Eres tu? (Adda)

por **Guillermo Galdiano** Jue Mayo 12, 2011 6:42 pm

Como todos los lugares que había querido recorrer habían terminado siendo un callejón sin salida, esa noche había finalmente tomado la decisión de que saldría al teatro, se vestió como correspondía para la ocasión además del lugar a donde iba a permanecer por una míseras horas intentando distraer su mente del recuerdo de ella y sus intentos fallidos de volver a verla. Unos pantalones elegantes de color negro, camisa blanca impecable, saco y un moño así como un sombrero de copa no muy alto fueron la elección perfecta para la noche, así que tomando su bastón, que usaba más como adorno que como herramienta para caminar, se dirigió al teatro.

Un carruaje lo estaba esperando en la puerta de su mansión, sin importar nada como siempre, subió al carruaje no sin antes dar las órdenes al cochero de que lo llevase diréctamente al teatro y que se diera prisa, no quería llegar tarde para la función de esa noche, aunque no tuviera idea de cual sería la obra que se presentaría pues ni siquiera le interesaba averiguarlo, lo sabría al llegar al lugar. El cochero obediente a las órdenes de su señor se puso en camino, mientras él tenía sus pensamientos clavados en aquella hermosa bruja, mujer que había encantado sus sueños inexistentes, a la cual veía con los ojos abiertos y que al mismo tiempo que deseaba tenía ganas de arrancarle la cabeza en ocasiones, por su temperamento tan infantil.

por Invitado Vie Mayo 13, 2011 2:24 pm

Ok estaba conciente de todo el riesgo de salida… mire mi casa mis cuatro paredes, era hermosa sin dudarlo, y todo esto era gracias a kazu, mire la casa fijamente y me dispuse a ir hacia mi habitación por que durante el día seria así, tranquilo normal, mientras me arreglaría para ir hacia el teatro, busque uno de mis vestidos, mi dama de compañía tenia su momento de descanso por lo que me seria mas fácil escoger vestido por mi misma, odiaba la forma en que mi dama se preocupaba demasiado de todos los detalles, cogi uno de color rosado y mientras iba al baño llegaba mi dama para arreglar mis cosas –va a salir mademoiselle?- asentí sin decir palabra, la casa me quedaba cerca de el teatro, y esperaba sinceramente ver a noah… pero un presentimiento… me senté delicadamente y espere que se me quitara…

-no.
Susurre mas para mi que para alguien, pero de pronto algo llamo mi atención, el presentimiento seguía ahí, pero no sabia de que se trataba, lo deje pasar, definitivamente no dejaría que algo me echara a perder el día, al salir de mi casa camine hacia el teatro, no era demasiado tramo desde aquí hacia el teatro por lo que los caballeros que pasaban me regalaban su reverencia, y yo inclinaba mi cabeza en señal de saludo, mi dama de compañía por su puesto atrás, y con mi pequeño bolso entre sus dedos, afirme la capucha de mi abrigo y al llegar a la recepción del teatro… supe enseguida por que todo ese presentimiento había atacado todo mi cuerpo y mente….

Guillermo…
no podía creerlo, me quede mirándole fijamente, el de seguro ya había notado mi presencia y es que solía decir que mi olor era inconfundible… cuando éramos novios, retrocedí le pedí a mi dama que me diera el frasco que estaba en la cartera y me lo bebí, antes de subir hacia los balcones para ver el espectáculo, que sabia que aquel vampiro podía arruinar en cualquier momento, matando a todos, solo para que yo le preste atención…. Subí hacia el balcón privado y entre, estaba lista, sabia que Guillermo vendría y luego de muchos años por fin llegaba el momento del reencuentro.

por **Guillermo Galdiano** Vie Mayo 13, 2011 4:57 pm

Una vez el carruaje se detuvo frente al teatro bajó él, con su porte elegante causando que algunos se volteasen, pero solo eran aquellos curiosos que no tenían mejor cosa que hacer que observar a un caballero normalmente entrar a un teatro para observar como el tiempo pasaba frente a sus ojos mientras los actores representaban obras perdidas en el tiempo y congeladas en la imaginación de aquellos escritores detrás de las mismas. Guillermo simplemente caminó entre esos humanos fétidos hacia el interior del portentoso lugar, bien adornado, uno de las mejores presentaciones arquitectónicas de la época y aún así no era uno de sus preferidos en cuando a estructuras, pero sus pensamientos se vieron desviados cuando un aroma perfecto llegó a sus sentidos, perfecta entre todos... Adda.

