¿Por qué demonios el corazón sigue siendo frágil, la memoria tan constante y la vida tan limitada? La respuesta puedo hallar en un bello angel de alas negras (Lestat)

La puesta del sol daba la bienvenida al anochecer y a mi pausado andar tambien, si... era el olor de de un capitúlo diferente en mi corta vida inmortal.
Esperé quieta hasta que la luna estuviera en su máximo esplendor, deje a mis humanos familiares en los brazos del dios morfeo, y cual criatura nocturna abondone mi hogar adentrandome en la noche. Primero fui por un pequeño "Tentenpie" antes de asistir a un teatro de peculiar nombre ubicado dentro del divino y pintoresco París.
Alli estaba finalmente, me encontraba frente a las puertas del famoso "Teatro de los vampiros", llevaba un vestido largo y no tan pomposo ceñido a la cintura de un intenso color carmesí, mientras mi cabellera lucia como un brillante velo color negro que matizaba con mis ojos azules agua y sus diminutos toques violetas que brillaban intensamente cuando asistía a un evento de indole artistica.
Siempre asistia a ese teatro, a decir verdad desde la primera noche que arribe a París lo equivalente a unas cuantas semanas, el arte es lo unico que me deleita, lo unico que aprendí de mis creadores y la unica vida que conozco.
Quería disfrutar inmensamente la nueva vida que me habian otorgado, pero a ciencia cierta no sabía como, desgraciadamente mis divnos creadores, mis querubines de Boticelli me habían abandonado a mi suerte quedandose en Inglaterra....
En fin esa es otra historia, esta vez acudia a aquel teatro no solo para deleitarme con la obra, ni siquiera por el trabajo que habia obtenido allí de hecho esta era mi noche libre, mas bien iba en busca de otro objetivo el que me había llevado a asistir aquella noche, su nombre: Lestat de Lioncourt.
Monseuir Lestat de Lioncourt, Oh sí; ese era mi verdadero objetivo quería encontrarlo puesto que había escuchado de boca de otros de mi especie que el disfrutaba inmensamente de la "nueva vida que se le había sido otorgada"decían ellos, muchos se quejaban de sus comportamientos, otros ambicionaban ser como él en fin todo eso lo escuchaba cuando habia ensayos de las obras parecía que todo mundo lo conocía dentro del teatro.
Poco a poco las historias que mis oidos percataban entre bastidores, me orillaron a buscarle, como muchos yo sabía que que él disfrutaba de las obras de aquel recinto, asi que aprovechando mi noche libre preste mi presencia a aquel sitio en busca de un encuentro y pedirle fuese mi maestro pues cada caracteristica descrita por otros me convencía mas que aquel caballero podría enseñarme mas alla del arte y la música.
Entre al recinto artistico, todo infestado de todo tipo de especies desde nosotros los vampiros hasta los comunes y corrientes seres humanos, me percate de sus hermosos adornos que no había explorado con detenimiento, despues busque mi aciento y me instale allí, con una mirada curiosa comence a buscarlo entre los presentes, algunos volteaban a observarme a otros mis ojos los cautivaban pues muchos me decian que eran mis armas por la belleza unica de ellos, hasta que al fin había sentido una mirada mas profunda que me distrajo de mi busqueda, gire la cabeza y tras un pilar junto a una mesa con copas de vino, allí se encontraba, si era el, lo sabía por las caracteristicas que me había proporcionado una de mis compañeras actrices, sin embargo verle en persona y unos cuantos metro de distancia me djo anonadada, sus caracteristicas , su propia personalidad y presencia me habían cautivado.
Era un apuesto cabellero, con dos zafiros azules como el cielo, en lugar de pupilas, una cabellera rubia que parecia una fragil mata de hilos de oro rizados y su piel blanca como el marmól puro era una perfecta escultura mormolizada del dios Apolo pero esta vivia respiraba y mi observaba.
En su rostro reflejaba cierta malicia, arrogancia, adorador del peligro, pero tambien gentileza y disfrute de su vida inmortal todo esto me llevaba a la conclusión que el podía ser la luz eterna que mi camino pudiera alumbrar e ilustrar, desee inmensamente ser como él.
