Los juguetes de los adultos, la noche de los niños ~.Privado.~

-Aun recordaba la primera vez que se habían visto, una de las fiestas donde él estaba siendo rodeado de gente, personas que por el momento solo querían aprovecharse de su estatus social. Se sonrió entonces al verle dejando que su mirada fuera directamente a su rostro, se encontraba calmado con él era de las pocas personas sinceras que conocía por eso se llevaban tan bien ya que desde que se habían encontrado la amistad se había basado en sinceridad aunque claro estaba lealtad, si él le necesitaba iba a verle si Aetos le necesitaba (aunque fuesen contadas ocasiones debido a su orgullo) también le llamaba especialmente porque eran Brujos, incluso aun recordaba ese dia que cuando el alcohol actuaba les dejó a ambos en la posición amatoria, como diría Ovidio. Cassius se acercó directamente hacia él dejando entonces una sonrisa en los labios mientras apoyaba su cabeza en la pared admirando a su joven amigo, era sin duda atractivo pues ya había visto como de reojo algunas damas e incluso jóvenes le tenían con el ojo avizor para comprobar cuando se quedaba solo- Vamos entonces, tu presencia es lo único que necesito para sentirme bien en la obra que vamos a ver, una comedia, “el arte del amor y la mentira”

-Le había gustado esa obra porque era cruda, no trataba de tachar la realidad con un paño de oro para que los ricos la viesen de otra manera, sino todo lo contrario, la trataba como una amiga, parecía decir “esto es real” pues algunas obras de teatro que había visto parecían más un juego de niños que cualquier otra situación, siempre había final feliz pero en esta parecía que no estaba garantizado del todo, su titulo ya lo decía, un hombre que se dedicaba a engañar a las mujeres entraba y salía como quería del hogar de las mismas incluso había matado a algunos esposos dejándolas viudas, solas y sin dinero. Todo lo que decía el protagonista parecía hacerse verdad o por el momento las mujeres asi lo veían, podía decir “lloverá chocolate del cielo” de una manera tan real que las mujeres cada vez que llovia abrían los labios esperando a que aquello fuera cierto, ya lo había visto había acudido ayer a comprobar la valia de la obra, y en una escena una mujer se apretaba el manto negro de viudedad abriendo la boca cuando la lluvia caia llorando, dándose cuenta de que hasta cuando le había arrebatado todo seguía creyendo en él.

Después el timado era él pues se encontraba ante una mujer que no se dejaba dominar ni siquiera por él, había escuchado suficiente del mentiroso don Juan como para dejarse engañar, aunque interiormente le amase, exteriormente se reia y le insultaba. Aquello sin duda desconcertaba al hombre pues no paraba de seguirle, creyendo que se había enamorado como un tonto, cuando al fin puso el mundo a los pies de esa dama y ella al fín le correspondió, se dio cuenta de que no era feliz pues lo único que había gustado de ella era la desconfianza, los insultos, los meses de rechazo…y ahora ¿Qué le quedaba? El amor era aburrido y ahí lo dejaban…la verdad era que el final le había hecho reir incluso a él alguien serio. Tomó con suavidad la mano de Cassius para guiarle a los asientos que había reservado, se sonrio, pues muchas jovencitas que esperaban que su acompañante estuviera solo dieron un suspiro. Conocian muy bien a Aetos y cuando iba acompañado debido a su naturaleza posesiva no dejaba que nadie se acercase a lo “suyo”-Es por allí –Señalo unos asientos intimos, pero que tenían una buena visibilidad para la obra-

No todas valen la pena -Bajó la mirada hacia uno de los panfletos que tenia en la mano, sin darse cuenta habia cogido varios lo cual no le llegaba a gustar demasiado tendiendo a ser demasiado perfeccionista pero sinceramente poco le importaba la gente que repartia los panfletos incluso se le hacía aburrido o irritante en varias ocasiones aunque no todos pensaban asio porque cuando entraban al cine muchos eran los que se sentian incluso raros cuando tenian las manos vacias, siempre, siempre se debia de tener algo entre las manos quizás un papel o dos que dijeran de que iba la obra y si habia merecido la pena. Era gracioso porque la gente esperaba que la obra fuera una sorpresa pero se dedicaban a leer el prólogo antes de empezar la obra, quienes son los personajes y con quienes se tendrá más cariño en fín era como si de una agenda se tratase y todos tuvieran pensado que hacer lo primero y lo segundo.

