¿Y donde te llevaran las olas? [Galletita]

por **Kwon Jae Wook** Miér Jul 06, 2011 2:22 pm

Tras alejarse de las tabernas que bordeaban aquellos lugares, siguió por el camino de tablas, que rechinaban a sus pies. Las grandes tiendas y almacenes, quedaban justo frente al puerto, y el estaba algo lejos del area principal. Aquí solo habia botes que tenían la gracia de seguir sobre el agua sin hundirse de manera patética. Quizás fuera hasta casi misericordioso, que el joven coreano, terminara por dejar ir aquellos leños, pero no tenía por que ensuciarse las manos con la brea. Aquello no era propio de alguien como él.

Siguió avanzando. Notaba las miradas que lo acechaban. Un hombre joven, bien parecido, con ropas que denotaban su buena posición económica. ¡Habia que ver que más de uno de esos desgraciados planeaba darle un “piquete”, con tal de sacarle las joyas y el reloj de oro del bolsillo!
Mugrosos humanos, antes de poner una sola mano sobre el, caerían muertos, sin una gota de sangre en sus imperfectos cuerpos.

Al final, no tuvo que ponerse violento. El olor a salitre no le desagradaba. Era hasta cómodo sentir la brisa del mar agitar sus cortos cabellos y la tela de su saco. Se acercó hasta el barandal del muelle, contemplando como descendían los pasajeros. Le gustaba ver entre esas caras, gente con rasgos delatores de otras zonas. Los olores de las cosas que cargaban de manera ilegal. Y la malicia que corrian entre las venas de los polizones.

por **Galadriel Lenn Mathers** Miér Jul 06, 2011 9:04 pm

Podía sentir la brisa marina golpearle el rostro mientras una sonrisa adornaba sus labios, hacia muchas noches que no salía de casa, tantas que ya no recordaba el olor del aire fresco de afuera, llevaba en sus manos una muñeca que le regalo su gatito hace mucho tiempo, al caminar, el sonido de las suelas de su zapatos resonaban por todo el puerto dejando clara la dureza de sus tacones mientras sus cabellos se movían suavemente con el viento.

Llevaba un vestido de holanes y mientras avanzaba daba pequeños saltitos sobre la madera mientras echaba un vistazo a su alrededor, tenia hambre y aquel lugar estaba lleno de gente que lo único que quería era correr hacia su muerte, nadie se le acercaba en esos momentos per todos la miraban, tenia toda la pinta de una niña rica que paseaba por el puerto, tenia personas que la venían persiguiendo desde calles atrás, tal vez esperando a que estuviese lo suficientemente sola o queriendo que los guiase a algún lugar o persona.

Mientras sonreía se relamió los labios con la lengua teniendo cuidado de no lastimársela con los dientes, aquella noche tendría una gran cena y después volvería su hogar como si nada, antes de llegar al puerto ya la esperaban con un carruaje así que por el transporte no había problema y… todo el mundo sabia que el mar estaba lleno de carroñeros, ellos se encargarían de deshacerse del cadáver. Aquella idea le había puesto de buen humor y comenzó a avanzar con un solo pie como si se tratase de algún juego mientras su risa inundaba todo el lugar

por **Kwon Jae Wook** Vie Oct 14, 2011 6:59 pm

Sonido de campanillas. Claro, dulce. Infantil. La risa de una persona pequeña. Aguzó el oído, deteniéndose, recargado sobre uno de los barrotes del barandal que bordeaba aquella parte. Metió las manos en los bolsillos de la chaqueta, mientras acomodaba con un dedo, de manera lenta, las gafas que solía usar por puro accesorio, según el, como si fuera algún tipo de moda. Demás que servían para distraer con el brillo de los cristales, la forma de sus ojos y el color de sus pupilas. El brillo de asesino del que se habían impregnado, desde la primera vez que hundió sus colmillos en la piel de alguna persona, que ya no tenia nombre para él.

Pero, volviendo al asunto que lo habia hecho detenerse….

