Desesperación [Nicolas]

por Invitado Vie Sep 28, 2012 6:33 pm

"Un día mas, a la luz de las luces estoy. El escenario me llama. Yo soy el escenario."

Ya era casi la hora de salir a escenario; con evidencia hoy estaba mas concurrido de lo normal. Al parecer había algunos invitados de lujo, ya que la parte vip y privada estaba hasta el tope de gente. Los humanos por un lado y los vampiros por el otro. Usualmente no había muchos espectadores de nuestra raza; pero cada tanto se podía observar a gente de clase alta disfrutando la ceremonia. Algunos eran habituales, y solo venían para disfrutar el banquete que se esperaba después del espectáculo.
Ahora era el momento de subir; ya me habían maquillado un poco; la chica que lo hacía siempre ponía en mi algo de lápiz labial para resaltar mis rojos labios. Decía que se veían bien cuando estaban aun mas rojos. Tenía el cabello negro algo rizado a los lados y con el traje "habitual" de estas noches. Una camisa blanca con unos pantalones negros ajustados al cuerpo, envuelto con una capa color negra de una pesada tela. Como si fuese el vampiro que todos imaginaban cuando se escuchaba esa palabra.
Era realmente divertido vestirse de esa forma y al parecer a muchos humanos les causaba una especie de morbo que realmente no terminaba de entender; pero tampoco me disgustaba.

-Buenos días mis queridos aperitivos de la noche... Espero darles una noche de placer a todos... Y que disfruten del espectáculo... Las historias que contaremos son todas reales.

Sobre el piso del hermoso escenario, donde todos me daban atención a mi; todos me miraban a mi y esperaban las cosas de mi. Como siempre me ha gustado, toda la atención. Lose, soy un ser caprichoso y algo detestable, pero no es algo que me importe del todo... Intento no demostrarlo la mayor parte del tiempo... Como sea. La canción empezaba a sonar, los violines y bajos empezaban a sonar y yo esperaba a la segunda estrofa del solo de piano, para así dejar salir una armoniosa melodía, notas altas y bajas salían de mis labios, mientras con ganas me dejaba ya llevar por la música. Mis pies empezaron a recorrer el escenario, mirando hacia abajo, observando el panorama, mientras mi mano recorría mi pecho y los costados de mi cintura, pasaba las yemas de mis manos por sobre mi pecho, abriendo mi camisa cada vez mas, dejando ver mis aretes y mis tatuajes, sintiendo como una de las actrices de mas atrás se acercaba a "ayudarme", pasaba sus manos por mi espalda y me despojaba de la larga capa, estirando un poco mi camisa pero sin sacarla, dando un suave baile, mientras contaba la historia mas tenebrosa que los humanos podían escuchar. Muerte y soledad; locura y frustración. Dejaba salir todos esos sentimientos mientras miraba al frente, chocando derrepente con unos ojos vistosos. Quee... Había unos cuantos ojos aniquilan dome, por lo que con un claro disimulo los mire de reojo, aun con una suave sonrisa en el rostro. Que eran esos ojos seductores que hacían que me temblara un poco el piso?

Ya pronto estaba por terminar la parte del canto, dando paso a los actores, que luego contaban mejor la historia. Pero yo seguía mirando en dirección al espacio Vip. Al parecer aquellos nuevos invitados se habían fijado un poco en mi. Pues aun sentía mi rostro arder de las miradas; por suerte pronto olvidaría eso; como siempre mi memoria era bastante mala.
Empecé a caminar por alrededor del escenario, jugando con los actores que empezaban a salir, algunos probaban mis labios y otros solo tocaban mi cintura, llevándome hacia atrás, y cada vez mas profundo, para ya pronto ser cubierto por ellos.
Mi parte había terminado y ahora estaba detrás del escenario; riendo despacito, era muy bueno; el mejor de los trabajos sin duda alguna; los vampiros antiguos de verdad estaban bastante locos; como si no pudiesen con su vida. Por lo que eran algo graciosos y siempre hacían sus partes perfectamente, me agarraban con real lujuria; pues mi trabajo era ser el vampiro que hacía surgir los pecados y ellos me tomaban para ellos, llevándome hacia el fondo "terminando" conmigo. Era una historia muy buena y me sentía complacido de poder ser parte de ella.

-Estuvo bien, no? Espero que les haya gustado

Hice una pequeña reverencia a los que aun estaban en al parte de abajo, mientras comenzaba a desvestirme, para luego poder ir como siempre a la parte de los tragos, donde podíamos buscar a algún buen humano fanático que quisiera hablar o estar por la noche con nosotros.

por **Nicolás D' Lenfent** Miér Oct 03, 2012 5:07 pm

Oh! Bella noche que descendía como una estrella perdida, un manto translucido nocturno de la maldad; es esa clareza distinguida, el dolor se ha transcrito en el sendero de un joven cantante, ¡Podrá su voz salvarle? Sera que solo sus palabras le protejan del mal que se le avecina, quien diría que el escenario donde se mostraría se convertiría en el “Teatro Tenebroso” y que solo el evento que el telón mostraría, reflejaría la luna, un cielo bañado de lujuria, poder y locura. Ese famoso cantante que ofrece llanto, alegrías y amores ahora solo será el juguetero de su propio mundo, el títere que es, un hermoso muñeco de porcelana, representador del espectáculo del pecado, un tonto muñeco que jamás imaginaria las verdaderas intenciones de esa negociación, que todo lo que él creía eran mentiras así que el verdadero rostro de la verdad se vería en unos instantes y veremos si en su música podrá escapar.

Volando hacia los descendientes del poder, esos aristócratas que le esperaban en la entrada principal del Teatro, mientras que los jinetes del ave iba tras su espalda, siguiéndole para protegerle, guardianes de la noche se dicen llamar, aunque Nicolás no les hiciera caso siempre volaban junto a él, ¡porque razón? Porque le amaban, querían protegerlo de, el mismo, de esas locuras de suicidarse, y de momento las reverencias se igualaron, anunciaban que al fin había llegado el señor D’ Lenfent. –Bonjour messieurs ! – Dirigiendo la mirada a los aristócratas, embozando esa sonrisa del acontecimiento que se viviría. Hacer el honor por nosotros.-deslizo el brazo para ofrecerles el camino con esa corta inclinación.

Avanzando con el fino porte, vestido de un elegante traje oscuro que le llevaba muy bien a su cuerpo, esos cabellos sueltos que danzaban conforme avanzaba, teniendo un movimiento sensual desde su rostro, con la mirada al frente solo mirando el espacio escénico donde se sentía sumamente seducido por él, pareciese que siempre le atraía a sus pies y de ese modo tomo asiento en la primera fila donde todo era reservado para ellos, permaneciendo ahí con la pierna cruzada esperando que se mostrara ese muñeco que tanto querían en Paris.

Oh! Soy la pequeña luna que da sorpresas, puedo ser un cielo que te esconderá, podre cegarte y ser tus ojos, solo debes seguir mi voz, esa luz interior que te dice “mírame”. Su atuendo era cautivador, tras verle con la seriedad y la frialdad de esos ojos le observo, no le quito la vista de encima. “Espero que des placer a la muerte y despiertes cada segmento dormido de él” Pensó tras su presentación, en verdad era un perfecto muñeco al cual sus gestos podían atraer a cualquier vampiro de esta sala, pero que curioso era todo, ¿Por qué no dejaba de mirarle los labios? Deseando probarlos, la ansiedad comenzó a liberarse de este cuerpo, valla ironía su música seducía como ese violín que solo se escuchaba para este monstruo que nada había más que sus notas, el filo del volumen tan suave y hermoso, reaccionando ante cada movimiento, que su mano se elevo a su mentón sin dejar de mirarle fijamente.

Interesante espectáculo, di amativa historia que podría ser libertad, un camino correcto al cual uno no deba abrazar, o tal vez solo era un sueño de la sombra que vaga, algunos pueden ver y otro no pueden ver nada, todo es imagen virtual y solo este títere se dejaba guiar a la profunda soledad, demostrando que la esperanza se desborda. Fue la única parte que disfruto como nunca, sintiendo las miradas que tan pronto les miro. Al ver como se levantaban entonces ya era hora de hacer la jugada. Avanzando hacia donde se encontraría la celebridad, sin acercarse, tomando el mejor vino, ya que el vino era para reyes de un apreciado cáliz.

Y aquí comenzaban las miradas, no despego la mirada hacia él, pues ese era su trabajo mirarle hasta el último momento, quería disfrutar del juego entonces tendría que participar y ahí siguiéndole, tratando de que este se acerque a él, como una máscara de interés, un reflejo de deseo y perversión al mismo tiempo.

por Invitado Jue Oct 04, 2012 1:14 am

Y ahí iba nuevamente, una mirada penetrante, sentía como si me quemaran. Algo rasposo, carnal y sumamente afilado. Era la mirada de alguien demasiado especial y no lograba saber quien demonios era. Como si fuese el ángel de la muerte viniendo a buscarme. Esa noche mi cuerpo prácticamente se había movido para aquellos ojos. Mis manos habían paseado por mi cuerpo, deseando que no fuesen las mías; casi sentía que me había excitado frente al público. Que realmente no estaba lejos de eso, pero por suerte ningún amigo se había elevado in apropiadamente.
No podía evitar recordar como mi lengua había saboreado aquel metal del micrófono en los momentos en los que no cantaba. Moviéndome a los lados y hacia abajo, pasando la mano por mis piernas dejando salir los agudos con una mueca profunda, que terminaban en un ruido algo quebrado; como si fuese a romperme en mitad del escenario...

