Reunión de Poderes (Priv.)

Silencio. Eso era lo que había inundado por unos momentos la sala haciendo que todos se observaran de manera curiosa. La chica no pudo evitar mostrar una sonrisa no tan perceptible pero era notable el gesto de su rostro. Pero el silencio no dura mucho tiempo cuando se está en reuniones de esa manera, mucho menos por la causa que se tiene, no es que no se pueda tener simplemente siempre existen puntos de vista entre los demás que se deben aclarar y eso hace que la tranquilidad se vuelva lejana. La castaña se sobresalto cuando Maicol entro. Se levantó de su asiento alarmada al verlo tan acelerado y abrió un poco los brazos para recibirlo. Le dedico una sonrisa tierna, amigable, tranquilizadora. Estaba tan apenado y nervioso. Además sabia los efectos que Milo causaba en él seguramente se sentía acorralado. El tirón fuerte de la mano del Doreen la hizo soltar un suave quejido pero no borró la sonrisa del rostro. - Llegaste a tiempo - Lo abrazó unos momentos para luego volver a su asiento sin dejar de sonreír. No perdió la vista en Maicol que se había sentado alado de ella. Soltó un suspiro de tranquilidad y siguió poniendo atención a los presentes. - Disculpen la interrupción - Se sonrojó un poco, lo que menos quería en ese momento era llamar la atención, necesitaba saber bien todo por eso estaba tan tranquila, guardaba toda la información que soltaban en sus pensamientos. No tardó mucho tiempo cuando lo más importante de la noche empezó. Palabras, indicaciones. Las misiones. Doreen tomó aquel papel entregado por Sybelle, antes de que se retirará le apretó la mano como muestra de cariño y de agradecimiento por haber llegado, se sentía más cómoda aun con su presencia. Sus ojos se deslizaron hasta el trozo de papel donde observó los nombres ya conocidos. Prestó atención a cada una de sus misiones y al final depositó su mirada en su nombre, en lo que le tocaba hacer. Arrugó un poco el rostro. ¿Quién podría ayudarle? Era claro que Milo siempre le había dicho que en eso le ayudaría pero debido a que él también estaría ocupado sería mejor buscar a alguien más que le diera el apoyo. ¿Quién en la sala tendría conocimiento de eso? Sería mejor acercarse a cada uno para conocerlos y saber si podrían ayudarle al respecto.

Como era de imaginar las dudas y preguntas empezaron a surgir. Por primera vez en la noche Doreen notó emoción en el rostro de los presentes. Una emoción que no se podía describir, sus misiones habían quedado como anillo al dedo. El conde y el teniente se habían tomado el tiempo necesario para analizar a su gente como era debido y darle el mejor de los trabajos a cada uno. Sus rostros de entrega y ansia por empezar despertaron una emoción algo distinta a la que había sentido a Doreen. Sin separarse de Maicol y con una sonrisa en su rostro volvió su mirada a la hoja para ver la parte del chico - Todo saldrá bien, serás el mejor de los brujos - Le susurró al chico para darle emoción y motivarlo a sentirse seguro. La chica se puso nerviosa cuando vio al cambiafomas posarse detrás del teniente. Se quedo por unos momentos helada, teniendo miedo de una traición pero se calmó al escuchar sus palabras. Ella había estado leyendo libros sobre la teoría del estado, leyó incluso la república de Platón y tenía conocimiento al respecto. ¿Sería bueno intervenir un poco? - Dale al pueblo lo que merece y este te responderá de la mejor manera, la tiranía que ahora vivimos requiere ser expulsada, estructurar otra forma de gobierno no es malo si se tiene la cabeza de buenos líderes - Su voz se alzo mirando al joven. Después deposito la mirada en Darcy. Ese lobo en el que confiaba pese a todo y después en Milo. No quiso seguir más era demasiado claro que no había más monarca, existían tiranos que solo buscaban su beneficio y dejaban a un lado al pueblo. Era demasiado obvio que el pueblo seguiría trabajando para generar dinero al país pero ahora trabajaría en conjunto con sus gobernantes, el estilo de vida cambiaría por completo. Y siento realistas para Doreen no existía un cambio de la noche a la mañana, se trabajaría hasta llegar esa vida pacifica e igualitaria que se había buscado, pero sino se empieza con algo si las ideas de rebelión y revolución se quedan como ideas el pueblo siempre vivirá en lo mismo y las ideas siempre se quedarán en la mente sin hacer acción alguna, sin ayudar, sin buscar un cambio. Ahora se estaba teniendo una iniciativa y lo ideado se estaba volviendo tangible, y lo tangible con voluntad y esfuerzo (sin importar que camino se tome ) siempre se llega a la meta requerida.