Buscando satisfacción. [Libre]

por Invitado Jue Jun 02, 2011 7:00 pm

Una silla de terciopelo negro era la principal protagonista de mi cómodo estar, seguido por el delicioso vino que solo degustaba en esa copa de cristal, frente a mí un calor que era imposible atravesar mi piel, la chimenea estaba encendida, su fuego tenía un movimiento fogoso, mis ojos estaba pegados a sus llamas rojas, pensando… preguntándome y buscando respuestas.

Cerré mis ojos, me sentía inquieto, quería estar con alguien, y cuando me refiero a alguien, era satisfacer mis necesidades inexplicables, quería tener frente a mí a una cortesana, ahora mismo… deje caer de pronto mi copa, dejando que lentamente manchara la alfombra.

¿ir o no? Hace bastantéate tiempo que no visitaba el burdel, pero bueno, una compañía femenina no me haría nada mal. Solo esperaba que fuese la mejor de todas y que de verdad acuda a mis necesidades. No era un bruto, era todo un caballero, siempre tengo presente en que una cortesana también es una mujer, una mujer que merece respeto.

Estaba lleno de caballeros, el olor del alcohol era fuerte y venia de muchas partes. Risas de las mujeres se escuchaban de varias partes, todas con sus vestidos y sus atrevidos escotes. Me lleve las miradas de muchas al entrar, seguí caminando y me tome asiento en el bar.

por **Brigitte Guielle** Jue Jun 02, 2011 8:01 pm

Tocaban las doce en el reloj de la sala y sabía que mi pequeño descanso se había terminado. Lo miré de reojo, desganada. No me apetecía levantarme y dejar mi lectura para continuar con el trabajo. ¿Pero a caso eso era algo nuevo en mi? después de todo ¿cuando tenía yo las suficientes ganas? solo en pocos momentos disfrutaba de aquello, cuando encontraba a un cliente lo suficientemente interesante como para que me hiciese pasar un buen rato. Dicho así tal vez sonaba demasiado vulgar, más para mi pasar un buen rato no era el hacerme sentir como una prostituta si no como una mujer.

Cerré con suavidad el libro que tenía en ese momento entre mis manos y lo dejé en la estantería con el pico de la página por donde me había quedado doblada. Si no encontraba a nadie volvería allí en no mucho tiempo, con suerte y las demás cortesanas ya se habrían ocupado de los hombres que buscaban compañía. Claro que a medida que pasaban las horas más gente llegaba.

Me paré en una esquina y divise como estaba la situación. Nada más un hombre llamó mi atención; uno que estaba bebiendo solo en la barra. Suspiré y caminé unos pasos hacia detrás, concretamente, hasta ponerme frente al espejo que había en el pasillo. Me arreglé algo el pelo, removiendolo para que diera sensación de avivez y como siempre el corsé lo subí hacia arriba, dando a resaltar el canalillo de los senos. Aquello más que por coquetería era por pura rutina.

Me relamí los labios dandole brillo al rojo carmin que me habia colocado a principio de la noche y sin más camine con paso lento hacia donde estaba aquel joven. - Le veo muy solo por aquí - una de mis manos se colocó sobre la barra y la otra se posó con suavidad en el hombro ajeno, algo sugerentemente.

por Invitado Jue Jun 02, 2011 8:27 pm

Un… - pensé en que cosa reemplazaría al vino – …no nada, gracias. – no quería tener el aliento a alcohol, no esta noche.
Todo el ruido estaba a mi espalda, mis pies estaba sobre un palo de madera que había a lo largo de la misma barra, mis brazos apoyados en la mesa, mis ojos estaba fijos en los diversos tragos que habían, la mayoría de ellos cerveza y whisky.
Qué pena que solo podía disfrutar del delicioso sabor del vino, en especial el tinto, no era muy partidario del blanco, ¿será porque solo he bebido eso desde mi transformación?
De pronto alguien me saco de mis estúpidos pensamientos, una voz femenina había llegado a mi lado…
- Así es… Meine Dame- me atreví a sacar mi idioma Germano – es lo que estoy tratando de evitar, por eso he venido hasta aquí.
No tarde en darme cuenta lo hermosa que era, sensual, tan delicada, sus labios con un color característico. Su rostro era fino, y níveo, sus ojos eran de un color miel, muy atrayentes en verdad.

- Creo que… ya encontré una buena compañía… - me atreví a decir, era decisión de ella si quería pasar un tiempo conmigo, no la obligaría, pero sería lamentable siendo una hermosa mujer.

- ¿quieres beber algo? – pregunte antes de que ella tomara la iniciativa de ir al grano.

por **Brigitte Guielle** Jue Jun 02, 2011 9:59 pm

Me sorprendió un poco el escucharle hablar en otro idioma, fueron a penas dos palabras más las suficientes como para saber que no era el que estabamos hablando. Sin embargo, sonaron bien para nada ofensibas o denigrantes, de echo, su parla se notaba bastante culta y cortés. Inclusive con alguién de mi clase y posición, cortesía que no muchos tenían. Por eso mismo le dediqué una pequeña sonrisa medianamente sincera, para él sería una de muchas otras pero para mi tenía algo de significado.

- Debo decir que yo también encontré una buena compañía - le devolví el cumplido sin que mis ojos se desviaran de la trayectoria de los suyos, parpadeando únicamente una sola vez antes de mirar hacia la parte interna del bar, observando los múltiples licores y alcoholes que disponía para los clientes. - Solo si me permite invitarle a algo también - aparté con suavidad la mano de su hombro y deposite ahora ambas sobre la mesa, inclinando mi cuerpo y apoyando ambos brazos, haciendome notar de las demás personas que estaban.

Mi cuerpo se quedó en una posición algo comprometida debido a la escasez de ropa que se utilizaba en aquel trabajo, gajes del oficio.- Jonh, ponme lo de siempre - es decir, un wisky doble que era lo que siempre tomaba cuando estaba con clientes - ¿Y para el caballero? - voltee mi rostro apoyando mi mentón sobre mi hombro, volviendo a mirarle esta vez para que dijera lo que tomar.

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