AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Solo y débil [LIBRE]
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Solo y débil [LIBRE]
-Hoy si me siento solo – pensé sin intención de causar lástima, aunque, a quien le causaría lastima si me encontraba… solo. Solté un fuerte y largo suspiro mientras dejaba caer los hombros e intentaba relajarme, me recordé a mi mismo aquella paradoja… ¿Cuándo un árbol cae y no hay nadie para escuchar, el árbol hace ruido? Recordé al controversial Kant y su idea del mundo objetivo (¿quién entendía a los “filósofos” modernos), pero… ¿El universo físico existe independientemente de que alguien lo perciba? Claro está que la energía que se provoca queda impresa en el mismo mundo pero…
Me pasó de nuevo… maldición porqué no podía dejar de pensar… me pregunté si la facilidad que tenía para pensar era un don como decía mi abuela o una terrible maldición que me llevaría a mi propia perdición. – Estúpido cerebro – grité mientras acomodaba mi cabello hacia atrás, y fue entonces, en esa fracción de segundo en que mi pensamiento estaba en blanco en que me di cuenta en la situación en la que estaba. No era conveniente para mi estar en aquel callejón y a esas horas de la noche, tomando en cuenta mi vulnerabilidad a cualquier ladrón o mal viviente que pudiera encontrarme a esta hora por las calles de parís. Y por supuesto, mi condición física dejaba mucho que desear… el debilucho… siempre. Pero como no iba a perder la noción del tiempo si no quería dejar de pasar tiempo con mi madre.
Caminé más a prisa de lo que parecía natural aunque estaba seguro que eso no me ayudaría si tenía que enfrentarme a alguien para defenderme. Según las estadísticas los asesinatos por robo han aumentado un 60% desde la creación del banco francés. Vi la luz de las avenidas principales y pensé para mi – los números están en mi contra pero si puedo llegar, unos pasos más – y pasó lo que temía…
Escuché una voz a mis espaldas, me congelé, giré el cuerpo lentamente y pude verl@
Me pasó de nuevo… maldición porqué no podía dejar de pensar… me pregunté si la facilidad que tenía para pensar era un don como decía mi abuela o una terrible maldición que me llevaría a mi propia perdición. – Estúpido cerebro – grité mientras acomodaba mi cabello hacia atrás, y fue entonces, en esa fracción de segundo en que mi pensamiento estaba en blanco en que me di cuenta en la situación en la que estaba. No era conveniente para mi estar en aquel callejón y a esas horas de la noche, tomando en cuenta mi vulnerabilidad a cualquier ladrón o mal viviente que pudiera encontrarme a esta hora por las calles de parís. Y por supuesto, mi condición física dejaba mucho que desear… el debilucho… siempre. Pero como no iba a perder la noción del tiempo si no quería dejar de pasar tiempo con mi madre.
Caminé más a prisa de lo que parecía natural aunque estaba seguro que eso no me ayudaría si tenía que enfrentarme a alguien para defenderme. Según las estadísticas los asesinatos por robo han aumentado un 60% desde la creación del banco francés. Vi la luz de las avenidas principales y pensé para mi – los números están en mi contra pero si puedo llegar, unos pasos más – y pasó lo que temía…
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Spencer Reid2- Humano Clase Alta
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Re: Solo y débil [LIBRE]
La noche empezó a caer y el hambre también se hacía evidente en mis orbes, estaba husmeando a través de las ventanas de los restaurantes parisinos, pero siempre por el aspecto pobre y harapiento que tenía me terminaban corriendo de una patada, por más que moviera la cola para que me arrogaran aunque sea los desperdicios de más de una semana.
Así que decidí ir a casa, era mucho caminar, hasta las afueras de parís, los ruidos demandantes de mi estómago eran cada vez más fuertes, que ni me sentía capaz de estar en mi forma canina, para correr donde ‘mi hogar’ o quedarme en un pedazo de cartón.
Pero me había perdido ¡Que torpe! Me rete, cuando empecé a entrar a un lugar quejumbroso, aseguraba que la niebla corría por debajo de mis pies y empecé a temblar, mi cuerpo y todo mi ser tenían miedo, parís estaba muy grande, y yo era torpe, mi hermana me había dejado a la deriva, así que empecé a caminar torpemente por todos esos callejones, el chillido de las ratas me asustaba, incluso más de una vez me caí por eso.
Justo había encontrado un montón de basura, entre ella, comida, empecé a abalanzarme sobre un pedazo de pan, cuando escuche una voz… “Estúpido cerebro”… Sostuve el pedazo de pan, sobre mis dientes y me incorpore, acercándome lentamente al poseedor de la voz, y ahí estaba era un hombre tan limpio, de clase, empecé a olfatear su olor, se sentía tan bien.
-No creo que se estúpido…- Dije en un tono afable, pero sentí su miedo, creo que cualquiera lo tendría al ver a un mocoso tan horrible como yo, empecé a caminar más cerca, para que comprobara que no era un bandido o algo por el estilo. Sus facciones eran perfectas, igual su físico, y yo solo sonreí – Lo siento… si le asuste – baje la mirada, porque estaba anonadándome con su presencia. Me quite el trozo de pan, y lo guarde en el bolsillo.
Así que decidí ir a casa, era mucho caminar, hasta las afueras de parís, los ruidos demandantes de mi estómago eran cada vez más fuertes, que ni me sentía capaz de estar en mi forma canina, para correr donde ‘mi hogar’ o quedarme en un pedazo de cartón.
Pero me había perdido ¡Que torpe! Me rete, cuando empecé a entrar a un lugar quejumbroso, aseguraba que la niebla corría por debajo de mis pies y empecé a temblar, mi cuerpo y todo mi ser tenían miedo, parís estaba muy grande, y yo era torpe, mi hermana me había dejado a la deriva, así que empecé a caminar torpemente por todos esos callejones, el chillido de las ratas me asustaba, incluso más de una vez me caí por eso.
Justo había encontrado un montón de basura, entre ella, comida, empecé a abalanzarme sobre un pedazo de pan, cuando escuche una voz… “Estúpido cerebro”… Sostuve el pedazo de pan, sobre mis dientes y me incorpore, acercándome lentamente al poseedor de la voz, y ahí estaba era un hombre tan limpio, de clase, empecé a olfatear su olor, se sentía tan bien.
-No creo que se estúpido…- Dije en un tono afable, pero sentí su miedo, creo que cualquiera lo tendría al ver a un mocoso tan horrible como yo, empecé a caminar más cerca, para que comprobara que no era un bandido o algo por el estilo. Sus facciones eran perfectas, igual su físico, y yo solo sonreí – Lo siento… si le asuste – baje la mirada, porque estaba anonadándome con su presencia. Me quite el trozo de pan, y lo guarde en el bolsillo.
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Re: Solo y débil [LIBRE]
Obtenemos estímulos a través de los sentidos, 75% a través de la vista, 13% por el oído, y solo 12% del resto. Pero en esa situación sentía cada uno al cien y cada uno me decía que debía corer lo más rápido que mis flacuchas piernas lo permitieran, porque siendo de otra forma terminaría perdiendo. Pero algo en él me detuvo.
-Muy bien Spencer, ignora tu instinto y saldrá todo bien… si claro – pensé aunque seguía sin poder moverme. El chico frente a mi (y digo chico de manera tentativa pues parecía tener no muchos años menos que yo) se veía, se escuchaba y olía a abandono… (De hecho olía como perro humedo) No pude evitar arrugar la nariz, de hecho, por su aspecto, parecía más miserable que peligroso.
Caminó hacia mi, y retrocedí un paso, aunque… ¿Cuáles eran las posibilidades de que quisiera asaltarme si se estaba disculpando por haberme asustado?
Hable entrecortadamente – De hecho, lo que dije fue un figurativo, no podría haber cerebro estúpido como tal pues su función física no representa ningún vínculo con los pensamientos que generamos ya que estos son subjetivos, aunque muchos autores creen que están ampliamente ligados por que… - me detuve un poco apenado y baje el rostro… no quería ver la cara que ponía el chico pues, siguiendo un patrón, pondría la misma cara que el resto de las personas, aunque estando nervioso... no podía tener mayor control del que regularmente tengo.
-Lo lamento… ehm – Antes de que pudiera decir otra cosa mire como guardaba un trozo de pan que parecía tener semanas – Sabes, el pan es elaborado con harina, cereales, sal y agua, es muy poco probable que mantenga sus propiedades de nutrición en ese estado- moví la cabeza para señalar el gesto que había hecho.
- Cuando iba a aprender a callarme – pensé – Ehm… Soy Spencer – levanté la mano tímido al aire, saludando y esbocé media sonrisa. No sabía si debía fraternizar con alguien que posiblemente quisiera herirme, pero ya que, yo había sido el idiota que estaba en el lugar equivocado a la hora equivocada.
-Muy bien Spencer, ignora tu instinto y saldrá todo bien… si claro – pensé aunque seguía sin poder moverme. El chico frente a mi (y digo chico de manera tentativa pues parecía tener no muchos años menos que yo) se veía, se escuchaba y olía a abandono… (De hecho olía como perro humedo) No pude evitar arrugar la nariz, de hecho, por su aspecto, parecía más miserable que peligroso.
Caminó hacia mi, y retrocedí un paso, aunque… ¿Cuáles eran las posibilidades de que quisiera asaltarme si se estaba disculpando por haberme asustado?
Hable entrecortadamente – De hecho, lo que dije fue un figurativo, no podría haber cerebro estúpido como tal pues su función física no representa ningún vínculo con los pensamientos que generamos ya que estos son subjetivos, aunque muchos autores creen que están ampliamente ligados por que… - me detuve un poco apenado y baje el rostro… no quería ver la cara que ponía el chico pues, siguiendo un patrón, pondría la misma cara que el resto de las personas, aunque estando nervioso... no podía tener mayor control del que regularmente tengo.