“Una niña. Y podría jurar, que es como yo… ¿Dónde estas….?” Aquellos seres pequeños, le causaban fascinación. ¿Qué se sentiría no crecer más del metro y medio? Tener menos de diez por miles de años. La olisqueó, y presuroso, se acerco a su lado. Dentro de èl, no todo era maldad pura. Tenía su lado amigable. Los niños le gustaban…

- Hey, hey, hey….! Tú, la mocosa que salta. ¿Qué te crees que haces aquí tan tarde?- -la llamo, con un tono perfectamente audible, y casi con un deje de afectación, preocupado. Uno que sentiría de verdad, si aquella niña, no fuera como él. Hasta deberia sentir más pena por los marineros que aun quedaban por alli.

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por **Galadriel Lenn Mathers** Vie Oct 14, 2011 9:13 pm

- Hundido con la cabeza bajo el mar, dime cuan azul es todo abajo-cantaba mientras sus piecitos jugaban de manera inocente tratando de mantenerse en un equilibrio que poseía pero que preferida ocultar, porque después de toda ella era pequeña y adorable, ella debía ser simplemente como señorita torpe que aún no tenía control de sus propios movimientos ¿Por qué? Simple diversión, si debía mantenerse con aquel cuerpo toda la vida sería simplemente absurdo no aprovecharse de ello- Dime si los peces se ven de colores y dime si la sal no se mente dentro de tus ojos-la naturaleza y la suerte le jugaron una mala racha confinándola en un pequeño cuerpo, pero al mismo tiempo le dieron la oportunidad de disfrutar de una vida sin remordimientos ni problemas, una vida simple y divertida, la torcida vida de una niña muerta

- Hey… Hey tú!!! El mocoso con lentes Galleta te está hablando jeje-rio traviesa mientras se cubría la boca con las manos y ladeaba la cabeza dejando que sus rubios cabellos cayeran sobre sus hombros- Galleta juega la mancha con su sombra, y tú que haces dulce corazón? Estas buscando a tu mami? Galleta seguro puede llevarte hasta ella-su mirada permanecía perdida mientras se clavaba fijamente en su acompañante, olía muerte, justo como aquel viejo ser que durante una calurosa noche en el desierto, mordió su cuello y dreno su sangre, si había algo de lo que estaba segura era de que jamás olvidaría en ni un segundo de su vida el olor y el sentimiento de alguien de su propia raza cerca, era un sentimiento de incomodidad, de superioridad, de miedo y de una terrible soledad que aparecía dentro de ella mezclándose hasta formar un agujero en su estómago y corazón, sin duda algo terrible

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por **Kwon Jae Wook** Lun Oct 31, 2011 1:00 am

El coreano miró a la niña con una de sus cejas arqueadas, y los labios ligeramente fruncidos. La manera tipica en que alguien que se cree un adulto al cien, y que no lo es, y en su intento de actuación de verse tan serio, maduro y demás como uno, fracasa de la manera mas estrepitosa, pues aun, no se evapora por completo, el espiritu de adolescente de humor incierto.

Una niña de piel como el juego de tacitas de té que planeaba regalarle a la torpe mujer “pollo” que habría de ser su esposa, más que nada, para no quedar como una mala persona. Tener un pequeño detalle, después de todo, Jae Wook no es alguien tan malo. Solo es un chico de mamá que juega a ser rudo. Pero no lo aceptara de viva voz. Le gusta el color de los largos cabellos de la infante. Le recuerdan a la frazada que alguna vez, su hermano Bae le regalara “Perteneció a un antiguo guerrero, tienes que ser como uno por la vida, Jae”. El eco de la voz de su familia, lo envolvía, lo seguia. Y a veces, por más que corriera, por que su garganta se raspara de tanto gritar, no lograba llegar a ellos. Se difuminaban al anuncio de la salida del sol tras las montañas.

