Cuanto lo siento *|Joris Toulalan|*

por **Yalinca** Lun Sep 19, 2011 6:54 am

Era temprano para estar en las calles de Paris, a esta hora solo encontrabas viajeros que acababan de desembarcar y vagabundos buscando que comer, pero hay estaba yo en medio de tanta gente en dirección al Burdel, no era mi hora de trabajo es decir hoy no tenia que trabajar pero la noche anterior había olvidado un sobre muy importante que tenia que llevar al banco y no podía esperar hasta la noche siguiente para irlo a buscar así que me levante temprano me puso el vestido rojo que fue el primer que encontré. Ya en las puertas del Burdel tropecé con un hombre, que llevaba unas cuantas maletas con el –un recién llegado- pensé para mi misma –Cuanto lo siento Monsieur- mis mejillas se tornaban de un rosa intenso, había metido la pata que torpe es la primera vez que me pasa algo así –Puedo ayudarlo- fue lo primero que me salio para intentar enmendar mi torpeza. Me agache y cogi una de las maletas del caballero, mis ojos comenzaron a detallar a aquel apuesto caballero.

por **Joris Toulalan** Lun Sep 19, 2011 7:13 am

París. Aquella ciudad apestaba. Apestaba a hombre, a muerte y a enfermedad. Las calles estaban llenas de mierda y de sangre acumulada que nadie se molestaba en limpiar. Perros vagabundos, niños solitarios y hambrientos... Ya había oído cosas de París, pero no se había imaginado que los rumores serían tan ciertos. Pero tenía que escapar, y esperaba lograr dar esquinazo a aquél maldito cazador entre los callejones parisinos.

Había llegado hacía un par de días y todavía no había encontrado ningún lugar donde poder descansar ni dejar su escaso equipaje, que consistía en una bolsa que llevaba colgada a la espalda y una maleta. Vestía con ropas desgastadas y sucias por el largo viaje, pero no era algo que le importara demasiado, al menos de momento. Cuando lograra encontrar un sitio donde dormir se preocuparía por su higiene.

Pero aquello estaba siendo más difícil de lo que pensaba. Los alquileres de las habitaciones eran ridículamente caros y él apenas sí tenía algo de dinero. Si quería podría vivir en las afueras y en los bosques, pero allí sería más fácil que lo encontraran; así que necesitaba algo dentro de la ciudad, donde pasara desapercibido.

Y mientras pensaba en aquello, y a pesar de sus sentidos agudizados (¿la ciudad se los embotaba a caso?) al girar una esquina alguien chocó contra él. Joris alzó la vista, molesto y enfadado, a punto de echar mano del cuchillo que llevaba oculto cruzado a la cintura, cuando se dio cuenta de que se trataba de una mujer que se apresuraba en disculparse.

-¡Cuidado joder!- se quejó. Por su acento parecía obvio que no era de la ciudad-. Estoy bien, no hace falta que cojas mi maleta...-el golpe le había empeorado aún más el humor.

Pero se dio cuenta de que portarse así era una tontería; se había ofrecido a ayudarle, ¿no? Y se había disculpado.
-Oh, perdona mi tono...-rara vez trataba a los demás de usted-. Es que acabo de llegar... Sí, tal vez puedas ayudarme. Estoy buscando un lugar barato donde poder vivir. Tal vez usted podría recomendarme alguna pensión u hostal económico por ésta zona...

Y tras decir aquello lanzó una mirada evaluadora a la mujer. Era muy hermosa y aquél vestido rojo sólo la hacía más atractiva. Se preguntó si sería igual de bella sin nada sobre su piel.

