendo por tus seres que ya no están?... No es eso mejor ¿Qué vivir en un deseo que quizá no se cumplirá? – Contemple ese rostro, había tanto dentro pero claro, no me dejaba llegar.
¿Conocerla?, ¿Por qué no?, pero claro a lo mejor mis palabras no aliviaban su sufrimiento. – Rostro de ángel, corazón de demonio, es así como me suelen decir, la sonrisa malvada y la mirada de un asesino ya no la puedo cambiar, lo siento demasiado Lyuba, de verdad lo siento mucho – Era natural, incluso ahora mi rostro permanecía sereno, no se inmutaba, pero podía hacerlo mediante mis palabras.
-No le hagas eso a tú corazón, cada fragmento no volverá a ser lo que fue, pero has uno mejor, crea uno a partir de lo más bello que tengas, así sea poco, hazlo, no sabes lo que es no tener nada, ni siquiera un pedacito de ese corazón que tú tienes destrozado… - Muchos de mis compañeros deseaban vivir nuevamente, sentir su corazón latir, pero claro era imposible. – Abandona aquello y sigue adelante, sigue viviendo y no te enfrasques en la oscuridad…
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
Lyuba se abrazó a en mismo instante que el vampiro la había protegido con sus brazos fríos. No hizo no el menor intento por empujarle (ciertamente eso haría si el humor monótono de antes la hubiese invadido), lo abrazó con un cariño humano . Dentro de Asagi había comprensión y algo de humanidad, dos cosas que Lyuba podía percibir. Ella era un alma pura y perdonaba cuando un vampiro poseía la sensibilidad de un humano. Asagi era digno de su perdón , por todos los pecados que había cometido. Pero ,obviamente , ella no era Dios para perdonar y castigar . Ella seguía su venganza a pie de la letra, acabando con todos los vampiros. Al menos eso pensaba minutos atrás, porque todo había dado un giro de 180º debido a un vampiro especial: Daniil . Y otro que parecía convertirse en algo especial:Asagi.
Se separó unos centímetros del vampiro, sin apartar su mano de aquel frágil rostro para observarle a los ojos. Su mirada decía tantas cosas pero a la vez ,callaban muchos secretos. No sabía muy bien interpretarla aunque el brillo de sus ojos, mostraban aquello que tanto agradecía Lyuba:confianza. En el momento que sus labios rozaron la comisura de sus ojos, ella los cerró dejando escapar de sus labios un suspiro. Su timbre de voz fue como un ruiseñor en medio de la madrugada, despertando a todo un pueblo para ser escuchado. Ella, se ahogó de vuelta en sus ojos sin decir palabra alguna para interrumpir al ruiseñor de su canto. Su historia era interesante , mas bien algo que había sorprendido a la gitana . ¿Cómo podía un vampiro matar a uno de los suyos.¿Y por qué?. Sus respuestas,al instante fueron respondidas - Pero..Asagi.. - comenzó la gitana embrujada por tal magnifico ser. El era tan diferente, pero a la misma vez tan parecido a los suyos - ¿No sentiste nada cuando los perseguías? - preguntó ella en susurros.
- ¿Y por qué? ¿Que culpa tenían ellos por lo que eres? - preguntaba sin entender aquello. Se dió cuenta que ella misma se estaba formulando las preguntas . "¿Por que culpaba a todos y los condenaba por el error de aquel vampiro que había matado a sus padres y al mismo tiempo el vampiro que la había atormentado durante años?" . Entendió aquello, entendió los errores que había echo durante tanto tiempo y como un niño que había admitido haber roto el plato de la cocina, bajó la mirada - ¿Sabes? - tras preguntas aquella palabra, su rostro fue irradiado por una sonrisa dulce - Me alegro tanto de que tu suicidio no fue llevado a cabo.. - sin evitar sus mejillas se tornaron en un color rojizo , otorgándole vida a su triste rostro - Porque ahora mismo, tu nu estarías en medio de la calle frente al teatro tan.. - giró su rostro para observarlo. ¿No había solo un teatro en París? - tétrico.. - lo apodó al recordar las personas que parecían desprender muerte con facilidad - conmigo, guiándome en mi camino y al mismo tiempo abriendo mis ojos cegados por el odio- confesó avergonzada . Deseaba pedir perdón por el daño que le había echo a su rosa pero era demasiado tarde y la gitana, poseía un orgullo mas grande que Asagi.
