Si la vida te da Mil razones para "llorar", demuestrale que tienes Mil Una para "sonreir" - Loukas -

Recuerdo del primer mensaje :

No había nada que odiara más….o quizás si…..pero esta era una de las cosas que más me exasperaban y desesperaban….el tener que soportar una maldita tarde de verano enfundada en un pesado y elegante vestido….me fascinaban, claro, como a cualquier mujer pero estos en ocasiones sobre todo cuando el clima era insoportablemente caluroso solían convertirse en un verdadero martirio.

Salí a toda prisa del salón. Subiendo escaleras arriba casi corriendo hasta mi habitación confiada en que Thiago ya tenia preparada la ducha y un cómodo y apropiado vestido aunque más sencillo elegante a la vez.

- Todo esta como usted lo dispuso, ama – me comento al topármelo saliendo de la habitación – bien – me limite a decir, había días en que mi trato hacía él era demasiado serio, en apariencia algo frío pero en el fondo el buen y servicial Thiago se había ganado mi entera confianza y aprecio pero eso no podía hacerlo tan evidente, a Fenrir lo más probable era que no le pareciera.

El atardecer caía y el calor menguaba un poco, situación que me reconfortaba. Me acerque a la ventana encontrándome ante un paisaje verdaderamente maravilloso. El espectáculo que el cielo brindaba a mis ojos era algo verdaderamente digno de admirar. Contemple largos minutos aquel cielo teñido entre colores naranjas y rojos que daban la sensación de que se trataba de fuego y no de nubes, lucia como si el mismo cielo se estuviera incendiando.

Me aparte de la ventana esbozando en mi rostro una amplia y feliz sonrisa sin duda alguna esta era una hermosa tarde para dar un paseo y no tenia la mínima intención de desaprovecharla.

- Vamos Thiago date prisa que quiero estar de regreso para cuando mi Señor Black este en casa – la felicidad ¿de que?...no lo se pero estaba feliz se hacía notar en el sonido de mi voz. Mi buen Thiago asintió en tanto solo me observaba y finalmente se atrevió a hablar – me gusta verla tan feliz ama – de inmediato como si hubiera dicho algo malo bajo la mirada – lo estoy Thiago, lo estoy - le respondí sonriendo.

Al llegar al sitio indicado a mi buen sirviente este me ayudo a bajar del carruaje – daré un paseo por aquí – me gire y apenas al dar el primer paso sentí ese golpe de aire veraniego acariciando mi rostro y colándose hasta recorrer toda mi piel. Corinne hacia tanto que no te permitías disfrutar de lleno de las delicias de la naturaleza..... mis labios se curvaron en una sonrisa.

Comencé mi andar con la mirada al suelo disfrutando y riendo como si fuera una niña pequeña con el sonido del crujir de la hojarasca dando pasos cada vez con más fuerza y presión sobre esta para hacer más fuerte el sonido a mis oídos. Levante la vista y cual fue mi sorpresa que sin siquiera percatarme mis pasos ya me había llevado muy cerca de la laguna y frente a esta sentado en la orilla se encontraba un solitario caballero. Dudaba en acercarme pues se trataba de un desconocido y a Thiago lo había dejado atrás. Me atreví a acercarme con cierta cautela - Buena tarde – salude a su espalda con voz suave – espero no molestar o interrumpirle en su soledad....si es así juro que le dejo solo – quede a la espera de su reacción ante la desconocida que se atrevía a acercarse y a hablarle.

Me hablo con tanta seriedad de la cual creí no era posible que existiera en él. Era alguien realmente espontáneo capaz y dispuesto de divertirse y de disfrutar la vida como viene sin ningún tipo de mascaras ante nadie y simplemente ser quien realmente desea ser para el mismo y no actuar de acuerdo a normas, reglas y mucho menos deseos de los demás. Realmente algo admirable que esperaba aprender muy bien.

- Lo siento…para mi es natural mi forma de actuar….- medite un poco dándome cuenta muy a mi pesar que gran parte de mi vida estaba marcada por “lo que debo hacer, decir o pensar” negué con la cabeza - debes comprender que es muy difícil erradicar algo que te han inculcado desde pequeño y que toda tu vida has considerado algo correcto….no deseo mostrarte de mi lo que no soy – estaba siendo muy sincera no era mi estilo mentir así que no tenía porque venir a mentir ahora.

Baje mi vista hasta mi muñeca la cual el tomaba con cierta fuerza y desesperación, Levante a mirada para encontrarme con su rostro muy cerca del mío y con un infantil mohín en su rostro el cual me hizo sonreírle con ternura.

