El oscuro y lúgubre bosque por la noche. {Stephen}

por Invitado Mar Jun 15, 2010 4:20 pm

Unas finas gotas de agua bañaban mi rostro mientras me adentraba entre la maleza del bosque. Las ramas secas de los árboles crujían bajo mis pies, cuando estos las pisaban. Unas nubes cubrían el cielo nocturno que amenazaban con tormenta. Solo unas finas gotas habían caido de este, quizás para advertirnos de que una tormenta estaba cerca.

Unos pasos ligeros me habían hecho adentrarme hasta casi el corazón del bosque, donde la espesura de la maleza y donde cada vez a la tenue luz que emanaba de la luna le costaba más abrirse paso entre las ramas de los árboles.
Mis ojos habían divisado un tronco de un árbol "descansando en paz" sobre la húmeda tierra cubierta por una fina capa de cesped. Mi respiración se aceleraba cada vez que aumentaba la velocidad en la que me acercaba al tronco con la mirada posada en él y mi mano derecha jugando con las ramas de los árboles que se encontraban a una altura no muy elevada.

Cuando me encontré al lado de aquel tronco, mi mirada se desvió hacia la luna. Una luna que casi no se podía divisar en el cielo nocturno, pues las ramas de los árboles la cubrían casi al completo.
Mi trasero se apoyó en el tronco, quedando así sentada sobre este. Apoyé mis manos en el tronco y con el pie comencé a trazar líneas en la tirra, que, al estar húmeda, era muy fácil de moldear.

por Invitado Mar Jun 15, 2010 4:58 pm

Esa noche estaba ideal para salir a cazar, el hambre ya me comenzaba a volver loco y que un vampiro anduviera así con mortales no era buena idea sobre todo después de haber decidido no matar gente para sobrevivir, sin duda no era una decisión fácil, pero sé que sería capaz de lograrlo.

Me dirigía al bosque a cazar, no estaba dispuesto a seguir sediento, sin duda más de alguna vez tendría que alimentarme de descuidadas personas, pero lo evitaría lo que mas pudiera. Corría velozmente por el bosque, buscando a alguna buena presa para cazar, sentía como pequeñas gotas caían en mi cuerpo, si, quizá pronto vendría una tormenta pero no me preocupaba.

Un ruido hizo que me detuviera rápidamente, sentía el olor a un humano - Lo peor que podría aparecer en este momento - pensó culpablemente, corrí a toda velocidad a donde venía el olor, trepando árboles y una vez que llegué salté en frente de la quizá infortunada persona, la miré con cuidado, en mis ojos se notaba lo sediento que estaba - Hola, ¿cuál es tu nombre? - Pregunté mientras la rodeaba mirándola fijamente

por Invitado Miér Jun 16, 2010 9:25 am

Mi pie seguía trazando líneas sobre la húmeda tierra y mi mano derecha acariciaba la áspera y arruagada corteza del árbol seco.Un viento agitaba levemente las ramas de los árboles que impedían que mis ojos detectaran la luna en el cielo nocturno. Ese mismo viento agitaba también mi pelo, haciendo que este se moviera descontroladamente.

Me levanté lentamente del tronco, estirando mis piernas. Dirigí mi mirada a unas setas que se encontraban al lado de un árbol situado a unos cinco metros de mi. Moví mis pies para caminar hacia el lugar señalado por el dedo índice de mi mano derecha, la cual había dejado de acariciar el tronco segundos antes. Mis pasos me levaron enseguida al lado de las setas. Mis piernas se flexionaron, para así quedar agachada justo al lado de las setas, mientras que mi mano izquierda descendía hasta la húmeda tierra la cual acariciaba mientras movía mi mano hacia las setas las cuales también acaricié. Eran setas comestibles y además servían para preparar unos cuantos brebajes y unos cuantos venenos. Con mis dos manos arranqué las setas del suelo y las cogí con mi mano izquierda.

Una voz profunda y fría consiguió helarme por dentro.
- ¿Crees que le voy a decir mi nombre a un desconodido?