Pero presentía algo en su mirada, no creo que fuesen imaginaciones mías, parecía que el ya sabía lo que buscaba, no apartaba su mirada de mi me estaba analizando cuidadosa y minusiosamente, como si quisiese entrar a mis pensamientos o a mis recuerdos.
Tenía la cabeza hecha un lío, no queria que se diera cuenta del disturvio dentro de ella, así que esboce una sonrisa y por un segundo lo mire a los ojos, luego agache la mirada pues me sentía avergonzada.
-¿Avergonzada?, ¿Avergonzada por que Montserrat? el es como los de tu especie- pesaba yo cuando mi pensamiento fue asaltado por otro -¡Tonta ya haz dicho tu nombre!, no te das cuenta que aqui tus pensamientos pueden ser escuchados por centenares de vampiros incluyendo al monseuir, se nota que no tienes educación vampirica y pocos años de existencia, mirale ahora se rie- Lestat tenía una leve sonrisa en su rostro acompañada por carcajadas discretas y sin apartar su mirada de la mía, no sabía si se reia de mis ademanes o de mis pensamientos, solo queria reservar mi nombre para cuanto entablara una conversación con el pero no pude evitarlo y muchos menos contenerme.
Creo que tambien la causa de su risa se debía al rechazo de una copa de vino que me habían ofrecido, suponía que para el era insolito el hecho de no haber aceptado aquel licor.
Finalmente dio inicio la obra y las luces se habían apagado, el se retiro mostrandome la copa de vino que sostenía en sus manos, yo me incorpore a mi aciento.
"Música de la noche"era el titulo de la puesta en escena preste mi total atención a la obra olvidandome del encuento por un momento.
En el segundo acto se presentó una canción con el mismo titulo de la puesta, justamente en la primera estrofa de los coros de aquella melodica canción me llamo la atención puesto que decia:
Esa parte me estrmeció y recorde a aquel vampirico ser objeto de mi presencia aquella noche, voltee hacia el pilar pero como era de esperarse ya no estaba allí, ahora se encontrba en un palco individual arriba, parecia que era ya su asiento reservado exclusivamente para él, lo intuí por el forro de terciopoelo rojo que cubria el aciento.
El seguia observandome, pude ver una expresión dec asombro en su rostro, percibia que su mirada se debia quizás a su desconcierto de saber porque durante largo rato mi mente se puso en blanco deleintandose con la obra y preguntandose que clase de vampiros fueron mis creadores que se habian limitado a mostrarme disfrute de la vida inmortal simplemente en el arte haciendo que ignorara el mundo que me rodeaba, por lo menos eso me figuraba su mirada.
Le abri mi mente para que el entrará en ella y supira que ese fragmento de la melodía, era lo que buscaba en palabras concretas, por un momento sentí que la orquesta había parado pero no era así, solte un pensamiento al aire esperando con cierta timidez que lo captara, tal y como una oración que proviniera de un humano hacia un angel yo le implore a uno pero con las alas negras que fuese mi maestro con las siguientes palabras:
-Monseiur Lestat de Lioncurt, ayudeme, estoy perdida, le imploro sea mi maestro en esta vida llena de inmortalidad, haga que mi lado oscuro ceda al poder de la música desgarradora que las estrellas escriben, solo usted puede hacer que mi canción eterna vuele, ayudeme y enseñeme el poder de la noche-
Sentía su mirada mas fija y centrada en mi que unos minutos antes, no sabia que ocurriria no sentia miedo sea lo que viniere algo era seguro cambiaria todo lo que hasta ahora llamaba "vida".

Su mirada seguia fija en mi, al parecer no tenia intención alguna de desviarla a otro sitio donde no estuviese yo.
Finalmente de aquel cautivador caballero provino un sutil, elegante, sublime y aterciopelado pero varonil sonido, era su voz que me estaba dando respuesta a mi desesperada suplica, aunque era mentalmente como lo escuchaba, después de dos años habia encontrado una especie de paz, a decir verdad ninguna voz mortal o inmortal habia inundado mis sentidos con esa extraña sensación, solo lo habian logrado mis creadores cuando su voz me consolaba mientras sufria el tormento de mi transformación aquella tragica noche.
