AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Arabelle Eisenhauer
2 participantes
Página 1 de 1.
Arabelle Eisenhauer
Arabelle Eisenhauer
Nombre del Personaje
Arabelle Eisenhauer
Edad
16 años
Especie
Humana - Bruja
Tipo y Clase Social
Clase alta, extrajera
Orientación Sexual
Heterosexual
Lugar de Origen
Escocia
Habilidad/Poder
Hechicería
Habilidad para hacer que cosas sucedan ya sean a favor o en contra de alguna persona por medio de conjuros, hierbas y pociones.
Dominación
Capacidad para controlar la voluntad de otro mortal
Nigromancia o Necromancia
Habilidad que consiste en la adivinación mediante la consulta a los muertos y sus espíritus o cadáveres. Uso de los muertos a su favor.
Descripción Física
Con tan solo 16 años, sigue siendo una niña, y es de esperar que su cuerpo aun no alcance su máximo desarrollo, pero no se queda nada atrás, y siente que no tiene nada que envidiarle a las mujeres mayores. Con un metro y cincuenta y ocho centímetros, de un delicado y fino cuerpo, es que se mueve ahora por esta nueva ciudad. No debería quejarse... Aunque a veces quisiera que el brillo de sus ojos fuese más opaco, pero son como una de las maldiciones de su familia, esos ojos como esmeraldas, de un triste verde azulado, que han pasado de generación en generación por línea paterna.
Tiene un largo cabello rubio que llega unos cinco centímetros bajo la altura de sus pechos, y siempre lo lleva suelto, pues odia llevarlo atado o trenzado pues le recuerda a los días en que era una niña pequeña. Suele tenerlo algo ondulado, pero cuando debe asistir a compromisos más de gala, lo lleva liso para así parecer más adulta.
Su pálida piel, siempre ha sido delicada, tanto que prefiere no exponerse demasiado a la luz del sol. Aunque cabe destacar que generalmente huele a miel.
Vive acomplejada por el tamaño de sus pechos, que a pesar de no ser tan pequeños, no tienen el tamaño que desearía, todo ello en su afán de parecer una adulta a los ojos de su hermano
Tiene un largo cabello rubio que llega unos cinco centímetros bajo la altura de sus pechos, y siempre lo lleva suelto, pues odia llevarlo atado o trenzado pues le recuerda a los días en que era una niña pequeña. Suele tenerlo algo ondulado, pero cuando debe asistir a compromisos más de gala, lo lleva liso para así parecer más adulta.
Su pálida piel, siempre ha sido delicada, tanto que prefiere no exponerse demasiado a la luz del sol. Aunque cabe destacar que generalmente huele a miel.
Vive acomplejada por el tamaño de sus pechos, que a pesar de no ser tan pequeños, no tienen el tamaño que desearía, todo ello en su afán de parecer una adulta a los ojos de su hermano
Descripción Psicológica
Sin duda notaran, al tratar con ella, que es una persona realmente centrada, tanto que podría llegar a rayar en la frialdad y en cinismo, pero todo esto tiene un motivo. Prefiere mantener la compostura y sus perfectos modales para que su padre se sienta orgulloso de ella. Por eso trata de mantener mis emociones limitadas, por la imagen que cuidar en sociedad. No es que personalmente le importe demasiado, ya que es algo malcriada, pero como ya está en edad de pensar en el futuro, esta forzada a ello. Aunque por otro lado, al haberse encontrado con lo vil y decadente de la sociedad actual, tantas mujeres de vida fácil, o no tanto, por las calles, tantos truhanes que ya no parecen robar para sobrevivir, sino que por diversión, y otros tantos seres perversos que viven en la oscuridad de la noche. Hacen parecer de este, no un mundo apto para los niños, por lo tanto suele comportarse como un adulta la mayor parte del tiempo, excepto con su hermano, sin embargo, en su interior, añora los días en que hace unos pocos años atrás vivía jugando sin complicaciones.
