AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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We Move Lightly [Montserrat S. Brightman]
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We Move Lightly [Montserrat S. Brightman]
Avanzando siempre por el mismo sendero, miraba las hojas de los arboles caer una a una, mientras caminaba en su alfombra dorada, era un anuncio tierno del otoño, el aire pegaba en mi piel, atrevidamente se sentía libre, tanto frío en el aire, y yo sin poder dibujar una nube que me indicara que en mi cuerpo existía el calor… La verdad ya nada existía, mire al cielo cubierto por unas coquetas formas níveas, la luna en un esplendor mágico, como matizada de una niebla, era el frío. De costumbre di un respiro hondo, un suspiro de alivio, me sentía en mi ambiente, el abrigo que llevaba se ondeaba.
Las ventiscas estaban fuertes, por eso es que los humanos no invadían las calles parisinas y mucho menos en noches temibles como estas, pero ¿Qué hacia un vampiro como yo ahí?... Simplemente despejar mis pensamientos, mis ideas, salir de la cotidianidad, estaba disfrutando de cada momento, la humedad que se formaba en los senderos empedrados rumbo a campo santo me encantaba, ese olor ha mojado sin que la lluvia tocase nada, me gustaba, me transportaba a aquellos bosques que yo añoraba en su matiz dorado. Podría imaginar el sol tocando todo a su alrededor.
Pero no me absorte en ello, seguí firme con el rumbo, me gustaba sentarme junto a los pies de un ángel de mármol que extendía sus alas y sus plegarías al cielo, esas manos finas cruzándose en forma de ruego, mirando al vacío, porque el infinito y cristalino cielo lo paralizo rezando eternamente hasta que su dios le escuchara… Me gustaba quedarme quieto ante la imponente figura, mientras dejaba que el poco viento, que el olor de las lechuzas, de los grillos y alguna otra criatura acompaña mi melodía, mi monologo que se escribía en mis pensamientos, mientras mis parpados se caían cerrando mis orbes azules como el cielo en primavera.
La inspiración me aguardaba en cualquier momento, así que allá iba con la tinta y la pluma mental que plasmaban letras en las hojas de mis pensamientos, cruce el campo santo, sin problema alguno, una pequeña expresión apareció en mi rostro, la describiría como una sonrisa, como un destello de alegría, como un gesto divino que el lugar me producía. Me adentre un poco más, pero observe con atención, cada vez había más cruces, más flores, más olores, más muertos, a su vez parecía una escena triste e insípida.
Levite con el viento a unos escasos centímetros del suelo, como si de una figura espectral se tratase, ladee el rostro sin expresión alguna, mientras ahí se encontraba ese ángel precioso, que se iluminaba con unos rayos celestes denotando la hermosura de sus rasgos. Me quede ensimismado por tal paisaje, pero a su vez como un eco divino, un canto acompaño la escena, una hermosa voz femenina, no estaba solo esa noche, me deje arrastrar por todo lo que acontecía, mientras centraba mis pensamientos en la voz.
Las ventiscas estaban fuertes, por eso es que los humanos no invadían las calles parisinas y mucho menos en noches temibles como estas, pero ¿Qué hacia un vampiro como yo ahí?... Simplemente despejar mis pensamientos, mis ideas, salir de la cotidianidad, estaba disfrutando de cada momento, la humedad que se formaba en los senderos empedrados rumbo a campo santo me encantaba, ese olor ha mojado sin que la lluvia tocase nada, me gustaba, me transportaba a aquellos bosques que yo añoraba en su matiz dorado. Podría imaginar el sol tocando todo a su alrededor.
Pero no me absorte en ello, seguí firme con el rumbo, me gustaba sentarme junto a los pies de un ángel de mármol que extendía sus alas y sus plegarías al cielo, esas manos finas cruzándose en forma de ruego, mirando al vacío, porque el infinito y cristalino cielo lo paralizo rezando eternamente hasta que su dios le escuchara… Me gustaba quedarme quieto ante la imponente figura, mientras dejaba que el poco viento, que el olor de las lechuzas, de los grillos y alguna otra criatura acompaña mi melodía, mi monologo que se escribía en mis pensamientos, mientras mis parpados se caían cerrando mis orbes azules como el cielo en primavera.
La inspiración me aguardaba en cualquier momento, así que allá iba con la tinta y la pluma mental que plasmaban letras en las hojas de mis pensamientos, cruce el campo santo, sin problema alguno, una pequeña expresión apareció en mi rostro, la describiría como una sonrisa, como un destello de alegría, como un gesto divino que el lugar me producía. Me adentre un poco más, pero observe con atención, cada vez había más cruces, más flores, más olores, más muertos, a su vez parecía una escena triste e insípida.
Levite con el viento a unos escasos centímetros del suelo, como si de una figura espectral se tratase, ladee el rostro sin expresión alguna, mientras ahí se encontraba ese ángel precioso, que se iluminaba con unos rayos celestes denotando la hermosura de sus rasgos. Me quede ensimismado por tal paisaje, pero a su vez como un eco divino, un canto acompaño la escena, una hermosa voz femenina, no estaba solo esa noche, me deje arrastrar por todo lo que acontecía, mientras centraba mis pensamientos en la voz.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 26/01/2011
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Re: We Move Lightly [Montserrat S. Brightman]
El sendero, el viento, las hojas color oro, hermosa noche de otoño, la pronta llegada de la brisa invernal podia olerse...
Una, noche y un firmamento, dignos testigos de mis andansas desde de que llegue a París, ¿Me preguntaba esta noche abria una anecdota interesante que vivir o solo la antigua oscuridad, nueva amiga mía.
La pronta tentación de ir al cementerio nacio de mi interior ¿Por qué? ese era el gran misterio.
Después de un largo caminar llegue a aquel camposanto, la reja descuidada y estropeada no daba la completa seguridad a los que descansaban allí, algún ladrón padria robar hasta las flores que decoraban sus tumbas aunque ya estuviesen marchitas, ¡Humanos siempre tan inhumanos!.
Comencé a caminar por el sendero color oro, muy semejante al sol, mis pasos eran suaves, y sigilosos.
Volteaba mi cabeza de un lado a otro, de arriba a abajo, admirando el fino arte que decoraba cada cripta, muchas llenas de polvo, pero igual bellas, se admiraban en el espejo color verde de las urbes de mis ojos.
Al fin me detuve a mitad de aquel sendero y tome asiento bajo la enorme escultura de un ángel hincado con las manos entrelasadas y las alas abiertas implorando al señor, como una desquisiada que habla sola le dije a aquel pedazo de roca blanca pulida
-¿Por quién implorás?, por mí, que soy como tú, pero condenado a la oscuridad, ¿o... por el que yace aquí que nos es como tú, pero puede ser condenado o un glorioso de lleno de luz?, anda contesta, tan siquiera finje escucharme de acuerdo, aun falta horas para el amanecer-
Otra brisa cubierta de hojas, acaricio mi rostro, en realidad solo me dio el aviso de que no estaba sola, había alguien más y no era precisamente humano.
