AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Pantanos encharcados de veneno [Eric Zinaer]
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Pantanos encharcados de veneno [Eric Zinaer]
El pantano solía ser un lugar donde las criaturas escurridizas de la noche solían esconderse para no ser vistas las muy cobardes. Solo podría andar por media hora por aquel paisaje frondoso de agua y musgo, envuelto en una neblina extraña que apenas dejaba ver el camino del pantano. Muchas veces había pasado por aquí de paseo o alguna vez para entrenar. Para lo que sí estaba aquí en el pantano, era para encontrar algo con lo que investigar, alguna rana o algo por el estilo que le despertara de nuevo la curiosidad. Sí, eso haría. Caminaba por doquier se encontraba un trozo firme de tierra, alejándose de los charcos de barros que frecuentaban la superficie al igual que un perro asustado. Dio un respingo en el sitio al cruzarse con una Cobra ¿Este era un ambiente adecuado para una serpiente así? Ya tenía algo que hacer, iría disimuladamente tras la Cobra y....Negó con la cabeza al recordar que no tenía antídoto y bueno, no quería morir sin ningún descendiente, pero la verdad su curiosidad estaba comenzando a aumentar dado que había encontrado algo que hacer. Si iba con cuidado, podría cogerla y meterla en un frasco, pero tampoco trajo ningún frasco.
Chasqueo la lengua mientras se cruzaba de brazos al estar tan poco preparado, pero de todas maneras siguió su camino hacia delante, hasta que se sentó en uno de los troncos que había en el pantano. Los débiles rayos del sol, rociaban la copa de los arboles, dejando diminutas grietas de luz bañando la desordenada tierra que yacía de las ramas, raíces y demás muestras de la naturaleza. En realidad la naturaleza siempre era un buen paisaje que ver, la verdad esa tarde era adecuada para investigar. No hacía frio ni calor, aunque ya a las entradas del otoño podría haber brisas suaves, pero ni eso. Miró a los campos que se ocultaban entre los troncos de los árboles y miro hacia la pequeña laguna que se cernía a tan solo unos pies de él. Sonrió de lado al ver que de nuevo un animal diferente salía de su escondite, una rana, genial.
Alzó una mano en alto y pronuncio unas palabras en distintos tonos de susurros hasta que la rana se convirtió en una tableta de chocolate envuelta con una banda verde. Se levantó y cogió la tableta para empezar a comérsela poco a poco. Un trozo y el segundo se lo iba a meter en la boca mientras se sentaba en el tronco que había encontrado antes. Estaba deliciosa y sabia a menta. Era extraño proviniendo de una rana que se transforma en una tableta de chocolate, pero ya iba por el cuarto mordisco a la tableta y seguiría comiendo con sumo gusto. Miró a todos lados y cuando termino de comerse el chocolate, tosió un poco, se seco la saliva con un pañuelo y lo siguiente que hizo, fue sacar su pitillera y comenzar a fumar lentamente, disfrutando cada calada lentamente y la verdad, había cogido un mal gesto con tal de ponerse a fumar tras lo ocurrido con los temas del corazón, pero tenía que admitir que este nuevo “vicio” cada vez mas lo hacía más a menudo y no se arrepentía de ello al parecer.
Silencio. Solo silencio reinaba aquella tarde el pantano y la verdad se preguntaba donde andaba su curiosidad de hace un momento. Posiblemente cazando algún bicho o envenenado a alguien. No sabía qué hacer mientras daba calada tras calada al cigarrillo que descansaban sobre sus suaves labios. Coloco los codos sobre las rodillas y miro de nuevo al frente, como si estuviera esperando a alguien, pero de seguido sacó un libro pequeño de la bolsa que llevaba consigo y lentamente sin mostrar ningún interés en la lectura fue pasando lentamente las paginas una a una hasta que se paro en algo que al parecer atrajo su atención.
Chasqueo la lengua mientras se cruzaba de brazos al estar tan poco preparado, pero de todas maneras siguió su camino hacia delante, hasta que se sentó en uno de los troncos que había en el pantano. Los débiles rayos del sol, rociaban la copa de los arboles, dejando diminutas grietas de luz bañando la desordenada tierra que yacía de las ramas, raíces y demás muestras de la naturaleza. En realidad la naturaleza siempre era un buen paisaje que ver, la verdad esa tarde era adecuada para investigar. No hacía frio ni calor, aunque ya a las entradas del otoño podría haber brisas suaves, pero ni eso. Miró a los campos que se ocultaban entre los troncos de los árboles y miro hacia la pequeña laguna que se cernía a tan solo unos pies de él. Sonrió de lado al ver que de nuevo un animal diferente salía de su escondite, una rana, genial.
Alzó una mano en alto y pronuncio unas palabras en distintos tonos de susurros hasta que la rana se convirtió en una tableta de chocolate envuelta con una banda verde. Se levantó y cogió la tableta para empezar a comérsela poco a poco. Un trozo y el segundo se lo iba a meter en la boca mientras se sentaba en el tronco que había encontrado antes. Estaba deliciosa y sabia a menta. Era extraño proviniendo de una rana que se transforma en una tableta de chocolate, pero ya iba por el cuarto mordisco a la tableta y seguiría comiendo con sumo gusto. Miró a todos lados y cuando termino de comerse el chocolate, tosió un poco, se seco la saliva con un pañuelo y lo siguiente que hizo, fue sacar su pitillera y comenzar a fumar lentamente, disfrutando cada calada lentamente y la verdad, había cogido un mal gesto con tal de ponerse a fumar tras lo ocurrido con los temas del corazón, pero tenía que admitir que este nuevo “vicio” cada vez mas lo hacía más a menudo y no se arrepentía de ello al parecer.
Silencio. Solo silencio reinaba aquella tarde el pantano y la verdad se preguntaba donde andaba su curiosidad de hace un momento. Posiblemente cazando algún bicho o envenenado a alguien. No sabía qué hacer mientras daba calada tras calada al cigarrillo que descansaban sobre sus suaves labios. Coloco los codos sobre las rodillas y miro de nuevo al frente, como si estuviera esperando a alguien, pero de seguido sacó un libro pequeño de la bolsa que llevaba consigo y lentamente sin mostrar ningún interés en la lectura fue pasando lentamente las paginas una a una hasta que se paro en algo que al parecer atrajo su atención.