No sabe a ciencia cierta de que está más cerca, ni donde se quiero quedar. Pero no puede evitar las constantes contradicciones, es como su en mi cerebro pugnaran las ganas de ser una adulta y aprovechar de los privilegios y placeres que conlleva, con las ganas de seguir teniendo una vida infantil y sin mayores responsabilidades. ¿No se pueden compatibilizar ambas cosas? Vino a París, entre todas cosas, a averiguarlo.
Es celosa y caprichosa, no es secreto para nadie, no le gusta que se acerquen tanto ni a ella y mucho menos a su hermano, pueden admirar de lejos pero no tocar, si siente el aroma de alguien más en la ropa de él, no dudaría en quemarla. Y es que puede ser una malcriada si quiere, si es necesario, para defender lo que estima le pertenece. De este cuidado, es que se deriva su talento para las labores más bien domésticas, aunque sabe que no es tan apropiado que las realice, pero le agrada ayudar en ello, especialmente cuando se trata de repostería.
Todo ese buen ánimo se empaña por las veces en que desearía dormir para siempre, sobre todo cuando la gente pelea, odia las peleas ya sean verbales o físicas, por cosas de su pasado. Por lo que cuando gente trata de discutir con ella o cuando es participe y espectadora de una pelea, comienza a invadirla el sueño, como si fuese un mecanismo de autodefensa.
No hay más cosas dignas de mencionarse, el resto ha de averiguarse en el camino.
No sabe a ciencia cierta de que está más cerca, ni donde se quiero quedar. Pero no puede evitar las constantes contradicciones, es como su en mi cerebro pugnaran las ganas de ser una adulta y aprovechar de los privilegios y placeres que conlleva, con las ganas de seguir teniendo una vida infantil y sin mayores responsabilidades. ¿No se pueden compatibilizar ambas cosas? Vino a París, entre todas cosas, a averiguarlo.
Es celosa y caprichosa, no es secreto para nadie, no le gusta que se acerquen tanto ni a ella y mucho menos a su hermano, pueden admirar de lejos pero no tocar, si siente el aroma de alguien más en la ropa de él, no dudaría en quemarla. Y es que puede ser una malcriada si quiere, si es necesario, para defender lo que estima le pertenece. De este cuidado, es que se deriva su talento para las labores más bien domésticas, aunque sabe que no es tan apropiado que las realice, pero le agrada ayudar en ello, especialmente cuando se trata de repostería.
Todo ese buen ánimo se empaña por las veces en que desearía dormir para siempre, sobre todo cuando la gente pelea, odia las peleas ya sean verbales o físicas, por cosas de su pasado. Por lo que cuando gente trata de discutir con ella o cuando es participe y espectadora de una pelea, comienza a invadirla el sueño, como si fuese un mecanismo de autodefensa.
No hay más cosas dignas de mencionarse, el resto ha de averiguarse en el camino.
Historia
Un lluvioso veintidós de noviembre de 1784 en las místicas tierras de Escocia, vino a culminar una semana poco común en la mansión Eisenhauer, pues el señor de la casa había roto con su estricto calendario de viajes de negocios para pasarse un mes casi completo en su hogar.
El motivo, su esposa, Adele Eisenhauer estaba a punto de dar a luz al primer heredero de la familia, pero nada podía planearse, solo esperar lo que el caprichoso destino dijese, aunque lo que ocurrió luego fuese en parte previsible.
Adele era una mujer bella pero de una contextura tan frágil y enfermiza que pareciese que al primer roce podría romperse e pedazos. Razón por la que todo el mundo la trataba con una esmerada delicadeza. Todos, excepto su esposo.
Adam Eisenhauer destacaba por su frialdad y férrea disciplina, o al menos eso mostraba el público, pues en la intimidad del hogar se le antojaba aun peor, como un cruel déspota, aun con su esposa. Pero por suerte para ella, solía estar lejos de casa largas temporadas, justificando esas ausencias con reuniones de negocios principalmente en Alemania donde decía tener a la mayor parte de su familia, a la que por cierto jamás había sido presentada formalmente.
