Rosas, jazmines, gardenias, tulipanes... todo suyo. (Tyler Fausten)

por **Yulianna Fiódorovna** Dom Mayo 08, 2011 12:50 pm

12.00. Mediodía. Cuide de mi jardín.

Yulianna estaba en su jardín. Sin duda era uno de los lugares favoritos de esta. Había desde manzanos a cerezos, y desde rosas a tulipanes. Pero también había hiervas malas. Y ese era el problema. Ya no tenía jardinero. Llevaba exactamente una semana sin que nadie cuidase de sus flores, tan queridas por ella, que solía decir que daban vida. Y es que alegran la vista solo con verlas.

Y después de esos duros días, viendo como las flores se marchitaban por no tener agua, y como las manzanas caían y se estropeaban, encontró a alguien. Era un jóven. Tan sólo había escuchado hablar de él, pero parecía de confianza. Eso esperaba. Y ella necesitaba su ayuda urgentemente. Así que le hizo llamar. Y ahí estaba ella. Con un vestido verde, a juego con el césped y una simple cinta dorada en el cabello. Paseaba, dirigiéndose hacia la mesa del té. Había pastas, café y té. Allí lo esperaría. A la luz del sol.

por **Tyler Fausten** Dom Mayo 08, 2011 1:03 pm

Ni siquiera me dio tiempo de golpear la puerta con mis manos a lo que ésta se abrió dejandome paso, salvo por un señor que obstruía mi camino.

- Tyler Fausten señor, me avisaron para trabajar en el Jardin de la señora... miré el papel en el que había escrito el nombre junto con la dirección de la señora. Fiódorovna

Bajo la mirada escrutadora del mayordomo me indicó exactamente donde se encontraba el nombrado jardín. La casa se veía majestuosa solo deseaba encontrarme con algo bueno y poder así hacer lo único que me inspiraba además de modelar el marmol como mi padre, cuidar jardines... por muy raro que sonase.
Las puertas se abrieron tras mi paso y lo único que pude ver tras la cegadora luz que había en esos momentos del día fué una mujer vestida de color verde, junto a una mesa con un parasol.. para no quemar su delicada piel.

- - La señora Fiódorovna, supongo. - Hice una pequeña reverencia al soltar mis herramientas en el suelo. Con un ojo cerrado aun acostumbrandose a la luz sonreí. - - Tyler Fausten señora, un placer conocerla.. No estaba bien visto que los trabajadores de importantes familias dirigiesen palabras a sus amos, pero yo simplemente era así, sin importat mucho lo que pensasen, no lo hacía malintencionadamente.

por **Yulianna Fiódorovna** Dom Mayo 08, 2011 1:08 pm

Al fin llegó. Se trataba de un jóven alto, de estructura corpulenta, y se atrevería a decir que hermosos rasgos. Traía una caja con erramientas, y ella no pudo evitar a sonreír por dos motivos: el primero, porque cerró un ojo al saludarla, lógicamente intentando acostumbrarse al sol, y el otro, porque la había saludado de una manera extraña, pues normalmente las personas del servicio no entablaban conversación con sus "amos".

-Buenos días. Es un placer tenerle aquí. Espero pueda ayudarme con este desastre que llamo "jardín". -Dijo ella con una cordial sonrisa. -Por favor, tome asiento. -Ofreció señalando la silla que se entontraba al lado de la suya. -¿Café o té? -Yulianna era sencillamente una de las personas más humildes que habitaban el planeta. Y quería conocer a su nuevo empleado.

por **Tyler Fausten** Dom Mayo 08, 2011 2:09 pm

Negué con la cabeza sin ánimos de ofender a la señora, pero no había llegado al lugar tan solo para tomar pasatas como ellos solían, yo no estaba acostumbrado a ello.