Un escalofrío recorrió mi espalda consiguiendo que me estremeciera, y sin ni si quiera girarme para ver a aquel hombre, me levanté del suelo y apreté con fuerza mis dos manos.

por Invitado Miér Jun 16, 2010 2:13 pm

En aquél momento no podía pensar con tranquilidad, el hambre que sentía me cegaba enormemente y a quien tenía adelante la veía como presa pero algo me detenía a cazarla, sabía que no actuaría bien pero las ganas de beber se incrementaban cada vez más.

Noté como la mujer comenzaba a ponerse nerviosa, si es que no temerosa, yo seguía caminando al rededor de ella, con una sonrisa irónica en mi rostro, ella aún no giraba para verme cosa que me llamó demasiado la atención, cualquier otra persona normal lo habría hecho y es que la curiosidad del humano es tan evidente...

De pronto me detuve, pensativo - ¿Y si tiene algo planeado? - pensé un tanto incómodo, pero de todas formas sabía que ante cualquier imprevisto sería mucho más rápido que ella, así que me calmé nuevamente - Vamos, no creo que tengas algo más interesante que hacer - hablaba con tono irónico, lo más seguro era que ella ya supiera lo que él era, pero eso lo tenía sin cuidado.

por Invitado Miér Jun 16, 2010 3:05 pm

Sus palabras habían conseguido hacer que perdiera la calma, me repugnaba su forma de hablar, era horrorosa, pero consiguió despertar mi interés y aunque me daban ganas de cogerlo y matarlo, aunque algo me decía que no iba a poder.
No quería saber cual era su aspecto, quizás era el de un joven atractivo a apuesto, o el de un viejo y nada guapo. Por su voz, opté por la primera opción. Seguí sin darme la vuelta, esperando a que el tipo se marchara por donde había venido o a que me demostrara que no era peligroso para hablar un rato con él.

-¿Algo más interesante que...? ¿Decirte mi nombre? Oh, pues claro, si no hubieras venido a molestar, ahora mismo estaría disfrutando del silencio y de la soledad dando un paseo tranquilamente, pero siempre hay alguien que lo fastidia todo.

La mano en la que llevaba “el cargamento” seguía apretada, casi destruyendo las setas que había dentro de esta. Mi mano derecha acariciaba mi alborotado pelo a causa del viento que agitaba el bosque esa oscura y fría noche.
Estaba perdiendo el tiempo en aquel lugar, la única razón que hacía que no me moviera de allí, era un hombre que había venido a molestar o a cazar en el hipotético caso de que fuera un vampiro. La verdad, no me apetecía perder la vida en aquel lugar.
Comencé a caminar, lentamente, siguiendo el rastro que había dejado anteriormente para no perderme al salir de aquel bosque. El viento soplaba de frente a mi, y algunas hojas secas que había en el suelo, se abalanzaban hacia mi impulsadas por el viento.

por Invitado Miér Jun 16, 2010 3:41 pm

Notaba como la humana perdía la calma, solo sonreí mostrando mis colmillos, claro que ella no podía verme porque me daba la espalda, la situación comenzaba a ser hasta un tanto graciosa para mi y tomé la decisión de divertirme un rato, después de todo era difícil que ella le hiciera algo.

Escuchaba con atención cada palabra y no pude evitar reírme a carcajadas - Oh lo siento señorita, mi intención no ha sido molestarla - Me acerqué rápidamente por la espalda y le susurró al oído - Es solo que tengo un hambre horrible y eso me pone de mal humor... - Me alejé unos pasos de ella, como pensativo, pero luego hablé nuevamente - Claro, no se preocupe, no me agrada alimentarme de sangre humana...aunque a veces si - dije riéndome - Así que siéntase afortunada - Vio que al lado suyo pasaba un animal pequeño, lo cazó rápidamente para beberle toda la sangre y luego tiró el cadáver - Y bueno, ¿al menos me contará qué es lo que hace por acá a estas horas? - comenté mirándola de reojo, un tanto desinteresado