Para la delicada Adele fue un embarazo complicado, y sus dieciocho años, que contrastaban con las más de cuatro décadas de su esposo, no ayudaban en absoluto. Tanto así que aquella madrugada de noviembre su vida se extinguió entre los gritos y sollozos que acompañaron el nacimiento de que pequeña que fue nombrada Arabelle por el padre que no se molestó siquiera en fingir alegría ante la desaprobación que tiñó su rostro al ver que no era un heredero, sino una niña.
Enfadado ordenó que todos salieran de la habitación, incluyendo a la matrona a la que le arrebató a la pequeña de los brazos. Ahora estaban solos, padre e hija, junto al cadáver tibio de la madre. Dejó a la recién nacida en su cuna, para contemplar a lo que había sido su esposa; y lo que se esperaría fuesen lágrimas, terminaron siendo unos gruñidos de hastío.
- Maldita mujer – dijo mientras se quitaba uno de aquellos guantes negros que siempre ocultaban sus manos – Ni siquiera me diste un varón, moriste siendo una inútil – dijo mientras tomaba su rostro para darle una sonora bofetada.
Claro, se había casado con ella por el poder y dinero de su familia, aunque detrás existiese un motivo más perverso. Buscaba engendrar a un primogénito lo suficientemente fuerte. La razón, continuar con la casta de brujos que se remontaba a incontables generaciones enraizadas en la historia de Escocia.
Ahora en aquella cálida habitación, acercaba sus manos, desgarrando el camisón de la mujer para dejar al descubierto sus pechos, acto seguido, volvió a la cuna para coger a su hija en brazos, regalándole una mirada de resignación.
- Primera vez que mi sangre fluye en una niña, aunque podría ser una ventaja – dijo resoplando – Si, tu destino queda sellado desde hoy – dice besándole la frente para luego acercarla al cadáver inerte de la madre – Bebe, hija –
Arabelle instintivamente obedeció, posando sus labios en el seno materno y comenzó a beber con avidez, desconociendo lo aberrante de aquel acto.
Desde aquí comienza la historia de Arabelle Eisenhauer
Pasó los primeros diez años de su vida siendo reprimida en todo ámbito posible, por una estricta institutriz que su padre había contratado, pues aun luego de su nacimiento continuó viajando y pasando largas temporadas lejos de su hogar. La disciplina de aquella mujer era severa, pero no tanto como lo era la de su padre. Reflejo de ello eran las actividades diarias de Arabelle, que iban desde la enseñanza de varios tutores, a clases de ballet y violín, estas últimas instadas principalmente por su padre.
La presión seguía acumulándose en su cuerpo y en su mente, haciéndola más fuerte, aunque en algún momento tuviese que quebrarse, y sucedió en el peor de los momentos. Había pasado los últimos meses practicando para un recital de violín, tanto que en un par de ocasiones llegó a desmayarse del cansancio. Todo aquello para conseguir un ápice de aprobación de parte de su padre, quien llegaría a casa exclusivamente para oírla tocar. Pero llegado el día, y bajo las luces de la tarima unas perfectas pero tristes notas escaparon del violín de Arabelle, pues su padre no había cumplido su promesa. Acabó el recital a duras penas, y dejando tirado su violín huyó al bosque que se encontraba en las afueras de la ciudad, estaba profundamente enfadada con él, y es que a pesar de que no pasaran mucho tiempo juntos, su padre siempre la consentía, quizás demasiado.
Ya se había hecho tarde, pero no tenía como saberlo, pues se había quedado dormida al arrimo de un árbol. Estaba cansada, la incesante practica sumada al llanto, hasta le habían provocado lo que parecían alucinaciones, había oído extrañas voces que provenían de la nada, como si estuviesen dentro de su cabeza, pero decidió ignorarlas por miedo a que su padre la tildara de loca. Lo único que supo al despertar era que un fuerte joven de ojos claros, como los suyos, la estaba cargando de regreso a casa.
