Dulce licor y amarga ebriedad [Adam]

por **Ginebra Le Boursier** Miér Jun 08, 2011 11:38 pm

Un largo camino al burdel desde mi hogar, necesitaba una buena copa. Los vinos caros que tenía en un estante en la esquina de la estancia no me satisfacían como antes, me urgía algo más fuerte. Como siempre la maña de mesclar el vino y sangre, nadie notaria ni la diferencia.

El vino de la taberna no tenia sabor, por eso no me apetecía ir directo ahí a pesar de que no estaba lejos de ahí. Unos antiguos rumores de que el mejor vino lo servían en el burdel y heme aquí esperando una copa en la barra de despacho del cantinero.

-Una por favor- pedí con una sonrisa

Después de un reducido tiempo la copa no se convirtió en una, sino en varias. Sentía mi cuerpo desfallecer y estremecerse, nunca había experimentado la sensación de estar casi en estado de ebriedad.

por **Jean-Luc Tessier** Vie Jun 10, 2011 6:29 pm

La noche se presentaba buena y ya en la tarde habían caído algunos angelillos en las redes de nuestro pequeño demonio Adam. Por lo que éste se encontraba enormemente jovial además de contento, siempre le agradaba sentirse deseado y practicar un poco de ese deporte "libera estrés" como él lo lllamaba. Haciendolo sonar casi como si fuera alguna especie de máquina que te quitaba el estrés de golpe. ¿Se podría considerar él una máquina?.

Rió en soledad pues en ese momento no mantenía ningún tipo de compañía pero sus ojos no tardaron en captar una que podría ser fructifera para lo que restaba de día. Una que ya llevaba tomadas unas cuantas copas cabía decir pues se había fijado especialmente. La dama era hermosa con bellos cabellos recogidos y sus prendas también la destacaban más no parecía querer compañía.

Aún así, como solía decir Adam, quien no arriesga no gana nada. Y como todo un hombre se acercó con paso lento hasta colocarse a espaldas de ella, agarrandola por los costados de la cintura justo en el momento en que se tambaleaba con el peligro de haber caido del taburete. Obviamente había esperado hasta el momento más adecuado para abordarla.

- Disculpe por mi atrevimiento madame; pero he notado que corría el peligro de caer - aclaró y se aproximó un tanto más, acercando sus labios hasta el oído ajeno de manera algo sugerente - ¿Se encuentra bien? - susurró sin hacer ningún movimiento más. Ella le indicaría lo que buscaba; o lo que no buscaba.

He supuesto que el post era para mí pues soy el único Adam xDDDD

por **Ginebra Le Boursier** Vie Jun 10, 2011 9:02 pm

-No hay cuidado-

Comente de manera clara y concisa o eso creía haber hecho. EL cuerpo mismo se tensaba a pensar de no seguir bebiendo ninguna gota de alcohol, no sentía la capacidad para reincorporarme de nuevo. Los vinos era el único licor que deseaba y podía beber aparte de la sangre, su sabor exquisito y listo para llevarte a un mundo perdido. Conociendo tantos vinos de distintos sabores ninguna la había dejado tan aturdida como este.

-Sí, gracias-

Mi cuerpo se movía solo, apreciaba como se desplazaba pero nunca a control de mi mano. Observe el rostro del chico era familiar pero a la vez como si nunca lo hubiese visto en algún lado. Era atractivo, tenía una tez blanca y cabellos color marrón que caían en cascada desde el punto de vista que miraba yo desde estos momentos.

-Qué lindo chico-

Creo que en esos momentos me había acunado entre sus brazos, algo raro para no tener los sentidos al tanto. Desde mi espalda sentía sus latidos y sangre correr, un fino sonido pero muy perceptible por mi oído. Nunca había tenido la dicha para oír el corazón de un hombre, yo dudaba que tuviese uno.