por Invitado Miér Jun 16, 2010 3:58 pm

Un tipo odioso, si señor. Odiaba a esos tipos, y este se reía de mi, pero mantuve la calma, en un caso normal le habría gritado como una histérica, pero no tenía ganas.
Aquel tipo empezó a reirse a carcajadas, de mi, seguramente, aunque no me importó, no me importaba para nada que un impresentable vampirito se riera de una simple humana.
Cuando el chico habló a mi oído me giré bruscamente y le di un manotazo en la cara.
- No te acerques a mi. -Dije mientras miraba sus horribles colmillos de vampiro con una mueca de asco en la cara. Odiaba a los vampiros y este era un imbécil redomado.
- ¿Sentirme afortunada? ¿De que un vampirito como tú no me matara aquí mismo? Oh, que gran honor no haber muerto en tus manos. -Dije riéndome desinteresadamente de él.

- Si fueras un poco listo, si prestaras atención, o si tubieras buena memoria, te habrías precatado de que hace un rato te he dicho que de no ser por ti, ahora estaría disfrutando de la soledad y de un tranquilo paseo.

Seguí caminando siguiendo el rastro, sin mirarlo siquiera, mientras que de mis labios salían algunas palabras.
- Ahora, si me permite, tengo que marcharme.

por Invitado Miér Jun 16, 2010 5:30 pm

Una vez que me acerqué a ella, ésta se giró con la intención de pegarme, pero le tomé la mano antes de siquiera rozarme - Vamos, no subestimes a un vampiro - dije con una sonrisa en mis labios, la verdad era que a mi me cargaba ser así, pero me transformaba en un tipo algo odioso cuando andaba con hambre, por eso siempre intentaba cazar a menudo lejos de los humanos, pero claro, esta vez se me había ido al piso el plan.

- Vaya, veo que se hace la valiente, la admiro - Dije desinteresadamente también, rodeándola en círculos, de pronto vio a otro animal pequeño, ya se le habían ido las ganas de cazar algo más grande, así que lo tomó sin complicaciones y bebió toda la sangre, con su manga se limpió la boca y nuevamente tiró el cadáver por ahí.

Al verla nuevamente carraspeó la garganta ya más tranquilo - Je m'excuse mademoiselle, no ha sido mi intención molestarla - dije de forma sincera, pero a la vez algo alejado - Disculpe si he interrumpido su paseo, y claro, es libre de marcharse - Me apoyé en un árbol esperando la decisión de ella.

por Invitado Jue Jun 17, 2010 3:08 pm

Antes de que mi mano pudiera rozar su mejilla, su mano paró a la mía en mi intento de pegarle. Odiaba a los vampiros, y a los que eran como él, aún más. De mis secos labios no salió ni una sola palabra, provocando que hubiera un silencio muy pesado, un silencio que se perturbó en cuando el vampiro habló.

- Oh, para mi es un gran honor que un vampiro me admire. –Comenté en tono gracioso y burlón. El vampiro era imbécil y lo odiaba, pero sabía que podríamos llevarnos bien, por extraño y difícil que pareciera.
Mis ojos observaron como el vampiro se separaba de mi y se acercaba rápidamente a un animal pequeño que pasaba por allí. “Pobre animal, aquí acaba su vida” Fueron las palabras que rondaban por mi cabeza en se momento. Lamentaba la muerte de los seres vivos, pues me había criado, en parte, junto a su lado.

El vampiro parecía educado. Había tenido, por lo menos, la decencia de disculparse.
- Mira tú por donde, por lo menos tienes la decencia de disculparte. –Dije mirándolo a los ojos.
La espalda del vampiro se apoyó en un árbol no muy lejano, parecía esperar algo.
Quizás quería que tomara una decisión: marcharme y hacer como ni nunca lo hubiera visto, o quedarme, que nos presentáramos y quizás pudiéramos ser amigos.

Caminé lentamente hacia él, con la cabeza bien alta y mirando sus ojos sin perderlos de vista en ningún momento.
- Charlotte Boutin –Me presenté mientras de nuevo me sentaba en el tronco seco, el cual anteriormente me había servido para descansar mientras que mi mano lo acariciaba con movimientos circulares.
Mi mano acarició de nuevo la arrugada corteza, entonces cerré los ojos y sonreí.

por Invitado Jue Jun 17, 2010 3:58 pm

El incómodo silencio que se había producido era bastante incómodo, pero aún así no quitaba mi sonrisa de la cara y es que era inevitable, aquella joven no mostraba ningún tipo de temor, pero si de molestia, quizá era de aquellos humanos que sin conocernos nos odiaban.