Desde ese día tuvo que madurar a la fuerza, y olvidarse de todos esos juegos de niños que aunque esquivos la habían acompañado por diez años. Esa noche, esperaba ser duramente regañada, pero todo fue extraño. Su padre la sentó en su regazo para explicarle como serían las cosas desde ese día en adelante.
- No eres la única por la que fluye mi sangre – le confesó a su confundida hija – Ese joven de antes se llama Kristof, y es tu medio hermano, pero más importante que eso, es que tú serás su esposa –
Arabelle bajo la mirada, tratando de entender aquello, pero terminó tomándole importancia a lo que creía sería la forma de hacer que su padre estuviese orgulloso de ella, así que sin siquiera pensar en las consecuencias le prometió a su padre que lo protegería hasta que pudiese convertirse una mujer apta para unirse a él según las tradiciones de la familia. Ni siquiera le importó que hubiese tenido una vida casi de mentira, con hermanos que ni siquiera conocía. Haría lo que su padre le ordenara.
Y así fueron los primeros meses, estudiando sus gustos, pero siempre a una prudente distancia y quizás con un poco de celos. Hasta que comenzó a sentirte observada, por lo que volvió a encerrarse en su rutina de actividades normales, lo que esta vez incluía clases de cocina con una de las sirvientas de la mansión, le gustaban los dulces y quería aprender a cocinarlos, pero apenas comenzaba y no era buena en ello. En eso se encontraba una tarde, cuando su hermano se apareció por la cocina en busca de algo de beber, tras lo cual haciendo acopio de todo el valor que tenía, fue capaz de ofrecerle unos dulces de miel y un vaso de leche.
Aquel día fue en el que comenzó a quererlo, después de todo corría la misma sangre que su padre llevaba, aunque esos sentimientos con el paso del tiempo acabaron fermentando en algo que casi rayaba en la obsesión. Tanto, que pasados unos años, al enterarse de que su hermano se había casado con otra mujer con la que tenía una hija, cegada por la ira, destrozó los últimos despojos de su inocente consciencia. Usó la influencia de su apellido, para acusar a su propio hermano y a su familia de practicar la brujería, pero con la condición de que el último castigo, la muerte, no se le aplicara a su hermano.
Desde entonces cargó en su consciencia con la muerte de dos personas inocentes, solo para que aquella persona solo tuviese ojos para ella. No volvió a verlo hasta que cumplió los dieciséis, cuando su padre le dijo que era momento de que tomara el lugar que le correspondía en la familia, razón por la que fue enviada a Francia.
El motivo, su esposa, Adele Eisenhauer estaba a punto de dar a luz al primer heredero de la familia, pero nada podía planearse, solo esperar lo que el caprichoso destino dijese, aunque lo que ocurrió luego fuese en parte previsible.
Adele era una mujer bella pero de una contextura tan frágil y enfermiza que pareciese que al primer roce podría romperse e pedazos. Razón por la que todo el mundo la trataba con una esmerada delicadeza. Todos, excepto su esposo.
Adam Eisenhauer destacaba por su frialdad y férrea disciplina, o al menos eso mostraba el público, pues en la intimidad del hogar se le antojaba aun peor, como un cruel déspota, aun con su esposa. Pero por suerte para ella, solía estar lejos de casa largas temporadas, justificando esas ausencias con reuniones de negocios principalmente en Alemania donde decía tener a la mayor parte de su familia, a la que por cierto jamás había sido presentada formalmente.
Para la delicada Adele fue un embarazo complicado, y sus dieciocho años, que contrastaban con las más de cuatro décadas de su esposo, no ayudaban en absoluto. Tanto así que aquella madrugada de noviembre su vida se extinguió entre los gritos y sollozos que acompañaron el nacimiento de que pequeña que fue nombrada Arabelle por el padre que no se molestó siquiera en fingir alegría ante la desaprobación que tiñó su rostro al ver que no era un heredero, sino una niña.