Kristof Von Garvel- Hechicero Clase Alta
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Re: Pantanos encharcados de veneno [Eric Zinaer]
En ocasiones la gran ciudad terminaba por abrumarme, como hoy, por ejemplo; yo era de no tolerar muchas cosas, entre ellas las multitudes, prefería estar solo con mi arte, encontraba en la música la compañía que nunca había tenido ni deseado, no era de tener muchos amigos, ni siquiera entre mis compañeros del teatro, aunque habían algunos como yo: músicos y cambiaformas, con ellos me llevaba mejor que con los otros, principalmente por no ser del todo humanos, sin embargo seguía siendo un solitario, es que después de todo, las serpientes no somos dadas a ser sociales
Aun faltaba bastante para la función de esa noche, tendría tiempo para mi, aunque todo el alboroto de París no contribuía mucho, era simplemente estresante vivir aquí, aunque no saliera mucho de mi hogar; tenía toda una casa respetablemente decente solo para mi, hubiera preferido dejarla y conformarme con un pequeño apartamento en el centro de Paris pero, una herencia es una herencia, no puedo creer que aun la conserve; decidí alejarme de la ciudad un rato y buscar un terreno más… libre, por decirlo de algún modo, simplemente algún lugar donde estar en paz, sin todo el bullicio y la contaminación y todo los problemas de Paris, dejé el violonchelo en casa, no me haría falta donde iba
No sé porque la idea de visitar el pantano me resultó atractiva, tal vez por mi instinto reptil, aunque debo admitir que el pantano tiene su atractivo: un lugar tranquilo, solitario, alejado de cualquier forma de civilización… era perfecto, no me apetecía pensar como humano, pensamientos demasiado complejos para mi gusto, así que cuando llegué al pantano y encontré un buen escondite me deshice de mis ropas y dejé a tras mi forma humana; así estaba mejor, recorres los humanos terrenos arrastrándome era agradable, al menos para mí, tal vez podría cazar algo, una rana, algún pequeño mamífero, o un ave
Sentí unos pasos detrás de mí, me venían siguiendo, aquello no me gustó, giré mi cabeza hacia la fuente de los pasos, el aire olía a humano, sin embargo continué reptando en dirección al agua, dejando atrás al extraño sentado en un tronco, sin embargo algo me distrajo de la cacería, una rana salía de la laguna en dirección al hombre y ¿se convertía en chocolate? Eso me causó curiosidad, aquel extraño no parecía ser un hombre normal, lentamente me fui acercando al extraño, hasta quedar cerca, lo suficiente para sentirme seguro, levanté mi cabeza y extendí la capucha mientras no le quitaba los ojos de encima, me parecía bastante sospechoso que me estuviera siguiendo
Aun faltaba bastante para la función de esa noche, tendría tiempo para mi, aunque todo el alboroto de París no contribuía mucho, era simplemente estresante vivir aquí, aunque no saliera mucho de mi hogar; tenía toda una casa respetablemente decente solo para mi, hubiera preferido dejarla y conformarme con un pequeño apartamento en el centro de Paris pero, una herencia es una herencia, no puedo creer que aun la conserve; decidí alejarme de la ciudad un rato y buscar un terreno más… libre, por decirlo de algún modo, simplemente algún lugar donde estar en paz, sin todo el bullicio y la contaminación y todo los problemas de Paris, dejé el violonchelo en casa, no me haría falta donde iba
No sé porque la idea de visitar el pantano me resultó atractiva, tal vez por mi instinto reptil, aunque debo admitir que el pantano tiene su atractivo: un lugar tranquilo, solitario, alejado de cualquier forma de civilización… era perfecto, no me apetecía pensar como humano, pensamientos demasiado complejos para mi gusto, así que cuando llegué al pantano y encontré un buen escondite me deshice de mis ropas y dejé a tras mi forma humana; así estaba mejor, recorres los humanos terrenos arrastrándome era agradable, al menos para mí, tal vez podría cazar algo, una rana, algún pequeño mamífero, o un ave
Sentí unos pasos detrás de mí, me venían siguiendo, aquello no me gustó, giré mi cabeza hacia la fuente de los pasos, el aire olía a humano, sin embargo continué reptando en dirección al agua, dejando atrás al extraño sentado en un tronco, sin embargo algo me distrajo de la cacería, una rana salía de la laguna en dirección al hombre y ¿se convertía en chocolate? Eso me causó curiosidad, aquel extraño no parecía ser un hombre normal, lentamente me fui acercando al extraño, hasta quedar cerca, lo suficiente para sentirme seguro, levanté mi cabeza y extendí la capucha mientras no le quitaba los ojos de encima, me parecía bastante sospechoso que me estuviera siguiendo
Eric Zinaer- Cambiante Clase Alta
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Re: Pantanos encharcados de veneno [Eric Zinaer]
Vale ahora era el encantador de serpientes y tenía a una de ellas a su lado. Cerro el libro con rapidez para fijar la vista en el reptil invertebrado que lo miraba fijamente. Lo que si tenía en la bolsa era un pequeño bote en el que contenía ratas y carne de otros animales por si necesitaba distraer a algún animal. Entonces lentamente soltó el libro sobre el tronco y metió la mano dentro de la bolsa para sacar un poco de roedor muerto, lo lanzo a lo lejos esperando a que la serpiente lo siguiera, pero esta seguía mirándole cual encantamiento sobre dicho invertebrado.
El era Kristof, no un encantador de serpientes a no ser que fuera algo fuera de lo normal aquella serpiente. No podía ser, simplemente no cabria esa posibilidad, aunque si se había relacionado con una vampira, su hermana era una bruja y poco más, quizás podría caber la posibilidad de que algo se le escapaba de las manos. Algo en las uñas le molestaba, comenzó a mordérselas y pudo ver un poco del envoltorio de chocolate, se lo quito y cogió el libro que dejo a su lado para después meterlo al interior de la bolsa.
Se levanto del tronco y anduvo un poco para ver por dónde podía seguir andando, pero volvió a su bolsa, la cogió y se sentó de nuevo poniendo la bolsa encima de su regazo. ¿Qué era ese siseo? Miro a ambos lados para ver de dónde provenía dicho ruido y vio aun a la serpiente cerca de él. Kristof no supo porque, pero le estaba poniendo de los nervios, mantuvo un rostro serio y calmado ante la criatura mientras lo miraba por su infinita verde piel de cabo a rabo. Estaba demasiado tranquilo ante la criatura invertebrada, pues decidió sacar un cuaderno tamaño cuartilla, un carboncillo y comenzó a poner datos, rayas y otras cosas sobre el papel amarillento de dicho cuadrado lleno de hojas para ser llenadas poco a poco con detalles de todo tipo. Era un buen modelo, eso sí.
