AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Another day, another night[Nypheria & Emilie]
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Another day, another night[Nypheria & Emilie]
Aquella mañana me había despertado pronto, y quien dice pronto dice a las siete de la tarde. Después de pasar unas cuantas semanas sin haber visto la luz del Sol a no ser que me despertara a mitad de lo que yo ahora consideraba mi noche. Me solía acostar en torno a las seis o siete de la mañana, cuando Nypheria ya se retiraba a sus aposentos y yo hacía otro tanto de lo mismo, demasiado cansada para quedarme mucho más despierta. Pero esta vez había sido diferente, me desperté antes y decidí salir a dar una vuelta por los jardines antes de que empezara a anochecer y tuviera que ponerme a encender velas para mantener algo de luz en mi dormitorio.
Fuera muchos criados ya estaban haciendo sus labores, pero por suerte para mi hoy no tenía nada que hacer hasta que se despertara mi Señora, por lo que aún podía disponer de algunos minutos de descanso, que al final se me pasaron demasiado rápido.
El cielo comenzó a oscurecerse lo que señalizaba el comienzo de la jornada de Nypheria y por tanto de la mia propia, por lo que me encamino rápidamente a la mansión por si ya se hubiera despertado y necesitase cualquier cosa. Recorro los inmensos pasillos de la casa decidida, saludando a alguna de las criadas con las que más relación tenía antes de encontrarme a Nypheria en uno de los pasillos cercanos a su habitación. Supongo que estará buscándome... o no, en realidad con ella nunca se sabe.
-Buenas noches-saludo haciendo una pequeña reverencia a la vez que me paro frente a ella. Hacía meses que trabajaba para ella pero aún a veces me costaba adivinar como podría reaccionar ella ante este nuevo día.-¿Me estaba buscando, Señora?-pregunto casi al instante volviendo a mirarla dispuesta a recibir sus órdenes y excentricidades a las que en el fondo me había acostumbrado.
Fuera muchos criados ya estaban haciendo sus labores, pero por suerte para mi hoy no tenía nada que hacer hasta que se despertara mi Señora, por lo que aún podía disponer de algunos minutos de descanso, que al final se me pasaron demasiado rápido.
El cielo comenzó a oscurecerse lo que señalizaba el comienzo de la jornada de Nypheria y por tanto de la mia propia, por lo que me encamino rápidamente a la mansión por si ya se hubiera despertado y necesitase cualquier cosa. Recorro los inmensos pasillos de la casa decidida, saludando a alguna de las criadas con las que más relación tenía antes de encontrarme a Nypheria en uno de los pasillos cercanos a su habitación. Supongo que estará buscándome... o no, en realidad con ella nunca se sabe.
-Buenas noches-saludo haciendo una pequeña reverencia a la vez que me paro frente a ella. Hacía meses que trabajaba para ella pero aún a veces me costaba adivinar como podría reaccionar ella ante este nuevo día.-¿Me estaba buscando, Señora?-pregunto casi al instante volviendo a mirarla dispuesta a recibir sus órdenes y excentricidades a las que en el fondo me había acostumbrado.
Emilie Pond- Humano Clase Media
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Re: Another day, another night[Nypheria & Emilie]
Una noche más estaba allí. Pude notar prácticamente en cada uno de mis huesos cuando el sol terminó por caer y la oscuridad se instaló en el exterior. A pesar de lo que un pudiera pensar, no dormía en mi habitación, aquella que los criados conocían, sino en una cripta en el subsuelo a la que se accedía desde la misma —y desde otros distintos puntos— para de esa manera asegurarme que ningún descuido pudiera terminar con mi existencia antes de tiempo. Además de cerrar la puerta con llave, por supuesto. Había una serie de convenciones que tenía que seguir, entre ellas el tener que vestirme antes de dejar que nadie más me viera. Cerrando los ojos y simplemente dejándome llevar por los sonidos pude saber prácticamente dónde estaban cada uno de los humanos que había en la casa. Emilie.
Aquella muchacha tenía todas las características que me gustaban para ser una persona de confianza y sabía que antes o después debería saber nuestro secreto. En cierta manera estaba tanteándola y viendo hasta qué punto era de confianza. De momento había superado todas las pruebas con soltura y sin siquiera darse cuenta de ello. En realidad cuando salí de la habitación vestida con una sencilla bata de seda blanca y apenas calzada con las zapatillas no tenía muy claro en qué podíamos embarcarnos aquella noche, no al menos hasta que vi su rostro tranquilo y me fijé en su ropa.
—Buenas noches Emilie.— contesté mientras la miraba asintiendo por un momento. —Acompáñame a mi habitación, voy a necesitar que me ayudes con el corsé.— gracias a los vestidos tipo imperio no era demasiado necesario y únicamente lo utilizaba cuando sabía que iba a tener que encontrarme con alguno de los más retrógrados de la sociedad… y eso lo decía la vampira. —¿Cómo te ha ido el día?
Estaba de bueno humor, al menos de lo que en mi se consideraba como tal, lo suficientemente relajada como para poder escuchar la voz de alguien más sin distraerme de mis propios pensamientos. Estaba también a juego con el hecho de que ayer me había alimentado por lo que la sangre no era un problema en realidad. Llegamos entonces hasta mi habitación y entré descalzándome casi de forma automática en el mismo momento en el que mis pies llegaron a la esponjosa almohada.
Aquella muchacha tenía todas las características que me gustaban para ser una persona de confianza y sabía que antes o después debería saber nuestro secreto. En cierta manera estaba tanteándola y viendo hasta qué punto era de confianza. De momento había superado todas las pruebas con soltura y sin siquiera darse cuenta de ello. En realidad cuando salí de la habitación vestida con una sencilla bata de seda blanca y apenas calzada con las zapatillas no tenía muy claro en qué podíamos embarcarnos aquella noche, no al menos hasta que vi su rostro tranquilo y me fijé en su ropa.