- Me gustaría saber que es lo que le gustaría... conservar del lugar. Aqui hay mucho trabajo.. Llevé una mano a mi nuca, arrascándola con suavidad a la vez que pensaba las posibles maneras. - Podría dejarlo todo en mis manos... me gustaría disponer de algo de madera, si no la importuna.

Opté por sentarme, para no hacer el feo a la dama, debía cambiar mis costumbres, que.. a pesar de no ser típicas de una bestia, a veces dejaban mucho que desear. Pensé y observé el jardín y sus extensiones,,, como la mala hierba crecía alrededor de las hermosas flores que parecían perder vida. Como un tronco de árbol amenazaba con podrirse y caer sobre la cerca, rompiendo algun que otro cristal. Supuse que el dinero no la importaba pero mi meta era hacer un buen trabajo, algo que pudiese hacer sonsacar una leve sonrisa a alguien.

- Cuando podré empezar?

por **Yulianna Fiódorovna** Dom Mayo 08, 2011 3:06 pm

Cuando negó su petición quedó asombrada, pero al fin y al cabo no a todo el mundo le gustaba el té... ¿no? Así que le observó como se sentaba donde ella le había indicado, y posteriormente preguntó qué debía hacer.

-Sencillamente solucionar el problema con las hiervas, cuidar las flores, recortar los arbustos, y regar los árboles, además de cortar el césped. -Miró detrás de él. No había nadie más. -¿No tiene ayuda? -Preguntó ahora sí muy asombrada. -Bueno... puedo enviarle a gente que trabaja en mi casa si así lo desea, y en cuanto a la madera... puede utilizar la que tengo en la caseta de al lado de el establo, o la que está al lado de la casa. Junto a la cocina. Lo dejo a su elección. Mi mayordomo, al cual ya habrá conocido, le enseñará la propiedad. -Dijo finalmente sonriendo -Y por cierto... ¿usted necesitará habitación? Lo digo para preparársela. -Añadió cortesmente.

por **Tyler Fausten** Miér Mayo 11, 2011 10:04 am

Attendí las palabras de la señora como siempre hacía, cortésmente, pero sin perder la compostura y el porte que me distinguía llegando a parecer una persona atractiva a pesar de mi clase social.
Quizás las personas le tenían un aprecio particular, y aunque a veces me excedía en mis... "labores" no lo pretendía. Bien si una mujer viuda necesitaba el calor humano y yo necesitaba una noche bajo el cobijo de un hogar, no tenía mas remedio que aceptar la propuesta indiscreta. Aunque no me suponía un gran esfuerzo aceptarla.

Tomé mis cosas, y colocandome a sus espaldas me arrimé sin proponermelo a su oido.

- Señora... - alcé el brazo por al lado de los suyos. - creo que un banco mecedor estaría bien en aquel lugar... bajo la copas de los árboles para cuando lleguen los calurosos dias de verano. Arrastré las palabras y bajé la mano embriagado por el aroma que desprendía la mujer a escasos centímetros de mí, a lo que me separé reparando en que quizá la molestaría mi intromisión.

- Si no le importuna la idea, claro está. - Tomé un tiempo para dejar que la mujer de la casa tomase alguna decisión importante quizá para la nueva.. redecoración de su jardin.

- Por lo de la habitación... diría que no hace falta que me la prepare, a no ser que necesite prisa. - Sonreí de aquella forma que decían las mujeres que les encantaba, cálida, protectóra y quizá con un toque sensual. Trabajaré los dias de lluvia también, aun estoy buscando residencia o un simple cuarto que alquilar, así que no tengo otra cosa mejor que hacer, signora.

por **Yulianna Fiódorovna** Sáb Mayo 14, 2011 5:49 pm

Atento, amable, cortés, ¿culto?. Todo un seductor.

Sin duda Yulianna había contratado a uno de los mejores jardineros, o eso parecía. Primero miró su brazo, que había pasado casi rozando el de ella, y después alzó la vista hacia el lugar que este había señalado. Sonrió y aceptó. Sin duda era una buena idea.