Escuché el tono burlón en sus palabras, mas solo sonreí ninguna humana me causaría miedo ni molestia además no estaba ahí para eso, una vez que me alimenté, antes de tirar el cadáver quedé un tanto pensativo, como pensando en alguna clase de oración y es que siempre había cuidado de la naturaleza pero no tenía mucha opción de alimentos ya que era eso o humanos y evidentemente prefería cazar animales.

Al escuchar lo siguiente me sentí más relajado, después de todo pensaba que se había dado cuenta que así en realidad no es, ante eso no dije nada y solo me quedé apoyado en el árbol, esperando su decisión, en realidad no esperaba que se quedara, por su forma de actuar. Se acercó a mi bien digna, con su cabeza siempre en alto sin perder de vista mis ojos, yo también la seguí con mi mirada, escuché su nombre y sonreí notoriamente - Stephen Windsor, y lamento mucho lo anterior mademoiselle - dije de manera sencilla observando como acariciaba la corteza.

por Invitado Vie Jun 18, 2010 4:14 pm

Ese vampiro, eran tan... No sabía describir la personalidad de ese tipo, era muy extraño.
Sentía curiosidad por conocerlo más y conocer sus secretos.
Una perfecta y sincera sonrisa seguía esbozada en su rostro, perturbando mi calma al igual que podía hacerlo una mosca, una simple mosca podía conseguir ponerme histérica aun si estaba haciendo el árbol o similares.

Esa sonrisa tan perturbadora, aún seguía esbozada en su rostro, dándole un toque de gracia a este y haciendo que cada vez más que mi enfado progresara. Parecía que el vampiro me ignoraba, como si de un espejismo se tratase, algo que me enfadaba cada vez más.
Lo que había dentro de mi cabeza empezó a maquinar algún plan para “joder” al vampiro, algo que no iba a ser fácil, pues nada parecía poder perturbar su profunda calma.
Una bombilla consiguió alumbrarme con su tenue luz, consiguiendo que mi retorcida mente inventara un plan, de lo más común y que además a mi no me gustaba demasiado, pero que si salía bien podría hacerle mucho daño.

Mi mano aún se encontraba posada sobre el tronco, cual pájaro en una rama, mientras que lo acariciaba con los ojos cerrados y una sonrisa en el rostro. Su mirada y la mía se cruzaron durante bastantes segundos, segundos que fueron para mi como una pesadilla en la que me absorbía con sus profundos ojos.
- No pasa nada, Stephen. –Pronuncié su nombre con una lentitud no muy propia de mi a la hora de hablar, normalmente hablaba rápido.

Mi trasero se levantó del tronco, lentamente, mientras que mi mano mantenía el último contacto con la corteza del tronco. Me dirigí hacia el chico mirando de arriba a bajo toda su masculina figura. Seguía apoyado en el árbol, con una pierna sobre la otra. Mis pasos me conducieron hasta quedar a escasos centímetros de su cuerpo, entonces mis manos sujetaron sus brazos dejándolo inmóvil, aunque eso era lo que yo quería. Miré sus ojos con una pizca de odio en mi mirada y sonreí levemente.

por Invitado Vie Jun 18, 2010 5:00 pm

Para mi la situación era bastante extraña, difícilmente podía leer los movimientos de aquella humana lo cuál llamaba notablemente mi atención y era lo que me impedía partir, en un momento pensé que las cosas se calmarían pero a pesar de su actitud tan calmada algo me decía que no era del todo así.

Se veía bastante tranquila acariciando la corteza del árbol pero algo me decía que a pesar de todo estaba bastante incómoda con mi presencia, ya no sabía si yo me había cruzado en su camino o ella en el mío, pero no lo pensé demasiado y tampoco me importaba saber eso ya que era una estupidez.