La serpiente parecía no moverse y estaba quieta, como sabiendo lo que estaba pasando y siendo consciente de lo que Kristof hacia en ese momento. Frunció el ceño cuando una raya se salió del trayecto en las hojas del papel, miro al invertebrado y tuvo que hacer otros dibujos más porque prácticamente estaba entrándole la curiosidad. Dejo el cuaderno descansar un momento para después sacar un par de cigarros de una pitillera de plata, dejo uno de vuelta en la pitillera y el que quedaba lo poso sobre sus labios, lo encendió y lentamente fue dándole caladas e ir disfrutando de la sensación que te dejaba al fumar. Miró a la serpiente y echo el humo en esta, total era un animal, si le molestaba, ya se movería hacia otro lado. La verdad, es que había llegado él antes que la serpiente, pero de todas maneras Kristof sabía que estaba invadiendo su casa, invadía el hogar natural de los animales con su presencia, pero en un mismo lugar, muchos seres tenían que sobrevivir compartiéndolo todo. Sonrió a la serpiente de lado a lado aun con el cigarro entre los labios y miro hacia arriba para echar la siguiente calada de humo gris que se juntaba con la espesa niebla del pantano.
-Estos días....creo que me iré...-Comenzaba a cantar en un estilo hawaiano para pasar el rato mientras miraba de lado a lado-Por ahí...a buscarte por cada rincón...-No sabía que cantaba, pero la letra que se había inventado parecía pegar un poco con un ritmo inventado de pies y manos sobre la rodilla animadamente-Laalalala......-No sabía cantar, pero tenía una voz agradable, eso era cierto.
El era Kristof, no un encantador de serpientes a no ser que fuera algo fuera de lo normal aquella serpiente. No podía ser, simplemente no cabria esa posibilidad, aunque si se había relacionado con una vampira, su hermana era una bruja y poco más, quizás podría caber la posibilidad de que algo se le escapaba de las manos. Algo en las uñas le molestaba, comenzó a mordérselas y pudo ver un poco del envoltorio de chocolate, se lo quito y cogió el libro que dejo a su lado para después meterlo al interior de la bolsa.
Se levanto del tronco y anduvo un poco para ver por dónde podía seguir andando, pero volvió a su bolsa, la cogió y se sentó de nuevo poniendo la bolsa encima de su regazo. ¿Qué era ese siseo? Miro a ambos lados para ver de dónde provenía dicho ruido y vio aun a la serpiente cerca de él. Kristof no supo porque, pero le estaba poniendo de los nervios, mantuvo un rostro serio y calmado ante la criatura mientras lo miraba por su infinita verde piel de cabo a rabo. Estaba demasiado tranquilo ante la criatura invertebrada, pues decidió sacar un cuaderno tamaño cuartilla, un carboncillo y comenzó a poner datos, rayas y otras cosas sobre el papel amarillento de dicho cuadrado lleno de hojas para ser llenadas poco a poco con detalles de todo tipo. Era un buen modelo, eso sí.
La serpiente parecía no moverse y estaba quieta, como sabiendo lo que estaba pasando y siendo consciente de lo que Kristof hacia en ese momento. Frunció el ceño cuando una raya se salió del trayecto en las hojas del papel, miro al invertebrado y tuvo que hacer otros dibujos más porque prácticamente estaba entrándole la curiosidad. Dejo el cuaderno descansar un momento para después sacar un par de cigarros de una pitillera de plata, dejo uno de vuelta en la pitillera y el que quedaba lo poso sobre sus labios, lo encendió y lentamente fue dándole caladas e ir disfrutando de la sensación que te dejaba al fumar. Miró a la serpiente y echo el humo en esta, total era un animal, si le molestaba, ya se movería hacia otro lado. La verdad, es que había llegado él antes que la serpiente, pero de todas maneras Kristof sabía que estaba invadiendo su casa, invadía el hogar natural de los animales con su presencia, pero en un mismo lugar, muchos seres tenían que sobrevivir compartiéndolo todo. Sonrió a la serpiente de lado a lado aun con el cigarro entre los labios y miro hacia arriba para echar la siguiente calada de humo gris que se juntaba con la espesa niebla del pantano.
-Estos días....creo que me iré...-Comenzaba a cantar en un estilo hawaiano para pasar el rato mientras miraba de lado a lado-Por ahí...a buscarte por cada rincón...-No sabía que cantaba, pero la letra que se había inventado parecía pegar un poco con un ritmo inventado de pies y manos sobre la rodilla animadamente-Laalalala......-No sabía cantar, pero tenía una voz agradable, eso era cierto.