por **Yalinca** Lun Sep 19, 2011 7:28 am

El caballero fui muy descortés al principio, como si hubiera sido culpa mía tropezar, porque yo creo que fue de los dos, pero tras relajarse un poco ya me hablo de mejor manera. Le devolví la maleta porque al parecer no fue de su agrado que cogiera una pertenencia de él –lo lamento solo pretendía ayudar- ahora si podría enmendar mi torpeza –un lugar donde hospedarse, lo siento mucho pero ha llegado en una fecha muy solicitada, por lo que he escuchado la ciudad esta llena de gente y los hoteles y hospedajes están a reventar si no tenias reserva no creo que encuentres uno- menuda manera de ayudar, muchos ánimos le estaba dando al caballero. Me quede pensativa un rato, tal vez yo tuviera la solución –Podemos llegar a un acuerdo y yo le ofrezco un lugar donde vivir el tiempo que usted necesite- me quedo en silencio para que el reflexione y me de una respuesta –Y bueno caballero que me dice? Podemos hablarlo en una pequeña cafetería que hay en la esquina es muy temprano y no he desayunado todavía, pero tendría que esperar un momento porque tengo que ir a buscar una cosas aquí dentro- señalo con la mano la puerta del burdel.

por **Joris Toulalan** Lun Sep 19, 2011 7:36 am

Frunció el entrecejo al oír las palabras de la mujer. ¿Todo lleno? Cojonudo. Maldita ciudad de mierda. El lado bueno era que mientras más gente hubiera más difícil sería encontrarlo, pero aún así...

Claro que, al parecer, no todo estaba perdido. En un primer momento desconfió de la invitación de la mujer, pero finalmente asintió. No sentía que hubiera nada peligroso en ella ni que fuera a causarle demasiados problemas. Así que tras meditarlo unos segundos asintió y sonrió.

-Claro, podemos ir a hablarlo-dijo tendiéndole la mano para estrechársela-. Me llamo Joris Toulalan, encantado. Vengo de Holanda. Si quieres te espero en alguna de las cafeterías mientras vas a recoger lo que sea que necesites y nos vemos en un rato...

En ese instante miró hacia el lugar que señalaba la mujer con el dedo. ¿Aquello era un burdel? ¿La mujer era alguna especie de puta? Joris estuvo a punto de estallar en carcajadas; pero en lugar de eso sólo sonrió, imaginándosela desnuda y con algún cliente.

-Y muchas gracias.

por **Yalinca** Lun Sep 19, 2011 7:49 am

Estreche la mano del caballero –Mucho gusto Joris, mi nombres es Yalinca pero puedes llamarme Yal- ya decía yo que su forma de actuar era diferente al de las personas que conocía, -Yo tampoco soy de aquí, pero por lo que veo llevo mas tiempo que vos en esta ciudad, soy de Estados Unidos- separe mi mano de la de él –puede esperarme en el café de la esquina no tardo mas de 10 min.- No se si estaba haciendo bien en llevar un desconocido a mi casa, pero no creo que alguien como el me traiga problemas, además la casa es suficientemente grande para vivir yo sola, porque ni los sirvientes pueden ocupar aquel lugar. Si sabia hacer las cosas podría sacar algo de ventajas a que aquel hombre viviera en mi casa. vi como Joris comenzaba a caminar en dirección al café asi que coge las puntas de mi vestido y corri al interior del Burdel, salude a la madame para seguir corriendo escaleras arriba hasta llegar a mi recamara, buscue en mi escote la pequeña llave y entre mi recamara era una de las mas bonitas de todo el Burdel, me acerque despacio al pequeño tocador y busque en el cajón de la ropa interior lo que me habia olvidado la noche anterior, menos mal seguian hay los documentos. me afloje el corset y guarde los papeles en la parte delantera de este, volvi a apretarlo esta vez un poco menos para no arrugarlos, acomode mi vestido y baje de nuevo -Hasta mañana madame- me despedi con la mano y sali en dirección del café donde habia quedado con Joris

por **Joris Toulalan** Lun Sep 19, 2011 8:00 am

Joris le hizo caso y la esperó en la cafetería. A pesar de que era temprano por la mañana hizo que le sirviera una jarra de cerveza negra y fue bebiendo poco a poco mientras esperaba a que Yalinca hiciera acto de presencia. Era la primera vez que oía un nombre como aquél, pero quizá fuera muy común en los Estados Unidos...