"Hoy fue muy bueno", "Estuviste preparando los movimientos?" "Estas mas sensual de lo habitual" aquellas eran las frases que me decían recordando como el escenario me había poseído. Recordando aquella sensación... Como si fuese un mortal cayendo a los brazos de un vil vampiro, me había dejado hacer. Me sentía casi ultrajado, como si la mirada se hubiese convertido en dedos que tocaban cada rincón de mi piel... Era molesto, empezaba a desesperarme. Lo quería. Dos cosas, la primera, quien era? La segunda, cuanto valía tenerlo?
Me mordía los labios con la copa de whisky a las rocas, bebiéndolo como si fuese agua, estaba empezando a desesperarme. Y pronto... De repente un nuevo sonido llego a todas las partes de mi cuerpo, metiéndose como desgarrándome. Mi cuerpo se levanto instantáneamente y me quedé observando fijamente aquella actuación. Ese cuerpo, esos labios, los ojos afilados y el rostro marcado. Tenía las facciones muy definidas y su piel parecía extremadamente suave. Mis labios se abrieron por el espectáculo y salí muy disimuladamente, sentándome a la primera fila, quedándome viendo a aquel hombre. Sentía que no podía apartar la vista... Aunque mas que sentir, realmente mis ojos estaban pegados como lapas a el... El sonido recorría mi cuerpo y las miradas de alrededor se desviaban unos momentos a mi. Como si se estuviera forjando algún plan. Ese hombre estaba llevándose todo lo cuerdo que me quedaba. Apenas terminó aquella parte especial de la presentación de ese día, comencé a ir hacia atrás, nuevamente con ese disimulo habitual que llevaba cuando no quería molestar o ser molestado.

-Fue demasiado... Creo se me abrió el estomago el doble...

Susurré mas para mi mismo que para los demás y nuevamente me serví un vaso de la barra; ahora una bebida blanca de mi país natal, Soju especialmente preparado. Estaba contento de poder tomar aquello ese día y sin arrepentimientos di un fondo a uno de los vasos, relamiendo mis carnosos labios, mordiéndolos un poco, como si de esa manera asacara el exceso en mis labios, pero solo provocaba que mis cerezas se hinchen un poco mas de lo habitual, es que, hacía tanto tiempo no tomaba aquella bebida natal... Que ya sentía que me pondría algo borracho luego de tantos años de no hacerlo.

-Ah... Por que...

Me volteé y una vez mas mi cuerpo reaccionaba inconscientemente, mi rostro de porcelana le miraba fijo, caminando directo hacia el. Nunca tenía rodeos, iba directo a lo que quería. Si no me lo daban lo conseguía, si me lo quitaban me quejaría. No había formas, siempre daba todo para tener lo que quisiera y lo daba todo para no dejar que me hagan nada. Ese día no sería la excepción; realmente quería saber sobre ese hombre y si lo tenía a mis pies mucho mejor. Deseaba escucharlo rogar por una noche conmigo... Simplemente verlo me subían las ganas de hacer cosas un tanto enfermas. Que se podía decir... Mi mente nunca ha estado muy cuerda como para arrepentirme ahora...

-Oe... Su performance... Por que tanto? Le odio. Porqué llama tanto la atención? Me molesta, como si fuese un foco de luz... Quién es usted... Monsieur ?

Pregunte de forma bruta, rompiendo con el esquema de mi cuerpo de muñeca de porcelana. Partiendo al medio aquella probable primera impresión, con mi voz suave y sensual que ponía sobre el escenario. Mi habla era realmente bruto; es que no podía recordar como hablar formalmente, no recordaba nunca haberlo usado. Y solo podía comunicarse de esa forma,. Bruto y tosco. Me acercaba a aquel hombre, mirándole, mordiendo mis labios al verlo sobre pasarme por unos seis o siete centímetros. Era algo desesperante... Por que tenía que ser tan alto? Por que me hacía sufrir de aquella forma. Realmente comenzaba a desear saberlo todo. Poseérlo, como si estuviese mas enfermo de lo habitual. Mis ojos grandes, que podrían competir con una lechuza en esos momentos estaban enfocados sobre el muchacho. Mis labios rojos algo entreabiertos y mis dedos delgados y largos estaban unidos alrededor de un vaso. Mi mente no podía pensar mas en como podía hacer para que me mire mas. Como si fuese una terrible necesidad me quedé a dos pasos como bastante de distancia, esperando alguna respuesta por parte del hombre, que parecía tener casi unos dedos mágicos.

por **Nicolás D' Lenfent** Mar Oct 09, 2012 5:24 pm

¿Qué te dicen estos ojos lujuriosos? ¿Puedes ver tu propio reflejo? Ves tu misma locura empedernida, persigues el trance de mis movimientos, en la fauna del baile, del caminar y en fabulas de caminos que atraen- Su mundo de pensamientos se volvían cada vez mas intensos, perdidos entre delirio de una seducción o quizás este solo mirando a su muñeco, imaginándolo desnudo o solo le veía para llamarle, para que se acerque y se una a un juego hermoso de miradas. Donde cada vez se encuentran, no se pierden, allí donde el paraíso son solo el color de esos ojos engañosos.

Y sigue el vampiro mentiroso mirándole, coge la copa y se hace el desinteresado por ratos, miserable que coquetea con su seriedad, ignorando al que le hable, hoy no hay alas, ni oscuridad en su camino, solo se haya un viaje infinito, corrompido por la presencia de ese cantante. Aun su voz la sentía muy adentro, invadía su cuerpo de varias formas, resonaba y resonaba oyéndose como eco, si le miraba aun podía ver su cuerpo agitarse, el tacto de sus manos las imaginaba en su templo que se hacia sediento y por esa razón bebía y bebía vino hasta disfrazar esa excitación. Nadie se daba cuenta de lo que estaba sucediendo con su mirada, y solo los aristócratas comenzaron a brindar por que seria una victoria.

Ya había caído el muñeco de fina porcelana, tan rápido y tan seductor fue todo, mirarle fijamente y los aristócratas murmuraron de como se aproximaba, de su aspecto y de que esta ave siempre se salía con la suya, que esa fue la razón la que le hizo burlarse por dentro de él, de como se presento, de como su muñeco iba cayendo en las manos del titiritero. Sus labios provocativos le incitaron a verlos, sus palabras eran de un mediocre, que los guardianes iban a retirarlo y este con un gesto les detuvo, dando un paso a su muñeco favorito que ya lo tenía engatusado – No he de sorprenderme que le llame la atención, si se da cuenta todos me miran, me odian tanto como usted…-musito entregando la copa de vino al sirviente.-Que lastima que sea un cantante y no encuentre las palabras adecuadas de como dirigirse hacia mi….-retrocedió un paso, dejando que este desee su cercanía.- Joven Jaejoong dígame si tanta tentación le provoco?...-la gente comenzaba a retirarse, los aristócratas se inclinaron y les dejaron solos…-Mas vino, aun no estoy complacido.-demandando al sirviente que tenia solo para el, para servirle en lo que pidiera, y de ese modo alzo el brazo, para coger la copa de este y rozar los dedos con su mano…-Tanto le inquieto mi presencia?...-no le despegaba la vista, sus ojos se figuran como espejos trasluciendo su bello rostro, viendo como la copa se llenaba de vino, como se deslizaba y desprendía su dulce vigor, sin quedarse con la tentación bebió de su copa y al mismo tiempo observándole..-Tendrá el honor de probar mi exquisito sabor…-le extendió la copa la cual bebió hace un instante.- Me permite, tengo que desear a alguien.-su mano se deslizo por su cintura para acercarlo y susurrarle-Ven conmigo.-desposándole un beso en su oreja, enseguida alejándose de el lentamente, insinuándole con la mano que le siguiera sin que nadie le notara, ya que era momento de enjaularlo.

Avanzando hacia el fondo del pasillo donde los camerinos se hallaban, había un lugar mas lejos, estando escondido ahí el escenario perfecto, donde nada se escuchara, ni los gritos, ni cualquiera tipo de sonido, ya era casi hora de que el mundo se retirara, las funciones habían terminado y el especial se ha concluido así que pronto se hallara solo. Y solo las profundidades del deseo podrán gobernar. Sin luz, solo oscuridad, abriendo la puerta y dejándola así para que entrara, esperando alado de la puerta sin dejarse ver para mantener prisionero al muñeco que se dejo cegar por belleza.