Me puse en pie y seguí el curso de mi camino hasta llegar hasta aquel desconocido, mi voz habia llamado su atención, concentraba su mente hasta aquella mi hermosa voz, al menos los dos sabíamos que teniamos compañía mutuamente.
Después de observarlo detalladamente, me dio curiosidad saber que hacia exactamente llo mismo que yo, sentado bajo los pies de un ángel similar al que estaba hace unos momentos, la diferencia es que el no le hablaba, solo escuchaba los sonidos de la naturaleza oscura.
Me atreví a salir de mi escondite, una cruz frente a un ángel, ¡Vaya curiosidad!
Hable despacio y suave -Sabe yo suelo hablar con ellos- él me observo fijamente y sorprendido quizá por descubrir que era yo la dueña de aquella melodiosa voz, -me refiero a las esculturas de ángeles misericordiosos- continúe -Segurmente le parece una tontería, para mi no, me gusta recordarles si es que me oyen, que soy... un ángel que se perdio de su rebaño- Mis palabras salían de mi labios, mientras mis heladas manos acariciaban la tunica esculpida en la roca -Soy tan descortes, mi nombre es Montserrat Shapplin Brightman y ¿usted es misterioso y apuesto caballero oscuro?-
Puse una mano sobre mi cuello pensando, esta sin duda alguna será una incierta y maravillosa experiencia fuera de la rutina...
Una, noche y un firmamento, dignos testigos de mis andansas desde de que llegue a París, ¿Me preguntaba esta noche abria una anecdota interesante que vivir o solo la antigua oscuridad, nueva amiga mía.
La pronta tentación de ir al cementerio nacio de mi interior ¿Por qué? ese era el gran misterio.
Después de un largo caminar llegue a aquel camposanto, la reja descuidada y estropeada no daba la completa seguridad a los que descansaban allí, algún ladrón padria robar hasta las flores que decoraban sus tumbas aunque ya estuviesen marchitas, ¡Humanos siempre tan inhumanos!.
Comencé a caminar por el sendero color oro, muy semejante al sol, mis pasos eran suaves, y sigilosos.
Volteaba mi cabeza de un lado a otro, de arriba a abajo, admirando el fino arte que decoraba cada cripta, muchas llenas de polvo, pero igual bellas, se admiraban en el espejo color verde de las urbes de mis ojos.
Al fin me detuve a mitad de aquel sendero y tome asiento bajo la enorme escultura de un ángel hincado con las manos entrelasadas y las alas abiertas implorando al señor, como una desquisiada que habla sola le dije a aquel pedazo de roca blanca pulida
-¿Por quién implorás?, por mí, que soy como tú, pero condenado a la oscuridad, ¿o... por el que yace aquí que nos es como tú, pero puede ser condenado o un glorioso de lleno de luz?, anda contesta, tan siquiera finje escucharme de acuerdo, aun falta horas para el amanecer-
Otra brisa cubierta de hojas, acaricio mi rostro, en realidad solo me dio el aviso de que no estaba sola, había alguien más y no era precisamente humano.
Me puse en pie y seguí el curso de mi camino hasta llegar hasta aquel desconocido, mi voz habia llamado su atención, concentraba su mente hasta aquella mi hermosa voz, al menos los dos sabíamos que teniamos compañía mutuamente.
Después de observarlo detalladamente, me dio curiosidad saber que hacia exactamente llo mismo que yo, sentado bajo los pies de un ángel similar al que estaba hace unos momentos, la diferencia es que el no le hablaba, solo escuchaba los sonidos de la naturaleza oscura.
Me atreví a salir de mi escondite, una cruz frente a un ángel, ¡Vaya curiosidad!
Hable despacio y suave -Sabe yo suelo hablar con ellos- él me observo fijamente y sorprendido quizá por descubrir que era yo la dueña de aquella melodiosa voz, -me refiero a las esculturas de ángeles misericordiosos- continúe -Segurmente le parece una tontería, para mi no, me gusta recordarles si es que me oyen, que soy... un ángel que se perdio de su rebaño- Mis palabras salían de mi labios, mientras mis heladas manos acariciaban la tunica esculpida en la roca -Soy tan descortes, mi nombre es Montserrat Shapplin Brightman y ¿usted es misterioso y apuesto caballero oscuro?-
Puse una mano sobre mi cuello pensando, esta sin duda alguna será una incierta y maravillosa experiencia fuera de la rutina...
Montserrat Vasari- Vampiro Clase Media
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Re: We Move Lightly [Montserrat S. Brightman]
Sin dudas, la misteriosa briza había traído a mí a una mujer, su voz y belleza se reflejaban en esa noche fría de otoño, era como si las lapidas y el viento se pusieran de acuerdo para regalar una melodía desde el profundo suelo donde residían, el viento me jugaba a menear las telas del abrigo, era hermoso llegar a un lugar así y ser recibido con el canto tintineante de una mujer que hablaba con las figuras hermosas que los humanos se empeñaban en crear y tallar para ponerlas bien en alto. – Esta es mi favorita -Añadí cuando menciono aquello, observe al ángel, parecía diferente con ese toque contento, como si el canto de aquella musa le hubiera de vuelto un poco de alegría. – No, me parece una tontería, yo adoro ponerme a sus pies, para que juntos echemos nuestros pensamientos al firmamento, esperando siempre que alguien escuche nuestras plegarias… Eso debe ser una locura también – camine donde ella,…
El ambiente se sentía tan bien, golpeándonos con el olor a naturaleza y tierras húmedas, el otoño jugaba a pintarlo todo de dorado, de un verde crudo y seco y marchitaba la belleza de verano. Las hojas de los árboles llegaban hasta nuestros pies, con ella el viento juguetón le revolvía los cabellos. Me acerque y ose a tomarle de la mano, depositando un beso en su torso. – Asagi Dunkelheit Madame – sonreí al mirarle y encontrarme con esos sensuales orbes. – Debo decir que su voz es la más hermosa que he escuchado. En este lugar le da ese toque tan especial – asentí con la cabeza, mirando las lapidas, escuchando el sonido que algunos animales nocturnos se empeñaban a cantar en medio de la muerte…
El ambiente se sentía tan bien, golpeándonos con el olor a naturaleza y tierras húmedas, el otoño jugaba a pintarlo todo de dorado, de un verde crudo y seco y marchitaba la belleza de verano. Las hojas de los árboles llegaban hasta nuestros pies, con ella el viento juguetón le revolvía los cabellos. Me acerque y ose a tomarle de la mano, depositando un beso en su torso. – Asagi Dunkelheit Madame – sonreí al mirarle y encontrarme con esos sensuales orbes. – Debo decir que su voz es la más hermosa que he escuchado. En este lugar le da ese toque tan especial – asentí con la cabeza, mirando las lapidas, escuchando el sonido que algunos animales nocturnos se empeñaban a cantar en medio de la muerte…
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: We Move Lightly [Montserrat S. Brightman]
Viento, hojas, lapidas y un caballero frente a mí, vaya tretas interesantes las que me juega el destino.