-Tienes razón - dijo en un final volviendo a sus ojos - Debería abandonar mi idea pero será algo tan difícil... - se quejó escuchando las siguientes palabras. ¿Estaba pidiendo disculpas por lo que era?. Los labios de la gitana se entreabrieron de nuevo sin poder dar crédito a lo que escuchaba - Asagi.. - su nombre fue aclamado con el acento rumano de la gitana . No sabía que decir, no sabía que hacer .. - Yo.. - aunque intentaba pronunciar palabra, ellas la abandonaba en el mismo vacío que sus padres lo hicieron. Su corazón latía con fuerza por las hermosas palabras de Asagi. Bendito ser por encontrarte con la gitana y despertarla a la realidad!. La morena dio unos pasos hacía atrás , asintiendo con la cabeza - No sabes cuanto me alegra encontrarte.. - fueron susurros tan bajitos que ningún humano pudiese escucharla pero Asagi, al ser un vampiro, tal vez la había escuchado .
Decidida en cambiar su destino y al mismo tiempo cambiar aquella discusión que tanto dolor le provocaba, preguntó - ¿Damos..una vuelta? - esperó paciente sin mirarle a los ojos. Tras aquellas palabras suyas, ella era incapaz de observarle . Estaba avergonzada por sus actos y al mismo tiempo por vivir en su propio infierno y oscuridad. Desvió sus ojos al teatro, donde el público lo estaba abandonando con la misma elegancia y sensualidad con la que lo había llenado.
Se separó unos centímetros del vampiro, sin apartar su mano de aquel frágil rostro para observarle a los ojos. Su mirada decía tantas cosas pero a la vez ,callaban muchos secretos. No sabía muy bien interpretarla aunque el brillo de sus ojos, mostraban aquello que tanto agradecía Lyuba:confianza. En el momento que sus labios rozaron la comisura de sus ojos, ella los cerró dejando escapar de sus labios un suspiro. Su timbre de voz fue como un ruiseñor en medio de la madrugada, despertando a todo un pueblo para ser escuchado. Ella, se ahogó de vuelta en sus ojos sin decir palabra alguna para interrumpir al ruiseñor de su canto. Su historia era interesante , mas bien algo que había sorprendido a la gitana . ¿Cómo podía un vampiro matar a uno de los suyos.¿Y por qué?. Sus respuestas,al instante fueron respondidas - Pero..Asagi.. - comenzó la gitana embrujada por tal magnifico ser. El era tan diferente, pero a la misma vez tan parecido a los suyos - ¿No sentiste nada cuando los perseguías? - preguntó ella en susurros.
- ¿Y por qué? ¿Que culpa tenían ellos por lo que eres? - preguntaba sin entender aquello. Se dió cuenta que ella misma se estaba formulando las preguntas . "¿Por que culpaba a todos y los condenaba por el error de aquel vampiro que había matado a sus padres y al mismo tiempo el vampiro que la había atormentado durante años?" . Entendió aquello, entendió los errores que había echo durante tanto tiempo y como un niño que había admitido haber roto el plato de la cocina, bajó la mirada - ¿Sabes? - tras preguntas aquella palabra, su rostro fue irradiado por una sonrisa dulce - Me alegro tanto de que tu suicidio no fue llevado a cabo.. - sin evitar sus mejillas se tornaron en un color rojizo , otorgándole vida a su triste rostro - Porque ahora mismo, tu nu estarías en medio de la calle frente al teatro tan.. - giró su rostro para observarlo. ¿No había solo un teatro en París? - tétrico.. - lo apodó al recordar las personas que parecían desprender muerte con facilidad - conmigo, guiándome en mi camino y al mismo tiempo abriendo mis ojos cegados por el odio- confesó avergonzada . Deseaba pedir perdón por el daño que le había echo a su rosa pero era demasiado tarde y la gitana, poseía un orgullo mas grande que Asagi.
-Tienes razón - dijo en un final volviendo a sus ojos - Debería abandonar mi idea pero será algo tan difícil... - se quejó escuchando las siguientes palabras. ¿Estaba pidiendo disculpas por lo que era?. Los labios de la gitana se entreabrieron de nuevo sin poder dar crédito a lo que escuchaba - Asagi.. - su nombre fue aclamado con el acento rumano de la gitana . No sabía que decir, no sabía que hacer .. - Yo.. - aunque intentaba pronunciar palabra, ellas la abandonaba en el mismo vacío que sus padres lo hicieron. Su corazón latía con fuerza por las hermosas palabras de Asagi. Bendito ser por encontrarte con la gitana y despertarla a la realidad!. La morena dio unos pasos hacía atrás , asintiendo con la cabeza - No sabes cuanto me alegra encontrarte.. - fueron susurros tan bajitos que ningún humano pudiese escucharla pero Asagi, al ser un vampiro, tal vez la había escuchado .
