Un noche en París (Luna Zafiro y libre)

por Invitado Dom Jun 13, 2010 5:49 am

No hacía mucho tiempo que habíamos llegado a París, y como es normal, tampoco sabíamos si habían vampiros en esta ciudad. De todas formas, había que matar el tiempo de alguna forma y aprovechar las oras oscuras, aun mas en esta época del año que las noches son cortas. Asi que una cena en casa compuesta de sangre fría en un atardecer tan cálido nos ahorraba tiempo, tiempo que aprovecharíamos de una forma que nadie sospecharía.
Espere a que mi amada se acabara de arreglar para salir al teatro, aun no era de noche completamente, pero los últimos rayos de sol era algo que un simple parasol podía evitar con suma facilidad. Aunque me preocupaba bastante por ella, podía dejarse llevar por sus pensamientos y acabar volando por los tejados, dejando su piel expuesta a la luz solar que se acababa, pero yo estaría ahí para evitar cualquier catástrofe que pasara por su mente.
Salimos de la mansión oscura como una pareja de fantasmas, mientras que Luna nos protegía a ambos con su parasol blanco con encajes y volantes. Aquellos detalles que añadía en sus ropas y complementos eras invisibles, pero adornaban de una forma insultante y burlona para cualquier costurero o joyero que no se haya dado cuenta de que los destellos de los cristales daban mas brillo que una simple tela blanca.
Entramos en el carruaje en silencio, le ayude a entrar sujetándole la vaporosa cola del vestido blanco. Parecíamos tan humanos a simple vista que nadie sospecharía de nuestra falsa inocencia.
Llegamos al teatro, siendo victimas de miradas envidiosas, a las cuales nos mostrábamos indiferentes y tal vez incómodos, pero en el fondo yo sentía una gran soberbia.
Entramos en teatro y quede fascinado con el arte y los colores que envolvían el ambiente.
“Sin duda el ser humano no dejara de impresionarme”-Pensé para mi mismo. Pero me interesaba saber que pensaba mi acompañante. ¿Estaría tan fascinada como yo o la subestimaba demasiado?

por Invitado Dom Jun 13, 2010 8:58 am

Todo estaba perfecto. El sol no me hacia daño, mi vestido era despampánate y relucía como el cristal. Salí de mi tocador, entusiasmada con la noche que pasaría con Jonathan. Y ahí me estaba esperando el. Con su encantadora sonrisa y sus ojos azules. Le tome de la mano y nos fuimos de la mansión en silencio.
El carruaje nos iba conduciendo por la casi ya oscura París, mientras dibujaba con mi dedo en el cristal y sopaba en el.
Aquello era divertido, tal vez infantil, pero divertido para pasar el rato.
Cuando llegamos al teatro yo iba sonriendo mirando y mirando a los humanos y oliendo su sangre, oyendo como esta recorría las venas y las arterias. No, n había que pensar en ello, yo ya había cenado. Pero aquellas miradas envidiosas me devolvían la dulce y endemoniada inocencia que se escondía con al luz del sol, pero le prometí a Jonathan que hoy no crearía catástrofes, y tenia que cumplir mi palabra.
Me quede fascinada con los colores y la decoración, mis ojos humanos no apreciaban nada de lo que veía con los ojos vampiricos, pero estos jamás observaron este arte.
-Mi querido Jonathan ¿Los humanos no aprecian nada de este arte?-Le susurre a mi pareja, abrazando fuerte su brazo mientras veía a loo aburridos humanos andar sin fijarse en el brillo que les rodeaba.
No obstante, tambien andábamos, pero despacio, atravesando al decorada sala con un olor dulce.