- No he dicho que me iré de tu vida – le dije aún manteniendo mi tierna sonrisa y acercándome para depositar un suave y fugaz beso sobre su mejilla, dándoselo accidentalmente muy cerca de la comisura de sus labios. Me separe de él sin dar demasiada importancia a la cercana de mis labios con los suyos al darle ese beso inocente. De inmediato formule una pregunta procurando así él también ignorara ese pequeño accidente de mi parte.

- ¿Crees que tengo algún motivo para querer alejarme de ti?...

Comprendí lo que ella me decía. Simplemente nos habían educado de forma distinta. El que mi infancia estuviera marcada por la ausencia de mi madre y que mi padre me tuviera prácticamente abandonado a mi suerte caló en mi personalidad, haciéndome más libre pero quizás eso no significaba que fuera mejor o peor. Simplemente era distinto.

Sonreí levemente cuando me aseguró que no se iría de mi vida y me sorprendió su gesto cuando sus labios me brindaron un efímero beso en la mejilla, muy cerca de mis comisuras. Mi lado más instintivo me empujó a tomar de nuevo su cintura y recortar distancias entre nuestras bocas. Pero me detuvo con fuerza de voluntad, pues no quería obligarla a nada ni estropear lo que empezaba a ser una sincera y bonita amistad. Suspiré sobre sus labios y asentí.

- Supongo que mi libertad y mis latigazos de instintos no deben ser muy agradables para ti.- murmuré en otro suspiro, apoyando mi frente sobre su hombro, agotado de contenerme frente a esa mujer.

Sus expresiones me daban a notar que comprendía perfectamente lo que acababa de decirle. Por un efímero momento note cierta tristeza en sus ojos, me sonrió con desgano cosa que hizo que se formara un nudo en mi garganta.

Se acerco tomándome de la cintura, de nuevo lo tenía muy cerca de mi….mis labios temblaron ligeramente. Sin darme cuenta los apreté ligeramente para impedir que él lo notará.

- Te equivocas Loukas….tu libertad me parece que es el tesoro más preciado que posees y tus latigazos de instintos te hacen actuar de la manera más pura y natural…me agrada que así sea...no tienes porque avergonzarte de ellos y mucho menos pensar que a una mujer como yo nos puedan parecer desagradables porque al menos para mi no lo son y lo que importa es mi opinión ya que estas aquí conmigo y no la de los demás….además a ti nunca te ha importado lo que los demás piensen o digan…- su gesto me pareció de lo más tierno….así que cuando apoyo su frente sobre mi hombro no me vino otra cosa a la cabeza más que pegarlo más a mí y abrazarle, pase mis manos rodeando su espalda con sumo cuidado me conmovía sobremanera mirarle un poco indefenso – te aseguro que a mí me agradas como eres – mi mano acariciaba su cabeza en tanto mis dedos se pasaban suavemente entre sus cabellos – si no te parece mal creo que podemos ser amigos – en realidad seriamos solo amigos, no lo sabía pero eso no me importaba saberlo ahora, sonreí al hablarle ya no necesitaba mirarle a los ojos para saber que expresión tenía en su rostro.

Era increíble como en tan poco tiempo Loukas quizás sin darse cuenta me había dado a conocer su personalidad casi por completo y eso me complacía. ¿Por qué me complacía? ni yo misma lo sabía, todo comenzaba a ser tan extraño.

No sabía si era porque estaba nerviosa o por si simplemente lo que decía realmente lo pensaba y por ello hablaba tanto ahora. Aquello me hizo sonreír aliviado, saber o querer creer que ella no me odiaba después de todo. Pese a saber que me sentía fieramente atraída por ella. Pese a hacerle más de una travesura infantil. Pese a incomodarla en ocasiones con alguno de mis comentarios seductores o juguetones. Suspiré cuando ella me abrazo, despeinando mis cabellos cuando sus dedos los revolvían. Me sentía a gusto a su lado, entre sus brazos. Era como si ella fuera parte de mí, la media mitad que me faltaba. Yo era alguien inquieto, infantil, inmaduro... ella era todo lo contrario. Me complementaba perfectamente y sentía que si la dejaba marchar, sería como rechazar una luz cuando has vivido siempre entre oscuridad.

- De acuerdo, madmoiselle.- sonreí, ahora alejándome de sus brazos para poder ver en sus ojos.- Volveremos a vernos como amigos.

