Robando comida (Libre)

por **Cam Rohan** Dom Jun 20, 2010 7:15 am

Recuerdo del primer mensaje :

Las calles parisinas estaban abarrotadas como siempre de gente rica, con prisas. Sus pobres sirvientes les sujetaban varios parasoles para que sus blancos cuellecitos no se tornasen tostados como todos los que nos pasábamos la vida en las calles expuestos al sol, al frío, a la lluvia e incluso a que nos asesinasen esos seres que estaban por todas partes en París.

La abuela me había avisado varias veces de que uno de esos seres sedientos de sangre había matado a mi madre la misma noche que yo llegué al mundo. Y saber que una horda de aquellas monstruosas criaturas disfrazadas de humanos campaba a sus anchas por todo París me revolvía el estómago y me hacía tener una terribles ganas de gritar.

Enfilé por una calle abarrotada de puestos de comida. Un hombre gordo y de pelo grasiento anunciaba que tenía manzanas frescas y pan. Me relamí. Hacía semanas que no llevaba manzanas para la abuela y ella me estaría agradecida. Además, habían nacidos dos niños más en la tribu y sus madres necesitarían también algo de fruta para alimentarse ellas y poder darles de mamar.

Sin pensármelo demasiado, caminé hacia allá, tenía que planear la forma en que lo haría. Aguardaría hasta la hora punta en que los pueblerinos se mezclasen cerca de allí...y mis rápidas manos harían el resto.

por **Cam Rohan** Lun Jun 28, 2010 3:02 pm

Escuchamos una acalorada discursiñon debido a que la puerta estaba entreabierta. Por la rendija me pareció distinguir la camisa de EunMi. Entorné los ojos pensando qué hacer. ¿corría hasta allá y lo sacaba? ¿Esperaba a que saliese por su propio pie? No tuve que pensar demasiado al escuchar los gritos de la mujer.

-¡Llevaos esto!-exclamé dándole el saco y el zurrón a los otros gitanos-¡Marchaos de aquí todo lo deprisa que podáis! No miréis atrás. Corred, ¡Corred!

Aturdidos asintieron y se marcharon de la misma forma que habían venido: con sigilo y rapidez, como lagartijas, escurriéndose por cualquier rincón. Yo me puse en pie y salí de las sombras en el mismo momento en que EunMi abría la puerta y me ordenaba que huyera. Mi primer instanto fue hacerle caso y poner pies en polvorosa. Sin embargo, cuando vi que lo atrapaban cambié de idea.

Corrí hasta donde el chico forcejeaba con uno de los empleados y, aprovechando el impulso que llevaba por la carrera, alcé el puño y lo estampé en la nariz de su captor. El hombre soltóa EunMi con un quejido y enseguida vimos como más empleados, clientes y policía se aproximaba a nosotros, insultándonos. Esta vez fui yo quién agarró a EunMi de la camisa para ordenarle:

-¡CORRE COMO NO HAS CORRIDO EN TU VIDA!-le di un fuerte empujón para que llevara a cabo lo que le había mandado y eché a correr yo tras él. Mis pies apenas rozaban el suelo porque no paraba de saltar sobre maderos rotos y basura apilada. Había un olor putrefacto muy intenso, casi mareante. Contuve la respiración mientras sentía la adrenalina recorriendo mi cuerpo, haciéndome ir el triple de rápido de lo normal. Como un loco me eché a reír mientras miraba a EunMi.

-¡ESTO SÍ QUE ES UN DÍA MOVIDITO!-le grité sin poder dejra de reírme mientras corrímos hacia una plaza que se veía abarrotada de gente-¿QUÉ SIGNIFICA HYUNG, EUNMI? ¡QUIERO SABERLO POR SI ACASO ME AHORCAN!

Empujé a todo aquel que se puse a mi pado para abrirnos un camino entre ell gentío. Sentía la garganta seca, la sed y sin embargo me sentía el dueño del mundo. Me parecía tener la fuerza de cien caballos mientras arremetía contras las personas allí reunidas, buscando la salida al otro lado. Tenía que llegar al campamento, donde tanto EunMi como yo nos hallaríamos a salvo.

Conseguí llegar por fin a las calles del otro lado de la plaza y me apoyé en la pared, oculto entre las sombras, jadeando sin cesar. Cuando miré a mi lado para bromear con EunMi se me paró el corazón.

El muchacho no estaba.

por **Laurent Poulin** Miér Jun 30, 2010 7:30 am

Nunca había sentido tanto miedo en su vida y eso era mucho que decir viniendo de una persona que había recibido golpes y maltratos durante toda su vida. No sabía que pasaría después, pero una cosa era clara, ya no tendría el trabajo en el restaurante. Entonces mientras le rezaba a todos los dioses del budismo, Cam regresó como un especie de guerrero medieval.