Si sigues avanzando la oscuridad te esconderá, te hará prisionero con solo un paso, si sigues ya no habrá luz, ya no habrá libertad, ahora solo quedaras expuesto a la maldad, al dolor, a la miseria de unas ruinas que ahora te pertenecerán y no saldrás hasta que el ave vuele y te destroce el alma, devore cada parte de ti hasta que no quede nada y solo así podrás ser libre y volver a ver la luz que un día viste”-y ahí esperándole, esperando que diera el ultimo paso….

por Invitado Mar Oct 09, 2012 9:11 pm

Y suavemente, deslizándose por mi cuerpo empecé a escuchar su voz. Era demasiado; demasiado para mi. Tuve que morderme mis labios para no agarrarlo de los cabellos y llevármelo a algún lado. Poco había notado como unas personas se me estaban por acercar para sacarme; pero de repente, sin hacer sonido alguno aquel hombre los había hecho prácticamente desaparecer. Era encantador; tanto que me sofocaba, me sacaba el aire que ni siquiera necesitaba para respirar. Como si estuviera chupándome poco a poco. Era enfermante, delirante. Y sus palabras eran como estacas que me iban haciendo caer contra el piso poco a poco. Mi lengua juguetona se repaso lentamente por mis cerezas bien formadas y cerrando los ojos volví a beber de mi exótica bebida; mirándole de reojo saboreando el aire a su alrededor, como si fuese la peste negra; ya sentía que me rompía cual vidrio frágil... Cual rosa sin espinas, me rompía sin hacer daño...

-Mmm... Lo siento, mis palabras son bonitas solo sobre el escenario...

Susurré y sonreí cerca de él, dejando ver apenas mis dientes blancos y los dos colmillitos que salían aún inmaduros a los lados de mi boca. Por alguna razón estos estaban un poco despiertos. Como deseosos por clavarse en aquel cuerpo. Apreté despacio mis puños; que era lo que estaba pasando? Por qué aquel hombre se alejaba? Aunque fuese un paso, nadie se había alejado de mi jamás. Aquello solo provocó que frunza el entrecejo y me alce un paso mas hacia el. Como avisándole que era prácticamente ilegal lo que había hecho. Le escuché hablar y me alejé despacio, yendo yo mismo a buscar aquella botella de Suju que había dejado abandonada, volviendo a cargar el vaso en el mismo tiempo que el otro pedía que recargaran de vino el suyo. Simplemente no podía parar de beber. Estaba inquieto, mi piel temblaba, vibraba. Mis sentidos estaban completamente locos. Deseaba con fuerzas poseer aquel hombre, tenerlo en mis manos para que me dé toda la atención necesaria. Todo para mí; lo quería todo y no menos de eso...

-Deje de mentir... Me miraba desde abajo también; noté su mirada quemándome. Monsieur yo me preguntaba... Si tan rápido mueve esos dedos en el violín... Mm ~

Y una risa juguetona salió de mis labios sacando la lengua para morderla despacito; medio en broma, medio real. Una moneda era lo que se debería tirar para ver que es lo que pensaba aquel hombre. Se veía serio, arrogante y con un brillo que recordaba muy bien en mis propios ojos. El brillo de un deseo que nadie puede apagar. Un deseo que nunca nadie puede saciar. Ese brillo, que provocó que me acerque un poco mas cuando aquel rozó mi cintura; estirándome para quedar mas a su altura, suspirando al verle fijamente a los ojos. Aquello ojos occidentales que estaba deseoso por verlos como media lunas por la agitación de algún momento...
Pero algo ocurrió, de repente, sin que nadie le ordenase se separó de mi; dejándome solo el aliento de un frió beso en la oreja. Era congelado... Sentía que mi oreja se caería por ese frió invernal que recorrió mi cintura y espalda sin un deje de compasión y me hizo dejar salir una suave nota musical de los labios. Estaba por agarrarlo, para clavarle uñas y colmillos; pues aquel hombre se atrevía a separarse nuevamente aún sin dejarme satisfecho...

-... Me está tuteando...? Ahh... Que debería hacer...

Susurré prácticamente sin sonido, dejando solo los movimientos de mis labios para que solo él los pudiese ver y así sin decir palabra alguna comencé a caminar. Podía observar aquella silueta de espaldas, y sin dejar ruego a nadie la examiné como si me fundiera en ella. Me lamí y relamí los labios aún con el vaso en mi mano. Quería tocarlo, abrazarlo por detrás y lamerlo hasta dejarlo sin piel. Probar su sangre y su esencia. Hacerlo necesitar aire... Por lo que mas fuese, necesitaba probar aquellos labios!

-Eh?

Mis ojos se abrieron como platos al notar esos sentimientos encontrados. Me quedé unos momentos parado en el pasillo y pronto volví a caminar detrás de el. Besos... Hacía cuanto tiempo no besaba a nadie? Desde la última vez en ver a papa no había probado ninguna clase de labios. Ni siquiera recordaba exactamente como besar, la mayoría de los que se fijaban en mi, miraban sin duda alguna mis labios, pero a ninguno se los dejaba probar. Pero aquellos labios ajenos, marcados algo pálidos; excitaban cada bello de mi piel y me hacían retorcer. Empezaba a doler; como si mi espalda no me dejara en paz; me obligué a ir mas cerca del ajeno, buscando sentir su aroma, cerrando mis ojos y arqueándome. Me iba a desmayar... Un vampiro podía desmayarse por alguna emoción?

-... Por que sabe mi nombre? Como es el suyo? Dígamelo; lo quiero saber ahora.

Objeté aún dejándome llevar por todo el camino, aceptando sus indicaciones. No me importaba nada, solo quería que se detenga, o lo pararía ahí mismo. Lo dejaría contra la pared para poder poseerlo... Morderlo y lamerlo... Estaba excitándome sin duda alguna aquel hombre tenía algo realmente especial... No era solo su brillo en la mirada, ni aquel cuerpo, ni aquel aroma... Tenía un aura que me derrotaba con solo estar cerca, me rompía los talones y me dejaba a sus pies, sentía como si estuviese sediento, como si no hubiese probado gota en año y medio... Simplemente no tenía idea que sería de mi ese día... Pero... Tampoco me importaba.

por **Nicolás D' Lenfent** Miér Oct 17, 2012 7:39 pm

Ah! Este muñeco a la merced del ciclo del dolor se convirtió, sigue persiguiendo al enmascarado de belleza y no sabe lo que tiene bajo su coqueteo, llegando al fin con el timbre de su voz que flota como viento y se hunde hasta el fondo de este sueño donde ambos permanecerán encerrados y jamás verán salida siendo él y este devorador de almas los que sean prisioneros de esa jaula maldita de lujuria. Mientras el dando un último, la puerta en seguida se cerro y de repente una diminutiva luz se encendió en el centro, dando a entender que estaba esperando por ellos. Y ahí se exhibía una mesa de madera gruesa, brillando inmensamente, incitando a que le mirasen con esas cadenas diamativas de manos y pies que se reflejaban sobre ella y a su alrededor los hombres nocturnos, aquellos hombres cubiertos con negrura, sin poder distinguirse ya que solo sus capuchas y las capas se podían ver a simple vista, permaneciendo sentados aclamando ver la trágica y divina escena.

El ave siniestra por detrás le tomo de las caderas y con un abrazo que desprendiera el sentir de su presencia formo, llevando de inmediato sus manos a su pecho apretujándolo contra él, sus labios viajaban por su nuca, solo su labio inferior era marcado en su piel hasta llegar a su oreja derecha…-Aquí hay una alucinación podrida para nosotros-su lengua paso sobre la oreja- Eres nuestro invitado más preciado esta noche…-le giro, quedando frente a frente, sus ojos le mostraban una imagen lejos que hacían pedirle que se juntara con las pupilas muertas de esta ave y se siguiesen mirando, mostrándole que los limites del país de los sueños no existen, y su rostro emboza una sonrisa que producía una efímera locura, sin dejar sus labios que se acercaron a los ajenos y le tomo, cogió su carnosidad entre los suyos, presionándolos con delicia.” Sin ningún ruido vino, quiso probar a esta ave, sintió un profundo sentimiento pero el mundo le niega que esa ave será de él solo hasta que termine la oscuridad, hasta que de inicio un nuevo día, porque desaparecerá”

Lo sentía como a nadie, encontró el camino de la desesperación en su néctar, un dulce jardín de la inmortalidad el ave esta seduciendo, si pudiese sentir seria el temblor del cuerpo ajeno- Tú templo marmita en llamas y me complace saber que la tortura aclama….-Se deslizan juguetonas sus manos hacia sus posaderas, presionándolas, sujetándole de ahí mientras le alza y hace que sus piernas se abran y se enreden a su propia cadera, seduciéndole con ese beso mientras caminaba con él, llevándolo hacia su maldición por haber visto al ave con firmeza. Gozando el templo ajeno, sentía como era acalorado por mentiras…-Mi muñeco solo un beso llevo y estas humedeciéndote- Como reinaba esta habitación secreta de perversidad, degradando los sueños, resbalando los sentidos hacia parálisis.-No dejes que tus hermosos ojos te distraigan- murmuro finalizando con una mordida en sus labios, haciéndole una leve herida en ellos que la sangre como hilos resplandecía.