Enfadado ordenó que todos salieran de la habitación, incluyendo a la matrona a la que le arrebató a la pequeña de los brazos. Ahora estaban solos, padre e hija, junto al cadáver tibio de la madre. Dejó a la recién nacida en su cuna, para contemplar a lo que había sido su esposa; y lo que se esperaría fuesen lágrimas, terminaron siendo unos gruñidos de hastío.
- Maldita mujer – dijo mientras se quitaba uno de aquellos guantes negros que siempre ocultaban sus manos – Ni siquiera me diste un varón, moriste siendo una inútil – dijo mientras tomaba su rostro para darle una sonora bofetada.
Claro, se había casado con ella por el poder y dinero de su familia, aunque detrás existiese un motivo más perverso. Buscaba engendrar a un primogénito lo suficientemente fuerte. La razón, continuar con la casta de brujos que se remontaba a incontables generaciones enraizadas en la historia de Escocia.
Ahora en aquella cálida habitación, acercaba sus manos, desgarrando el camisón de la mujer para dejar al descubierto sus pechos, acto seguido, volvió a la cuna para coger a su hija en brazos, regalándole una mirada de resignación.
- Primera vez que mi sangre fluye en una niña, aunque podría ser una ventaja – dijo resoplando – Si, tu destino queda sellado desde hoy – dice besándole la frente para luego acercarla al cadáver inerte de la madre – Bebe, hija –
Arabelle instintivamente obedeció, posando sus labios en el seno materno y comenzó a beber con avidez, desconociendo lo aberrante de aquel acto.
Desde aquí comienza la historia de Arabelle Eisenhauer
Pasó los primeros diez años de su vida siendo reprimida en todo ámbito posible, por una estricta institutriz que su padre había contratado, pues aun luego de su nacimiento continuó viajando y pasando largas temporadas lejos de su hogar. La disciplina de aquella mujer era severa, pero no tanto como lo era la de su padre. Reflejo de ello eran las actividades diarias de Arabelle, que iban desde la enseñanza de varios tutores, a clases de ballet y violín, estas últimas instadas principalmente por su padre.
La presión seguía acumulándose en su cuerpo y en su mente, haciéndola más fuerte, aunque en algún momento tuviese que quebrarse, y sucedió en el peor de los momentos. Había pasado los últimos meses practicando para un recital de violín, tanto que en un par de ocasiones llegó a desmayarse del cansancio. Todo aquello para conseguir un ápice de aprobación de parte de su padre, quien llegaría a casa exclusivamente para oírla tocar. Pero llegado el día, y bajo las luces de la tarima unas perfectas pero tristes notas escaparon del violín de Arabelle, pues su padre no había cumplido su promesa. Acabó el recital a duras penas, y dejando tirado su violín huyó al bosque que se encontraba en las afueras de la ciudad, estaba profundamente enfadada con él, y es que a pesar de que no pasaran mucho tiempo juntos, su padre siempre la consentía, quizás demasiado.
Ya se había hecho tarde, pero no tenía como saberlo, pues se había quedado dormida al arrimo de un árbol. Estaba cansada, la incesante practica sumada al llanto, hasta le habían provocado lo que parecían alucinaciones, había oído extrañas voces que provenían de la nada, como si estuviesen dentro de su cabeza, pero decidió ignorarlas por miedo a que su padre la tildara de loca. Lo único que supo al despertar era que un fuerte joven de ojos claros, como los suyos, la estaba cargando de regreso a casa.
Desde ese día tuvo que madurar a la fuerza, y olvidarse de todos esos juegos de niños que aunque esquivos la habían acompañado por diez años. Esa noche, esperaba ser duramente regañada, pero todo fue extraño. Su padre la sentó en su regazo para explicarle como serían las cosas desde ese día en adelante.