Me alegraba saber que mi pensamiento de hablar u orar con las esculturas de marmol ornamentando las tumbas no era una tonteria y que otros hicieran exavtamente los mismo.
El viento revolvia mi cabello, mientras que el abrigo del misterioso caballero bailaba a su ritmo, vaya brisa lo hacia ver más interesante y.. seductor, pronto tomo mi mano y beso mi torso, levanto su rostro mientras menconaba su nombre, Asagi, Asagi Dunkelheit, me limite a sentir con la cabeza, aquel vampirico ser alababa mi voz parecia, era de su agrado, quiza despues de todo tenia razón muchos me dicen tiene algo que la diferencia y la hace hermosa.
Le esboce una ligera sonrisa mientras empece a pronunciar -Me halaga usted Asagi, más sin embargo- lo admire de arriba a abajo -usted no se queda atrás apuesto caballero, se me figura como la escultura que ora con usted o aquella en la que me encontraba, solo que usted repira, siente, se mueve y me observa en estos momentos- el unico ojo que mostraba me miraba con cierto misterio, el otro estaba cubierto por un poco de su cabello negro como el firmamento, el color de su ojo, era semejante al color del cielo que si bien ya no podía ver de dia en su orbe volvía a recordarlo.
-Que le parece caminamos un poco y de esa forma podemos admirar otros...angeles-voltee a verlo ccon un aire de seducción en mi voz y un gesto gentil y delicado.
Nuestros pasos comenzaron a ser marcados por el crujir de las hojas que tapisaban como alfombra un pequeño sendero que dividía al cementerio en dos.
Observaba las esculturas tanto de un lado como del otro, a veces discretamente le veia, sinceramente me atraía, el silencio se apodero por unos instantes, se escuchaban a las lechusas a lo lejos, los dos mirabamos al frente, probablemente pensando quíen era el que teniamos al lado como acompañante.
Pronto decidi romper el silencio, al llegar a una escultura que tenia por diseño a una joven cobijada por las alas de un ángel, detuve mis pasos el continuo hasta percatarse ya no estar con él -Mire creación tan divina por manos humanas, sabe esta figura me recuerda a mí, probablemente no me crea o tal vez lo dedusca pero en esta" vida" soy en verdad joven, dos años de existencia no son muchos para nutrir experiencias- Suspire -Yo encierro tantos recuerdos infelices en mi vida mortal, que ahora quiero experimentar la oscuridad y por que no decirlo darle rienda suelta a mi diversión, a parte de disfrutar el arte, es por eso que estoy aquí en el cementerio y en... París y ¿usted a que se debe su visita?- El me esbozaba una sonrisa confortante parecía ineresado, nuestras miradas se encontraban, separe un poco del cabello que me habia cubierto el rostro y lo torcí entre mis dedos, mientras el se acomodaba el cuello del abrigo, el viento cada vez era mas fuerte, las hojas color dorado volaban entre el espacio que nos separaba, pero no importaba esta era por muchas razones la noche más misteriosa de mi "vida"...
Me alegraba saber que mi pensamiento de hablar u orar con las esculturas de marmol ornamentando las tumbas no era una tonteria y que otros hicieran exavtamente los mismo.
El viento revolvia mi cabello, mientras que el abrigo del misterioso caballero bailaba a su ritmo, vaya brisa lo hacia ver más interesante y.. seductor, pronto tomo mi mano y beso mi torso, levanto su rostro mientras menconaba su nombre, Asagi, Asagi Dunkelheit, me limite a sentir con la cabeza, aquel vampirico ser alababa mi voz parecia, era de su agrado, quiza despues de todo tenia razón muchos me dicen tiene algo que la diferencia y la hace hermosa.
Le esboce una ligera sonrisa mientras empece a pronunciar -Me halaga usted Asagi, más sin embargo- lo admire de arriba a abajo -usted no se queda atrás apuesto caballero, se me figura como la escultura que ora con usted o aquella en la que me encontraba, solo que usted repira, siente, se mueve y me observa en estos momentos- el unico ojo que mostraba me miraba con cierto misterio, el otro estaba cubierto por un poco de su cabello negro como el firmamento, el color de su ojo, era semejante al color del cielo que si bien ya no podía ver de dia en su orbe volvía a recordarlo.
-Que le parece caminamos un poco y de esa forma podemos admirar otros...angeles-voltee a verlo ccon un aire de seducción en mi voz y un gesto gentil y delicado.
Nuestros pasos comenzaron a ser marcados por el crujir de las hojas que tapisaban como alfombra un pequeño sendero que dividía al cementerio en dos.
Observaba las esculturas tanto de un lado como del otro, a veces discretamente le veia, sinceramente me atraía, el silencio se apodero por unos instantes, se escuchaban a las lechusas a lo lejos, los dos mirabamos al frente, probablemente pensando quíen era el que teniamos al lado como acompañante.
Pronto decidi romper el silencio, al llegar a una escultura que tenia por diseño a una joven cobijada por las alas de un ángel, detuve mis pasos el continuo hasta percatarse ya no estar con él -Mire creación tan divina por manos humanas, sabe esta figura me recuerda a mí, probablemente no me crea o tal vez lo dedusca pero en esta" vida" soy en verdad joven, dos años de existencia no son muchos para nutrir experiencias- Suspire -Yo encierro tantos recuerdos infelices en mi vida mortal, que ahora quiero experimentar la oscuridad y por que no decirlo darle rienda suelta a mi diversión, a parte de disfrutar el arte, es por eso que estoy aquí en el cementerio y en... París y ¿usted a que se debe su visita?- El me esbozaba una sonrisa confortante parecía ineresado, nuestras miradas se encontraban, separe un poco del cabello que me habia cubierto el rostro y lo torcí entre mis dedos, mientras el se acomodaba el cuello del abrigo, el viento cada vez era mas fuerte, las hojas color dorado volaban entre el espacio que nos separaba, pero no importaba esta era por muchas razones la noche más misteriosa de mi "vida"...
Montserrat Vasari- Vampiro Clase Media
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Re: We Move Lightly [Montserrat S. Brightman]
La coquetearía era un idioma elegante que podía despertar las más bajas pasiones y en esa noche mística, en ese firmamento lleno de nostalgia podía sentirlo, la dama a mi lado se dejaba llevar por las ráfagas del viento quien nos mecía latosamente en su brazos, me quede observando cada lapida, la muerte era un sueño maravilloso que no pude alcanzar era una bendición y maldición con el paso del tiempo, pero sobrevivía con ello, aprendía a hacerlo, quisiera o no.