-Lo lamento… ehm – Antes de que pudiera decir otra cosa mire como guardaba un trozo de pan que parecía tener semanas – Sabes, el pan es elaborado con harina, cereales, sal y agua, es muy poco probable que mantenga sus propiedades de nutrición en ese estado- moví la cabeza para señalar el gesto que había hecho.
- Cuando iba a aprender a callarme – pensé – Ehm… Soy Spencer – levanté la mano tímido al aire, saludando y esbocé media sonrisa. No sabía si debía fraternizar con alguien que posiblemente quisiera herirme, pero ya que, yo había sido el idiota que estaba en el lugar equivocado a la hora equivocada.
Spencer Reid2- Humano Clase Alta
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Re: Solo y débil [LIBRE]
Como cualquier persona, pude haberme retirado, sorprendido o incluso extrañado, pero el caballero tenía un aire, magnifico, emanaba inteligencia, o al menos para mí así lo era, ladee la cabeza ante sus primeras palabras, quise acercarme, pero permanecí en mi lugar, puesto que su paso me hizo quedarme estático, -“sí, claro, nadie quiere acercarse a un harapiento como yo, que no se ha bañado en días o que no tiene ropa si quiera”- pensé un poco, mientras descifraba el significado de cada una de sus palabras, sostuve el aire, cuando silencio su interesante comentario – Ligados a ¿Qué? – Sonreí mientras me acerque otro poco, sin quitarle la mirada – Lo que usted dice es interesante, entiendo poco, pero me gusta aprender y se ve que es un hombre con muchos conocimientos. – Observe sus gestos, y todo en él… -“Vamos Badou tú das lastima, por no tener educación, de ¿Qué te sorprendes?” – a pesar de que un lado de mi me ponía triste lo ignore.
Volví a sacar el pedazo de pan, de mis bolsillos – Es cierto, quizá ya no sepa a pan, tampoco me nutrirá, pero saciara por un momento mi hambre y eso es lo que cuenta, he comido cosas peores, nota los hongos que se le han formado – estire el pedacito a su rostro mostrándolo – es todo un pequeño ecosistema, como algo así se puede formar atreves de la humedad, de la descomposición… - baje el trozo – quizá no se mucho, pero mi hermana mayor me conto algo parecido, ella es mucho más inteligente que yo… Vaya pensé que solo era de harina y agua. La verdad es que no puedo saber mucho, nunca como algo en buen estado – solté una risita, era yo apenas un niño, no conocía mucho de banquetes y buenas comidas.
-Lo siento mucho, Badou… - me incline al presentarme – mucho gusto caballero Spencer, usted vive por aquí?– pregunte en automático, porque se me hacía raro ver a alguien de su clase por esos feos rumbos
. Volví a sacar el pedazo de pan, de mis bolsillos – Es cierto, quizá ya no sepa a pan, tampoco me nutrirá, pero saciara por un momento mi hambre y eso es lo que cuenta, he comido cosas peores, nota los hongos que se le han formado – estire el pedacito a su rostro mostrándolo – es todo un pequeño ecosistema, como algo así se puede formar atreves de la humedad, de la descomposición… - baje el trozo – quizá no se mucho, pero mi hermana mayor me conto algo parecido, ella es mucho más inteligente que yo… Vaya pensé que solo era de harina y agua. La verdad es que no puedo saber mucho, nunca como algo en buen estado – solté una risita, era yo apenas un niño, no conocía mucho de banquetes y buenas comidas.
-Lo siento mucho, Badou… - me incline al presentarme – mucho gusto caballero Spencer, usted vive por aquí?– pregunte en automático, porque se me hacía raro ver a alguien de su clase por esos feos rumbos
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Re: Solo y débil [LIBRE]
No creo que pretendiera herirme porque si así fuera, no solo lo hubiera intentado, si no que también lo hubiera logrado. La actitud del chico me provocó… ternura… parecía descuidado y muy muy solo, inclusive más que yo (pasemos eso por alto, eso tal vez sea imposible) pero… parecía ingenuo, casi como un niño.
Al mostrarme el pan lo pude ver detenidamete e identifique de inmediato dos cosas – No te preocupes, los hongos que se han formado en ese pan tiene propiedades curativas, así que no te matarán, lo utilizan para evitar infecciones y otras… cosas… – le sonreí. Y la segunda era que, en efecto, parecía tener fuertes indicios de abandono. Lamentaba, primeramente no tener nada en los bolsillos que compartirle y después haberse negado a comer lo que le ofrecían los chefs de su abuela por tantos años.
-Badou… no suena como un nombre muy común suena casi como el nombre que le darías a una mascota – agachó la cabeza, apenado, una vez más temiendo realmente haberlo ofendido. – Pues es un placer Badou – le sonrió, al fin confiando en que no estaba en tanto peligro como aquel joven.
- Podras notar que estoy algo… acelerado – me rasqué la cabeza – aunque tu deberías saber, por igual, que no es un lugar muy seguro para estar a estas horas de la noche, que tal si caminamos juntos un rato y, sin intención de deducir mal… pareces un poco perdido, ¿me equivoco? – Dió un paso a la izquierda para abrir el camino a Badou, esperando a que procediera a comenzar a caminar.
Al mostrarme el pan lo pude ver detenidamete e identifique de inmediato dos cosas – No te preocupes, los hongos que se han formado en ese pan tiene propiedades curativas, así que no te matarán, lo utilizan para evitar infecciones y otras… cosas… – le sonreí. Y la segunda era que, en efecto, parecía tener fuertes indicios de abandono. Lamentaba, primeramente no tener nada en los bolsillos que compartirle y después haberse negado a comer lo que le ofrecían los chefs de su abuela por tantos años.
-Badou… no suena como un nombre muy común suena casi como el nombre que le darías a una mascota – agachó la cabeza, apenado, una vez más temiendo realmente haberlo ofendido. – Pues es un placer Badou – le sonrió, al fin confiando en que no estaba en tanto peligro como aquel joven.
- Podras notar que estoy algo… acelerado – me rasqué la cabeza – aunque tu deberías saber, por igual, que no es un lugar muy seguro para estar a estas horas de la noche, que tal si caminamos juntos un rato y, sin intención de deducir mal… pareces un poco perdido, ¿me equivoco? – Dió un paso a la izquierda para abrir el camino a Badou, esperando a que procediera a comenzar a caminar.
Spencer Reid2- Humano Clase Alta
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Re: Solo y débil [LIBRE]
Ladee el rostro una vez más, al observarle tan amable, mientras me explicaba que las manchas verdes del pan eran normales – Gracias, entonces lo guardare para más tarde – volví a acomodarlo en los bolsillos, - No sabía que los hongos hacían eso, una vez lamí, los que se formaban en mi celda, por la madera y mi amo me reto por eso – sonreí mientras daba pasos torpemente.
El joven frente a mí, parecía más confiado, emanaba tal calidez, que desee por unos momentos, estar en mi forma canina, para saltar encima de él – Badou es el nombre que me dio mi amo – menciono aquello de un perro y que no era común – Obvio que es raro, eso es porque soy un perro – dije entusiasta, casi saltando por eso, como lo haría cualquier canino al escuchar su nombre.
Alce la nariz al aire, notando ciertas presencias, que no eran normales, mi instinto hizo alertarme – Creo que deberíamos irnos pronto – dije apresurándolo y tomándole del brazo llevándole por otro lado – no estamos seguros aquí y aunque no conozco mucho mi olfato no falla – sonreí al verle observar mi brazo e inmediatamente lo retire – lo siento… - el sonido de una botella rodar por el suelo empedrado me hizo ponerme más a la defensiva, cuando voltee habían dos tipos mirándonos, tal cual lo había previsto – será mejor que se esconda por aquí – le empuje por la espalda, metiéndole entre un callejón estrecho, sucio y oscuro, pero era lo mejor, quizá solo me golpearían, pero el parecía no poder defenderse.
El joven frente a mí, parecía más confiado, emanaba tal calidez, que desee por unos momentos, estar en mi forma canina, para saltar encima de él – Badou es el nombre que me dio mi amo – menciono aquello de un perro y que no era común – Obvio que es raro, eso es porque soy un perro – dije entusiasta, casi saltando por eso, como lo haría cualquier canino al escuchar su nombre.
Alce la nariz al aire, notando ciertas presencias, que no eran normales, mi instinto hizo alertarme – Creo que deberíamos irnos pronto – dije apresurándolo y tomándole del brazo llevándole por otro lado – no estamos seguros aquí y aunque no conozco mucho mi olfato no falla – sonreí al verle observar mi brazo e inmediatamente lo retire – lo siento… - el sonido de una botella rodar por el suelo empedrado me hizo ponerme más a la defensiva, cuando voltee habían dos tipos mirándonos, tal cual lo había previsto – será mejor que se esconda por aquí – le empuje por la espalda, metiéndole entre un callejón estrecho, sucio y oscuro, pero era lo mejor, quizá solo me golpearían, pero el parecía no poder defenderse.
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Re: Solo y débil [LIBRE]
“Mi amo”… aún resonaban las palabras en mi cabeza… ¿Sería en esclavo? Pero… el país estaba en proceso de abolir la esclavitud… Me pareció un poco extraño y seguimos caminando a paso acompasado. “mi amo”… de nuevo. Después dijo algo que llamo particularmente mi atención “Soy un perro” así que no solamente este chico había sido descuidado, si no que también fue denigrado a tal lado que ahora su psique cree firmemente que es un perro. Suspiré, me hubiera gustado el poder protegerlo de ahora en adelante.
Lo que sucedió a continuación fue tal vez demasiado rápido para poder comprenderlo por completo (O mis sentidos se entumecieron y no fui capaz de registrar cada detalle por eso la sensación de rapidez). Me tomó del brazo y comenzó a correr, más rápido de lo que yo habría podido hacerlo, tomando en cuenta la circunstancia, solo me dejé llevar, no había nada más que pudiera hacer… él era más fuerte que yo.