Aquella última palabra me sonó como la más bella que podía existir en el mundo. No sabía si realmente aquél deseo sería realizado, pero el saber que ella me miraba de aquél modo y tras proponerme una sincera y pura amistad, ya nada me pareció vano. Ahora las cosas empezaban a tomar un sentido jamás antes dado. Creo que fué ese día cuando por fin, Loukas Giorkas supo quién era. Y eso siempre se lo agradeceré a Corinne.

Vaya, que había pasado que de un momento a otro hablaba tanto, bueno que importaba si todo lo que le decía era porque realmente lo sentía y lo pensaba. La sensación de tenerlo entre mis brazos era tan extraña y tan agradable a la vez que por un instante paso por mi cabeza el deseo de que ese pequeño instante durará mucho tiempo. Ummmm mi deseo quizás no fue lo suficientemente intenso que precisamente cuando ese pensamiento pasaba por mi cabeza él se aparto del abrazo.

- Claro que volveremos a vernos no tengas dudas de ello - estando a su lado me sentía libre, completamente libre de pensar, decir, de sentir y de actuar, con él podía dejar de fingir que era toda una dama y podía actuar de nuevo como una chiquilla aunque no por ello me permitiría caer en la inmadurez, así que como podía permitirme privarme de verle de nuevo además agregado a todo esto él era un licántropo como yo.

- Entonces de acuerdo Monsieur – estire mi mano para estrecharla con la suya como si estuviésemos cerrando un trato de negocios, obvio esto no era precisamente un trato y mucho menos un negocio – creo que ya es hora de salir del agua – comente con la voz un poco apagada a pesar de estar feliz de haberle conocido pero el salir del agua significaba que este día el tiempo para compartir con él se agotaba.

Sonreí cuando me aseguró un reencuentro y entreabrí los labios para hablar de nuevo, pero ella se avanzó alargando su mano. Yo la miré alzando una ceja con una media sonrisa y encajé mi mano con la suya, dándole un pequeño tirón para que todo su cuerpo diera una vuelta sobre su mismo eje y enrollarla en mi brazo derecho, quedando de nuevo a escasos milímetros de mi rostro. Sonreí con picardía y le guiñé el ojo.

- Hecho, Corinne.- la tutueé sin más, soltando su mano y liberándola de mí.

Antes de pudiera hacer o decir nada más, salté del agua y busqué mi ropa tirada sobre la rama de un árbol cercano. Me vestí con rapidez, dándole la espalda. Cuando ataba los últimos botones de la camisa me giré hacia ella con una radiante sonrisa.

- Hasta pronto.

Y con un gesto con la mano me despedí de ella. Eso había sido demasiado para mí, pues odiaba las despedidas y aún así, le había dicho de algún modo, un "adiós". Ahora corría deprisa, dejando que la brisa de la mañana secara mi cabello húmedo y mi piel aún empapada. Entonces supe que Corinne había abierto una caja en mi interior que ni tan siquiera sabía de su existencia: a felicidad.

Uffffff pero……auchhhh…….yo aún no terminaba de decirle que era hora de salir del agua cuando él ya estaba fuera y se apresuraba a vestirse.

Hice lo mismo que él salí del agua, podría decirse que detrás de él pero no espere solo lo suficiente para que el cubriera al menos la parte baja de su cuerpo. Tome el vestido entre mis manos y así con mi ropa interior completamente empapada me enfunde en el.

Me encontré nuevamente con su mirada, con su picara y ahora mucho más radiante sonrisa. Negué con la cabeza sin comprender que era lo que le había puesto tan feliz.

- Hasta pronto, Loukas – respondí con una amplia sonrisa y de igual manera correspondiendo a ese gesto con la mano despidiéndome de él. Observe como corría de prisa y en tan solo segundos desaparecía de mi vista.

Me gire y emprendí camino de regreso en dirección contraría a él. El cabello me escurría, el vestido ahora también mojado comenzaba a pegarse a mi cuerpo y la sonrisa en mi rostro no desaparecía poco importaba mi apariencia en este momento. Loukas me había dejado una gran enseñanza esta mañana, esperaba verle de nuevo muy pronto.

“¿Corinne has aprendido la lección de esta mañana?....” asentí mientras balbuceaba para mi esa respuesta……No importa lo que pase ni cuantas razones tenga para llorar….siempre tendré muchas más razones para sonreír….



Off: Loukas, gracias por compartir tema conmigo ha sido un verdadero placer.