Los fantasmas de mi pasado se esbozan a la luz de la luna [Stefano Rossi y Alessandro Aznavour]

¿Qué es rojo?, ¿Qué es blanco puro?, estas preguntas daban vueltas en mi cabeza mientras caminaba por aquel campo santo cubierto de nieve.
Las huellas de mis pisadas quedaban marcadas mieentras cada diminuta bola blanca volvia a cubrirlas al caer al suelo, aquella noche el aire que podia respirarse era diferente, tan frio,me acriciaba como una dulce caricia que se diese por amor.
¿Amor? ¿Que es amor?, nunca lo senti, crei haberlo sentido pero me equivoqué contigo mi traicionero querubín....
Entre la turbulenta ventizca de nieve y la densa oscuridad de la noche caminaba sin rumbo entre las tumbas, algunas recordadas otras olvidadas y derrumbadas por el tiempo.
En mis recuerdos solo brotaba el torrente de imagenes de aquel mi creador al que le debia tanto y al que sin saberlo siempre adoré.
Algo distrajo mi atención se trataba de otra presencia, no definitivamente la escencia que desprendia no era humana.
Entre aquella estela blanca que bailaba con el viento una figura surgía, caminando con elegancia y sutuliza, yo me esforzaba en descubrir de quien se trataba entrecerraba mis ojos para lograr tal cometido.
-¿Quién se atreve a perturbar mi momento de paz y tranquilidad? ¿Quién es usted?- pregunté sin temor y con cierto enojo; sin embargo nadie respondio, aquel espectro seguia caminando en dirección a mí ¿Será posible fuese un fantasma? pensaba mientras seguia aquel sendero empedrado.
-¿Quieres algo de mi?, habla ya o ¿un gato te ha comido la lengua?-
entonces me detuve.
La sombra siguio su curso sin detenerse, el viento golpeaba su capa como si jugara con ella, y una gran precencia empezó a inundar el lugar, aquella presencia y estilo se me hacían conocidos.
La luna poco a poco fue iluminando a aquella persona comenzó por sus botas de terciopelo negro, su capa roja, su chaleco café y su camisa con corbata, solo faltaba un rasgo su rostro.
Era de complexión delgada,, alto y con cabello tan largo que le caia a mitad del codo, era oscuro como aquellas botas, sus manos cubiertas de guante de piel me impidieron saber de que criatura se trataba.
Finalmente la luz de aquella brillante esfera me revelo su rostro, sus ojos castallos me lo decían todo, quede impactada.
No podia ser un espejismo propio de mi imaginación o de mis recuerdos era...
-¡Andrea!, no, no puedes ser tú, yo recuerdo estabas en Inglaterra junto a Alessandro, ¿Qué es lo que desea mi traidor creador de mí?. ¡No tu no puedes ser real!-retrocedí unos cuantos pasos, mientras que él continuo en el mismo sitio, observandome con una ternura que vi en él la noche en que me transformó y la noche en que me abandono.
Solo dos testigos precenciarian este encuentro, una virgen de piedra cubierta por la nieve implorando perdón y misericordia para el yacía enterrado y frente de esta un angél contemplando hincado a la imagen divina que tenía por delante, estos nos rodeaban por ambos lados, quedando nosotros dos a la mitad del camino, entre ellos, en donde la nieve continuaba callendo.
Si era un fantasma, pero un fantasma de mi pasado que se esbozaba a luz de la luna.

Rojo socialmente tiene un significado maligno, para nosotros un significado de exquisito placer, blanco pureza, para nosotros los vampiros una gloria que nunca alcanzaremos....
Recuerdo esas eran las respuestas que solía darle a mi amada pupila cada vez que cazabamos en la nieve, nieve muy parecida a la que esta noche cubre el paisaje.
El motivo por el que viniese todo esto a mi mente fue por simple hecho de buscarle, en realidad es la unica razón por la me encuentro en París, solo el simple hecho del anhelo por verla me mantiene en pie ante mi oscura existencia.
Nesecitaba pensar en que podria decirle, como explicarle mus motivos por los que la abandone cobardemente, para tal objetivo necesitaría ir al único lugar en el que encuentro paz y tranquilidad, se trataba de algún camposanto que cruzará mi camino.
Cuando al fin llegue me peercate que no era el unico visitante en ese lugar, ¿Pero quién era cuando su embriagante fragancia me era conocida?.
Por un momento pensé se trataba de mi creador pero no era así, al ir caminando despacio escondiendome tras las tumbas y sus grandes esculturas de piedra, vi una sombra perteneciente a una mujer. Ella ladeaba la cabeza de un lado a otro, al parecer ya habia captado mi precencia, su huellas volvian a tarparse con el caer de la nieve borrando su rastro, decidí avanzar por aquel sendero que cuya posición era en medio dividiendo el cementerio en dos.
Caminaba sigilosamente, con aquella elegancia que me caracterizaba, aquellos copos que caían sobre mis ojos y mi cabello, caian y se mesian dulcemente con el viento llegando directamente hasta ella.
Sabía estaba desesperada, tenia la enorme curiosidad de saber quien era yo, quiza pensaría fuera un alma encadenada al mundo terrrenal, un espectro, comenzó a preguntar al aire con aquella voz tan delicada y aniñada que me hizo estremecer, pues fue la presentación de aquella objeto de mi busqueda y amada mía.
No tení intensión alguna de desviarme, deebía sabar que estaba bien, que se encontraba a salvo, apresuré el paso, mientras ella se detuvo a la mitad del camino.
Al estar a unos cuantos metros de ella, mi caminata fue más pausada, de tal manera que la luna me esbozará poco a poco ante sus ojos.
Quedo atonita al verme frente a frente, ella allí, mirandome con resentimiento y su golpe que me dio con su voz por un momento hizo tambalearme pero despues de observarla con ternura exclamé
-Al fin te encuentro, no temas, soy yo Andrea tu creador, he venido a recuperarte, vamos no me mires así con rencor debes escucharme darme una posibilidad de explicarte todo.... yo fui un cobarde al dejarte pero hay una razón- sin embargo ella solo me dijo muchas cosas que me dolieron pero yo bien sabia era mi culpa, dio media vuelta dispuesta a marcharse, corrí y la abrase, tan fuerte como aquella ultima noche en que estuvimos juntos.
-Sienteme soy real, tan real como la nieve que pisamos y ha dejado de caer, abandone a Alessandro y he venido a París arrepentido por mi error a recuperarte, mi oscuro ángel Montserrat-
Ahora las esculturas que nos observaban era una de dos ángeles amantes que miraban a la luna, con sus detallles cubiertos de nieve y unas pequeñas gotas de esta derretida como si fuesen lagrimas, escultura adornaba y representaba en todo lo que sentia por dentro y lo que no podia expresar por fuera

