Just business!

Simplemente no se hubiera esperado una carta, una carta que no solo le había llegado desde Italia si no que era del mismísimo Leandro Cacciatore, un joven famoso por su industria de textiles y por la forma de tratar a las damas con elegante cortesía, se escuchaban rumores de su hermoso semblante, así como su caballerosidad e incluso hasta se podría decir que era un casanova, aunque claro su reputación solo llegaba a niveles decentes, aunque eso no se lo creyera, no podía creer la reputación de un vampiro a un nivel decente, simplemente por que los conocía demasiado bien o creía conocerlos. Aun así, no permitiría que nada malo pasara a su hogar era por eso que había mandado la invitación a su casa escrita en respuesta a la petición de una reunión con ella, no le había costado nada descubrir que el que lo pedía era un vampiro, claro nadie podía tener tantas descripciones y seguir siendo humano.

Aunque solo le había tomado por sorpresa una reunión de tal calibre y que ella misma ofreciera su casa con una invitación adjunta que si alguna vez llegara a suceder algo se encargaría que esa invitación escrita se quemara de “la nada” para que la invitación formal a su hogar quede revocada y el vampiro nunca mas vuelva a poner los pies en este lugar.

Fue así como paso el día y ya unas dos horas antes dejo sus quehaceres (generalmente por las tardes leía un libro o salía a pasear pero hoy solo había comenzado a leer un libro luego del almuerzo) y se retiró a sus aposentos para comenzar a prepararse, y esperar la llegada del joven que había pedido cita, mientras se miraba al espejo se internaba en el millón de preguntas al cual le hacían preguntarse que querría aquel vampiro? Ladeo su rostro mirándose al espejo y tratando de esconder bajo su peinado aquel broche que le impedía ser tocada por un vampiro a voluntad propia, pero debía esconderlo, no solía recibir buenos comentarios de aquel broche al momento de conocer a algún vampiro nuevo, pero no podía hacer nada para sacárselo, hasta que el mismo Yudea decida no hacerlo no haría nada.

“Noto… noto nerviosismo? Por que? te da miedo encontrarte con un vampiro casanova?
En realidad solo me daba miedo encontrarme con un enemigo.
Luego de un momento de meditación y al terminar de arreglarme con ayuda de la mucama, se acerco mi mayordomo tocando la puerta levemente y sin decir nada por que sabia que el vampiro escucharía, señalándole que estaba ya en mi casa, claro… yo lo había sentido, era imposible no sentir la presencia de un vampiro de tal calibre, se notaban sus aires extranjeros y realmente sentía nerviosismo por aquel extraño encuentro, no demoraría mucho solo di una pequeña mirada hacia el espejo y saliendo de mi habitación mi mucama la sellaba con palabras que solamente alguien con magia podía entender.”

Gracias Sunshine…- susurra dándose vuelta levemente hacia la joven gitana que venia detrás de ella y al llegar a las escaleras la gitana se retira no sin antes saludar al joven Cacciatore, adda baja con extrema delicadeza mientras trata de nublar su mente, no sabia la capacidad que tenia aquel vampiro pero estaba muy segura que algunos podían leer mentes y no estaba dispuesta a revelar sus mas oscuros secretos a un desconocido – Buenas noches Monsieur Cacciatore bienvenido a mi hogar… - al terminar de bajar apoya su mano en el mayordomo que se la ofrece mientras inclina su rostro en señal de saludo al vampiro el mayordomo suelta la mano de la condesa para acompañarlos hacia la sala donde podrán conversar cómodamente, sintió su presencia algo incomoda, ¿acaso sentía las almas de sus hermanos vampiros atrapadas en esta mi casa? ¿sabía que usaba sus fuerzas para protegerse y a los que quería? Adda no quería ni sospecharlo ni pensarlo ni admitirlo. Seria su secreto eternamente pero su presencia y su aparente incomodidad le decían que aquel joven sospechaba algo.