por Invitado Lun Jun 14, 2010 9:53 am

La observaba a ella, tan infantil e impresionista como siempre, nunca cambiaria y, francamente, tampoco me importaba. Me fascinaba ver cuanta inocencia podía retener en si misma, para luego hacerla desaparecer en cuestión de segundos y crear un matadero en una casa en cuestión de minutos.
La agarre por la cintura con delicadeza, rozando la seda blanca hasta que entramos en la sala donde se iba a representar la obra.
-Los humanos son simples, por muy vanidosos que sean, solo ven dinero.-Le conteste susurrándole en el oído. Habían demasiados humanos para lo que me imaginaba, el olor de la sangre era tentador y del todo prohibido ahora.
Intente no concentrarme ahora mismo en el olor fresco de la sangre, intente distraerme y de paso, distraerla a ella, era mas incontrolable que yo y eso no siempre es bueno.
-¿Llevas puesto el perfume de fresias y violetas?-Le pregunte curioso arqueando una ceja, desde luego, este aroma era menos apetecible que el de la fresca sangre humana.

por Invitado Mar Jun 15, 2010 10:04 am

Mi garganta, mi maldita garganta quemaba, ardía, soltaba a gritos la necesidad de sangre. No tenia hambre, yo estaba saciada y satisfecha, pero mi garganta era juguetona y quería hacerme sufrir, aunque gracias a la diosa sabía controlar tas ardor ante tanta tentación. ¿Por qué los humanos tenían que ser tan irresistibles? Mejor dicho ¿Porque su sangre tenia que ser tan tentadora?
Necesitaba distraerme, necesitaba alguna distracción hasta que comenzara la obra. Pero alguien había pensado ya en eso.
-Incorrecto, señor Crane, rosas y violetas-Dije sonriendo detrás de mi abanico. Era Divertido ver como se equivocaba y me miraba de reojo reprochándome su error. OH vamos, no era mi culpa.
No sentamos cómodamente en el palco que nos correspondía, en la oscuridad y a solas.
Aquí el olor era mas ajeno, por no decir de que al menos, no oía el pulso en las venas y las arterias.
Me senté al lado de Jonathan, tenia una extraña sonrisa.
-¿Te ocurre algo?-Le dije dulcemente abrazándome a su brazo.

por Invitado Miér Jun 16, 2010 3:08 pm

Rosas y violetas, debí suponerlo, las rosas eran su fragancia favorita ¿Cómo consiguió camuflar el olor? Tal vez debió de ser ayer, la fragancia no se iba tan fácilmente de su cuerpo.
La lleve hacia nuestro palco reservado. No iba a dejar que mi pequeña muñeca soportara la tentación de ir a por las gargantas sabiendo que no podía, asi que le prepare una sorpresa.
La mire de reojo, tan tierna como siempre.
-Tranquila Luna, todo a su tiempo, todo a su tiempo-Susurre mientras le ponía un mechón de su pelo detrás de la oreja.
Tenia una cara tan dulce y siniestra. ¿Por qué mi familia y amigos no la aceptaban como posible esposa? Ah claro, por la clase social, todo giraba por la familia y el dinero. Pues ahora ella era mas valiosa que cuando era un arlequin, una maravillosa arlequin ¿Qué hubiera pasado si Luna hubiera sido como Aurora y Aurora como Luna? ¿Qué hubiera pasado si Aurora hubiera sido como siempre, pero trabajando de arlequín y Luna hubiera sido extraña y soñadora pero viendo de la nobleza? Lo mas probable es que me hubiera la hubiera elegido igualmente.
-Además, te tengo una sorpresa preparada.-Le dije sonriendo.

por Invitado Jue Jun 17, 2010 3:38 pm

Mi rostro se ilumino, mis ojos eran de diamantes que brillaban ante tal noticia.
Me gustaban las sorpresas, me gustaban mucho y el lo sabía, y sabía que ahora estaría inquieta hasta saber de que sorpresa se trataba. Tenia tantas opciones de que podría ser, pero ninguna tendría sentido dado el lugar.
Le mire con ojos suplicantes, sabía que no me diría que me tiene preparado, pero tenia que intentarlo.
-Dime amor mío ¿De que se trata? Dime una pista al menos-Dije suplicante, pero con un tono infantil y coqueto.
Intente adivinar algo, alguna pista por el entorno, peor solo podía ver al publico y al escenario.

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