Brisa [Levana]

por **Eyra Erikdóttir** Mar Ago 02, 2011 1:33 pm

El sol era mi único manto visible cuando mis párpados se abrieron y contemplé mi alrededor. Estaba tumbado bajo la copa de un árbol del bosque, sin tan siquiera saber en qué parte del bosque o cuando y cómo había llegado hasta allí. Pero estaba clara la razón, pues la noche anterior había sido luna llena.

Me aseguré de que realmente estaba solo, sin ninguna víctima cerca de mí o manchas de sangre en mi boca. Pero todo estaba normal. Bueno, todo lo normal que pudiera ser el estar desnudo en medio del bosque.

Suspiré y me senté, dejando descansar mi espalda contra el tronco del árbol y rodeando mis rodillas con mis manos. Cerré los ojos y aspiré una bocanada de aire fresco.

Entonces la olí...

por **Levana Maréchal** Mar Ago 02, 2011 3:57 pm

Soleado. El día había estado de esa manera. A la bruja la encantaba que estuviera así, le gustaba tostar su piel con los rayos del sol, disfrutar de la brisa que recorría su cuerpo impidiendo que se sofocara, disfrutaba cada momento que pasaba porque seguía viva, después de tanto miedo, escapatorias y malos momentos ella seguía viva. Caminaba de manera danzante por los prados hermosos de Paris, siempre tan coloridos, tan brillantes y hermosos que siempre quería estar ahí, lejos de las personas, lejos de todo pues tenía miedo de ser de nuevo lastimada.

Mientras caminaba cortó una flor para colocarla en su cabello, se agacho mientras divertida acariciaba los pétalos de otras. Alzo la mirada hasta encontrarse con un hombre desnudo, soltó un grito aterrador. ¿Le habría pasado algo? La chica no había visto el cuerpo de un hombre desnudo desde aquella vez. Lo cual le hizo recordar ese día, ese momento y sentir un miedo inmenso recorrer el cuerpo. -¿Esta bien? - Musito con su voz temblorosa, dejo caer la flor que tenía en su mano, la que acababa de cortar dando varios pasos hacía atrás. Se tropezó lastimando las muñecas por intentar aguantar su peso en la caída

por **Eyra Erikdóttir** Mar Ago 02, 2011 4:06 pm

Cuando quise darme cuenta, ya era demasiado tarde para esconderme en lo alto del árbol o simplemente, huír de aquél lugar. Una voz femenina, algo temblorosa, me llamó la atención.

Volteé mi cabeza y la vi, mirándome con terror en los ojos. ¿Qué estaría viendo en mí? No había matado a nadie, no aquella noche. Sin embargo, ella retrocedía y tropezó hasta caer, algo que me preocupó, pues parecía que se había lastimado las muñecas al intentar evitar el golpe.

Sin dudarlo dos segundos, me alcé del césped y corrí hacia ella para tenderle la mano, supervisando que fuese ella quién estuviera bien. Qué paradoja más extraña. Ella me había preguntado si estaba bien, segundos antes de que se cayera.

Esbocé una media sonrisa y tomé sus manos entre las mías, observando sus muñecas y palpándolas levemente.

- ¿Le duele cuando le toco aquí?- le pedí en un susurro.

No era médico, sólo un vulgar policía atento hacia la ciudadanía. Un buen caballero, a mucho más añadir. Pero había leído bastante sobre primeros auxilios y todo parecía indicar que no había rotura. Quizás algún esguince.

Al ver que no respondía, alcé la vista hacia sus ojos y vi mi desnudez reflejada en ellos. Sentí un flamante rubor colorear mi rostro y bajé rápidamente la vista, sin saber dónde meterme o qué hacer.

por **Levana Maréchal** Jue Ago 11, 2011 1:50 am

Se quedó completamente pasmada al ver el cuerpo del hombre desnudo acercarse. No sabía que hacer, como moverse incluso a donde ir con tal de que no se dirigiera más a ella. Cuando lo tuvo cerca y tomo su mano la chica quiso darle un buen golpe pero al notar la preocupación y el cuidado que emitía en ella La chica negó ante su pregunta y pronto se puso de pie dandole la espalda para no vero de aquella manera. Se mordió su labio inferior y casi llora por estar en esa situación "¿Recuerdas aquella noche?" Su querido john, esa voz que la perturbaba desde el día que escapó de Londres, la voz que le recordaba la noche en que la violaron siempre llegaba a perturbar más sus momentos. Ella nego con la cabeza esperando a que las imagenes de sus agresores no empezaran a aparecer y comenzar a tener una crisis de nervios. Tomo varias respiraciones profundas intentando mantener la calma.

Suspiro un par de veces empezando a tomar valor para hablar. Aclaro su garganta - Dime... ¿Quieres que te consiga algo para ponerte? - Casi suelta la carcajada por la pregunta, si hubiera visto a alguien en esa situación seguramente se hubiera reìdo y salido corriendo pero ya que ella se encontraba en ese momento le era imposible.

por **Eyra Erikdóttir** Sáb Ago 13, 2011 6:52 am

La joven se volteó y pareció incómoda o nerviosa, algo que desde luego comprendía dada mi absoluta desnudez frente a ella. Cuando ésta habló, no me pareció que fuese en tono bromista, así que bajando mis manos hacia mi zona más avergonzante para la dama, asentí repetidamente con la cabeza antes de ponerle voz a ese gesto.