Llegando hacia la sala el mayordomo abre las puertas de par en par dando lugar a una sala bastante amplia pero a la vez cómoda, donde se podía entablar una conversación sin ser molestados, lo amplia de la habitación hacia que los ventanales, la chimenea y la biblioteca al fondo derecho se lucieran en todo su esplendor, la biblioteca no era sencillamente pequeña al contrario abarcaba todas las paredes junto a una cantidad de libros que solo se podrían leer si tenias muchas vidas y tiempo, pero aun así Adda había disfrutado de la mayoría de ellos. Caminó hacia los sofás donde la chimenea ya entregaba su abrazador calor y le señalo un asiento al vampiro – Esta bien Monsieur Cacciatore… ya puede decirme a que se debe su visita por que no me dirá que a viajado tanto solamente para conocerme... no creo ser tan importante entre ustedes allá en Italia. – se acerca el mayordomo con una copa de vino aunque en ella había sangre para el vampiro y a Adda le entrega una copa de vino pero ella la deja encima sin poderle dar un trago aun ya que la curiosidad le ganaba a las ganas de beber un poco de ese vino enviado desde la parte mas hermosa de Francia.

No pudo evitar sonreír a medida que el hablaba mientras se cuestionaba todas sus palabras ¿Cuál era la razón de aquella visita? sonrío de lado al ver el rostro de aquel vampiro darse cuenta de la sangre en la copa y la negó, eso le dio una impresión completamente distinta a la bruja sobre aquel joven que parecía tan diferente a cualquiera que se hubiese encontrado –whisky será entonces… - observa a su mayordomo que iba a ponerse en camino hacia el pequeño bar privado que Adda tenia junto a la entrada a su “pequeña” sala de reunión en la que se encontraban, pero Adda sonrió mirándole –Será mejor que se retire, yo serviré la copa al caballero y aparte debemos conversar asuntos privados… -adda camino hacia el mayordomo tomando la copa de whisky entre sus dedos y la botella y al ir hacia el vampiro le entrego su respectivo vaso con su botella sirviendo la mitad de la copa para mirarle y sonreír mientras siente la puerta cerrarse a sus espaldas, definitivamente no se imaginaba la cara de molestia de su mayordomo que debía estar echando humitos, y es que últimamente el se sentía con la facultad de romper los esquemas tratando de hacerse ver como un dueño de casa no un sirviente. Pese a que a adda no le molestaba ni discriminaban los sirvientes, sabia que en su cargo de realeza ella nunca dejaría de ser la que tuviera que poner en su lugar a los demás.
-Bueno entonces, usted a dicho que cuento con influencias demasiado grandes?

“cuando fue la primera vez que pisaste Rusia? – nunca la e pisado- a eso me refiero.
Quizás tenia las ganas pero nunca podría explicarle que ella no es la persona que estuvo en Rusia como condesa por que la condesa en su viaje aquí había fallecido… nunca tendría el valor de decirlo en voz alta por que ya me había echo reputación de condesa en este lugar y pensaba mantenerlo hasta que me liberaran de la condena de llevar una corona y mi vida a eventos sociales que no me agradaban. Quizás si era bueno entablar amistad con este vampiro, ser dueño de varias empresas textiles daba cabida a un buen informante, algo así como un socio, pero el estará de acuerdo? No tenia idea que quería precisamente del vampiro así como tampoco sabia que quería aquel vampiro de mi le observe a los ojos entre que Leandro bebía un trago de whisky acompañando a mi copa de vino.”

Me temo que usted a echo su trabajo muy bien monsieur Cacciatore…-susurra acercándose a uno de sus sofás junto al de el y le observa- y sus dos hijas? –hace una pausa mientras bebe un poco de vino, no sonaba ligeramente a una amenaza, no quería que fuera así por que no conocía realmente al vampiro no sabia cuan vengativo podría ser o si tan solo al mencionarle sus hijas reaccionaria arrancándole la vida de un tiron solo por la desfachatez que había cometido de mencionar quizás a las mujeres mas importantes de su vida –escuche por ahí que una de sus pequeñas es como usted… como puede ser posible? Una niña vampiro? – hace una pausa mientras observa hacia el fuego moviendo las brazas con su pequeño palo para mirarlo durante un momento – también me han dicho que son dos pequeñas preciosas, adorables, señoritas… es eso cierto? -sonríe ante su pregunta y es que no era bien recomendado que alguien sobre sus hijos ya que siempre te mentían con la verdad que ellos veían en sus niños y no con la verdad que ellos viven. La realidad.