Marcando con esa mordida su encanto, dejándolo caer sobre la mesa, recostándole cuando dos espectros empezaron a encadenarle las manos y otros dos los pies…-Nos hundiremos profundamente, manos atadas como espinas y pies atrapados como pecados demasiado maduros que se podrían convertir en miel….-Su voz seguía tan seductora, enigma de la provocación, volviéndose a acercar a él para besarle pues su labios le han envenenado vilmente-Abre tu garganta quiero sellarte con mi rosal, te levantare en mi jardín marchitándote con mi raíz…-Había abandonado sus labios para solo mirarle viendo como ya estaba atrapado sin darse cuenta…-Habla, muévete, grita para mí, no te irás a ninguna parte, arrodillado te veré, me despreciaras, querrás sacarme de tu mente pero yo jurando y brindando que es realidad te marcare hasta que el capricho se me valla será entonces cuando te veré correr hermosamente como muñeca destrozada. Desapareciendo de su vista, dejándolo que permaneciera unos momentos solo, quería oírle gritar, alimentarse de sus quejidos, gozar cuando suplique. Mientras desaparecía iba hacia las herramientas que se habían seleccionado para él, y sin pensarlo cogió el látigo acompañado del bisturí esperando solo un poco para saber cómo se rompería una joya como él.

por Invitado Vie Oct 19, 2012 11:18 am

Mis ojos como lechuza sorprendida se abrieron de par en par, mi cabeza con delicadeza y algo de asombro se inclinó hacía un costado. Que era eso que veía? Por que había gente allí? De repente me vi intrigado de la misma situación. Mirando a los lados sin entender siquiera la mitad de las cosas que estaban sucediendo. Estaba molesto, las repuestas no llegaban a mi; solo me daba silencios conmovedores y deliciosas miradas.
Regalándome toques; empezaba a desesperarme... Que es lo que haces, tú hombre sin piedad que en los ojos me muestras mas que un triste vació, una cadena que busca enrollarse en mi cuello y quebrarme sin el menor deje de importancia? Mis brazos se movieron lado a lado y mi cuello se estiro ante aquella presencia sobre mi. Le sentía sobre mi pecho y como si fuese enorme, aquella esencia empezó a trasladarse por todo mi cuerpo, como una oleada de un voraz terremoto. Pasó sobre mi y hacía adentro; dejando que mi garganta suelte hermosas notas agudas. Jadeos suaves, que me sorprendían a medida que aquel camino de caricias se hacía mas profundo.

-Nuestro? Ah-! D...deja de jugar con mi mente, aún no hay respuestas a mis preguntas

Dejaba salir mi voz como un hilo flojo y tenso al mismo tiempo, mis ojos estaban clavados como estacas de vil madera. Sentía mi piel y sangre bombeando, deslizándose como si me obligaran a acercarme a aquel hombre. Y sin oponerme demasiado me acerqué y abrí mis cerezas, dejándolas a su disposición, mientras mis ojos rasgados se entrecerraban quedando como dos media lunas. Me sentía mareado y apenas podía observar a mi alrededor desde el rabillo del ojo. Aún sentía la oreja palpitante por aquella caricia; empezaba a sentir calor y mucho, mucho frió. Mis labios se ponían pálidos cuando aquel hombre se acercaba a ellos y comenzaban a incendiarse cuando los presionó. Aquel néctar empezaba a enfermarme y no pude reaccionar de otra forma que acercándome mas, buscando presionarme, apoyar piel con piel. Un beso pensaba mientras mi lengua buscaba el camino indicado, hincándome sobre aquel cuerpo, pasando mano y mano por su cuello, acariciando sus cabellos. Le sentía tan bien, con tantas ganas; que en mi interior aquel órgano muerto empezaba a latir lento pero fluido.

-Que tortura? Mrg ~ Quien es usted? Es que no vas a decirme el nombre de su persona?

Y como si fuese algo habitual deje que me presione y me enredé en sus caderas, quedándome perdido en aquellos ojos claros, ojos sin luz, pero con brillo. Me seducían, me dejaban perdido en un campo de algodón y solo podía mirarle, olvidándome de aquellas personas cuando entramos, de aquella mesa. Lo había olvidado por completo; solo recordaba el camino y los toques que inundaban mi cuerpo. Me excitaban, me hacía temblar y retorcer. Mordiendo mis labios cuando aquellos besos terminaban; denotando el disgusto por aquello. Yo quería mas, besarle hasta gastar su lengua y toda aquella cavidad que empezaba a enfermarme.

-Es su culpa... Me hace temblar.

Susurré mientras la sangre se esparcía por mi cavidad profundo y sereno, iba volviéndome mas tonto, escuchando, sin entender exactamente lo que me decía, solo le miraba, negando a esas palabras, estaba en mi mundo y apenas había notado que estaba recostado cuando un frío desagradable empezó a abarcar mis sentidos. Mis dedos no tocaban mas una dulce piel y cabellos y solo podía sentir humedad en mi espalda. Mi entrecejo se frunció y como una maldición rota desperté de aquel sueño; encontrándome en una realidad completamente inquietante. Sus labios separándose de mi y mi pecho se arrullaba, al igual que mis labios. No me agradaba que se aleje y mucho menos aquellas cadenas a mi alrededor. Empecé a entrar un poco en un miedo profundo.

-Que es esto? Suélteme! C-cuando paso esto... Oe! Tsss, no me gusta este juego, por que no se rompen?

Preguntaba mirando a los lados; empezaba a notar un frío mortal, una pesadilla que comenzaba a hurgar en mi cabeza. Aquel hombre se alejaba con una sonrisa y palabras duras. Provocando que mi cuerpo se tense. Yo ya había empezado a forzar las cadenas tirándolas hacía arriba, notando la imposibilidad de romperlas, de qué eran? Por que tan duras? Mi piel se rasgaba y solo podía moverme con mas euforia. Empezando a chillar duramente, moviéndome a los lados. Mi pecho se cerraba y mis pies tiraban hacia los costados y hacia arriba.
Solo podía ver aquella espalda ancha y en cono yendo hacia un lado, buscando algo. No podía notar que era hasta que se hubo acercado y mis ojos antes perdidos y entrecerrados, se abrieron como nunca, dejándolos redondos y húmedos.

-Umgh... Que harás con eso?! Ahh! Suéltame!! Si pones algo de eso sobre mi cuerpo, te juro que no volverás a ver la luna nunca mas!! Quién eres tu para hacerme esto? A-aléjate con esas cosas... S-shu... shu...

Mis palabras estaban entrecortadas y dejaba grandes espacios entre ellas. Mis piernas temblaban y los nervios empezaban a hacer estragos sobre mi. Sintiendo mi cuerpo tenso y lo mas apretado que podía, me iba a los lados, como si buscara alejarme de aquella criatura. Viendo de repente algo en sus ojos. Me quedé nuevamente sorprendido, era como si aquel brillo en sus ojos se hubiese vuelto mas vívido. Estaba buscando satisfacerse y un temblor fue de mi espina dorsal a la punta de mis pies. Mordiéndome los labios, mientras me retorcía en un juego de sensaciones. Aquel látigo iba a estar sobre mi piel, de eso no había dudas. Pero que era ese bisturí en sus manos? El miedo recorría mi cuerpo y deseaba e imploraba que solo sean mis ropas las victimas de aquel filo.
Y en ese momento empecé a agradecer curarme relativamente rápido. Sus ojos, me daban la sensación de que mi cuerpo iba a quedar destrozado; mas sus palabras eran las que mas miedo daban. Una muñeca rota... Una muñeca destrozada? Porcelana... El estaba hablando sobre mí... Y lo único que podía pensar es en una tortura que se llevaría hasta mi último aliento.

por **Nicolás D' Lenfent** Mar Oct 30, 2012 5:39 pm

-Nadie puede negarme la Luna, estoy desposado con ella y cuando no la vea será porque ha terminado mi existencia-He aquí el silencio integrado por la palabra de un perdido, siendo su lengua una engañadora que solo enamora, embelleciendo esas líneas con la tonalidad de una dulzura explicita. Comenzando a ser empujando todo hacia la locura, hacia la perversión donde todo caía hacia la noche de este filo hermoso, el brillar de este látigo de cuero luciendo con un bañado de belleza absoluta, una oscuridad donde desea clavarse como espinas penetrantes por dentro de la piel ajena que sentirá en unos momentos, al cogerlo, al sentir la textura del objeto dominante, el horrible espíritu que domina a la ave sale a jugar, nadie le conoce pero conocen sus juegos, esos juegos entre las ruinas de sollozos. Pero ese objeto de pretensiones que desatan al envolverlo con las manos se transforma en el látigo mas furioso, dejando lucir al diablo que requiere de un alma noble como la que siente para apaciguar, destellando una ambición de destrucción al fluir en su templo, incitándolo a caminar hacia él, con maldad y erotismo le mira, misma mirada que le mostraban su sensualidad, avanzando como todo un ladrón de fruición.

