La llegada es solo eso [LIBRE]

El viaje ha sido largo, llegar a estas nuevas tierras me abrirá nuevas puertas, nuevos retos y nuevos lugares por conocer, di un suspiro algo extasiado por mis pensamientos. Mis dos sirvientes fieles me acompañaban en silencio – No se preocupen, se lo que hago, lo se muy bien – exclame con una sonrisa torcida en mi rostro, Pascalle me hablo como siempre lo hacia – Xavier, conocemos tu trabajo, pero siempre estamos a la expectativa si volverás al otro día – la mire con una especia de ternura en mi rostro, y mire a Fyn su esposo – Siempre vuelvo a casa – termine diciendo cuando una bocina se hizo presente en aquel lugar, en aquel medio de transporte tan inusual un barco.

Llego uno de los marineros de flota para avisarnos que estábamos pronto a encallar, mi satisfacción había crecido en ese momento y solo mire a mis dos acompañantes y con ayuda de estos juntamos algunos bolsos de mano, los baúles estaban en el sector de carga pesada ya que eran demasiados; para una larga estadía en estas tierras. Me adelante y subí a proa del barco para ver aquel puerto, con mis pasos seguros subí una escaleras y el aire frió calo en todo mi cuerpo el invierno se venia mas helado que otras veces, aun así acomode mi chaqueta cerrándola hasta el cuello y seguí mi camino por el lugar, observando al puerto que lentamente se hacia cada vez mas visible. Los marineros iban y venían poniendo todo en orden yo solo me quede en un lugar donde pudiera presenciar mi propia llegada al Famoso Puerto Parisino. Pasaron mas menos una hora cuando el barco ya encallado en el puerto abrió sus puertas para que toda la tripulación descendiera de aquella nave.

-París, París… - descendí por una especia de escalera improvisada junto a un centenar de personas, la mayoría era bien recibida, mientras yo observaba a cada uno de aquellas personas, no podía dejar de pensar que esta seria mi nuevo hogar. Llegue a piso firme y comencé avanzar entre la multitud, necesitaba un lugar espacioso para poder dejar mis cosas y claramente para que mis sirvientes me vieran; hice una seña al barco cuando los vi bajando, aunque no se notara en mi rostro estaba feliz de estar en esta lejana tierra. Apoye mi cuerpo sobre un farol apagado, según yo debían ser no mas de medio día, buena hora para llegar y conocer las calles parisinas.

Saque mi cuaderno de apuntes y revise el nombre del Hotel al cual debía dirigirme, Hotel Des Arenes, aquello era un gran lío, sabia que Pascalle había hecho algunos arreglos para que nos vinieran a recoger mas ella siempre se preocupaba de eso, mientras tanto, el frió cada vez era mas potente, llevé mis manos a mi boca y sople sobre ellas para lograr algo de calor. Mis ojos no dejaban de moverse de un lado hacia otro, estudiando el lugar, observando a mis empleados, y observando como comenzaba la descarga de aquel navío.

Pascalle y Fyn llegaron a mi lado algo extasiados con la emoción de la nueva tierra, me dio algo de gusto verlos así - Xavier, la serie es la que a continuación comenzaran a descargar, en total son 10 baúles, yo iré con los marineros de flota y Pascalle ira a buscar el carruaje que nos llevará al hotel - la voz ronca y carraspeada se hizo notar, aquella voz era autoritaria pero nunca con mala educacion hacia mi. - Bien, yo vigilare de aquí que salgan los diez baúles ni uno mas ni uno menos - le pase a Fyn dinero lo suficiente como para que las cosas salieran bien y que no hicieran muchas preguntas, ya que venia un gran arsenal de armas.

Del interior de mi abrigo saque una pequeña botella en la cual el liquido que tenia era un whisky, justo y necesario para aquel frió penetrante. Le di un sorbo, no te que alguien tomaba de mi brazo, algo molesto por lo ocurrido mire a la criatura de cual una vocecita salia casi en un hilo - Yo estoy en perfecto estado - torcí mi labio con una sonrisa casi que no se notaba -¿Y usted señorita se encuentra bien?- siempre era educado, aunque no con todos por igual, mi ojo critico estudio a la dama que había tropezado conmigo, su vestimenta no decia mucho mas si su aroma, que a pesar de que caería en un prejuicio me había llamado la atención, el olor era a una taberna, humo, alcohol, cosas que quizás no todos podían notar pero yo, simplemente iba mas allá de lo que a simple vista se podía ver.

Era una humana sencilla, su corazón latía y eso me tranquilizaba, seguí serio con la mirada fija en la pequeña dama, si bien yo era alto ella era mas baja. No sabia si tenia que seguir con alguna conversacion quizás era necesario quizás no. - Este lugar no es para señoritas, des protegidas - añadí a continuación mientras veía a Fyn a la lejanía haciendo señas a los marineros para que trataran mis baúles con gran cuidado, por otra parte Pascalle conversaba con un tipo de traje negro, algo misterioso diría yo pero al parecer ella tenia todo manejado. También alcance a notar la factura que aquella señorita tenia en mano -¿Viene a buscar cargamento? Señorita. - pregunte mientras esperaba alguna respuesta.

Medio día y comenzo la a caer una suave nieve sobre nuestras cabezas rápidamente todos comenzaron a moverse casi dejando el puerto desocupado, expedito para una amena descarga. Al parecer la suerte estaba de mi lado, pensé para mi mientras buscaba un algo para cubrirnos de aquella nieve que caía y caía sin cesar en el puerto.