Kristof Von Garvel- Hechicero Clase Alta
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Re: Pantanos encharcados de veneno [Eric Zinaer]
No le quité los ojos de encima a aquel hombre, no me daba buena espina que me estuviera siguiendo, era algo natural en mi desconfiar de las personas, sobre todo cuando estas se andaban con mañas, y bajo aquella apariencia un tanto despreocupada del hombre podía adivinar que no había venido solamente a pasar el rato en el pantano, para leer había mejores sitios que un simple pantano alejado de la ciudad e infestado de alimañas, a menos que eso fuera lo que el hombre estuviera buscando: alimañas, pensé que tal vez el hombre podía ser un científico, de esos que pasa su vida encerrados en un cuarto oscuro experimentando con formas de vida
Apenas giré la cabeza cuando el hombre arrojó lo que parecía ser un ratón, no me caería nada mal comer, aunque tal vez lo hiciera después, cuando aquel hombre dejara de incomodarme, cuando empezó a dibujar vi confirmada mi teoría, me relajé un poco, la verdad no tenia problema si el hombre solo venia a estudiar a las criaturas del pantano, aunque seguía sin explicarme como hizo lo de la rana, si este hombre era un científico, sería uno muy peculiar, y se me ocurrió que tal vez tuviera algo en comun conmigo, no era un humano ordinario; emití un silbido de enfado cuando sentí el humo de su cigarrillo en mis ojos, enseñé mis colmillos como protesta, siendo serpiente no tenia parpados, y el humo me irritaba los ojos, eso me molestó un poco, si volvía a hacerlo se arriesgaría a una mordida, di media vuelta y me dirigí hacia donde había caído el ratón
Mientras lo engullía lo escuché cantar, no entendía para que tenía que cantar, aquel hombre era un poco extraño, mira que cantar... aunque no cantaba del todo mal, debo admitir, avancé un poco más hasta el árbol donde estaba mi ropa, aquel hombre ya había obtenido lo que quería del pantano, o eso supuse al escucharlo cantar- la próxima vez procura no arrojar el humo en los ojos ¿tienes idea de lo irritante que resulta?- comenté una vez regrese a mi forma humana mientras tomaba mi ropa
Apenas giré la cabeza cuando el hombre arrojó lo que parecía ser un ratón, no me caería nada mal comer, aunque tal vez lo hiciera después, cuando aquel hombre dejara de incomodarme, cuando empezó a dibujar vi confirmada mi teoría, me relajé un poco, la verdad no tenia problema si el hombre solo venia a estudiar a las criaturas del pantano, aunque seguía sin explicarme como hizo lo de la rana, si este hombre era un científico, sería uno muy peculiar, y se me ocurrió que tal vez tuviera algo en comun conmigo, no era un humano ordinario; emití un silbido de enfado cuando sentí el humo de su cigarrillo en mis ojos, enseñé mis colmillos como protesta, siendo serpiente no tenia parpados, y el humo me irritaba los ojos, eso me molestó un poco, si volvía a hacerlo se arriesgaría a una mordida, di media vuelta y me dirigí hacia donde había caído el ratón
Mientras lo engullía lo escuché cantar, no entendía para que tenía que cantar, aquel hombre era un poco extraño, mira que cantar... aunque no cantaba del todo mal, debo admitir, avancé un poco más hasta el árbol donde estaba mi ropa, aquel hombre ya había obtenido lo que quería del pantano, o eso supuse al escucharlo cantar- la próxima vez procura no arrojar el humo en los ojos ¿tienes idea de lo irritante que resulta?- comenté una vez regrese a mi forma humana mientras tomaba mi ropa
Eric Zinaer- Cambiante Clase Alta
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Re: Pantanos encharcados de veneno [Eric Zinaer]
Echo el aire de sus pulmones lentamente dejando escapar el humo blanco de aquella lenta calada. Seguia en su mundo cuando de repente era sorprendido por un joven de piel morena, tirando para los tonos oliva, ojos marrones al igual que su corto cabello. Vestia con ropas al parecer tenian buena pinta aquellas ropas, asi que supuso que tendría que ser un joven de un rango distingido. Lo estudió de arriba a abajo y habia dicho humo. Era aquella serpiente el cual él se habia puesto a perseguir, la verdad no sabía que fuera uno de esos "cambiaformas".
-Oh, vaya...lo siento....-Dijo bastante divertido, sonriendo de lado a lado mientras se levantaba lentamente del tronco en un gesto aun mas divertido-Es verdad que detras de cada víbora hay alguien de aspecto un tanto juvenil....-dijo antes de coger el cigarrillo, apagarlo sobre el monte de su mano a lo que no mostro apenas sentimiento en su rostro, pero en el interior, sentia el quemazón de aquella pequeña llama que rozo contra su piel. Tiro el cigarro dentro de una pequeña bolsa de plastico que guardaba en el interior de su bolsillo y con un pañuelo que saco del mismo, comenzó a limpiarse el hollin de la herida. Poso enseguida su vista en aquel joven, le sonrio ampliamente-¿Con quién tengo el honor de hablar esta tarde?-Dijo sin temer del joven, no parecia agresivo, al menos de esta manera. Miro a los alrededores y comenzo a andar, no muy lejos del joven, en circulos, tocando la tierra, buscando algo que hacer o distraerse mientras tanto. En verdad habia mucha tierra y algun que otro charco de barro.
Miro al joven y se acerco hasta tenerlo frente a frente y ladeo su rostro de lado, poco a poco para mirarle con cierta inocencia.-Sabes...-Un tono calmado repetia las palabras que habia pensado con anterioridad, antes de acercarse al joven-No suele venir mucha gente a estos sitios...tan solitarios ¿Huyes de algo?-Dijo con curiosidad, se cruzaba de brazos y le ponia la mirada fija en sus orbes marrones-Mira....-le mostro el cuaderno con algunos garabatos en lo que podía verse los bocetos rápidos del reptil, del muchacho cuando tenía forma animal. Los garabatos no estaban muy allá, pero más o menos podia verse que eran los de una serpiente como la que vio y echó humo momentos atrás.
-Oh, vaya...lo siento....-Dijo bastante divertido, sonriendo de lado a lado mientras se levantaba lentamente del tronco en un gesto aun mas divertido-Es verdad que detras de cada víbora hay alguien de aspecto un tanto juvenil....-dijo antes de coger el cigarrillo, apagarlo sobre el monte de su mano a lo que no mostro apenas sentimiento en su rostro, pero en el interior, sentia el quemazón de aquella pequeña llama que rozo contra su piel. Tiro el cigarro dentro de una pequeña bolsa de plastico que guardaba en el interior de su bolsillo y con un pañuelo que saco del mismo, comenzó a limpiarse el hollin de la herida. Poso enseguida su vista en aquel joven, le sonrio ampliamente-¿Con quién tengo el honor de hablar esta tarde?-Dijo sin temer del joven, no parecia agresivo, al menos de esta manera. Miro a los alrededores y comenzo a andar, no muy lejos del joven, en circulos, tocando la tierra, buscando algo que hacer o distraerse mientras tanto. En verdad habia mucha tierra y algun que otro charco de barro.
Miro al joven y se acerco hasta tenerlo frente a frente y ladeo su rostro de lado, poco a poco para mirarle con cierta inocencia.-Sabes...-Un tono calmado repetia las palabras que habia pensado con anterioridad, antes de acercarse al joven-No suele venir mucha gente a estos sitios...tan solitarios ¿Huyes de algo?-Dijo con curiosidad, se cruzaba de brazos y le ponia la mirada fija en sus orbes marrones-Mira....-le mostro el cuaderno con algunos garabatos en lo que podía verse los bocetos rápidos del reptil, del muchacho cuando tenía forma animal. Los garabatos no estaban muy allá, pero más o menos podia verse que eran los de una serpiente como la que vio y echó humo momentos atrás.