Soy el destino de tu oscuridad, mi corrupción son tus lamentos y ahora eres presa de mi erotismo. Oh! Mi siervo conocerás porque mi espalda es como este látigo.-Pronunciando con la tortura de reflejos de melodías perturbantes y su mano con un encanto se elevo al aire dejando que se desenroscara el cuero del látigo cuando latigueo la parte más exquisita de este banquete del rey, ese miembro desnudo, tal cual un llamativo arte que le incita a mirarle y sesearse de sus lamentos, una provocación que le hacía deslizar su lengua por los labios dejando una mordida declarando el anhelo de estigmatizar su cuerpo. –mmmmm!!-volviendo agitar el látigo y con más fuerza lo dejo caer en el pecho, sonriendo con malicia tras ver las marcas tan hermosas en su piel, rojas tan rojas que el monstro adoraba crearlas. Sin dejar su mirar en él, su cuerpo estaba ardiendo por las intensas emociones, tras ver la belleza y sentir el hermoso cantico que le brindaba, eran deseables, era una presa fácil de las pasiones.

“Te observo y haces que me teja en tu red brillante, como mi alimento luces, hasta tu corazón se asoma ilusionista de que lo devore, tu cuerpo y tu vida se apresan en mi presencia como si fuesen a estar destinados a tenerles, oh! Mi siervo porque tengo tantas ganas de hacerte mío de esta manera, te engaño con fragancias y ese sutil beso te hechizo encerrándote en el rosal de los sueños donde solo sangra por verte herido”- Deleitándose por cada sonido que producía, siguiendo los pasos hacia él, siendo su espectro que le hará un infierno cada noche, siendo solo pesadillas hasta que se fastidie de él, así solo así será la única forma de cómo desaparecerá y seguirá otro vuelo, surcando otro cosmo perdido.

Fijándose en su piel, recorriendo la vista completamente a su cuerpo, su mano izquierda empezó a rozar la madera de la mesa, dando pocos pasos y de un momento a otro se subió a ella, quedando encimado, permaneciendo sentando en su miembro algo lastimado- Dulce tortura-musitaba bajando su rostro lentamente a él, brindándole un beso mientras enrolla el cuero del latido en su cuello- Mi dulce inmortal, te deseo apasionadamente, sostenme en tus alas y deja que me consuma de tu pena, deja que la lujuria nos arrope esta noche muy fría como nuestros cuerpos..-deslizando la lengua como una vil y hermosa serpiente venenosa dentro de su boca mientras apretuja el cuello con el látigo al jalarle- ¿Por qué me atormentas con tu pureza?...-saco la lengua en seguida, añorando mas su agonía- Déjame caer en tus tentaciones, sedúceme con tus lamentos, gime, quéjate como una virgen que teme ser tomada por el demonio.-Jalo mas de ambos lados del látigo, desprendiendo el sello en su cuello- Conviértete en escaramuza, deja que tus garras y colmillos me penetren, hiéreme como puedas solo eso será tu deber, ya que mi laurel eres tú…-Ignoraba las demás presencias, sabía que veían con demasiada desesperación que le tomara, querían ver a este muñeco ser violado por un ave que le sedujo y se gano su ojos para aniquilarlos.

Tironeando del látigo con fuerzas, admirando como se desenroscaba de su cuello y le regalaba esa quemazón tan divina que sonrió con demasiada excitación, descendiendo a sus pies para empezar a jugar con la corona del placer- Ha comenzado la alucinación.- extrayendo el bisturí como un peligroso sadomasoquista, dejado que vea esa preciosidad antes de que sangrara- Átame en tus canticos dionisiacos por que sabré cuando el filo corte la porcelana, serás a partir de ahora mi siervo. –acariciándole la entre pierna con la preciosa punta del bisturí...-Jugaremos hoy mi muñeco, hoy no te quedaras inmóvil, hoy tomaras vida y te convertirás en un muñeco viviente, sentirás, hablaras y emitirás una vida dolorosa, porque serás mío de pies a cabeza, por delante y por detrás.- Delirando a su lado, quería ver rosas rojas ya y solo así presiono el bisturí en donde había acariciado.

por Invitado Jue Nov 01, 2012 3:26 pm

El dolor de la mente es peor que el dolor del cuerpo.
Plubio Sirio

Y aquellas palabras resonaron en mi cabeza; le escuchaba perfectamente, no tenía otra salida, el eco propagaba aquella voz dominante y arrastrante y daba contra mi existencia a tal punto que empezaba a creer que su voz salía hasta de las paredes y chocaba contra mi alma corrompida como un puño de fuego, como un rayo de sol y desde allí empezaba a quemarme, empezaba a doler. Se acercaba de forma coqueta y delineaba el lugar; como marcando que estábamos en su territorio. Y solo mis ojos podían seguirle, dejando salir un acústico de cadenas golpeándose una vez tras otra. Me removía a los lados, buscaba la salida, mientras mi mente empezaba a trabajar; podía escuchar el sonido armonioso que provocaba el látigo desenrollándose; cayendo al piso y las cadenas golpeándose. Un conjunto enfermizo, que provocaba que mis piernas tiemblen y repartan el sentimiento a mi cuerpo entero.

Un grito. Y mi piel se entumeció como una fina cobertura de cristal dañada, desquebrajada; mi garganta se desgarró sintiendo el escozor dentro y mi cuerpo lentamente empezó a retorcerse. Sentía como aquel pedazo de carne entre mis piernas se ponía rojo y tembloroso; como si tuviese vida propia. Mi torso, escandalizado por tal golpiza se elevó y las cadenas volvían a retener a este conejo. Rompían mis muñecas y talones y separaban las capas de piel; de forma que quede discriminada la mas dañada y la mas sana. Siendo esta última un pedazo de carne rosado, que se jactaba en sacar ardor de mi piel. Mis ojos se ponían como rubíes, combinando con mis labios, que a este punto estaban resecos e hinchados de tanto morderlos; demostrando el odio y la frustración.
Empiezo a sentir el calor recorriendo mi cuerpo, me estas azotando como si fuese un animal maldito; las marcas están clavándose; haciéndose cicatrices. Deja de mirarme con esos ojos... No quiero ver mas aquella satisfacción que te recorre cuando provocas dolor, me hace querer dártelo todo, me hace perder en un laberinto de emociones encontradas...

-Ahh...No jales! Quien eres tu, por que me miras de esta manera...? Deja de hacerlo; no puedes seguir...

De mis labios solo tonterías podía dejar salir, mis palabras no se coordinaban y mucho menos al sentirle sobre mi virilidad. La estaba aplastando, quebrando hacia abajo y por otro lado, también la estaba despertando. Sus palabras empezaban a arroparme mientras dulces gimoteos salían persuadidos; mis labios se abrían, le daban la bienvenida a esos labios y le buscaban con terrible necesidad, recorría su interior y mis colmillos, vivos como nunca, empezaban a desgarrar la piel que encontraban; queriendo destrozarle, buscando mas piel, clavándose donde podía, sintiendo una sangre tan fría y deliciosa. Quería chupar, quería mas de ella. Pero la historia se repetía, era un conejo atrapado y aquellas lagrimas guardadas en el fondo de mis ojos escaparon con fuerzas cuando aquel cuero duro daba el primer jalón en mi cuello. Mis labios se abrían jadeando. Si, jadeaba como nunca lo había hecho, sentía mi pecho abriéndose y cerrándose, como si empezara a hiper-ventilar. "Maldita serpiente que se mete dentro, estas usurpando cada espacio de mente. Comiéndome, devorándome, no estas dejando nada..."

-No quedará nada de mi si sigues de esta forma... Deja de jalar... Ah~!

Y un nuevo grito, desesperado, salió como un proyectil; me retorcía y movía mas mis piernas y brazos, empezaba a sentir un delicado goteo en el derecho y supe que las cadenas al fin habían vencido, traspasando cada capa de piel sobre mi. Pero aquel pensamiento se vio obligado a desaparecer
y solo... me quebré; mi cintura fue tan hacia atrás que pensé que realmente me había quebrado la espalda y mi lengua se dejó escapar quedando estirada, junto con un gemido agudo y fino. Me quemaba, mi piel se estaba quemando. Quemando y la marca de fuego quedo estampada sobre mi cuello, no la veía, pero podía sentir un dolor como ninguno, era el dolor que no sanaba. Una marca de calor que quedaría allí, recordándolo.Y al final un alivio como ningún otro se presentó cuando mi cuello era liberado y mi cuerpo se destensaba, y volvía a caer pesado.

Mis ojos de lechuza miedosa bajaron hacia aquel hombre de claros ojos, tan claros eran como oscura su alma. Y le observé curioso de alguna forma. Curiosidad que se vio destrozada al encontrarme con un filo que había olvidado. Mi pecho se tenso y mis ojos se abrieron como dos diamantes negros. Sin dejar tiempo a nada empecé a moverme como una serpiente a un lado y al otro, provocando un destroce mayor en mis partes sujetas; pero pude lograr esconder mi miembro entre las dos piernas. Sabía aún así, que poco servía pues con dos movimientos mi miembro estaba libre hacia arriba y aquel frío se posaba sobre mi rosada punta. Estreñida soltaba gotes de liquido trasparente. Como si traspirara por el nerviosismo.

-No lo harás... N-no? No lo cor...- Ah!!!