Nunca crei que mas de media pagina en word fuese tan poquito -w-

por **Jean-Luc Tessier** Lun Jun 13, 2011 4:29 pm

Una sonrisa esplendida se formó en su rostro, aquella que ponía siempre que pretendía encandilar a alguien del que se había encaprichado como aquella mujer. Tal vez con ella fuese más fácil de lo normal al haber de por medio unos cuantos tragos, éstos siempre te ayudaban a hacer el trabajo. Claro que ahora mismo en lo que pensara no era en el trabajo si no en tenerla debajo de su cuerpo y sudada. Ya podía imaginarse todo tipo de cosas en esa cabeza suya, menuda, nunca dejaba de maquinar nisiquiera al dormir. Todo lo contrario, al dormir maquinaba mucho más de lo normal.

Acarició disimuladamente su cintura y se aproximó un tanto más a su cuerpo, asegurandose que la espalda de ella quedara bien reposada sobre su pecho - Me halaga, usted también es muy bella - le devolvió el elogio, ahora tenía que pensar el cómo continuar ¿tal vez sin parecer demasiado sospechoso? - ¿Seguro que se encuentra bien? creo que no le iria mal algo de reposo, puedo llevarla a descansar a alguna habitación si me lo permite. - una de las manos se deslizó hasta acariciar la pierna más cercana, únicamente el principio, como si aquello fese acompañando a sus palabras a modo de indirecta.

Su rostro bajó hasta el cuello ajeno y tras apartar los cabellos depositó un beso en la nuca - Sería todo un placer - susurró picarón para después alzar la mirada y posarla en esos hermosos ojos que lo miraban; bastante característicos.

por **Ginebra Le Boursier** Miér Jul 20, 2011 12:56 am

Sentía el calor recorriendo cada centímetro de su cuerpo, el palpitar del corazón del joven dio paso a tirar la gran pared de hielo que había formado en sus instintos. Entreabrió los labios aspirando y mostrando sus colmillos, con el alcohol contenido en su cuerpo bajo de una manera rápida.

-No…me acaricies de esa manera podría irte mal-

Suspire de placer mientras aun trataba de contener el hambre y sed de sangre, aferraba mis manos al fondo de la silla. El olor aun me tentaba a condenar aun más mi certera existencia. En su mente solo lesionaban las hábiles palabras del hombre que la había convertido “no te expongas ante los humanos, no deben saber que hay vampiros entre ellos”

-No…no…no te expongas de esa manera-

Susurre para mí misma, por fuera estaba débil mientras por dentro controlaba los impulsos de abalanzarse sobre el joven y morder su tierno y suave cuello. Todos los vampiros sabemos que con el cuello, no se juega.

-¿Dónde hay un lugar…cerrado?-
Pregunte de una manera entrecortada

por **Jean-Luc Tessier** Miér Jul 27, 2011 5:28 am

La chica ya estaba al punto. Pensó Adam cuando la escuchó hablar de esa manera tan suplicante. Aunque estuviera borracha todavía no había perdido todas sus facultades y parecía estar controlandose de algo. Adam sabía lo que era. Estaba claro que con sus "atenciones" sumido al alcohol ya empezaba a hacer efecto. Podía pecar de ególatra pero su ataque de seducció no fallaba nunca o, casi nunca, claro porque no agradaba a todas las mujeres. Aunque si a la mayoría. Lo que estaba claro era que no iba a fallar con una medio bebida, el alcohol ya había echo parte de su trabajo. Y no era tampoco cualquier mujer. Rubia de ojos bonitos y cuerpo menudo. Una belleza clásica pero que no por ello perdía su toque o por lo menos no para él.