Lamento la demora u.u
Kristof Von Garvel- Hechicero Clase Alta
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Re: Pantanos encharcados de veneno [Eric Zinaer]
Salí de detrás del árbol y avancé unos pasos hacia el hombre, no parecía peligroso, al menos eso me pareció a simpe vista, sin embargo tendría cuidado, incluso en forma humana tenia algo de serpiente, ese instinto me había salvado de muchos problemas, era mejor desconfiar de todo el mundo que ir por ahí haciendo amigos con cuanta persona conocía, esa idea me resultaba repugnante; observé al hombre con más atención, a simple vista podría decir que era de clase alta, interesante, aunque no de “esa” clase alta podía deducir, de otro modo no se hubiera dignado a venir hasta un pantano que lo único bueno que tiene que ofrecer son ranas frescas
Apenas torcí los labios cuando escuché sus palabras- ¿eso dicen? Hay que ver- sin duda aquel hombre sabían lo que eran los cambiaformas, lo supuse cuando lo escuché hablar con tanta tranquilidad, si aquel hombre no había montado un escándalo o por lo menos no se había asustado con la idea de una serpiente transformándose en hombre era señal de que no era peligroso, aunque eso no bastaba para confiar en él, sospechaba que clase de hombre era él- soy Eric, y tu eres…- me presenté mientras observaba la quemadura que el mismo se había causado con su cigarrillo, vaya uno a saber porque, hay gente con costumbres extrañas en el mundo, cada vez me convencía que aquel hombre no era un humano corriente
A diferencia de él, yo no me moví de mi sitio, solo metí las manos en los bolsillos de mi pantalón mientras observaba al hombre recorrer todo el pantano hasta pararse frente a mi- digo lo mismo- respondí a sus palabras, era el primer humano que me cruzaba desde que venía al pantano- y no, no estoy huyendo, al menos no hoy, este lugar aclara las ideas, tiene un aura… mágica- la verdad no sabía ni como describirlo, simplemente el pantano me resultaba atrayente, de nuevo el instinto reptil a flote- encantador- comenté viendo el dibujo de mi forma serpentina- no está mal, pero le faltan detalles- di media vuelta y di unos pasos por el lugar- interesante truco el de la rana, hechicero
Apenas torcí los labios cuando escuché sus palabras- ¿eso dicen? Hay que ver- sin duda aquel hombre sabían lo que eran los cambiaformas, lo supuse cuando lo escuché hablar con tanta tranquilidad, si aquel hombre no había montado un escándalo o por lo menos no se había asustado con la idea de una serpiente transformándose en hombre era señal de que no era peligroso, aunque eso no bastaba para confiar en él, sospechaba que clase de hombre era él- soy Eric, y tu eres…- me presenté mientras observaba la quemadura que el mismo se había causado con su cigarrillo, vaya uno a saber porque, hay gente con costumbres extrañas en el mundo, cada vez me convencía que aquel hombre no era un humano corriente
A diferencia de él, yo no me moví de mi sitio, solo metí las manos en los bolsillos de mi pantalón mientras observaba al hombre recorrer todo el pantano hasta pararse frente a mi- digo lo mismo- respondí a sus palabras, era el primer humano que me cruzaba desde que venía al pantano- y no, no estoy huyendo, al menos no hoy, este lugar aclara las ideas, tiene un aura… mágica- la verdad no sabía ni como describirlo, simplemente el pantano me resultaba atrayente, de nuevo el instinto reptil a flote- encantador- comenté viendo el dibujo de mi forma serpentina- no está mal, pero le faltan detalles- di media vuelta y di unos pasos por el lugar- interesante truco el de la rana, hechicero
Eric Zinaer- Cambiante Clase Alta
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Re: Pantanos encharcados de veneno [Eric Zinaer]
-Garvel....Kristof mejor porque si no es un lio...-Dijo divertido mientras guardaba su cuaderno bajo su brazo. Miraba al chico de arriba abajo y poco a poco se fue acercando a su mochila que yacía al lado del tronco en el cual se había sentado con anterioridad. Lo cogió y con ello, metió el cuaderno dentro de la bolsa, si, dentro y revuelto pero nada junto, en realidad todo en la bolsa estaba hecho un bruño, oculto, entre las recientes hojas sueltas y por poco montaba un espectáculo cuando se le cae, se le da la vuelta la bolsa, pero fue hábil y pudo poner correctamente sus “materiales” sobre el suelo, para mayor sujeción. Ordeno correctamente el contenido de la bolsa y bostezo de repente ¿Había dormido mal? Eso no importaba ahora, pero quizás la actitud del chico era algo...aburrida.
Conocía a muchos así, claro que sí y ninguno le había agradado, pero la verdad, este chico, no sabía porque, pero el chico el cual le hablaba, le suponía que era diferente, aunque podría estar equivocándose. –Alto....Espera..-Dijo con sequedad, no quería ir solo por el pantano, ahora no, dado que ya tenía alguien que le guiara-¿sabes algún camino de salida serpiente? Quizás algún hechizo te haga callar y sisear esa boca que tienes-Dijo divertido al chico que se hacía llamar o bueno, ese era su nombre, Eric. Conoció a uno tiempo atrás, pero no se acuerda si le paso algo. No venia al caso. Comenzó a caminar junto con el muchacho y mientras tanto observaba los alrededores con asombro, sacando el cuaderno mientras observaba una mariposa, raro era en un pantano, se podría haber extraviado.
Dibujaba, garateaba todo lo que estuviera al alcance de su vista, de su olfato lo olía todo, de su vista, no se perdía detalle alguno, de sus oídos, lo escuchaba todo atentamente. Caminaba con los cinco sentidos despiertos y en cuanto vio que estaba a solas de nuevo, frunció el ceño, buscando al chico que había desaparecido de su vista. Diantres, sapos y salamandras. ¿Dónde estaba? Un siseo le llamo la atención y se hizo a un lado para dejar pasar a una serpiente, parecía una cobra y se preguntaba a cuanto estaba la tarifa, esperaba que la cobra no cobrase mucho. No pudo evitar reír sonoramente al pensar aquel chiste en su cabeza. En serio, el chiste rimaba y le pegaba a aquel invertebrado que miraba de nuevo al lado de sus pies. Volvió a moverse a un lado, evadiendo al invertebrado a la vez que hacía gestos con las manos-Shu shu....largo....-Fue diciendo al invertebrado para que se alejara, pero nada, esta seguía sus pasos-Shu shu....largo....--Suspiro y se paró en seco mirando a la serpiente. Estaba cansado del viaje tonto que le estaba dando aquel bicho por el perímetro del bosque. Se fue hasta un tronco de nuevo, pero no se sentó, si no se apoyo sobre la madera, para pensar que es lo que hacía con aquel bicho.