Le faltaba el caballo y la capa. Pensó en esos frenéticos segundos en los que, el gitano golpeaba al tipo y lo liberaba. Como en un sueño, EunMi corrió trás el gitano, no consciente de las cosas a su alrededor, todo era borroso, inconexo, él sólo podía verla espalda de ese hyung, guiandole entre la multitud.

Escuchó su voz preguntandole cosas, gritaba, parecía feliz. ¿Como alguien podía ser feliz en una situación así?, le sorprendió profundamente ese optimismo, ese calor extraño que emanaba de él a través de su voz. ¿Cómo era posible?. EunMi sonrió, no podía pensar, no podía hablar, estaba demasiado shockeada, cuando recibió el golpe en el estómago y calló al suelo pedregoso viendo como Cam continuaba corriéndo, perdiendose entre el mar de gente.

Miró a su alrededor, con el corazón casi saliendosele por la boca, esperaba que una patada siguiera al primer golpe y que su atacuante fuera un guardia, pero no vio a nadie, la gente seguía caminando. Seguramente alguna persona simplemente había tropesado con ellos y eso era todo. Se levantó del suelo y entonces divisó a los verdaderos policías y a la señora gorda del restaorante intentando seguirles el ritmo corriendo.

- Mierda - Murmuró, por más que corrieran, no tendrían donde esconderse. Entonces una idea como un flash cegador le llegó a la cabeza. ¡La tienda del profesor Soren Kaarkarogf!

Era de día y el profesor nunca aparecía sino hasta oscurecer, nadie sospecharía de una tienda tan sucia y rara y lo mejor de todo estaba cerca de ahí y él tenía las llaves. Corrió rápidamente para alcanzar a Cam si es que no había desaparecido dejándolo solo. Esquivó varias personas y finalmente lo vió más adelante casi al final del puesto de verduras y legumbres.

- ¡Cam! - Exclamó afónicamente mientras se acercaba a él - Sigueme, se a donde podemos ir - Finalizó halándolo del brazo. Perdiendose por calles concurridas, esquivando carruajes y hundiendo sus zapatos entre el lodo y la gravilla.

Hasta que finalmente arrivaron a lo que parecía una tienda. Un aviso de cobre roido por el tiempo dejaba leer el titulo: "Minnen Butik".

Con manos temblorosas, sacó las llaves de lo más profundo de sus bolsillos y abrió la puerta torpemente.

- ¡Que esperas! entra, ¡no tenemos tiempo! - Finalizó.

por **Cam Rohan** Miér Jun 30, 2010 8:42 am

Un suspiro de alivio se me escapó cuando vi aparecer a EunMi. Por un momento había pensado que lo habían atrapado y que estaría ya camino de la prisión. Imaginarme su cuerpo flacucho oculto tras unos sucios barrotes hizo que se me encogiese el estómago. Tiró de mí y me obligó a seguir corriendo para llevarme a un sitio donde estaríamos a salvo. Lo seguí sin mirar una sola vez atrás, sin comprobar siquiera que nos seguían. Sólo quería asegurarme de que estábamos sanos y salvos.

Me condujo por un sinfín de calles pestilentes y atestadas de carruajes y personas. Me estaba llevando hasta una zona comercial; hice una mueca. ¿me dejarían entrar en alguna tienda? Miré mis ropajes gitanos y comprendí que probablemente me echarían a patadas.

Sin embargo olvidaba que EunMi era una caja de sorpresas y por supuesto se guardaba un nuevo as debajo de la manga. Nos detuvimos frente a una tienda vieja. Alcé la vista hasta el cartel donde podía leerse "Minnen Butik". EunMi se sacó las llaves del bolsillo y abrió la puerta de aquella tienda que parecía ir a caerse en pedazos de un momento a otro. Me apresuré a entrar cuando me lo ordenó y me alejé de la puerta lo máximo posible.

-Este sitio...¿también trabajas aquí?-pregunté girando sobre mí mismo para ver todo lo que había a nuestro alrededor. Supuse que era uno de sus otros trabajos que mencionó.

por **Laurent Poulin** Vie Jul 02, 2010 9:20 pm

Cuando cerró la puerta de la tienda y quedaron sumidos en la paulatina oscuridad que esta ofrecía ya que las ventanas permanecían cerradas, perdidas entre los estantes llenos de curiosidades, EunMi sintió como si el corazón se le volvía acomodar en el pecho, lo había tenido todo el tiempo en la garganta, a punto de saltarle al suelo.

- Si...- Suspiró agotado por la carrera - Luego del restaurante, vengo a trabajar aquí, el resto de la noche - Comentó jadeando ligéramente, esperando que su respiración se aquietara al mismo tiempo que, sus ojos se acostumbraban a la penunbra. Todo el lugar olía a viejo.