—Buenas noches Emilie.— contesté mientras la miraba asintiendo por un momento. —Acompáñame a mi habitación, voy a necesitar que me ayudes con el corsé.— gracias a los vestidos tipo imperio no era demasiado necesario y únicamente lo utilizaba cuando sabía que iba a tener que encontrarme con alguno de los más retrógrados de la sociedad… y eso lo decía la vampira. —¿Cómo te ha ido el día?
Estaba de bueno humor, al menos de lo que en mi se consideraba como tal, lo suficientemente relajada como para poder escuchar la voz de alguien más sin distraerme de mis propios pensamientos. Estaba también a juego con el hecho de que ayer me había alimentado por lo que la sangre no era un problema en realidad. Llegamos entonces hasta mi habitación y entré descalzándome casi de forma automática en el mismo momento en el que mis pies llegaron a la esponjosa almohada.
Nypheria- Vampiro Clase Alta
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Re: Another day, another night[Nypheria & Emilie]
Nypheria parecía bastante tranquila esta noche. Probablemente hubiera descansado bien, aunque eso no era algo que se veía en ella físicamente, quiero decir, a veces por su humor daba la sensación que no había conseguido llegar a dormir y se mostraba algo malhumorada, en cambio no había ni rastro de ojeras o muestras de cansancio algo que me resultaba simplemente sorprendente y magnífico. Lamentablemente a mi si que se me notaba el cansancio cuando apenas dormía. Supongo que es algo que viene de familia. Se me corta un poco la respiración al pensar en ellos pero consigo despejarles de mi cabeza, volviendo a centrar toda mi atención en Nypheria.
Asiento siguiéndola de cerca, un poco por detrás suyo pero prácticamente a su lado, en silencio hasta que me realiza la pregunta. En parte me sorprende, las mujeres de clase social de Nypheria no suelen preocuparse demasiado por la vida de sus criados y mucho menos interesarse por ellos, pero está claro que con el paso del tiempo ella misma ha demostrado no ser como el resto de mujeres.-Oh, bien, gracias. He estado por los jardines antes de que anocheciera y ya han plantado los árboles que pidió.-anuncio mientras entramos en su habitación observando como se descalza y recogiendo uno de los corsés de su amplio armario.
-¿Le parece bien este?-pregunto volviéndome hacia ella y mostrándole la prenda antes de acercarme y ayudar a ponérselo. La verdad es que eran realmente incómodos, pero como el protocolo de buena etiqueta lo exigía... aunque estoy segura de que ella realmente no lo necesitaría-¿Usted ha pasado buena noche?-pregunto mientras voy tirando de los lazos del corsé para apretárselo con toda la delicadeza que puedo, aunque todo hay que decir es algo casi hasta contradictorio.-Si no es indiscreción... ¿Va a salir a algún evento esta noche?-pregunto casi a sabiendas de que cuando se ponía a cumplir las normas de vestimenta de la época era por algo en concreto.
Asiento siguiéndola de cerca, un poco por detrás suyo pero prácticamente a su lado, en silencio hasta que me realiza la pregunta. En parte me sorprende, las mujeres de clase social de Nypheria no suelen preocuparse demasiado por la vida de sus criados y mucho menos interesarse por ellos, pero está claro que con el paso del tiempo ella misma ha demostrado no ser como el resto de mujeres.-Oh, bien, gracias. He estado por los jardines antes de que anocheciera y ya han plantado los árboles que pidió.-anuncio mientras entramos en su habitación observando como se descalza y recogiendo uno de los corsés de su amplio armario.
-¿Le parece bien este?-pregunto volviéndome hacia ella y mostrándole la prenda antes de acercarme y ayudar a ponérselo. La verdad es que eran realmente incómodos, pero como el protocolo de buena etiqueta lo exigía... aunque estoy segura de que ella realmente no lo necesitaría-¿Usted ha pasado buena noche?-pregunto mientras voy tirando de los lazos del corsé para apretárselo con toda la delicadeza que puedo, aunque todo hay que decir es algo casi hasta contradictorio.-Si no es indiscreción... ¿Va a salir a algún evento esta noche?-pregunto casi a sabiendas de que cuando se ponía a cumplir las normas de vestimenta de la época era por algo en concreto.
Emilie Pond- Humano Clase Media
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Re: Another day, another night[Nypheria & Emilie]
Ahí estaba otra de las razones múltiples por las que Emilie era una persona que apreciaba —todo lo que alguien como yo podía apreciar— y que había conseguido subir los escalones hasta estar a mi lado. No necesitaba que yo le dijera algo para que lo hiciera por propia voluntad. La anterior mujer que había estado a mi lado lo había hecho hasta que había muerto de anciana en su cama, habían sido largos años en los que había estado bajo mi protección. Había agradecido que fuera así, que no se hubiera vuelto una histérica cuando finalmente le dije lo que era. Había hecho su vida, se había casado, había tenido sus hijos, aunque en cierta manera sabía que había estado constantemente dividida entre su afiliación natural a su familia y su lealtad hacia mí. Me quedé por un momento simplemente mirando la chimenea apagada y volví mis ojos hacia Emilie.