-Si... tiene usted un buen ojo para esto. -Piropeó. -Dígame... ¿Alguna idea más para mi casa, o para su nueva habitación? Dígame como quiere decorarla... y por cierto, será cortesía de la casa. Además... no necesito alquiler, me encantará algo de compañía... si acepta. -Propuso. Luego sonrió de nuevo, imaginando como quedaría el jardín con esa y seguro más ideas que vendrían.

Después se quedó pensando en sus palabras, pausadas y acarameladas. ¿Sería así con todas sus jefas? Ya se lo estaba imaginando, con el cabello suelto, la camiseta quitada, y el pecho sudoroso... un icono atractivo para muchas... Pero Yulianna seguía pensando en su manera de hablar, que parecía hipnotizar.

[off:! Perdona, no lo había leído hasta ahora mismo. Por favor, si ves que no te contesto avísame por mp o si me ves en el CB. Gracias]

por **Tyler Fausten** Dom Mayo 15, 2011 5:11 am

Negué con la cabeza a la par que sonreía.

- No hay problema alguno, solo que me sentiría algo "encerrado" si paso las 24 horas aqui dentro señora, buscaré una habitación para que me alquilen, no quiero importunaros a vos y a su marido.

Descarado o no, la última palabra pudo apreciarse como una pregunta un tanto directa. Pero lo cierto era que me incomodaría si pasaba en un mismo lugar unos dias enteros, hasta acabar mi trabajo. Sonreí volviendo a echar hacia atrás mi pelo que se mostraba algo rebelde, como siempre me gustaba tenerlo. En el resto del día no tenía nada mas importante que hacer salvo cuidar el jardin de la señora.

- Si me permite, podré empezar ahora mismo.

off: Se entiende, unos post son mas interesantes que otros. Smile

por **Yulianna Fiódorovna** Dom Mayo 15, 2011 9:09 am

Al parecer no iba a quedarse. Él mismo. Yulianna no podía hacer nada más por el.

-Como usted desee. -Cogió una pasta, y la probó. Estaba buenísima. Y entonces se paró a pensar en lo extraño que era ese hombre. No aceptaba café, tampoco pastas, e incluso le había costado sentarse. Además ahora había rechazado su oferta. Y Yulianna solo era una persona bondadosa que intentaba ser amable, pero en este caso no le estaba dejando.

-Valla pues, ¿por dónde comenzará? -Miró al jardín, intentando averiguar qué parte era la más necesitada de su atención.

Las flores estaban hermosas, pero necesitaban ser regadas, el césped no estaba demasiado largo, pero tenía malas hiervas. Los árboles comenzaban a dar frutos; abría que recogerlos. Y Yulianna estaba pensando en el balancín que colocaría en el lugar exacto que su nuevo empleado le había recomendado.

-Y por cierto, no tengo esposo. -Confesó.

[off: No es por eso! ¬¬' jajajaja Pero sencillamente no lo vi Wink

)

por **Tyler Fausten** Dom Mayo 15, 2011 1:12 pm

Reí tras la última frase que me dijo la señora Yulianna. Era divertido ver como respondían las mujeres a aquella simple pregunta mia, como si fuese algo extraño el casarse. Yo diría que es normal conociendo que las personas adineradas se solían casar simplemente por casar, sin sentir ni un ápice de amor.

Sonreí y me abri paso levantando mas de la cuenta las suelas de mis pies, al estar la hierba en tal mal estado.

- Comenzaré talando ese arbol. Se ha caido y no hay modo alguno de quitarlo de ahí, salvo convertirlo en madera para la chimenea. Dije señalando a aquel arbol que me llevaría al menos una media hora mal contadas.
Me quité la camisa, anudándola a mi cintura y tomé el hacha que colgaba de una de las paredes del cobertizo.