Contempló a su acompañante, bien sabia que por su rostro se intuía que estaba algo triste porque aetos era demasiado posesivo, seguramente se habria querido regodear de su éxito rodeado de las muchachas un poco más, sin que el mayor hubiese intervenido, bueno, si no le gustaban los planes seguramente le dejara ir a por sus aclamados “fans”. No lo decía o pensaba de forma maligna ni con deseos de que solo le prestase atención era solo que él no tenia la suficiente capacidad como para pensar siquiera en que alguien le viese distinto a como era, un brujo. Bueno más que un brujo como alguien cuyas posibilidades de ser sociable eran básicamente nulas y eso él muy bien lo sabia porque se habia moldeado de ese modo-

Cuidado -Sigiloso tomó de la cintura a una mujer de edad considerable que debido a la oscuridad no veía por donde caminaba, su rostro seguia siendo impasible mientras se disculpaba ante cassius y ayudaba a aquella mujer. La mujer le sonrió dandole las gracias...él la conocia perfectamente, tenia una enfermedad de la piel pero gracias a unos unguentos habian dado con lo que le pasaba, era una considerable alergia asi que a pesar de todo debia de traerle unguentos y cremas para qu su piel gozase de una salud aunque precaria pero que la gente no tuviera la desfachatez de alejarse de ella. Volvió a su asiento con la calma del impasible, cruzando las piernas una vez más. La obra empezaba con un niño teniendo en sus manos un arrugado periódico que esperaba que se vendiese, y con ese “extra, extra el don juan lo ha vuelto a hacer” comenzó la primera escena-

- Con gesto casi aristocrático alzó la mano situandola a la altura de la barbilla como solía hacer siempre de ese modo escondia parcialmente su rostro a quienes estuvieran sentados a su lado especialmente al lado contrario de donde estaba su compañero quien le estaba susurrando algo que necesitaba sobre elmundo de los espiritus, aetos asintio calladamente mientras miraba la obra como si no estuviera mirandola realmente. Observaba que algunos espiritus estaban caminando en el escenario aprovechando que nadie los podia ver para que la luz fuera mas fuerte de lo normal para que los efectos fuersan un poco mas exagerados de lo que ya solían ser de por sí pero los humanos eran bastante profesionales tuvo que reconocer ya que pese a no saber que hacer ellos seguian actuando sin importar mucho lo que estaba pasando.

La gente mas que nada se empezaba a reir incluso unos hombres cuchicheaban que estaba disfrutando de la obra esperando cualquier cosa, los fantasmas que parecian oler esa risa del público se divertia tambien dando cuerda a la creatividad que poseían, lo que admiraba elbrujo era que no hacian dañoa los humanos pues la mayor parte de espiritus eran mal vistos, los humanos pensaban que solo venian para hacerles daño especialmente para maldecirles en cambio habia muertos que eran o que solo buscaban ser el alma de la fiesta, gastaban bromas para hacer reir o frustraban los ensayos siempre sin hacer daño a la gente por eso no habia hecho nada al respecto sino que habia bloqueado con ayuda de la mano. Era bastante gracioso que cuando el hombre se inclinaba para seducir a la mujer la falda de esta quedase en su cara o en su rostro pareciendo mas una obra de comedia que otra cosa.