La niña cantaba. Y prestó atención. Se escuchaba algo… peculiar. Tan atento estaba, a la respuesta a la pregunta que le habia hecho, que al instante de recibirlo, frunció el ceño - ¿¡Me llamaste mocoso, niña?! ¿Te has fijado que soy más grande que tú? Enana. - No podia evitarlo. Asi era el. Atacalo y te atacara. Por eso solo en todo Paris, y quizas todo el mundo, solo habia una persona que sacaba un lado “bueno” en el. Pero algo… algo dentro de las palabras de la niña, lo hicieron sentir un desasosiego. Un ligero temor, si, él, el menor de los Kwon, aceptaba que algo lo perturbaba. Aun asi, no se lo dejo notar. Carraspeo. -¿Yo? So paseo, ver que me trae el oleaje. ¿Mami? Yo no soy un niño. Soy todo un hombre, mirame, hace años que deje de esconderme en las faldas de mi madre. No me asustas, pequeña-- Se acerco a ella, mirandola desde arriba, con los brazos sobre le pecho

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por **Galadriel Lenn Mathers** Jue Abr 12, 2012 7:25 pm

Una vez estando encerrada en el castillo con su padre le llegaron extraños rumores, algo acerca de una bestia que asechaba el palacio, un lobo meta morfo que corría por los pasillo desmembrando a los residentes del palacio, dicen que tenía los ojos como loco e impregnados de sangre, sus colmillos sobresalían de entre su boca mostrando un líquido carmesí que corría como un rio entre su lengua y sus garras eran tan filosas capaces de quebrar las paredes de fino mármol en trozos tan pequeños que podrían ser confundidos con granos de arena. Esa noche pensó que te trataba de un demonio pero ahora, y después de tanto tiempo andando en el oscuro sendero que divide la vida y la muerte ella podía saber que esas criaturas no eran demonios, ni siquiera ella misma lo era y el que estaba frente a ella tampoco, los dos, tal vez el más que ella, no eran más que jugadores divertidos que andaban viéndose y comportándose como niños en una tierra de adultos.

- La adultez no se mide por el número de años, ENANO, yo estoy así porque me quede como una pequeña humanita subdesarrollada que apenas y creció un par de cabezas sobre su vida pero tú, escuchado que los asiáticos no son tan altos pero supongo que echarle la culpa a la raza es mejor que nada-contesto sonriendo mientras jugaba con uno de sus cabellos traviesamente, el parecía una persona interesante, de esas a las que dan ganas de picar y picar hasta ver a qué hora revienta el cascaron o te explota en la cara, así como un globo aerostático cuando le pasan un cañón en medio

- El oleaje no trae nada bueno nunca cachas?? En especial cuando los sin alma tratan de chapotear a contracorriente jajajajaja-aquel comentario lo hizo refiriéndose a una de las tantas supersticiones sobre los vampiros que por supuesto ella no se había detenido a examinar, si eran o no verdad ella no quería arriesgarse para nada-Y tu…nadie menciono que te asustases, oh… es que tu subconsciente te traiciona??-disparo

por **Kwon Jae Wook** Sáb Abr 14, 2012 2:35 pm

La mirada de superioridad, e incluso hastiada, que tenia tan bien ensayada, se mantenía sobre aquella figurilla menuda escapada de saben los dioses donde. ¿Y si era un tipo de juguete cruel de alguien mas? No concebía el por que, alguien podria darle la oscura eternidad de un vampiro a alguien tan… una mente insana, sin duda. Le causaba algo de… no sabia que era esa sensación en el pecho. No le gustaban las muñecas de porcelana con sus ojos todos fijos, de cristal. Esa niña semejaba a una de ellas, salvo, que en su mirada, si habia una chispa de viveza, pero no le gustaba del todo el color que transmitian.