No se apartó de su cuerpo, continuó acariciandola tanto consu mano como con sus labios pero subiendo hasta su oído. Pretendiendo asi susurrar. Una manera mucho más seductora de hablar - Claro..mi habitación. Allí podemos ir.. - mintió pues no era el único lugar cerrado del lugar, obviamente. Estaban las salas privadas, para cuando las habitaciones estaba ocupadas o querías hacer un polvo rapido. O bien estabas tan caliente que no podías ni subir las escaleras. Pero en este caso quería llevarla a su territorio. Quería asegurarse de que iba a ser su cliente esa noche ¿Por qué? Pura vanidad, tal vez o mejor dicho porque no tenía otra cosa mejor que hacer. Porque ¿qué mejor que pasar la noche con semejante belleza? No había nadie que reclamara su atención ni que se la hubiese llamado especialmente excepto ella. No iba a dejarla escapar.

Antes de que pudiera negarse y aprovechandose de su debilidad momentanea la agarró en brazos. Pasando una mano por su espalda y la otra por debajo de sus piernas como apoyo - No se preocupe, no tendrá de caminar - volvió a susurrar con una pequeña sonrisa maliciosa que no supo ocultar. Le hizo un gesto al cantinero para que apuntara las copas a su cuenta y sin más se la llevó hasta su habitación. El trayecto fue corto pero placentero, por lo menos para él, le agradó sostenerla. A penas pesaba. Era demasiado menuda.

Una vez dentro solo tuvo que cerrar la puerta con su mismo cuerpo -del mismo modo que la abrió- y dejarla en la cama - ¿Se encuentra mejor? - sentó sus posaderas en el borde de la cama e inclinó su espalda hacia delante, para poder verla mejor y que ella notara la cercanía.

por **Ginebra Le Boursier** Miér Jul 27, 2011 11:52 am

El deseo por la sangre se fue aumentando a cada segundo, un deseo tan implacable que quemaba por dentro pero, aun así el joven se mantenía cercano al cuerpo de un monstruo en apariencia joven y femenina. Vagamente admiro al joven que tenia dándole atención, un joven de estatura media, un poco bronceado y con excelente musculatura. Tenía un rostro suave con unos ojos de color café luminosos que expresaban más de lo que se podía imaginar y, una cabellera revuelta en su cabeza. Prácticamente el tipo de hombre por el cual tenía debilidad, no solo por el físico, al estar tan juntos prácticamente su piel me revelaba todo, su pasado, sus secretos, todo lo que tuviese dentro de sí. Inimaginablemente se dio cuenta que el joven hombre a su lado era mucho más que una lujuria temporal por dentro.

Aun estando perdida en su mundo, no se dio cuenta de que la estaban cargando en brazos. En la posición en la que estaba encajaba en la perfección para el deseo que suprimía, acerco su boca a su cuello para dar el fiero mordisco que aria que el deseo se apartase de ella un rato. A consecuencia de que su poder de voluntad estaba en contra de eso, no logro hacer su cometido en cambio solo logro darle un beso tierno a su cuello. Fue la única manera en la que pudo expresar su agradecimiento al haberla cargado.

Deseaba estar en un lugar encerrado ella sola, donde pudiese estar más tranquila. –Sí que eres travieso- comento de una forma un poco atrevida –trayéndome a una habitación que huele a ti- dijo de nuevo con una risilla. Tomando lentamente la muñeca del moreno para acariciar la piel que tanto deseaba morder y atravesar por sus colmillos.

por **Jean-Luc Tessier** Vie Jul 29, 2011 11:14 am

Poco a poco empezaba a ponerse cariñosa. Ese beso tan extraño en su cuello y esas palabras. Estaba claro que esa chica tenía algo raro, algo que la rodeaba como una especie de aura misteriosa. Y eso a Adam empezaba a traerlo loco pues los misterios le encantaban. La curiosidad mató al gato, como bien se dice, pero a él poco le importaba. La curiosidad le mataba. Y pensaba descubrir el porque de esa sensación que sentía por todo el cuerpo. Por cada caricia. El roce de sus labios por su muñeca fué singular, precisamente, las muñecas no era lo primero en lo que una mujer "atacaba" en el juego de la seducción. Y por la manera en que le hablaba no pretendía otra cosa. Estaba medio ida, medio borracha pero también podía apostar lo que fuera a que se sentía atraída por él. Tal vez, tanto o más que él por ella.