Conocía a muchos así, claro que sí y ninguno le había agradado, pero la verdad, este chico, no sabía porque, pero el chico el cual le hablaba, le suponía que era diferente, aunque podría estar equivocándose. –Alto....Espera..-Dijo con sequedad, no quería ir solo por el pantano, ahora no, dado que ya tenía alguien que le guiara-¿sabes algún camino de salida serpiente? Quizás algún hechizo te haga callar y sisear esa boca que tienes-Dijo divertido al chico que se hacía llamar o bueno, ese era su nombre, Eric. Conoció a uno tiempo atrás, pero no se acuerda si le paso algo. No venia al caso. Comenzó a caminar junto con el muchacho y mientras tanto observaba los alrededores con asombro, sacando el cuaderno mientras observaba una mariposa, raro era en un pantano, se podría haber extraviado.
Dibujaba, garateaba todo lo que estuviera al alcance de su vista, de su olfato lo olía todo, de su vista, no se perdía detalle alguno, de sus oídos, lo escuchaba todo atentamente. Caminaba con los cinco sentidos despiertos y en cuanto vio que estaba a solas de nuevo, frunció el ceño, buscando al chico que había desaparecido de su vista. Diantres, sapos y salamandras. ¿Dónde estaba? Un siseo le llamo la atención y se hizo a un lado para dejar pasar a una serpiente, parecía una cobra y se preguntaba a cuanto estaba la tarifa, esperaba que la cobra no cobrase mucho. No pudo evitar reír sonoramente al pensar aquel chiste en su cabeza. En serio, el chiste rimaba y le pegaba a aquel invertebrado que miraba de nuevo al lado de sus pies. Volvió a moverse a un lado, evadiendo al invertebrado a la vez que hacía gestos con las manos-Shu shu....largo....-Fue diciendo al invertebrado para que se alejara, pero nada, esta seguía sus pasos-Shu shu....largo....--Suspiro y se paró en seco mirando a la serpiente. Estaba cansado del viaje tonto que le estaba dando aquel bicho por el perímetro del bosque. Se fue hasta un tronco de nuevo, pero no se sentó, si no se apoyo sobre la madera, para pensar que es lo que hacía con aquel bicho.
Kristof Von Garvel- Hechicero Clase Alta
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Re: Pantanos encharcados de veneno [Eric Zinaer]
Asentí cuando el hombre se presentó, aunque solo por mera cortesía, no lo miré mientras seguía dado pasos por el lugar, de reojo vi como el hombre guardaba sus cosas en su mochila, me preguntaba a ciencia cierta que hacia el hombre aquí, ya había demostrado que era hechicero, tal vez vendría por alguna planta para una poción o algo, la hechicería no se me daba bien, por algo soy cambiaformas y no hechicero- claro que conozco la salida del lugar- comenté- aunque si amenazas con hechizarme tal vez no te la muestre, suerte intentando salir que aquí- di media vuelta y di unos pasos para alejarme, pero a mitad de camino me detuve, suspiré y volví sobre mis pasos
- Tú ganas- admití, aunque ni sabía que ganaba ¿Kristof? Sí, creo que así era, no era como si hubiéramos iniciado una batalla- sígueme- di me día vuelta por tercera vez para enseñarle la salida- no se suelen ver hechiceros por aquí, bueno, ni aquí ni en ningún otro lugar- comprendía perfectamente el porqué, ellos eran perseguidos, también yo lo era, con la diferencia que yo sabía cómo evadir a quienes querían dañarme, las ventajas del instinto reptil, después de unos minutos me detuve, me pareció que todo estaba muy… silencioso- oh, genial- bufé, ahora tenía que buscarlo, di media vuelta -otra vez- y regresé observando con atención, a ver donde lo encontraba
Al final lo encontré junto a un tronco observando con cierta reticencia ¿a una cobra? ¿Qué hacia una cobra allí? Creía que yo era la única serpiente que había en este lugar- ¿tanto miedo le tienes a una serpiente?- sonreí de forma irónica- ¿no tienes algún hechizo que te libre de ella?- oh, mala idea, no debía darle ideas que pudieran lastimar a uno de mis ¿Cómo llamarlos? ¿Primos?- pensándolo bien…- me acerqué a la serpiente antes que Kristof hiciera algo y la tomé entre mis manos, caminé unos metros buscando un lugar donde estuviera a salvo- eres libre, pequeña- le dije a la cobra mientras la dejaba en el piso, luego regrese con Kristof- ahora, si quieres salir del pantano no te distraigas, o terminaras mas perdido de lo que estabas, este lugar es engañoso
- Tú ganas- admití, aunque ni sabía que ganaba ¿Kristof? Sí, creo que así era, no era como si hubiéramos iniciado una batalla- sígueme- di me día vuelta por tercera vez para enseñarle la salida- no se suelen ver hechiceros por aquí, bueno, ni aquí ni en ningún otro lugar- comprendía perfectamente el porqué, ellos eran perseguidos, también yo lo era, con la diferencia que yo sabía cómo evadir a quienes querían dañarme, las ventajas del instinto reptil, después de unos minutos me detuve, me pareció que todo estaba muy… silencioso- oh, genial- bufé, ahora tenía que buscarlo, di media vuelta -otra vez- y regresé observando con atención, a ver donde lo encontraba
Al final lo encontré junto a un tronco observando con cierta reticencia ¿a una cobra? ¿Qué hacia una cobra allí? Creía que yo era la única serpiente que había en este lugar- ¿tanto miedo le tienes a una serpiente?- sonreí de forma irónica- ¿no tienes algún hechizo que te libre de ella?- oh, mala idea, no debía darle ideas que pudieran lastimar a uno de mis ¿Cómo llamarlos? ¿Primos?- pensándolo bien…- me acerqué a la serpiente antes que Kristof hiciera algo y la tomé entre mis manos, caminé unos metros buscando un lugar donde estuviera a salvo- eres libre, pequeña- le dije a la cobra mientras la dejaba en el piso, luego regrese con Kristof- ahora, si quieres salir del pantano no te distraigas, o terminaras mas perdido de lo que estabas, este lugar es engañoso
Eric Zinaer- Cambiante Clase Alta
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Re: Pantanos encharcados de veneno [Eric Zinaer]
No le dio tiempo a reaccionar, no supo porque no respondía ante la chulería de aquel joven, si bueno podía, pero dado que él se adelanto no pudo hacer nada. Vio como dejaba a la serpiente en un lado y de repente se acerco mucho a Eric, casi rozándole el brazo contra su brazo, quedándose cerca de Eric-¿Tu también engañas?-alzo las cejas divertido, sonriendo algo pícaro con lo que después aprovecho para agarrarse del brazo de Eric-Vamos, muéstrame aquella salida que dices...-Dijo aun más divertido, se soltó de Eric y adelanto sus pasos hasta quedar por delante y sonrió al ver que había un gran charco de barro- oh vaya...-Alzo la mano, la puse por delante de cuerpo y pronuncio unas palabras en otro idioma, unas palabras que podrían sonar a chino a cualquiera que las escuchara y aquel charco de barro, mugriento y maloliente, se quedo de piedra, se transformo mínimamente en un suelo pétreo entre hojas de otoño que se habían caído pese a la caducidad de la estación en la que estaban. Kristof camino hacia delante, donde había mas camino entre hojas secas de otoño, continuo andando poco a poco hasta que decidió darse la vuelta y vio quieto en el sitio al muchacho. No sabía que pasaba, ni le importaba pero alzo una ceja preguntándose por dentro ¿Qué ocurría?-¿Ocurre algo?-Pregunto con cierta curiosidad, estaban solos y no sentía apenas ninguna amenaza de la cual pudiera sentir alrededor suyo. Sentía al chico, y la paz de los pantanos, nada más.