El mohin ofendido en sus labios se hizo aun mas notorio. -¡Oye! Mas respeto. No soy ningun enano, y para tu información eso es un mito. Soy bastante alto para la media de mi tierra, si quieres, pero este tamaño es perfecto para mi. No quiero parecer un troll enorme que apenas y puede caminar enderezado. Y, según tu, mocosa, ¿Cómo se mide? Solo calla, son cosas que tu mentecita no comprende. Demasiados bucles nublan tu mente y crees hablar con sabiduría, pero te informo que tu juego, es un intento fallido

Ella solo le miraba con esa sonrisa perturbadora. No le agradaban los niños, suerte suya ser un vampiro y quedar exento de dejar progenie, aunque eso fuera lo contrario a lo que le enseñaran durante gran parte de su vida. El ceño del coreano se frunció aun mas. ¿Un sin alma? El… la perdio mucho antes de recibir el Don Oscuro, como habia perdido muchas mas cosas, esa noche que la desgracia se abalanzo sobre su familia. Achico los ojos. -No se de que tonterias hablas, mocosa. ¿Qué tiene que ver que sea o no un ser atado a la vida por sangre?-El no era un vampiro muy grande, apenas unos años. Aun tenia conocidos humanos vivos, tios y primos en algun lugar. ¿Qué su propia mente jugaba con el? No… eso no podia ser. No estaba loco. -Nada me traiciona, estas loca, eso es lo que pasa. Seguro llevas tantos años en la tierra, que el polvo se acumula debajo de esa mata de pelo rubio que tienes. Solo me causas… no se… quizas te arroje al agua. ¿sabes nadar?claro que no podria ahogarse, pero, algo era no?

por **Galadriel Lenn Mathers** Mar Mayo 22, 2012 1:18 am

El sonido de las olas del mar resonaba todo a su alrededor, el agua contra corriente capaz de robar el alma de un vampiro chocaba contra aquellos maderos que construían una de las embarcaciones más grandes de aquellas partes de puerto empujando una brisa llena de sal marina y agua fría que golpeaba sus rostros. La pequeña mantenía en su rostro aquella gran sonrisa que dejaba entrever los pequeños colmillos que podrían ser atribuidos a algún mal genético, pero cuya cercanía a sus propios labios solía causar escalofríos a cualquiera que los viese directamente, aquella era la sensación que causaba un vampiro en cualquier persona, un sentido de supervivencia que hasta el niño delante suyo podía causar en los seres humanos si mostraba sus dientes peculiarmente afilados.

- Galleta lo sabe, galleta también sabe que los vampiros somos un mito y aun asi existimos-dijo abriendo sus ojos azules manteniéndolos fijos en su interlocutor mientras ladeaba la cabeza y reía divertida- Shi shi shi shi, y cual se supone que es el juego de galleta?? Galleta no a jugado desde que tenía…-miro una se las manos con las que sostenía a su muñequita y sin soltarla comenzó a doblar y desdoblar los dedos de un modo un poco incoherente mientras su risita se volvía un poco más siniestra, como si su mente no se encontrase precisamente en la cuenta que se supone estaba llevando, sino más bien en alguna maldad a punto de ser cumplida- Así de años!!!!-dijo mostrándole con sus regordetes dedos de infante el número cuatro con un doblez parcial en el índice

Una carcajada salió de sus pequeños labios, no es que el cometario del vampiro enfrente de él le pareciese gracioso ni nada, en realidad no había escuchado la mitad de las cosas que dijo de cierto pedazo de la conversación en adelante, tendía a dispersarse a la hora de hablar y escuchar y simplemente tenía ganas de reír, reír un montón de veces y lo más alto posible para que todo el mundo la escuchase, para que todos supiesen que existe, que la pequeña Alicia había decidido crear su propio país de las maravillas ahí en la tierra, donde todo el mundo pudiese disfrutar del té de las cinco y las risas de Chessire

- Galleta quiere saber cómo te llamas enano?? No!!!! Mejor galleta te pondrá un nombre, uno bonito que te quede bien, algo asi como, algo asi como, algo asi como…-repetía varias veces tratando de pensar en un nombre chulo para la persona divertida que encontró ese día en medio de las olas- Te llamare Cup, Broken Cup, como la taza de la liebre de abril!!!!-exclamo riéndose aún más fuerte, sus ocurrencias serian la fuente de inspiración en un futuro, de un hombre que al igual que ella vivió y escribió del país de las maravillas

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