- Podemos quedarnos aquí por ahora, el dueño de la tienda es estambién Profesor de la Universidad, es un hombre ocupado y sólo aparece de noche, hoy tiene clases hasta las 9 así que no aparecerá hasta alrededor de las 10 - Explicó buscando un candelabro para encenderlo - Creo que nadie sospechará de una tienda como esta... - EunMi encendió el candelabro y todas las curiosidades en los estantes cobraron vida.

Habían libros viejos y polvorientos, estatuillas, porcelanas, pinturas y un sinfín de frascos de vidrio con contenidos de dudosa procedencia.

- Por cierto... Cam... gracias - Murmuró sintiendo la verguenza apoderarse de él. - Me... salvaste... si no fuera por ti, estaría en una mazmorra justo ahora -

por **Cam Rohan** Jue Jul 08, 2010 8:52 am

-Gracias a ti, Eunmi, por la comida. Te has jugado un trabajo por ayudarme y...Cuando podamos salir me gustaría llevarte al campamento para darte unos regalos como muestra de nuestro agradecimiento. Y no me puedes decir que no, los gitanos no sosportamos que nuestros amigos lo pasen mal-le guiñé un ojo, cómplice y me acerqué hasta una estantería donde había una curiosa figura de porcelana. La cogí con delicadeza tratando de no romperla y la observé. Parecía increíblemente vieja y me sorprendió. La gente no solía valorar las cosas antiguas.

Deposité la figurita en su sitio y me acerqué a los libros. Recordé que de niño me gustaba leer los libros de pócimas de mi abuela. No muchos gitanos habían aprendido a leer así que podia considerarme un afortunado. Había un bestiario que me llamó mucho la atención. Lo saqué para examinarlo más de cerca.

-Es un libro de criaturas fantásticas, ¿verdad?-le pregunté a EunMi mientras lo abría con cuidado. Las páginas olían a espacio cerrado y había algo de polvo, pero estaba en buenas condiciones. Eché una ojeada por encima y me gustó lo que vi. Me agradaba la mitología. Llegué a la página de los vampiros y me puse tenso al recordar a Sabrina. Lo cerré de golpe y lo dejé de nuevo en la estantería ardiendo no sabía si de furia o de deseo por aquella maldita vampira.

-¿Y tú qué haces exactamente aquí, EunMi?

por **Laurent Poulin** Vie Jul 09, 2010 4:22 am

Cuando Cam le invitó al campamento EunMi sintió que el corazón le explotaría de felicidad como si se hubiera comido una granada de mano. ¿Él, bueno ella, en el campamento con los demás gitanos? ¿Sería así como se sentiría saberse parte de una familia?. Asintió con la cabeza rápidamente, sin encontrar palabras para expresar su emoción.

Entonces notó que el gitano tomaba una estatuilla y la miraba. EunMi abrió los ojos de par en par... ¿como podía ser posible tal gran coincidencia? No pudo evitar recordar las palabras del profesor Kaarkarogf. Nunca creyó realmente en ellas puesto que no las entendía muy bien, pero la casualidad de que Cam tompara entre sus manos precisamente esa estatuilla entre todas las reliquias del lugar era demasiado grande. Iba a decir algo cuando vio como el joven tomaba un libro y parecía molestarse con el contenido.

- Yo... bueno... no tanto como en mis demás trabajos, de todos los que tengo este es el más sencillo - Comienza a explicar fijando la mirada en la estatuilla que Cam había tomado antes - Verás, el profesor es un tipo... bastante peculiar, yo diría un tanto excéntrico, pero dicen que las personas muy intelectuales o los genios suelen ser bichos raros - Agregó tomando los guantes que siempre solía usar para no tocar la mercancía y poniéndoselos - Por ejemplo... sólo aparece de noche, sus clases en la universidad son nocturnas y luego de que me voy hacía eso de las 11 el se queda aquí hasta al amanecer - Explica, mientras toma la estatuilla cuidadosamente con sus manos enguantadas - Pero... lo que más me intriga es lo que dice, como piensa, sobre los objetos y las personas - Cam... ¿Porque te llamó la atención esta estatuilla? -

La estatuilla era una figura de una preciosa mujer bailando alegremente con algunas cedas cubriendo gracilmente su cuerpo, llevaba varios anillos y pendientes de cobre.

(( es increible que hayas mencionado lo de la figura de porcelana... ya te enterarás del porque ))

por **Cam Rohan** Sáb Jul 10, 2010 8:25 am

Solté una risotada con lo de que el profesor era un "bicho raro". Si...La gente inteligente solía ser extraña porque en esta sociedad nadie tenía tiempo ni ganas de entenderla. Siempre me había parecido encantadora la excentricidad de algunos intelectuales para los que había tenido el placer de trabajar. Por supuesto, yo jamás podría pertenecer a su grupo, pues carecía de los medios necesarios para instruirme, aunque siempre había dseado ir a la universidad como muchos chicos ricos...Podía pasar por un muchacho normal más si me cortase el pelo y prescindiera de mis pendientes y mis amuletos gracias a mi mestizaje. Sacudí la cebza descartando esa idea loca.