Decidida en cambiar su destino y al mismo tiempo cambiar aquella discusión que tanto dolor le provocaba, preguntó - ¿Damos..una vuelta? - esperó paciente sin mirarle a los ojos. Tras aquellas palabras suyas, ella era incapaz de observarle . Estaba avergonzada por sus actos y al mismo tiempo por vivir en su propio infierno y oscuridad. Desvió sus ojos al teatro, donde el público lo estaba abandonando con la misma elegancia y sensualidad con la que lo había llenado.
Lyuba A. Yumara- Licántropo Clase Baja
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
Escuche el tinte de su voz, me deje guiar por sus movimientos, como si de una danza se tratara, quería sentir el calor de su piel recorriendo la mía, escuche su pregunta, la cual me hizo reaccionar instantemente, a lo que no me pude contener y las palabras salieron en automático de mis labios, con un tono concreto. – Sentía rabia, impotencia, desesperación, absolutamente deseos de odio y rabia, a los de mi especie, ciertamente no tenían la culpa de lo que yo era, pero solo por el simple hecho de serlo, me deba repudio – Solté una pequeña carcajada irónica - ¿Sabes por qué?- Guarde una pausa – Porque desde el momento que fui concebido fui perseguido, porque desde ese instante ya sabía mi destino y me fue criando bajo ese destino, sabía a qué edad iba a morir y en qué ser me iba a convertir, me criaron con eso. – desvié un poco la mirada, tratando de recordar, si bien la historia detrás de este ser oscuro era peculiar. – Mi padre fue quien me convirtió, se enamoró de una humana siendo él un ser de sangre, el más odiado en esos tiempos, y por el simple hecho de haber nacido, dejo la semilla anidarse en mi cuerpo, una maldición que a los veintitantos años de mi vida humana me arrebatarían todo, todo, y créeme, aunque sabía y acepte mi castigo, no lo soporte, él y mi madre me abandonaron, con una fortuna, con este destino, con dos sirvientes, un vampiro y un brujo más fuertes y ancianos que yo, mi madre se cegó por el amor que le tenía a mi padre, siendo casi un bebe me dejaron atado a la oscuridad. – En la mirada se me veía el enojo, la rabia, sentía de nuevo aquellas sensaciones de la noche en que morí y renací en completa oscuridad– Alimentarme de otros, saciar mi sangre que cada vez era más y más demandante, pensé que si acababa con todos y después me exterminaba esto no pasaría… Pero me dio cuenta que por algo estamos aquí, conformamos el mundo y tenemos una razón de existir, aun no se cual, pero la tenemos, por eso no seguí, no continúe y me acepte tal cual, trate de vivir lo que me fue arrebatado, tuve la libertad de no ser instruido para un destino que se había cumplido ya. – busque la mirada de la gitana, ojala pudiera creerme, ojala pudiera comprender que esto no era lo que yo quería hace más de ocho mil largos años, o los que hayan sido, fue y es una batalla constante, te conviertes en asesino, le quitas la felicidad a otros pero a veces esos mismos humanos te dan el grato deseo de sentirte vivo, a través de amor, de algún sentimiento o solo con el hecho de perseguirte, escucharte y odiarte.
Abrace más a Lyuba a mi cuerpo, con un deseo de ser perdonado, por el simple hecho de existir y de ser lo que nunca elegí, pero ¿Qué culpa tenía yo?, buscando la respuesta a eso, pero podía sentir aun la felicidad, comprendía a la gitana mucho más de lo que pensaba, si bien este era un momento donde dejo ver a quien lo merece un poco de mí, pocos conocen la historia y otro no – Gracias a ti, por entrelazar nuestros caminos, el odio – sonreí – te consume, es algo que no vale la pena, estas en el derecho de sentirlo, pero no lo adoptes… Es lo mejor que puedes hacer, valora cada emoción, pero no las arraigues a ti, a menos que sea amor –Acaricie con ternura su cálido rostro, me encantaba esa mirada tan expresiva, ese rostro tan indescriptible y misterioso.