Por un momento cerre los ojos, en un gesto de alivio esbozando una ligera sonrisa, olvidandome de todo lo que me rodeaba sin escuchar un solo sonido de aquella puesta. Solo lo escuchaba a él y nadie mas que a él. Sin embargo algo provocó que me dignara a abrir mis ojos; Lestat aquel vampiro que sin conocerlo ya lo admiraba y al verlo me dejo cautivada, ahora me invitaba su palco, para mi era algo insolito.
No sabia con exactitud que contestar nuevamente tenia un millón de pensamientos en aquella mi confusa mente, lo unico que sabía es que quería que en ese momento llegará el intermedio para poder subir o de un gigantesco brinco llegar hasta aquel sitio y entablar la conversación tan anhelada para mi... si ya sé, ya había comenzado pero no de la menera que deseaba, quería que comenzara pero con palabras que surgieran de mis propios labios y los de él.
Tambien estaba impaciente por que de cierta manera, al verlo otra sensación se abrió pasó dentro de mi, quería que el fuese mi amigo, mi confidente, no sabía porque queria semajante amistad, si yo no confiaba ni en la victima que atacaba para beber, en pocas palabras en nadie, entonces ¿Porque senti confianza en el?.
Al fin después de pensar un poco en lo anterior y en una respuesta coherente y lógica contesté:
- Sí monseuir, así es, estuve esperando con ansias esta noche para poder verlo, conocerlo y pedirle fuera mi maestro, he escuchado mucho de usted, dentro de este teatro, vera yo trabajo aquí como actriz y entre bastidores durante diversos ensayos a los que he asistido, los actores no hacen mas que hablar de usted, algunos por odio y otros por que ambicionan ser como vos, y... al oir todas aquellas caracteristicas suyas descritas por ellos, decidí siendo mi noche "libre" prestarme a un encuentro con usted.
En cuanto a su pregunta ¿que si su enseñanza podría ofrecerme lo que estoy buscando? bueno si no lo creyese no estaria presente esta noche ¿no lo cree?.- dije arqueando ligeramente la ceja[color=violet]. -Sinceramente creo que usted podra enseñarme más allá de lo que mis creadores me mostraron, el arte y la musica, practicamente me privaron de todo el mundo que me rodea y del disfrute que puedo obtener de mi nueva naturaleza, hace poco me abandonaron a mi suerte quedandose en mi tierra la vieja Inglaterra, pero una vez me privaron como humana, no quiero que vuelva a suceder, en un usted se que puedo hallar respuestas y conocimento, odie mi vida anterior, no quiero odiar esta también y terminar arrojandome en una hogera encedida y ardiente.-[dije sarcasticamente, aunque esto me hacia sentir orgullosa de no ignorar como destruirme o destruir a otros por ese lado me sentia satisfecha.
-Escuche-, volvi a dirigirme a él -Al término de este melodica canción vendra el intermedio, entonces subire a su palco, debo agradecer su atenta invitación, dentro de unos instantes allí estaré- Sonreí para él, dejando ver mis pequeños caninos, y mirandolo a los ojos, lo cual en toda aqulla escena no deje de hacer, aunque confieso fue algo... dificil.
Retorne la vista al escenario, me mostraba tranquila, pero en el interior estaba anciosa por el encuentro; finalizó aquella canción con la siguiente estrofa:

"En esta oscuridad que tu sabes
ya no puedes luchar, perteneces a
la oscuridad de la música de la noche
Permite que tu mente emprenda una jornada a través de un mundo extraño y nuevo
deja todos los pensamientos del mundo anterior
permite que tu alma se transforme en este ser
sólo entonces
solo entonces aprenderás...... a vivir"

Las luces se encedieron inmediatamente, y los presentes comenzaron a dispersarse por el teatro para ir por unas copas de vino y encontrarse con sus conocidos, mientras que yo me dirigía a los escalones que llevaban a los palcos.
Mis pasos iban rapidos pero silenciosos y tenia una manera muy felina de caminar que a muchos llamaba la atención pero eso no me importaba ahora.