-Un tipo interesante ese profesor-susurré sin dejar de observar los movimientos de EunMi. Cogió la estatuilla que antes había estado toqueteando yo y me sentí culpable. Quizás no debería haberla cogido. Su pregunta hacia la graciosa bailarina me pilló desprevenido.

-Me ha recordado a las gitanas...-respondí-.Va vestida muy parecidas a ellas y me ha sorprendido lo antigua que debe ser-la miré de nuevo-. La gente no colecciona recuerdos y más si se asemejan a los de mi raza...

Casi podía ver como la estatuilla cobraba vida y bailoteba entre los dedos de EunMi, haciendo tintinear sus pendientes y sacando una pandereta hábilmente escondida entre los pliegues de su falda.

-¿Por qué lo preguntas?

off((O.O ummmm¿qué será, será???))

por **Laurent Poulin** Dom Jul 11, 2010 9:16 pm

EunMi escuchó la risa y le causó gracia. Cam parecía disfrutar de cada segundo de su vida sin restricciones, deseó poder hacerlo ella también, ser capaz de sonreír si quería, reír alto sin importarle nada. Le miró curiosa y escuchó atenta a la explicación del joven de porque le había atraido la estatulla y su última pregunta.

- Verás... - Comenzó observando la estatuilla en sus manos enguantadas - Hace unas semanas, acompañé al profesor a una comparca gitana, el profesor Kaarkarofg tiene buenas relaciones con los gitanos, ya que comercia con ellos constantemente, así que fuimos a revisar un cargamento y uno de los hombres con los que comerciaban, le entregó una caja al profesor - Explicó señalando con la mano libre, una caja de madera, olvidada en una esquina cerca al escritorio donde se solía sentar Soren.

- El profesor estaba demasiado emocionado con el contenido de la caja - Continuó con un suspiro, recordando la mirada de Soren como la de un niño curioso que acaba de encontrar el lugar donde su madre esconde las galletas - Dijo que... estás estatuillas pertenecen a la serie de las gitanas del Carnaval del diablo - Hizo una nueva pausa y miró a Cam - Según el profesor, pertenecieron a un gitano muy poderoso que las... maldijo antes de morir... -

- "Todo aquel que no sea sangre de mi sangre, que toque estás estatuillas, sufrirá una espantosa y dolorosa muerte" - Explicó EunMi, citando las palabras que Soren le había leído de los viejos manuscritos - Es una suerte... que seas gitano, así la parte mala de la maldición no te hará efecto... sólo la parte buena, ¡eres un chico con suerte! -

por **Cam Rohan** Vie Jul 16, 2010 4:34 am

Miré la estatuilla con interés renovado. Así que era una pertenencia gitana...No me extrañaba que estuviese maldita. Ahora habíamos empezado a juntarnos con los blancos, pero antiguamente no soportábmos que unos tocasen las cosas de otros. Era lógico que aquel gitano maldijese sus figuras...Aunque estas hubieran acabado en las manos de un profesor de raza no gitana.

Me sentí orgulloso cuando me di cuenta de que la maldición no me había afectado ni un poquito, al menos por ahora. Eso significaba que mi sangre gitana predominaba sobre mi parte blanca; la parte de aquella madre dispuesta a abandonarme para no cargar con la verguenza de tener un hijo medio gitano. Suspiré al recordarlo e intenté animarme un poco. Tenía a mi abuela que me amaba más que a nada y sabía que mi padre me había amado también antes de morir. Me pregunté entonces si mi odio hacia los ricos vendría del desprecio de mi madre adolescente.

Cuando me di cuenta de que llevaba un rato callado sacudí la cabeza y sonreí a EunMi disculpándome.

-Perdona, me he distraído-me puse las manos detrás de la espalda-¿Crees que algún día podría conocer a tu profesor? Creo que debe de saber más cosas acerca de los gitanos que yo mismo.

Esperaba conocer a ese personaje extraño cuanto antes. Tenía curiosidad por ese hombre al cual EunMi parecía querer bastante. Era difícil establecer lazos emocionales con tus superiores. Se me ocurrió que quizás EunMi veía al profesor como alguien digno de imitar. Yo por supuesto, no era nadie digno de imitar para los chavales. No robarás. Muchas gracias, Dios.

por **Laurent Poulin** Vie Jul 16, 2010 4:48 am

Cam pareció perderse en recuerdos y pensamientos a los cuales él no podía acceder. Volvió la mirada a la estatuilla y deseó que Cam la tuviera. Pero, debía costar una fortuna, EunMi había aprendido matemáticas en sus multitples trabajos con mercaderes y comerciantes, sabía muy bien sumar, restar y dividir, recordaba la enorme cantidad de dinero que, Soren le había entregado a ese gitano aquella noche en la carreta.