Un poco extrañado no supo por dónde ir. Vale, últimamente su orientación estaba bastante desorbitada hacia Venus, hacia la luna, no sabía ni como andar de su habitación hasta la cocina. Tanto tiempo solo que no supo cómo reaccionar a la llegada de su mansión, ni a la llegada de su chica de cabellos de oro, a su linda lote que en estos momentos, podría estar durmiendo o simplemente bufando en algo que hacer. Suspiro y se rasco la sien, suspiro de nuevo y se rasco el cogote disimuladamente por hacer algo, el cuerpo le empezaba a picar, pero en cuanto calmaba esos picores con suaves caricias, este se quedaba quieto en el sitio. ¿Qué haría ahora?-¿Oye por donde es? –Entrecerró los ojos, viendo al chico-Oye...no sabes por dónde es... ¿Verdad?-Dijo con incredulidad en la voz, casi unos tonos más agudos que su voz de siempre rota y seca, sin emoción alguna aunque a veces, le gustaba jugar con las voces. Comenzó a mover impaciente la punta de su pie derecho, como esperando a que se decidiera el muchacho por donde tenía que ir. No tenía prisa, no tenía nada que hacer, pero no quería ser comida para ningún animal que se encontrase cerca de ellos, además, el era soso, no sabía a nada. Rio ante el pensamiento de que no sabía bien. ¿De verdad no lo era? De todos modos, no tenia modo de averiguarlo, eso lo tendría que investigar, o al menos recibir alguna ayuda.
-Oye...No quiero ser comida para ningún reptil...-suspiro nervioso, se rasco de nuevo el cogote, el cuello lo sobo un poco, nervioso hasta que no aguanto y comenzó a morderse las uñas, se cruzo de brazos, no podía soportar más estar ahí. Creyó que sería buena idea ir en busca de algún experimento en el pantano o quizás documentarse un poco más, pero al parecer no, no lo era, no había sido buena idea.
Un poco extrañado no supo por dónde ir. Vale, últimamente su orientación estaba bastante desorbitada hacia Venus, hacia la luna, no sabía ni como andar de su habitación hasta la cocina. Tanto tiempo solo que no supo cómo reaccionar a la llegada de su mansión, ni a la llegada de su chica de cabellos de oro, a su linda lote que en estos momentos, podría estar durmiendo o simplemente bufando en algo que hacer. Suspiro y se rasco la sien, suspiro de nuevo y se rasco el cogote disimuladamente por hacer algo, el cuerpo le empezaba a picar, pero en cuanto calmaba esos picores con suaves caricias, este se quedaba quieto en el sitio. ¿Qué haría ahora?-¿Oye por donde es? –Entrecerró los ojos, viendo al chico-Oye...no sabes por dónde es... ¿Verdad?-Dijo con incredulidad en la voz, casi unos tonos más agudos que su voz de siempre rota y seca, sin emoción alguna aunque a veces, le gustaba jugar con las voces. Comenzó a mover impaciente la punta de su pie derecho, como esperando a que se decidiera el muchacho por donde tenía que ir. No tenía prisa, no tenía nada que hacer, pero no quería ser comida para ningún animal que se encontrase cerca de ellos, además, el era soso, no sabía a nada. Rio ante el pensamiento de que no sabía bien. ¿De verdad no lo era? De todos modos, no tenia modo de averiguarlo, eso lo tendría que investigar, o al menos recibir alguna ayuda.
-Oye...No quiero ser comida para ningún reptil...-suspiro nervioso, se rasco de nuevo el cogote, el cuello lo sobo un poco, nervioso hasta que no aguanto y comenzó a morderse las uñas, se cruzo de brazos, no podía soportar más estar ahí. Creyó que sería buena idea ir en busca de algún experimento en el pantano o quizás documentarse un poco más, pero al parecer no, no lo era, no había sido buena idea.