Se inclinó y acercó su muñeca durante un par de segundos a sus labios, hasta rozarlos. Pero enseguida la apartó libertandose de su agarre. Era muy travieso si, y juguetón y provocador. Todo lo que hiciese falta para hacerla sufrir un poco. Aunque puede que eso no fuese lo mejor..no la conocía. Sabía que no era -o mejor dicho intuía- una mujer del todo normal. Que tenía algo en esa aparente sensación de indefensa que la podría hacer superior a él. Y por eso su guardía no bajó del todo. Solo esperaba que el juego continuara y si tenía que hacer algo lo hiciese pronto. No duraría mucho con esa sensación de curiosidad.

- Sí, soy bastante travieso.. - se mordió ligeramente el labio inferior y la mano ahora la posó en una de sus caderas, repasando su figura hasta llegar a uno de sus muslos. El vestido no era demasiado largo, como la mayoría de las jóvenes que iban al burdel y eso le permitía llegar hasta la suave piel mucho antes de lo que lo haría con un molesto vestido formal. - Así que..¿Hueles a mi? Entonces dime ¿A qué huelo? - soltó una pequeña carcajada y sonrió inclinandose para acortar unos centímetros más la distancia hasta que prácticamente sus labios se quedaron rozando los de ella. Se apartó unos milimetros a un lado, echandose algo sobre su cuerpo pero no con esa intención sino dejando su cuello algo más al descubierto. Una acción que pasaría totalmente desapercibida a no ser..que pudiera tener un especial interés en ello.

por **Ginebra Le Boursier** Vie Jul 29, 2011 3:35 pm

-Por ahora…no puedo permitirme el contártelo- siseo por lo bajo, el contacto de su mano por su desnudo muslo ahora. Revelo todo en efímeros segundos por lo cual solo pudo soltar una risilla. Parecía un poco divertido, peligrosamente divertido, que un humano descubriese su secreto sin que ella se lo haya dicho de alguna manera. Ella alguna vez había oído una historia sobre una oveja y un león, recordaba que la oveja curiosa admiraba y estudiaba la apariencia del león. Preguntándose a sí misma “¿Por qué se comporta así? ¿Por qué su apariencia es distinta a la mía?”. Siempre con semejante mirada a la anterior, observaba el extraño comportamiento de león y su suave pelaje por fuera, sin saber que por dentro se escondía un depredador que no daría más que un zarpazo para devorar su tierna piel. Esa singular historia termino en un final devastador, no dejaría que esa historia se fusionase con este momento en particular.

Sin embargo, remedio su pequeño error alargando la curiosidad del joven. Sonrió al notar que alejaron la muñeca de sus labios, solo por eso acaricio su hombro levemente hasta rozar su pecho con las yemas de los dedos. Por las acciones del joven noto que deseaba saber intensamente la razón por las cuales antes, únicamente acaricio su cuello y muñeca. El olor de su cuerpo y la cercanía de su cuello hacia tentador el hecho de revelarse de una manera rápida. Atormentando al joven subió lentamente y mordió el lóbulo de su oreja en lugar de su cuello. Deseaba intensamente ponerle un más misterio a la situación. –También se diría que es un poco extraño tentar a un ebrio- comento jugando con su cabello –gracias que ya no lo estoy- susurro de una manera
provocativa en su oído.