- Seguro que si... - Comentó observando el viejo rejog en la pared - Aunque ya está anocheciendo, no creo que venga, pues como te dije hoy tiene clases hasta casi las 9 de la noche - Le explicó.

- Antes... me preguntaste que era Hyung... - Casi murmuró avergonzado, sus mejillas habían tomado un intenso carmesí - Es... una palabra en el idioma de mi familia... somos Coreanos - Le explica jugueteando nerviosamente con la estatuilla - Mi abuelo llegó en un barco pesquero a este país y tuvimos que buscarnos la manera de sobrevivir aqui - Suspiró tomando fuerzas, aquello le avergonzaba porque quizás Cam se ofendería o le parecería una tontería, después de todo, la gente Francesa no seguía los mismos protocolos honoríficos que se usaban en su cultura.

- Hyung... significa 'Hermano mayor' en mi lengua - Le dice finalmente - En mi país, es muy importante tratar con respeto a las personas que son mayores que tu o que son superiores... así pues que 'Hyung' es un honorífico que se le otorga a un hombre mayor que tu y a alguien que... es como....un modelo a seguir - Finaliza bajando la mirada al suelo - Espero... no te moleste, se me escapó...-

por **Cam Rohan** Mar Jul 20, 2010 5:07 am

Lo miré largamente cuando me explicó el significado de la palabra "Hyung". Me sentía conmovido, para que mentir. Pero no podía ponerme en plan emotivo y abrzarlo, eso no estaba bien y podía sentirse realmente molesto. Carraspeé para aclarrame la voz y con una sonrisa divertido le respondí:

-Creo que te has buscado al peor Hyung de la historia-lo mité aún sonriendo-. Creéme que no soy un ejemplo a seguir. Robo, estafo, solía ir a burdeles...No soy lo que se dice un angelito y sobre todo-le revolví el pelo- nadie ha de seguir mi ejemplo. Gracias por considerarme un Hyung, pero no lo merezco-finalicé dando un largo suspiro.

No era una persona malvada, hacía lo que hacía para sobrevivir. Pero EunMi, pese a ser más joven que yo, se mataba a trabajar. ¿Aceptarían al príncipe de los ladrones en un restaurante?c ¿O en una tienda? Seguramente temerían a que todo cuanto había pudiera despaparecer de un día para otro. Y yo sería el único responsable.

-Creo que para mí tú eres mi ejemplo a seguir, EunMi-Lo miré con cariño-. Tienes tan poco y eres tan fuerte...No sé si yo podría llegar a ser como tu. Creo que siempre tiro por lo fácil...

Observé estatuilla aún en sus manos. Jugueteaba con ella con nerviosismo. al final cedí a mi impulso y le dí un pequeño abrazo.

-Creo que tu y yo vamos a vernos más de una vez. Hoy me has ayudado mucho y me gustaría poder compensarte. Un gitano siempre salda su deuda, pequeño Hyung.

por **Laurent Poulin** Mar Jul 20, 2010 7:20 am

Al sentir su mano revolviéndole el cabello en una clara demostración de cariño fraternal, EunMi sintió que su corazón latía más y más rapido.

Que va, acéptalo. Creíste que se saldría de tu pecho.

Si, era la primera vez que sentía ese tipo de... como llamarlo ¿Caricia?. Bueno, no era propiamente una caricia como lo que el mundo conoce por ese término, pero era un roce cercano que de alguna manera le hacía sentir una conexión más fuerte hacía él. Cam no era una perita en dulce, como solía decir su abuelo, pero era un hombre que hacía lo que hacía por el bien de los suyos y en un mundo injusto en donde los de las clases bajas no tenían derechos... ¿Cual era el límite de la bondad o la maldad?.

Sus mejillas se colorearon rápidamente en su piel ligeramente morena por el sol cuando escuchó a Cam decir que le admiraba ¿a él?. Sin duda era la primera vez que alguien se lo decía, ni siquiera su madre o hermana que sabían su secreto, que sabían lo dificil que era fingir que era un hombre. Y cuando estaba a punto de hablar para romper con la embarazosa atmósfera, Cam le había abrazado.

EunMi se olvidó de respitar por los escasos segundos en los que duró. Tenía la impresión de que su corazón latía tan fuerte que sería escuchado en las casas vecinas.

¿Que era eso que sentía?. EunMi... cuidado. A ti no te gustan los hombres. Nunca te han gustado. Deseas a las mujeres ¿recuerdas? si, eres una sucia lesbiana condenada a ocultarse para siempre bajo un género que no te corresponde, porque así sobrevives.