- No Di un golpe seco, cortando aquel árbol como a rebanadas de pan. se empuñé con fuerza el mango del hacha por si se me escapaba, pero aquello era imposible, llevaba años haciendo ésto. acerque alcé el hacha una vez mas, un simple corte en el sitio adecuado y tendría ya la mayor parte hecha. demasiado. Apoyé el hacha en el suelo y aparté el pelo desaliñado de mi cara a la vez que resoplaba. Podría hacerse daño.
Aquellas maderas las seguí talando hasta obtener así el pequeño monton de troncos que serviría de leña.

Observé de nuevo a mi alrededor, pondría flores, de distintos tipos y colores, pero sin cargar el jardin de olores distintos. Primero tomé un rastrillo y una pala, comenzando a quitar las hierbas que estorbaban, dejando unas malas vistas del jardín.

- Su jardín será envidiado... señora.

por **Yulianna Fiódorovna** Dom Mayo 15, 2011 3:27 pm

Sonrió al ver su manera de caminar, pero era imposible hacerlo de otro modo puesto que estaba demasiado largo el césped.

-Bueno... veamos como es su trabajo. -Dijo sonriente. Él dejó claro que no quería su ayuda, así que se quedó disfrutando del café y las pastas, con el sol a sus espaldas. Sin duda hacía un buen día, y eso Tyler lo había notado puesto que se había quitado la camiseta, y de ese modo Yulianna podía observar su musculoso cuerpo, pero no sólo ella, puesto que las damas de la casa comenzaban a deambular por el jardín, y Yulia no pudo hacer más que reirse.

-¿Seguro que no quiere que le hechemos una mano? -Le dijo para que se diese cuenta de todos los que le observábamos.

Primero cortó un árbol, y después se puso con las malas hiervas. Además parecía tener muchas más ideas.

El esfuerzo físico que estaba haciendo era grande, y eso se notaba en las gotas de sudor que afloraban de su piel.

por **Tyler Fausten** Lun Mayo 23, 2011 1:52 am

Cuando me di la vuelta, todo un ejército de damas estaba contemplándome a lo que solo pude hacer girarme y sonreir por lo bajo.
Lo cierto era que me moría de sed, algo tendría que hacer aunque pareciese presuntuoso. Tomé el camino hacia la señora Fiodorovna con una suave sonrisa, las mujeres cuchicheaban y eso no era que me alegrase demasiado, pero era divertido, la verdad.

- Podría traerme agua, por favor? - Dije en dirección a una mujer que se quedó casi sin respiración a lo que tuve que soplar en su rostro para que cogiese aire. - Eh?! acuerdese de respirar, o se pondrá morada La mujer asintió y con un poco de preocupación me dirigí ahora sí hacia la señora.

- Podría hacer poco a poco el trabajo del columpio, no corre prisa pero me gustaría terminar el trabajo cuanto antes, no me gusta dejar las cosas a medias. Sonreí con picardía muy impropia de mi, pero si, hoy el dia era algo extraño y divertido.

por **Yulianna Fiódorovna** Mar Mayo 24, 2011 2:13 pm

Yulianna no hizo más que reir por lo bajo. Casi todo el servicio estaba observándole. Era algo realmente gracioso, y sobretodo la muchacha que se puso practicamente morada cuando él le habló. Él le pidió agua y ella se apresuró a cumplir su deseo. Luego fue hacia donde Yulia y le habló.

-Pero señor Fausten... teniéndole a usted por aquí no necesitamos nada más. -Dijo con una sonrisa pícara. -Así me alegra al servicio. -Y ahora las miró con signo de reproche. -Ha triunfado en mi humilde morada. -La muchacha, Miranda, llegó con el agua, estaba avergonzada, y Yulianna le indicó que fuese al huerto.

-Bueno... tómese el tiempo que desee. -Yulianna se acercó a él y delicadamente le quitó una gota de sudor de la frente con un pañuelo de seda, dándole envidia a las jovencitas que aún estaban por las esquinas cuchicheando.

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