Si bien me quede atonita en un principio, mi semblante cambio al oír unas palabras de ¿Arrepentimiento? vaya era demasiado absurdo viniendo de Andrea, al paso de sus palabras yo sabia era sincero, no quise escucharlo por que como consecuencia tendria caer debilmente a sus brazos, no yo no estaba dispuesta a revelar mi sentir y al parecer el tampoco.
Di media vuelta dispuesta huir, ante mi unica debiliddad, pero volvio a mi y con ese su helado y frio cuerpo volvio a abrasarme como aquella vieja y lejana noche.
Me estrechaba tan fuerte, mientras me aseguraba era real, estaba conciente, más aunque mi deseo era corresponderle, lo separé de mi y dije
-¡Ya sé que eres real, como tu abandono!, ¡No hace falta que me digas tu razón, eres un antiguo, vampiros como tu tienden a abandonar a los que crean!, tuviste dos años, ¡escuchas!, dos años para buscarme y explicarme.... pero nunca lo hiciste, ¡Me ilucionaste con algo que yo debería haber sabido no era real!.
Que me vas a decir que me salvaste de mi desdicha, pero ¡Sabes ya no me interesas ni tu ni Alessandro!, pero habla anda, veamos si dices las mentiras que dice nuestro creador y manejas a tu convenincia la verdad-
Suspiré y tome asiento en la cripta descuidada y polorienta con la niebe cubriendo a los dos ángeles amantes,mientras mis ojos dejaban ver un ligero brillo al verlo, dentro de mí estaba alegre e ¿Ilusionada?.... no no no, otra vez ¡No!... al volverlo a ver.

-Así que... ya no les intereso a ambos- dije mientras, mi otro traidor pupilo tomaba aliento para comnzar a hablar, los dos voltearon rflejando su sorpresa en los ojos.
-Vamos no se asusten, sabían perfectamente que volveria por ustedes, a ti señale a Andrea- yo te cree, mientras que a ti- camine saliendo de mi eescondite detras de un arbol sin hojas y me detuve al frente de ella mirandola con cierta ternura -Me pertenece la mitad de tu creación-, suspire y me puse de rodillas besando cuidadosamente su mano -Entonces Andrea te inculco, la creencia de que manejaba la verdad a mi conveniencia ¿No es cierto?- levante el rostro hacia ella, pensé por un momento en tantas cosas, como le explicaría el porque fui a buscarla y el pasdo cuando estuve con ella y aquella ventana en forma de arco que me informo tras mi escondite aquel abrazo tan apasionante entre aqullos dos malagradecidos, que a pesar de todo los amaba, mas a la que tenía frente a mí.
-Te busque en aquel teatro donde te deje asegurada con empleo de actriz, disfrute una obra y después me dispuse a buscarte pregunte pero me dijeron no asististe esta noche, la cuestión es ¿Por que no asististe? ¿Acaso yo te inculque eso o fue obra de Andrea?- le brinde una caricia en su rostro, al ver esto Andrea separo mi mano de aquella su fina cara y me obserbaba en furesido, Montserrat solo admiraba la escena en silencio, pensando con sensatez y quiza recordando el pasado.
-Vaya aun la discución final entre tu y yo no a terminado tienes algo más que agregar?- la arrogancia y burla se escuchaba en mi voz.

La respuesta a su interrogante empezó a formularse en mi mente, suspire levemente, pero en el preciso momento en el que to me aliento una voz antigua y perteneciente a mi pasada susrgio detras de un árbol sin hojas, cubierto de nieve.
Quede atonito al oir su voz y sus interrogantes, Montserrat tambien quedo sin habla.
Como lo odiaba, odiaba a mi creador, ahora más que nunca sabiendo que había venido en busca de mi ángel se le ocurria venir a arrebatarmelo, no estaba dispuesto a permitirlo.
Después de observar sus gestos y sus caricias, me enfuresi, guardando mi coraje para cuando terminara de decir sus mentiras, levante el ceño y no pude más cuando le brindo una caticia, lo tome por el brazo con fuerza separandolo de ella.
Ante su cuestión respondí:- Eso yo lo creia pero al parecer no te quedo muy claro mis ultimas palabras dirigidas hacia ti en Venecia- le solte el brazo arrojandolo -¡Mentiroso!, no vienes a recuperarnos vienes a arrebatarme lo que sabes me hace sentir vivo, te lo dije y ahora en venganza de toda las cosas verdaderas que te dije, deseas yo tambien sea infeliz-Dije empujandolo de forma que swe alejara de Momtserrat, pues no queria la tocara ni le dijiera la palabra, mucho menos que la mirara de la forma tan tierna en que reflejaba lo que no queria pensar.
-Ahora quiero que te quede claro, yo no le inculque nada, entiendes nada, ella sola se da cuenta de las cosas Alessandro, nunca comprendiste que no somos niños y que la inocencia se fue con el viento, tenemos conocimiento y nos damos cuenta de las situaciones perfectamente, dicelo tú Montserrat deja de camuflarte con esa lapida y dile algo respondeme como lo hiciste conmigo-
Ella levanto la cabeza y nos observo a los dos, tenia un semblante inexpresivo y al parecer toda fuerza de ocultar sus sentimientos se habian ido, en sus ojos podia notarse la presencia de las lagimas, que hacia ver sus ojos aun más cristalinos po la forma en que aprisionaba estas.