Mi corazón, si es que era eso latía freneticamente. Mientras acendía, mis recuerdos llegaban hasta mi, aturdiendome y fastidiandome, recordé desde la sobreprotección de mi madre, mi forma sumiza que provocaba la burla de los demas ante mi, mi padre y yo cantando aquellas canciones antiguas de Inglaterra, aquella casa de ópera en la solia pintar, aquel pote de pintura que causo mi noche tragica, la primera vez que vi a Alessandro y Andrea y sus rostros contemplandome aquella noche y durante sus enseñanzas artisticas en aquel palazzo de Venecia que no había vuelto a pisar desde hace un año, aquel sentimiento hiriente y de impotencia ante la ignorancia de los placeres mas humanos.
Finalmente termine la rememebranza con mi arribo a París y a este teatro que marco la ultima vez en que vi Alessandro, aquellos fragiles humanos a los que tome como conejillos de indias para entender la complejidad mortal, mi odio con el que la inmortal vive hacia los humanos y este encuentro tan intrigante y deseado para mi y todo esto ambientado con aqulla canción que aun reinaba en mi mente.
Una voz vampirica completamente desconocida me tomo por sorpresa - Un relato muy interesante- me puso su mano en el hombro riendose, seguido de esta acción procedio a bajar las escaleras, ese ser no era mas que un asistente mas a aquel teatro, su acto llevó a preguntarme si aquel vampiro desconocido habia captado todas aquellas imagenes entonces ¿ Lestat tambien? y sobre todo si estaba a unos pocos pasos de su palco, realmente eso me intranquilizo, pero aun así continue mi camino y al fin nuestras miradas se volvieron a encontrar, ahi estaba sosteniendo la copa de vino de la cual no habia bebido ni un sorbo, esperandome de pie a un lado de su asiento, volvio a mostrarme la copa, parecia interesado.
-Seguramente tambien el capto todo- pense. El silencio se adueño de aquel pequeño sitio, las miradas se entrelazaban anilazando fijamente al otro.
Me digne a romper aquel imponente silencio, presentandome ante él:- Buenas noches monseuir, bien pues aquí me tiene, mi nombre es Montserrat Shapplin Brightman- realice una pequeña reverencia y esboce una sonrisa.
No sé que contestaría y que pasaría en aquel palco, pero lo presentía, llegaria lo que deseaba una noche y vida nueva y diferente, estaba en incertidumbre pues algo habia aprendido: Lestat era simplemente impredesible...

Después de unos escasos minutos de incertidumbre, él me respondió, mientras mantenia una sonrisa sincera que me daba a mostrar sus afilados caninos, bueno al final de cuentas no debiamos ocultar nuestras caracteristicas vampiricas, eramos de la misma estirpe.
Empezó por presentarse, aún sabiendo que ya le conocía, al hablar me mostraba un perfecto y elegante francés con un tono grave que imperaba en su voz, esto volvía a inundar mis sentidos.
-Ojalá pudiese hablar con tan perfecto acento como usted, ya que como puede notar mi acento inglés me estorba y me entorpecé-le esboze una sonrisa.
Más tarde después de la frase anterior y las presentaciones correspondientes, él me ofreció asiento junto a él en sutil gesto con la mano. Yo asentí con la cabeza y me dirigí a la pequeña mesa de marmól con tonalidades marrones que se encontraba en el centro del palco.
Me costaba creer que alguien con una llamativa personalidad y con semejante experiencia como aquel vampirico ser, había aprendido todo totalmente solo sabiendo unicamente lo básico para sobrevivivir, más el amargo recuerdo de un creador que se arrojo a la ardiente muerte, todo esto lo pensaba mientras lo miraba a esos ojos azules hipnoticos que llamaban mi atención y me reflejaban la intriga sobre mi presencia.
Por un momento desvié la mirada, pues estaba admirando con curiosidad los adornos artisticos que se encontraban en el arco y a los lados, pero volvi a consentrarme en Lestat cuando me percaté que jugueteaba con la copa de vino que sostenia en sus manos, balanceandola de un lado al otro sin que se derramará ninguna gota de aquel líquido protagonista en esta noche.