Desvió la vista buscándola porque sabía que estaba allí, esa esencia que sus sentidos nublaba, esa mujer que lo podía volver loco con solo su presencia en un lugar, tenía que verla, pero con todo la galantería del mundo se colocó en un punto del teatro donde sería visto y al mismo tiempo podía observar todo en ese salón antes de ir a los palcos, pues sería mucho más complicado verla. Finalmente sus ojos se toparon con la causante de ese movimiento completo en su interior, tan hermosa como siempre, con un vestido rosado que le favorecía en demasía pero al mismo tiempo no revelaba demasiado, haciendo que él se relajara bajando un poco los dedos que había puesto en puños observando a los hombres para ver su reacción ante la llegada de Adda, pero nada pasó, la observaron algunos pero él supo controlarse y de no ser así abria matado a los pocos que la miraron con un brillo de deseo.

La observó subir a uno de los palcos privados, alabados fueran los Dioses, estaba justo al lado del cual había reservado para sí mismo solo momento atrás su fiel sirviente quien se acercó a darle el número de palco diciendo que regresaría para la hora de finalizar la obra y Guillermo lo miró por un momento luego de perder de vista a Adda - Me esperarás fuera pues no se cuanto tiempo permanezca en este lugar, si la obra no es de mi agrado me retiraré antes y te necesito aquí - El joven asintió marchándose, mientras él subía las escaleras en busca del palco correspondientes, antes de entrar al suyo mismo se quedó observando la cortina que impedía ridículamente el paso a donde estaba esa mujer, la que atormentaba su vida ilimitada y a la que amaba aún.

por Invitado Vie Mayo 13, 2011 11:08 pm

La obra comenzaría y estaba lista, los beneficios de tener un balcón privado era que se encontraba en una posición donde los demás no pudieran husmear, las luces apagadas hacían que mi balcón perdiera totalmente la periferia de todos los otros, y tenia entendido que solo un balcón junto al mío era separado por una cortina, mi dama de compañía deseaba ver a su amante, por lo que le sonreí y la mire susurrando…
-puedes esperar el segundo acto y podrás salir, antes no, todavía hay gente ubicándose y es peligroso que te vean dejándome sola… -

Mi dama de compañía asintió, le daba muchas libertades y ella me agradecía sirviéndome, me encantaba como era, su forma de ser e incluso hasta se podría decir que éramos casi amigas, ella me confiaba todo y yo también, a cambio de eso kazu le atribuía un bono extra, lo suficiente para que todos los que trabajaban en mi casa se sintieran felices de hacerlo, e incluso sobreprotegiéndome… saque aquellos pensamientos de mi mente, esos que atacaban cuando aparecía por mi mente una violación… mire hacia un lado de la obra y mi dama de compañía pregunto si todo estaba bien… a lo que negué… -creo que siempre tendré esta herida aquí… - sonríe a su dama y de pronto llega el segundo acto, casi toda la gente comienza a levantarse para ir hacia afuera y esperar el segundo acto, y eso era lo bueno de tener tu balcón privado, no era necesario hacerlo, entonces ahí evitaría las miradas de los jóvenes que solían darme para acercarse a hacer algún tipo de invitación… me quede mirando hacia los actores y sonreí al ver a noah… el no sabia que estaba aquí para verlo, mi amigo… de pronto un joven se adentra al balcón donde e hallaba y se inclina mirándome…
-permítame decirle mademoiselle Giardelli que seré su eterno devoto… por favor concédame una cena…-
Me quede mirándole y retrocedí, por alguna razón me había asustado un poco pero no tenia por que temer así que le regale una sonrisa y algo inesperado paso, antes que pudiera contestar sentí la cortina del balcón junto abrirse… mi dama de compañía estaba pendiente, en alarma por si algo sucedía...