-usted quiere hacer negocios? –sonríe de lado mientras toma un poco de su cabello corriéndolo hacia un lado y acariciándolo lentamente mirándole- entonces debe saber que no solo usted sabe hacer su trabajo monsieur Cacciattore –se ríe levemente dibujando una risa traviesa como si no temiera de aquella pregunta que le hizo sobre sus hijas - e notado su interés por los libros, le gustaría llevare uno a casa para poder leerlo? Me temo que Paris es muy tedioso si no conoces a las personas indicadas… puede quedarse con uno de mis libros mientras espera que alguien se ofrezca voluntaria a enseñarle Paris, aunque claro… eventualmente algún día debe devolvérmelo y ahí le invito a pasear conmigo solo si gusta…

Le observa y observa sus ropas desviando su mirada del fuego que ya ahora había prendido bastante bien –me temo que estoy necesitando un guardarropas nuevo, acaso si lo contrato seremos una especies de socios…



“ahora si estamos jodidas…- no lo creo-
Ok había algo solamente algo que me había molestado y que ni siquiera me había dado cuenta que de verdad aquello podía ser motivo para molestarse, ¿puede alguien molestarse por sentirse investigada? Aquel joven parecía saber mucho mas de mi pero eso no era bueno si quería pasar desapercibida…. Como es que había dicho que por sus lados yo era conocida? Por eso se me había escapado aquellas palabras “sus hijas?” definitivamente no sabia que iba a decir para arreglar eso, solo esperaba que el lo tomara con humor y no como una amenaza”

Spoiler:

¿Un proveedor italiano le hizo el comentario? – trae a su mente a aquel proveedor, Giacomo… un joven de apariencia sutilmente engañadora, por algún momento llegue a creer que el no podía ser un vampiro pero inmediatamente seguido de aquel pensamiento fugaz, el se había transformado en algo sanguinario y sádico, por lo que no dudó en despacharlo en cuanto lo sintió tan cerca que apenas podía sentir su respiración, aquel vampiro se había llevado de las suyas pero antes de eso había bloqueado tanto su mente al extremo de conseguir un beso de Adda…

Alza una ceja al escucharle y sonríe de lado al observarlo beber una copa de whisky- no puede negármelo, si es posible por que usted es uno… no puede negarlo –repite dibujando una sonrisa en su rostro – llevo demasiados Seres como usted en mi vida entera como para no enterarme que usted es uno de ellos, y no puede pretender que no halla investigado sobre usted antes de aceptar la reunión “de negocios” que estamos teniendo ahora mismo y si, claro que me gustaría conocerlas, podrían ser una buena compañía para la pequeña bajo –observa hacia los libros de su librería y mientras se dedica a ver la tapa de uno de los libros que estaba rasguñada sintió sus pasos, su cercanía… y fue en ese momento que su cuerpo se estremeció de pies a cabeza sintiendo su susurro y la cercanía tan deliberada que el joven acababa de dar, desvío su mirada hacia el y sin titubeos observo sus labios y luego sus ojos antes de hablar – No se su gustos en libros… a mi me gustan todos, si no… no los tendría –susurra mirándole a los ojos algo nerviosa

Por alguna razón que desconocía completamente aquel joven había logrado ponerla en un estado de nervios en una especie de entrega, en coquetería, solo dibujo una sonrisa volviendo su mirada a los libros y guarda uno enseguida para mirarlo a los ojos - ¿necesita mis medidas? –pregunta como queriendo ponerlo en nervios cuando sabe que la mas nerviosa dentro de aquella habitación es ella, confiaba en su broche pero no confiaba en ella misma, -¿entonces gusta de su trabajo monsieur Cacciatore? ¿y consigue muchas damas que quieren ser modelos? Como es su vida amorosa? Su esposa? Por que me parece que debe haber una dama en vuestra relación, si tiene dos preciosas hijas…