Escuchaba a las criaturas nocturnas invitarnos a un sueño, aun melodía, con la más hermosa voz femenina, me deje guiar por cada palabra, por cada gesto y cada vibración vocal, musiva bajito un sonido que quizá el piano me podría otorgar era ella una musa de inspiración una vampiresa. El hombre dibuja y crea imágenes que son hermosas, que son divinas y me hacen sentir en un paraíso, siendo arrastrado a cualquier lugar, en este mundo donde la gente vive apresuradamente algunos cuanto se detienen a preservar lo más hermoso en una piedra de mármol que hacia compañía a los muertos en todo momento, en grandes figuras que competían con ser las más hermosas, sin dudas estábamos rodeados de un arte más allá de cualquier alcance y me preguntaba si los ángeles eran tan cual los pintaban o esculpían.
Asentí cuando me propuso aquello, clavando mis orbes en su frágil figura, cerré los ojos por un momento mis pies apenas tocaban el suelo, mientras seguía inmiscuyéndome en las memorias que estaban grabadas en las lapidas, unas simples palabras para un larga vida, que irónico, eso era lo que representaban los humanos, un parpadeo fugaz y nada más.
-Es una vampiresa joven y el cobijo de la muerte no lo tuvo como muchos de nosotros, se nos fue negadas esas puertas, ese descanso eterno… - sonríe y dirigí mi mirada a la joven de piedra, experimentar, la curiosidad lleva al ser humano a entregar su vida misma, pero los recuerdos deben ser gratos, sean bueno o malos, siempre hay que aprender de ellos, sonríe, no quería entrar en controversia. – Mi visita, era un escaparate, se volvió un amor enfermizo que me detuvo de ser un noble viajero, y solo eso es mi motivo, un amor enfermizo entre dos noctámbulos, tal como la luna y la oscuridad… -sonríe un poco avergonzado, no pude evitar decir aquello, pues era la verdad.
Escuchaba a las criaturas nocturnas invitarnos a un sueño, aun melodía, con la más hermosa voz femenina, me deje guiar por cada palabra, por cada gesto y cada vibración vocal, musiva bajito un sonido que quizá el piano me podría otorgar era ella una musa de inspiración una vampiresa. El hombre dibuja y crea imágenes que son hermosas, que son divinas y me hacen sentir en un paraíso, siendo arrastrado a cualquier lugar, en este mundo donde la gente vive apresuradamente algunos cuanto se detienen a preservar lo más hermoso en una piedra de mármol que hacia compañía a los muertos en todo momento, en grandes figuras que competían con ser las más hermosas, sin dudas estábamos rodeados de un arte más allá de cualquier alcance y me preguntaba si los ángeles eran tan cual los pintaban o esculpían.
Asentí cuando me propuso aquello, clavando mis orbes en su frágil figura, cerré los ojos por un momento mis pies apenas tocaban el suelo, mientras seguía inmiscuyéndome en las memorias que estaban grabadas en las lapidas, unas simples palabras para un larga vida, que irónico, eso era lo que representaban los humanos, un parpadeo fugaz y nada más.
-Es una vampiresa joven y el cobijo de la muerte no lo tuvo como muchos de nosotros, se nos fue negadas esas puertas, ese descanso eterno… - sonríe y dirigí mi mirada a la joven de piedra, experimentar, la curiosidad lleva al ser humano a entregar su vida misma, pero los recuerdos deben ser gratos, sean bueno o malos, siempre hay que aprender de ellos, sonríe, no quería entrar en controversia. – Mi visita, era un escaparate, se volvió un amor enfermizo que me detuvo de ser un noble viajero, y solo eso es mi motivo, un amor enfermizo entre dos noctámbulos, tal como la luna y la oscuridad… -sonríe un poco avergonzado, no pude evitar decir aquello, pues era la verdad.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: We Move Lightly [Montserrat S. Brightman]
Sus palabras me causaban cierta atracción, poco a poco me seducía con ese aire de misterio y de delicadeza en sus palabras.... ¡Ah seduccón es un juego que la moyoria de la estrirpe utiliza para sentirse humanos o engañar a su comida dando como resultado el placer, pero con el era todo distinto...
Interesante era el motivo de su visita, ante cada sonrisa me contagiaba, y esbozaba una tambien.
Solo caminabamos, extrañamente no veia nada que no fuera a él lo analizaba y mientras lo hacia mas me interesaba, menuda sorpresa fue al ver su verguenza ante algo que a mi me parecio acertado y de cierta manera hermosas palabras que no en cualquier parte hayan acomodo.
-Vamos monseuir- decia mientras regresaba mi vista al frente -no tiene porque avergonzarse de lo que diga así se verdad o mentira en su caso yo se que es verdad, lo noto en su gesto de su amor... enfermizo, como le explicare son un cumulo de pensamientos que no siempre son dichos por nosotros y cuando los decimos es dificil que hayen acomodo en alguno pero en muchos el recuerdo de palabras legendarias persiste- le esbocé una sonrisa y detuve mi paso - Por ejemplo- señale una de las tantas figuras de marmol al parecer perteneciente a un violinista, debajo de aquel angel tocando el violin con una hermosa cara piadosa se encontraba un inscipción algo enpolvada, le retire las hojas secas y dije - estas palabras estan olvidadas por quien las escribio y quien mando grabarlas, mas para quien las lea es muy dificil que se le olvide por la belleza de lo escrito- segui caminando, el siguio mi paso sin dejar de ver la lapida que poco a poco dejabamos atras -Creeame monseuir, sus palabras son música para mis oidos-.
Ante su argumento de este don oscuro que había poseido y la juventud ante la longeba eternidad conteste -Oh meonseuir, bien es cierto que no adquiri el cobijo de la madre noche como la mayoría pero debo disfrutar de esto que ahora poseo por muy joven que sea, mi vida mortal, sinceramente fue un desperdicio, además, tiene dos años de no ver a mis creadores, no se más que lo basico para sobrevivir, la mayoría de mis conocimientos los he ido adquiriendo sola considro que después de traumaticas y dañinas consecuencias de mis aprendizajes una noche de tranquilidad en un campo santo me hes de utilidad para inspirarme a crear lo unico que mi mundo conforma: el arte, el canto y la música es la razón de mi visita, pero por extraño que paresca siempre que llego a un lugar nuevo puesto que soy recién llegada a París encuentro criaturas y aventuras interesantes- guarde silencio y segui caminando con mi vista al frente que pronto se desvio a mi lado donde el se hallaba -Y... mi instinto me dicta que esta noche con un firmamento tan bello siendo otoño tampoco será las ecepción- lo observe de arriba a abajo y arquee la ceja fijandome en sus hipnotizantes orbes.