- Es...es... dongsaeng... - Logró articular tontamente - Hyung... es hermano mayor y donaseng es hermano menor... hermanito - Y estaba terminado de explicar, aún demasiado cerca de él, cuando escuchó un ruido y se giró rápidamente sobresaltado para encontrarse con la extraña visión de un hombre alto como un poste, que los miraba con una de infinita sorpresa.

por **Soren Kaarkarogf** Mar Jul 20, 2010 7:39 am

Se había levantado temprano como siempre. Hacía mucho tiempo había escuchado ese dicho de que 'Al que madruga, Dios le ayuda' y aunque Soren no era precisamente religioso, había tomado la costumbre de levantarse tan pronto como el sol se escondía en las montañas. Esa noche no había sido la ecepción y su relog biológico no le había fallado. Se estiró perezosamente en su cama a oscuras, aún con las pesadas cortinas cubriendo las ventanas para que ningún rayo de luz atrevido lograra entrar en la habitación. Caminó a ciegas hasta la sala y posteriormente el baño, donde se afeitó. Costumbre que tenía desde cuando estaba vivo, aún cuando no necesitara hacerlo.

Esa noche tenía clase, así que no debía perder el tiempo en tonterías, ponérse rápidamente algo apropiado, tomar sus libros y salir. Cuando estuvo vestido con lo de siempre, el viejo chaleco y la camiza de algodón blanca, un tanto manchada de carboncillo y tinta en los puños de tanto escribir y dibujar, se encontró con que, había olvidado los libros de literatura que necesitaría para la clase esa noche en la tienda. Con una maldición, salió corriendo de la casa y atravesó las calles que le separaban, tan rápido como pudo hasta su pequeño negocio.

Antes de meter la llave en la puerta, sintió el fuerte olor de la carne humana dentro del lugar. Reconoció el aroma de EunMi, pero había alguien más con ella. Si se trataba de un cliente ¿Porque no estaba la puerta abierta ni las ventanas? No se veía tampoco luz desde adentro. ¿Sería un ladríon? ¿Estaría en peligro?. Con mucha cautela y sigilo, como sólo los de su raza poseían, abrio la puerta sin hacer ningún ruido y entró en la tienda, recorriendo el pasillo para encontrarse con algo que le dejó tan sorprendio, que no pudo evitar que su garganta emitiera un sonido ronco de sorpresa.

EunMi se estaba abrazando con un joven.

No sabía que decir, aquello era tan inesperado que se quedó pasmado sólo mirándolos como si, las parejas de humanos no hicieran ese tipo de demostraciones cariñosas en Paris a todas horas y en todas partes. Pero es que se trataba de EunMi y Soren sabía, aunque ella nunca se lo hubiera dicho, que sus preferencias eran 'otras' y que nadie sabía sobre su género...

- P...perdon - Finalmente logró decir, lo que era bastante irónico, teniendo en cuenta de que era SU tienda y él era el jefe.

por **Cam Rohan** Mar Jul 20, 2010 8:59 am

-Dongsaeng-intenté pronunciarlo bien, aunque mi acento hizo la palabra un poco diferente. Sonreí como disculpándome por mi torpeza al pronunciar una palabra en su idioma, cuando la puerta se abrió de golpe.

Un hombre alto con gafas y con expresión sorprendida nos observaba desde el dintel. Parpadeé unos segundos, asombrado. Iba a sacar mi navaja por si teníamos que defendernos cuando vi dos cosas que hicieron que rechazase el pensamiento al instante. La primera era que el hombre había abierto la puerta con las llaves, así que deduje que era el profesor chiflado de EunMi. La segunda cosa de la que me percaté fue de que él no era humano. Sí, sabía reconocer a los vampiros porque me había encontrado con suficientes como para toda una vida. EunMi no me había contado eso, así que él no lo sabía...o quería guardar el secreto de su jefe.

La descinfianza se apoderó de mí al instante e inconscientemente interpuse mi cuerpo entre EunMi y el profesor. Sonreí al recién llegado, tratando de ser amable. Parecía que nunca le había hecho daño a mi dongsaeng, pero aún así no sabía si podía llegar a perder el control estando un desconocido delante. Para no hacer nada de lo que me pudiese arrpentir, y aún sabiendo que él sentiría mi tensión, decidí presentarme como era debido.

-Creo que quién debería disculparse soy yo, Monsieur-dije casi en un susurro, con la máxima cortesía que pude reunir-. Mi nombre es Cam Rohan y creo que usted no se esperaba a encontrarme en su tiendo con su empleado,¿ No?-miré a EunMi y le guiñé un ojo-. Tiene suerte de contar con EunMi para ayudarle-miré de nuevo al profesor.