- Se lo agradecería eternamente, señorita...

Mi lengua se trabó cuando me di cuenta que no sabía su nombre. Por suerte, no nos conocíamos de nada y aquello casi me aliviaba. Casi.

Los segundos en los que me debatía entre salir corriendo o zarandearla levemente para que me ofreciera uno de sus paños, me decanté en cavilar sobre cómo había llegado hasta allí, dónde estaría mi ropa desgarrada y sobretodo, por qué estaba aquella joven sola en el bosque. Mordí mi labio inferior, algo impaciente. Odiaba sentirme inferior a nadie y la desnudez me hacía sentir justamente así: con mi orgullo y dignidad ridículamente mermados.

por **Levana Maréchal** Miér Ago 17, 2011 12:09 am

La casa de sus tíos estaba a las afueras de París en medio del bosque puesto que eran brujos bastante temidos o respetados como quisieras llamarle. Los establos estaban mejor de este lado de la ciudad pues así tenían más héctarias los equinos para adar de un lado a otro. Lavana gracias a Dios acababa de regresar del sastre donde traía ropa de su tío que había llevado hace unos días atrás, su tío le había pedido que las tirara pero debido a que a ella no le gustaba desperdiciar ese tipo de cosas las mandó a arreglar. - Oh bueno aquí tengo algunos pantaloncillos y camisas creo que le servirán - Pudo ver el nerviosismo de sus ojos por lo que la dejó tranquila, él no le haría daño.

La chica dejo a un lado la sesta de ropa y salió del lugar lo más que pudo para darle espacio al muchacho, esta situación no solo era bochornoso para él sino también para ella pues desde que la habían violado nunca había deseado ver el cuerpo de un humano de esa manera, odiaba la sensación de poder volver a pasar por lo mismo por eso escapa de la escena.

por **Eyra Erikdóttir** Jue Ago 18, 2011 5:54 am

La muchacha dejó frente a mis pies una cesta llena de ropa, sugiriéndome que tomara una de esas piezas. Alcé la vista para pedirle algo de intimidad, pero no fue necesario decir nada, pues ella se alejó del lugar.

Suspiré aún avergonzado por aquella situación y empecé a buscar algo que pudiese ponerme. Me decanté por unos pantalones marrones y una camisa blanca de botones color ámbar. Mientras me la abotonaba sin prisas, empecé a buscar a la chica, olisqueando su esencia para que fuese más fácil hallarla, encontrándola tras un árbol.

- ¿Cómo estoy?- bromeé, indicando los pantalones que me iban algo grandes.- Muchas gracias por tu amabilidad.

Le tendí mi mano derecha y esbocé una sonrisa cordial.

- Soy Loukas Giorkas, encantado.

por **Levana Maréchal** Lun Ago 29, 2011 1:18 am

No podía creer que el chico que tenía frente a ella no se percatará de como se sentía, de su incomodidad y de querer escapar de esa situación y sobre todo de él por tener miedo a ser atacada de nuevo. Sonrió a penas viéndolo de reojo, no sabia si era correcto darle o no su aprobación sobre la vestimenta pero lo cierto es que era realmente atractivo y con ropa resaltaba el color de su piel, el desarreglado de su cabello, sus facciones endurecidas. Negó más para si misma más que para nada pues tenía una vergüenza extrema, no podía ni siquiera pensar que un hombre era atractivo, les tenía miedo, mucho miedo. - Se ve bien - Solo alcanzó a decir con su tono de voz tranquilo y casi suplicante para que no le volviera a preguntar algo así, ¿cómo le hacía entender sin que tuviera que contarle toda la historia?

Suspiró tomando de nuevo la cesta pues tenía más que solo ropa dentro de ella - ¿Deseas algo de comer? - Preguntó sonriendo un poco, a pesar de ser hombre y muy probablemente tener más fuerza que ella se notaba que era tan vulnerable como la chica lo cual la hizo sentir un poco más de confianza, sin avisar, ni pedir permiso en nada see adentró en su mente por unos momentos. No había rastro de querer hacerle daño por lo que salió de su mente por unos momentos y se quedo a la defensiva, ella sabía como poder inmovilizarlo con su "magia".

por **Eyra Erikdóttir** Lun Ago 29, 2011 8:14 am

En realidad la situación me parecía entre cómica y extraña. Me veía a mí, un licántropo, rodeado de árboles en un bosque frondoso, junto a una muchacha con una cesta llena de ropa y comida que me ofreció. ¿Acaso no te recuerda esa descripción como si se tratara del cuento de la Caperucita y el lobo? Sonreí ante aquél pensamiento tan infantil y tomé una manzana de la cesta que me ofrecía, pensando que quizás ahora aquella situación se volvía un poco más parecido al cuento de Blancanieves, aunque aquello me molestó, pues yo no tenía pinta de una hermosa mujer ni ella parecía una bruja.