Me mantenia callada, en silencio escuchando cada una de sus palabras y argumentos, desgracía mía fue cuando vi aquel ser en el que tanto había confiado y después el mismo me habia abandonado en mundo desconocido, Alessandro aquel que crei su indeferencia me mataría, al que había olvidado y al que crei nunca volveria a ver, llego hasta París la pregunta era ¿por quién? Por Andrea, por mi o por su orgullo de decirnos que su vida era mejor sin nosotros o por discutir enfrente de mi asuntos que esban lejos de mis conocimientos.
¿Porque me mantenia en silencio? bueno la respuesta más sencilla que podria dar es que los analizaba minusiosamente, y cada palabra que decian sobre mi y aquella discución final llamaron mi atención.
Andrea pidio mi intervención que consistía refutarle lo que quisiese a Alessandro como lo habia hecho con él unos minutos antes.
En el fondo ewstaba ¿feliz? por volverlos a ver y tener a los tan cerca, pero al mismo tiempo me invadia el coraje por su tan nombrado abandono y a la vez con cierta melancolía por saber que se estaban pelando sospechaba por mi culpa.
Por un momento al levantar el rostro hacia ellos y mirarlos a los dos, sentí gotas de agua en mis ojos y las cuales apricione, suspire por un momento, despues me lavante de aquella tumba, tome aliento y les conteste a ambos lo que queria decirles desde hace un año quizas.
-Escuchen, en primer lugar, no estoy llorando y menos por ustedes dos desdichados- los empuje y separe con mis frias manos, pero pareciese los dos se conectaran para hacer lo mismo sostener mi mano contra su pecho, entreabri mis ojos y de un pequeño jalón me safe de aquellas manos que alguna vez me brindaron enbelesos -¡No me toquen, aun tienen el sinismo de regresar a buscarme, y pelearse entre ustedes por mi ¿Acaso me consideran un objeto?, no solamente Alessandro no comprende que tengo noción y desición, Andrea- dije sañalandole con furia con un barita de árbol que había recogido del piso cuando los dos discutián, Andrea retrosedío, -Pero ya que los he escuchado, si no quieren que me de media vuelta y sea por lo que hayan venido se lo lleve el viento y sea en vano su "viaje en busca del tesoro abandonado" expliquense piratas ¿De que y quien fue la causante de su discución final ¿Fui yo?- el tono de burla y sarcasmo resaltaron en mi voz voltee a verlos a los dos de lado a lado, mas ellos se veian a los ojos tratando de buscar una posible excusa...

Tenia razon en enfureserse de esa manera, pero el que me haya recriminado que no tenia el conocimiento que tenia conciencia y desición me partio en dos, yo sabia que poseia estas cualidades, pensaba decirle que lo confirme aquella noche, mas sin embargo por allí no debia empezar, haber sentido otra vez su blanca , fri y suave mano entre la mía me decian que debía ser cauteloso al decir lo que le responderia, pues si de algo estaba seguro es que habia cambiado, ante su pregunta voltte a ver a Andrea haber si era demasiado valiente para responderle pero ante su altanera pregunta, seguramente la respuesta representaria su burla ya que el otro no responidia me anime a decirle -No somos piratas, nuestra discución son cuestiones que tarde otemprano la eternidad te hace confesar, es como, los compañeros de cuarto en los orfanatos- No hizo Montserrat mas que arquear la ceja, tomaba aliento para indagar la siguiente pregunta lme adelante y le pregunte -¿tu me crees verdad y tu voltee a ver a Andrea dejale hablar-

Si Montserrat era recriminatoria ante la situación, Alessandro era peor manipulador como siempre cree que tiene la ultima palabra yo no iba permitirle me callará o me discriminara al opinar ya no era nada de el al menos en territorio, pues aunque no quisiera era mi creador.
Pero yo bien sabía que si respondia a la pregunta de mi amada, ella no me crería o se burlaría de lo que era verdad, en mi cabeza no hacia más que formular y fomular una buena excusa, pero debo reconocer en eso Alessandro era el maestro y el rey.
Aun asi tome fuerza para hablar, desobedeciendo sus ordenes -¿Porque he de callar?, ¿Quién eres tu para ordenarme lo que debo hacer?- fruncí el ceño.
-Todas las palabras que hasta ahora has dicho sabes que son mentira, no son palabras que despues de siglos salgan a la luz... que sean sentimientos encontrados, no es por eso lo sabes bien no vengas a mentir y a herir como lo has hecho con nosotros- me separé de Alessandro y corri con ella la tome de los brazos y la agite mientras le decia con desesperación -¡No debes creerle Montserrat!, no debes hacerle caso entiendes dime por favor que lo entiendes, no vuelvaas a caer en sus engaños pues toda la actitud de desapego hacia a ti no fueron más que un antifaz para cubrir lo que siente en verdad, si esa verdad podria quitarte para siempre de mi lado pero... no es bueno con lo que siento mentirte más-.
Yo sabia que toda la discución habia sido provocada por el sentimiento que ambos tenemos a la que se hayaba en medio de los dos, sabia que al decir lo que dije estaba poniendo en juego mi proposito al descubrir los de Alessandro, en el fondo sabía que ella sentia algo por mi pero a ciencia cierta no sabía que, aun asi tenia claro que por aquel que fuera mi creador había cierta afinidad a un que no sabía hasta que grado podrá llegar.
En mi interior me preguntaba ¿Tendra mas peso el sentimiento que tiene hacia mi, sera acaso mas grande lo que siente por Alessandro o podra mas su orgullo y odio el que termine quedandose como su compañero eterno?....
Ante el cambio tan drastico de mi amada y su expresión por mis palabras solo podria decir que ella ahora era un completo misterio...