Quizás EunMi se metiese nuevamente en un lío por mi culpa. Ya había perdido un trabajo y no quería que perdiese otro. Además, no quería provocar a un vampiro estando él tan cerca; a mi ya me habían mordido un par de veces y esperaba que EunMi no tuviese que pasar por lo mismo.

por **Laurent Poulin** Miér Jul 21, 2010 3:13 am

Escuchar la voz de Cam con su particular acento pronunciando algo de su pueblo le llenó de gozo, pero esa emoción no duró demasiado, cuando se giró y reconoció el rostro del profesor casi se le sale el corazón por la boca. ¿En que momento había llegado? Carraspeó avergonzado, escuchando a su jefe disculparse y se sintió como un ladrón, como si estuviera allí haciéndo algo malo.

En realidad aquello era parte del plan. Mejor dicho estaban allí porque se ocultaban tras una fechoría... ¿Que pensaría Soren si se enteraba? ¿La despediría? ¡No quería ni pensarlo! le había costado demasiado conseguir ese trabajo y era el mejor pagado que tenía, no podía darse ese lujo. Entonces escuchó la voz de Cam y tuvo miedo de que se delatara.

Caminó nerviosamente hasta esta quedar en medio de Cam y Soren, respiró profundamente e intentó parecer casual.

- Ah...Buenas noches Profesor - Exclamó con la voz ligéramente temblorosa- este es el profesor Soren Kaarkarogf - Explicó haciéndole una venia a modo de saludo - Mi jefe -Agregó, jugeteó nerviosamente con la estatuilla mientras continuaba - Creí... que tenía clase hasta tarde Profesor... - Finalizó olvidando que aún sostenía la estatuilla y que debería dar una explicación a eso también, la estatuilla costaba más que su propia vida si Soren decidía ponerle un precio...

por **Soren Kaarkarogf** Miér Jul 21, 2010 5:25 am

-. Tiene suerte de contar con EunMi para ayudarle -

La voz de Cam había sonado más como una amenaza que como un comentario normal. Sentía algo tenso en el joven, le reparó por unos segundos luego de que se presentara, por su apariencia estaba claro que el joven provenía de la clase baja y se atrevería agregar que era un gitano. Tenía ese algo inconfundible de los de su pueblo. Luego observó el comportamiento de la chica, llevaba casi 6 meses trabajando con él y le conocia bastante bien o por lo menos sabía leer sus expresiones lo suficiente como para saber que estaba cláramente nerviosa.

¿Sería su novio? No, aquello era imposible. Entonces desvió la mirada y observó lo que ella tenía en sus manos, la estatuilla del carnaval del diablo. ¿Estaría intentando vendersela?.

- Y yo creí que habías abierto la tienda temprano como sueles hacer - Comentó él tranquilamente cuando ella hizo el comentario de las clases - A decir verdad, si tengo clase, pero olvidé un par de libros en mi escritorio - Soren tomó la estatuilla de la gitana con sus manos desnudas y se observó a Cam con interés.

- Dicen que esta estatuilla contiene una terrible maldición - Comienza a hablar de nuevo, sus ojos azules regresando a la figura casi con devoción como si en vez de una gitana se tratara de una deidad - Pero si eres gitano... tendrás suerte en todos tus delitos - Agregó - No es que todos los gitanos cometan delitos, pero da la casualidad que el dueño original de esta serie de estatuillas, era un extraordinario ladrón -

por **Cam Rohan** Sáb Jul 24, 2010 4:31 pm

Lo escuché en silencio. EunMi ya me había hablado de la maldición, sin embargo él había cogido la estatuilla con guantes, con temor. Soren no parecía temer que la maldición del gitano le afectase. Aunque...ser vampiro era ya suficiente maldición, me dije mirándolo con compasión por un breve instante.

Nunca me había puesto en lugar de un vampiro, pero casi imaginaba como tenía que ser. Una piel fría como el hielo y dura como la misma piedra, la terrible sed de sangre que te impedía mantener vinculos muy estrechos con los mortales. Y lo peor de todo era la eternidad. Ver como el mundo crecía, cambiaba y seguía cambiando sin posibilidad de volver atrás.

-A usted no parece darle miedo la maldición, profesor-me aclaré la garganta al finalizar la frase. Llevaba un poco de tiempo callado y nervioso, y la garganta se me había puesto tonta.- O es usted medio gitano o no tiene nada que perder...-susurré entornando los ojos, observando sus manos desnudas al agarrar a la gitanilla.