— Perfecto.— contesté mientras me movía hacia la cómoda para darla la espalda mientras comenzaba a colocarme el corsé encima de la ropa interior apoyándome contra la madera. — ¿Cómo están quedando? Dentro de unos años darán buena sombra.— aunque yo no fuera a disfrutarlos por el día, pero lo cierto es que pasear por el jardín era uno de mis tantos entretenimientos y era precisamente la zona más arbolada y en cierta manera la más salvaje la que siempre me terminaba llamando. Había crecido en una cultura donde los árboles eran importantes y el hecho de que fueran dos robles y un tejo los árboles seleccionados no había sido por un capricho aislado. Apreté los dientes apenas un instante al notar los tirones que daba para ponerme bien el corsé y fruncí el ceño por un momento. — En realidad nos quedamos pero vienen aquí…— comencé mientras me giraba apenas para poder mirarla. — He pensado que te vendrían bien un par de vestidos nuevos, sobre todo para cuando tengas que acompañarnos a Edgar o a mí misma a algún lugar fuera de estas cuatro paredes.
¿Desde cuándo me preocupaba de algo así? Podía ser una hija de puta y me podían acusar de no tener corazón, de ser fría y altiva, pero en ocasiones, sobre todo cuando la persona se lo merecía, recibía algunos detalles como aquel. El dinero no significaba nada y Emilie me resultaría mucho más útil vestida de forma adecuada cuando estuviera a mi lado o fuera enviada con Edgar a cualquier evento al que a mí no me apeteciera asistir.
— Perfecto.— contesté mientras me movía hacia la cómoda para darla la espalda mientras comenzaba a colocarme el corsé encima de la ropa interior apoyándome contra la madera. — ¿Cómo están quedando? Dentro de unos años darán buena sombra.— aunque yo no fuera a disfrutarlos por el día, pero lo cierto es que pasear por el jardín era uno de mis tantos entretenimientos y era precisamente la zona más arbolada y en cierta manera la más salvaje la que siempre me terminaba llamando. Había crecido en una cultura donde los árboles eran importantes y el hecho de que fueran dos robles y un tejo los árboles seleccionados no había sido por un capricho aislado. Apreté los dientes apenas un instante al notar los tirones que daba para ponerme bien el corsé y fruncí el ceño por un momento. — En realidad nos quedamos pero vienen aquí…— comencé mientras me giraba apenas para poder mirarla. — He pensado que te vendrían bien un par de vestidos nuevos, sobre todo para cuando tengas que acompañarnos a Edgar o a mí misma a algún lugar fuera de estas cuatro paredes.
¿Desde cuándo me preocupaba de algo así? Podía ser una hija de puta y me podían acusar de no tener corazón, de ser fría y altiva, pero en ocasiones, sobre todo cuando la persona se lo merecía, recibía algunos detalles como aquel. El dinero no significaba nada y Emilie me resultaría mucho más útil vestida de forma adecuada cuando estuviera a mi lado o fuera enviada con Edgar a cualquier evento al que a mí no me apeteciera asistir.
Nypheria- Vampiro Clase Alta
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Re: Another day, another night[Nypheria & Emilie]
Continuo apretando el corsé hasta que ya está lo suficientemente ajustado, por lo soy un par de lazadas a los lazos mientras ella me pregunta por los árboles recién plantados.-Muy bien, Señora. Parecen árboles sanos y seguro que como usted ha dicho en unos años habrán crecido lo suficiente para dar sombra.-comento encantada porque después de la Biblioteca, los jardines de la mansión era uno de mis lugares preferidos para pasar el rato ya fuera en invierno o verano. Supongo que en el fondo me recordaba a los parques de Londres y me hacía sentir un poco de nostalgia, pero aún así me gustaba.
Cuando se vuelve hacia mi, asiento levemente con la cabeza a sabiendas de que en ese caso deberé avisar al resto de sirvientes de que tendremos visita. Aunque normalmente siempre suelen estar al tanto de esas cosas...
Cuando de repente habla de conseguirme unos vestidos nuevos me quedo sin habla, casi hasta dejo de respirar unos segundos ante la sorpresa que me suponía aquello. Ya tenía unos cuantos que la misma Nypheria me había escogido cuando empecé a trabajar para ella, lo que no creía era que decidiera comprarme más. Supuse que con esos le valdría hasta dentro de un tiempo, pero tampoco es que me vaya a quejar, siempre me hace ilusión tener nuevos vestidos, pero me resulta un tanto incómodo que gaste parte de su fortuna en ellos.
-Y-yo... Muchas gracias-susurro encantada dando la ultima lazada al corsé antes de separarme un poco de ella-Pero me sabe mal que tenga que gastarse su dinero en mi...-admito agachando un poco la cabeza. Pero claro, comprarlo con mi propio dinero me costaría demasiado. No es que fuera poco el dinero que recibía, pero para la clase de vestidos que ella querría tardaría muchísimo tiempo en ahorrar lo necesario.-Aun así se lo agradezco mucho.-vuelvo a decir recogiendo el vestido que ella misma habría apartado para ponérselo y se lo tiendo.
Cuando se vuelve hacia mi, asiento levemente con la cabeza a sabiendas de que en ese caso deberé avisar al resto de sirvientes de que tendremos visita. Aunque normalmente siempre suelen estar al tanto de esas cosas...
Cuando de repente habla de conseguirme unos vestidos nuevos me quedo sin habla, casi hasta dejo de respirar unos segundos ante la sorpresa que me suponía aquello. Ya tenía unos cuantos que la misma Nypheria me había escogido cuando empecé a trabajar para ella, lo que no creía era que decidiera comprarme más. Supuse que con esos le valdría hasta dentro de un tiempo, pero tampoco es que me vaya a quejar, siempre me hace ilusión tener nuevos vestidos, pero me resulta un tanto incómodo que gaste parte de su fortuna en ellos.
-Y-yo... Muchas gracias-susurro encantada dando la ultima lazada al corsé antes de separarme un poco de ella-Pero me sabe mal que tenga que gastarse su dinero en mi...-admito agachando un poco la cabeza. Pero claro, comprarlo con mi propio dinero me costaría demasiado. No es que fuera poco el dinero que recibía, pero para la clase de vestidos que ella querría tardaría muchísimo tiempo en ahorrar lo necesario.-Aun así se lo agradezco mucho.-vuelvo a decir recogiendo el vestido que ella misma habría apartado para ponérselo y se lo tiendo.