-Seguramente se preguntará que busco exactamente en usted ¿No es así?, bien, pues como sabe he venido en busca de conocimiento, de experiencias, como usted lo ha dicho nuestra especie suele abandonar a los suyos, dejandoles los conocimientos básicos, pero ¿que hay del mundo haya afuera?, sinceramente mis creadores solo me transformaron por dos cosas: Uno, para enseñarme sobre el arte y la música de forma que los conocimientos más antiguos no se perdieran y dos por compasión de una debíl mortal que era la nostalgía personificada- voltee a ver una escultura de un ángel con capa cubriendo su rostro y cuyo forraje era de oro -¿Ve esa escultura frente a nosotros aquella del ángel con las alas abiertas decorando aquel arco de ese palco-
el giro la cabeza para observarlo -pues bien- prosegui -pense que al tranformarme amaria esta nueva vida, que abriria las alas como aquel ser,lo sé, no seria alguien divino pero seria un angél caido, uno que disfrutará al máximo estos poderes, que viviria desfrenadamente pero empiezo a creer que no he sabido vivir ninguna de las dos vidas que me han sido otorgadas, aqui entre nosotros, pensaba arrojarme a alguna hoguera y dejar todo puesto que si no supe de los placeres mas humanos menos sabria de los más vampiricos... ¿A si que para que vivir eternamente si no se como?, pero en cuanto empece a escuchar historias sobre usted, decidi buscarle para darme una ultima oportunidad de... aprender de la diversión y vida eterna además de nocturna.-
Esbocé una sonrisa -Se que a través de usted vere el conocimiento como si fuese una hoja de vidrio, y al fin viviré, tengo tomado en cuenta que hay riesgos pero deseo correrlos, además de la idea de esto, usted abrio otra sensación, le tengo cierta confianza, aun no se como esto sea posible si yo no confio en nadie pero usted es diferente deseo ser... su amiga ¡Claro esta! si usted acepta, y a todo esto usted que piensa yo me pongi a su merced- mostraba cierto aire de respeto como si estuviese hablando con un gran maestro que yo sabía lo sería por lo menos para mí.
Lestat mostraba asombro e interés.
Iba a decirle algo cuando el encargado me ofrecio una copa parecida a la de él, tenía el mismo filo dorado y el licor más fino que podían ofrecer -No lo sé, nunca lo he probado- decia mientras lo veia, más sin embargo el seguia analizandome, con la misma sonrisa inicial dibujada en su rostro, y el asombro de mi indecisión ante una situación tan insignificante con esa.

Pense por un momento viendo unicamente aquella botella, pero mi cabeza dio un giro cuando escuche la sugerencia de Lestat, sin pensarlo dos veces acepte aquel licor, si mi futuro mentor me decía que debía aceptarlo era por algo.
Tanto mi acompañante como yo observabamos como sirvieron el vino escuchando su caer en el recipiente, examinamos el retiro de aquel joven con interes percatando que caminaba con demasiada seguridad, vistiendo un delicado traje obscuro, que me hizo seguirle con la mirada hasta que desaparecio en la oscuridad de la puerta del palco.
Nos brindamos una reverencia, y con delicadeza tome la copa en mi mano, contemple el tono rojiso de la bebida y cuando estaba a punto de probarlo, el me advirtio ciertas cosas que en mi cuerpo se presentarian quede escuchandolo antentamente observandolo esta vez de pies a cabeza, otra cuestion que me planteo hizo interrumpiera mi acción de beber, coloque la copa de nuevo en la mesa, me limite a acariciarla dando a entender mi reflexión por unos instantes, despues retire la mirada de la copa y la fije en el, mientras decia con respetuoso acento: - ¿Problemas?,- solte una pequeña carcajada,- si se que abra demasiados líos y sabe no me importa en gran medida, además, - areque la ceja -Con el simple hecho de averiguar entre ellos sobre usted, y supieron mis intenciones se volvieron contra mi, algo que me tiene sin cuidado pues desde que llegue a trabajar en este teatro, los actores son... egoistas y demasiado antisociales, seguido lo juzgan y yo lo defiendo, en el fondo quieren ser como usted igual que yo, por esa razón me odian el doble, le pido no se preocupe, aunque la misma fuente de todos nosotros viniera por mí, mi deseo por aprender y opinion de usted no cambiaría- manifestaba en mi rostro un gesto de seguridad y decisión a lo que comentaba, la veracidad se escuchaba inmediatamente.