Todo lo que decia Andrea solo me confundia más, no entendia mi rostro estaba perplejo, ¿Que sentía por mi cada uno de ellos?, mientras una nueva duda comenzaba a surgir en mi mente ¿Será que ambos estan... enamorados de la misma mujer?, no era muy maravilloso para ser verdad.
Andrea me seguía observando, esperando diera una respuesta, seguia sujetandome con fuerza, voltee hacia atras y Alessandro se encontraba con los ojos cerrados y la cabeza hacia un lado... como me atraia, sus facciones para mis ojos seguian siendo bellas y seductoras.
Agache la mirada, levante mis manos sujetando los brazos de Andrea, por el no era atracción lo que sentía era algo más fuerte, cuantas ancias tenia de estrecharlo, pero me limite a levantar la cabeza y esbozarle una sonrisa -¿Andrea que sentimiento te enbarga hacia a mí que te impide mentirme más- suspire y voltee a ver a Alessandro -¿Porque ha de dolerte el hecho que me aleje de ti, dimelo por que has de sacrificar tus motivos de venir a París, puedes confesarme cuales son?-
Andrea agacho la mirada y me solto al instante, el viento jugueteaba con su largo cabello negro, pronto se le vino al rostro y lo cubrió por completo.
Camine hacia donde Alessandro, tome su mano , mientras el de inmediato regreso la mirada a mí, me veia con tal dulsura y ternura como nunca lo vi hacerlo en Venecia - ¿Es verdad lo que dijo Andrea, ese odio y desapego era para ocultar algun sentimiento que te une a mí y no quieres admitir? - sin soltar su mano voltee a ver el firmamento estrellado y nevado entonces grite con todas mi fuerzas - ¡Alguien de los dos responda ya!, ¿a que han venido?, soy yo la causa de su separación, por el amor de dios respondanme alguno de los dos- baje la voz -¿acaso es amor lo que ambos sienten hacia mí?- Andrea levanto la cabeza y aparto su cabello dejandome ver su mirada profunda y tierna que me dirigía, mientras que Alessandro tomo mi mano con más fuerza que hace unos minutos y nuevamente el silencio se adueño del lugar, solo el viento hablaba su idioma con las hojas secas de los árboles.

Sabía comenzaba a desesperarse, muchas palabras y pocas situaciones claras,..
Mi mirada reflejaba la ternura que me obsequio su sonrisa, tanto tiempo sin que la viese de nuevo, sus manos volvieron a recargarse en mis brazos, no podía responderle a sus cuestiones había hablado demasiado, lo mas seguro es que Alessandro estuviese molesto, no importaba lo que el sentía pero era justo que desnudará poco a poco lo que llevaba dentro por el mismo.
Sin embargo algo me tomo por sorpresa se trataba de lo que ella intuyó, siempre acertiva, ¿Que le diria ahora?.
Pense por un momento, mientras ella mantenia baja su mirada, Alessandro no la soltaba y el viento hablaba por nosotros.
-¿Si aciertas?-tome su otra mano y la envolvi con la otra -¿Si te confesamos todo? -continue -¿Seguiras odiandonos o nos hecharas al olvido?- Al fin externe mi pensasmiento -¿O será tu orgullo el que se quede contigo para siempre?- Montserrat levanto la cabeza, observo mis manos, despues la de Alessandro ambos sosteniendo su mano como aquella tragica noche en que la tranformamos, se quedo por un momento perdida no parpadeaba, solo mencionaba las palabras que le dimos en consuelo a su dolor, parecía imploraba una oración, pero a dos ángeles caidos, volvio a mirra al piso y se inco en medio de los dos sin soltar a ninguno de los que estabamos a su lado....
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Disculpen la demora amigos, y la corta respuesta pero mucho estudio y poco tiempo para contestar, oye amiga hiciste a los avatares con la misma letra, no importa me gustan los tres.. saludos.

No era posible lo que veia, Montserrat la que nunca demostro sentimentalismo alguno, ahora se desmoronaba en medio de nosotros.
Por ambos sentia agradecimiento pero a cada uno le tenía reservado un cariño diferente, me invadian los celos de pensar que lo amaba aún, sus palabras me lo decían todo, queria escuchar de ambos la respuesta que a su corazón muerto hacia revivir, anhelaba estrecharnos regresar a casa con nosotros, nos extrañaba y nos nesecitaba
-Todo cuanto has escuchado es verdad,- Voltee a ver a Andrea, que estaba frente de mi, frunciendo el ceño y regresando a mi mirada tiernaal dirijirme a ella - mi frialdad era la barrera para no decirte que por dentro este corazón yacido muerto desde siglos, encontro el aire que necesitaba para volver a palpitar, que mi inspiración encontro a una musa a quien obsequiarle mis obras y que el camino de este condenado aprendiz de Merlín se ha olvidado de aquella desdichada con el simple hecho de tu presencia -Por un momento la mire desde arriba, de pie, luego me inque junto a ella, tome su cabeza y la estreche fuertemente contra mi pecho.
-Yo nunca pensaba abandonarte, dejarte ir, aquella noche en que te vi con Andrea, pensaba regalarte un anillo decirte todo cuanto sentia, mas de repente escuche una a una las palabras que le decias y biceversa, sus risas, parecian divertirse, al verlos en aquella ventana, lo unico que enmarcaba y vi fue ... amor.
-Tuve miedo de que el te ganase y viendo que tus padres iban a mudarse a París, me asegure quedaras en un buen sitio, donde pudieras vivir y trabajar, me importo poco si desconocías o no, de tu nueva vida inmortal, me hice frio y para engañarte utilice mis mentiras,pero fue por eso que te abandone , sabía que si regresaba a buscarte Andrea vendria conmigo, no soportaba la idea de que entre lo dos dos hubiera algo mas entiendes...
No queria perder lo unico que devolvio un poco del ser que era antes, por que yo... Te quiero, por eso regrese a decite esas palabras, mismas que ocasionaron la discución entre Andrea y yo.-
Acarice su cabello y recarge mi cabeza en la suya, la estrechaba más fuerte, en ningún momento voltee a ver a Andrea, mas sabia todo cuanto dije le habia herido, ahora no sabía que reacción tomarian ambos ante mis palabras que por primera vez eran verdad hacia con ellos.
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No te preocupes amigo, yo tambien entre el servicio y el trabajo tengo poco tiempo para contestar, por cierto a mi tambien me gustaron los avatares, gracias amiga.