-¿Cómo no estamos seguros Badou? ¿Qué pa… - y me empujó por la espalda, caí estrepitosamente contra una pila de cajas de cartón, tal vez no midió el que pudiera ser tan liviano, aunque afortunadamente, mis huesos seguían completos.
Me repuse lo más rápido que mi descoordinado cuerpo me lo permitió y observé la escena, dos hombres (si mi percepción no me falla, bajo las influencias del alcohol) nos observaban y se acercaban toscamente hacia Badou, luego lo mire a él, con una posición defensiva y con una expresión de… resignación, parecía acostumbrado a lo que creía que iba a pasarle pero… era solo un chico, se veía en su cara, en su comportamiento, tal vez se refugiaba en una edad de niño por algo que paso con él que no le permite ser adulto o comportarse como tal.
Los hombres, con paso acompasado casi llegaron a él, y yo me levanté (en contra de todos mis instintos) rápidamente y me coloqué frente a él abriendo los brazos a los costados, protegiéndolo de la vista de aquellos. Todo en esa acción había estado mal pues… a pesar de su aspecto no podía saber si realmente querían dañarlo – tal vez solo querían indicaciones – si claro…
Traté de quitar el nerviosismo de mi voz aunque no creo que funcionara bien del todo – Creo que es mejor que todos tomemos nuestro ca… - era la segunda vez en el poco tiempo que había estado ahí que no podía terminar una frase, pero el aire se me fue del organismo y sentí el puño de uno de los hombres (del menos corpulento) incrustarse en la boca de mi estómago. Sentí un mareo y se nubló mi vista, me abracé y caí de rodillas al suelo… desde niño que no sentía un golpe así…
Lo que sucedió a continuación fue tal vez demasiado rápido para poder comprenderlo por completo (O mis sentidos se entumecieron y no fui capaz de registrar cada detalle por eso la sensación de rapidez). Me tomó del brazo y comenzó a correr, más rápido de lo que yo habría podido hacerlo, tomando en cuenta la circunstancia, solo me dejé llevar, no había nada más que pudiera hacer… él era más fuerte que yo.
-¿Cómo no estamos seguros Badou? ¿Qué pa… - y me empujó por la espalda, caí estrepitosamente contra una pila de cajas de cartón, tal vez no midió el que pudiera ser tan liviano, aunque afortunadamente, mis huesos seguían completos.
Me repuse lo más rápido que mi descoordinado cuerpo me lo permitió y observé la escena, dos hombres (si mi percepción no me falla, bajo las influencias del alcohol) nos observaban y se acercaban toscamente hacia Badou, luego lo mire a él, con una posición defensiva y con una expresión de… resignación, parecía acostumbrado a lo que creía que iba a pasarle pero… era solo un chico, se veía en su cara, en su comportamiento, tal vez se refugiaba en una edad de niño por algo que paso con él que no le permite ser adulto o comportarse como tal.
Los hombres, con paso acompasado casi llegaron a él, y yo me levanté (en contra de todos mis instintos) rápidamente y me coloqué frente a él abriendo los brazos a los costados, protegiéndolo de la vista de aquellos. Todo en esa acción había estado mal pues… a pesar de su aspecto no podía saber si realmente querían dañarlo – tal vez solo querían indicaciones – si claro…
Traté de quitar el nerviosismo de mi voz aunque no creo que funcionara bien del todo – Creo que es mejor que todos tomemos nuestro ca… - era la segunda vez en el poco tiempo que había estado ahí que no podía terminar una frase, pero el aire se me fue del organismo y sentí el puño de uno de los hombres (del menos corpulento) incrustarse en la boca de mi estómago. Sentí un mareo y se nubló mi vista, me abracé y caí de rodillas al suelo… desde niño que no sentía un golpe así…
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Re: Solo y débil [LIBRE]
No pude explicarle bien las cosas, solo hice lo que el instinto me dictaba, hablaba con tal naturalidad, es que nunca nadie, ni mi gran hermana Atriella me había dicho que ‘escondiera lo que éramos’ pues yo pensaba que todo el mundo era igual, que lo comprendía, que eso no era nada antinatural, porque siempre crecí en aquel circo y en aquella jaula. Es por eso que siempre actuaba inocente porque lo era, pero no era momento de pensar en eso, no sabía que cosas decir y cuales, no, no sabía esas diferencias.
Observe a los hombres, se tambalean, olían igual que mi amo cuando terminaban las funciones y se recostaba con una extraña botella verde zafiro, casi vacía, lamí una vez sus bordes y sabía horrible, pero él decía repetirme “Badou, esto es el éxtasis de la vida” y creo que ellos estaban disfrutando de la vida pero no me gustaba el grado de adrenalina.
Uno de los hombre era alto, su prominente abdomen me daba asco, su olor a su sudor, su ropa sucia que olía a tabaco y otras cosas que no identificaba bien, pues no las había olido antes, achique la mirada, con un aire feroz, no tenía muchas fuerzas, pero por lo menos podría convertirme en lobo, para ahuyentarlos.
Pero escuche los pasos de mi compañero, lo cual los hombres tomaron como reto, el segundo hombre de complexión delgada pero robusta, se abalanzo contra él - ¡¡SPENCER!! – apenas logre articular ese grito, mi furia e instinto al sentir que le hirieron cuando se quejó, hizo que apareciera en mi forma de lobo, arrancándole casi el brazo de aquel hombre.
-¡¡Maldito hereje!!- grito el segundo hombre robusto, mirando mis ropas y luego dirigiéndose a mí, mirando mi forma animal. - ¿Qué demonios eres? – Me observo aterrorizado el humano que yacía en el suelo, con el brazo sangrando y gritando - ¡Suéltame maldito! – trato de forcejear su brazo, pero mis colmillos penetraban más su piel. Entonces para defender a su amigo, el más regordete tomo una gran roca y se disponía a soltar encima de Spencer, quien no se encontraba bien, mordí por ultimo al otro hombre, para usar la velocidad a mi favor.
Le gruñí amenazándole, pero eso no le basto, aunque pareciera un lobo feroz, el soltó la gran roca, pero me interpuse, entre el cuerpo de Spencer, recibiendo el golpe, solté un gruñido muy fuerte, me había lastimado la pata, me levante cojeando y le mordí la yugular solo para asustarle.
Ambos hombres corrieron despavoridos, cuando me vieron achicar mi figura a la de un cachorro blanco y pequeño, casi, que emanaba tristeza en los ojos, empecé a chillar, a quejarme del dolor, me acerque con las orejas bajas a Spencer me preocupaba su estado, busque su rostro con mi hocico y lamí su mejilla, me sentí un poco débil y herido, sin querer fui recuperando mi forma humana, quedando aun lado del humano.
Apenas me arrastre, para coger una prenda que apenas me cubriera, solté unas palabras audibles - ¿Está bien… Spencer? – acomode mis ropas buscando mi camisa, y observe la sangre en mi tobillo, empecé a acariciarme, apretarme un poco, apreté los músculos de mi rostro que denotaban dolor, pero Spencer no respondía y me acerque… arrastrándome sobre el frío suelo, le moví un poco, su mirada parecía perdida - ¡Spencer, Spencer! – estaba asustado ¿Estaría muerto?
Observe a los hombres, se tambalean, olían igual que mi amo cuando terminaban las funciones y se recostaba con una extraña botella verde zafiro, casi vacía, lamí una vez sus bordes y sabía horrible, pero él decía repetirme “Badou, esto es el éxtasis de la vida” y creo que ellos estaban disfrutando de la vida pero no me gustaba el grado de adrenalina.
Uno de los hombre era alto, su prominente abdomen me daba asco, su olor a su sudor, su ropa sucia que olía a tabaco y otras cosas que no identificaba bien, pues no las había olido antes, achique la mirada, con un aire feroz, no tenía muchas fuerzas, pero por lo menos podría convertirme en lobo, para ahuyentarlos.
Pero escuche los pasos de mi compañero, lo cual los hombres tomaron como reto, el segundo hombre de complexión delgada pero robusta, se abalanzo contra él - ¡¡SPENCER!! – apenas logre articular ese grito, mi furia e instinto al sentir que le hirieron cuando se quejó, hizo que apareciera en mi forma de lobo, arrancándole casi el brazo de aquel hombre.
-¡¡Maldito hereje!!- grito el segundo hombre robusto, mirando mis ropas y luego dirigiéndose a mí, mirando mi forma animal. - ¿Qué demonios eres? – Me observo aterrorizado el humano que yacía en el suelo, con el brazo sangrando y gritando - ¡Suéltame maldito! – trato de forcejear su brazo, pero mis colmillos penetraban más su piel. Entonces para defender a su amigo, el más regordete tomo una gran roca y se disponía a soltar encima de Spencer, quien no se encontraba bien, mordí por ultimo al otro hombre, para usar la velocidad a mi favor.
Le gruñí amenazándole, pero eso no le basto, aunque pareciera un lobo feroz, el soltó la gran roca, pero me interpuse, entre el cuerpo de Spencer, recibiendo el golpe, solté un gruñido muy fuerte, me había lastimado la pata, me levante cojeando y le mordí la yugular solo para asustarle.
Ambos hombres corrieron despavoridos, cuando me vieron achicar mi figura a la de un cachorro blanco y pequeño, casi, que emanaba tristeza en los ojos, empecé a chillar, a quejarme del dolor, me acerque con las orejas bajas a Spencer me preocupaba su estado, busque su rostro con mi hocico y lamí su mejilla, me sentí un poco débil y herido, sin querer fui recuperando mi forma humana, quedando aun lado del humano.