Agache la mirada a la copa de la cual no habia bebido ni un sorbo -Vuelvo a repetirle que si no considerase su vida como un ejemplo y enseñanza para mi no estaría quí esta noche, usted es lo que mis mentores nunca supieron ser, deseo aprender para que sirve lo que tengo en mis manos ahora, ni siquiera en mis victimas encuentro lo que deseo, ni placer, mato por que tengo que comer y por venganza a los humanos, solo por eso-
Mi voz expreso desepción ante mi situación y tristeza, tome la copa y la balancee un poco -Sabor a vida ¿que es eso?- bebi un poco y descubri que mi futuro maestro tenía la razón mi cuerpo la rechazo pero me gusto un poco su sabor, volvi a depositar el recipiente en la mesa y me quede viendo fijamente la misma, por un momento suspire, el silencio se adueño del lugar, más en ningún instante levante la cara para mirarlo, pues nuevamente estaba avergonzada ante mi quebranto, ¿porque demonios el corazón sigue siendo fragil? pensaba mientras la cuestion se repetia cual eco en mi cabeza.
-Usted puede ayudarme ¿Verdad?-, lo miraba con esperanza pues al verlo tenia ganas de vivir por primera vez mi inmortalidad
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User: Una disculpa por la demora...
Saludos

Mis pensamientos se inteerumpieron, cuando el me aseguro que el podría ayudarme, votee a verle, una extraña expresión podia verle en su rostro acaso era ¿ternura?, me era increible ver esa expresión pero era cierta ¿Sería que en algun momento el se sintiera identificado conmigo?, una voragine de ideas nacio con el simple hecho de verle, le sonrei de forma agradecida -En usted tengo, mi ultima esperanza, confio, solo...confío-.
Entrelazaba mis manos, observaba con detenimiento cada movimiento, cada suspiro de los espectadores que debajo de nosotros se encontraban, cuando menos me dí cuenta aquella copa de vino estaba vacía, sin aquel licor que Lestat en esos momentos había arrojado, miraba extrañada, no entendía cual era su nuevo plan, mas de un momento a oro ví como abrío una herida en su muñeca de una sutil pero mortal mordida, por un momento mire a todos lados, alguien podría vernos, pero como todo ser vampirico, el olor de la sangre y su color carmesí llamaban mi atención, miraba atenta, la sangre comenzaba a caer en la copa a brotones -Lestat ¿que... hace?- pregunte pero el no contesto, solo me dio la copa acompañada de lo que al fin comprendí eran mis primeras lecciones,a las cuales asentí con algo de timidez,-Nunca me había puesto a pensar en esa opción, pero me parece de lo mas util- tome con mucho cuidado aquel recipiente de vidrio con suma delicadeza, casi como si este estuviera apunto de romperse.
Por un momento la observe detenidamente, despues con ansias y con los ojos cerrados tome aquella sangre que venía directa del mismisimo Lestat, lun suspiro salio de mis labios cuando termine de beber, era una sensación diferente había sentido una especie de gusto y placer al tomar su sangre pero la pregunta era ¿Porque hasta este momento, que tenia la sangre de Lestat que tenía un sabor tan diferente que en cualquier vampiro podria complacer seguramente hasta el mas exigente?.