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P.D ¡Felicidades por tu lugar como personaje del mes!, Un saludo.
Interesante era el motivo de su visita, ante cada sonrisa me contagiaba, y esbozaba una tambien.
Solo caminabamos, extrañamente no veia nada que no fuera a él lo analizaba y mientras lo hacia mas me interesaba, menuda sorpresa fue al ver su verguenza ante algo que a mi me parecio acertado y de cierta manera hermosas palabras que no en cualquier parte hayan acomodo.
-Vamos monseuir- decia mientras regresaba mi vista al frente -no tiene porque avergonzarse de lo que diga así se verdad o mentira en su caso yo se que es verdad, lo noto en su gesto de su amor... enfermizo, como le explicare son un cumulo de pensamientos que no siempre son dichos por nosotros y cuando los decimos es dificil que hayen acomodo en alguno pero en muchos el recuerdo de palabras legendarias persiste- le esbocé una sonrisa y detuve mi paso - Por ejemplo- señale una de las tantas figuras de marmol al parecer perteneciente a un violinista, debajo de aquel angel tocando el violin con una hermosa cara piadosa se encontraba un inscipción algo enpolvada, le retire las hojas secas y dije - estas palabras estan olvidadas por quien las escribio y quien mando grabarlas, mas para quien las lea es muy dificil que se le olvide por la belleza de lo escrito- segui caminando, el siguio mi paso sin dejar de ver la lapida que poco a poco dejabamos atras -Creeame monseuir, sus palabras son música para mis oidos-.
Ante su argumento de este don oscuro que había poseido y la juventud ante la longeba eternidad conteste -Oh meonseuir, bien es cierto que no adquiri el cobijo de la madre noche como la mayoría pero debo disfrutar de esto que ahora poseo por muy joven que sea, mi vida mortal, sinceramente fue un desperdicio, además, tiene dos años de no ver a mis creadores, no se más que lo basico para sobrevivir, la mayoría de mis conocimientos los he ido adquiriendo sola considro que después de traumaticas y dañinas consecuencias de mis aprendizajes una noche de tranquilidad en un campo santo me hes de utilidad para inspirarme a crear lo unico que mi mundo conforma: el arte, el canto y la música es la razón de mi visita, pero por extraño que paresca siempre que llego a un lugar nuevo puesto que soy recién llegada a París encuentro criaturas y aventuras interesantes- guarde silencio y segui caminando con mi vista al frente que pronto se desvio a mi lado donde el se hallaba -Y... mi instinto me dicta que esta noche con un firmamento tan bello siendo otoño tampoco será las ecepción- lo observe de arriba a abajo y arquee la ceja fijandome en sus hipnotizantes orbes.
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P.D ¡Felicidades por tu lugar como personaje del mes!, Un saludo.
Montserrat Vasari- Vampiro Clase Media
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Re: We Move Lightly [Montserrat S. Brightman]
Enigmática y letal, así podría describirla esa noche, así me llagaban las palabras para cual tan perfecta descripción, lo que me sorprendía tanto es que ahora se aceptaba tal cual era ¿Qué había sido de la humanidad?, siendo arrastrados cada vez a los ‘misterios’ de este pequeño universo, me paralizaba la idea, pero todo iba evolucionando, lo que a mí parecía avergonzarme para ella, era algo tan natural, como una musa preciosa de la noche, con ese mítico tinte en sus palabras y en cada uno de sus gestos se dibujaba una hermosa mortalidad como nunca a nadie se la conocí, era la primera vez que una especie de cautiverio colmo mis sentidos por completo.
Amor, hablaba del tema como una especie de arte, pocos, solo pocos sabían cómo se sentía aquello, amar de una forma que poco a poco se va extinguiendo en todo lo material, era el firmamento el que nos veía de una forma impresionante, como alhajando a los noctámbulos seres que nos poseían. – Para todo dama hermosa de la noche tiene una hermosa poesía y no sabe lo satisfecho que mis sentidos se sienten… pero de alguna manera todo en este pequeño cielo es enfermizo… -alce la vista, sin darme cuenta, perdiéndome en la sensación que recorrían en mis venas al caminar por aquel tétrico lugar.
Observe al violinista, me recordaba a alguien, cuya poesía hacia que evocara recuerdos de los más bellos, que hermoso, podía escuchar las notas musicales de su instrumento en el viento, transportándoles directamente a mis oídos , meciéndonos en el aroma otoñal parisino. – Palabras, quizá olvidadas y no solo se olvidan las inscripciones, sino a las personas que yacen aquí - Me acerque quedado hombro a hombro con mi acompañante – Observe cuantas bellas palabras han sido sepultadas con la maleza…. Les han olvidado y nosotros seguimos aquí descifrando el misterio de lo que antes fueron.
-Así ¿Qué una desperdicio? - Musite suave descifrando gestos, palabras, había sobrevivido por instinto, yo no, había tenido esa educación desde la cuna, a beber a saber, eso me hizo admirarle, porque tuvo esa libertad, estaba aprendiendo mediante la bestia oscura que le albergaba desde esa transformación, si mi creador tampoco me enseño, huyo, desapareció y quizá esté vivo, pero no fue porque quisiera, sin embargo no me quede varado, tuve a otro noctambulo a mi lado y ambos armados con lo que nos fue proporcionado, sobrevivimos… - Es muy valeroso de su parte aventurarse a esto, quizá si cometemos errores en los primeros años de ‘bebedores’, pero aprendemos, con el tiempo… De verdad me alegra que tenga esa libertad y poco a poco ira aprendiendo… desarrollándose mediante instintos. – sonríe ante su ultimo comentario, ¿Qué podría yo brindarle esta noche? – Espero que su instinto no se equivoque… - me acerque un poco más, acortando la distancia, quedando frente a ella y clave más mis orbes quería llevarle a esas aguas profundas.
{Muchas gracias un saludo}
Amor, hablaba del tema como una especie de arte, pocos, solo pocos sabían cómo se sentía aquello, amar de una forma que poco a poco se va extinguiendo en todo lo material, era el firmamento el que nos veía de una forma impresionante, como alhajando a los noctámbulos seres que nos poseían. – Para todo dama hermosa de la noche tiene una hermosa poesía y no sabe lo satisfecho que mis sentidos se sienten… pero de alguna manera todo en este pequeño cielo es enfermizo… -alce la vista, sin darme cuenta, perdiéndome en la sensación que recorrían en mis venas al caminar por aquel tétrico lugar.
