Diario de un errante

04 de Julio de 1790

La anciana de la cual obtenía los libros con los que aprendí magia, falleció el día de ayer por la noche. Muchos dijeron que por tristeza, yo se fue por qué no necesitaba más de ella.
La mujer fue sabia y paciente con todo lo que me pudo enseñar de los escritos que tenía a la mano.
De ella aprendí hechizos que me muchos no podrían ni imaginar y gracias a ella domino la empatía como ningún brujo podría hacerlo. Puedo leer los corazones de todas las personas, sin siquiera esforzarme mucho. No pude terminar de comprender las premoniciones y las ilusiones, tal vez nunca lo haga, sin embargo, aun tengo sus libros.

Para esto escribo aquí. Entre los libros que encontré, los cuales aun no me había mostrado, uno en particular capto mi atención y al abrirlo, no solo sentí una brisa en mi cara, si no un susurro, como si un antiguo hechizo se rompiera. Ni el lomo ni la portada dicen nada, solo está cubierto de tela azul, pero la información en su interior me ha llevado a descubrir misterios interesantes.

El libro hablaba, quiero decir habla, pues aun lo tengo en mi poder, sobre la leyenda del rey Arturo y lo primero que dice es que no es leyenda. Las primeras páginas informan sobre el folklor, como fue hundiendo la leyenda y la realidad, haciéndose difícil de separar. Incluso habla de descendientes de la familia de Arturo, de la mesa redonda y de hijos bastardos.

Para las últimas paginas, el libro relata la última batalla del Rey Arturo. Ya un hombre edad adulta, el rey fue hechizado por una bruja, Morgause, no Morgan Le Fey como algunas historias cuentan. La bruja engendro un hijo con el de nombre Mordred, desconocido para el Rey, la mujer lo crio para usurpar el trono.
En su último encuentro en la batalla de Camlann, en libro lo relatan como Camelot, Arturo es gravemente herido por la lanza de su hijo, mientras este ultimo cae muerto por excalibur.
Un moribundo Rey es llevado a la costa del lago y, aun sosteniendo su espada, le a su caballero, Sir Bedivere, que arroje la espada a un cuerpo de agua, el obedece. Al arrojarla, una mano hermosa surge y la atrapa en el aire. La dama del Lago reclamo la espada para ella.

A su regreso, Sir Bendivere, vio como Arturo era llevado a la isla de Avalon en una barcaza guiada por cuatro reinas de blanco, una de ellas siendo Nimue, la dama del lago que reclamo la espada. En Avalon se recuperaría, para un día regresar.

Lo que se de la dama del lago es que había más de una. La primera no lleva nombre, refiriéndose sólo por su apodo, ella le entrega Excalibur a Arturo cuando su espada original se rompe. Una mujer o llena de benevolencia y sabiduría para entregar a todos, hermana de la segunda dama del lago.

La segunda dama, Nimue, la que tomó Excalibur, es también conocida como la que encerró a Merlin. El hechicero se enamoro de ella, y esta le dijo que sólo podría amarlo si él le enseñaba todo lo que sabía, claro que el mago supo desde el principio que era un trampa, aun así la ayudo. La mujer lo encerró bajo una roca, sellándolo, muchos dicen que lo mato en ese momento. Nimue remplazo a Merlin como consejera de Arturo e incluso tuvo hijos con Sir Pelleas de la mesa redonda. El libro agrega a mis conocimientos, que esta dama del lago cuida la espada en su escondite, en algún lado del Reino Unido.

Por último encontré que la última pagina de libro esta suelta, mi corazón latió de emoción la primera vez que vi esa página. Desdoble lentamente la hoja, recelosamente doblada, para encontrarme con el mapa de la ubicación del lago, de la espada y como, con ella, se puede acceder a tesoros ocultos y a la isla mágica de Avalon.

Mi viaje comenzara mañana.