Tomando algo (Katherina)

por Invitado Vie Jun 11, 2010 9:44 am

*iba paseando tranquilamente por las calles de Paris sin rumbo alguno. Iba con ropa ajustada y negra. Le gustaba ir de negro; la hacía atractiva, más de lo que era. Hombres se la quedaban mirando, pero ella pasaba de todo ignorando todos ésos olores a vampiros entremezclados con el de los humanos, a pesar de que odiaba ése olor.

Entra en el bar, sedienta. Le apetecía un trago y un poco de tranquilidad y descansar. Se sienta en la barra y pide un vaso de vino. Miraba el local en general sin decir nada, viendo como estaba completamente desierto; sólo había una pareja de humanos que estaban hablando tranquilamente. Se pone el pelo en un sólo hombro mientras le servían el vino. le sonrie levemente al camarero y le da un trago, para luego empezar a jugar con la copa distraídamente sin pensar en nada

por Invitado Vie Jun 11, 2010 11:53 am

El café de París era un lugar idóneo para tomar algo. Era media tarde. El sol ya estaba casi puesto y yo aprovechaba los lugares sombríos para ocultar mi naturaleza inmortal. Llevaba un corsé blanco que se ajustaba a mi cintura bajo un vestido negro que se conformaba de una camiseta de botones plateados con bordes de oro y cuello y mangas de volantes. La camiseta estaba metida por dentro de una falda larga y negra también, que llegaba hasta mis tobillos. Llevaba una pamela gris con una pequeña pluma negra.
Mi vestimenta era lo más parecido a una mujer que estaba de luto. Pero adoraba el negro, el estilismo oscuro que ocultaba los nulos fallos de mi cuerpo, el tono apagado y sin vida que se asemejaba a mi historia.
Cerré los ojos cuando el aroma a vino impregnó mi nariz. Giré mi cabeza y vi la entrada al café donde había querido ir. Sonreí y me deshice de la pamela, dejando que el pelo cayese libremente. Abrí la puerta y entré al local con aires de grandeza, dejando que la luz de las velas de las paredes iluminase mi rostro, blanco cual perla.
Caminé con pasos suaves hacia la barra, sentándome sobre un taburete e hincando mi codo en la barra, pidiendo un vaso de vino. El olor de ese bar era humano. Había un vampiro al otro lado del local, oculto en las sombras y... un licántropo. Mi mirada carmesí atravesó el vacío, llegando a dar con una morena que era, sin duda, la licántropa.

por Invitado Vie Jun 11, 2010 12:27 pm

*seguía jugando distraídamente con la copa, sin darse cuenta, de que cuando había entrado, no había olido al vampiro que estaba entre las sombras, aunque tampoco le haría caso. Escucha la puerta, pero no hacía falta girar la cabeza para ver quien era; un vampiro. Menuda suerte tenía hoy, rodeada de vampiros. Rueda los ojos y suspira. Por cortesía, ira levemente la cabeza hacia la vampiresa que había entrado mirándola con un ojo, ya que el pelo le tapaba el otro de color verde esmeralda, llamativos. La saluda con la cabeza, por mera educación y luego le da otro sorbo al vino sin decir nada en absoluto

por Invitado Vie Jun 11, 2010 12:42 pm

Giré mi cabeza, clavando mis ojos en la muchacha licántropa que se había tomado la molestia de mirarme y saludarme con la cabeza. Entrecerré los ojos, mirando fijamente hacia la muchacha mientras el camarero me servía vino en una copa de cristal frino con el borde de la copa con detalles de oro. La copa costaba más que la botellas de licor que se escondían tras las anchas espaldas del gordo camarero. Asentí cuando la copa estaba medio llena. Dejó la botella al lado de la copa y me llevé ésta a mis labios brillosos de saliva. Tragué tranquilamente ese licor tan dulzón.
En todo momento miraba fijamente hacia la muchacha licántropa. Con la mano que se encontraba sobre mi falda, hice un gesto para que se acercara. Deseaba conocer a una licántropa y, si no me atacaba, podíamos ir tirando. Odiaba que la gente me atacase sin ton ni son simplemente porque les caía mal los vampiros. Yo no era una más.

por Invitado Vie Jun 11, 2010 12:48 pm

*hace un movimiento delicado con la cabeza para apartarse el pelo de la cara, aunque su largo y oscuro pelo caía por su hombro. Por el rabillo del ojo, ve como la vampiresa le dice que se acerque, aunque se queda unos segundos pensando si acercarse o no. La verdad es que, vale que odiaba a los vampiros, pero no era en plan de odiarlos por lo que son; ella sabía que había vampiros y vampiros, unos más buenos que otros.