Me estrechaba fuertemente, yo necesitaba su abrazo, sentir en el, su cobijo y su protección.
Me quede inmovil sin responder a su gesto, solo escuchaba sus palabras, y como una rafaga vino el recuerdo de aquella noche, entonces todo comenzo a tener sentido, su frialdad a la noche siguiente, su enojo al vernos juntos y su negación a que Andrea me acompañara a cazar o me diera nuevas lecciones de poesia pues el ya lo sabia todo, no solo lo escuchaba ni lo presentia, era el más antiguo de nosotros, sino que quiza desde el momento de mi transformación conocía las intenciones de su entonces su unico compañero, pero estaba tan negado a sentir nuevamente, que se reuzo a al sentimiento que le embargaba al conocerme y fue sin embargo una dura experiencia la que le hizo entender, pasado el tiempo entonces me necesito y regreso por mi.....
Si era la unica explicación a su regreso, reaccione en el instante que asimile todo, las piezas encajaban en el rompecabezas, menos una, aun no podia hallarla, seria que Andrea tambien me... ¿Amará? y entonces siendo Alessandro celoso de defender sentimiento como el amor y sobre todo el de nosotros, pues debe ser eterno, lo vea como rival como aquella noche y de igual forma lo alejo de su lado con mentiras o en esta ocasión ¿Habra utilizado la verdad?, las hipotesis daban vueltas.
Poco a poco fui levantando mis brazos hasta que los repose un su cuello, y quedamos ahí hincados ambos en el piso mientras decia en voz baja -¿Porque, Alessandro?, dimelo pequeño y condenado querubín ¿Porque me hiciste odiarte, porque ahora tu verdad me lastima?
¿Sabes? me hiere porque tu ausencia es un fuego que calcina, mi creador, ¿yo que puedo ofrecerte? si por ti siento... tantas cosas que- suspire - aun no se lo que es, recuerda que nunca sentí, snesaciones despiertan al verte ¿pero que son?... Padre-.
En ese pequeño lapso no voltee a ver a Andrea, sabía que lo que le decia a Alessandro le dolía, la reacción al a que yo temia, es que malinterpretará las cosas y ahora fuera el que diera media vuelta, mas no lo hizo, senti que agacho la cabeza, quizá considerando todo perdido, pero probablemente quisiera saber como terminaría aunque fuera el perdedor.
Más sin embargo no me separé de Alessandro, me quede con el, estrechandolo, aferrandome al el con los ojos cerrados, acariciando y jugando con sus ropajes, aquella capa que me recordaba la primera vez que lo vi.
El viento soplo con intensidad, las hojas formaron un remolino y nos rodearon, mas no me imporaba si viniese una tempestad me quedaría prendida a el hasta que contestará mis dudas.

Era el prinicipio de mi derrota, que mas podria ser, verlos alli frente de mí, en el piso abrazandose aferrandose mutuamente olvidandose de que extia y estaba alli.
Sin embargo la prenta me asalto entonces ¿por que continuaba alli?.... la respuest,a ni yo mismo la sabia.
Montserrat jugaba con los finos ropajes de alesssandro como si tratase del fino pelaje de un anomal salvaje.
Recorde entonces aquellos momentos cuando se la pasa algunas noches rescatando gatos de los techos o de los árboles, los amaba tanta que lo acariciaba de la misma forma que ahora veeian mis ojos.
Suspire solo por un instante -¿Entonces yo ya no existo...?-interrumpi su fraternal abrazo, ambos sin soltarse solo me veian con extrañeza -Lo has decidido entonces Montserrat, amarle a el, porque aquellos sentimientos que describes, no demuestran mas que amor para ti y los disfrazas con la confusión- las preqguntas que ella le habia indagado a Alesandro aun seguian en el aire, el aun no habia contestado, pero que importaba yo tambien tenia derecho ha realizar las mías y buscar repuestas como ellos -Siempre te he dicho que el silencio otorga la respuesta sincera y verdadera o ¿Ya lo olvidaste?-
me acercaba lentamente mientras lo decia, los veia de forma retadora y despues me incorpore allos incandome detras de ella. volvía a quedar en medio de los dos puse mis manos en su espalda y recarge mi cabeza en su cuello -¿Dime entonces que sientes por mi y donde he de quedar en ese tu corazón marchito y de granito?- dije susurrandole al oido con seductora pero sincera voz mas aunque yo susurrarAlessandro sabia que me oia, que mas daba que me escuchara yo queria respuestas y de inmediato o quiza a matar dispuesto estaria por su amor, asi tuviera que incinerar a mi mismo creador
-¿Dime porque Montserrat te empeñas en que siga sufirendo despues de todo este tiempo que para mi perdido es sin tu presencia, porque Montserrat sigues clavandome estos brillos mortales para mi, brillo des ojos, tu voz y tu vida que hacen revivir a la mía?-
No hubo moviento alguno ni de ella ni de Alessandro, pero si nadie aclaraba esto, entonces que sentido tiene a haber venido hasta París, si Alessandro no hubiera venido entonces esta historia hubiera sido diferente....