El licántropo se recostó contra la silla y estiró sus largas piernas para tratar de ponerse cómodo. Qué raro era todo aquello; llegaba a una ciudad nueva y se topaba con una desconocido que se ofrecía a ayudarle. ¿Qué es lo que le ofrecería? Tal vez tendría alguna casa o guardilla que quisiera alquilarle, quién sabía.La verdad, no me importaría lo más mínimo tener una casera tan guapa; estaría encantado de pagarle el alquiler en algo más que en dinero...-pensó mientras saboreaba la cerveza. Pero había algo extraño, ¿por qué querría ayudarle? Estaba claro que Joris apenas tenía dinero, al menos de momento. ¿Qué esperaba obtener a cambio? No terminaba de fiarse de aquella mujer...

En ese momento vio como la mujer entraba en la cafetería. Le hizo un gesto con la mano para señalarle donde estaba. Antes de decidir tendría que oír lo que tenía que decirle:

-Bueno, Yalinca, ¿cuál es esa oferta?-preguntó cuando se sentó a la mesa.

por **Yalinca** Lun Sep 19, 2011 8:16 am

Entre en el café y Joris me hizo un gesto con su mano para que me acercara a la mesa, antes de ir a la mesa me acerque a la barra –Puede llevar un café con leche y algo de comer a aquella mesa- señale la posición de Joris, el camarero asintió –Muchas gracias- Me gire y camine con paso lento pero firme en dirección a Joris –Hola de nuevo caballero- me acomode en la silla que estaba delante de él, no me había terminado de sentar y Joris ya estaba preguntado –Tiene mucha prisa Monsieur- dije con una sonrisa en mis labios mientras me apartaba un poco para que el camarero acomodara mi café en la pequeña mesa.

Me quede en silencio hasta que percibí que el camarero deja de prestar atención a mis pechos y que nadie mas nos miraba –Bueno Joris, se lo que es no me pregunte como lose pero lose, el trato es sencillo- cogi en mis mano la taza de café y bebí un poco para después morder un trozo del bizcocho que me había traído el camarero –Yo le ofrezco vivir en la parte que usted desee de mi casa, siempre y cuando me prometa que no me traerá problemas y que podré contar con su ayuda cuando la necesite- volví a beber de mi café esta vez un poco más que la anterior –como se habrá dado cuenta, trabajo en el burdel *tomo aire* soy una cortesana muy bien pagada y algo conocida de momento, cosa que cambiara poco a poco y como cualquier cortesana deseada tengo hombres que no son de mi agrado y que suelen acecharme de noche y mientras duermo- termino el café y fijo mi mirada en Joris –su deber será protegerme de aquellos hombres que quieran lastimarme y déjeme decirle que no todos son simples humanos como yo, también hay hombres sobrenaturales como usted- cierro los ojos y me quedo en silencio para que Joris asuma cada una de mis palabras y me de su respuesta.

por **Joris Toulalan** Lun Sep 19, 2011 8:27 am

Ya desde la primera frase empezó a desconfiar, había algo extraño en lo que dijo que no le hizo gracia, pero prefirió terminar de oír lo que tenía que decirle. Claro que cuando llegó a la última frase sintió cómo el vello se le erizaba y el entrecejo se fruncía aún más. Notaba que sus más primarios instintos le pedía que la degollara y se marchara de allí corriendo. Echó un vistazo a la cafetería, temiendo que algún grupo de cazadores fuera a aparecer de la nada y capturarle. Estuvo a punto de echar mano del cuchillo que llevaba escondido, pero no... Allí no pasaba nada. Apenas había clientes, el camarero estaba tras la barra y nadie entró por la puerta. Nadie les miraba, sólo miradas furtivas al busco y el rostro de Yalinca por parte del camarero y algunos clientes.

Lanzó una mirada evaluadora y desconfiada a la prostituta. Su tono de voz se había vuelto más grave y agresivo.
-¿Cómo lo sabes?-preguntó en un tono que era más una orden que una pregunta-. ¿Qué eres? Dices que eres humana, pero sabes que no soy como tú...-algo parecido a un gruñido nació de su garganta-. Dímelo ya...-dijo, en un tono que cualquiera hubiera pensado que era una amenaza-. Y no me mientas o lo sabré...-advirtió.