Kristof Von Garvel- Hechicero Clase Alta
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Re: Pantanos encharcados de veneno [Eric Zinaer]
Levanté las cejas un poco sorprendido cuando lo vi acercarse tanto, me resultaba… extraña su actitud- soy una serpiente, por supuesto que engaño- le dije un poco orgulloso, se me daba bien eso de engañar y evadir problemas innecesarios, era mejor ser escurridizo y no meterse donde no me llamaban, Kristof se agarró de mi brazo y me dijo que le mostrara el camino- muy bien- asentí- es por aquí- di media vuelta y caminé precedido por Kristof, al llegar a un charco de lodo me detuve a observar lo que el hechicero hacia- oh- murmuré observado fijamente el charco, que ahora era completamente sólido
Golpeé con mis zapatos el charco, hasta salté sobre él mientras observaba interesado el resultado de su hechizo, creo que parecía un niño pequeño, pero debo reconocer que la magia no me resultaba desagradable, alcé la cabeza cuando escuché a Kristof- lo siento- sonreí mientras caminaba hacia él, sentí mi rostro arder mientras caminaba- un momento de torpeza- dije, seguí caminado en silencio hasta que llegamos a una bifurcación, observé a Kristof mientras preguntaba, sonreí con ironía- te dije que este lugar era engañoso, el pantano tiene su propia magia- di unos pasos hacia delante, mientras observaba los dos caminos-a la izquierda
Seguí caminando mientras de cuando en cuando le echaba una mirada al hechicero, lo último que quería era que se perdiera por estar haciendo sus… cosas, o por no hacer caso a mis palabras, no pude evitar pensar en que me veía como un guardián vigilando a alguien muy importante, incluso como un padre, sacudí al cabeza ante esos pensamientos, que cosas piensas Eric- no te preocupes, no voy a comerte- comenté a sus palabras, lo veía nervioso, y podía entenderlo- oye ¿es la primera vez que visitas el pantano?- ya me hacía una idea de su respuesta- los reptiles no atacamos a menos que seamos molestados, así que cuidado con lo que haces- le advertí un poco divertido,
Golpeé con mis zapatos el charco, hasta salté sobre él mientras observaba interesado el resultado de su hechizo, creo que parecía un niño pequeño, pero debo reconocer que la magia no me resultaba desagradable, alcé la cabeza cuando escuché a Kristof- lo siento- sonreí mientras caminaba hacia él, sentí mi rostro arder mientras caminaba- un momento de torpeza- dije, seguí caminado en silencio hasta que llegamos a una bifurcación, observé a Kristof mientras preguntaba, sonreí con ironía- te dije que este lugar era engañoso, el pantano tiene su propia magia- di unos pasos hacia delante, mientras observaba los dos caminos-a la izquierda
Seguí caminando mientras de cuando en cuando le echaba una mirada al hechicero, lo último que quería era que se perdiera por estar haciendo sus… cosas, o por no hacer caso a mis palabras, no pude evitar pensar en que me veía como un guardián vigilando a alguien muy importante, incluso como un padre, sacudí al cabeza ante esos pensamientos, que cosas piensas Eric- no te preocupes, no voy a comerte- comenté a sus palabras, lo veía nervioso, y podía entenderlo- oye ¿es la primera vez que visitas el pantano?- ya me hacía una idea de su respuesta- los reptiles no atacamos a menos que seamos molestados, así que cuidado con lo que haces- le advertí un poco divertido,
Eric Zinaer- Cambiante Clase Alta
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Re: Pantanos encharcados de veneno [Eric Zinaer]
No era la primera vez que iba al pantano y había que perderse para encontrar nuevos caminos, pero cuando se situaba lejos de un mapa, le resultaba facil perderse. En cierto modo, no llevaba la contraria al joven, algún que otro reptil era bastantes engañosos, pero con algun sentido del humor-jajaja...-Rió secamente a la advertencia de Eric, podria caerle bien después de todo-No lo es, pero hay muchos caminos por los que te puedes perder...-se encogio de hombros con pocas ganas, estaba más tranquilo dado que el muchacho le hacia de guia hacia alguna salida existente, la cual no veían de momento. Suspiro mientras caminaba por el pantano encharcado de barro y pequeñas lagunas sobre las hojas secas de otoño, dando un color apagado al pantano. Escuchaba el silencio junto con el compas de las pisadas de ambos, miraba hacia las rodillas de Eric yendo detrás de él, pensando en cosas triviales que podrían entretenerle por el camino, pero hasta que llegaran a donde quería, tenia que evitar el aburrimiento ahora mismo, ¿pero como? Miro a su reloj de muñeca y se rasco la cabeza, volvio a suspirar de nuevo y se adelanto por delante de Eric, acelerando los pasos ya un poco desesperado por salir, tanto silencio era abrumador, le aburria aparte de que le creaba un ambiente demasiado tenso. Desearia que hubiera algun grito desesperado, o algo para que no se estuviera durmiendo en los laureles, porque si no, se quedaba ahi, durmiendo a la mona.
Sus plegarias fueron escuchadas con el son de una bandada de pajaros provenientes del este, de derecha a izquierda, una bandada de pájaros sobrevolo el pantano y entonces pudo ver que una tormenta se aproximaba lentamente hacia el pantano, por no decir que durante su caminata, el cielo zul y nublado se habia convertido por completo en un paisaje gris, ajeno de toda felicidad que desprendia el sol-¿Seguro que es por aqui? Yo no veo ninguna salida....-Sus manos se movian de lado a lado, como queriendo espantar moscas, las cuales no estaban ahi, se movia con cierta gracia al agarrar el asa de la bolsa que llevaba sobre el hombro, miraba a su alrededor calmado, otras veces un poco dudoso de que si cierta planta habia estado ahi con anterioridad. En cuanto miro hacia el cogote de Eric, alzo la mano y atrapó a una mariposa de colores apagados, propinando a Eric y cogotazo torpemente. Solo queria coger la mariposa, pero sin querer se lanzo, no preciso bien y propino un cogotazo a Eric sin querer-Oh..Lo..siento...-Pobre cautiva, ya tendría que estar aburriendose demasiado como para ahora ir atrapando bichos. En realidad, eso era para lo que habia venido y para lo que investigaba. Decían que en el pantano, aun estando todo las malas especies por aqui, alguna que otra planta era bendecida por la naturaleza.
Sus plegarias fueron escuchadas con el son de una bandada de pajaros provenientes del este, de derecha a izquierda, una bandada de pájaros sobrevolo el pantano y entonces pudo ver que una tormenta se aproximaba lentamente hacia el pantano, por no decir que durante su caminata, el cielo zul y nublado se habia convertido por completo en un paisaje gris, ajeno de toda felicidad que desprendia el sol-¿Seguro que es por aqui? Yo no veo ninguna salida....-Sus manos se movian de lado a lado, como queriendo espantar moscas, las cuales no estaban ahi, se movia con cierta gracia al agarrar el asa de la bolsa que llevaba sobre el hombro, miraba a su alrededor calmado, otras veces un poco dudoso de que si cierta planta habia estado ahi con anterioridad. En cuanto miro hacia el cogote de Eric, alzo la mano y atrapó a una mariposa de colores apagados, propinando a Eric y cogotazo torpemente. Solo queria coger la mariposa, pero sin querer se lanzo, no preciso bien y propino un cogotazo a Eric sin querer-Oh..Lo..siento...-Pobre cautiva, ya tendría que estar aburriendose demasiado como para ahora ir atrapando bichos. En realidad, eso era para lo que habia venido y para lo que investigaba. Decían que en el pantano, aun estando todo las malas especies por aqui, alguna que otra planta era bendecida por la naturaleza.
Kristof Von Garvel- Hechicero Clase Alta
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