- No eres la única por la que fluye mi sangre – le confesó a su confundida hija – Ese joven de antes se llama Kristof, y es tu medio hermano, pero más importante que eso, es que tú serás su esposa –
Arabelle bajo la mirada, tratando de entender aquello, pero terminó tomándole importancia a lo que creía sería la forma de hacer que su padre estuviese orgulloso de ella, así que sin siquiera pensar en las consecuencias le prometió a su padre que lo protegería hasta que pudiese convertirse una mujer apta para unirse a él según las tradiciones de la familia. Ni siquiera le importó que hubiese tenido una vida casi de mentira, con hermanos que ni siquiera conocía. Haría lo que su padre le ordenara.
Y así fueron los primeros meses, estudiando sus gustos, pero siempre a una prudente distancia y quizás con un poco de celos. Hasta que comenzó a sentirte observada, por lo que volvió a encerrarse en su rutina de actividades normales, lo que esta vez incluía clases de cocina con una de las sirvientas de la mansión, le gustaban los dulces y quería aprender a cocinarlos, pero apenas comenzaba y no era buena en ello. En eso se encontraba una tarde, cuando su hermano se apareció por la cocina en busca de algo de beber, tras lo cual haciendo acopio de todo el valor que tenía, fue capaz de ofrecerle unos dulces de miel y un vaso de leche.
Aquel día fue en el que comenzó a quererlo, después de todo corría la misma sangre que su padre llevaba, aunque esos sentimientos con el paso del tiempo acabaron fermentando en algo que casi rayaba en la obsesión. Tanto, que pasados unos años, al enterarse de que su hermano se había casado con otra mujer con la que tenía una hija, cegada por la ira, destrozó los últimos despojos de su inocente consciencia. Usó la influencia de su apellido, para acusar a su propio hermano y a su familia de practicar la brujería, pero con la condición de que el último castigo, la muerte, no se le aplicara a su hermano.
Desde entonces cargó en su consciencia con la muerte de dos personas inocentes, solo para que aquella persona solo tuviese ojos para ella. No volvió a verlo hasta que cumplió los dieciséis, cuando su padre le dijo que era momento de que tomara el lugar que le correspondía en la familia, razón por la que fue enviada a Francia.
Datos Extras
- Ama a su hermano por sobre todo, solo por él sería capaz de desobedecer a su padre
- Le encanta cocinar, especialmente cosas dulces
- Sabe tocar el violín, aunque en realidad no le guste, solo toca cuando su hermano o su padre se lo piden
- No sabe absolutamente nada de brujería, porque su padre se lo tiene prohibido
- Le encanta ir de compras, aunque no por ello sea una joven superficial
- Le encanta cocinar, especialmente cosas dulces
- Sabe tocar el violín, aunque en realidad no le guste, solo toca cuando su hermano o su padre se lo piden
- No sabe absolutamente nada de brujería, porque su padre se lo tiene prohibido
- Le encanta ir de compras, aunque no por ello sea una joven superficial
Arabelle Eisenhauer- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 79
Fecha de inscripción : 06/07/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Arabelle Eisenhauer
FICHA APROBADA
Bienvenida al foro
Bienvenida al foro
Nigel Quartermane- Vampiro/Realeza [Admin]
- Mensajes : 10717
Fecha de inscripción : 11/01/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Temas similares
» En busca de la bruja - Arabelle Eisenhauer
» Eres muy traviesa, todo esta en su sitio. { Arabelle Eisenhauer } -Posible 18-
» Arabelle Von Schatz
» Artemis Arabelle d'Este
» ~ ROMEO Y JULIETA ……o eso parece [Kristof y Arabelle]{Actual}~ [posible 18]
» Eres muy traviesa, todo esta en su sitio. { Arabelle Eisenhauer } -Posible 18-
» Arabelle Von Schatz
» Artemis Arabelle d'Este
» ~ ROMEO Y JULIETA ……o eso parece [Kristof y Arabelle]{Actual}~ [posible 18]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour