Combo Party! {Con invitación}

Yulianna había sido invitada a una fiesta de cumpleaños.

Se celebraría en la mansión Stavros, y era el de la joven Calliope que hacía 19 años. Estaba ansiosa por llegar, pues seguramente se encontraría con mucha gente que hacía mucho tiempo que no veía. Y eso era lo que estaba deseando, además de ver a la muchacha cumpleañera que había preparado la fiesta.

Llegó pronto. Ella siempre era puntual. Vestía un traje rojo pasión. El color favorito de Yulianna. Y como ponía en la invitación también llevaba una máscara.

Apariencia:

Spoiler:

Máscara:

Spoiler:

Regalo:

Spoiler:

Cuando hubo llegado y dejado su coche de caballos vio que la gente empezaba a llegar. Sonrió. Dio un paso al frente y entró con una cajita roja con un lazo dorado que contenía su regalo: una pulsera de diamantes.
Con su máscara ya puesta y los labios recién perfilados de rojo pasión, colocó su melena que esa noche llevaba suelta y rizada y entró en la mansión guiada por un mayordomo. La noche no había echo más que empezar.

Cajita para Asagi

Vestido - Mascara

André subio a mi habitación con un sobre, era una invitación a una fiesta de máscaras...al principio no tenia ganas de ir porque no era muy apegada a eso de la roces sociales...aunque un baile de máscaras era algo que no podía dejar pasar en especial por siempre me han fascinado ese tipo de bailes... así que decidí asistir por lo que de inmediato tome la dirección y envié a André a preparar el carruaje para salir...mientra empezaba a buscar entre mis armarios algo decente y bello como para una fiesta...algo que nunca haya usado y especialmente que no sea negro...así que busque entre la ropa que no suelo usar y encontré el vestido perfecto para la ocasión..

Me arregle con forme mandaba mi estado anímico, mientras pensaba en los placeres de aquella fiesta y en todo lo que podría encontrar y no solo por lo personal...sino también por los negocios...ya que llegaría Louis junto a su hermano...así que tendría que demostrar que era perfecta con sus negocios...Después de vestirme y de arreglarme me dirigí tomando mi capa en mis manos junto con mi máscara y baje diestramente las escaleras para salir de mi casa colocándome la capa negra y subir al carruaje...para llegar a la Fiesta...cuando llegamos...la primera persona que vi...al bajar fue a Dullbella Devourer a la cual sonreí e inmediatamente me acerque...

-Querida cuanto tiempo sin vernos...como has estado...- acercándome para saludarla habían pasado cientos de años desde que se vieron -También has sido invitada a esta fiesta Cariño...- pregunto la Vampira mientras abría su capa entregándola a su Mayordomo dejando ver ya su traje...-Espero que esta noche sea placentera para ambas, ademas de ello tengo noticias sobre mis hermanos querida que creo que te gustará saber.- ingresando a la fiesta.

Traje - Máscara -Regalo

Cerró la puerta de casa y soltó el pomo para poder buscar la llave en su bolsillo derecho. Después volvió a cogerlo con la mano izquierda mientras que con la derecha introducía la susodicha en la cerradura y la giraba un par de veces. Se la volvió a guardar en el bolsillo de su fina chaqueta y se arregló un poco el cuello de la camisa, bajando las escalinatas y echando a andar hacia la casa de su querida Callie. Sabía que era un día importante para ella y no faltaría por nada del mundo, menos habiendo recibido aquella cálida invitación que guardaba en el bolsillo interno de la prenda. A pesar de que vivían lejos el uno del otro había decidido ir a pie y así disfrutar de un paseo. Quizá podía influir el hecho de que Henry no era de clase alta y que por tanto no disponía del dinero suficiente como para poder pagarse un cochero, pero él lo prefería así. A fin de cuentas, andando era cómo uno podía percibir las pequeñas cosas que la calle mostraba discreta y ocultamente tras sus múltiples interpretaciones. Empero en el fondo no le pesaba esa distancia, ya que con su espíritu de lobo no le era pesado el trayecto, al contrario, disfrutaba como un niño pequeño con zapatos nuevos del ambiente parisino.

En menos de quince minutos salió de la ciudad y cuando llevaba al menos una hora avanzando por la parte rural, vio la mansión de su amiga y sonrió. Nada más acercarse a la puerta un guardia le solicitó la invitación y él la mostró con una sonrisa imperturbable. Pudo pasar y entonces vio que ya habían llegado varias personas, entre las cuales figuraban algunos conocidos como la señorita Fiódorovna, a quien reconoció de inmediato por su olor, y, por supuesto, su querida cosita. Su sonrisa se amplió notoriamente y sacó entonces la máscara de su bolsillo, con cuidado, y se la colocó discretamente, quedando así su rostro perfilado y misterioso.


Ahora con su máscara negra que hacía juego con su traje oscuro Henry parecía un verdadero caballero salido de la mismísima corte, con un aire atractivo y enigmático que le otorgaba también cierta intriga. Vio a Calliope rodeada de personas pero aún así se acercó a ella - Perdón, disculpe… - dijo - Debo saludar a la protagonista de la noche como se merece… - y la miró con picardía - Calliope… Feliz cumpleaños, preciosa - le dijo tomando su mano y besándole el dorso, mostrando los dientes con esa sonrisa - Y buenas noches a todos los presentes - saludó a los demás con la misma educación.

El lobo traía unos regalos que había comprado y escrito con mucho amor y cariño. No eran un lujo, pero todo lo había realizado de corazón, y eso era lo que sabía que Callie querría. Uno era un pequeño obsequio que colgaría de su cuello si ella así lo deseaba, otro era un papel cuidadosamente escrito y doblado en el que Henry había plasmado con letras todos sus sentimientos y cuánto se alegraba de conocerla. Era una carta dirigida hacia su mejor amiga. A la cosita que conoció tanto tiempo atrás y que parecía como si la hubiera conocido ayer, siempre sonriente y, en ciertas ocasiones, tan perversa con él. El profesor la quería muchísimo, de eso no cabía la menor duda. Pero esos regalos… Se los daría después, cuando pudieran estar a solas para hablar mientras compartían argumentos en algún diálogo de esos que tanto le gustaban - Sí, realmente estás preciosa. Pareces una princesa de cuento de hadas - y alargó los brazos dando a entender que quería estrecharla entre ellos.

- Estoy bien,no necesito ayuda ! - exclamó la gitana con un timbre de voz cansino . Acaricio su vientre, ahora un poco mas crecido que de costumbre. Aquello que crecía en ella, que respiraba mediante el oxigeno de Lyuba , estaba sano y salvo . No dejaba de sonreír tan solo en pensar en aquel día que llegaría al mundo. Buscó con sus ojos a su mejor amiga, una de las pocas que conocía todos sus secretos. En los ojos marrones y grandes de su amiga , se reflejaba la preocupación por Lyuba. Estaba perfectamente bien, salvo que sentía hambre a cada rato y mareos insoportables. A pesar de aquellos síntomas ,obviamente del embarazo, ella seguía trabajando como lo hacía anteriormente. Por eso mismo se cansaba rápido y necesitaba reposo cada dos por tres . Con pasos lentos y relajados, acariciando la hierba verde del mediodía, la gitana se dirigió en silencio a su carreta cuando su amiga volvió a interrumpirla.

- En serio que no necesito ayuda. A veces eres demasiado... - sus palabras eran dulces aunque regañaba a la preocupada amiga. Fue interrumpida cuando ella alzó su mano sucia para entregar un sobre que no había abierto nadie - Lyuba,toma esto. Mi padre intenta rebuscar en tu correo cada vez que una carta llega a ti. Sabes muy bien que te has metido en tantos líos ..estoy preocupada por ti y por el..o ella - tras aquellas palabras en su rostro moreno se dibujó una sonrisa pequeña. Lyuba desvió la mirada ante las palabras de su amiga, sabía que tenía razón pero tal vez aquella criatura iba a ser la llave y el fin de todos sus problemas - No debes preocuparte por mi si no por tu padre. Alguna vez me cansaré y le echaré un mal de ojo -bromeó sonriendo de tal manera que su dentadura brilló . Sin decirse nada mas ella tomo la carta para poder leerla en silencio. Una vez en su carreta, la abrió con cuidado ,ayudándose con sus uñas grandes y simples .

Era una invitación a una fiesta de mascaras donde ..-Asagi! - exclamó sonriente al releer la carta. Iba a ser su cumpleaños y el cumpleaños de una conocida. No conocía en verdad su faceta o de lo que era capaz, pero a simple vista, Lyuba se mostró amable con ella. Poseía facciones dulces y un timbre de voz suave, tal cual unos cantos de ángeles. Ella era Calliope - Vamos a ir a la fiesta ¿verdad pequeño? - preguntó en susurros hablando con su vientre. Descendiente de la familia Yumara. Aquel golpe en su vientre fue la respuesta de un si bien firme. En su baúl habían varios trajes decentes que había recibido como regalo de varias personas importantes para ella. Necesitaba una máscara para evitar ser reconocida. ¿Pero como lograba hacerlo si sus ojos claros y su cabello negro delataban la firmeza de su ser?. Era un juego, falsas apariencias pero sin evitar ser interesante. Habían varios vestidos tendidos sobre sus colchones pero el único que pareció agradar por su simpleza, fue uno no muy pomposo, de color azul marino . La máscara también poseía un color azul y un poco de blanco . En unos minutos ella estuvo vestida , la mascara yacía sobre la pequeña mesita al lado de su brazaletes, aretes y toda clase de maquillajes que se los había ganado con el sudor de su frente o simplemente un regalo de algunos cercanos de clase alta.

Vestido
Máscara

Por unos instantes el reflejo del espejo se mantuvo en silencio , sin moverse o pestañear. Observando cada una de sus facciones . Parecía distinta, una dama que nunca podría llegar a ser ni siquiera en los sueños que estaban atormentados por sus pesadillas del pasado. Suspiró levemente. La madurez grabada en sus facciones y la tristeza aun otorgaba un brillo especial a sus pupilas azules y penetrantes. Y sin embargo, su sonrisa era la mas dulce de todas las sonrisas del mundo. Impactada por aquello que crecía dentro de ella y que ella misma, cuidaba con su cuerpo ,alma y conciencia. Peinó su melena con cuidado y suavidad hasta tal punto de poseerlo sin rizos alguno. Al lado izquierdo, ella llevó unos mechones de su cabello para recogerlos con una pinza blanca que contrastaba tanto con su vestido como aquel antifaz. En aquella noche solo poseía como accesorio unos pendientes blancos ,nada de oro ni plata tan solo unos pendientes baratos que los había heredado de su madre. Eran especiales para ella porque en la unión del casamiento con Andrei Yumara, los tenía puestos. Significaba mucho para ella . No tardó mucho en acabar de arreglarse , sus ojos estaban delineados de un negro atrayente y sus labios un color un poco claro entre el rojo y el rosa solo para darle mas color y evidencia a sus labios.

Antes de salir de su carreta , se colocó el antifaz junto con los regalos que tenía preparado para ambas estrellas de la noche. No sabía muy bien como llegar a la residencia así que opto por ir a pie ,con la preocupación de que llegaría tarde. Y así lo hizo. Cuando vio que había tanta gente dio unos pasos hacía atrás, insegura y temerosa. Sintió otro golpe de su hijo/a en el vientre y tan solo pudo hacer una mueca de dolor. Tal vez, para no parecer una descortés , dejaría los regalos y se marcharía en silencio . El mismo con el que había llegado. Parecía una Cenicienta temerosa y embrujada de que a las doce de la noche , volvería a ser la gitana apartada de la sociedad. Con desesperación busco con la vista a los cumpleañeros y entre tanta gente logró divisarlos. Se hizo paso con cierta dificultad hacia ellos y con cierto rubor en sus mejillas se acercó en primer lugar a la joven Calliope. Extendió una cajita de madera con ciertas decoraciones llamativos . La extendió mediante abría con suavidad para enseñar su regalo . Dentro de ella había una pinza de pelo rojo, tal cual el vestido que ella poseía y que la hacía tan hermosa - Feliz cumpleaños , querida - la felicitó con una sonrisa tierna - Esta es una de las reliquias mas importantes para mi, poseen cierto poder .. - mediante hablaba su tono de voz era mucho mas suave - y te protegen de cualquier mal... - la sostuvo en sus manos para luego colocársela en la parte izquierda de su cabello, con suavidad. En una caricia retiró su mano amablemente.

Dirigió su vista esta vez a Asagi , sosteniendo en sus manos una cajita negra, completamente - ¿Te acuerdas que una vez me dijiste que no poseías corazón? - formuló la pregunta apenas moviendo los labios - Ahora si tienes - sonrió abriendo la cajita y dejando relucir un collar azul con una orquídea dentro - Aunque sea azul, posees uno. , son reliquias que protegen aunque parece imposible para ti - dejó la caja en sus manos mientras depositaba un dulce beso en su mejilla - Feliz cumpleaños, eternidad - susurro separándose y dándoles la espalda y dejar paso a los demás que venían cargados de regalos.

Regalo Asagi
Regalo Calliope

{Siento si a quedado largo O_o}