Apenas me arrastre, para coger una prenda que apenas me cubriera, solté unas palabras audibles - ¿Está bien… Spencer? – acomode mis ropas buscando mi camisa, y observe la sangre en mi tobillo, empecé a acariciarme, apretarme un poco, apreté los músculos de mi rostro que denotaban dolor, pero Spencer no respondía y me acerque… arrastrándome sobre el frío suelo, le moví un poco, su mirada parecía perdida - ¡Spencer, Spencer! – estaba asustado ¿Estaría muerto?
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Re: Solo y débil [LIBRE]
Escuché mi nombre en un grito, después… todo fue oscuridad, pero continué escuchando (al parecer mi lóbulo temporal siguió trabajando), aunque todo fue muy difuso… un tanto… extraño… Parecía había un animal en aquel callejón, pero lo recuerdo (y mi memoria nunca falla) no había indicios de vida salvaje con nosotros (además de los animales que nos atacaron). Gruñidos, gritos y… llanto.
Poco a poco comencé a abrir los ojos y Badou estaba encima de mi, parecía no saber que hacer con sus manos, revoloteaban alrededor mío, no tenía camisa. Respiré hondo, el aire seguía impregnado de alcohol y sudor. Me dolieron un poco las costillas al hacerlo. Al recuperar la parte que debía de consciencia me levanté inmediata y bruscamente, empujando al chico sin intención. – Mala idea – sentí un mareo y algo de nauseas. Caí sentado al suelo de nuevo.
-¡Badou!, ¿Te encuentras bien?, ¿Qué te han hecho, estás herido? Necesitas un hospital… no llegaremos tan lejos… un carruaje. ¡Maldición! – Parecía no podía dejar de escupir lo que me venía a la cabeza - ¡El animal! ¿te hirió? ¿a dónde fue? ¿pero que era? Parecía un lobo, aunque no es probable que un animal así se acerque a la ciudad, ¡¿Qué demonios pasó?! –
Posé la vista justo en la herida del chico – Estas sangrando, no podrás caminar mucho más – me levanté, por segunda vez ahora con mayor cautela para no provocar otro mareo. – Permíteme – me quité el saco y arranqué un pedazo de tela, me acerqué hasta Badou y tomé de su bolsillo el pan que iba a comerse unos momentos atrás. Con mucha precisión quité la corteza dura del pan, impregnada con los hongos que se la habían formado, levanté la vista para enfrentarme a la mirada del chico – Te lo repondré, lo prometo – luego le sonreí.
-Ahora no te muevas, puede doler un poco – le dije para después enfocarme en su herida. – Como te había dicho, los hongos que se formaron aquí son utilizados para prevenir infecciones, y con esto – abracé su herida con el trozo de tela que había arrancado de mi saco – se deberá detener el sangrado – hice un nudo y lo apreté con fuerza. – Ahora Badou, ¿te hicieron algo más? – lo miré realmente preocupado ¡Qué buena protección había sido para el chico quedándome inconsciente!
Lo miré a los pequeños ojos tristes que me causaban un tanto de ternura realmente apenado– Lo siento mucho –
Poco a poco comencé a abrir los ojos y Badou estaba encima de mi, parecía no saber que hacer con sus manos, revoloteaban alrededor mío, no tenía camisa. Respiré hondo, el aire seguía impregnado de alcohol y sudor. Me dolieron un poco las costillas al hacerlo. Al recuperar la parte que debía de consciencia me levanté inmediata y bruscamente, empujando al chico sin intención. – Mala idea – sentí un mareo y algo de nauseas. Caí sentado al suelo de nuevo.
-¡Badou!, ¿Te encuentras bien?, ¿Qué te han hecho, estás herido? Necesitas un hospital… no llegaremos tan lejos… un carruaje. ¡Maldición! – Parecía no podía dejar de escupir lo que me venía a la cabeza - ¡El animal! ¿te hirió? ¿a dónde fue? ¿pero que era? Parecía un lobo, aunque no es probable que un animal así se acerque a la ciudad, ¡¿Qué demonios pasó?! –
Posé la vista justo en la herida del chico – Estas sangrando, no podrás caminar mucho más – me levanté, por segunda vez ahora con mayor cautela para no provocar otro mareo. – Permíteme – me quité el saco y arranqué un pedazo de tela, me acerqué hasta Badou y tomé de su bolsillo el pan que iba a comerse unos momentos atrás. Con mucha precisión quité la corteza dura del pan, impregnada con los hongos que se la habían formado, levanté la vista para enfrentarme a la mirada del chico – Te lo repondré, lo prometo – luego le sonreí.
-Ahora no te muevas, puede doler un poco – le dije para después enfocarme en su herida. – Como te había dicho, los hongos que se formaron aquí son utilizados para prevenir infecciones, y con esto – abracé su herida con el trozo de tela que había arrancado de mi saco – se deberá detener el sangrado – hice un nudo y lo apreté con fuerza. – Ahora Badou, ¿te hicieron algo más? – lo miré realmente preocupado ¡Qué buena protección había sido para el chico quedándome inconsciente!
Lo miré a los pequeños ojos tristes que me causaban un tanto de ternura realmente apenado– Lo siento mucho –
Spencer Reid2- Humano Clase Alta
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Re: Solo y débil [LIBRE]
Menos mal, Spencer estaba bien, le mire confundido, ladee el rostro, hasta el dolor se había disipado por un momento, su voz no era como la de antes, también sentía dolor, era tan delgado, era un chico de buena familia, esto no era para él, sin embargo cuando le observe ‘incorporándose’ de esa manera preocupada no pude más, estaba muy confundido, ¿Realmente no observo nada?, toque su frente, tratando de calmar sus preguntas, todas sus preocupaciones. – No viste nada… ¿De verdad? – me acerque a su rostro, tenía una piel nívea, cuidada, demasiado perfecta, unos orbes muy enigmáticos que llamarón mi a tensión. Baje la mirada un poco triste, apenado, pensé que lo sabía, entonces recordé lo que decían algunos compañeros míos en el circo “Pobre Badou no sabe que allá fuera nosotros no somos más que seres raros y malditos, para los humanos podemos existir o no, ellos se ciegan o se interesan en nosotros, en todo caso a veces nos rechazan, por eso estamos marginados y debemos ocultarnos” Eso ¿Era verdad en este caso?, ¿Debía callar lo que era?... Pero ¡Eso es mentira!... Mi amo una vez me dejo en medio de un diluvio porque mentí al negar que me devore su cena. ¿Qué me haría Spencer si le mentía?... Me daba miedo, no quería ser castigado… - Yo… - susurre apartándome un poco – Creo que eran dos – Volví la mirada, con una sonrisa que disfrazo el dolor que sentí, fue como si rompieran algo y se me hiciera un hueco al mentir – Un lobo… y un perro así de pequeño – le mostré con mis manos el tamaño.
-¡NO!... ¡Spencer ¿Qué haces?! – exclame preocupado al ver como su solidaridad llegaba a tanto, al menos así lo veía, vi sus finas ropas rasgarse, me sentí culpable, el demasiado preocupado y yo con la duda… no, ya le había mentido, ¿Era correcto retractarme? – No te preocupes estaré bien, juro que repondré tu ropa… No valía la pena, ha sido una herida pequeña – Mi cuerpo estaba un poco herido, de pequeño peleaba con otros lobos, con mi hermana incluso cuando esta me rechazaba.
Era increíble, apenas habíamos hablado de los hongos y él ya los utilizaba, a mí no se me hubiera ocurrido, no era tan inteligente. Observe con cautela, para aprender y a su pregunta moví la cabeza en signo de negación – No me hicieron nada más, eso siempre pasa… Esas personas solo buscan desquitar su ira o buscan diversión golpeando a otros, están perdidos en el limbo del… - pensé un poco en las palabras de mi amo – “El éxtasis de la vida” – eche una pequeña carcajada cuando lo recordé, y seguido un “lo siento”, pestañee ante eso y sin pensarlo dos veces le abrace por el cuello – No es nada – dije separándome, porque no quería ensuciarle – Lo hago con gusto, eres una buena persona, tu olor me lo dice, trataste de arriesgarte, pero…Creo que las peleas no se te dan bien. – me coloque la playera, buque las otras prendas, al tanteo mirándole. - ¿Qué pensarías si alguien te miente?... Bueno es decir, si no quiso mentir, pero lo hizo por impulso…- suspire – sería bueno… ¿decir la verdad cuanto antes?- eche una risita bajando la mirada – La culpa se siente feo, como si algo se abriera aquí – señale en mi corazón - ¿Crees que diciendo la verdad sane ese huequito? – estaba preguntando mucho sin darme cuenta. Pero deseaba saberlo.
-¡NO!... ¡Spencer ¿Qué haces?! – exclame preocupado al ver como su solidaridad llegaba a tanto, al menos así lo veía, vi sus finas ropas rasgarse, me sentí culpable, el demasiado preocupado y yo con la duda… no, ya le había mentido, ¿Era correcto retractarme? – No te preocupes estaré bien, juro que repondré tu ropa… No valía la pena, ha sido una herida pequeña – Mi cuerpo estaba un poco herido, de pequeño peleaba con otros lobos, con mi hermana incluso cuando esta me rechazaba.
Era increíble, apenas habíamos hablado de los hongos y él ya los utilizaba, a mí no se me hubiera ocurrido, no era tan inteligente. Observe con cautela, para aprender y a su pregunta moví la cabeza en signo de negación – No me hicieron nada más, eso siempre pasa… Esas personas solo buscan desquitar su ira o buscan diversión golpeando a otros, están perdidos en el limbo del… - pensé un poco en las palabras de mi amo – “El éxtasis de la vida” – eche una pequeña carcajada cuando lo recordé, y seguido un “lo siento”, pestañee ante eso y sin pensarlo dos veces le abrace por el cuello – No es nada – dije separándome, porque no quería ensuciarle – Lo hago con gusto, eres una buena persona, tu olor me lo dice, trataste de arriesgarte, pero…Creo que las peleas no se te dan bien. – me coloque la playera, buque las otras prendas, al tanteo mirándole. - ¿Qué pensarías si alguien te miente?... Bueno es decir, si no quiso mentir, pero lo hizo por impulso…- suspire – sería bueno… ¿decir la verdad cuanto antes?- eche una risita bajando la mirada – La culpa se siente feo, como si algo se abriera aquí – señale en mi corazón - ¿Crees que diciendo la verdad sane ese huequito? – estaba preguntando mucho sin darme cuenta. Pero deseaba saberlo.
