lluviosa noche -Adda-

por **Argus Berthaneon** Miér Jun 29, 2011 1:57 am

Era una bella tarde casi noche de verano, la verdad estaba a punto de llover pero a decir verdad, eso ni siquiera me importaba, era uno de los solteros más codiciados dentro del la pequeña comunidad de italianos y a decir verdad, me sentía algo orgulloso por eso aunque a fin de cuentas me invadía de una profunda soledad, por que aun no encontraba a la mujer perfecta, así que esta vez me había escapado y estaba vestido como un simple gitano, para intentar encontrar una muchacha en esos barrios pobres y tan extraños que allí habían…

Obviamente no había logrado deshacerme de todas las cosas que poseía, y mientras avanzaba con los zapatos de cuero por las calles lodosas de la zona gitana, y comía tranquilamente un pescado frito con sus correspondientes papas fritas, miraba todo a mi alrededor, cubriendo mi rostro limpio y sin barba con la gorra de tela que me había prestado el jardinero de la finca. De repente me paro en una vidriera y me miro, esperaba que así al menos pudiese hacer de un muchacho común y corriente, aunque corría por mis casi treinta años y…a decir verdad, estaba soltero, solo y…mi madre vivía en la misma finca que yo, algo que me hacía pasar vergüenza a veces…

Cuanto más avanzo, mas me sorprende la de cosas que podía encontrar una en el mundo gitano, eran ciertamente increíbles y a decir verdad, una mejor que la otra, esta sí que era una aventura digna de recordar, avanzar por allí vestido como uno de ellos…las mujeres eran mucho más sueltas, no tan recatadas como eran esas señoras que solían acercárseme y hablarme una con un tono más formal que la otra para que terminara eligiéndolas, incluso pude ver a una de esas gitanas fumando pipa y otra mascando tabaco, del cual me convido y me sentí agradecido por eso…
También estaban los tipos malos, esos enormes hombres peludos que practicaban boxeo para pasar el rato, con sus torsos desnudos y sus manos llenas de moretones por el choque de los huesos contra los huesos del otro, eran realmente bastante bárbaro ese deporte, pero luego de perder una buena cantidad de francos…comenzó a gustarme apostar por uno de ellos, y hasta incluso me abría animado a participar de una pelea, pero mi objetivo, uno totalmente distinto…

Me acerco entonces a un escenario, no muy cerca claro, pero si lo suficientemente para encontrar allí a una mujer que estaba bailando y cantando, mientras una banda tocaba una alegre canción, mientras otras mujeres pasaban por allí, ni siquiera me había dado cuenta cuando me había metido, pero era una especie de carpa abierta a la mitad, con el escenario y las lámparas de kerosene apuntando al escenario e iluminando; Un ambiente nuevo y extraño para mí, pero no podía no evitarlo, la música sola de por si te embriagaba en exceso, sonaba como los músicos irlandeses pero muchísimo más informales, y la mujer que estaba bailando junto con otras más, levantando la falta de sus vestido y dando giros y mas giros simplemente era hermosa.

Ni siquiera supe cuantos tragos me anime a beber viéndole ir y venir con esa música tan sabrosa al paladar, pero si podía asegurar que no era humana, o algo así parecía ser…pero humana dudaba mucho que fuese, la sincronía de sus pasos, la alegre sonrisa, el pelo saltando de un lado a otro y las veces que hacia palmas para llamar la atención de todo el mundo…cuando luego me acorde que debía de volver a la finca, ya era bastante más de noche, y había comenzado a llover, y el campamento gitano seguía más vivo que nunca.

Las medias carpas que estaban en un costado abiertas iluminaban sus víveres, comida, ropa, alhajas, extraños artefactos y otros utensilios que no sabía para que eran su uso, y en el centro de dicho lugar, una fogata gigantesca iluminaba todo lo que no alcanzaba con lámparas, el fuego podría ser griego, un fuego griego era lo más seguro, porque…con cada gota de agua que le caía, mas y mas se alimentaba y casi no había personas que le pongan madera; Pero cuando decido volver al bar, se veía bastante más vacio, aunque la música aun sonaba fuerte en mi cabeza, y muchos amigos se habían reunido para festejar entre ellos, alegría por todos lados en la plaza gitana era lo que más animaba. Y luego pasa ella, con una bandeja en su mano y unas cuantas jarras de vidrio tintineando, una sonrisa que me conmovió profundamente y más aun el sentir que era la chica correcta, ¡o quizás no! Pero quedándome sentado no iba a poder averiguarlo, así que me levante y me acerque a la barra, sonriendo de oreja a oreja y esperando que un viejo treintañero le hablase o importune, me posicione al lado de ella y mientras rascaba mi cabeza, le sonría casi avergonzado.