Y no alcancé, ni siquiera para reprochar; aquel filo increíble se metía dentro, me doblaba y sentía mi cuerpo tan tensionado que un calambre se presentó en mis brazos. Un sollozo constante. El dolor era imposible. Superaba lo imaginado. No era un perforación, era un corte, profundo. Marcando un nuevo orificio en mi miembro que ahora se encontraba en las peores condiciones. La sangre emanaba lentamente hasta la base. Manchando mi piel.
Y respiré, había olvidado como hacerlo, pero sentí en ese instante, que necesitaba oxigeno en mis pulmones. Así dure varios segundos, minutos quizá. Hasta que mi cuerpo quedó sin movimientos; solo podía sentir como gimoteaba, jadeaba y lloraba. Dando al lugar un instrumental poético. No tenía como vengarme y cada vez que mi cuerpo intentaba escapar, mi piel era un poco mas carcomida.

-No quiero... Ahh!!! No quiiierooo!! Te odio, eres una bestia! No soy un muñeco, deja de tratarme como uno. Me esta rompiendo... Me esta destrozando mi piel; no te permito que sigas!

Y como si esas palabras ajenas fuesen energía divina, volví a empujar las cadenas y a moverme de un lado a otro, quejándome vívidamente. Me negaba, quería ser tomado por aquel ser de extrema belleza. Por aquel hombre que me había hecho temblar sobre el escenario con solo una mirada. Pero esta humillación; era lo que provocaba que no quiera. El egoísmo y el capricho de ser yo quien dominara la situación. De que todos fuesen mis títeres. Y ahora por el pecado estoy pagando. Y aquel hombre empezaba a poner hilos en mi cuerpo. Pues sabía que no había preguntado nada. Aquello era una afirmación y yo era ese muñeco; que sería usado hasta saciar aquellos deseos de quien lo estaba poseyendo.

"Aquel hombre lastimado, que busca sacarse ese peso de los hombros, al menos un momento; aquél encuentra una hermosa flor rota en medio de la nada. La toma, la mira, la huele y la destroza, por que su belleza, le recuerda los dolores del pasado"

por **Nicolás D' Lenfent** Vie Nov 23, 2012 6:37 pm

Imperdonable esta ave por deliberar los pecados que se han cometido sobre el templo de la tortura de su juguete, esa locura que agoniza en los ojos del ave que devoran el mirar de su muñeco, llenándose de sus quejidos que para él, era un cantico que le invitaba a producir más, como un dulce veneno de una brutal ansiedad, derrotando todo lo que le pudiese defender su excitación, sintiendo apenas la ira en esos toques que le daba, su muñeco estaba furioso que le mordía y eso quería, quería hacerlo enfurecer para brindarle ese poder de destrozar como un cuervo lo estaba haciendo al devorar lo que veía, acompañado de las retoricas cadenas al resonar, un prisionero anunciando su destino, su cantico que le seduce y ama presenciar sus lagrimas, ese agraciado cautivo que alimentara al cuervo durante 3 noches y solo hasta que la Luna se eleve en lo mas alto y un beso sea posado en ese pecho cerca del vacío de un corazón muerto, el ave volara, desapareciendo de su lecho.

Oh! Es como un títere que se mueve sin tirar de sus hilos, sus movimientos le están desnudando su alma ¿Por qué su cuerpo se agita con encanto? Le mira y queda deleitado de su miedo, se posa seduciendo al mismo demonio que en su mente le imagina ya al penetrarle, verlo de esa estatua que ha sido creada para el cuervo para que repose “Te curvas como un paroxismo, no pierdas esa postura mi hermosa muñeca, que has sabido atraer al ave sobre tu cuerpo que ya solo quiere domarte como el autor de tus sollozos continuos, siendo al que posee completamente”- Oh! No, como podría cortar esta belleza, si tan solo quiero humedecerla para mi boca, rasgarla un poco para que mi lengua sienta esas heridas y quiera lamerlas hasta desear sanarlas- Como su voz resplandecía ese habla, admirando esa sangre decorada en su falo era lo mas bello que podían sus ojos apreciar, la piel teñida de ella y el instrumento que placentero lucia presionando mas la extremidad.

Su rostro pareciese un espejo donde solo se mantiene con el mismo mirar, esa mirada fija que decía destrozar y poseer. Prosiguiendo el acariciar con el filo del bisturí los bordes de ese bálano, regalándole un gesto de perversidad y en seguida se encorvo, liberando esa lengua sucia de su boca, lamiéndole, limpiándole la sangre decorada, dejando que unos cuantos dedos de su mano libre presionaran su extremidad para alargarle su piel del tentador falo, mientras con la otra mano, estaba acariciándole con el bisturí que delineando uno por uno esos dídimos, desprendiendo mas hilos de sangre y gloriosos sellos de laberintos imaginarios. Dejando que una capa de pernicioso luciera en todo su ser, aumento esas caricias por todo el bálano, viéndose como un laberinto que recorría desde los lugares mas escondidos hasta encontrar una salida, viendo rasgaduras por todos lados al ver como se endureció totalmente.-Te destrozo pero no dejas de excitarte, tu falo me ha gustado, tal vez lo quiera solo para mi.- Alzándose, lamiéndose los labios con la misma lengua que probo de ese vino mas placentero, dirigiendo la mirada a la audiencia y el bisturí fue a dar al pecho, presionándole esa línea del alba poco a poco acompañado de hilos e hilos hermosos, iluminándose con el carmesí que añoraba- Ahhh!!! Como tan solo tus canticos los ha excitado, sus mentes enfermizas translucen gemidos, te imaginan penetrándote y piden que les deje hacerlo, pero no, ahora te quiero para mi, me ha seducido la tortura que podremos morir los dos aquí o que dices mi muñeca desearías perder mi templo por otro?…-se burlaba, encaraba que el seria el único que lo tomaría, sin importarle lo que dijese, ese había sido el trato, querían un espectáculo eso era lo que solo obtendrían de este paraje.

Elevando el filo del bisturí hacia sus labios- Solloza, vamos a regalarles mas para que el onanismo comience- Gozar de su rostro, de esos remarcados gestos que disfrutaba, solo asustarle era lo que hacía en ese instante, sentir su miedo por sus labios dándole la idea que los destrozare…Y de repente levantándose de sus piernas con un salto hacia atrás….-Muñeca, muñeca de mis anhelos es hora de unirnos.-arrojo el bisturí al suelo, dejo de servir, quería mas placer que era momento de mostrar la bestia en celo.

Oh! Que impiadoso es la forma que coge esas pinzas, 123 y se encuentra encima de la muñeca, su dolor no es solo de rasguños, es un cruel licor que él posee y quiere arrancar el ave de el- El fuego de tu mirada, malvada mirada que me odia, como veo el látigo en tus ojos, castígame con tus palabras, me estas envenenando de pasión, eres una exquisita delicia, el sabor del pecado me pone a la merced de estas pinzas, míralas .-las acaricia con la misma lengua, recorre cada filo que la sangre de su boca sale y se dirige a él para besarle- bésame, recorre mi boca para atrapar tu alma….- susurros de embriagues, sediento de seguir en sus labios, su maldito sabor tal cual esencia enloquecedora-ahhh!-un gemido libero sobre su boca, se había encendido el fuego de un volcán por el roce de sus labios sin dejar las pinzas- Mata y a la vez da vida, lo sientes- diciendo por el néctar de sus labios, y las miradas de malicia, y ahí viene, las pinzas han sido abiertas dirigiéndose a un pezón donde –mmmm-presiono al mismo instante que como ola dejo su aliento salir de boca a boca.“Ódiame, ódiame de la misma manera de cómo te añoro, se que una flor suele negarle su esencia a las ave malditas pero ahora seré tu flor, te brindare mi esencia porque he de querer este nocturno panal de pasiones que solo tú me brindaras”

por Invitado Sáb Nov 24, 2012 3:10 pm

"Aferrate a la vida" Que es la vida? Cuando ya estas muerto?

Palabras adormiladas que producían furor entre mis piernas. Ah! Ese dulce canto mientras juega y juega con mis partes intimas. Se ríe y divierte, como un niño con una pieza nueva de juguetería. Una nueva colección. Me sentía como un pedazo de carne. Que eran aquellas palabras... "humedecerla para mi boca, rasgarla un poco para que mi lengua sienta esas heridas y quiera lamerlas hasta desear sanarlas" Como me provocaba, como me incendiaba. Como si estuviese en el medio de una hoguera y sus labios fuesen mi fuego y mi viento. Mi frío y mi calor. El oxígeno y el Dióxido de Carbono. Todo junto, me traía olas y olas de placer, sin un momento de descanso. Tocas, tocas y tocas estas partes tan mías, creo que colapsaré, me derrumbaré como árbol en medio de la tormenta. Mi cuerpo aún se refrenaba, se punzaba y se negaba a las sensaciones. Era puro dolor, puro placer. Una línea fina y casi traslúcida que separaba ambos caminos.
Aquella cavidad estaba comenzando a introducir mi falo, lamía. Ardor. Dolor. Placer. Que era todo aquel revoltijo, una maraña en mi estomago y mis mejillas. Mejillas rosadas, labios rojos, ojos llorosos. Un cuadro digno de ser retratado, no recordaba haber sentido tal éxtasis desde el beso oscuro. El desastre comenzaba a surgir, la rosa sin pétalos que intentaba florecer. Pero aquel filo maligno cortaba por pedazos. Formando un nuevo dialecto.