Mordisqueé la manzana y me senté a su lado, recostando mi espalda en el tronco de un árbol, admirando todo cuanto nos rodeaba.

- ¿Qué hacía en el bosque, si me permite preguntarle?- le pedí, tras su silencio a cambio de mi presentación. ¿A caso no tenía nombre, aquella mujer? Quizás le preocupaba algo... se comportaba de un modo extraño, casi incómodo. ¿Porqué? Demasiado curiosidad para tan poca confianza mútua.

por **Levana Maréchal** Miér Ago 31, 2011 3:07 am

Levana ocultaba su mirada a cada momento del caballero y es que temía revelar sus secretos en solo una de sus miradas. Sonrió a penas al ver la actitud tan despreocupada del joven, y queriendo adentrarse a su cabeza fue cuando descubrió la condición de aquel hombre. Interesante conocer a un licántropo tan dócil y amable, pocos los habían como él lo cual me dio la pauta para seguir adelante con aquel encuentro y no volver a querer salir huyendo. Sus pensamientos sobre la caperucita y el lobo me hicieron soltar una risita cómplice y sentirme cómoda. - Voy camino a unos establos caballero por eso camino por este sendero, es rápido - Se encogió de hombros y debido al calor se acomodo a su lado bajo la protección del árbol.

La chica no pudo evitar cerrar los ojos para relajarse, soltó un bostezo, hace varios días atrás que no había podido conciliar el sueño, había estro teniendo pesadillas sobre aquella noche que amibo su vida, incluso sentía que aquel hombre que había tomado su bondad y pureza la estaba siguiendo queriendo terminar con su vida de una vez por todas - ¿De dónde viene? - Pregunto sin poder salir aun de su mente. Necesitaba descubrir si no tenía algún plan escondido contra ella en su interior, sino era un especia, sabía que podía controlarlo con uno que otro control y distorsión mental pero ella no era mala y aunque estuviera en peligro sería lo último que utilizaría para con alguien que quisiera dañarla.

por **Eyra Erikdóttir** Miér Ago 31, 2011 11:46 am

La miré con curiosidad mientras seguía mordisqueando la manzana.

- Puedo acompañarla si lo desea.- me ofrecí, poniéndome en pie y lanzando el hueso de la fruta bajo el árbol, sabiendo que allí se desintegraría.

Me limpié el trasero manchado de césped y humedad, y me abroché un botón más de la camisa, intentando no incomodarla demasiado con mi presencia tan osada, aunque visto lo que había visto... un botón más no le haría sentir mucho mejor. Entonces ella preguntó mi origen y quise hacerme el gracioso levemente.

- De mi casa, ¿quieres verla?- solté una carcajada y me serené de nuevo.- Soy ateniense.

No sabía realmente a qué se refería, así que le di ambas respuestas sinceramente.. exceptuando la pequeña broma de que me acompañara a casa. Aunque si me preguntaba por el motivo de mi presencia en aquél lugar... ahí tendría que mentirle. ¿Cómo decirle que era un lobo y que desperté así tras la transformación? Probablemente ella se asustaría y saldría gritando hacia su casa diciendo que había un loco en el bosque.

por **Levana Maréchal** Dom Sep 11, 2011 9:11 pm

La chica se había quedado dentro de la mente de aquel caballero para saber si de verdad sus intenciones eran buenas o no con ella. Soltó un suspiro suave y relajador cuando vio que en él no había maldad alguna con respecto a ella. Sonrió de manera sincera pero sin embargo no dejo ver sus ojos, aquellos hermosos ojos que nadie había logrado ver después de la noche en que la habían violado, después de aquella noche ya todo había cambiado, ya no era más la chica confiada que amaba a a todo el mundo, y no es que los odiara pero por el miedo a volver a pasar aquella violación, aquellos rasguños, aquellas mordidas, golpes y demás cosas que no solo la habían humillado, también la habían cambiado por eso ponía tanta resistencia, incluso viviendo en casa de familiares se sentía en peligro. Extrañaba a sus padres en ocasiones pero ellos no la habían cuidado cuando más los necesitaba por eso era mejor no pensar en eso. Lo miro de reojo era tan despreocupado que incluso pudo llegar a pensar que tal vez podría tenerle confianza en algún futuro, a pesar de todo ella necesitaba de quien confiar, una mano amiga, un abrazo cálido, una vida normal aunque ella ya no lo fuera.

Negó un poco pero sin alarmarse esta ocasión - No, no es necesario que me acompañes ¿Quieres dar una vuelta? - Lo cierto es que nadie sabía donde se encontraba el paradero de su casa, había sido de ella después de la muerte de sus padres, estaba en medio del bosque, en medio de la nada donde incluso los animales, humanos, criaturas d ella noche no podían encontrarla debido a la magia implementada en ese lugar para que nadie pudiera invadir su espacio y nunca antes había tenido invitados por lo que apenas conociendo a chico no sería capaz de invitarlo. Suspiro - ¿Y que haces hasta acá? - Preguntó levantando la cesta para poder seguir su camino sabiendo que el la seguiría.

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