En el descanso volteó a ver a cassius- ¿que es lo que deseabas? -mucha gente se llevaba las manos a los vientres pecialmente los hombres con sus prominentes barrigas debido a la risa que habia entretenido sus tiempos esperando que la segunda parte fuera aun mas diverida, el espiritu aunque nadie se daba cuenta observaba encantado a la gente escuchando incluso conversaciones, si hubiera podido habria gritado ante toda la gente que él habia sido el autentico autor de todo lo que habia sucedido, seguramente el director en vez de tirarse de los pelos estaria disfrutando de todo lo que estaba sucediendo incñuso añadiendo mas efectos o advirtiendo a los autores que hicieran improvisadas exageraciones, sintio pena por aquel espiritu que habia sido el cerebro de todo permitiendo sin ofenderse que un simple mortal tomara fruto de su trabajo- ¿O deseas que hablemos de ese asunto que te inquieta en privado?-sabia que antes no le habia respondido pero no por parecer irrespetuoso sino porque tenia la atencion centrada en aquello-

-parecian dar una imagen errónea como si fueran unos colegiales estando contando sus secretos aunque dentro de Aetos parecía ser así no tuvo más remedio que aceptar aquello, eran después de todos humanos no tan comunes ni corrientes como los demás sino tenían un grado de supremacía dentro del resto de los humanos no que fueran super humanos que todo lo podían que no tenían nada que temer más bien lo contrario debían de temer mucho más que la gente normal porque sus prácticas no eran del todo entendidas para la gente normal. Los cabellos del brujo acariciaron su frente mientras miraba hacia el teatro con un ademán desinteresado...no que no le gustase sino que aquello lo disfrutaba mejor cuando estaba solo o en compañía de alguien que apreciaba también la obra ( en resumen alguien que le agradase ) pero no era una persona tan sociable como para ir diciendo a la gente de vez en cuando si querían o no ver una obra.

Finalmente en el intermedio tuvieron un pequeño acercamiento de lo que iba a ser la charla, no le sorprendió porque después de todo era el trabajo de Aetos, tenía más de un trabajo era cierto como el ser curandero, protector de los ricos defendiendolos de sus imaginativos delirios como la vez aquella que una mujer pensaba que las figurillas de plata que tenia en una habitación estaban encantadas porque cada vez que cogía una tenía mala suerte durante el resto del día, se enojó mucho cuando el brujo consideró el darlas a algún enemigo. A veces se preguntaba porque era aún guardaespaldas de los ricos cuando ellos eran cada día más excéntricos, también era un hombre que podía hablar con los muertos comunicarse con los espíritus o hacer aquello que los humanos normales llamaban "pociones" para aquellas personas que lo necesitaban, especialmente los hombres que buscaban un placer más intenso en sus relaciones o mujeres que querían quedarse embarazadas, Aetos a diferencia de muchos brujos no intentaba vender nada más a sus clientes ellos incluso se extrañaban de la tranquilidad con la que podían comprar allá-

Entiendo -Colocó la mano en el mentón mientras miraba sus ojos, con una sutil sonrisa en los labios que no era demasiado visible pero poco a poco parecía ser más notoria- hay distintos grados algunos solo pueden hablar con unos espíritus, otros con todo tipo, depende de la función del espíritu también puede ser más o menos fuerte -sus dedos apartaron un mechón de cabellos que cubría su frente mirando hacia el frente observando algunas solitarias almas que estaban sentadas allá mirando con cierta envidia a la gente que había ido acompañada-otros...solo pueden hablar con el cadáver tangible de aquella persona puedes también con los huesos pero les resulta mas dificil hablar con los espíritus que se ven desperdigados por paris -el tono de Aetos era más profesional, se preguntaba si algun día sería profesor de brujos porque habia enseñado a algunas personas a hablar con los espíritus, claramente espíritus amaestrados no eran de los salvajes que no dudarían en matar o poseer a esas personas que son débiles-

Cuando salgamos si quieres puedo llevarte a un sitio especial. No está muy lejos de aquí pero supongo que te gustaría -Encogió los hombros, no iba a dar por hecho algo que no sabía, podía decir "te gustará, te encantará " pero hasta que el otro no lo viese por sus propios ojos era una pérdida de tiempo intentar hacerlo no podía meterse en la mente del contrario para cambiar su modo de pensar...si lo hiciera sería un estúpido porque habria tenido que influir en alguien solo para que le gustase aquello. Iba a decir algo más pero las personas empezaban a volver se habría acabado el intermedio, sabia que no le gustaria a cassius que siguiera hablando de ese tema cuando habia mucha gente por eso negó débilmente volviendo a mirar al frente-