Estaba entre la espada y la pared, debía ser tan astuta com mimente diera la capacidad, estava en la cuerda floja donde cualquiera de los muros que la detenían podian caerse, si daba un paso en falso.
Claro que Andrea existia, y su presencia estaba latente en mí, pero si no quería responder no era tanto por ocultar mi sentir, sino porque primero que todo se aclarará, no todo a medias como ahora estaba la situación.
Podría refirme quiza a la idea de que mi alma se ilusionaba y se sentía traida por Alesandro, y por Andrea, mi corazón como el habia llamado marchito y de granito se sintiera vivo y latiendo por primera vez ¿Pero que hacer?, ese era un gran dilema.
Me separé de Alessandro, de inmediato los dos caballeros se habían puesto en pie, mire a Alessandro con la expresión de melancolía y timidez en faz, despues a Andrea de la misma manera -No es que calle por no decir la verdad- tome una pausa -pero es que estoy confundida en verdad, mi corazón y mente se mezclan no dejandome ver con claridad- comence a dar unos pequeños pasos adelante alejandome de ellos un poco -No me sigan solo escuchenme, atentamente, no hagan preguntas hasta el final se los ruego- sus rostros estaban rigidos y serios, asintieron con la cabeza, sin decir palabra alguna, me gire a verlos, mis orbes solo se movian hacia donde se encontraban ellos, los dos ligeramente juntos, y atentos -todo esto esta a medias, solo nos cuestionamos entre los tres pero nadie da respuestas sinceras y concretas, a excepción de Andrea hace unos minutos, cuando sin ambajes declaro sentir algo por mí y lo a reiterado en todo este tiempo, ahora es mi turno- guarde silencio por un momento -Ustedes saben mejor que nadie mi pasado, para que volverlo a contar si es una historia antigua y aburrida, más de todo ese sufriento no llegue a sentir ningun sentimiento mas los que ahora percibo, rencor, dolor, odio, coraje pero nada de felicidad, nada de vida-suspire -Alguna vez crei ser feliz, cuando estuve con ustedes, pero... ustedes jamas lo notaron y si lo notaron no quisieron verlo, sus rivalidades lo segaron más, al final de cuentas descubrió lo que cada uno sintio por mi, y en lugar de luchar por mi decidieron votarme en París y diganme ¿Que sabía yo de esta naturaleza que ahora poseo?, la respuesta es nada, solo lo basico para sobrevivir, y quieren que sienta lo que ni con ustedes logre decifrar, todo este tiempo mi amargura y deseos de venganza para todo mortal que sea escoria, aquellos delincuentes y su sangre es lo que me mantenido en pie y su recuerdo es fuego que arde en llamas de dolor del corazón maldito y traicionado por ustedes-cerre los ojos -¡Como me piden que les diga que es lo que siento, si no se porque ni en el pasado ni en el presente lo he vivido!-Grite finalmente, despues me calme y volvi hablar en tono bajo -Solo se que son dos sentimientos que intuyo por las novelas que los han descrito, amor e ilusión-. me comence a decir a mi misma, olvidandome de ellos por un instante.
-¿Ustedes quienes son, amor e ilusión? Solo son dos sencillos y complejos sentimientos,que hacen añicos el corazón entero...- puse las mano entrelazadas en mi pecho, -Por que ahora me doy cuenta que cuando más se desea, más se sufre, cuando más se ama, más se llora,
y cuando no se es correspondido- tome una pausa - más se añora
una esperanza, quizás vana, pero al final de cuentas tan nesesaria de amar y ser amado en cuerpo, mente y alma...-
Finalmente abrí mis orbes -Eso es lo que comprendido caballeros, lo unico que creo siento por ustedes, digan si estoy en lo correcto o he de regresarme y por primera vez pueddan enseñarme algo de provecho para nutrir mi alma que tace muerta en mi adentros-mire a Andrea -No me empeño en hacerte daño, solo en aclarar todo, y hacerme justicia, porque esos brillos que te atraviesan son los mimos brillos mortales que despuntan en mi alba y tiñen de malva el anochecer-.
Todo se mantuvo en silencio y sobre aquel ambiente empeza a flotar tranquilamente un poema de amor, vida y amargura.

Escuchandola hablar, me di cuenta que si en alguna ocasión Montserrat sufrio como humana, como vampiro las lagrimas y el dolor aún no cesaban, al contrario solo lograban que aquellas heridas abiertas ardieran en lo más profundo de su alma.
Habíamos sido tan ciegos, demasiada soledad y rivalidad nos habían llevada a este laberinto sin tener algun escape, alguna salida yo sentía que todo había quedado claro pero debí suponer que aquella dama, la que cada vez se alejaba más y más de ambos no entendía el lenguaje que en milenios solo utilice dos veces y nada más.
Aunque nos daba la espalda sin poder ver sus gestos, yo podía imaginarlos, a pesar de lo que ella creyera la conocía, sabía que sus palabras eran tan cristalinas como el agua y que su sinceridad sobre pasaba su coraje y de esos sentimientos nacidos de la rabía y el dolor, no tuve más que sentirme culpable, pense entonces que en lugar de birndarle algún bien ¿la convertimos en un monstruo?, aunque me negará tras el abandono eso parecía ser la mejor respuesta, eta inmersa en la locura y la venganza. Mi esperanza de permanecer con ella estaba rota, esos dos sentimientos que ella parecía describir no era más que el aviso de que aquella ilusión era destinada a mí, debía hablar claro, debía demostrar ser sicero fuera de mentiras, fuera de tetras y engaños, en contra de su voluntad avance hasta donde se encontraba, su cabeza mirando a los cielos, donde un angel misericorsioso parecia vernos y escucharnos hable derrotado y vencido por la propia circustancia que quizá sea el pago por mi cruel indeferencia, por desconciderado acto de destruir la única felicidad que le quedaba -Me confieso culpable, debí saber que todo esto te dañaría, dime tú ¿De que sirve entonces vivir tantos siglos, y pocos milenios, si la experiencia te vuelve ciego, esa experiencia que se deja alcanzar una vez que has quedado en soledad?- suspire -Como.... quisiera explicarte mis sentimientos en palabras que tu corazón inexperto en sentimentalismos comprendiera- bacilando en todo lo dicho, tome sus hombros aferrandome a ellos con la cabeza baja -¿Acaso en ti alimente a un monstruo sediento de sangre?, ¿podre con todo este amor, transformarte en otra criatura que no tenga ese motivo carmesí para seguir con vida?-, mi esxpresion de aflicción podía sentir reflejada, me enbargo la desesperación, todo lo contenido se derramo en gotas parecidas a la lluvia, discretas gotas que se contuvieron minutos después -Si no entiendes, lo que te he dicho, lo que siento, lo que tu sientes, dejame enseñarte como lo has pedido, se que aun no es tarde, dejame creer que no todo esta perdido, por clemencia no hagas darme cuenta que igual que Andrea contigo todo lo heche a perder-, volteando a ver a Andrea, di a entender que le pedía disculpas -Diganme ambos con sus palabras que aún tengo opción, tengo oportunidad de devolverles gramo a gramo la felicidad que yo les arrebate, si ustedes sienten esos mortales brillos matando su alma yo siento quemarme entre llamas-, porque dije todo aquello, era muy simple finalmente mis errores eran reconocidos y la familia que tanto anhele, la tuve junto a ellos dos y por mi desdichada ambición la deje ir....