“por una causa buena quiero saber a que lleva esto, ¿Por qué me da la impresión de que a Leandro ya le hubiera visto? Me agrada, me agrada su personalidad y lo muy extraño que es, sabe bloquear su mente de una forma qué yo solo podría traspasar su barrera tocándole quizás por que no lo puedo tocar? Se hace tan difícil tener a alguien y con la curiosidad comiéndote y no poderle tocar por temor a hacerle daño…”

Simplemente Adda no quería eso, no quería hacerle daño, pero si quería conocerle mas… su curiosidad podría tomarse como algo bueno o malo o depende de quien lo observa…

Aquel joven que menciono anteriormente… no tiene buenos recuerdos de mi persona… aun así usted piensa que yo le creeré que le hizo la invitación para extenderse por Paris conmigo?, debo recordarle que yo no soy de aquí? -sonrió de lado para mirarlo a la misma vez al sentirlo acercarse en respuesta a su pregunta “y bueno suponiendo que lo fuera ¿Que haría?” ¿Qué haría? Era tan sencillo contestar a esa pregunta, podría decirle tantas cosas, no cualquier día una se encontraba con vampiros como Leandro encantadores, ¿Qué haría? Aun se lo cuestionaba por que la caballerosidad y la química que estaban teniendo le dificultaba la respuesta – supongo que esa pregunta va dirigida a usted, por que debe estimar que esta es mi casa, la pregunta es que haría si yo supiera que es un vampiro y usted actuara mal? – Sonríe de lado de lado mientras busca sus ojos – y yo… lamentablemente no lo tengo calculado todo – en la mente de adda entran recuerdos…

“No por favor… no diré nada CALLATE hechicera…. Ahora escúchame bien… Si no te haces pasar por La famosa condesa de Rusia… TODO PARIS se enterara de la Bruja que convive junto a ellos y tus días serán contados – esta bien… lo are”

Cuando aquel vampiro comenzó con su seducción, Adda comenzó a sentir los efectos embriagadores y ese lado que no conocía de ningún vampiro seductor, ni siquiera de kazu que había pasado la mayor parte de su vida junto a ella, esa seducción era demasiado fuerte, hacia que sus sentidos se nublaran, adda sintió el peso de sentirse atraída por alguien que podría ser asesinado por ella misma, aquello no le agrado nada – que es lo que necesitara si mis medidas no son suficientes? – aquello le había descolocado, aun así necesitaba respuesta –solo dibujo una sonrisa al sentir que Leandro la aprisiona e inconcientemente se deja embelesar por aquel vampiro, apresándose un poco mas al librero sintiendo como su rostro expulsaba de su aliento un aroma tan suave que podría hacer de adda una mujer entregada, una mujer esclava tan solo del aroma… desvió su mirada hacia otro lado y luego hacia el - ¿quiere saber algo de mi?

“aquello podría darse en gran debate interno… Yo estaba mas que nada intentando borrarme, cerrar mi mente por que la adda que grita y expulsa fuego interiormente haciendo que haga cosas que no quiero, quería explotar y decirle tordas las barbaridades por atreverse a soltar su seducción de aquella manera, pero si hacia eso, podría mostrarse ese lado débil que adda nunca, nunca, dejaría salir, nunca… menos ante un vampiro que apenas conocía, varias veces me había visto en la situación de mostrarme enojada y meterme en la mente del otro pero dejando cabida abierta para que el otro pudiera ver la mía propia, mis temores, dolencias… miedos.”