Hubo un momento donde ambas miradas se encontraron, el tiempo se me hizo corto y en ningún momento quité la sonrisa de mi rostro, en un momento pensé que quizá la estaba sacando de quicio ya que muchos se insultaban por verme sonreír tanto, cosa que nunca había entendido, escuché su voz, intentaba sonar tranquila y calmada pero algo dentro de mi se alarmó mas no se notó en mi cara, solo la quedé mirando con curiosidad.

Al verla levantarse del tronco no la perdí de vista, algo me decía que las cosas habían cambiado y el silencio era algo perturbador, se dirigía hacia mi y no entendía muy bien el por qué, de pronto sentí las manos de ella sobre mis brazos intentando quizá dejarme inmóvil pero ante eso sonreí - ¿Qué planea? - pregunté con interés - Recuerde que no debe subestimar a un vampiro... - No le dí tiempo para actuar, ella tan cercana a mi me provocó desconfianza, con un giro rápido la dejé a ella contra el árbol en el que yo estaba, ahora tomando yo sus muñecas y la miré a los ojos serio - No me interesa saber que planea señorita, pero no intente nada contra mi, le aseguro que podríamos llevarnos bien como amigos pero creo que ambos tenemos carácter - dije sin quitarle los ojos de encima, una vez que terminé de hablar solté sus muñecas y me alejé unos cuantos pasos.

por Invitado Vie Jun 18, 2010 5:39 pm

El chico tenía cada cosa... Permanecía sereno todo el rato, con su espalda apoyada contra el tronco del árbol que se encontraba detrás de él. La primera impresión que me había llevado de él no era nada buena. Parecía un estúpido y egoísta, aunque eso era solo la primera impresión. Parecía que después de que hubiera bebido un poco de sangre de animal, se había tranquilizado y parecía que incluso podríamos llevarnos bien.

El momento en el que nuestras miradas se habían cruzado se había convertido en un momento interminable para mi, pero podría decirse incluso que me gustó, y no me incomodó, para nada.

Mis manos seguían sujetando sus brazos, aún sabiendo que cuando el quisiera se soltaría.
Un giro inesperado por su parte nos hizo cambiar de posición, para quedar yo apoyada contra el árbol y sujetada por las muñecas por las manos de Stephen.
Ignoré todas sus palabras y le dediqué una mirada fulminante, al menos, eso creía yo.
Noté mis muñecas libres, y su cuerpo a un metro de mi. Quedé unos segundos mirando sus ojos con una mirada inocente y humilde.
Unos pasos lentos pero marcados me llevaron hasta encontrarme de nuevo a escasos centímetros de él.
Acerqué mis labios a los suyos, rozándolos. Los deslicé por sus labios, sin besarlo, por su mejilla y llegé a su lóbulo, donde separé mis labios de su piel. Apreté con fuerza las manos y caminé a una velocidad normal para alejarme de él.
La tenue luz que emanaba de la luna y el silencio que ocupaba el bosque esa noche, parecía ser más intenso en ese momento, el momento que quizás sería el último de mi vida.

por Invitado Vie Jun 18, 2010 6:05 pm

Me llamó la atención la particular ingenuidad de la joven, ¿Cómo había podido pensar que ella podría haber hecho algo contra mi? era casi imposible o al menos eso tenía pensado, al dejarla apoyada en el árbol y al soltarle las muñecas pensé que las cosas ahí se quedarían.

Tal parecía que esa humana no entendía, pero al tener mi rostro serio pensé que no se iba atrever a hacerme algo, más que mal podía matarla cuando se me antojara, no significaba gran esfuerzo para mi, bastaba con ser rápido y preciso, características que me sobraban y que sabía manejar bastante bien, pero claro ella no tenía por qué saber.