Emilie Pond- Humano Clase Media
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Re: Another day, another night[Nypheria & Emilie]
Por un momento me permití simplemente vagar en el tiempo, cuando los árboles no necesitaban ser plantados sino que salían allí donde querían. El hombre había devastado grandes porciones de tierra según iban creciendo en número, haciendo que lugares antes boscosos fueran apenas páramos. Había visto cómo todo cambiaba, cómo los lugares eran trasformados hasta tal nivel que apenas eran reconocidos. El hombre “domesticaba” todo lo que podía, comenzando por si mismo y sus impulsos, siguiendo por el espacio que ocupaban. No se verían animales salvajes ni naturaleza en realidad en las ciudades, no más allá de lo que ellos mismos habían fabricado. O animales que no resultaban una amenaza.
Sin nos descontábamos a nosotros, por supuesto. Eliminaban a los competidores y después se preguntaban por qué existíamos. Simple y puramente por el placer de hacerles sentir que no eran, ni mucho menos, la pirámide de la cadena alimenticia. Apreté brevemente los dientes cuando terminó de dar los tirones pertinentes y me giré para tomar el vestido y comenzar a ponérmelo mientras le miraba a los ojos con atención durante unos segundos. Me giré apartándome el pelo para que pudiera atarme el vestido mientras la miraba a través del reflejo del cristal.
— Es una inversión, querida.— el tono es tranquilo mientras la observo, atrapando su mirada por un instante a través del cristal, esbozando una ligera sonrisa. — Es mejor pensarlo en esos términos, así ambas estaremos mucho más cómodas con el hecho de que en realidad me apetece hacerte ese regalo.— era una forma como otra cualquiera de fomentar el hecho de ser una excéntrica. Y que en realidad buscaba la lealtad de la muchacha que en ese momento se encontraba ayudándome a vestir. — Estás haciendo un buen trabajo aquí, Emilie.
Podía comportarme como una bruja y muchas veces lo hacía, pero la muchacha que se encontraba en aquella habitación había hecho algo que pocas personas conseguían: tener mi confianza. Por esa razón de vez en cuando, de manera salpicada, la otorgaba pequeñas muestras de magnificencia, por llamarlo de alguna manera. Muestras que le indicaran que a pesar de todo no era ni tan bruja, ni tan mala, ni tan… fría. ¿Verdad?
Sin nos descontábamos a nosotros, por supuesto. Eliminaban a los competidores y después se preguntaban por qué existíamos. Simple y puramente por el placer de hacerles sentir que no eran, ni mucho menos, la pirámide de la cadena alimenticia. Apreté brevemente los dientes cuando terminó de dar los tirones pertinentes y me giré para tomar el vestido y comenzar a ponérmelo mientras le miraba a los ojos con atención durante unos segundos. Me giré apartándome el pelo para que pudiera atarme el vestido mientras la miraba a través del reflejo del cristal.
— Es una inversión, querida.— el tono es tranquilo mientras la observo, atrapando su mirada por un instante a través del cristal, esbozando una ligera sonrisa. — Es mejor pensarlo en esos términos, así ambas estaremos mucho más cómodas con el hecho de que en realidad me apetece hacerte ese regalo.— era una forma como otra cualquiera de fomentar el hecho de ser una excéntrica. Y que en realidad buscaba la lealtad de la muchacha que en ese momento se encontraba ayudándome a vestir. — Estás haciendo un buen trabajo aquí, Emilie.
Podía comportarme como una bruja y muchas veces lo hacía, pero la muchacha que se encontraba en aquella habitación había hecho algo que pocas personas conseguían: tener mi confianza. Por esa razón de vez en cuando, de manera salpicada, la otorgaba pequeñas muestras de magnificencia, por llamarlo de alguna manera. Muestras que le indicaran que a pesar de todo no era ni tan bruja, ni tan mala, ni tan… fría. ¿Verdad?
Nypheria- Vampiro Clase Alta
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Re: Another day, another night[Nypheria & Emilie]
Comienzo a atarle el vestido en cuanto ella termina de ponérselo, intentando ser rápida y eficaz a la vez para no tener que estar aquí demasiado tiempo del necesario, pues ni siquiera sabía cuando iban a llegar las visitas. ¿Una inversión? Si, supongo que podríamos considerarlo de esa forma. Seguro que sería para acompañarla a eventos y a ese tipo de cosas en los que muchas veces me sentía de mas aunque hubiera otras muchas tantas como yo. Termino de atarle el vestido esbozando una pequeña sonrisa cuando menciona la palabra "regalo", a sabiendas de que un regalo era algo a modo de agradecimiento.
Una especie de agradecimiento que no tarda en llegar consiguiendo que me ruborice ligeramente.-Para eso estoy aquí, Señora-comento esbozando una sonrisa-Para dar lo mejor que pueda de mi misma en este trabajo.-Y eso era lo que intentaba cada noche, darle lo mejor de mi misma a modo de agradecimiento.-Sabe que le estaré eternamente agradecida por haberme permitido trabajar para Usted, de no ser así yo no... no sé donde estaría en estos momentos.-susurro a sabiendas de que si ella no me hubiera acogido aqui, dándome este trabajo yo hubiera acabado vagabundeando por las calles dado que ya no era bien recibida en casa.
-Estoy en deuda con Usted y por ello tiene toda mi lealtad-admito, en realidad es algo que nunca le he dicho pero que supuse que sabría. Se había ganado mi respeto y mi admiración de verdad, no solo por que ella fuera mi Señora, si no por su forma de ser, y eso la hacía merecedora de esa lealtad por mi parte que solo unos pocos tenían.