-Me temo que tendrá que descubrirlo… -susurra al momento de sentir sus ojos de aquella manera, tan fijos, tan humanos ¿eso hacían los ojos de un padre? De un hombre criando a dos niñas inocentes? Por que su miraba demostraba tanto y nada? –tendrá que descubrir si puede saber algo mas de mi, aunque yo que usted temería por eso… varios lo han intentado y han obtenido resultados desastrosos… -susurra observando a sus ojos para luego sonreír de lado y mantenerse a raya negando y terminando por separarse – no es que quiera causarle miedo, quiero ser realista, soy… algo difícil de complacer –sonríe de lado mientras siente la cercanía –mas cuando usted a sentido lo que a sentido al momento de tan solo tocarme- le observa con una sonrisa dibujada, aquel vampiro definitivamente le provocaba pero no podía tocarle sin hacer daño… ya se acercaba el momento de liberarse de aquel broche pero mientras no podía hacer nada… se sentía culpable de hacer sentir a vampiros buenos el dolor que les hacia sentir de igual manera a los malos, rozo con la punta de su dedo el botón de su camisa y luego le sonrió alejándose –no quiero herirle… -separándose un poco de el sin lograr tocarle si no mas bien rozándole y no directamente a la piel, sino por encima de la ropa… al cabo de unos momentos Adda termino caminando hacia uno de los sofás, donde la conversación podría ser mas amena para distraer sus sentidos, no le heriría por la culpa de su estupido broche, no lo haría, habían niñas sus hijas de por medio… no haría nada para que el padre de esas niñas sufriera demás, bastante le había agradado para hacer algo que le molestara…

Se quedo pensando un momento antes de responderle, por alguna razón no quería hacerle daño, por alguna razón pensaba en esas dos niñas esa era la única razón que impedía que adda no quisiera besarlo como aquel joven había provocado sentir en ella, sonrió de lado para levantarse y caminar hacia su dama de compañía que se retiraba para cerrar la puerta al momento de salir y volteándose hacia el vampiro susurro – No es que quiera que solo tengamos un trato meramente profesional… me gustarían muchas cosas con usted, compartir de una forma que usted y yo sabemos como dos adultos que somos… - le observo mirándole a los ojos – pero se lo que causo en la especie denominada vampiros, vera… - se da media vuelta y le señala su cabello y en el un broche con cuencas y diamantes bastante detallado y delicado precisamente para su contextura, finísimo data de años y siglos anteriores que Adda nunca pensaría que existieran, luego de enseñárselo por que no podía quitárselo le observo mirándole a los ojos – es una protección, y a la vez una condena, el vampiro que me dio esto lo quería utilizar para sus fines, para sus fines de hacerme su esclava, de hacerme suya para siempre…

Pero…- se detuvo sintiéndose un poco impotente al mencionar aquellas palabras refiriéndose a si misma como un objeto continuo – pero, ahora es solamente para mi protección, vera… había un amigo, que tenia el mismo veneno del broche en su sangre, y me la dio para que no fuera esclava de nadie, solo que no puedo quitármelo, no e sabido de vampiros de ahí en adelante, solo la ultima vez que no intento tocarme cayo desmayado, así como se que usted sintió al momento de tocarme, por alguna razón usted es mas fuerte que el anterior. –le sonrío de lado – esa es la razón, podremos tener un trato de negocios por que así lo quiero, así me gustaría, pero no crea que le rechace debido a no sentir la atracción debida por usted – bebió de su copa y le sonrió para volver a sentarse señalándole el asiento a su lado – dígame, mas de usted, dijo que venia de Italia ¿es Italia un país bello? Me han comentado que hay muchas cosas interesantes, y realmente e quedado fascinada con todos esos comentarios, tanto así que me gustaría visitarlo algún día, aunque en este momento… créame se vuelve algo complicado – le sonríe de lado mientras le observa, dudando otro segundo de si hacerle aquella pregunta, de si realmente preguntar lo que tenia en mente.

Puedo preguntarle que tipo de cualidad tiene usted? Digo, e escuchado que todos tienen un poder distinto, yo misma lo e comprobado, algunos leen mentes, algunos causan dolor… -sonríe mirándole - ¿usted que hace? – pensó en el vampiro que estaba encerrado en uno de sus pasillos, uno de los cuadros que mágicamente había usado para poseerlo y guardarlo en aquel cuadro del cual no saldría nunca, aquel vampiro que le había echo tanto daño, aquel que nunca volvería a hacer daño a nadie.
Bloqueando su mente nuevamente le observo, aun no estaba segura de si confiar en aquel vampiro, solo sabia que le agradaba, sabia que el tenia algo diferente, y eso algo diferente eran dos pequeñas, dos hermosas pequeñas que le gustaría conocer…