Observe al violinista, me recordaba a alguien, cuya poesía hacia que evocara recuerdos de los más bellos, que hermoso, podía escuchar las notas musicales de su instrumento en el viento, transportándoles directamente a mis oídos , meciéndonos en el aroma otoñal parisino. – Palabras, quizá olvidadas y no solo se olvidan las inscripciones, sino a las personas que yacen aquí - Me acerque quedado hombro a hombro con mi acompañante – Observe cuantas bellas palabras han sido sepultadas con la maleza…. Les han olvidado y nosotros seguimos aquí descifrando el misterio de lo que antes fueron.
-Así ¿Qué una desperdicio? - Musite suave descifrando gestos, palabras, había sobrevivido por instinto, yo no, había tenido esa educación desde la cuna, a beber a saber, eso me hizo admirarle, porque tuvo esa libertad, estaba aprendiendo mediante la bestia oscura que le albergaba desde esa transformación, si mi creador tampoco me enseño, huyo, desapareció y quizá esté vivo, pero no fue porque quisiera, sin embargo no me quede varado, tuve a otro noctambulo a mi lado y ambos armados con lo que nos fue proporcionado, sobrevivimos… - Es muy valeroso de su parte aventurarse a esto, quizá si cometemos errores en los primeros años de ‘bebedores’, pero aprendemos, con el tiempo… De verdad me alegra que tenga esa libertad y poco a poco ira aprendiendo… desarrollándose mediante instintos. – sonríe ante su ultimo comentario, ¿Qué podría yo brindarle esta noche? – Espero que su instinto no se equivoque… - me acerque un poco más, acortando la distancia, quedando frente a ella y clave más mis orbes quería llevarle a esas aguas profundas.
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Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: We Move Lightly [Montserrat S. Brightman]
Sonreia ante los alhagos que a mí se referían, vaya que este caballero sabía ser un profundo misterio, eso me era del todo seductor y de mi agrado.
-Gracias, me alhaga en verdad aunque solo he sido un ser que sin ambajes desea robarle inspiración a la tristeza-respondí a sus elogios.
Su primer comentario ante mi discurso poetiso decidi contestar -Tiene usted tanta razón, quizá nosotros como seres condenados estas palabras y si bien no a las personas fisicamente sino su lápida se graban en nuestra memoria por el simple hecho de no haber conocido el dulce sueño de la muerte, pero ellos que día a día son comida de gusanos y vueltos polvo, qizá se sienten agradecidos por llevarlos en el recuerdo, sin embargo considero ya nos les preocupa donde esten en el cielo o en mismo infierno estaran mejor que en este mundo ambisioso y envenenado por todos su habitantes incluyendo los mas "santos", mientras que su familia piensa sus difuntos tendrán redención y descanso al elebar sus alabanzas al señor y con ello ganar indulgencias ¡Vaya paradoja, si supieran que hacen mas mal al olvidarse de los que "amaron", a los de su sangre- reí -es mi punto de vista, yo con el simple hecho de conocer la palabra bondad y su significado me considero benevolente, pero para ellos para los humanos su historia y razón es diferente-
Primero cuestiono y subrayo algunas de mis palabras, era extraño nunca nadie me había reconocido el valor de haber aprendido por mi cuenta, me limite a esbozar una sincera sonrisa observando el firmamento y suspirando - Así es, mi mortalidad fue un desperdicio, tantos años enjaulada, sin descubrir mi entorno, que belleza era oculta tras la ventana y anhelada asomada en mis lagrimas, ahora puedo verla con ojos malditos que ven la belleza del mundo en un edén salvaje no explorado, quiza mis hazañas desde mi nacimiento oscuro han sido valerosas, más sin embargo, estoy conciente de que aun me falta aprender tantas cosas, como bien lo dijo usted, por esos elementos tan naturales y oscuros como los que proprciona el instinto y mejor aun si son reforzados por seres como usted-
-Le aseguro a usted mi instinto no se equivocara- dije mientras mi mirada se sntraba cada vez más hasta el punto de embeleserme. atrevi a levantar mi mano y acariciar su brazo y recorrio subiendo a su hombro llegando despues a aquella parte del rostro que tenía descubierto.
Se sentía tan liso y perfecto era una snsación nueva y me agrado, por un momento le sorei si decir palabra alguna, cual rafaga separe mi mano de su rostro y la puse en mis labios, mostrando mi pena por haberle tocado sin que el consintiese a,gache mi la mirada, tenerlo frente a mi y bastante cerca me era emocionante e inspirador. -Lo siento, debi a ver preguntado primero- no se que expresión tenía no lo voltee a verle, mi cabello cubrio mi rostro a la orden del viento.
-Gracias, me alhaga en verdad aunque solo he sido un ser que sin ambajes desea robarle inspiración a la tristeza-respondí a sus elogios.
Su primer comentario ante mi discurso poetiso decidi contestar -Tiene usted tanta razón, quizá nosotros como seres condenados estas palabras y si bien no a las personas fisicamente sino su lápida se graban en nuestra memoria por el simple hecho de no haber conocido el dulce sueño de la muerte, pero ellos que día a día son comida de gusanos y vueltos polvo, qizá se sienten agradecidos por llevarlos en el recuerdo, sin embargo considero ya nos les preocupa donde esten en el cielo o en mismo infierno estaran mejor que en este mundo ambisioso y envenenado por todos su habitantes incluyendo los mas "santos", mientras que su familia piensa sus difuntos tendrán redención y descanso al elebar sus alabanzas al señor y con ello ganar indulgencias ¡Vaya paradoja, si supieran que hacen mas mal al olvidarse de los que "amaron", a los de su sangre- reí -es mi punto de vista, yo con el simple hecho de conocer la palabra bondad y su significado me considero benevolente, pero para ellos para los humanos su historia y razón es diferente-
Primero cuestiono y subrayo algunas de mis palabras, era extraño nunca nadie me había reconocido el valor de haber aprendido por mi cuenta, me limite a esbozar una sincera sonrisa observando el firmamento y suspirando - Así es, mi mortalidad fue un desperdicio, tantos años enjaulada, sin descubrir mi entorno, que belleza era oculta tras la ventana y anhelada asomada en mis lagrimas, ahora puedo verla con ojos malditos que ven la belleza del mundo en un edén salvaje no explorado, quiza mis hazañas desde mi nacimiento oscuro han sido valerosas, más sin embargo, estoy conciente de que aun me falta aprender tantas cosas, como bien lo dijo usted, por esos elementos tan naturales y oscuros como los que proprciona el instinto y mejor aun si son reforzados por seres como usted-
-Le aseguro a usted mi instinto no se equivocara- dije mientras mi mirada se sntraba cada vez más hasta el punto de embeleserme. atrevi a levantar mi mano y acariciar su brazo y recorrio subiendo a su hombro llegando despues a aquella parte del rostro que tenía descubierto.