Llamado dolor.

Llamado placer.

Mis ojos aún derramaban lágrimas, la sensación de la piel de mi falo hacía arriba y hacia abajo un bombeo imploroso; un pequeño toque que solo provocaba, sin hacerse cargo de la situación. El tembloroso tintineo de mis testículos contraídos; de toda esa virilidad que se tensaba y quedaba dura. Con miedo, con nervios. Como si tuviese vida propia, se movía despacito como buscando mas atención, mas mimos por sobre su piel, al mismo tiempo mi cuerpo buscaba regenerarse, lentamente y con el paso de los minutos aquellos pequeñisimos hilos de dolor se volvían a unir. Pero tenía terror de que nuevamente los corte. Quizá me acostumbraba a un mismo dolor, pero la regeneración y nuevamente aquel sublime corte, serian demasiado torturosos.

-Nada de eso... Debe haber otra razón por la que este de ese modo. Ah~ Aquella boca que tienes... Ojala y te muerdas la lengua. Ahh! Maldita sea! Tu y esta gente! Deja de clavar cosas sobre mi, no soy de juguete, estoy muerto pero siento! Que es esta tortura... Por que tengo que sufrirla de este modo?! Realmente os he hecho algo tan maligno?!?!

Me quejé, bien fuerte y sonoro, como una campana en medio de la iglesia marcando la hora, derrochando la humedad hacia los lados, aquella abertura en mi pecho, quemaba, me estaban provocando. Empezaba a tener hambre, todo aquel olor a sangre y la mezcla de sabores. Mis colmillos salieron con fuerzas nuevamente; encontrándose con esa mirada; con esos labios que proclamaban cosas sin sentidos. Reían y se divertían. Como si fuese un payaso y yo su hazaña mayor. Esos cabellos largos que el otro mantenía sujetos. Ah... "Deseo tocarlos, soltarlos y también deseo... quiero... sentir tus manos y dejar esa sensación de aquel bisturí maligno en mi cuerpo. Me estas torturando de una forma horrible. Tan cerca y tan lejos al mismo tiempo, mis llantos salen por mas que ira"

-Umgh... awnn, mis labios no; por favor. Ah~ Que son ellos? Que eres tu? Aun no me haz dicho tu nombre tampoco... Oye! Tss...

Me quedé atónito como se elevaba y lo arrojaba todo. Mis labios aún temblaban por su culpa, pero me resistía a llorar realmente. Ahora, solo sollozaba en un silencio matutino. Hasta que mi cuerpo se alzó, provocando que las cadenas tirasen de mi... y un nuevo corte. Un dolor seco que hizo, provocando que mis ojos se cierren y mis labios se abran. Lo tenía arriba, a solo centimetros de mi cuerpo, estirándome mientras aquellas cadenas seguían haciendo lo suyo, pero aflojé el tironeo al fin y me quede quieto, observando esa lengua que pasaba por el metal. Y al fin.

Cuanta desesperación, cuanto placer en ese beso profundo, me metí. Busqué en su interior como si quisiera sacar un tesoro, mordiendo su lengua con fuerzas. Primero jugué, jugué hasta cansarme, y antes de sentir que aquel hombre se escaparía de mis labios le mordí la lengua. Clavando mis colmillos, tironeando para robarle sangre. Tenía hambre y no estaba dispuesto a rogar por comida. Claro que no. Le succionaba de allí, mirando de reojo aquellas pinzas que se dirigían a zona prohibida, pasaban los cercados sin importar nada y se implantaban. Presionaban. Y ah! Tuve que soltarle aquella lengua exquisita, quedándome con parte de su sangre en mi garganta; la cual tragué rápidamente, con miedo a que me sea robada de alguna forma. Mi mirada se había acentuado ante aquel robo que proclamé como mío. Pero esas pinzas estaban provocando que siga gimiendo, que siga quejándome.

-W-waa! Ahh! N-no lo soporto! Saca eso, romperás! Lo rompes todo!! Awwnn J-juro que me vengare, cuando salga de aquí te buscaré y te succionaré hasta la última! ahh... Última gota de sangre!!!

Mi cuerpo arqueado lloraba en cada rincón, mi miembro, que ya no tenía atención alguna por su parte seguía duro como una piedra de la época mesozoica. Moviéndose hacía arriba como buscando algún tipo de toque. Mis pies estaban curvados, doblados. Me estiraba como un pedazo de seda en el viento. Tan flameante, aquella pinza presionando mi pezón que se rectaba y sufría de la forma mas seductora posible. Oh si... Mi cuerpo, no importaba toda aquella tortura, reaccionaba de los mas hermoso frente a aquel hombre. Quería engatusarlo. Encerrarlo entre las paredes que eran mi cuerpo. Y esas palabras que decía. Como le seducía... "Si, te seduzco, lo haré. Lo haré hasta que me sueltes de una vez. Y pueda chuparme cada gota de aquella sangre que llevas dentro" Pensaba mirándole fijamente, mordiendo mis propios labios, jadeando. Dejaba salir jadeos fuertes, la presión era cada vez mayor y pensé que mi pezón sería arrancado de un tirón en cualquier momento.

por **Nicolás D' Lenfent** Dom Dic 02, 2012 1:50 pm

Ah! locura soberbia que apura el delirio del sabor de ese esplendor, esa decrepitada pasión, tan erecto y descontrolado falo, tiene ganas de batallar, diciendo ardientes maravillas que se deslicen por su extremidad, siendo un arte de tan insigne figura, alabándolo con solo la humedad de esa lengua que fue la deliciosa gloria saboreada cuando se deleito de su dureza, “Se pudrirá si sigue siendo tocado por la boca de la perdición”- ¿Cuál es esa razón? Este falo se ha enamorado de mis labios que si no los separo lo maltratare para que solo me odie como los demás lo hacen.-Diciendo mientras le veía sangrar, quejarse tal cual una escaramuza sin fin, elevando ese deseo como una anestesia de ambos templos que se enfrentaban, su templo da la más firme declaración de guerra, entre lo que se imita en la distancia, el odio infinito a cuanto resulta a esta ave devorante que pareciese un sueño en la noche eterna donde solo codicia, como es solo la excusa artimaña del espíritu feroz, altivo y el calor de ese fuego interno que quema, surgido sin ruido pero su voz hace que termine una catástrofe y le deje sin piel, siendo el maldito bisturí el que tiñe solo lo carmesí su pecho. “Eres como mi propio mar sangriento que añoraba desde lo más profundo, como el de un recuerdo que es aclarado con las lagrimas de una blancura, tal como un simple recuerdo llego y ahora es mi gran perdición”

Aunque sus labios eran carne, borraban la dispersión, una ansiedad inmensa que se expandía, el cantico de las cadenas, de esos sollozos, de las mentes que enloquecían, transformándose todo en una melodiosa sonata de horror, un horro hermoso, malditamente seducido por ello y esos labios, de la profundidad que cogía, viéndose una cierta oquedad de su alma que vaga a través del vacío de esa ave “¿De quién será esa alma?” Siente su alma, ya. Es como espejismos de evocaciones muertas y anegada por la piel que se condena a existir sin ojos, sombra o ave que entraba en esos labios. “Muerde sin olvidar el destino ausente, revive cada deseo, destrozar es lo que añoran, el ave y su muñeca desean tomarse ferozmente, debatir entre un templo para solo apoderarse de esa sensación que los une en esa ruina”

“Muerdes y el ave se enfurece, la sangre es digna para la soledad y tú no eres ella, pagaras con el resto de tu vida hasta que pagues por ella” Brindándole todo el dolor, ese pezón tendría que pagar ese arrebato de la linfa más preciada.-Un ser solo puede probar de mi sangre, maldito!-presiono mas el porte del metal, pero su mano se alzo con fuerza y le brindo un golpe a esa boca figurada como el de un ángel pecador- Mi sangre no es manjar para ti…-enojado, sus palabras eran solo deslizadas, pero tras ser mencionada esa linfa, más feroz se volvió- Cállate cretino, solo aquí la sangre que será succionada será la tuya-

Que mas divinidad podría ser, tortura, siempre tortura que satisfacía desesperadamente esa hambrienta agonía pero ahora “¡Enloquezco, enloquezco, deseo devorarlo por completo, quiero tenerlo para mí y que se haga la nada sobre mi escultura!” Abandonando ese pezón, como cuervo va en busca de otro espécimen de dolor, mirarle dejando que los ojos decidieran cual segmento será premiado por la exquisitez de un gemido donde destrozara el mundo que imaginaba.

