Un momento de paz... [Kaine]

Miro su reflejo en el agua tratando de encontrarse, sin embargo lo único que vio fue rostro extraño que trataba de engañarlo diciéndole que era el mismo, sin embargo, su paranoia no le dejaba creer semejante cosa, no quería creer que era la misma persona que antes, ahora simplemente no tenia ganas de moverse, solo tenia ganas de quedarse quieto, de dormir y dormir hasta el final de los tiempos, incluso en ese instante en el que no hacia nada se cansaba con solo pensar que en algún momento debía comenzar a andar, cerro los ojos durante unos segundos escuchando aquellas voces que gritaban un nombre extraño, aquellas voces que desafiaban su voluntad, pero que aunque lejanas parecían completamente familiares


Soltó un suspiro cansado tratando de parar aquellos gritos desesperados, una sonrisa salió de sus labios sintiendo una terrible pesadez en sus parpados, estaba completamente acabado, hacia apenas un día que despertó abandonado a las orillas de la playa vestido con harapos y sin un solo recuerdo a parte de aquellos gritos desgarradores y la sonrisa de alguien antiguo y malvado que le perseguía.

Una sonrisa cínica comenzó a iluminar su rostro mientras introducía sus pies dentro del agua sintiendo el frio en su piel de una manera tan dolorosamente placentera que incluso podría considerarse masoquista, el no lo sabia pero desde hacia unos meses se convirtió en una maquina de autodestrucción y la perdida de su memoria fue solamente un vago intento por lograrlo, a lo lejos entre los arboles escucho los ladridos de una jauría de perros enfurecida, no sabia de que se trataba pero no estaba asustado, el sonido de aquellos animales le calmaba de sobremanera y lograba que el latido de su corazón aumentara un poco su velocidad, pero no sabia realmente porque.

Durante un pequeño lapso de tiempo se abandono a si mismo, a su cuerpo y a su conciencia dejándose caer en el agua como una simple hoja de otoño que cansada de mantenerse se deja caer al suelo, entonces todo se volvió oscuro, el aire dejo de llegar a sus pulmones y el agua lo mojo por completo y lo hundió sin que opusiese resistencia alguno

A lejos en su mente pudo ver aquel baúl vacío, que se volcaba dejando caer sus recuerdos al vacío, todos estaban en diferentes y hermosas formas, entre ellos había un cuerno, unas alas, un pajarito de papel, el cuadro de un tigre, los dientes de un lobo, el collar de un monje, una sombrilla de tela rota, un cráneo deteriorado por el tiempo e infinidad de cosas más, las cuales aun analizando profundamente no podía deducir su significado. Todo a su alrededor era frio, nada más que puro y suave frio, con su cuerpo flotando tan profundo en la oscuridad que incluso su propia imagen ahí suelta se sentía como una mentira, una terrible mentira que desacreditaba todos sus años de vida.

Aun no estaba completamente seguro de como llego hasta aquellos extremos, en realidad no estaba seguro de nada pues so memoria desapareció, lo único completamente tangible en ese momento era la ropa que llevaba puesta, aun cuando la falta de oxígeno lograba que olvidase distraídamente detalles sobre esta, el silencio no era una sorpresa estando donde se encontraba, pero si era enloquecedor sentirlo, lastima dentro de poco un silencio infinito se tragaría sus ansias

De pronto a lejos sus ojos alcanzaron a divisar un pequeño punto en la oscuridad, era realmente pequeño, como una linda luciérnaga en la noche, el, o más bien su yo imaginario, ese que veía fuera de su cuerpo parado como si nada sobre el vacío, entorno los ojos hacia la cosa delante de él, llevándose las manos a los oídos tratando de evitar aquel eco que rebotaba juguetonamente en su loca cabeza, la voz de una persona le llamaba, la de un hombre al que estaba seguro no conocer, aun cuando por últimas fechas estaba seguro de no conocer a nadie, aún quedaban las típicas punzadas de nostalgia, esas que aparecen cuando la mente desaparece y el corazón piensa, y aquella voz no las causaba, no causaba nada de nada, más que la sensación de estar a salvo

Sus ojos reales se abrieron tomando una gran y larga bocanada de aire que lleno sus pulmones inflando su pecho, al instante, comenzó a toser ruidosamente mientras trataba de nuevamente respirar con normalidad, el agua se había comenzado a colar en sus sistema y queriéndolo o no le afecto bastante, su pulso estaba a cien, tanto que paulatinamente le llego la sensación llevar un reloj descompuesto en el pecho

- ¿Qué paso?-pregunto casi jadeante cuanto la voz le dio para articular palabras, sus ojos miraron curiosos a los alrededores, todo era tan… VERDE… había árboles, pasto, arbustos y frutos colgando de las ramas, a su lado un profundo y oscuro lago silencioso, una mueca apareció en su rostro al pensar siquiera en que se encontró sumido ahí adentro por algún rato, aquel vacío le puso la piel de gallina-¿En dónde estoy?- estaba preguntando y no sabía ni a que, ni a quien, giro el rostro nuevamente viendo de manera fija a una persona cercana, probablemente quien le saco, su rostro tenía una expresión extraña que no logro leer, y es que en realidad no era bueno leyendo expresiones, aun así no despertó su desconfianza- Y tu…Quién eres?-la última pregunta se quedó calada en el aire cuando ladeo la cabeza como si hubiera descifrado las maravillas del mundo en un instante y al siguiente los horrores de este- Y yo…Quién soy??-pregunto finalmente