-Caminemos entonces – Me apreté de ella y le ofrecí el brazo nuevamente, me encantaba cada segundo al estar ante su presencia, porque era un cambio drástico a todo, era una gitana única, demasiado tiempo llevo conociendo a la gente para decir que Lyuba tenía el coraje, el valor, pero un orgullo grande que era un arma de doble filo a su favor, sin embargo es una persona atenta, de mente abierta y ningún humano comprendía mejor el odio que ella, que lo vivía en carne propia, eso me atraía demasiado de su personalidad – No sabes qué alegría meda poder intercambiar palabras, historias y sentimientos con una persona así, normalmente los humanos no comprenden, se guían cegados y no valoran lo precioso que poseen. Por eso es que deben de cometer demasiados errores, deben de vivir casi al borde para aprender la lección – alce la mirada al cielo y después me absorte en la belleza de la morena.
Abrace más a Lyuba a mi cuerpo, con un deseo de ser perdonado, por el simple hecho de existir y de ser lo que nunca elegí, pero ¿Qué culpa tenía yo?, buscando la respuesta a eso, pero podía sentir aun la felicidad, comprendía a la gitana mucho más de lo que pensaba, si bien este era un momento donde dejo ver a quien lo merece un poco de mí, pocos conocen la historia y otro no – Gracias a ti, por entrelazar nuestros caminos, el odio – sonreí – te consume, es algo que no vale la pena, estas en el derecho de sentirlo, pero no lo adoptes… Es lo mejor que puedes hacer, valora cada emoción, pero no las arraigues a ti, a menos que sea amor –Acaricie con ternura su cálido rostro, me encantaba esa mirada tan expresiva, ese rostro tan indescriptible y misterioso.
-Caminemos entonces – Me apreté de ella y le ofrecí el brazo nuevamente, me encantaba cada segundo al estar ante su presencia, porque era un cambio drástico a todo, era una gitana única, demasiado tiempo llevo conociendo a la gente para decir que Lyuba tenía el coraje, el valor, pero un orgullo grande que era un arma de doble filo a su favor, sin embargo es una persona atenta, de mente abierta y ningún humano comprendía mejor el odio que ella, que lo vivía en carne propia, eso me atraía demasiado de su personalidad – No sabes qué alegría meda poder intercambiar palabras, historias y sentimientos con una persona así, normalmente los humanos no comprenden, se guían cegados y no valoran lo precioso que poseen. Por eso es que deben de cometer demasiados errores, deben de vivir casi al borde para aprender la lección – alce la mirada al cielo y después me absorte en la belleza de la morena.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
Asagi era un vampiro sabio, inteligente y con experiencia . Apreciaba que el compartía su historia o el resumen , puesto a que ningún vampiro iba relatando su pasado. El vampiro ofreció su brazo a la gitana como una respuesta a la invitación de antes. Sin dudar ni un segundo, la gitana pasó su brazo delgado para comenzar a caminar mientras se deleitaba con su sonido de ruiseñor – No puedo creer ...- musitó ella con la mirada totalmente perdida en la noche – yo sentía lo mismo y por que negarlo? Aun siento aquella rabia, desesperación, odio a los de tu especie..- le daba la razón y se todas aquellas sensaciones de Asagi no eran mas que los clones de las mismas sensaciones y sentimientos de la morena. Tantos años había vivido como prisionera de su pasado, que en aquel momento volvió a encontrarse con las sombras que la acechaban . Temió, como tantas veces las temía y por instinto, apretó un poquito el brazo de Asagi mientras sus cejas se fruncieron levemente. La historia de Asagi volvió a reclamar la atención de Lyuba y satisfaciendo aquella curiosidad suya, agudizó el oído para escucharle - ¿Perseguido? - preguntó ella con el rostro girado sin dejar de observarle. Aun caminando podía percibir las personas que poco a poco dejaban atrás sin rumbo fijo - ¿Y te gusta, te agrada ser lo que eres? - preguntó de nuevo tras escuchar las palabras del destino.