Una especie de agradecimiento que no tarda en llegar consiguiendo que me ruborice ligeramente.-Para eso estoy aquí, Señora-comento esbozando una sonrisa-Para dar lo mejor que pueda de mi misma en este trabajo.-Y eso era lo que intentaba cada noche, darle lo mejor de mi misma a modo de agradecimiento.-Sabe que le estaré eternamente agradecida por haberme permitido trabajar para Usted, de no ser así yo no... no sé donde estaría en estos momentos.-susurro a sabiendas de que si ella no me hubiera acogido aqui, dándome este trabajo yo hubiera acabado vagabundeando por las calles dado que ya no era bien recibida en casa.
-Estoy en deuda con Usted y por ello tiene toda mi lealtad-admito, en realidad es algo que nunca le he dicho pero que supuse que sabría. Se había ganado mi respeto y mi admiración de verdad, no solo por que ella fuera mi Señora, si no por su forma de ser, y eso la hacía merecedora de esa lealtad por mi parte que solo unos pocos tenían.
Emilie Pond- Humano Clase Media
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Re: Another day, another night[Nypheria & Emilie]
Los movimientos de Emilie a mi espalda son rápidos y eficaces, de la misma forma que ella suele hacer absolutamente todo. Desde la muerte de mi antigua Dama y hasta que ella llegó habían pasado por esa casa más de una y de dos muchachas que habían terminado decepcionándome en algún momento, pero tengo la sensación de que ella no lo haría. Su forma de ser había hecho que cualquier duda que tuviera desapareciera en el mismo momento en el que había comenzado a trabajar para mí. La había sacado prácticamente de las calles y aunque sabía su historia, no la había utilizado —hasta el momento— para atraerla o mantenerla a mi lado. Había otras muchas maneras mucho menos traumáticas para hacerlo y mientras siguiera comportándose de esa manera seguiría siendo así.
Me giré entonces hacia ella mientras hablaba, esbozando una ligera sonrisa complacida. Era una desgracia que las mujeres siguiéramos atadas a los hombres de una manera u otra, que no pudiéramos salir y movernos por determinados lugares sin que pudiera haber problemas. Era una auténtica catástrofe que una muchacha joven sin un hogar al que acudir terminara en las calles porque todo el mundo sabía lo que sucedería a continuación. Así era la sociedad de los humanos y después se preguntaban por qué consideraba que muchos de ellos deberían desaparecer. Lo peor de todo era que yo tuviera que amoldarme a sus deseos y caprichos si quería pasar más o menos desapercibida.
— Pequeña, si no hicieras bien tu trabajo, tal y como me estás demostrando que sabes hacerlo, no estarías aquí.— igual era un tanto dura en mis palabras, pero agradecía en esos momentos la sinceridad y seguramente Emilie lo haría también. — Eres mucho más de lo que hubiera imaginado en un primer momento y te aseguro que tendrás un futuro prometedor conmigo siempre y cuando te sigas comportando así.—y no me des problemas, pensé por un instante para después acercarme a unos zapatos que estaban dispuestos para ponerlos en un gesto fluido y mirarla. — Bajemos, estarán a punto de llegar y tenemos una larga noche por delante.
Me giré entonces hacia ella mientras hablaba, esbozando una ligera sonrisa complacida. Era una desgracia que las mujeres siguiéramos atadas a los hombres de una manera u otra, que no pudiéramos salir y movernos por determinados lugares sin que pudiera haber problemas. Era una auténtica catástrofe que una muchacha joven sin un hogar al que acudir terminara en las calles porque todo el mundo sabía lo que sucedería a continuación. Así era la sociedad de los humanos y después se preguntaban por qué consideraba que muchos de ellos deberían desaparecer. Lo peor de todo era que yo tuviera que amoldarme a sus deseos y caprichos si quería pasar más o menos desapercibida.
— Pequeña, si no hicieras bien tu trabajo, tal y como me estás demostrando que sabes hacerlo, no estarías aquí.— igual era un tanto dura en mis palabras, pero agradecía en esos momentos la sinceridad y seguramente Emilie lo haría también. — Eres mucho más de lo que hubiera imaginado en un primer momento y te aseguro que tendrás un futuro prometedor conmigo siempre y cuando te sigas comportando así.—y no me des problemas, pensé por un instante para después acercarme a unos zapatos que estaban dispuestos para ponerlos en un gesto fluido y mirarla. — Bajemos, estarán a punto de llegar y tenemos una larga noche por delante.
Nypheria- Vampiro Clase Alta
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Re: Another day, another night[Nypheria & Emilie]
A pesar de que sus palabras podrían haber sonado duras, sabía que las decía con su mejor intención, solo que siempre había que mantener ciertas distancias con el servicio y por eso lo decía así. Aún asi le devuelvo una pequeña sonrisa agradecida mientras ella continua hablando consiguiendo que me sienta encantada y un tanto avergonzada por sus palabras. ¿Un futuro prometedor...? Es incluso más de lo que había imaginado, en un principio no hubiera creído que duraría aquí demasiado tiempo aquí, que me acabaría echando de la casa por algo que hubiera hecho mal, pues ya había oido que era un tanto excéntrica y siempre me dio miedo no saber como tratarla. Pero ahora veo que esos miedos se han ido dispersando y que he conseguido hacerme un hueco entre las personas de su confianza, aunque sea mas o menos.
-Gracias. Sabe que conmigo no tendrá ningún problema de comportamiento-comento bastante decidida pues en cuanto a saber estar se refería nunca había tenido ningún problema. Sé como debo comportarme en casi todo momento y el hecho de ser alguien callado siempre ayuda a una buena apariencia, al menos en este tipo de trabajos. La observo ponerse los zapatos y me apresuro a abrirle la puerta en cuanto se acerca a ella, siguiéndola de cerca por los pasillos.