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Re: Solo y débil [LIBRE]
Su explicación me convenció, aunque… ¿un lobo? Estadísticamente era improbable que un lobo se paseara por ahí… para comenzar, los lobos eran prolíficos en Euroasia, era raro verlos en Europa y mucho menos, tan cerca de una civilización pues tienen tendencias de comportamiento que los mantiene generalmente en bosques, montañas, tundras, praderas… y segundo viajan en manadas… era prácticamente imposible que… - en fin – ambos estabamos a salvo ahora. Pero ¿Fue el lobo o los hombres que nos atacaban quien hirieron a Badou? Y si fue el lobo ¿No habría esperado hasta matarlo, eliminar a su presa? – A veces tienes que dejar de pensar tanto – pensé para mi.
Sentir su abrazo me tomo completamente por sorpresa, lo había dejado a merced de aquellos hombres y aún así, tenía comportamiento agradecido… -¿Quién es este chico? – Me levanté de a poco y traté de dar respuesta a sus preguntas en el orden en que las había preguntado. – Mi ropa bah, estás bien, y eso es lo que realmente es importante. – Le sonreí ampliamente y le dije – tienes razón, lo físico no es lo mío – me acaricié el cabello un tanto apenado.
-¿Tu pregunta sobre la mentira es retórica? – le dije ladeando la cabeza un poco extrañado. – Biológica y patológicamente todos los seres humanos estamos diseñados para mentir, es algo que se ha dado por la evolución e inclusive muchos autores toman esto como un mecanismo que desarrollamos para sobrevivir. Es más común que los hombres mientan. En tu cerebro la interacción de conceptos e instrucciones conductuales pasan de un cerebro a otro por imitación, así que si convives con alguien que miente eres más propenso a mentir. Y el “huequito” que sientes es una ilusión cerebral provocada por las sustancias que segrega tu cerebro cuando sabes que estás mintiendo, físicamente si hubiera un huequito en tu corazón, estarías muerto. Entendiendo todo esto no se porque debería de tener una reacción negativa hacia alguna mentira que pudieras haberme dicho aunque… sería mejor si no me mintieras, ¿no crees? – el chico se veía genuinamente preocupado, escondía algo. ¿Habrán sido amigos suyos aquellos hombres?
-Si hay algo que quieras decirme, creo que sería más pertinente discutirlo en otro lado, ¿no crees? Este lugar me pone nervioso y la verdad, pareces tener hambre... – le dije con un tono bajo de voz – Te gustaría acompañarme a cenar algo, digo… cenar sin poder compartir los alimentos le daría un sabor a la comida menos agradable – le sonreí y comencé a caminar en dirección a la calle principal, esperando a que me siguiera.
Sentir su abrazo me tomo completamente por sorpresa, lo había dejado a merced de aquellos hombres y aún así, tenía comportamiento agradecido… -¿Quién es este chico? – Me levanté de a poco y traté de dar respuesta a sus preguntas en el orden en que las había preguntado. – Mi ropa bah, estás bien, y eso es lo que realmente es importante. – Le sonreí ampliamente y le dije – tienes razón, lo físico no es lo mío – me acaricié el cabello un tanto apenado.
-¿Tu pregunta sobre la mentira es retórica? – le dije ladeando la cabeza un poco extrañado. – Biológica y patológicamente todos los seres humanos estamos diseñados para mentir, es algo que se ha dado por la evolución e inclusive muchos autores toman esto como un mecanismo que desarrollamos para sobrevivir. Es más común que los hombres mientan. En tu cerebro la interacción de conceptos e instrucciones conductuales pasan de un cerebro a otro por imitación, así que si convives con alguien que miente eres más propenso a mentir. Y el “huequito” que sientes es una ilusión cerebral provocada por las sustancias que segrega tu cerebro cuando sabes que estás mintiendo, físicamente si hubiera un huequito en tu corazón, estarías muerto. Entendiendo todo esto no se porque debería de tener una reacción negativa hacia alguna mentira que pudieras haberme dicho aunque… sería mejor si no me mintieras, ¿no crees? – el chico se veía genuinamente preocupado, escondía algo. ¿Habrán sido amigos suyos aquellos hombres?
-Si hay algo que quieras decirme, creo que sería más pertinente discutirlo en otro lado, ¿no crees? Este lugar me pone nervioso y la verdad, pareces tener hambre... – le dije con un tono bajo de voz – Te gustaría acompañarme a cenar algo, digo… cenar sin poder compartir los alimentos le daría un sabor a la comida menos agradable – le sonreí y comencé a caminar en dirección a la calle principal, esperando a que me siguiera.
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Re: Solo y débil [LIBRE]
Me daba miedo, demasiado, contarle todo, ¿eso sentían los demás, cuando me decían que los humanos podrían no entender?, creo que el miedo más grande de alguien como yo, era el rechazo, las cosas habían empezado muy bien y ahora, lo podría perder todo, Spencer era el primer humano con el que tenía contacto en París desdé que mí amo, me decidió soltar, yo estaba ahí en busca de mi hermana, pero nadie se acercaba o me hablaba, como todo cachorro vagabundo me empecé a encariñar. – No entiendo mucho sus palabras, pero yo creo que yo no estoy diseñado para mentir – baje la mirada mientras intentaba levantarme, cojear era normal, no era la primera vez que me pasaba – Nunca… - susurre bajito – Esta es la segunda vez que miento, la primera, mí amo me dejo una semana bajo el diluvio que cayo, enferme tanto que mi hermana mayor se enojó pero yo tuve la culpa. – me remonte a la sonrisa de mí amo cuando cumplí con éxito mi castigo.
-¿Comer? – en automático, mi panza empezó a crujir, me entusiasme, que aseguraba el rostro se me había colorido de tanta felicidad, hubiese movido la cola en otra situación. – Eres muy amable, muchas gracias, sinceramente me siento en deuda – Le seguí, caminando casi en perfectas condiciones, una habilidad que los de mí especie tenían – De verdad deseo contarte algo… Quizá no es muy importante, pero… será mejor que lo sepas.
Empezamos a salir de los callejones, todos oscuros, para darle paso a la luz, al barullo de la ciudad, me pegue a Spencer, pero la gente me miraba raro, los burgueses me intimidaban, baje la mirada un poco apenado – ¿Estás seguro de querer comer conmigo? – comente despacito, mientras unas mujeres me observaban con miradas de repudio – No tengo modales y dudo mucho que me dejen entrar a lugares como esos, me han sacado a patadas muchas veces. – suspire, mirando el lugar, estaba preparado para lo que viniera. Estaba todo sucio, con la ropa rota, era un total harapiento, mi hermana decía que si alguna vez me adoptaban y me daban un buen baño, debajo habría un muchacho hermoso, un cachorro lindo, porque ella era hermosa, pero jamás lo había creído, a diferencia, llevamos vidas paralelas, ella fue la estrella del circo, yo era una mascota más sin número.
-¿Comer? – en automático, mi panza empezó a crujir, me entusiasme, que aseguraba el rostro se me había colorido de tanta felicidad, hubiese movido la cola en otra situación. – Eres muy amable, muchas gracias, sinceramente me siento en deuda – Le seguí, caminando casi en perfectas condiciones, una habilidad que los de mí especie tenían – De verdad deseo contarte algo… Quizá no es muy importante, pero… será mejor que lo sepas.
Empezamos a salir de los callejones, todos oscuros, para darle paso a la luz, al barullo de la ciudad, me pegue a Spencer, pero la gente me miraba raro, los burgueses me intimidaban, baje la mirada un poco apenado – ¿Estás seguro de querer comer conmigo? – comente despacito, mientras unas mujeres me observaban con miradas de repudio – No tengo modales y dudo mucho que me dejen entrar a lugares como esos, me han sacado a patadas muchas veces. – suspire, mirando el lugar, estaba preparado para lo que viniera. Estaba todo sucio, con la ropa rota, era un total harapiento, mi hermana decía que si alguna vez me adoptaban y me daban un buen baño, debajo habría un muchacho hermoso, un cachorro lindo, porque ella era hermosa, pero jamás lo había creído, a diferencia, llevamos vidas paralelas, ella fue la estrella del circo, yo era una mascota más sin número.
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Re: Solo y débil [LIBRE]
-¿Es la segunda vez que mientes?... ¿Me mentiste? – no sabía si sentirme inseguro con la confesión del chico, pero lo que dijo a continuación hizo que mi corazón se estrujara. ¿Qué clase de persona trata así a otro ser humano? Llegando a la calle principal todo cambio, parecía, vivo y no tan tenebroso si se me permite decir.
Pude sentir a Badou entusiasmado por la idea de tener algo en el organismo además de la mordida que le había dado a aquel pan descompuesto. Aunque no parecía muy seguro. – Podrás contármelo durante la cena – le sonreí tratando de infundirle valor. – Y claro que quiero cenar contigo Badou, primero porque no se como agradecerte y disculparme por lo de hace un momento y segundo porque creo que eres un gran chico y de verdad me gustaría que pudiéramos ser amigos, ¿Tu no? – Se sentía raro decir la palabra porque realmente, nunca había tenido un amigo... Seguí caminando temiendo que a él, le doliera la herida, pero parecía caminar bastante normal, inclusive mejor que yo, que aún tenía una sensación incómoda en la boca del estómago.
