Comiendo(Nicolas)

por **Yudea** Sáb Oct 29, 2011 2:09 pm

“Ampáralo niña ciega de alma,
Ponle tus cabellos escarchados por el fuego;
Abrázalo la hermosa estatua de terror.
Entrégale tu mundo sus pies,
A sus pies, donde mueren las golondrinas
Tiritantes de pavor frente al futuro.
Dile que los suspiros del mar
Humedecen las únicas palabras
Por las que vale vivir
Por esta estatua a la que darás vida”

Los susurros salían de sus labios, bajos y roncos, con una calma y una sensualidad que tensaba el aire, yudea sonreía mientras las palabras escapaban de sus labios y la preciosa jovencita de unos quince años se acercaba a él casi hechizada observando sus ojos, la muchacha aun estaba en camino, se veía deliciosamente inocente y bella. Solo tomaría algo de sangre de ella pero en esta ocasión no se le había antojado seducir a su víctima, solo por esta noche decidió valerse de sus bien obtenidas habilidades para conseguirlo, la joven se dirigió a él, sus cabellos rojos adornaban el bonito rostro apenas cubierto por un par de pecas.

La niña se paró frente al vampiro suspirando y rodeándolo con sus blancos brazos y Yudea le rodeo por la cintura guiándola a la parte más oscura del callejón, la niña había salido de su elegante casa por la puerta trasera de la cocina y caminado hasta el, escuchando su voz en su mente desde la distancia. El se había encargado de dejarle el camino despejado. Sonriendo con su presa entre sus brazos paso una mano por sus cabello susurrando un “buena chica” antes de incrustar sus colmillos en el cuello blanco y supo que aquella era la mejor de las sangres, sangre virgen. Era esa una buena noche.

Saboreo la exquisita sangre sintiendo el calor de la chica inundar su cuerpo y la soltó a tiempo para no dejarla completamente sus fuerzas, lamio la herida sanándola y sonrió mientras enviaba a la chica de regreso, no tenía ganas de afrontar las complicaciones de un cazador tras su cuello, que presa.

por **Nicolás D' Lenfent** Mar Nov 08, 2011 1:36 pm

Un despertar silencioso donde el alma se había escapado para ser alimentada de las pasiones. Una cama completa de sangre, su cuerpo cubierto de la sangre de la humana que dormía con plena tranquilidad. Su rostro había sido torturado pero ella se veía aun radiante. De inmediato era momento de que se alejara y siguiera su camino el banquete había finalizado y su cuerpo había estado satisfecho. Que mal que se quedara dormida a plena acción enloquecedora, solo fue cuestión de darle un segundo de placer y quedo tendida por el dolor. Negando con el rostro le abandono y pasando por la zona residencia. ¡Noche! Estaba tan cerca de las mansiones podría ser solo un poco ¡Jugar! Convertir este lugar en el escenario y los títeres serian los que estuvieran de galanes.

¡Que de inicio! Su mente escribía el dialogo y el libreto era el recuerdo, su memoria estaba proyectada con lo de su alrededor que ahora estando abrazado del viento, gritos que el alma liberaban sin oír alguno, era tiempo de dejar al viento tranquilo y seguir el rumbo que siempre uno trata de seguir, ser aquel perdido entre la hermosura de la negrura y el rastro de la soledad en ello. Deslizando los pies en el suelo, eso le hacía sentir que el cielo estaba ahora encima de el, los brazos ahora estaban reposados en forma de saber que hara y que deseara tocar mientras sigue perdido entre el delirio y el olvido.

El que le dicen ser un “Ángel” que le dieron parte de un corazón y alzo vuelo con su ilusión, todo se dio y el solo bajaba su tierna mirada al infierno, su alma era el corazón de aquel ser. ¡Ilusión! ¡Ilusión! Solo era eso pero vamos, las luces piden su presencia para que se apaguen una vez más.