En cierta manera ¿Qué sucedería si el joven descubriese que ella es un ser nocturno?, que es un ser que se alimenta de la vida de otras personas. Jamás se descubriría de la misma manera que en ese momento. Tomo nuevamente la muñeca rozando las yemas de sus dedos por la piel de ese espacio, lo hacía con el fin de calmar y suavizar su piel. –Entonces, te diré que estoy despierta gracias al olor de….tu sangre- continuo masajeando la tersa piel que podía tocar sin lastimarla, por ahora. –Me has despertado del letargo placentero del alcohol- elevo la mirada para ver su expresión, creyó que vería unos ojos llenos de horror y repulsión. Acerco nuevamente el cuello de su mano a su boca abierta donde sus colmillos se apreciaban claramente, luego de unos segundos atravesó su piel al igual que dos cuchillas de un rápido corte. Su sangre al instante comenzó a emanar de la herida deslizándose hacia su boca y en otros lugares por fuera de ella, el néctar carmesí del hombre era aun más exquisito y delicioso de lo que se había atrevido a imaginar. No bebió demasiado solo con un poco bastaba lo suficiente en esos momentos.

Acerco lo suficiente su rostro al de él para besarlo en los labios, “ The Embrance” o el “beso sangriento”. Podría ser algo parecido al cambio de vida humana a vida inmortal, la única diferencia es que ella no dio su sangre a cambio. No condenaría a alguien así a menos de que lo necesitase en un futuro. Era algo que nunca había hecho, ni siquiera con su pareja humana en un pasado.

por **Jean-Luc Tessier** Vie Ago 05, 2011 12:35 pm

Las manos de Adam fueron directamente a la cintura de ella cuando vió que se le acercaba tanto. Estaba claro lo que pretendía que era básicamente lo mismo que lo que él había pensado. ¿Qué otra cosa podrían hacer en su habitación? Podía pecar de simple o directo, bueno si, era bastante directo se diera la situación que se diera pero en un burdel si la habia subido era para disfrutar de los placeres carnales que esa mujer podría otorgarle. Podría parecer ella muy común pero había visto algo ¿O tal vez simple aburrimiento? Fuese por lo que fuese dudaba que no pudiera disfrutar con cualquier persona que se le pusiera delante ya fuese hombre o mujer. Él se sentía capaz de tornar la situación caliente y placentera ¡Porque solo tenía que creer para sentir! Igual que ver para creer.

Se sorprendió de sus palabras pues notaba esta vez si algo raro, extraño y a la vez especial. La manera en que le miraba. Con deseo, pero no un deseo sexual o por lo menos no puramente sexual. Había algo más tras aquellos ojos. Sangre..esa palabra le descolocó ¿Se habría echo la borracha para que acudiera él o tal vez cualquier otro? Porque, tal y como ella misma acababa de decir no parecía en absoluto borracha. Y era extraño que con tantas copas y tal como la había visto se le fuera tan rápido. Tal vez tanto como le había subido.

No pudo pensar en nada más cuando sintió ese pinchazo en su cuello. Hizo una mueca de ligero dolor acompañado de un sonidito de escozor. Entrecerró los ojos y apretó las manos en la cintura ajena. Notaba como algo de él salía, no sabía el qué ni para qué. Sin embargo, no sintió miedo o preocupación. Solo fueron unos segundos y los suficientes como para poder relajarse y dejarse llevar por su mente. No hizo falta ni que hiciese nada para que sus labios se juntaran pues cuando sintió el beso de ella la correspondió. Tiró su cuerpo hacia delante y con ello la tumbó bajo su cuerpo, no pensó, solo actuó y rebañó todo rastro de ese sabor metalizado que acababa de invadir su boca junto a la saliva de la muchacha. No supo lo que era hasta que se separó para poder respirar y abrió de nuevo los ojos. Sangre.

- Tú..qué.. - parpadeó volviendo a relamerse los labios y pasando la punta de su lengua por los de ella, aprovechando para explorarla ligeramente. Observando entonces los colmillos que sobresalían bastante más grandes de lo que deberían ser. Se acercó un poco más e hizo una mueca con sus dientes como si tuviera la intención de morderlos, en lugar de ellos, atrapando su labio inferior. No quiso decir nada, únicamente le mostró una ladina sonrisa. No le importaba qué había sido eso o qué fuese ella. No era la primera vez que lo veía sin que le importara porque lo único que quería era pasar un buen rato, hacerle pasar un buen rato.

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