Llegamos a un lugar bastante… ostentoso, pero había estado ahí y la comida era exquisita, estaba seguro de que a Badou le gustaría bastante. A pesar de que no estaba de acuerdo, el chico había dicho algo muy cierto, las personas aquí son especiales, tal vez demasiado especiales y seguramente nos pondrían más de 2 trabas para pasar, pero no lo de importancia a fin de cuentas y lamentablemente – El dinero lo puede todo y tengo conmigo más del apropiado a cargar –
Como esperaba, el encargado miró la falta de saco en mí, para después y casi inmediatamente fijarse en lo que traía puesto Badou poniendo cara de repulsión, sin atreverse a decir nada. – Buenas noches – dije con un fuerte tono de voz mientras me acercaba hacia él, estirando mi mano, ofreciéndosela – Queremos una mesa para dos por favor – al estrecharla deje una buena cantidad de dinero, misma que vio y al darse cuenta de cuanto tenía en la mano, sin chistar nos dirigió a una mesa cerca de los ventanales.
Era un hermoso lugar, no puedo negarlo, grandes candelabros de cristal con ornamentos de oro, techos muy altos y, como es en casi todos los lugares como estos, la pomposidad de París en todo su esplendor. Los clientes nos veían atónitos. Al llegar a nuestro lugar, las personas en las mesas aledañas se levantaron – el dinero no compra la educación – pensé. – Gracias – le dije al empleado que nos dirigió a la mesa. El mesero se acercó, dudoso y nos entregó un par de menús. Miré a Badou de reojo varias veces – Ordena lo que quieras Badou – le hice una señal al mesero y ordené – Carème del chef Georges Auguste Escoffier, porfavor – “Buena elección señor”, me dijo para después dirigirse a Badou, esperé a que ordenara con una sonrisa en el rostro.
-Ahora si, ¿qué es eso que tanto te molesta Badou? – lo miré un tanto sospechoso.
Pude sentir a Badou entusiasmado por la idea de tener algo en el organismo además de la mordida que le había dado a aquel pan descompuesto. Aunque no parecía muy seguro. – Podrás contármelo durante la cena – le sonreí tratando de infundirle valor. – Y claro que quiero cenar contigo Badou, primero porque no se como agradecerte y disculparme por lo de hace un momento y segundo porque creo que eres un gran chico y de verdad me gustaría que pudiéramos ser amigos, ¿Tu no? – Se sentía raro decir la palabra porque realmente, nunca había tenido un amigo... Seguí caminando temiendo que a él, le doliera la herida, pero parecía caminar bastante normal, inclusive mejor que yo, que aún tenía una sensación incómoda en la boca del estómago.
Llegamos a un lugar bastante… ostentoso, pero había estado ahí y la comida era exquisita, estaba seguro de que a Badou le gustaría bastante. A pesar de que no estaba de acuerdo, el chico había dicho algo muy cierto, las personas aquí son especiales, tal vez demasiado especiales y seguramente nos pondrían más de 2 trabas para pasar, pero no lo de importancia a fin de cuentas y lamentablemente – El dinero lo puede todo y tengo conmigo más del apropiado a cargar –
Como esperaba, el encargado miró la falta de saco en mí, para después y casi inmediatamente fijarse en lo que traía puesto Badou poniendo cara de repulsión, sin atreverse a decir nada. – Buenas noches – dije con un fuerte tono de voz mientras me acercaba hacia él, estirando mi mano, ofreciéndosela – Queremos una mesa para dos por favor – al estrecharla deje una buena cantidad de dinero, misma que vio y al darse cuenta de cuanto tenía en la mano, sin chistar nos dirigió a una mesa cerca de los ventanales.
Era un hermoso lugar, no puedo negarlo, grandes candelabros de cristal con ornamentos de oro, techos muy altos y, como es en casi todos los lugares como estos, la pomposidad de París en todo su esplendor. Los clientes nos veían atónitos. Al llegar a nuestro lugar, las personas en las mesas aledañas se levantaron – el dinero no compra la educación – pensé. – Gracias – le dije al empleado que nos dirigió a la mesa. El mesero se acercó, dudoso y nos entregó un par de menús. Miré a Badou de reojo varias veces – Ordena lo que quieras Badou – le hice una señal al mesero y ordené – Carème del chef Georges Auguste Escoffier, porfavor – “Buena elección señor”, me dijo para después dirigirse a Badou, esperé a que ordenara con una sonrisa en el rostro.
-Ahora si, ¿qué es eso que tanto te molesta Badou? – lo miré un tanto sospechoso.
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Re: Solo y débil [LIBRE]
-Algo…. – murmure bajito cuando me pregunto –así… ¡Pero te aseguro tiene una explicación! – me apresure a decir, cuando vi como su rostro cambia de muecas. – Solo… espero no me castigues, no quiero estar más bajo del agua – sonreí como si fuera un pequeño cuando dije eso, es que le tenía un poco de miedo al agua, sí, porque no me gustaba ver que mi rostro en verdad era “hermoso” como solía decirme mi hermana, de nada servía si la apariencia de mis ropas no le agradaban a los demás, por eso lucia más harapiento, no veía la necesidad de bañarme a menos que fuera verano y en forma de cachorro me sumergiera en las agua de la laguna.
Llegamos a ese lugar, lo mire de Pi a Pa impresionado por cada detalle, jamás vi tantas cosas bonitas, en lo que Spencer hablaba, jugué con el reflejo que miraba en la copa, subiendo y bajando la mirada, - ¿Amigos? – me iba a ir casi encima de él, cuando lo menciono - ¿Qué es un amigo? – Sonreí, la palabra sonaba bien – Yo no tengo – le dije entusiasmado, como un niño de tres años cuando le dan un juguete, así que me olvide por completo de los demás, incluso se paraban, se alejaban. – Pero podrías ser mí amo, eso sí sería bueno, solo no me encierres mucho tiempo, eso no es bonito. – ladee la cabeza sacando la lengua esperando su reacción y cifrando sus expresiones.
La mesa era elegante, había pan encima, flores, manteles, olía tan limpio, me puse a jugar con el botón de una flor que caía del recipiente donde estaban, Spencer sabía mucho, demasiado, me observo con cierto ímpetu el hombre que me extendió la carta, la deposito delante de mí y observe cosas raras, ¿Letras?, no……baje la mirada y vaya mi compañero sabía de lo que hablaba, después se dirigió a mí y casi me escondí entre las flores susurrando bajo – No…No sé leer – dije con tono de tristeza.
-Bueno yo… necesito… lo que tengo que decirte… necesito mostrarlo… pero… - mire al camarero, quien me dio un respingo de molestia, cuando se marchó me levante y sonreí – espero no te enojes – hice mi mayor esfuerzo, pero justo llegaron con la comida, mi concentración cayo - ¡NO!... – exclame decepcionado. – Specer después de comer, bueno después de un bocado podemos ir a… un lugar solos? Lo que debo decirte… lo que debo revelar… aquí no se logra hay mucha gente y muchas miradas sobre mi… solo un bocado y te aseguro podre decirte toda la verdad, es que las palabras no se me dan, no sé cómo explicarlo, será mejor mostrarlo, porque con hechos me creerás, cierto? – me incorpore a mi asiento mirando la comida.
Llegamos a ese lugar, lo mire de Pi a Pa impresionado por cada detalle, jamás vi tantas cosas bonitas, en lo que Spencer hablaba, jugué con el reflejo que miraba en la copa, subiendo y bajando la mirada, - ¿Amigos? – me iba a ir casi encima de él, cuando lo menciono - ¿Qué es un amigo? – Sonreí, la palabra sonaba bien – Yo no tengo – le dije entusiasmado, como un niño de tres años cuando le dan un juguete, así que me olvide por completo de los demás, incluso se paraban, se alejaban. – Pero podrías ser mí amo, eso sí sería bueno, solo no me encierres mucho tiempo, eso no es bonito. – ladee la cabeza sacando la lengua esperando su reacción y cifrando sus expresiones.
La mesa era elegante, había pan encima, flores, manteles, olía tan limpio, me puse a jugar con el botón de una flor que caía del recipiente donde estaban, Spencer sabía mucho, demasiado, me observo con cierto ímpetu el hombre que me extendió la carta, la deposito delante de mí y observe cosas raras, ¿Letras?, no……baje la mirada y vaya mi compañero sabía de lo que hablaba, después se dirigió a mí y casi me escondí entre las flores susurrando bajo – No…No sé leer – dije con tono de tristeza.
-Bueno yo… necesito… lo que tengo que decirte… necesito mostrarlo… pero… - mire al camarero, quien me dio un respingo de molestia, cuando se marchó me levante y sonreí – espero no te enojes – hice mi mayor esfuerzo, pero justo llegaron con la comida, mi concentración cayo - ¡NO!... – exclame decepcionado. – Specer después de comer, bueno después de un bocado podemos ir a… un lugar solos? Lo que debo decirte… lo que debo revelar… aquí no se logra hay mucha gente y muchas miradas sobre mi… solo un bocado y te aseguro podre decirte toda la verdad, es que las palabras no se me dan, no sé cómo explicarlo, será mejor mostrarlo, porque con hechos me creerás, cierto? – me incorpore a mi asiento mirando la comida.
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Re: Solo y débil [LIBRE]
-Tomaremos las cosas en orden – le dije al chico después de ordenar un servicio, de cada plato fuerte de la carta para él, pues no sabía que iba a gustarle y más importante, parecía realmente hambriento. – No seré tu amo, eso es… cruel, inhumano, no debería de existir, si bien es verdad que Darwin apela, tal vez demasiado, a la teoría de la evolución es muy poco probable que… - me detuve, no tenía porqué darle todo el discurso. - ¿Cómo le explico algo que no conozco? – me tendí en la interrogante y después de darle vueltas al asunto por algún tiempo trate de tejer las palabras lo más sencillo que podía – La amistad se deriva del latín la cual define una relación afectiva entre dos o más personas… - suspiré –seguro puedes ponerlo más sencillo Spencer – Es alguien que te trata bien, que te apoya y que está ahí cuando lo necesitas… alguien… con quien hacer cosas divertidas juntos... ¿Entiendes? – le dije un poco reticente, realmente el chico había sufrido mucho en el pasado.