Impresionado y sin palabras vi toda la escena en silencio ¿Que demonios le pasaba ahora? ¿Engaño o verdad?, sus palabras podían ser finjidas pero no sus lágrimas, siglos y siglos en que bibi a su lado y jamás en la ¿s había contemplado hasta ahora caían de sus mejillas.
Decidi ver para otro lado, amor, si amor, era lo que sentiamos los dos por ella, nada podía aclarar más la llegada inesperada de Alessandro a París, podía percibir el aroma de la verdad en el aire -¿Porque lo confiesas hasta ahora?- le cuestionaba con los ojos cerrados -Cuatro siglos, un año- decía señalando a Montserrat -A los dos no tuviste en ese tiempo y nunca lo dijiste, ese amor pude ser venganza disfrazada de cordero- mi tranquilidad se fue lejos y llego el coraje -¡sabías que yo le quería!- fije la mirada en Montserrat -¡Por eso me fui de tu lado, esa maldita noche te lo confensé, te lo dije a gritos y con creces cuantos años y condenados días la esperé!- rrecupere el aliento guardando silencio por un momento -¿Puedo creerte? o en realidad has venido a limpiar tu orgullo... ¿De verdad es el corazón el que llorá o es tu orgullo el que sangra?- como es que pretendía pedirme disculpas, si el mismo nos destruyó, no tenía nada de que arrepentirme en esta oscura vida, era feliz... después todo se volvió infierno Montserrat llegó y se apego desde el primer momento a mí, ese le dolía, la primera mujer que no le daba la importancia que según el se merecía -Pides disculpas ¿ah?, mira lo que has hecho... ella no siente, nada sabe... la regresaste a un mundo donde la enseñanza es primordial, donde sino eres fuerte la oscuridad te vencé- camine hacía ellos -¡Si!- asentía marcadamente con la cabeza -Yo pude haberle enseñado, lo poco que sabe, lo necesario para sobrevivir, lo justo para que dejará de ser el capullo que no florecía, pero... - baje el tono de voz -Su comportamiento no es parecido al mío, es igual que tú con la única diferencia que el rencor vive en sus adentros, que la venganza esta grabada en su mente... que el abandono de aquellos seres en quines confió siempre, le duele, ese mismo dolor que ahora la hace fuerte. le matamos con dos espadas, el pedazo de corazón que aún se escuchaba latir- puse entonces mi mano en su pecho, con ternura, delicadeza y respeto -Ni tus disculpas, ni mis reugos- puse la mano que sobraba en su mejilla -Ni mis caricias, ni tus besos... Alessandro- negue con la cabeza -Ni nuestros corazones muertos, que parecen latir juntos por el mismo querubín, podrá reparar el daño que hemos hecho- entonces le retiré las manos de su rostro y su pecho -Amor es el que nos separó a los tres y pasión nos une hoy aquí...ilusión y amor son dos sentimientos que rompen el alma, que la desangra y con espada le mata- suspiré -Si no puedo ternerte Montserrat y si no pudo ya regresar a tu lado Alessandro que sea Dios el que me mate y me envie al infierno, pues cualquier suplicio es mejor que morir en muerte y no poder amar en la plenitud de la eternidad-....

Le miré directamente, Stefano estaba con los ojos cerrados gritando al aire o más bien gritandome a mí... en ese mismo momento le conteste -¡y porque demonios crees que arme toda esta telaraña!, porque no necesitaba que lo anunciaras, que me lo dijeras a gritos como aquella noche, ¡No estoy ciego Andrea! lo vi con creces, vi ese amor fundiendo su alma a la tuya...- mire mis palmas abiertas -¡Escucha!... yo le ofrecí ese empleo al padre de Montserrat, movi influencias y lo hice tentador para que el no pudiera resistir venir a París, ¡Fue un intento desesperado por amor, por celos, separalos era la única alternativa!, ¿porque lo confieso?, mejor que yo, tu sabes que hasta el vampiro más antiguo se cansa de mentir y ocultar cuando algo le importa de verdad- termine de decir agitado.
El continúo y mi s impulsos se redujeron a nada cuando el lo dijo, asentí con la cabeza, no hice ni siquiera el menor intento por quitarle las manos de encima a Montserrat -Yo tuve una nueva oportunidad de encontrarlos, de recuperarlos, de llevarlos conmigo, de tenerlos a mi lado y no me iré sin ustedes... me quité de encima la sombra de Morgana Le Fay cuando conocí a mi querubín encerrado y cautivo que vivio en Londres, mi noche solitaria desapareció el día que conocí a un bello joven que por nombre le puse Andrea, en la antigua Rusia, solo quiero recuperar lo que por ego y orgullo perdí poco a poco- con timidez toque el hombro de Andrea y con la mano sobrante acaricie el cabello de mi amada -¿Es demasiado tarde ya?-