¿Qué coño estaba ocurriendo allí?

por **Yalinca** Lun Sep 19, 2011 9:34 am

Al parecer al lobito no le sentó muy bien que una simple humana como yo supiera lo que el era –Tranquilícese monsieur, si me habla en ese tono le aseguro que no le diré ni una sola palabra- hice un gesto con la mano para que el camarero se acercara nuevamente –Puede llevarse esto y por favor traiga otra cerveza negra para el caballero y para mi una copa de el mejor vodka que tengan- espere que el camarero se marchara para centrar de nuevo mi atención en Joris –como le he dicho soy una cortesana y he estado con todo tipo de hombre, tanto lobos, cambiaformas y vampiros hasta humanos común y corrientes, así que no me resulta muy difícil diferenciarlos. Los lobos son tan temperamentales, con cual quier cosa se enfadan, pero su piel es tan calida que insita a tenerla sobre uno en cambio los vampiros son tan duros, más que su propia piel, pero unos resultan tan suaves en la cama que no apetece separarse de ellos, lastima el sol y los cambiaformas son esos muy cambiantes- sonrío y veo como el camarero se acerca con la copa de vodka y la cerveza –Muchas gracias- le hago un gesto para que se marche y acerco la cerveza a Joris sin apartar mi mirada de él –dígame caballero, quiere que le demuestre que no soy una cazadora o alguien que lo ponga en peligro, dígame como lo hago y lo hare- cojo la copa entre mis dedos y bebo un gran sorbo de ella.

por **Joris Toulalan** Lun Sep 19, 2011 9:48 am

Aquella respuesta no le terminaba de servir. ¿Estaba bromeando? ¿Se creía que era estúpido o algo así? Por supuesto que era fácil distinguir a un vampiro de un humano, sólo había que ver si respiraba o se ruborizaban. Además, apestaban a muerte y viejo.

Pero no se creía que aquella mujer fuera capaz de saber qué era. Su lado más bestial le decía que lo más fácil sería, simplemente, cortarle el cuello y salir de allí corriendo. Un simple tajo y todo listo. Pero... no percibía que aquella mujer fuera una amenaza. Y tras tanto tiempo había aprendido a confiar en su instinto. Fue a responder, pero en ese momento llegó el camarero con el pedido. Joris alzó una ceja al ver cómo la mujer bebía vodka de tan buena mañana.

Dio un largo trago a su jarra, mientras meditaba sus palabras. Antes de pedirle algún gesto de buena fe prefería dejar las cosas claras.

-No soy un perro guardián-dijo cuando dejó la jarra, medio vacía, en la mesa; la verdad es que no le hacía demasiada gracia lo que le proponía-. Ni soy alguien que se quede demasiado tiempo en un mismo sitio. Puedo pasar varias noches fuera de casa, atendiendo mis asuntos...-explicó para dejar las cosas claras-. Si ocurre algo una noche puede que no me tengas a mano... Y puede que sea yo quién atraiga a esos mismos monstruos de los que quieres que te proteja...

por **Yalinca** Lun Sep 19, 2011 10:36 am

Vi como Joris bebía de la jarra de cerveza, escuche sus palabras atentamente. –Esta equivocado, yo no he dicho que quiero que sea mi perrito guardián, se que usted tiene sus cosas, al igual que todo el mundo además yo tampoco estaré todas las noches en la casa ya que mi trabajo no me lo permite. Mientras yo no este en la casa la casa es completamente suya y puede disponer de ella como le plazca siempre y cuando cuide las cosas que hay en ella- termino de beber mi copa con un ultimo trago –No creo que sus enemigos sean los míos, así que por eso no tengo ningún miedo- muevo mi silla acercándome más a él –entonces que me dice monsieur, yo no le estoy pidiendo dinero, tampoco que sea mi perrito guardín, usted vera si le conviene mi oferta, además tenga en cuanta que hay días muy largos y aburridores y entre nosotros dos eso lo podríamos arreglar- sonrío picadamente y me alejo de él.

por **Joris Toulalan** Lun Sep 19, 2011 10:45 am

Seguía habiendo algo extraño en todo aquello. Era un trato demasiado apetecible como para poder rechazarlo, y eso era lo que no le gustaba. ¿No le pide dinero? ¿No le pide que la proteja a todas horas?. Demasiado bueno para ser verdad. Además, aquella última insinuación... Joris sonrió para sí mismo y se terminó la cerveza.