Se sentía tan liso y perfecto era una snsación nueva y me agrado, por un momento le sorei si decir palabra alguna, cual rafaga separe mi mano de su rostro y la puse en mis labios, mostrando mi pena por haberle tocado sin que el consintiese a,gache mi la mirada, tenerlo frente a mi y bastante cerca me era emocionante e inspirador. -Lo siento, debi a ver preguntado primero- no se que expresión tenía no lo voltee a verle, mi cabello cubrio mi rostro a la orden del viento.
Montserrat Vasari- Vampiro Clase Media
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Re: We Move Lightly [Montserrat S. Brightman]
Había hecho un gesto tan personal, que me desagradaba y era ‘el que alguien se atreviera a tocarme’ pero… Sí eso era completamente nuevo, claro yo no podía sentir, no podía desagradarme tener el tacto de una dama hermosa y poética como aquella diosa, no claro que no, me detuve en seco haciendo que ella se detuviera y me plante frente a frente, quien me conociera aseguraría no viviría para contarlo, pero esta vez todo tomo un giro sorprendente, un toque mágico y especial, era aquello, su calidez, un ser apenas creado quien osaba a tocarme.
-No se preocupe – susurre, con voz casi amable, con ese timbre llevado de la mano con entusiasmo, tome su rostro entre mis manos observando hermosos iris que se combinaban con el firmamento de la noche, ¿Qué tenía esa dama de especial para dejarle tocarme?, quizá me estaba convenciendo de que su humanidad aún estaba ahí, siendo creada hace un par de años, podía oler el sol el su piel, su sufrimiento, sus sentimientos y tristezas como alegrías.
Acerque más la mirada a su tersa piel, ¿Tendría un poco de calor guardada?, su piel olía tan bien, su esencia y fragancia lastimaba de una manera gustativa a mis fosas nasales, no pude evitarlo, no puedo dejar de admirar la belleza que he encontrado en una fúnebre noche, nos parecemos y demasiado. – No se disculpe, solo míreme, amo su ser, aún cálido… Aún enigmático… Extrañamente excitante - ¡Ah! Claro, estaba coqueteando con esa jerga tan peculiar en mí, pero ya me encontraba de esa manera concentrado en ella. – No pida permiso…, no me ha molestado, usted me está cautivando, quizá esta sea una locura. – Me acerque un poco más, clavando mi mirada, susurrando con un timbre de voz pasional y perdido mientras bajaba la tonalidad de mis palabras, si, tal cual enamorado a su amante.
No es normal, no es correcto que se me cautive, pero lo han hecho, al conocerle me abre una herida que trae recuerdos, no puedo volver a la calma, no puedo tener alma que se estremezca ante tal incongruencia. – Usted está muerta, al igual que yo, no somos tan diferentes…., que bonita forma de reunir a dos muertos en un lugar así… - Baje la mirada a sus labios, el viento movía sus cabellos – Y así como a estos muertos los han abandonado quienes alguna vez les juraron amor, así estamos nosotros, pero le prometo que yo no olvidaré aquellas palabras que su lápida tiene gravada. – Claro me refería a cada palabra que intercambiábamos.
-Me enamorado de su bondad, de su manera de ver al mundo, estoy cayendo en el abismo de una emoción llamada locura y a su vez embelesamiento por usted… -sonríe antes de besar la comisura de sus labios, me quede así avanzando lento, cualquiera diría que ahora la invitaba a un baile tétrico entre muertos, moviéndonos lentamente como dos locos enamorados que se juran amarse hasta la muerte donde la muerte misma.
-No se preocupe – susurre, con voz casi amable, con ese timbre llevado de la mano con entusiasmo, tome su rostro entre mis manos observando hermosos iris que se combinaban con el firmamento de la noche, ¿Qué tenía esa dama de especial para dejarle tocarme?, quizá me estaba convenciendo de que su humanidad aún estaba ahí, siendo creada hace un par de años, podía oler el sol el su piel, su sufrimiento, sus sentimientos y tristezas como alegrías.
Acerque más la mirada a su tersa piel, ¿Tendría un poco de calor guardada?, su piel olía tan bien, su esencia y fragancia lastimaba de una manera gustativa a mis fosas nasales, no pude evitarlo, no puedo dejar de admirar la belleza que he encontrado en una fúnebre noche, nos parecemos y demasiado. – No se disculpe, solo míreme, amo su ser, aún cálido… Aún enigmático… Extrañamente excitante - ¡Ah! Claro, estaba coqueteando con esa jerga tan peculiar en mí, pero ya me encontraba de esa manera concentrado en ella. – No pida permiso…, no me ha molestado, usted me está cautivando, quizá esta sea una locura. – Me acerque un poco más, clavando mi mirada, susurrando con un timbre de voz pasional y perdido mientras bajaba la tonalidad de mis palabras, si, tal cual enamorado a su amante.
No es normal, no es correcto que se me cautive, pero lo han hecho, al conocerle me abre una herida que trae recuerdos, no puedo volver a la calma, no puedo tener alma que se estremezca ante tal incongruencia. – Usted está muerta, al igual que yo, no somos tan diferentes…., que bonita forma de reunir a dos muertos en un lugar así… - Baje la mirada a sus labios, el viento movía sus cabellos – Y así como a estos muertos los han abandonado quienes alguna vez les juraron amor, así estamos nosotros, pero le prometo que yo no olvidaré aquellas palabras que su lápida tiene gravada. – Claro me refería a cada palabra que intercambiábamos.
-Me enamorado de su bondad, de su manera de ver al mundo, estoy cayendo en el abismo de una emoción llamada locura y a su vez embelesamiento por usted… -sonríe antes de besar la comisura de sus labios, me quede así avanzando lento, cualquiera diría que ahora la invitaba a un baile tétrico entre muertos, moviéndonos lentamente como dos locos enamorados que se juran amarse hasta la muerte donde la muerte misma.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: We Move Lightly [Montserrat S. Brightman]
Pense se molestaría, aun no le conocía, mas.... mo pude evitarlo, fue como invitarme sin palabras a que lo hiciera, mas yo sabía probablemente fue un impotunio de mi parte.
Parecia el viento sabía que queria ocultar mi verguenza y me auxilio llevando el cabello a mi rostro cubriendolo, su reacción fue tan...seca, al grado de quedarme inmovil, esperando, quiza mi muerte, más eso nunca sucedio.