-Buenas noches-. ¿Cómo se debía de tratar a una mujer gitana? Estaba muy acostumbrado a las damas de salones enormes llenos de lujos y trajes bien pintorescos, con sus formalidades y sus “lord” “lady”, pero aquí ahora mismo me había disfrazado de pobre…-bonita noche, ¿no le parece?-.
Intente nuevamente, aunque la vergüenza me ganaba cada vez más, porque parecía que a esa mujer mucho no le interesaba que a su lado hubiese un casi lord de Italia disfrazado de gitano para aparentar pobreza y encontrar entre la multitud la chica indicada, esperaba eso, de otro modo, la próxima reunión en el próximo salón de fiestas desposaría a la primer señora solterona, no importaba la edad o el tamaño de su cuerpo…lo haría.

por Invitado Miér Jun 29, 2011 2:36 am

Hoy seria un día normal para la gitana, arreglaba sus ropas mientras las mujeres le decían lo hermosa que se veía, siempre se le caracterizaba por una cosa dentro de el grupo que las rodeaba, su comunidad todos, encontraban que a pesar de lo joven que era cada día se hacia mas y mas hermosa haciendo de ella una de las gitanas mas codiciadas y difíciles de “vender al mejor postor” o al menos así lo llamaba ella, algunos le llamaban casamiento, la gitana solo prefería aquella palabra vender… y al mejor postor, en aquella ciudad donde todo era tan difícil para los gitanos cada vez mas se hacia mas difícil de conseguir una buena oferta era por ello que había decidido ayudar a la familia trabajando en algún restaurant que pudiera proporcionarles un dinero extra y así hacer de ellos una familia algo mas acomodada que las demás…

-una fiesta?- llegaban los gitanos de algunas ciudades y abrían las carpas para juntarlas y asi hacer de aquella gran carpa unida una gran fiesta para el que quisiera venir, no importaba si era rico, pobre, hombre o mujer, cortesanos, de cualquier condición daba lo mismo, aunque claramente un hombre rico o una dama de sociedad, jamás se iría a meter a lugares como esos, lugares de mala muerte, donde los gitanos solo eran considerados basura y esclavos… aunque a pesar de todo, a pesar de ser rechazada socialmente sabia que aquel pueblo era feliz, y lo serian mientras hubieran momentos alegres como el que compartirían aquella noche, iría si a la fiesta no se la perdería por nada, aunque claro pensaba en retirarse temprano por que debía ir a trabajar.

Se puso su mejor vestido, uno que al dar vueltas hacia tono con el color de sus ojos, mientras mas colores mas interesaba y mas le agradaba, así que al llegar a la fiesta fue la primera en salir a bailar mostrando al pueblo sus costumbres sus danzas guiadas por aquella danza, no mas que algo la perturbo… unos ojos fijos en ella… ¿será? No parecía muy joven a decir verdad se veía algo mayor en comparación con aquella pequeña de tan solo 17 años, dio unas vueltas mas mientras buscaba su mirada que se perdía entre la multitud, ¿podrá ser que ese joven la miraba con ojos de varón? Le intento buscar pero ya se hacia demasiado tarde y debía partir, con mucha tristeza dio su ultima danza para tomar sus abrigos y correr hacia el restaurant en el cual trabajaba de hacia ya algunas semanas, tomo su cabello como pudo mientras arreglada para el trabajo comenzó en su tarea de mesera…

“aquellos ojos… jamás los había visto… será nuevo por la ciudad? Por que me era tan desconocido y a la vez tan familiar? Busque su mirada sin embargo desapareció, y es que le había encontrado, o había desaparecido, no quería creer que lo había imaginado, atendía gente y hacia mi trabajo, observo aun intentando no olvidar su mirada tan fija en mis ojos en los movimientos de mi cuerpo que se entregaban a la música como si mi vida dependiera de ello, y es que eso era la música para mi, una entrega total, una entrega suave y delicada que debía atraer al hombre que de verdad seria para siempre… al hombre que le amara no por su apariencia si no por su entrega en el baile, a su pueblo, a sus creencias…”

-Buenas noches…bonita noche, ¿no le parece?-.

-Si me da unos minutos le atiendo… – respondió por inercia y es que no media ni observo quien le había conversado, casi nadie lo hacia, todo el que venia a este restaurant tenia un propósito, comer y no observar, aparte existía esa vaga creencia que los gitanos que trabajaban en este restaurant podría tomar tus cosas, casa y hacerte pedazos el dinero ahorrado, así que nadie solía dirigirles la palabra por lo que sentir una voz, de tamaño varonil hablándole solo fue algo diferente aunque agradable… se apoyo en la barra ligeramente por un momento de descanso luego de atendida algunas mesas y observo ventana afuera para poder opinar en el comentario que aquel caballero desconocido le había echo sobre la noche, miro ventana afuera y se encontró con un acierto en cuanto a sus palabras, la verdad era que la noche estaba muy hermosa y hasta daban ganas de salir afuera... sonrió para darle una respuesta y al darse vuelta hacia el, se encontró con esos ojos que ya había visto anteriormente en la fiesta… solo los abrió relativamente un grado mas de lo normal, no quería que se diera cuenta que quizás ella también se había fijado en el, y delicadamente le regalo una sonrisa…

-tiene mucha razón la noche esta hermosa…

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