-¿A quién debemos atender esta noche, si no es indiscreción?-pregunto mientras bajamos las escaleras principales hacia la sala donde Nypheria solía recibir a sus invitados.
-Gracias. Sabe que conmigo no tendrá ningún problema de comportamiento-comento bastante decidida pues en cuanto a saber estar se refería nunca había tenido ningún problema. Sé como debo comportarme en casi todo momento y el hecho de ser alguien callado siempre ayuda a una buena apariencia, al menos en este tipo de trabajos. La observo ponerse los zapatos y me apresuro a abrirle la puerta en cuanto se acerca a ella, siguiéndola de cerca por los pasillos.
-¿A quién debemos atender esta noche, si no es indiscreción?-pregunto mientras bajamos las escaleras principales hacia la sala donde Nypheria solía recibir a sus invitados.
Emilie Pond- Humano Clase Media
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Re: Another day, another night[Nypheria & Emilie]
Asentí por un momento con la cabeza con respecto a su primer comentario, seguir dando vueltas al mismo asunto no nos llevaría a ningún lado y estaba más que claro que Emilie haría lo posible por hacer realidad lo que había dicho. Caminábamos por las salas de la casa con paso tranquilo, sin ningún tipo de rapidez porque en realidad no la había. Si tenían que esperar, que esperasen. El sonido de nuestros pasos nos precedía por las salas amplias y bellamente decoradas. Cada uno de los detalles habían sido elegido por mí, desde la decoración de las paredes hasta el tipo de parquet que quería para el suelo, incluso el artesonado del techo. Aquella casa había sido una inversión a largo plazo que había sido mi hogar durante momentos diferentes, siempre con diversas identidades en un plazo de tiempo lo suficientemente espaciado para que no se comenzara a sospechar de mi eterna juventud.
Es más, quizá todavía no, pero en unos años me tocaría volver a moverme a otra de las casas que tenía por todo el continente europeo. Quizá fuera Londres la ciudad elegida para ese cambio, decían que había muchos adelantos por allí, aunque era cierto que Viena siempre me atraía como la miel a las abejas. Estaba tan metida en mis pensamientos que cuando volvió a hablar me la quedé mirando durante unos instantes sin contestarla, hasta que volví a tomar el hilo de la conversación. Sonreí con suavidad mientras bajábamos por las escaleras.
— En realidad, Emilie, serás tú quien tengas que atenderlos en cierta manera.— contesté mientras la miraba de reojo, con una ligera sonrisa en los labios que por una vez no tenía malicia. — Esta noche, en realidad, es tuya… vendrá uno de mis modistas para que puedas elegir telas, patrones y tomarte las medidas.— me detuve por un instante mirándola. — Creí que sería mejor que viniera a casa a tener que movernos nosotras, sobre todo por lo tarde que es.
Tras echarla un vistazo volví a moverme por las escaleras. Sí, quizá hubiera sido una sorpresa, pero se podría decir que era un regalo y los regalos, a mi entender, tenían que ser así. Sin previo aviso, sin que uno supiera exactamente qué esperar, ni cuándo, porque precisamente en esa ruptura de la monotonía, del día a día, era donde estaban las emociones necesarias para seguir hacia delante y yo había tenido demasiado tiempo para descubrirlo.
Es más, quizá todavía no, pero en unos años me tocaría volver a moverme a otra de las casas que tenía por todo el continente europeo. Quizá fuera Londres la ciudad elegida para ese cambio, decían que había muchos adelantos por allí, aunque era cierto que Viena siempre me atraía como la miel a las abejas. Estaba tan metida en mis pensamientos que cuando volvió a hablar me la quedé mirando durante unos instantes sin contestarla, hasta que volví a tomar el hilo de la conversación. Sonreí con suavidad mientras bajábamos por las escaleras.
— En realidad, Emilie, serás tú quien tengas que atenderlos en cierta manera.— contesté mientras la miraba de reojo, con una ligera sonrisa en los labios que por una vez no tenía malicia. — Esta noche, en realidad, es tuya… vendrá uno de mis modistas para que puedas elegir telas, patrones y tomarte las medidas.— me detuve por un instante mirándola. — Creí que sería mejor que viniera a casa a tener que movernos nosotras, sobre todo por lo tarde que es.
Tras echarla un vistazo volví a moverme por las escaleras. Sí, quizá hubiera sido una sorpresa, pero se podría decir que era un regalo y los regalos, a mi entender, tenían que ser así. Sin previo aviso, sin que uno supiera exactamente qué esperar, ni cuándo, porque precisamente en esa ruptura de la monotonía, del día a día, era donde estaban las emociones necesarias para seguir hacia delante y yo había tenido demasiado tiempo para descubrirlo.
Nypheria- Vampiro Clase Alta
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Re: Another day, another night[Nypheria & Emilie]
Espero su respuesta mientras seguimos avanzando, quizá no me hubiera oido o lo más probable: que estuviera demasiado absorta en sus pensamientos como para haberme escuchado. Tampoco es que me molestara demasiado, entre que yo hablaba bajito y que muchas veces la gente estaba demasiado metida en su mente era algo más que normal el hecho de que ni me escuchasen. Bajo las escaleras con cuidado cuando me suelta esa primera frase que consigue dejarme ligeramente aturdida. ¿Atenderles...yo...? No entiendo el por qué. Yo simplemente suelo ser una acompañante y por suerte o desgracia nunca he tenido que atender a alguien que no fuera Nypheria o en su defecto Edgar.