Al contrario sus palabras, aquellas tan divinas, tan misteriosas, se hicieron hipnotizantes, tanta amabilidad senti al escucharle, que no pude mas que suspirar, su manos comenzaron a recorrer mi rostro, tomandolo pronto entre ellas, lo voltee a ver sus ojos, se encontraban con los míos, levante mi mano cuidadosamente retirando mi cabello y la apoye en su hombro pero esta vez con algo de timidez ¿Que pensaria? -Ahora ya no tengo por que preocuparme cuando sus palabras, me reconfortan, sus palabras contenidas de seducción y misterio, como lo es el día y la noche, la vida y la muerte, ¿que has de tener hermosa criatura que me haces tambalear al borde de la locura?-
Su mirada recorrio cada parte de mi marmolizada piel, ¿Que buscaba, probablemente la escencia de la humana o la escencia de la condena o la marca de la noche?, era tan extraño, de haber sido la de otras tantas noches hubiera huido a las sombras, pues recordaba la gente mofandose de mí, más el y sus orbes no probocaban tan asesino recuerdo y era como si quisiese que lo siguiera haciendo pues me sentía salvada de mis miedos, interminable refugio de pesadillas y del firme testimonio de la maldad de los mortales, mantuve los ojos cerrados, solo por un instante, cuando sus palabras tan seductoras interrumpieron mi paz provocando quiza, ¿Alguna sensación inquietante?
-¿Ama mi ser?, que esta provocando en esta torturada alma, pues aquellas sus palabra son tan parecidas al color perene de la hierba viva que veia a cada amanecer, que me hacian sentir libre y usted provaca la misma sensación, amor y libertad dos nombres, que imploro cuando oscurece, cuando nadie me ve y ahora seducen de manera sutil, ¿Que misterios esta noche me ha de revelar tras su infinita mirada?- decia mientras mi mano continuaba en su hombro pero esta vez tomandolo con un poco mas de fuerza.
-Hermoso, es el misterio,hermoso es la noche, la luna y su firmamneto, hermoso es lo que hay despues de la vida, usted y yo somos las muestras de ello no somos diferentes mas bello es este encuentro en lugar tan invernal y lleno de memorias donde hoy se escribe otra en manos de nuestro incierto destino, ¡Hermoso es en verdad haberlo encontrado en esta noche otoñal!-. respondía a su comentario, que en cada uno su seducción y misterio me hacia ya desfallecer ¿Que más tendría tras su oscura presencia que me pudiese cautivar? Sonreí ante las palabras referidas a la lapida -Y yo le prometo apenas comienzan a gravarse monseuir y espero sean inolvidables-
Cual rafaga su beso llego a la comisura de mis labios, quede inmovil, lo mire fijamente y acaricie mis labios con las dos manos y luego el sigui avanzando lentamente, cerre los ojos deje y coloque nuevamente las manos sobre su cuello -¿Que es este inmenso sentir, que provoca usted en mi y ahora lo hace vibrar?- cuestione con un tono seductor y apenas audible para el.
-Parece que me invita a un baile como unos instantes antes me invito a tocar su rostro, la pregunta es ¿Que pieza será la más tetrica o la mas misteriosa?, guieme usted monseuir hagame rendir a mis sueños más oscuros, permite mi espíritu empiece a volar-.
regrese a besar igualmente su comisura y el no se opuso, el viento y las criaturas nocturnas hablaban por nosotros, el soplido del aire nos rodeo acariciando nuestro cabello y ropajes, de todo el lugar se adueño el silencio, solo nuestras siluetas y sus actos eran iluminadas por la luna, y lo que pasaría despues continuaba en incertidumbre...
Parecia el viento sabía que queria ocultar mi verguenza y me auxilio llevando el cabello a mi rostro cubriendolo, su reacción fue tan...seca, al grado de quedarme inmovil, esperando, quiza mi muerte, más eso nunca sucedio.
Al contrario sus palabras, aquellas tan divinas, tan misteriosas, se hicieron hipnotizantes, tanta amabilidad senti al escucharle, que no pude mas que suspirar, su manos comenzaron a recorrer mi rostro, tomandolo pronto entre ellas, lo voltee a ver sus ojos, se encontraban con los míos, levante mi mano cuidadosamente retirando mi cabello y la apoye en su hombro pero esta vez con algo de timidez ¿Que pensaria? -Ahora ya no tengo por que preocuparme cuando sus palabras, me reconfortan, sus palabras contenidas de seducción y misterio, como lo es el día y la noche, la vida y la muerte, ¿que has de tener hermosa criatura que me haces tambalear al borde de la locura?-
Su mirada recorrio cada parte de mi marmolizada piel, ¿Que buscaba, probablemente la escencia de la humana o la escencia de la condena o la marca de la noche?, era tan extraño, de haber sido la de otras tantas noches hubiera huido a las sombras, pues recordaba la gente mofandose de mí, más el y sus orbes no probocaban tan asesino recuerdo y era como si quisiese que lo siguiera haciendo pues me sentía salvada de mis miedos, interminable refugio de pesadillas y del firme testimonio de la maldad de los mortales, mantuve los ojos cerrados, solo por un instante, cuando sus palabras tan seductoras interrumpieron mi paz provocando quiza, ¿Alguna sensación inquietante?
-¿Ama mi ser?, que esta provocando en esta torturada alma, pues aquellas sus palabra son tan parecidas al color perene de la hierba viva que veia a cada amanecer, que me hacian sentir libre y usted provaca la misma sensación, amor y libertad dos nombres, que imploro cuando oscurece, cuando nadie me ve y ahora seducen de manera sutil, ¿Que misterios esta noche me ha de revelar tras su infinita mirada?- decia mientras mi mano continuaba en su hombro pero esta vez tomandolo con un poco mas de fuerza.
-Hermoso, es el misterio,hermoso es la noche, la luna y su firmamneto, hermoso es lo que hay despues de la vida, usted y yo somos las muestras de ello no somos diferentes mas bello es este encuentro en lugar tan invernal y lleno de memorias donde hoy se escribe otra en manos de nuestro incierto destino, ¡Hermoso es en verdad haberlo encontrado en esta noche otoñal!-. respondía a su comentario, que en cada uno su seducción y misterio me hacia ya desfallecer ¿Que más tendría tras su oscura presencia que me pudiese cautivar? Sonreí ante las palabras referidas a la lapida -Y yo le prometo apenas comienzan a gravarse monseuir y espero sean inolvidables-
Cual rafaga su beso llego a la comisura de mis labios, quede inmovil, lo mire fijamente y acaricie mis labios con las dos manos y luego el sigui avanzando lentamente, cerre los ojos deje y coloque nuevamente las manos sobre su cuello -¿Que es este inmenso sentir, que provoca usted en mi y ahora lo hace vibrar?- cuestione con un tono seductor y apenas audible para el.
-Parece que me invita a un baile como unos instantes antes me invito a tocar su rostro, la pregunta es ¿Que pieza será la más tetrica o la mas misteriosa?, guieme usted monseuir hagame rendir a mis sueños más oscuros, permite mi espíritu empiece a volar-.
regrese a besar igualmente su comisura y el no se opuso, el viento y las criaturas nocturnas hablaban por nosotros, el soplido del aire nos rodeo acariciando nuestro cabello y ropajes, de todo el lugar se adueño el silencio, solo nuestras siluetas y sus actos eran iluminadas por la luna, y lo que pasaría despues continuaba en incertidumbre...
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