Si fuese humano, Asagi recibiría un lugar demasiado especial en el frágil corazón de la gitana. Pero era un vampiro y ella tenía ciertas dificultades con ellos. Lyuba, al poseer aquel poder del aura, percibió los mismo sentimientos que el vampiro. Eran fuertes, incluso mucho mas que el odio de ella. Eso sorprendió a la gitana, pero no dijo nada. No reveló aquel secreto,tan solo se paró en seco mientras colocaba la otra mano sobre su brazo para observarle fijamente – En el fondo, nos parecemos demasiado, mi querido Asagi.. - comentó ella aterciopeladamente – Mis padres también me abandonaron, pero no de aquella manera cruel en la que los tuyos lo hicieron. Los míos murieron a manos...de un vampiro. Soy consciente de tus sentimientos, de tu furia, rabia, odio...y rencor, pues yo vivo con estos sentimientos año tras año. Lo bueno es que tu no lo sientes tan profundo, porque yo...en este mismo instante...lo siento cien mil veces mas que tu – murmuraba temerosa. Había jurado que no iba a contarle aquello y sin embargo lo hacía de una manera mucho mas codificada – Creí que los vampiros no sentían nada hasta que relatan su pasado...¿cierto? - preguntó de nuevo - Siento lo que te a ocurrido. Pensaba que mi destino era el peor de todos los seres y sin embargo descubro que el tuyo es peor o tal vez parecido. Pero duele tal cual unas navajas afiladas clavadas en una herida provocada por unas balas-
Aun parados en aquel lugar , por el momento desconocido, Lyuba seguía escuchándole – Esa es la parte que mas odio , también se alimentaron de mi.- “ incorrecto gitana, se alimentó. Solo fue uno , el único al que odias y eres consciente de que sigue vivo...vagando como un verdadero cadáver por el mundo con el propósito de hacer mal a la gente “ . No pudo contenerse, su piel se heló de repente y su espalda fue acariciada por un escalofrío para nada placentero. Como tantas veces , la gitana escondió aquello tras la mascara de una sonrisa demasiado dulce para ser descubierta – Tienes razón, me alegro tenerte a mi lado – sin decir nada mas volvió a caminar con la mirada en el suelo y con sus pensamientos echos un desastre. Era como un cajón repleto de ropa y sin darse cuenta, este se llenaba y se llenaba sin limite alguno hasta que todo se desordenaría por completo. ¿Quién pensaría que ella estaría vagando en la noche con un vampiro, compartiendo historias y pasados?. Obviamente ella no iba a contarle aquella tortura que vivió con....Isari, porque no valía la pena. No podía pronunciar su nombre, pues parecía sentirle cerca hasta tal punto de sentir la respiración putrefacta en su cuello y sus labios – Asagi... ¿cuantos años tienes? - preguntó ella curiosa sin comentar las palabras de antes . Agradecía que el destino le otorgase personas especiales , incluso si eran vampiros . Pues Asagi, era el segundo vampiro importante que ella conocía y que recordaría el resto de su vida. No le observó ,sus celestes ojos estaban entretenidos con un par de vagabundos que yacían borrachos a la entrada de un callejón que ellos habían dejado atrás.
Si fuese humano, Asagi recibiría un lugar demasiado especial en el frágil corazón de la gitana. Pero era un vampiro y ella tenía ciertas dificultades con ellos. Lyuba, al poseer aquel poder del aura, percibió los mismo sentimientos que el vampiro. Eran fuertes, incluso mucho mas que el odio de ella. Eso sorprendió a la gitana, pero no dijo nada. No reveló aquel secreto,tan solo se paró en seco mientras colocaba la otra mano sobre su brazo para observarle fijamente – En el fondo, nos parecemos demasiado, mi querido Asagi.. - comentó ella aterciopeladamente – Mis padres también me abandonaron, pero no de aquella manera cruel en la que los tuyos lo hicieron. Los míos murieron a manos...de un vampiro. Soy consciente de tus sentimientos, de tu furia, rabia, odio...y rencor, pues yo vivo con estos sentimientos año tras año. Lo bueno es que tu no lo sientes tan profundo, porque yo...en este mismo instante...lo siento cien mil veces mas que tu – murmuraba temerosa. Había jurado que no iba a contarle aquello y sin embargo lo hacía de una manera mucho mas codificada – Creí que los vampiros no sentían nada hasta que relatan su pasado...¿cierto? - preguntó de nuevo - Siento lo que te a ocurrido. Pensaba que mi destino era el peor de todos los seres y sin embargo descubro que el tuyo es peor o tal vez parecido. Pero duele tal cual unas navajas afiladas clavadas en una herida provocada por unas balas-