Es entonces cuando me suelta eso volviendo a conseguir que abra los ojos impresionada, tan encantada como un tanto incómoda a la vez. ¿Su modista? ¿En serio? Se me ilumina el rostro solo de pensarlo y aunque en un principio me sintiera un tanto incómoda porque quisiera comprarme vestidos, no puedo negar que me sienta encantada con ello. Sonrío para mi misma y volviéndome ligeramente para mirarla-Muchas gracias, de verdad-vuelvo a agradecer bastante nerviosa con el hecho de que yo misma pudiera elegir como quería el vestido.
El hecho de que fuera tarde tampoco era decisivo para que ellos tuvieran que venir aquí... Quiero decir, la vida de la señora siempre ha sido nocturna así que lo raro es quedarnos en casa, pero bueno, tampoco me iba a quejar.
Cuando llegamos a la sala principal, los modistas aún no habían llegado. Esperaba que no llegaran tarde, eso siempre me hacía sentirme un tanto incómoda si Nypheria se lo echaba en cara, supongo que yo no serviría para esas cosas... Por suerte al cabo de unos minutos una de las criadas nos hace saber que acaban de llegar y le preguntan a Nypheria si les hacen pasar.
Es entonces cuando me suelta eso volviendo a conseguir que abra los ojos impresionada, tan encantada como un tanto incómoda a la vez. ¿Su modista? ¿En serio? Se me ilumina el rostro solo de pensarlo y aunque en un principio me sintiera un tanto incómoda porque quisiera comprarme vestidos, no puedo negar que me sienta encantada con ello. Sonrío para mi misma y volviéndome ligeramente para mirarla-Muchas gracias, de verdad-vuelvo a agradecer bastante nerviosa con el hecho de que yo misma pudiera elegir como quería el vestido.
El hecho de que fuera tarde tampoco era decisivo para que ellos tuvieran que venir aquí... Quiero decir, la vida de la señora siempre ha sido nocturna así que lo raro es quedarnos en casa, pero bueno, tampoco me iba a quejar.
Cuando llegamos a la sala principal, los modistas aún no habían llegado. Esperaba que no llegaran tarde, eso siempre me hacía sentirme un tanto incómoda si Nypheria se lo echaba en cara, supongo que yo no serviría para esas cosas... Por suerte al cabo de unos minutos una de las criadas nos hace saber que acaban de llegar y le preguntan a Nypheria si les hacen pasar.
Emilie Pond- Humano Clase Media
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Re: Another day, another night[Nypheria & Emilie]
Desciendo por las escaleras mientras mi propio humor va deslizándose hacia las profundidades mientras lo hago. La variación del mismo es algo que suele suceder mucho más rápido de lo que uno puede imaginar. Algunos dicen que los vampiros no sentimos, que simplemente somos estatuas o muertos en vida, pero es mentira. Sentimos mucho más intensamente que los humanos, quizá porque podemos ver, tocar, escuchar, oler, degustar todo de una manera que los simples humanos en su sencillez no pueden ni siquiera imaginar. Por ejemplo en ese momento noto el nerviosismo de Emilie a mi lado. Puedo entenderlo por un lado, pero en cierta manera me molesta por otro. Si yo he considerado que puede hacerlo no debería sentirlo.
No hubiera tomado esa decisión porque sí si no estuviera completamente segura de que podría ser capaz de enfrentarse a cada una de las “adversidades” que algo como ser la “anfitriona” supone para ella. En cierta manera es una prueba y supongo que ella lo sabe tan bien como yo. Por otro lado, si tengo que ser completamente sincera, siento curiosidad de ver cómo el modista y su ayudante responden a un cambio tan obvio de persona a la que vestir. En definitiva, que esa noche me he levantado con el humor lo suficientemente cambiante —y aburrido— como para hacer uno de mis múltiples “experimentos” sociales, por decirlo de alguna manera.
—Hazles pasar.
Sé que mi tono es más frío de lo que debería, sobre todo porque la criada no tiene la culpa, pero tampoco me preocupa en ese momento. Me muevo por la sala hasta quedar cerca de uno de los ventanales observando hacia el exterior sabiendo perfectamente que será a Emilie lo primero que Clement vea. No hace falta que tarden muchos segundos antes de que el ruido que hace sea como el de un elefante caminando a toda rapidez. Me giro apenas entonces hacia ellos, Clement alto y esbelto, joven y atractivo porque debo reconocer que no me gusta ponerme en manos de cualquiera y su ayudante mucho más joven, apenas un niño, que acarrea con él varios baúles.
—Mi querida Nypheria —exclama después de un momento de perplejidad para acercarse a mi posición, tomándome las manos y permitiéndole que bese mis mejillas. —Es un placer estar esta noche aquí, ¿qué fiesta tiene acontecimiento se maravillará ante tu presencia y mis vestidos?
—Hoy no es para mí, Clement, sino para ella.
El hombre se gira entonces hacia Emilie mirándola con cierta curiosidad como si no hubiera sido consciente hasta ese momento de su presencia antes de apartarse de mí para dirigirse hacia ella con curiosidad clara seguramente pensando qué era lo que estaba planeando. Miré entonces a Emilie para dedicarla una ligera sonrisa y asentir brevemente, indicándola con ese gesto que a partir de ese momento era ella la que debía hacer los honores de anfitriona.
No hubiera tomado esa decisión porque sí si no estuviera completamente segura de que podría ser capaz de enfrentarse a cada una de las “adversidades” que algo como ser la “anfitriona” supone para ella. En cierta manera es una prueba y supongo que ella lo sabe tan bien como yo. Por otro lado, si tengo que ser completamente sincera, siento curiosidad de ver cómo el modista y su ayudante responden a un cambio tan obvio de persona a la que vestir. En definitiva, que esa noche me he levantado con el humor lo suficientemente cambiante —y aburrido— como para hacer uno de mis múltiples “experimentos” sociales, por decirlo de alguna manera.
—Hazles pasar.