¿Falso o verdadero?, la duda me asaltaba por más que intentará negarla, allí estaba confinado entre la nieve y las tumbas temeroso de las decisiones a tomar que podrían resultar fatales en un futuro lejano.
Me tocaba el hombro y con el simple roce de sus dedos sentía que el mundo entero detenia su curso y Montserrat, mi amado querubín, de ella anciaba tenerla de vuelta y poder decirle todo cuanto callé por algun sentimiento extraño que ni yo mismo sabía explicar.
-Me gustaría mucho, volver a confiar en ti... pero con lo que hiciste no es facil decidir que hacer ahora que todo aclarado está- suspiré -No sabes cuanto... te deseaba Alessandro y las ilusiones vagas y pasionarias se encendian con solo una mirada, con solo tener tu mano postrada en cabeza o juguetona acariciando mi cabello, en aquellas noches en que el frío de la muerte eterna se iba con el simple abrazo de dos cuerpos que se fundían para cumplir sus anhelos, todo se rompio ¿y aún así quieres restaurar sentimientos que quedarán con grietas y huecos de lagrimas de sangre?-, dirigi mi mirada a Montserrat -Y tú, que de ti deseo lo más dulce y placentero que la mujer puede brindar al que a desdenes mata, que para ti soy incondicional, que me tienes como un cazador con el azor al puño, ¿podrás dejar atrás tu odio, podras dejarme reparar el daño, revivir con creces aquel timido beso de la ultima noche, de delvorte un poco de vida a ese corazón que ya no plapita?-asentí con la cabeza, cerrrando los ojos suspirando lentamente -Yo reconozco que... necesito de ambos a mi lado ¿Y es a la fuerza que solo el ganador se lo lleve todo, acaso debe terminar así el juego, o alguién de nosotros tres en esta noche de luna brillante y redonda que esbozo los fantasmas de nuestro pasado debe morir para no sufir?-.

Stefano tenía razón todo estaba aclarado ya, lo que había originado todo ese pesado pasado había sido revelado, quede viendo fijamente al piso, las dos sombras que me criaron y me crearon ahora estaban separadas por mi culpa, mi corazón ya no entedía la nobleza ni el perdón, no me dictaba respuesta pero quizá podía encontrar una voz que me guiara al lado de los dos -No creo que.... seas solo ti Stefano al que te convierta en un cazador con el azor afianzado al su puño, Alessandro esta también con el corazón en el puño abierto- asentí con la cabeza -Tengo el corazón de piedra, pulido por las manos prejuciosas de la sociedad y terminado de esculpir por los sueños que mate por ustedes, más no puedo culparles por la vida futura que me forje- los acerque hacia mi tomandolos por su antebrazo -No siento nada que no sea rencor, pero quizá al lado de los dos vuelva a encontrar la voz que me guio y que me amo, las suyas..., si de algo sirve me ofrezco a que con mi sangre y la piedra de la que esta construida mi alma tape las grietas y sane las heridas que yo cause- guarde silencio, me acercandome a Alessandro -Por ti el infierno es deseo eterno- luego me acerque al oido de Stefano y le susurré -Por ti siento amor tan enfermo, por los dos siento una daga que me atraviesa el pecho, ayudenme a sacarle de ahí- asentí con la cabeza -Los tres podremos ganar algo, los tres podemos regresar a ser lo que eramos a recuperarnos entre nosotros, quero ser de los dos...- me acerque a Stefano y le bese haciendo lo mismo con Alessandro -Llevenme a donde ustedes vayan, conviertan este frío de nocturno, calor de amor, quiero ser lo liberado o lo prohibido pero suya, de los dos-, con esto aprendí que cuando las voces callan, cuando los fantasmas parecen hablar, es el tiempo justo en que dos seres unen sus almas en simbolo más puro del amor: un beso.

El contacto de sus labios con los mios, el sonido de estos cuando probaban la miel de los labios de Stefno y aquellas palabras que salieron de su alma y de su corazón petrficado me hizo sentir la ilusión de que no todo estaba perdido, de que allí en esa helada presencia había algo de calor inmortal que esperaba ser revivido por la historia que escribimos los tres y que yo había arruinado, esos besos fueron con absoluta pasión que no tuve más que estrecharle por un momento, besando sus oidos y su cuello, más que brindarle caricias y juguetear con su cabello por unos momentos, las sonrisas salieron de sus labios y de los míos al mismo tiempo -te voy a decir que nosotros somos los que pagaremos con creces el daño que pudimos hacerte durante tanto tiempo- tome sus manos y las coloque en su pecho -Y este corazón será el más orgulloso de todos por saber que tiene amor y calor de dos seres que la trataran como a la más grande de todas las reinas, con caricias y un nuevo comienzo este lapso de la historia quedará muy pronto enterrado en este lugar de tumbas y silencio-.
Nos miramos un par de segundos, mientras asentía con la cabeza afirmando lo que decía -No más mentiras, ya no más intrigas- por el bien de este clan, de esta nueva familia- como todo un caballero realice una reverencia marcada y solemne ante los dos -Lo prometo- dije mientras me levantaba contemplaba con orgullo mis dos pequeños querubines que se habían hecho ángeles, estos dos ángeles que no me daría el lujo de pener ahora que regresaban de nuevo a la casa que les vio crecer y aunque suene extraño los defenderé con la poca dignidad y alma que poseo... La vida comienza a patir de esta noche, aunque Stefano no dijo más sabía que en su silencio se hayaba el perdón y la fe de un nuevo inicio, de reconstruir nuestro hogar y de volver a la vida a Montserrat, ambos nos postramos a su lado haciendole reverencia y tomandola por el antebrazo, entre nieve, tumbas y luna se alejaron los fantasmas que formarían parte de un ciclo en el futuro incierto....