Aun parados en aquel lugar , por el momento desconocido, Lyuba seguía escuchándole – Esa es la parte que mas odio , también se alimentaron de mi.- “ incorrecto gitana, se alimentó. Solo fue uno , el único al que odias y eres consciente de que sigue vivo...vagando como un verdadero cadáver por el mundo con el propósito de hacer mal a la gente “ . No pudo contenerse, su piel se heló de repente y su espalda fue acariciada por un escalofrío para nada placentero. Como tantas veces , la gitana escondió aquello tras la mascara de una sonrisa demasiado dulce para ser descubierta – Tienes razón, me alegro tenerte a mi lado – sin decir nada mas volvió a caminar con la mirada en el suelo y con sus pensamientos echos un desastre. Era como un cajón repleto de ropa y sin darse cuenta, este se llenaba y se llenaba sin limite alguno hasta que todo se desordenaría por completo. ¿Quién pensaría que ella estaría vagando en la noche con un vampiro, compartiendo historias y pasados?. Obviamente ella no iba a contarle aquella tortura que vivió con....Isari, porque no valía la pena. No podía pronunciar su nombre, pues parecía sentirle cerca hasta tal punto de sentir la respiración putrefacta en su cuello y sus labios – Asagi... ¿cuantos años tienes? - preguntó ella curiosa sin comentar las palabras de antes . Agradecía que el destino le otorgase personas especiales , incluso si eran vampiros . Pues Asagi, era el segundo vampiro importante que ella conocía y que recordaría el resto de su vida. No le observó ,sus celestes ojos estaban entretenidos con un par de vagabundos que yacían borrachos a la entrada de un callejón que ellos habían dejado atrás.
Lyuba A. Yumara- Licántropo Clase Baja
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Re: The Phantom of the Opera {Privado}
Quizá las cosas a lo largo de mi vida se tornaron de manera misteriosa o de una manera tan fúnebre, pero aún seguía, y no negaba que dentro de mí hay algo que llaman ‘bestia, demonio y asesino’… Hay mucho dentro de las personas y el conocerlas es un reto que nunca termina, al menos con Lyuba sentía una especie de conexión, pero claro ella era humana, demasiado para comprender y descifrar cada parte de un putrefacto libro viejo como yo. Su pregunta se me hizo interesante la última vez que alguien me lo pregunto fue un chiquillo al cual le arrebate la vida. Baje la mirada achicándola un poco un simple gesto pensativo… - Ser… Lyuba a ti no puedo engañarte, pero adoro ser este ser de sangre que visualizas, lo que pasa es que no me dio tiempo de disfrutar siendo humano y dentro del demonio que soy, pude encontrar pasiones y una forma de ‘sobrevivir parecida a la vida’ los alimentos más deliciosos no puede probarlos, pero supe distinguir la sangre de un asesino, de una mujer, de un niño, de las personas y fui conociendo como se conforma el mundo en mi boca. – sonríe demasiado convencido por lo que profanaba.
Escuche todo lo que decía y pude evocar algún recuerdo, sin querer me había inmiscuido en su mente, pero me hice el occiso, no debía hacerlo, ella me estaba confiando no toda su historia y claro yo tampoco la mía porque había cosas que no valen la pena ser recordadas en momentos como esos, y sin embargo dijo algo muy cierto, el dolor. – El dolor es la máxima prueba de que estas vivo – le observe de reojo mirando el viento pasar las páginas de nuestros pasados, ver en tinta carmesí escribirse con ese tinte doloroso que se reflejaba en nosotros, con ese hilillo de voz que nos hacía evocar viejos recuerdos. – Ya lo dije Lyuba, no es necesario el palpitar de un corazón para sentirse vivos, o para sentir dolor, incluso hay vampiros que aman a mortales o se aman entre la misma raza, y cuando uno de ellos llega a ser tocado o perece, este cae en un vacío, en un dolor, en una soledad… Lo sé, lo he experimentado quizá no con amor pero si con el pasado. – seguimos caminando bajo un cielo desteñido que ha perdido color con el paso del tiempo y seguimos relatando la vida a dos casi extraños que conectaron con un sentimiento de odio, el uno por el otro.
