Anthony D'Ruan

-Nombre del Personaje: Anthony D'Ruan

-Edad: 24

-Especie: Humano- Cazador

-Tipo y Clase Social: Clase Alta

-Orientación Sexual: Heterosexual

-Lugar de Origen: Ruan, Francia


-Descripción Física:

Spoiler:

-Descripción Psicológica: Como una gota de lluvia en el mar, asi es la mente de Anthony. Confundido y abstraido en un mundo que se ha cerrado y le ha envuelto en barreras... ahora solo es taciturno y tranquilo, sus pocas palabras se las dedica a las plantas y los animales y entre versos compone poesias y toca su guitarra acompañado por el dulce sonido de la fauna; pero cuando llega el momento... esta confundido, más cuando se ve envuelto en un caos interminable donde recuerdos nublan su mente y su obligación hace aparecer un alterego contrario a sus principios. Tal vez ninguno de nosotros sepa quien es, pero el siente que le fue arrebatada su identidad y su libertad, aunque... no odia su trabajo, pero si odia no haber podido elegir. Cátolico en extremo y con una disciplina producto de un arduo entrenamiento militar, parte día a día en busca de una misión, sin amigos, ni amores, sin ser un humano... tal vez sólo un demonio creado para destruir todo lo que se oponga a la iglesia. Su animo enajenado, su corazon endurecido, su lucha por un objetivo falso que no puede ver , todo ello conjugado con una personalidad métodica, analítica y armoniosa... tal vez una buena arma para la iglesia, sin embargo nadie sabe que tras miles de entrenamientos que buscaban mejorar sus habilidades y tras cientos de viajes para estudiar con grandes maestros se escondía el alma de un artista y un amante, de un filosofo y de un revolucionario, tantos libros no serían en vano y en resumidas cuentas aquella bipolar guerra que se suscitaba en su interior terminaria con solamente un vencedor.



-Historia:

Toda historia debería comenzar de una forma neutral, o al menos la mayoría lo hace, pero esta no... cuando aún era un bebe, criatura sin pecado alguno su vida dió un giro inesperado cuando su familia cayó bajo el poder y la tiranía de la ambición de algunos hombres a quienes para ese entonces les estorbaban. Un cuadro díficil de pintar al ver en el un pequeño ahogado en la sangre de su madre, la cual murió arruyando a tan dulce criatura en sus brazos. El rumor llegó tan rápido como se pudo a los oidos de todos quienes los conocían, mas ninguno dijo palabra alguna y un viejo monje presa de la compasión y la tristeza fue con su bastón a la vieja mansión donde una vez residieron aquellos buenos cátolicos, tomandolo en sus brazos derramó una lagrima y soltando el bastón rezó a Dios darle fuerza para volver al viejo edificio, aquel monasterio en la colina escabrosa que en noche de brujas producía tanto temor a los pequeños.
La tarde cayó y el bebe entre lagrimas y gritos exigía algo que comer para sobrevivir, por su parte, el viejo monje, con su tierna y apacible voz ya desgastada por los años calmaba al pequeño, objetando que aunque poco aún faltaba algo de camino. Como un milagro el niño guardo silencio y humilde espero el final de la travesía.
Pasarón algunos años y el pequeño crecía rápidamente, su cuerpo aumentaba su tamaño y su mente al par construía algunas bases que el viejo monje le había instruido desde pequeño, una de ellas, la poesía. Aunque el pequeño detestaba la métrica y luchaba con el viejo por ella, al final las risas colmaban el edificio cada vez mas raido por los años. Su niñez aunque en la ignoracia de su pasado, transcurría feliz y en la sonrisa de aquel niño se vislumbraba el fulgor del sol y la tranquilidad de la mar. Disfrutaba de los pequeños detalles y los largos viajes y aunque sin más amigos que el ahora su padre, crecía para ser un buen hombre.

Pero aunque quisiera esto sería solo el preambulo ya que ni la felicidad dura para siempre y mucho menos las personas y como todos en la vida, el joven de tan solo 5 años se vio enfrentado a la muerte inminente de su padre, quien dejando dos cartas una dirigida al vaticano y otra dirigida a Anthony dejo el mundo. Aquel reciento parecía entonces el cementerio, mas no lo digo por la muerte sino por el silencio y el frío que habían anidado desde la agonía del monje y ahora como una mariposa que salía de su crisalida se llevaban volando los sueños y la felicidad de aquel joven cuya sonrisa sería borrado finalmente por la carta de su padre adoptivo. Tras días de profundo luto y sentimientos encontrados, llegaron cada noche terribles pesadillas, recuerdo tal vez inventados en aquella pequeña mente sobre su historia. Nada podia sacarlo de aquel oscuro y humedo cuarto, hasta que un día un joven monje enviado desde Roma lo recogio, y en sus brazos lo llevo de nuevo a otra vida, ya no tan feliz como antes.

De mente debil y enajenado fue condenado a vivir de libros y entrenamientos, una disciplina basada en la idea de un papa de crear un nuevo ejercito de cristo, uno que acabaría con tantas plagas que escondidas en la oscuridad esquivaban al mundo aunque lo llenaran de más desgracia. Y asi junto a otros jovenes entreno hasta cumplir 13 años, para ese entonces su mente alienada por la iglesia y su cuerpo moldeado en una estricra rutina fue enviado alrededor del mundo para entrenar con viejos maestros de algunas artes marciales prohibidas en europa por su alto grado de peligro. Aquella sería la única vez hasta ese entonces que olvidaría el pasado y bajo la mano y el cuidado de tres grandes maestros aprendería no solo sobre el arte de matar sino tambien la filosofía y el estilo de vida de un guerrero.

A los años volvería con la cabeza erguida por primera vez y con un montón de esperanza, sus misiones ya habían sido asignadas y bajo el prologo de que construiría un mejor mundo, asesino a cientos, tal vez miles de criaturas y de humanos que aunque crueles no merecían que alguien decidiera de esa manera su muerte. El vació inundo su vida y confundido emprendió su camino de nuevo a Roma.