El recorrido de la sombra seguía, un rastro le atrajo, unos labios saboreando la sangre humana, y ahí tocándole del hombro al joven, sus ojos eran los cielos rotos y su mirada un gran misterio apasionado. ¡Maldad1 Le vino desde su interior donde repitió cada movimiento del joven, reflejándose en él como si fuese un espejo, cada movimiento que él hacia él lo repetía, si hablaba él hablaba con tal agilidad que parecía ser un muñeco. Por dentro se descaraba de él, su presencia era más que un momento de distracción en lo que el espectro de la luna ilumine su paradero de esta noche mientras no, solo seguirá jugando al muñeco muerto.

por **Yudea** Miér Nov 30, 2011 3:45 pm

Lamio la poca sangre que había quedado en la comisura de sus labios y sus ojos buscaron lentamente la presencia de alguien más en el callejón, aun a pesar de la oscuridad y la penumbra sus pupilas pudieron distinguir la figura grácil, de elegantes pero extraños movimientos, era como ver un espejo y sin embargo no podía ver bien el rostro del sujeto, era un vampiro lo sabía, sus sentidos no detectaban aroma alguno y en sus oídos no martilleaba el incesante palpitar de un corazón humano. No estaba el calor de los lobos o el aroma de los cambia formas, ese que estaba ahí era uno como el, un muerto en vida y sus pasos se adelantaron pro si mismos hacia la figura.

-quien eres- fue lo primero que alcanzo a salir de sus labios mientras entrecerraba un poco sus ojos, a pesar de los años no lograba deshacerse de la manía humana, sus ojos ya tenían una visión nocturna perfecta como estaban, no aumentaría solo por que sus pestañas irrumpieran el camino de su vista- y que haces aquí?- añadió quedando a una prudente distancia del hombre, el viento soplo ligeramente, casi como un suspiro, como una suave y ligera caricia y tuvo que admitir que se había equivocado, había en verdad un aroma viajando desde el caballero hasta el… el inconfundible aroma de la sangre fresca, el aroma de un hambre saciada, ladeo un poco el rostro y busco ver con claridad la silueta que no podía apreciar y puso notar los sedosos cabello negros, la tez debía ser blanca, tan pálida como la de cada vampiro que había conocido… sus ojos… tenia curiosidad, como se veían aquellos ojos?

Spoiler:

por **Nicolás D' Lenfent** Jue Dic 29, 2011 1:54 pm

¿Quién es? ¿Es real o es imaginación?
Las mismas preguntas, mismas miradas
¿Por qué no jugar un momento?
¡Qué más da! es un sentenciado indiferente
Pero que nos puede brindar ¿Muerte o Pasión?
O tan solo un momento de delirio bastaría
Nicolas D’ Lenfent

El mimo ha dejado las misma huellas, aquel vampiro miraba y el respondía de igual manera, se movía y este le seguía pero ¡Alto! Ese juego apenas iniciaba y ya la había aburrido, ¿Por qué no hacerlo ya? Dejar alado el drama por un momento. Pero el drama es lo que llena a este violinista que no deja de desear y delirar.

Caminando a su alrededor pues su vista se distrajo a algo hermoso, a la noche que cubría el lugar donde se hallaban, detestaba entablar una conversación, no deseaba hablar, no deseaba compartir la voz en el eco una vez más, pero que extraña sensación le produjo, desviaba la mirada para negarle el paso de su rostro a él, que fue así como el viento soplaba con tal fuerza impidiendo que mantuviera la mirada en él para saber de quién se tratara. – Que interés tendrías en decirte mi nombre- musitaba para sí mismo aunque la voz seca e indiferente…-Al igual que no importa que hago aquí-ladeo el rostro como antes lo había hecho él y cruzando sus brazos a esperar que haría con él.