Me alegraba al menos saber que la maldición iba a afectarme de forma positiva. Como buen gitano, era un hombre supersticioso, que creía en todo tipo de maldiciones y bendiciones. No había una acción que no provocase una respuesta; ya fuera un castigo o una bendición. Si esa gitanilla había pertenecidoa un gitano posesivo, probablemente el profesor y EunMi debeían de deshacerse de ella o guardarla en un lugar más seguro que aquella tiendecita.

por **Laurent Poulin** Dom Jul 25, 2010 2:03 am

Su madre siempre le había dicho que si quería sobrevivir en una ciudad como Paris, debía dejar de ser ingenua. Ese había sido quizás el mejor consejo que jamás alguien le había dado, porque era completamente cierto. El problema era que, a pesar de todas la decepciones y problemas que EunMi había tenido a lo largo de su vida, no podía dejar de confiar y creer en la bondad de las personas. Tenía la habilidad o más bien el problema de creer y confíar en la gente fácilmente, de esperar que cumplieran con su palabra. Quizás eran los atributos que ella misma buscaba en un hombre y que intentaba moldear en su propia personalidad.

Observó a Soren, parecía curioso, como siempre. ¿Acaso no desconfiaba de ellos? No era normal que tu empleado de confianza entrara a un tipo de aspecto sospechoso a la tienda con las puertas y ventanas cerradas. La estatuilla que sostenía ahora Soren en las manos tenía un increible valor y la situacción podía ser mal interpretada fácilmente: EunMi mantenía negocios por debajo de la mesa con los objetos de la tienda, ganando dinero extra a espaldas de su jefe.

Pero Soren parecía tener otras cosas en mente y no parecían ser precisamente sospechas. Parecía interesado en Cam. A lo mejor por la maldición o quien sabe, el profesor estaba medio chiflado, no cabía duda. Las palabras de Cam le hicieron sentir aún más nervioso, la actidud del gitano era claramente hostil y EunMi no entendía porqué.

Y justo cuando iba a intervenir, un ruido se escuchó desde afuera. Voces de hombres gritando "Habran la puerta". Un frío le recorrió la espina dorsal.

por **Soren Kaarkarogf** Dom Jul 25, 2010 2:15 am

Al escuchar las palabras de Cam, Soren pareció caer en cuenta de lo descuidado que había sido. Generalmente los humanos no eran muy intuitivos, pero ese chico parecía saber algo más. Su mirada y actitud desafiante eran las de una persona que se había enfrentado a muchos peligros y había descubierto cosas que quizás no muchos se atrevían a enfrentar.

Abrió los labios para responder, de repente se sentía nervioso lo cual era una completa irónia, teniendo en cuenta de que él era el depredador y debería ser quien, tuviera el control de la situación.

Entonces justo cuando iba a hablar para intentar persuadir al gitano, escuchó las voces y posteriormente los puños golpeando la puerta. Al parecer EunMi se había metido en un par de problemas durante el día. No tuvo más remedio que caminar por el pasillo y caminar hacía la puerta.

- Parece que... ¿alguien les está buscando? - Comentó deteniéndose en la puerta sin abrirla - ¿Que debería hacer? - Agregó poniéndo la mano en el pómulo de la puerta - ¿Que haceís mirándome así? - Susurró de nuevo - Esconderos en la habitación de atrás ¡Rápido! -

por **Cam Rohan** Mar Jul 27, 2010 4:01 am

Miré a EunMi, presa del pánico y luego dirigí mi mirada hacia la puerta. En un abrir y cerrar de ojos tenía la navaja que llevaba siempre conmigo en la mano, dispuesto a heriir, no matar, a cualquier que estuviese dispuesto a atacarnos...O en su defecto a fingir que había amenzado a EunMi para que sólo me llevasen a mí.

Sin embargo, el profesor fue mucho más rápido y nos ordenó que nos escondiésemos en la habitación de atrás de la tienda. EunMi agarró la mano en la que no llevaba la navaja y me arrastró con él hasta donde Kaarkarogf habia ordenado qe nos metiésemos. Una vez en el interior me pegué lo máximo que pude a la pared justo detrás de la puerta. Nootaba el sudor y la adrenalina. No pude evitar soltar una silenciosa risita.

-Dios mío, EunMi-murmuré-Te estoy metiendo en muchos líos-afuera se escuchóa la puerta abrirse-. Si por un casual consiguen arrestarme, ¿me harás un favor?-lo miré muy serio esta vez-Cuídate las espaldas de tu profesor.

Oímos una serie de voces charlando en la parte delantera de la tienda. Contuve la respiración luchando contra el impulso de salir volando de allí. Las paredes y los techos asustaban a los gitanos casi tanto como las cacerías gitanas. Estar en la pequeña pero asfixiante habitación me ponía de los nervios.

Se escucharon pasos en el interior de la tienda y después la voz de Soren, con esa calma que había mostrado desde que había entrado. Miré a EunMi cuando las pisadas se escucharon peligrosamente cerca.

-Si entran finge que te estoy atacando-le dije al oído-, ¿de acuerdo, dongsaeng?

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