Un viaje de ensueño {Callie & Bernard}{Privado}

Los preparativos del viaje estaban por terminar, maletas, ropa & demás cosas previstas para que nada impidiera la diversión que íbamos a tener, el joven Bernard había sido muy dulce en querer acompañarme en el viaje al cual le invité, pensaba que tal vez mi proposición había sido atrevida & que lo mejor era que contestara que no, mucha gente empezaría a hablar pero ahora que le pensaba bien casi nadie notaría nuestra ausencia, yo ya hacía unos meses en París & la verdad que la ciudad tenía su encanto propio pero algo me llamaba a Grecia, tal vez sería los libros de los cuales me imaginaba solo un poco como sería viajar a ese lugar desconocido, muchas veces dibujé los paisajes que contaban como yo creía que eran o como la imaginación me permitía el viaje sin duda sería algo que me sentaría bien, empezaría mi vida de aventura & muy bien acompañada que era lo mejor de todo, el había dicho que si & ahora solo quedaba empacar alguna ropa & cosas para el gran viaje que nos esperaba.
Días antes me encargué junto a el que todo quedará listo, que cada cosa estuviera en el lugar que debiera, cada día me encantaba pasar más tiempo con ese chico el cual sin duda me hacía pasar los ratos más agradables en mucho tiempo, me empezaba a acostumbrar a sus visitas de diario & a nuestras caminatas nocturnas cosa que también me hacía ansiar por los días los cuales casi no se me permitía verlo por cosa de el, la ultima noche no aguanté más & le pedí que se quedara conmigo, si era atrevida & yo misma no me creía que el aceptara, al parecer la pasaba igual de bien que yo & eso me ponía muy contenta, suspiré por la mañana mirando como el sol empezaba a colarse por la ventana, me levanté de inmediato a cerrar más las cortinas quedando el cuarto en penumbra, otra noche que disfrutaba dormida en sus brazos, me daba pena admitir que tal hecho hacía que mis sueños fueran los mejores, claro solo con el de protagonista, ese día era el indicado, el estaba a mi lado durmiendo & esperaba que no desperara por mi imprudencia de dejar solo un poco abierta la ventana, me senté a su lado con cuidado & deposité un beso en su mejilla, uno suave de esos que solo son simples roces de piel, pero para mi era más que eso, mi cuerpo se estremeció de una manera que jamás había sentido, me quedé mirando su rostro & pasé el dorso de mi mano por su mejilla deleitándome con la sensación & textura de esta, tan fría pero encantadora como siempre, sabía que estaba despierto ya & esperaba que esos ojos marrones se posaran en los míos como cada día, me acosté un poco más observando cada detalle de su rostro guardándolo en mi memoria & reconociendo que no hubiera cambiado nada de este & era claro que no, su aroma inundó mis pulmones & lo disfruté cerrando mis ojos esperando que el día de nuestro viaje empezara.

Mi vida había dado un giro demasiado grande, no era que tuviera aventuras todos los días pero antes de el mi vida era demasiado aburrida, cada día era la misma historia & a mis diesiocho años lo único que quería era divertirme, pero no, las clases empezaban a las ocho de la mañana, siempre con un desayuno interminable de repasos del dia anterior, cada día me recordaban lo poco de vida social que tenía, prepararme para ser algo importante era fastidioso a veces lo único que quería hacer en el día era pasármela en el balcón pintando paisajes o simplemente un día acostada en cama comiendo chocolates, pero ahora era diferente, no solo eran lecciones de hecho era todo menos eso, pasaba la mayoría del día con el, encerrados en nuestra burbuja de “amor” que era mi cuarto, si bueno asi la llamaba yo sin que el se enterara.
Estaba demasiado confundida no sabía si lo que hacía con el estaba bien pero tampoco quería dejar de hacerlo, cada vez necesitaba más sus besos & caricias en mi piel, tenía claro que no podíamos ir más halla, en primera porque no quería parecer una mujer fácil con el primer hombre que le bajara las estrellas, ese era el problema que jamás me había enamorado de esa manera, jamás me había preocupado algo más además de mi familia & sin duda Bernard ya era parte de ella, mis padres aún no sabían nada otra razón más, me daba pavor defraudarlos pues ellos siempre han sido demasiado comprensivos conmigo, además que cumplen cada capricho que se me antoja cosa que no puedo perder & mucho menos su cariño.
Sonreí cuando noté que el se despertaba, la verdad que el día apenas comenzaba & no quería molestarlo si quería dormir de nuevo yo solo me quedaría contemplándolo cuidando sus sueños como fiel guardiana & no me separaría de el ni un segundo, sentí sus labios frios sobre los mios, mis mejillas respondieron ante eso ya que aún era nuevo todo esto, el hacía que cada terminación nerviosa de mi cuerpo se activara un poco más de lo normal, dejando libre los sonrojos & demás cosas que solo hacían apenarme más, no quería que creyera que era una niña nada más; respondí su beso con intensidad, su abrazo solo hizo que mi corazón latiera con más rapidez que antes indicando que estaba más que contenta, suspiré entre sus labios sintiendo algo revolotear en mi estomago.-Buenos días dormilón, no te preocupes por la luz me encargué que no te moleste.-Murmuré solo separándome un poco de sus labios.
Escuché lo que decía e hice una mueca, no me gustaba que se lamentara por eso, de hecho si disfrutaba más del día a su lado que en cualquier otro lugar.-No digas eso sabes bien que me encanta estar aquí junto a ti, ¿Preferirías que no fuer asi?.-Pregunté recorriendo sus labios con mis dedos antes que contestara deposité un beso dulce & tierno sobre su barbilla & después contestando ese beso tan apasionado rodeando su cuello con mis manos acercándolo a mi, rodando en la cama hasta que el se pusiera encima de mi, su aliento inundó todo mi cuerpo atrayéndome más a el.-Lo sé se que yo quiero estar el mismo tiempo junto a ti, te amo…demasiado.-Murmuré lo ultimo apenada antes de sonrojarme & esconder mi cara en su pecho.-El día comienza & debemos alistarnos, creo que ya no falta nada pero si quieres podemos dar un repaso.-Murmuré en su pecho no muy convencida de atreverme a verle otra vez, una de mis manos se deslizó por su espalda solo hasta la mitad, esperé su respuesta con curiosidad mientras mis labios recorrían su rostro con detenimiento, sin prisas.