Sé que mi tono es más frío de lo que debería, sobre todo porque la criada no tiene la culpa, pero tampoco me preocupa en ese momento. Me muevo por la sala hasta quedar cerca de uno de los ventanales observando hacia el exterior sabiendo perfectamente que será a Emilie lo primero que Clement vea. No hace falta que tarden muchos segundos antes de que el ruido que hace sea como el de un elefante caminando a toda rapidez. Me giro apenas entonces hacia ellos, Clement alto y esbelto, joven y atractivo porque debo reconocer que no me gusta ponerme en manos de cualquiera y su ayudante mucho más joven, apenas un niño, que acarrea con él varios baúles.
—Mi querida Nypheria —exclama después de un momento de perplejidad para acercarse a mi posición, tomándome las manos y permitiéndole que bese mis mejillas. —Es un placer estar esta noche aquí, ¿qué fiesta tiene acontecimiento se maravillará ante tu presencia y mis vestidos?
—Hoy no es para mí, Clement, sino para ella.
El hombre se gira entonces hacia Emilie mirándola con cierta curiosidad como si no hubiera sido consciente hasta ese momento de su presencia antes de apartarse de mí para dirigirse hacia ella con curiosidad clara seguramente pensando qué era lo que estaba planeando. Miré entonces a Emilie para dedicarla una ligera sonrisa y asentir brevemente, indicándola con ese gesto que a partir de ese momento era ella la que debía hacer los honores de anfitriona.
Nypheria- Vampiro Clase Alta
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Re: Another day, another night[Nypheria & Emilie]
Miro a Nypheria mientras les manda pasar, sin poder evitar sentirme bastante nerviosa al respecto. Me cuesta creer que voy a ser capaz de poner a dar órdenes así sin más a los modistas, quiero decir, yo soy más de recibir órdenes y no de darlas, lo de ser autoritaria no es lo mío. Seguro que sonarían más bien a peticiones y no sabría como tratarlos y haría el ridículo delante de mi señora. Aún así inspiro lentamente intentando relajar la tensión que se me está acumulando cuando hacen su aparición en la estancia haciendo que tenga que mantener la compostura a pesar de los nervios que siento.
-Buenas noches-saludo viendo como simplemente ignoran mi presencia para acercarse hasta Nypheria. Me quedo un poco cortada sin saber muy bien que hacer, mirando de reojo a Nypheria y agachando la cabeza observando como el pequeño ayudante acarreaba con él algunos baúles supongo que llenos de telas y puede que incluso algún vestido. Escucho como el hombre saluda a Nypheria, por las libertades que se toma puedo deducir que ya es considerado un viejo amigo suyo o alguien en quien más o menos confiaba, si no tenía claro que ella no dejaría que se le acercara tanto... o eso creo.
Solo cuando Nyperia afirma que los vestidos no son para ella, el tal Clement parece darse cuenta por fin de mi presencia, de que hay alguien más en esa sala. Esbozo una pequeña sonrisa al ver su cara ante esa equivocación-Buenas noches-vuelvo a saludar mientras él se acerca empezando a observarme como si en realidad esto fuera alguna especie de broma o algo por el estilo. No le culpo de creer eso, yo al principio lo creí. Seamos sinceros, jamás creí que mi señora se decidiera a regalarme algo aunque fuera como ella decía "una inversión".-La señora Nypheria ha sido muy amable conmigo y ha insistido en que necesitaba un vestido-comento dejando queme observe como si estuviera tratando de analizarme o tomar mis medidas sin necesidad de medirlas con nada.
El joven ayudante comienza a abrir los baúles que muestran en su interior una gran cantidad de telas y lazos que consiguen casi dejarme boquiabierta.-Quería...-Ya solo de decir esa simple palabra me siento bastante rara. Me sentía extraña dando órdenes... o algo por el estilo.-... algo formal pero no muy recargado. Sencillo, más bien.-comento mirando a Clement y a Nypheria de reojo, daba la sensación de que hoy más que nunca analizaba cada uno de mis gestos.
-Buenas noches-saludo viendo como simplemente ignoran mi presencia para acercarse hasta Nypheria. Me quedo un poco cortada sin saber muy bien que hacer, mirando de reojo a Nypheria y agachando la cabeza observando como el pequeño ayudante acarreaba con él algunos baúles supongo que llenos de telas y puede que incluso algún vestido. Escucho como el hombre saluda a Nypheria, por las libertades que se toma puedo deducir que ya es considerado un viejo amigo suyo o alguien en quien más o menos confiaba, si no tenía claro que ella no dejaría que se le acercara tanto... o eso creo.
Solo cuando Nyperia afirma que los vestidos no son para ella, el tal Clement parece darse cuenta por fin de mi presencia, de que hay alguien más en esa sala. Esbozo una pequeña sonrisa al ver su cara ante esa equivocación-Buenas noches-vuelvo a saludar mientras él se acerca empezando a observarme como si en realidad esto fuera alguna especie de broma o algo por el estilo. No le culpo de creer eso, yo al principio lo creí. Seamos sinceros, jamás creí que mi señora se decidiera a regalarme algo aunque fuera como ella decía "una inversión".-La señora Nypheria ha sido muy amable conmigo y ha insistido en que necesitaba un vestido-comento dejando queme observe como si estuviera tratando de analizarme o tomar mis medidas sin necesidad de medirlas con nada.
El joven ayudante comienza a abrir los baúles que muestran en su interior una gran cantidad de telas y lazos que consiguen casi dejarme boquiabierta.-Quería...-Ya solo de decir esa simple palabra me siento bastante rara. Me sentía extraña dando órdenes... o algo por el estilo.-... algo formal pero no muy recargado. Sencillo, más bien.-comento mirando a Clement y a Nypheria de reojo, daba la sensación de que hoy más que nunca analizaba cada uno de mis gestos.
Emilie Pond- Humano Clase Media
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