¿Por qué no? Si había algo que no le gustaba no tenía más que desaparecer y seguir con su propia vida. Tendría alojamiento y comida gratuita por no hacer casi nada, sólo luchar en algunos momentos. La idea no le desagradaba, un poco de sangre en las manos siempre era agradable.

-Está bien-dijo por fin-. Hay trato-dijo ofreciéndole la mano para estrecharla de nuevo y cerrar el trato-. Si te viene bien podemos ir ahora allí para que deje mis cosas y pueda quitarme esta ropa maloliente...

por **Yalinca** Lun Sep 19, 2011 12:13 pm

Después de mucho dudar había aceptado mis condiciones, sabia que no se podía resistir a semejante oferta y menos a una mujer como yo, bueno no sabía si había sido mi aspecto lo que lo había terminado de persuadir.

Estiro mi mano para estrechar la de el y así cerrar nuestro acuerdo. –Ir ahora?- me quede pensativa –No gustaría comer algo primero- yo no tenia hambre porque acababa de desayunar, pero el no había pedido nada de comer, solo había bebido dos cervezas y eso no era un buen desayuno, llamo al camarero para que se lleve las copas –Aunque si le corre mucha prisa podemos ir ya mismo a la casa?- me quede sentada esperando la respuesta del caballero, lo que no sabia era la vuelta a casa porque mi carruaje no llegaría hasta dentro de un par de horas.

por **Joris Toulalan** Lun Sep 19, 2011 3:07 pm

-Oh, bueno, si tienes hambre no me importa esperar, así conozco a mi nueva casera-contestó Joris en un tono que era medio broma medio verdad-. Yo con la cerveza estoy servido, pero no te preocupes, tampoco tengo demasiada prisa, al menos de momento-explicó, mientras se ponía algo más cómodo en la silla, apoyando su cabeza contra el respaldo de ésta.

-¿Cómo es la casa?-preguntó, deseando conocer más detalles de la que sería su hogar durante un tiempo.- ¿Se trata de algún piso o es una casa entera? ¿En qué zona de París está? ¿Hay muchos vecinos?-iba preguntando después de cara respuesta de Yalinca-. La verdad, prefiero que haya cierta intimidad en la zona...

por **Yalinca** Vie Sep 23, 2011 12:15 pm

Vi como se acomodaba en la silla –La verdad yo no tengo hambre, pero podríamos pedir algo de comer para llevar a casa, ya que hoy es el día libre de los cocineros y por lo tanto no tengo nada que ofrecerle cuando se le abra el apetito- levanto la mano delicadamente para llamar al camarero –puede traernos la carta por favor- sonreí picadamente al camarero, el cual no había parado de mirarme en el rato que llevábamos en el café –Por supuesto madame- fue lo único que dijo para alejarse a la barra y coger dos cartas del menú. No tardo nada en traerlas –Muchas gracias- espere a que el camarero se alejara para abrir la carta, mientras la miraba sin mucha atención seguía hablando con Joris. –La casa, bueno no es muy grande pero eso ya lo juzgara usted cuando la vea personalmente- sonreí, todos decían que para ser una cortesana tenia una casa demasiado grande y más si vivía sola –la casa tiene en el jardín una pequeña casita, que puede usar usted si gusta de más privacidad, aunque la principal cuenta con muchas habitación y cada una tiene su cuarto de baño propio, así que ya es decisión suya donde decida vivir- cierro la carta al saber lo que iba a pedir –La casa se encuentra en el centro de Paris, pero gozamos de mucha intimidad si es eso lo que le preocupa monsieur Joris-
Espero en silencio para ver si el decide pedir algo para llevar.