Llegaba a comprender que sienten los humanos cuando alguien se alimenta de ellos, cuando los marcamos y bebemos solo por placer, solo porque si, el dolor, el miedo, la debilidad eran los mejores olores por el cual un vampiro podía enloquecer, tomar a las víctimas y dañarlos, incluso conocía a enfermos que se enamoraban de sus víctimas y les perseguían hasta la muerte, era cierto, somos repugnantes y asquerosos, demasiado desgraciados y malditos, aunque a unos cuantos nos importaba poco lo demás a nuestro alrededor. – Ahora entiendo más, tu familia, el que te hayan tomado y marcado de esa forma, no puedo decir que lo siento, porque estaría mintiendo, y se el coraje que tienes, sin embargo estás viviendo y no puedes contaminarte nosotros somos así, nos importa tan poco dañar, tomar a quien sea, asesinar con tal de elevar la libido… Aprende a vivir Lyuba, no te estanques, si ese ser anda por ahí, déjalo, creo que aún se aplica en nosotros ‘el tarde que temprano, llegara nuestro castigo por los pecados cometidos’ – apreté con fuerza su mano, entrelazándola con la mía, con los helados dedos y con el tacto putrefacto.
Su vista se evocaba en un mar sin fin lleno de temerosas olas que se meneaban aún más con fuerza, su mirada, su personalidad eran una tempestad que con palabras podía defenderse de este mundo y podría seguir más adelante, entonces vino la curiosidad, ¿mi edad?, milenios y milenios, era extenuante, - ocho mil años… siendo vampiro – musite en murmullo solo para ella, ¿se sorprendería?, era difícil manejarme, con inteligencia y sabiduría, pero trataba siempre de acoplarme a cada época y aprender de los grandes que marcaron el mundo mortal.
Escuche todo lo que decía y pude evocar algún recuerdo, sin querer me había inmiscuido en su mente, pero me hice el occiso, no debía hacerlo, ella me estaba confiando no toda su historia y claro yo tampoco la mía porque había cosas que no valen la pena ser recordadas en momentos como esos, y sin embargo dijo algo muy cierto, el dolor. – El dolor es la máxima prueba de que estas vivo – le observe de reojo mirando el viento pasar las páginas de nuestros pasados, ver en tinta carmesí escribirse con ese tinte doloroso que se reflejaba en nosotros, con ese hilillo de voz que nos hacía evocar viejos recuerdos. – Ya lo dije Lyuba, no es necesario el palpitar de un corazón para sentirse vivos, o para sentir dolor, incluso hay vampiros que aman a mortales o se aman entre la misma raza, y cuando uno de ellos llega a ser tocado o perece, este cae en un vacío, en un dolor, en una soledad… Lo sé, lo he experimentado quizá no con amor pero si con el pasado. – seguimos caminando bajo un cielo desteñido que ha perdido color con el paso del tiempo y seguimos relatando la vida a dos casi extraños que conectaron con un sentimiento de odio, el uno por el otro.
Llegaba a comprender que sienten los humanos cuando alguien se alimenta de ellos, cuando los marcamos y bebemos solo por placer, solo porque si, el dolor, el miedo, la debilidad eran los mejores olores por el cual un vampiro podía enloquecer, tomar a las víctimas y dañarlos, incluso conocía a enfermos que se enamoraban de sus víctimas y les perseguían hasta la muerte, era cierto, somos repugnantes y asquerosos, demasiado desgraciados y malditos, aunque a unos cuantos nos importaba poco lo demás a nuestro alrededor. – Ahora entiendo más, tu familia, el que te hayan tomado y marcado de esa forma, no puedo decir que lo siento, porque estaría mintiendo, y se el coraje que tienes, sin embargo estás viviendo y no puedes contaminarte nosotros somos así, nos importa tan poco dañar, tomar a quien sea, asesinar con tal de elevar la libido… Aprende a vivir Lyuba, no te estanques, si ese ser anda por ahí, déjalo, creo que aún se aplica en nosotros ‘el tarde que temprano, llegara nuestro castigo por los pecados cometidos’ – apreté con fuerza su mano, entrelazándola con la mía, con los helados dedos y con el tacto putrefacto.
Su vista se evocaba en un mar sin fin lleno de temerosas olas que se meneaban aún más con fuerza, su mirada, su personalidad eran una tempestad que con palabras podía defenderse de este mundo y podría seguir más adelante, entonces vino la curiosidad, ¿mi edad?, milenios y milenios, era extenuante, - ocho mil años… siendo vampiro – musite en murmullo solo para ella, ¿se sorprendería?, era difícil manejarme, con inteligencia y sabiduría, pero trataba siempre de acoplarme a cada época y aprender de los grandes que marcaron el mundo mortal.
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