Un mar negro se distinguía en su mente, nada había en ella más que oscuridad y un toque especial de melodías que guardaban, volvió a caminar a su alrededor- Y ¿Quien pregunta mi nombre?- Se detuvo enfrente de él y le observo, tan solo era un joven mas, pobre vampiro. Jugando a la bestia, en todo su ser había sangre exquisita de una humana pero no era tan apetitosa con la fragancia que se sentía en sus labios, en su boca, a cierta distancia del violinista ya distinguía con facilidad la victima que había escogido. Pues era la misma muchacha quien iba y ahí embozo una ironía por tal actuación del joven.

por **Yudea** Mar Ene 10, 2012 3:44 pm

Eh sido yo quien ah preguntado primero- contesto levantando una ceja, el vampiro le recordaba a alguien pero no podía distinguir a quien… lo observo un poco y levanto el rostro con la misma expresión- y no me gusta que me contesten con mas preguntas- hablo notando que su mirada pareció ver algo detrás de el, pero no se giro para ver que era. Una sonrisa cruzo los labios del vampiro y en ese momento lo supo… Había sido un niño… lo recordaba un niño de la “ciudad Sagrada” del Vaticano… lo había encontrado en las calles mientras caminaba al caer de la tarde, el pequeño era inteligente y desconfiado, pero también orgulloso… le recordaba al sujeto que tenia frente a sus ojos.

El sonido de la voz ajena era suave… premeditado y con cierto tinte de superioridad, no había siquiera conocido su nombre, a pesar de que saboreo su sangre no había llegado a conocer su nombre, sin embargo la imagen del arrogante muchacho se había quedado en su mente, el sonido de su voz llena de suficiencia grabada en sus recuerdos.

El sonido de los pasos de la chica se apagó amortiguada por la interrupción de una paren entre ellos, había sido un buen bocado, posiblemente regresara después, si es que en su andar diario no olvidaba las delicias de esa noche. A menudo le pasaba, hacia mucho que habia dejado de prestar verdadera atención a lo que lo rodeaba, sus acciones casi nunca tenían un trasfondo mas alla del deseo instantáneo que recorría sus venas. Viendo al vampiro frente a el, recordándole an un insignificante humano que a pesar de su diminuta existencia se habia quedado en su mente, se pregunto si el sujeto podría quedarce también, en los contados recuerdos que habia acumulado de su muerte.

por **Nicolás D' Lenfent** Mar Mar 13, 2012 3:27 pm

¡Miradas, miradas! Todo era igual, mismo gestos, mismos pensamientos ¿Qué hay de interesante en eso? Noche maldita, noche descarada. Todo había pasado a un exquisito juego que ya veían sus ojos brillar ¿Que merecía la luna para consagrarla una vez más? Una laguna recorrida por la sangre que desea arrebatarle al trivial vampiro, el cual solo sirve para sus desquiciadas locuras que desea liberar. O será que se ha equivocado la luna y la victima no era él. ¡No! La luna nunca se equivoca pues si lo hace ese será su final. Ya no habría más luna y solo habría soledad.

El vampiro que veía le seguía con la mirada, pues nadie merecía ver a esta ave enjaulada. Solo sus propios ojos son los que se dejan ver, ni el rostro entero se descubre, y su voz es la que indaga ya en sus pensamientos.- ¿Y a eso, que debo hacer?- brinda mas sarcasmo que eso le gusta- ¿Y qué le dicen mis ojos?-Avanzando hacia él, cómo sombra que era. Malditas manos que se alzaron contra el viento, cortando el aire que pasaba sobre ellos, y ahí sujetándolo del cuello, donde la fuerza que dejaba al descubierto provoco que le elevara un poco acorralándolo contra la pared. ¿Qué era eso? Divina melodía siniestra retoño; Un golpe que le hizo sentir su piel, gozando desde el interior por burla y agonía que maravilla su vacio. La piedra se desmoronaba, y eso le hacía disfrutarle, pues tendría que pagarle de cualquier forma por la pérdida de tiempo ante sus interrogativas –No importa quién eres, ni quién soy. Dime como se te plazca. Podre ser tu muerte o tu alma engañosa. –Sus labios no eran movidos, en cambio su voz torturada por su aliento seguían el laberinto de la piel ajena de su cuello. –En cambio tu para mí solo eres -labios venenosos se acercan aun mas a sus oídos, sin soltarle del cuello donde las uñas juegan a hundirse en su piel- un doblez.