por **Joris Toulalan** Vie Sep 23, 2011 12:26 pm

-Ya veo…-dijo cuando Yalinca le explicó que el servicio tenía el día libre. ¿Cómo de rica era aquella mujer? ¿Era algo más que una simple cortesana? Afirmaba tener una casa con varias habitaciones, una casita en el jardín y en el centro de París… Sin duda todo aquello necesitaba dinero. ¿De dónde lo sacaba? ¿Tanto podía ganar una cortesana en aquella ciudad? La verdad es que todo aquello le hacía sospechar aún más, pero decidió no mostrar sus dudas, simplemente se encogió de hombros y esperó a que Yalinca terminara con la carta.

Raro. Todo aquello era raro. Sabía que era un hombre lobo, le daba alojamiento casi gratuito y al parecer poseía grandes sumas de dinero. Cualquier otro hubiera denegado aquella oferta, sabiendo que nada de aquello era lo habitual. Pero claro, Joris tenía un buen instinto. Y si éste no había saltado todavía significaba que podría fiarse de ella, al menos un poco. Sólo esperaba no tener que arrepentirse de todo aquello.

Cuando la cortesana hubo terminado cogió la carta y le echó un rápido vistazo a los platos que ofrecían.

-Ya puedes llamar otra vez al camarero. Pediré un filete de ternera bien gordo y poco hecho… me gusta el sabor de la sangre entre los dientes-explicó mientras sonreía como lo haría un lobo que se prepara para devorar a su presa.

por **Yalinca** Sáb Sep 24, 2011 9:23 am

Espere a que Joris terminara de ojear la carta para saber que iba a pedir, cuando me dijo que llamara al camarero hice un leve movimiento con mi mano y el camarero no tardo en estar a nuestro lado. –Joven el caballero quiere el filete de ternera más grande que tenga poco hecho- una sonrisa se me dibujo en el rostro –por favor yo quiero también un filete de ternera, pero por favor que el mío este bien hecho *me quede pensativa un momento* y también quiero un plato de pasta, y de beber quiero otra jarra de cerveza negra todo esto para llevar- extendí la carta al camarero para que se la llevara –En cuanto la comida este lista se lo hare saber señorita- dijo el camarero mientras terminaba de tomar nota de nuestro pedido. Me cruce de piernas mientras esperaba al camarero y volví a centrar mi mirada en Joris –Y que lo trae por aquí monsieur, que yo sepa esta muy lejos de su tierra natal- hay estaba mi lado curioso, simplemente no me podía quedar callada mientras nos preparaban la comida, pero tampoco hacia mal ya que aquel hombre vivía conmigo y no sabia a quien metía en mi casa, era una forma de conocer mejor al apuesto hombre.

por **Joris Toulalan** Sáb Sep 24, 2011 9:35 am

-He estado viajando mucho por media Europa...-explicó Joris, que se había recostado un poco mejor. Parecía algo cansado y no pudo evitar bostezar-. Hace varios años que decidí dejar mi hogar y los caminos me han traído hasta París...-dijo, sin darle demasiada importancia. El que estuviera huyendo de una cazadora que deseaba cortarle la cabeza no era algo que Yalinca tuviera que saber-. Siempre he oído buenas palabras de ésta ciudad y me apetece verlo por mis propios ojos...

Volvió a bostezar, sin preocuparse por nimiedades como taparse la boca mientras lo hacía. La verdad es que tenía los ojos un tanto cansados y se notaba el cuerpo pesado. Más que comida el cuerpo le pedía una cama donde pudiera dormir y descansar su maltratado cuerpo.

-Ya hablaremos más adelante, traen la comida...-dijo, señalando al camarero que salía tras la barra con el pedido empaquetado. El licántropo se puso en pie, cargando con su bolsa y la maleta en una mano. Con la que tenía libre tomó el paquete y se dirigió a Yalinca-. Bien, ¿vamos? No me iría mal dormir un poco...

Y dicho ésto la pareja salió de la cafetería, rumbo a la mansión de la cortesana.

por Contenido patrocinado

Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|

Re: Cuanto lo siento |Joris Toulalan|