por **Guillermo Galdiano** Lun Mayo 16, 2011 10:31 am

El primer acto de la obra fue algo aburrido en realidad, Guillermo solo podía pensar en la compañía que tenía en el palco que se encontraba a su izquierda, quería estar con ella, tenerla en sus brazos, acariciar su tersa piel y hacerla entender los motivos que le habían llevado a actuar como lo había hecho en el pasado, pero sabía que ella no le daría tal oportunidad con tranquilidad, por eso ahora que la había encontrado no la perdería de nuevo. Sintió el fétido olor a un macho humano acercándose por el pasillo cuando las personas se disponían a salir para esperar al segundo acto de la obra, un olor que definitivamente no le agradaba, además el corazón de este indivíduo latía anormálmente rápido para la velocidad de sus pasos y eso lo hizo ponerse de pie en su palco.

[cyan]-Permítame decirle mademoiselle Giardelli que seré su eterno devoto… por favor concédame una cena…[/color] - Estas palabras de la boca del humano, fueron las que lo hicieron reaccionar, él no permitiría que otro hombre la cortejara, eso jamás, ella sería suya y él de ella, nadie más se entrometería en su relación a pesar de la situación actual en la que se encontraban ambos. Salió de su palco con rapidez pero no tanta por si alguien se encontraba por ahí, pero de inmediato abrió la cortina del palco de Adda, no dejaría a ese humano cerca de ella un solo momento más, pero cuando vio a la dama de compañía se tuvo que comportar, hubiera sacado al humano ese del cuello para alejarlo de su amada pero no, solo bservó la situación y la cara de sorpresa del sujeto.

-Perdonadme por la tardanza mademoiselle Adda, está todo en orden? - Odiaba tener que soportar la idea de aguantar a ese humano allí, cerca de su mujer, su amada, pero tenía que guardar las apariencias, al menos por el momento y comportarse como un caballero, de no ser así las cosas podrían complicarse demasiado, lo cual era precisamente lo que quería evitar-

por Invitado Lun Mayo 16, 2011 2:44 pm

Definitivamente no estaba preparada para algo como esto… pensaba mientras la cortina se abría y el me dirigía la palabra como si de verdad hubiéramos estado en compañía, pensé que se veía increíblemente como siempre, pero a la vez pensaba en todo el odio que acarreaba y la sed de venganza que era mas grande que mi cariño o por lo que sentía cada vez que pensaba en el… -Perdonadme por la tardanza mademoiselle Adda, está todo en orden? – de verdad había dicho todo esto?... me reí mientras hablaba y mi dama de compañía alerta se prepara para moverse con un gesto mío le señalo que no es necesario y me doy vuelta hacia el otro joven para dirigirle la palabra con una dulzura y un recato en la voz…

-gracias por sus palabras monsieur, pero creo no merecerlas, vera… yo preciso primero confiar en la gente y luego quizás aceptar sus hechos, no sus palabras… si usted gusta puedo ofrecerle una cena en mi casa… mi dama de compañía le acompañara hasta la salida de este balcón yo preciso hablar con este caballero… - señala a Guillermo y luego a el, con una mirada de que si lo toca se las vera con adda…

Mi dama de compañía se retira con el joven que deja unas flores en el borde mirándome, sonríe de lado, me hizo recordar a hiro en cuanto cerraron la cortina, me quede mirando hacia las flores que resplandecian y luego fije mis ojos en Guillermo mientras mis labios y gestos demostraban signos de odio contra el hombre que había matado la única familia que me quedaba…

-ok comienza a hablar Guillermo que no tengo mucho tiempo… - dije con la voz un tanto molesta a medida que caminaba a su lado de forma provocativa pero si se acercaba se las vería con la bruja, no con la dulce adda que el conoció una vez…

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