Noté que se acercaba a mi nuevamente, la miré con incredulidad ya que pensé que no intentaría nada contra mi pero me equivocaba, pronto sentí unos roces en mis labios, cosa que no me agradó para nada y es más, me causó un rechazo horrible, nunca me habían agradado las cosas por la fuerza y menos sorpresivos, pero esto había sido así - Creo que no aprecias mucho tu vida - dijo sereno, apretando mis manos para intentar no matarla, pero no lo logré controlarme, al verla alejarse me acerqué rápidamente por atrás y la arrinconé contra un árbol, la miré a los ojos esta vez mostrando mis colmillo,s enfadado - No te atrevas a hacer algo así nunca más, porque la próxima vez no te perdonaré, tenlo por seguro - dije con unos chillidos, de advertencia, no entendía cuál era la idea ni que lograba intentar, la solté bruscamente, tanto así que de seguro se iba a tambalear y quizás caer, pero no me importó, ya no me importaba - Ahora ya no me veas como amigo... - dije sin asco y me alejé de ella una distancia más que prudente, mostrando aún mis colmillos.

por Invitado Miér Jun 30, 2010 1:12 pm

Los tenues rayos de luz que reflejaba la luna, alumbraba nuestros rostros lo suficiente como para poder vernos, algo imposible, puesto que me encontraba dándole la espalda y caminando, o mejor dicho, huyendo, de la persona que quizás acabara con mi vida.
A pesar de ello, no tenía ningún miedo, es más, había llegado a pensar que me había arrepentido de haber huido, disimuladamente, pero había huido. Un error fatal, así lo demostraba, y lo tentaba a que acabara con mi vida.

Más que evidente fue entonces que el roce de mis labios en su piel le había molestado. No sabí,a o mejor dicho, no entendía, por qué lo había hecho, quizás para tentarlo, ¿a qué? Ni yo misma lo sabía.
Escuché y me percaté de cómo corría y me arrinconaba contra un árbol, colocándome entre la espada y la pared. Tras escuchar sus palabras y levantar la cabeza y con ella la mirad parar observa la luna, pude sentir la vida de la que disfrutaba el árbol que me estaba sirviendo para apoyarme y no caerme.

Por primera vez en mi vida, me arrepentí de haber hecho algo, más concretamente, rozar mis labios con su piel. – Nunca te he considerado como amigo… -
Unas finísimas lágrimas cubrieron mi rostro en ese instante, sabía que probablemente perdiera mi vida esa noche, y todos los momentos que había vivido, sola o junto a alguien, se esfumarían y quedarían sellados para siempre, sin que nadie pudiera saber cuales eran nunca. Nadie sabía que era la vida; existíamos los seres humanos, los animales, las plantas… Pero… ¿quién nos había creado? ¿por qué motivo?
Si hubiera sido cristiana, o al menos creyera en Dios, por lo menos tendría una teoría, pero no era así e intuía que iba a morir sin saber esa y muchas cosas más.

por Invitado Vie Jul 02, 2010 8:36 pm

Por un momento pensé en que las cosas con aquella mujer podrían resultar agradables y pasar una tranquila noche por el bosque paseando o haciendo cualquier cosa, pero había logrado enfadarme de sobre manera tanto así que ya no me importaba si le pasaba o no algo. No comprendía la razón de sus actos y tampoco buscaba intentar comprenderlos, me había encontrado en un mal momento como para hacerme ese tipo de bromas, cosa que no se lo toleraba a nadie.

Me costaba pensar con claridad, había llegado a tal punto que estaba cegado por la rabia, sabía que no me costaría mucho asesinar a un simple humano con lo frágil que eran pero sabía que si lo hacía luego me arrepentiría, no era la solución que buscaba, estaba sumido en mis pensamientos cuando la escuché hablar, mostré mis colmillos una ves más y me acerqué a una distancia prudente a ella - ¿Qué no me ves como amigo? - pregunté de forma irónica, siquiera intentaba ocultarlo - ¿Cuál era la idea mademoiselle Boutin? - mientras le hablaba iba rodeándola, mostrando siempre mis colmilos - Al menos podría explicármelo ¿no cree? - le dije furioso, casi gritando.

La calma ya no estaba de mi lado, mientras caminaba apretaba mis puños para intentar calmarme pero no podía ¿Perdería esa noche la paciencia?, no quería siquiera pensar en ello y cada vez que la idea se asomaba en mi cabeza la agitaba para que se alejara, sin ser de mucha ayuda.

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El oscuro y lúgubre bosque por la noche. {Stephen}

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