Su rostro fue posado frente al doblez nombrado, le miraba y solo obtenía burla ante él, queriendo torturarlo un solo instante para después ir a beber el vino que tanto ansia embriagarse del dulzón. Uñas blanquecinas que pasan a ser extremadamente sensuales con la sangre que les recorre, exquisita fragancia soltaban que en ella veía el cuerpo de aquella doncella la cual el doblez se alimentaba. Qué ironía, ironía tomar la sangre de ese modo. – Te han dicho mis ojos el deseo que tengo por verte sangrar cada segmento- Liberando aquel cuello deseoso de destruir, sus uñas deslizándose en sus labios probando la sangre al mismo tiempo negando con el rostro de que no era tan buena como él la veía.

por **Yudea** Mar Abr 03, 2012 2:16 am

El silencio, simple silencio, fue todo lo que recibió del sujeto sus ojos se agudizaron y pudo ver a travez de sus pensamientos, ideas revueltas una tras otra, una mente perturbada? el pensamiento le causo gracia, el hablando de mentes perturbada? debía estar mal para que alguien como el lo dijese, se planteo marcharse, dejar a aquella pobre sinalma simplemente seguir su camino, no era su tipo de victima, no aparentaba el estatus ni tenia la apariencia que le gustaba.

Apunto de marcharse el sonido de la mortecina voz le llego a los oidos, sarcasmo e ironia y supo de inmediato el tipo de sujeto con el que se habia encontrado, un golpe revelador le dijo de donde venia aquella familiaridad que habia sentido al verlo, tenia cierta concordancia con Dana, aunque la hermosa muñequita le pareciere mas atrayente, posiblemente por ser mujer, aun asi tenia esa misma presencia, el mismo tipo de pensamientos y la misma arrogancia. Que dolor de cabeza, esa noche no se sentia con ánimos de filosofías ni pensamientos reveladores. Pensando en las similitudes le regreso a la realidad el toque frio de las manos ajenas en su cuello, de inmediato su expresión se endureció y sus manos se movieron sujetando las ajenas, alejándolas con firmeza de su cuello- púdrete, húndete, revuélcate si quieres en tu locura violinista, pero no te metas en mi camino, no soy un angel paciente, no seras tu quien deje marca alguna en mi piel.

Tenia como regla no perder el tiempo en nada que no satisficiera sus gustos o le brindara un mínimo de diversión, pero ante todo era un controlador y un narcisista. No atacaba por iniciativa a su raza, a menos que le pareciere un buen "bocado" pero definitivamente, no era un ser pasivo. Tenia muy bien definidas sus metas, sus razones y sus reglas- no vuelvas a tocarme- hablo volviendo a dibujar una sonrisa en su rostro acariciando la mejilla ajena con los dedos, dejando un par de heridas horizontales en la piel muerta, apenas manchadas con sangre muerta y envenenada, solo lo suficiente, para mantenerlas abiertas un buen rato.

Un sonido ondo llego a sus oidos y levanto la vista viendo a uno de sus "amigos" favoritos, una hermosa lechuza que intentaba llamar su atención. Al parecer tenia noticias, habían encontrado al principesco juguete, su humor levanto de nuevo y decidió retirare por aquella noche, habia un juego divertido en camino que iniciar- que tenga buena noche, vaya tras la chica, deje suficiente sangre no desespere- y simplemente se marcho, su figura simplemente se perdió entre las sombras de paris, entre las sombras de la noche, acompañado solo por el sonido de las alas prohibidas, de las alas que cortan el aire y anuncian el venir de la muerte.

nota:

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