Camino a casa( Giulietta Di Noir)

por **Erico Morelli** Jue Oct 27, 2011 12:55 pm

Se había quedado a cerrar el restaurante, era cierto que podía dejarle el trabajo al administrados y a los meseros, pero amaba su restaurante asi que siempre se quedaba al final para revisar que todo quedase en su lugar, incluso cuando conseguía alguna conquista nunca había dejado aquella rutina, sus citas las arreglaba en alguna otra hora o se las arreglaba de alguna otra manera.

El aullido de los perros y los ladridos le dieron a entender que los perros tenían la calle para ellos solos. Se ajustó el abrigo y decidió regresar caminando a su casa, no era que le preocupase que lo asaltaran no llevaba nada valioso encima además de su abrigo y sus llaves, que dudaba quisieran quitarle.
El viento frio de la noche golpeo su rostro y el cerro los ojos sintiendo el aire un poco más limpio que en el día, el frio era de cierta manera reconfortante y el sonido de sus propios pasos le daban una tranquilidad extraña, esa noche no tendría compañía femenina, no se había interesado en ninguna mujer en un buen par de semanas, no se sentía necesitado de tener compañía aun, pero sabía que tarde o temprano terminaría buscando a alguna bella y dulce dama que quisiera acompañar sus noches, dormir con el calor de una hermosa y suave mujer a su lado era uno de los pocos placeres que creía irremplazables.

Se detuvo un segundo en el camino y sus ojos buscaron el cielo…cuanto tiempo podría seguir atrayendo a las mujeres hacia él? El día en que tuviese que renunciar a ella…seguramente sería el día en que terminaría su vida.

por **Giulietta Di Noir** Dom Nov 06, 2011 6:34 am

Los tacones de la joven resonaban al chocar contra la calzada, advirtiendo de lo que se avecinaba. La noche era fría, y ella iba envuelta en abrigadas prendas que cubrían un vestido más bien... Indecente. Volvía de casa de un cliente. Podría haberse quedado perfectamente a dormir allí, una cama calentita y alguien al que abrazar. Pero ese no era su estilo. A ella no le iba eso de ser cariñosa. Es más, nunca había dormido con ninguno de sus clientes. Trabajo y fuera. Nada de tonterías, ni complicaciones, ni mucho menos, dolor.

No solía afanarse en trabajar en las casas, pero la cantidad de dinero que le había ofrecido era excesiva. El mundo se movía por este, y ella no era diferente. La luz de la luna arrancaba destellos dorados de su pelo e inmersa en sus pensamientos, no se dio cuenta de que estaba a punto de chocar con alguien hasta tenerlo a pocos centímetros. Entreabrió la boca para soltar alguna grosería, después de apartarse. Por suerte, se dignó a levantar la vista un segundo, y al hacerlo, reconocer el rostro del hombre.

Él estaba embobado contemplando no se qué en el cielo. La bordería que estaba a punto de escapar entre sus labios fue sustituida por una sonrisa. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que se habían visto por última vez? Sentía especial atracción por ese hombre. La trataba como una princesa, le permitía todos y cada uno de sus caprichos, y sin embargo, no deseaba más que eso, sexo. Era una relación impersonal que se basaba en el calor del cuerpo humano.

-Tú por aquí.- fue lo único que soltó a modo de "calurosa bienvenida". Debería de sentirse orgulloso de la sonrisa que había conseguido arrancar del rostro de la rubia, así que no podía esperarse una frase demasiado agradable. Estaba guapo, como siempre. Tal vez alguna que otra arruga más, pero nada que no atrayese a la cortesana. Ni siquiera ella llegaba a entender porqué lo honraba con su compañía sin ver una moneda, pero no podía negar la evidente química existente.

por **Erico Morelli** Mar Nov 08, 2011 4:03 pm

La conocida voz le saco una sonrisa antes de volver la mirada a la preciosa joven que estaba frente a el, Giulietta era una joven sencillamente impresionante, de pies a cabeza su belleza resaltaba a la vista, la silueta perfecta y los finos y sensuales rasgos enmarcados en rayos de sol que caian junto a su rostro. Casi por reflejo se inclino y tomo una de sus manos llevándola a sus labios.

- creo que hoy me eh portado muy bien, un ángel me ah salido en pleno camino cuando lo que esperaba era sin duda algún ladrón nocturno- hablo mientras se enderezaba y le sonreía dejando su mano-y si mon amour hoy se me antojo caminar y mi casa no esta lejos del restaurante, quieres venir?- invito casi por mera inercia, sabia de que trabajaba la chica y lo mas seguro es que no tuviese tiempo para el en esos momentos, la noche definitivamente no eran sus horas de ratos libres.

A veces pensar en su oficio le dejaba un hueco en el estomago, no por que pensara que valía menos debido a el, si no por que sentía que merecía mas, desgraciadamente el no era alguien que pudiese ofrecerle ese "futuro" que merecía y sin a menos que se equivocara ella tampoco deseaba eso de el, le daba cierta condescendencia permitiendo le acercarse, pero no parecía estar dispuesta a dejarlo entrar en su vida a el o ningún otro hombre.

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