Se levanta de la silla y se sienta a su lado, a pesar de que su olor le hizo arrugar la nariz. Se pasa la lengua por los labios mirando un momento al camarero y luego mira a la chica con sus esmeraldas que tenía por ojos:

-buenas tardes, madmoiselle...

por Invitado Vie Jun 11, 2010 1:03 pm

El olor de la muchacha me hizo hacer una mueca, una mueca que escondñi al verla justo delante de mí. Sonreí ampliamente, me quedé mirando su cuerpo y después sus ojos. No se parecía nada a una licántropa. Me las imaginaba más peludas, más feroces, más... más... salvajes. Cerré los ojos y llevé la copa a la boca, para terminarme el vino de un sólo trago, sintiendo como el líquido rojo descendía por mi garganta y refrescaba mi gaznate.
Ladeé la cabeza y clavé mis rubíes en sus esmeraldas al escuchar su voz. Dejé la copa con suavidad sobre la limpia barra y recosté mi brazo contra ésta.
-Buenas tardes. ¿Su nombre?
Murmuré con una voz neutral. Ni rabia ni empatía.

por Invitado Vie Jun 11, 2010 1:11 pm

Aiedail Fournier, para servirla... aunque llamadme Aie, por favor *murmura al igual que ella, neutral. Se cruza de piernas mientras se quitaba su largo y oscuro pelo del hombro dejándolo caer en cascada sobre la espalda. Mira a los humanos por encima del hombro, con desprecio. Vuelve a mirar a la vampiresa sin mostrar expresión alguna:

-¿y el vuestro, mademoiselle?

por Invitado Vie Jun 11, 2010 1:18 pm

Observé esa mirada despreciante hacia los humanos. Evité reír. Agarré la botella de vino y serví con una perfección de somelier. El vino golpeó con suavidad el cristal, sin alterar su sabor. Dejé la botella reposar en la sombra de esos candelabros, dejando que se enfriase. Agarré la copa y la removí suavemente para que el sabor se exparciese por todo el recipiente.
Le di un trago y paladeé ese sabor, escuchando de fondo la voz de la licántropa.
-Mi nombre no es tan enrevesado como el suyo. Me llamo Katherina, un placer.
Alargué mi mano hacia ella, para estrecharla o para que la besase, lo que más le apeteciera a la tal Aie.

por Invitado Vie Jun 11, 2010 1:29 pm

es sólo un nombre... *rueda los ojos suspirando mirando la mano de la chica. Se la estrecha, ya que los besos se los dejaba a los caballeros:

-un placer... *esboza una media sonrisa corta, cosa que la vuelve a borrar enseguida. Se acaba el vino, ya que le quedaba un poco. Se sirve un poco más del suyo, sin tocar el de la vampiresa:

-¿y qué os trae por estos lares, lady Katherine? *murmura indiferentemente sin mirarla, concentrándose en la copa removiéndola

por Invitado Vie Jun 11, 2010 3:17 pm

-Un nombre perdura para siempre.

Murmuré mientras entrecerraba los ojos y daba otro trago a la copa de vino. El filamento dorado que recubría el cristal de la copa que se posaba sobre mis labios le daba al sabor del vino un toque de refinamiento y sabor metálico que me recordaba vagamente a la sangre.
Dejé la copa en la barra de nuevo y me acomodé en mi sitio, mirando a Aie, con una sonrisa forzada. Me costaba estar junto a ella. No por ella, sino por el olor que desprendía. Pero lo estaba tolerando. Lo hacía bien... muy bien. Como todo.
Al escuchar su pregunta sonreí.

-Una mera copa de vino -Alcé mi copa y la volví a dejar. -. Como sabrá, por mi naturaleza, el vino no es la bebida que más suelo tomar y, en ocasiones, agradezco un trago de éste dulce licor...

Musité mientras la observaba.

-¿Y a usted, lady Aiedail? ¿Qué la atrae a ésta taberna repleta de humanos?

Moví la mano ligeramente, señalando a todo el local y a sus clientes. Casi todos, excepto uno; humanos.

por Invitado Dom Jun 13, 2010 1:57 pm

*la mira neutral escuchándola sin perder la inexpresividad de su rostro. De momento era una buena chica, pero el simple hecho de estar junto a un vampiro, no le gustaba nada. Cuando la escucha preguntarle a ella que qué hacía, se encoge de hombros:

-quería dar una vuelta, sólo éso... *murmura indiferentemente dándole un sorbo al líquido rojizo, degustándolo antes de tragarlo

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