El nerviosismo del muchacho apelando a su mentira no me cayó por sorpresa, lo que si tuvo cierto impacto en mi fue su petición - ¿Qué quería mostrarme? ¿Qué sería tan importante para que nadie más lo escuchara o… viera? – La comida llegó a la mesa y si se me permite la expresión, el aroma era exquisito. – Podremos ir a dónde tu quieras una vez que hayamos terminado con esto – le sonreí señalando la cantidad exagerada de comida que teníamos en la mesa. Le solicité al mesero la copa de vino y comencé a observar a Badou, realmente me causaba una ternura insuperable.
Tomé un primer bocado y lo disfrute muchísimo, me recordó que no había tenido oportunidad de comer algo en la tarde debido a la prisa que tenía de ver a mi madre. -¿Qué te parece Badou? – le pregunté mientras escrutaba sus reacciones – Tomé un sorbo del vino y le pregunté - ¿Por qué tanto misterio Badou? – fije mis ojos en los suyos tratando de descubrir la razón de su sigilo.
Al terminar la cena tomé un respiro pues, aún habiendo dejado la mitad de mi platillo, había comido demasiado. Pagué y me levanté de la mesa un poco antes que él… - Ahora si chico, ¿A dónde tengo que ir? -
El nerviosismo del muchacho apelando a su mentira no me cayó por sorpresa, lo que si tuvo cierto impacto en mi fue su petición - ¿Qué quería mostrarme? ¿Qué sería tan importante para que nadie más lo escuchara o… viera? – La comida llegó a la mesa y si se me permite la expresión, el aroma era exquisito. – Podremos ir a dónde tu quieras una vez que hayamos terminado con esto – le sonreí señalando la cantidad exagerada de comida que teníamos en la mesa. Le solicité al mesero la copa de vino y comencé a observar a Badou, realmente me causaba una ternura insuperable.
Tomé un primer bocado y lo disfrute muchísimo, me recordó que no había tenido oportunidad de comer algo en la tarde debido a la prisa que tenía de ver a mi madre. -¿Qué te parece Badou? – le pregunté mientras escrutaba sus reacciones – Tomé un sorbo del vino y le pregunté - ¿Por qué tanto misterio Badou? – fije mis ojos en los suyos tratando de descubrir la razón de su sigilo.
Al terminar la cena tomé un respiro pues, aún habiendo dejado la mitad de mi platillo, había comido demasiado. Pagué y me levanté de la mesa un poco antes que él… - Ahora si chico, ¿A dónde tengo que ir? -
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Re: Solo y débil [LIBRE]
Observe los platillos frente a mí era todo un manjar, así que pronto casi los devore, sin importarme lo que mi compañero diría, solo empecé a atiborrarme como me fue posible, llevaba un bocado tras otro con la boca llena, mirando a Spencer de vez en cuando – Ser… - trague todo el alimento en mi boca antes de articular palabra alguna – Ser amo no es malo, el mío me trataba bien… pero… mi hermana le mato – baje la cabeza, satisfecho por haber comido casi todo. – Así que estoy solo… - le mire y me entusiasme por sus palabras - entonces seremos amigos, ¿Quieres divertirte conmigo? Eso me recuerda cuando me juntaba con otros perros o lobos en el bosque y hacíamos competencias de caza. – cogí su mano sin más recato y le jale hacia la salida.
-No es necesario que vayamos lejos, ya, he terminado, ya he terminado – repetí jalándole para que se levantara, no es tanto misterio pero me gustaría que supiera no era algo feo y si quería ser mi amigo, bueno los secretos o las mentiras no eran buenos caminos, espere a que pagara la cuenta y rápidamente le jale a un callejón. – Creo que esta vez sí puedo hacer las cosas bien. – observe su rostro de sorpresa, de expectación. – Solo quédate aquí y observa atento, no parpadees si es posible. – le apreté la mano, me aleje un poquito cuide que no hubiera nadie, respire hondo y le sonreí en mi forma humana aun.
De pronto las ropas cayeron sobre mí, haciendo que el humano que era desapareciera, de entre el monto, salió un pequeño perro blanco, me acerque a Spencer, ladrando y moviendo la cola, pero su rostro… no podía descifrar sus expresiones ¿Qué le ocurría?
-No es necesario que vayamos lejos, ya, he terminado, ya he terminado – repetí jalándole para que se levantara, no es tanto misterio pero me gustaría que supiera no era algo feo y si quería ser mi amigo, bueno los secretos o las mentiras no eran buenos caminos, espere a que pagara la cuenta y rápidamente le jale a un callejón. – Creo que esta vez sí puedo hacer las cosas bien. – observe su rostro de sorpresa, de expectación. – Solo quédate aquí y observa atento, no parpadees si es posible. – le apreté la mano, me aleje un poquito cuide que no hubiera nadie, respire hondo y le sonreí en mi forma humana aun.
De pronto las ropas cayeron sobre mí, haciendo que el humano que era desapareciera, de entre el monto, salió un pequeño perro blanco, me acerque a Spencer, ladrando y moviendo la cola, pero su rostro… no podía descifrar sus expresiones ¿Qué le ocurría?
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Re: Solo y débil [LIBRE]
Cuando mencionó acerca de la diversión que había tenido, con otros perros o lobos pude imaginar cualquier cosa, de hecho, creí que tenía una habilidad natural para convivir con animales, inclusive, llegué a pensar que tenía alguna tendencia animal (provocada por algún problema psicológico) pues hacía demasiada referencia a su amo, a comportarse como mascota… Pero lo que observe rebasaba toda lógica…
Sentí como la sangre dejaba mi rostro y mis manos se entumecían, un escalofrío recorrió mi espalda, de la base de mi nuca a mis talones, una gota de sudor resbaló por mi cien. El chico se alejó unos pasos de mi y parecía que encogía, poco a poco. Vi cada parte del proceso y aún así, no me pareció real. ¿Tendría la comida algún tipo de alucinógeno del cual no se me había informado? ¿Era esto lo que me había estado escondiendo toda la noche?
Al ver al pequeño animalito de color blanco (aunque un tanto opaco por rastros de leve suciedad) sentí que la consciencia iba a dejar mi cuerpo, apenas unos segundos atrás tenía un hombre frente a mi. - ¿Qué demonios pasa? - No tenía algún dato o estadística que pudiera darme una razón lógica a todo esto. Quería salir corriendo, veía hacia atrás de mi, luego al animal, después a la boca del callejón, de nuevo al animal… daba ligeros pasos apenas perceptibles, nervioso, tratando de decidir que hacer.
-Ba… Badou… – dije muy bajito – Badou – subí unas octavas el tono de mi voz, casi como en un grito, dentro de mi sabía que no iban a responderme… si posible con un ladrido. ¿Qué clase de enfermedad era esta? Me incliné hacia él, muy lenta y cautelosamente, tal vez demasiada, si alguien hubiera visto la escena se hubiera reído del miedo que tenía de acercarme al pequeño perrito.
Llevé mi mano a su cabeza y toqué su pelaje, me reí nerviosamente. Le dije, más maravillado que asustado, por fin – ¿Cómo es esto posible amigo mío? – le dije sin esperar respuesta, por lo menos no verbal. Rasqué la parte posterior de su oreja con los dedos, rítmicamente. No lo había podido evitar pero, a pesar de todo lo que me provocaba esta situación mentalmente, me había encariñado de aquel animalito.
- A si que tu… fuiste el del callejón… – deduje, con el tono de voz de las personas que se dan cuenta, que han dado en el clavo demasiado tarde.
Sentí como la sangre dejaba mi rostro y mis manos se entumecían, un escalofrío recorrió mi espalda, de la base de mi nuca a mis talones, una gota de sudor resbaló por mi cien. El chico se alejó unos pasos de mi y parecía que encogía, poco a poco. Vi cada parte del proceso y aún así, no me pareció real. ¿Tendría la comida algún tipo de alucinógeno del cual no se me había informado? ¿Era esto lo que me había estado escondiendo toda la noche?
Al ver al pequeño animalito de color blanco (aunque un tanto opaco por rastros de leve suciedad) sentí que la consciencia iba a dejar mi cuerpo, apenas unos segundos atrás tenía un hombre frente a mi. - ¿Qué demonios pasa? - No tenía algún dato o estadística que pudiera darme una razón lógica a todo esto. Quería salir corriendo, veía hacia atrás de mi, luego al animal, después a la boca del callejón, de nuevo al animal… daba ligeros pasos apenas perceptibles, nervioso, tratando de decidir que hacer.
-Ba… Badou… – dije muy bajito – Badou – subí unas octavas el tono de mi voz, casi como en un grito, dentro de mi sabía que no iban a responderme… si posible con un ladrido. ¿Qué clase de enfermedad era esta? Me incliné hacia él, muy lenta y cautelosamente, tal vez demasiada, si alguien hubiera visto la escena se hubiera reído del miedo que tenía de acercarme al pequeño perrito.
Llevé mi mano a su cabeza y toqué su pelaje, me reí nerviosamente. Le dije, más maravillado que asustado, por fin – ¿Cómo es esto posible amigo mío? – le dije sin esperar respuesta, por lo menos no verbal. Rasqué la parte posterior de su oreja con los dedos, rítmicamente. No lo había podido evitar pero, a pesar de todo lo que me provocaba esta situación mentalmente, me había encariñado de aquel animalito.
- A si que tu… fuiste el del callejón… – deduje, con el tono de voz de las personas que se dan cuenta, que han dado en el clavo demasiado tarde.