Deje la copa en la mesa con la expresión de sorpresa y agrado en mi rostro, me recargue en el resplado de la silla, despues una sonrisa por si sola se dibujo en mi faz, y como una rafaga sin pensarlo dos veces solo pude decir -Gracias. la he disfrutado bastante, una lección que no muchos saben- tome la copa y profundice mi mirada en ella -Ojala y hubiese sido su sangre, esta la que he bebido la que me hubiese transformado y no la de aquellos dos nefastos vampiros-el rencor era de lo más notorio, me hubiera gustado tenerlos frente de mi en esos momentos e incinerarlos con mis propias manos, para su suerte estaban en no se donde, pero algun dia mas que temprano los hayaría, en fin esa era otra historia -Tu puedes decirme ¿porque esta sensación al beber tu sangre fue placentera y no amrga como suele ser?- calle por instante -¿Por que me has dado tan grande privilegio, maestro? ¿Porque no fuimos a cazar un mortal de abajo? debo hacerte la pregunta ¿Algo hay en mi para que me des estos privilegios, estas lecciones y me veas de vez en cuando con ternura?- esta pregunta simplemente salio de mis ocurrencias pero es que por primera vez estaba disfrutando y aprendiendo cosas que yo ignoraba -Es que usted me ha enseñado no como acostumbro siempre por mi propia cuenta, aunque despues termine medio muerta ademas- rei y negue con la cabeza -Primera noche que no estoy sola y que tengo compañia que me es grata- la nostalgía volvio a invadirme -Sabe siempre he estado sola, practicamente desde que era una mortal, a veces vagamente recuerdo, queria quitarme la vida, volverme desquisiada, perderme de la realidad tan desdichada-mis recuerdos seguían doliendo, mientras seguía pensando, decia -En reliadad considero que la verdadera locura no sea otra cosa que la sabiduría misma que cansada de descubrir, las verguenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca-.
Dirigí mi mirada asi el y le pregunte -Usted que a empezado a enseñarme y a vivdo tanto tiempo, ¿cree que es bueno vivir en soledad a pesar de ser inmortal o hay algun secreto para no sentirme tan.... sola?-

Aquel vampiro con sus palabras alimentaba aún más la curiosidad, esa necesidad de buscar a alguién que me guiara y que con el la llenaba.
La copa de cristal que yacía en mis manos se había vaciado y todo ese liquido carmesí provrnido de mi salvador oscuro se había vertido en mis adentros, sus ojos azules perdidos en las butacas y sus palabras sabías me obligaban a seguirle viendo en vez de contemplar el recipiente o intentando retener el sabor de su sangre, escuche sin decir palabra alguna, finalmente negue con la cabeza -¡Que curioso!... yo odio a todo el mundo- le respondí, sabía de antemano que todo mundo odiaba a aquel vampiro pero... ¿Porque sus creaciones también?, en lo que a mí respectaba yo estaría orgullosa de haber sido una criatura nacida de su sangre -Los humanos principalmente, los vampiros, los seres que que habitan en todos lados, desde que volví a... lo que sea como se llame esto han sido victimas de mi odio y de todo recentimiento que guardo en el interior- cerre mis puños al igual que mis orbes -Mis... estupidos creadores por su acción que cometieron conmigo llevan cierto odio extra, dudo por mucho que con usted algún día pueda a llegar a sentir los mismo- finalmente acabe mis palabras y guarde silencio, ignore cual era su expresión pues ahora me concentraba en todo los asistentes de allí abajo.
-Creo que ahora mis mejillas estan terriblemente sonrojadas, con un rojo más intenso que antes- solte una sorisa traviesa y dulce, sincera, sus palabras habían provocado ese efecto dentro de mi, era extraño, su sonrisa, su mirada y el tono de voz que utilizaba, todo en conjunto lograba que se me subieran los colores al rostro, le escuchaba con atención y cuidado, mis palabras también fueron escuchadas por sus oidos, lo cual ne hacía sentir satisfecha -Creo que debo de disculparme entonces- baje la mirada -Me he precipitado bastante, sin darme cuenta que no puede contener todas las respuestas a mis dudas... lo siento- le mire fijamente -Sin embargo... no quiero dormir sino vivr, porque sola- asenti con la cabeza -Sola ya he estado toda mi vida como le he dcho, el mundo del dios Morfeo solo hará que recuerde mi situación, que reviva a mis monstruos internos, mi ultima oportunidad se haya en esta inmortalidad ¿no hay otra manera?- pregunte casi en un tppno de desesperacion aguradando su respuesta -Tiene que haberla, pues tan solo de imaginar cerrar los ojos y volver a la oscuridad, sería como regresar al entierro en el que todos los mortales me llevaron durante años, solo quiero... saber si aún tengo la salvación de... disfrutar con mi cuerpo muerto lo que el mortal jamás toco, lo que jamás sintio-.