“¿Qué estas haciendo? El es tan diferente pero podría resultar igual que otros ¿no haz pensado en ello?
No… sinceramente ya no tenia miedo, ya no tenia miedo a preguntar nada, a morir, a ser distinta, a mostrar mis poderes, a mantenerme en este mundo, a conocer a este vampiro ¿Qué diría después de lo que le había dicho? ¿se iría luego de que la información de ese broche no le diera esperanza alguna de que algún día pudiera tocarme, pudiera sentir mi roce no como un daño ya?
Sinceramente no esperaba nada, solamente tome mi copa y susurre en voz suficientemente clara para que pudiera entender y sonriéndole le mire”

Salud…

Ver a aquel caballero era todo un arte, expiraba sensualidad en sus movimientos, su galantería hacían de adda condenadamente interesada como no creía, a que se debía aquellas palabras, la cercanía que veía en sus pasos, la forma de tocarla comos si ya le perteneciera, cerro los ojos al momento de sentir sus labios en los del caballero, en los del vampiro que la aferraba aun mas a los suyos propios haciendo que por un momento, perdiera la razón, no supo como de repente se deshizo en su boca, sin importarle demasiado lo que sucedía, sus dientes salían a flote, no quería tener que pensar que aquello era su culpa, pero al tocarle podía sentir desde lejos que aquello era demasiado doloroso, la carga no cedía y aquel beso se intensificaba, abrazo su cuello pero retrocedió sus manos para no causar aun mas dolor del que estaba causando, disfrutando de ese beso perfecto, que no haría mas que confundirla ¿a que se había referido exactamente con sus palabras? Por que había dicho que quizás no había encontrado verdaderos hombres en Italia, cuando realmente nunca los había buscado, una gran parte de el en ese momento estaba dejándole creerle a aquel caballero de tal porte, cerraba sus ojos en un intento de olvidar que le estaba hiriendo, que quizás seria su culpa si en cualquier momento le debilitaba al punto de dejarle débil, cansado y sin fuerzas…

“ya basta… no puedo mas, me sentía la mala, con deseos ocultos de no herirlo pero inevitablemente hacerlo, y fue en ese momento que retrocedí, intentando que no insistiera me levante de un movimiento y ladeando el rostro toque la palma de mi mano, con una ligera molestia, y fue ahí que gracias a mi poder de posesión me di cuenta que aquel dolor también había traspasado hacia mi cuerpo, aunque yo no lo sintiera por haberlo provocado, cerré mis ojos y en un intento por no desmayar busque los suyos –Mi señor..-susurro de lado sintiendo que cada efecto aparecía por mi piel dejando estragos, todos efectos de ilusión desaparecerían, y dejarían el dolor en su lugar, mientras tanto sentía mi piel débil, cansada, abatida… por un momento sentí que desmayaría, pero no quería eso, simplemente no quería desmayarme, cuando merecía todo ese dolor, por causarlo yo misma… -ahora entiendo todo el dolor que pude haberle causado… -susurro mirándole a los ojos en un intento desmesurado de pedirle disculpas, de demostrarle por una parte que no era mi culpa que mis besos le dolieran tanto, que quizás yo no fuera lo que el realmente querría en su vida… - Mi señor… -susurro tan delicadamente en sus brazos y acaricio su mejilla para luego ceder ante el dolor que mi cuerpo resignado recibía y desmayarme…”

Adda perdió la razón debido a su poder de Posesión, al poseer al vampiro sin quererlo, si no mas bien por que su propio deseo irrumpió aunque no supo que había echo, traspaso ese dolor sin saber hacia ella, y todo el veneno que su broche le causaba había comenzado a hacerle efecto a ella en vez de al vampiro que había besado, en teoría sabia que debía hacerlo, por que no pensaba dejar a nadie sin padre… menos a esas dos pequeñas que en su afán por saber mas de el había descubierto, con su cuerpo completamente desmayado y sus ojos y mente encerrados en lo que había visto y seguía viendo de lo que había conseguido capturar de la vida de Leandro…