Spencer Reid2- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 12/09/2011
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Re: Solo y débil [LIBRE]
Escuche a Spencer, pero no podía hacer mucho, así que en respuestas solo un ladrido podía dar, tenía un rostro raro, ladee la cabeza al mirarle, seguro que no estaba bien, pero tampoco parecía enojado, más bien, tenía el rostro de las personas que siempre iban a vernos al circo, esa cara como si se les fuera a salir los ojos, o algo así, eran graciosos, di unas vueltas a su alrededor, mirándole, parecía muchísimo más alto y más fuerte, le ladre un par de veces para que reaccionara y en respuesta tuve su mano, se sentía tan bien que me acariciara, como si fuera reconfortado por algo y pensé ‘¿eso es la amistad?’.
A sus preguntas no podía responder, así que solo movía la colita y ladraba, después me aparte de él y me senté, le ladre por última vez y el pequeño cuerpo del cachorro fue deformándose, agrandándose esta vez, para darle paso a un lobo, uno mucho más grande, camine a Spencer con un aire imponente, claro, en ese aspecto todos me temían, pero me abalance contra él y sin darme cuenta termine tirándole, le lamí un par de veces la cara, y después me aparte, soltando un aullido, uno pequeño porque si bien sabía los de aquí no querían a los lobos y no quería ver otra vez a esos tipos detrás de mí.
Por último, antes de que las energías se me agotaran, el lobo se convirtió en una sonriente hiena, era el aspecto que menos me gustaba, pero así era lo había heredado y no había paso atrás, pero esta vez no me acerque a él, porque percibía el olor de la carne, mantuve distancia rascándome el lomo, mientras mis fuerzas se iban haciendo mínimas.
Hasta dejarme de nuevo en la forma humana, cogí rápido la ropa y trate de ponerla, mientras miraba a Spencer – Si, he sido yo… Lo siento no sé por qué no lo dije en su momento, a lo mejor tenía miedo a que me pegaras como esos hombres… – sonreí buscando como ponerme la sucia camisa. Rasque un poco mi barbilla como si fuera un animal, y después me puse las demás prendas – no sé cómo puedo hacerlo, mi hermana también puede, pero nunca la vi mucho así… creo que… no sé cómo explicarlo. Solo sé que soy así. – Guarde silencio y le mire curioso - ¿Spencer tú no puedes hacer esto? – sonreí, sabía que no era el único, porque Atriella era una, así que pensaba que la mayoría de las personas podía…
A sus preguntas no podía responder, así que solo movía la colita y ladraba, después me aparte de él y me senté, le ladre por última vez y el pequeño cuerpo del cachorro fue deformándose, agrandándose esta vez, para darle paso a un lobo, uno mucho más grande, camine a Spencer con un aire imponente, claro, en ese aspecto todos me temían, pero me abalance contra él y sin darme cuenta termine tirándole, le lamí un par de veces la cara, y después me aparte, soltando un aullido, uno pequeño porque si bien sabía los de aquí no querían a los lobos y no quería ver otra vez a esos tipos detrás de mí.
Por último, antes de que las energías se me agotaran, el lobo se convirtió en una sonriente hiena, era el aspecto que menos me gustaba, pero así era lo había heredado y no había paso atrás, pero esta vez no me acerque a él, porque percibía el olor de la carne, mantuve distancia rascándome el lomo, mientras mis fuerzas se iban haciendo mínimas.
Hasta dejarme de nuevo en la forma humana, cogí rápido la ropa y trate de ponerla, mientras miraba a Spencer – Si, he sido yo… Lo siento no sé por qué no lo dije en su momento, a lo mejor tenía miedo a que me pegaras como esos hombres… – sonreí buscando como ponerme la sucia camisa. Rasque un poco mi barbilla como si fuera un animal, y después me puse las demás prendas – no sé cómo puedo hacerlo, mi hermana también puede, pero nunca la vi mucho así… creo que… no sé cómo explicarlo. Solo sé que soy así. – Guarde silencio y le mire curioso - ¿Spencer tú no puedes hacer esto? – sonreí, sabía que no era el único, porque Atriella era una, así que pensaba que la mayoría de las personas podía…
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Re: Solo y débil [LIBRE]
Aún temblaba débilmente por la sorpresa que todo lo que acaba de presenciar me había provocado. No solamente era el miedo a aquello que desconocía si no que también estaba seguro de que este pequeño, que tenía una pinta tan inocente podría devorarme si así lo quería, con todo y la actitud que se cargaba.
-No… no Badou… yo no puedo hacer eso – a pesar de que estaba nervioso, tenía frente a mi algo único - ¿Qué dirían todos aquellos científicos “famosos” sobre esto? – pensé no sin después arrepentirme por pensar en el chico como un objeto de estudio. Así como me asustaba, me fascinaba la idea de que había más como él. –Badou… no, ¿no te lastima transfórmate así? – me acerqué a él rodeándolo, inclusive me detuve un momento y toqué su mejilla con mi dedo índice, estaba seguro de que si alguien me hubiera visto haciendo esto se hubiera extrañado con mi interés.
Había tantas cosas que quería preguntarle, tantas cosas que debía saber, pero estaba seguro de que ese no era ni el momento ni el lugar… pero ¿Cuándo? Una idea repentina me llenó la cabeza y me sentí orgulloso de mi mismo pues mi gran curiosidad podría ser saciada solo si pudiera pasar más tiempo con el chico y le preguntaría poco a poco y discretamente… como no queriendo.
-Sabes, creo que no es conveniente que estemos aquí ¿Tienes en dónde dormir? – le pregunté inocentemente – No me gustaría que pasaras la noche solo… y aquí, así que ¿Por qué no vienes a mi casa? Podrás quedarte el tiempo que quieras y amigo mío, podrás tomar un largo y relajante baño… - le sonreí y lo tomé del brazo sin permitirle contestar. Lo jalé conmigo mientras me dirigía a la boca del callejón.
-No… no Badou… yo no puedo hacer eso – a pesar de que estaba nervioso, tenía frente a mi algo único - ¿Qué dirían todos aquellos científicos “famosos” sobre esto? – pensé no sin después arrepentirme por pensar en el chico como un objeto de estudio. Así como me asustaba, me fascinaba la idea de que había más como él. –Badou… no, ¿no te lastima transfórmate así? – me acerqué a él rodeándolo, inclusive me detuve un momento y toqué su mejilla con mi dedo índice, estaba seguro de que si alguien me hubiera visto haciendo esto se hubiera extrañado con mi interés.
Había tantas cosas que quería preguntarle, tantas cosas que debía saber, pero estaba seguro de que ese no era ni el momento ni el lugar… pero ¿Cuándo? Una idea repentina me llenó la cabeza y me sentí orgulloso de mi mismo pues mi gran curiosidad podría ser saciada solo si pudiera pasar más tiempo con el chico y le preguntaría poco a poco y discretamente… como no queriendo.
-Sabes, creo que no es conveniente que estemos aquí ¿Tienes en dónde dormir? – le pregunté inocentemente – No me gustaría que pasaras la noche solo… y aquí, así que ¿Por qué no vienes a mi casa? Podrás quedarte el tiempo que quieras y amigo mío, podrás tomar un largo y relajante baño… - le sonreí y lo tomé del brazo sin permitirle contestar. Lo jalé conmigo mientras me dirigía a la boca del callejón.
Spencer Reid2- Humano Clase Alta
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Re: Solo y débil [LIBRE]
Me levante ‘medio sacudiéndome’, dando un largo y profundo suspiro, escuchando a Spencer, quien curioso y asombrado me miraba infle las mejillas como si estuviera enfadado y me acerque a él, soltando el aire, y le revolví los cabellos – No, me duele, solo me da hambre, pero es normal – sonreí. Y me aparte mirando la calle, estaba tan sola. Me empezaba agradar como era Spencer, puesto que él tenía mucho como yo desconocía cosas que yo conocía y el conocía las que yo desconocía, así que me sentía contento.
Asombro, mucho asombro y felicidad me vino a la mente y al cuerpo agitándomelo en un nerviosismo total - ¡¡SI, Spencer, quiero ir a tu casa!! – empecé a correr dando vueltas a su alrededor con los brazos arriba hasta lo otro ¿Baño?, un ¿BAÑO? – No, Spencer, si es con agua fría no quiero bañarme, no me gusta el agua fría – negué con la cabeza repetidas veces, pero después la expresión que me puso me convenció. – Esta bien, me bañare, pero no tengo ropa así que no servirá de nada – dije en resignación.
-No, apenas hace unos días que ando en parís y duermo donde puedo, a veces en los callejones o en la entrada de la casa de alguien, claro en forma de perro, porque no me queda de otra – sonreí y empecé a caminar a un lado de mi nuevo amigo. - ¿Cómo es tu casa Spencer? – ladee el rostro con curiosidad mientras de nuevo entrabamos al barullo de la ciudad.
Asombro, mucho asombro y felicidad me vino a la mente y al cuerpo agitándomelo en un nerviosismo total - ¡¡SI, Spencer, quiero ir a tu casa!! – empecé a correr dando vueltas a su alrededor con los brazos arriba hasta lo otro ¿Baño?, un ¿BAÑO? – No, Spencer, si es con agua fría no quiero bañarme, no me gusta el agua fría – negué con la cabeza repetidas veces, pero después la expresión que me puso me convenció. – Esta bien, me bañare, pero no tengo ropa así que no servirá de nada – dije en resignación.
-No, apenas hace unos días que ando en parís y duermo donde puedo, a veces en los callejones o en la entrada de la casa de alguien, claro en forma de perro, porque no me queda de otra – sonreí y empecé a caminar a un lado de mi nuevo amigo. - ¿Cómo es tu casa Spencer? – ladee el rostro con curiosidad mientras de nuevo entrabamos al barullo de la ciudad.
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