Descendiendo como un alma, alzándose un poco dejando un espacio para admirar una realidad cautiva, esos dídimos y parte de su cavidad que se negaba a lucir- Que hermoso, el pináculo aparecerá en tu flora silvestre, danzando de música perdida de estertores, gritos y gemidos de tu único placer mortífero.-Dos jinetes han movido las piezas de un tablero disperso, cada uno alado de la mesa, que de las cadenas tiraron sin piedad. Dejando ver la desnudes que había escondido entre sus piernas, dejando esa piel dilatada y en ese rostro se embozo la maldita venganza, las pinzas presionaron la piel alargada de la que se hallaba debajo de ese dídimo, sangrando, brindándole todo odio que sentía por él por atreverse a probar esa linfa que tanto apreciaba pero -No es tu sexo lo que en tu sexo busco, sino ensuciar tu alma, desflorarte con todo desdén- sumamente enfurecido, dejando que hablara el odio por ese intenso dolor que las pinzas desprendían, arrancándole un poco de esa piel, pellizcándole entre esos labios inferiores, entre abriendo las posaderas y clavando juntos ese hermoso pico filoso que se comenzaba a adentrar a una cavidad solitaria.

-De donde venga o vengas ¡Que importa, muñeca! , eres un enorme monstruo como jamás lo ha habido, si tu mirar, tu cuerpo y esta cavidad jugosa, es lo que he conocido, conoceré como es que alguien como tú pueda ponerme de esta manera, dime mi amo porque solo eso sollozaras…-presionando más, buscando un punto donde hiera como nunca a la muñeca más ridícula ¡Jaque! Sus manos fueron manchadas, la sangre comenzó a correrse por esa cavidad, y ahí abrió las pinzas para presionar piel, esa piel que sería exquisita de saborear. Mmmmmmm- que dicha, que gozo, que placer, escucharle era la esperanza que podría suplicar en ese instante.-Antes que implores lágrimas, prefiere, suplica, ruégale al cuervo que siga con ese dolor, gime desesperadamente, dame esos alaridos- dirigiéndose a él, viéndose encima de él mientras sigue presionando, sus piernas jaloneadas y este cuervo insinuándose, liberando su lengua sobre su mejilla. “Eres mi deseo eterno, ah, maldita muñeca ¿Qué es lo que escondes? Porque te deseo tanto, me desesperas, me descontrolas y haces que te desprecie, te aborrezca por dejarme desearte intensamente”

por Invitado Lun Dic 03, 2012 7:48 pm

El ser humano es el mas inhumano de todos los animales;

Tan sublime el toque de el bisturí arrastrante, que con el se llevó mi piel y no dejo mas que mil gritos en el aire. Acallados por lagrimas que caían a los lados de un rostro de seda, con un sin fin de sensaciones, y mil mas frustraciones. Buscando una libertad inalcanzable, me removía aun escuchando sus palabras. Mis labios, mis cerezas que ahora estaban sin protección, dolían mas y mas, pero la venganza era dulce, dulce como la sangre que corría ahora por mi cuerpo. Sonriendo al ver aquel enojo provocado en ese ser. Ese ser que había pensado que me quedaría refrenado, pero este animal tiene alas, garras y pico. Busca arañarte aún enjaulado; Te prometo que aunque pasen mil noches, esta noche la recordaras. Pues mi sufrimiento lo pagarás, lo devolveré de las formas mas dementes que se puedan. Tan dementes como esta situación que me haz obligado a vivir, yo te deseaba a ti, solo a ti sin nadie mas, pero no me lo haz dado. Y ahora... Ahora lo pagarás, del mismo nivel con el que me lo estas cobrando.

Y de repente, en un estirón indeseado, la venganza fue horrible. Aquel pezón adorado escupió sangre hacía arriba, tan doloroso que mi cuerpo se sintió quebrar, mis caderas hacia afuera y mi cabeza a un lado, quebrada con los labios abiertos, sintiendo como sangraban y sangraban. Ah... mi esencia se iba derrochando. Estaba siendo malgastada. Aquella impetuosa ave que volaba arrasante sobre mi cuerpo, me destripaba hasta dejarme sin nada. Se enojaba sin tener ningún permiso divino. Rasgaba mi cuerpo, mis retazos de seda que son mi piel. Los degollaba hasta dejar todo como un lija, tan rasposa mi hermosa piel era carcomida poco a poco.

-Y que os hace pensar que tu eres el que puede probar de la mía!? Como una animalia que va saqueando por allí, yo también tengo derecho a robar lo q...Ahh... Umgh... N-no me pegues.

Como animal arrepentido mi cuerpo se arrulló contra aquella mesada, gimoteando despacito cerré mis orbes, podía sentirlo se iba alejando tras sus desdichadas palabras. Oh! Halcón que despedazas la carne, buscas lastimarme mas, me hieres con tus palabras y tus toques, peor que un depredador, juegas con tu presa como un diminutivo de la nada. Que agonía, que agonía la sufrida. Lo siento en cada parte de mi piel. Esos ojos, esos cielos me están mirando, que buscan? En este cuerpo cortado y corrompido, solo queda una parte de mi sana y como avivado a lo hecho, pude sentir que el próximo destino, se abría con literalidad. Mis piernas se querían cerrar, negándose a mostrar los cultivos de mi hombría. Pero tarde era; pues el cercado de luz se iba abriendo; mi piel destrozada quedaba al intemperie. Las cadenas eran tironeadas y con ellas se iba la piel, dejando el rosado a la mirada completa. Y al mismo tiempo, un nuevo lugar era descubierto, una cavidad nueva, ultra sensible. Un remolino de dolor y vergüenza era lo que se empezaba a desatar.

-Ah! Ah piedad... No sigáis no puede hacerme esto. A-ah!! Que es eso que entra?! No puedo ver, que es, ah! Duele, duele!! Sacad esa cosa de ahí!

Con un grito repliqué. Ah! El dolor eterno! Sentía que me quedaba sin voz, clavaba clavaba, y la sangre empezaba a aflorar, se derretía y desparramaba por todo lo que alcanzara. Sentía explotar aquellos lugares tan íntimos, que por un momento mi cuerpo tuvo espasmos y temblores dignos de un humano apunto de morir. Se metía mas y mas y lo desgarraba todo y luego, luego abría, abría bien fuerte, dejando aquella cavidad al descubierto, al intemperie. Escuchándole gritar mis ojos se dilataron en un mundo al que no pertenecía. Sus palabras eran un eco de obediencia mientras me retorcía hacia atrás con desdén. Volviendo con un gimoteo pecaminoso. Mis caderas se iban a los lados, implorando que se detenga. El dolor era imposible y creí morir, pero aún mas muerto de lo que estaba, mi cuerpo sin alma, se negaba a ceder.

-Jamás! W-...! No diré aquellas palabras ni aunque tus manos metas en mi garganta y las muevas como titiritero. No diré eso! No diré!!! Aahh...! Ahh!

Y las lágrimas volvían a correr por el lago de mi rostro, gimoteando sonoramente, mi pecho seguía intentando recomponerse, seguía intentando parar todo aquel sangrado. Empezaba a morir de sed. Mi sangre se iba por cada lugar que encontraba y de repente sentirlo en mi mejilla abrió esa ira escondida, cerca, cerca. Estas cerca. Mis ojos decían y sin dar pié a nada mis colmillos salieron a flote cubiertos de sangre, mirándolo con horror. Emití el ruido mas intenso que pude, clavando los colmillos en su cuello empecé a desgarrar. Mis ojos estaban prendidos como llamarada, y mordía cual bestia desalmada, robando le un pedazo de piel de su cuello, volví a gruñirle, dando mordiscones al aire para alcanzarle, tironeando de las cadenas, me rompía, me rompía mas. Pero todo el dolor era distraído, tironeando pudiendo apenas levantar el cuerpo un centímetro de la mesa. Mordía todo lo que encontraba, sin encontrar nada realmente. Aquellos segundos de morderle habían sido casi plegaria. Apareciendo como un luz a la venganza. Pero esto no acabaría allí. Se podía oler el desafío; la ira que volvería a ser acumulada y aquella entrada que ya destrozada podría volver a sufrir aún mas. Pero mi cuerpo estaba embriagado de sensaciones y no podía parar.

-Acércate! Cobarde ven aquí! Te arrancaré toda la piel! Ven aquí! Siquiera tenéis nombre para que pueda quejarme!!!!! Ahhh!! Maldita sea, me estoy volviendo loco, sacadme de aquí! Maldición!! Por que vuestra hermosura tiene el mismo grado que vuestra locura?! Ah... Me duele, no... U-umgh...Awn~

Y ahí lo empecé a sentir, luego de largar nuevamente mis palabras mi cuerpo empezó a sentir físicamente y el ardor fue insoportable, mi piel de manos y piernas intentando regenerarse volvía a romperse y los espasmos de dolor se acentuaban. Un temblor. Un temblor fue lo que hizo que todo sea corrompido. Como si la epilepsia acompañara mi cuerpo, me retorcía cual nudo mal hecho y abría los labios, mirándole de reojo, con mis ojos como media lunas, pues no se podían abrir. Estaba agitado, el aire no me hacía falta realmente, pero mi cuerpo rogaba llenarme de aire, para dejar de sufrir por breves instantes. Temblando con miedo, le observaba, jadeando suave, mirando hacia ninguna parte. Sintiendo como mis colmillos seguían al aire, pues el hambre provocaba que queden al descubierto y la imagen de la pequeña fiera quedaba al descubierto.

-A-ah... Me rompo, umgh~ Os estoy rogando que paréis, parad parad, por favor... Umrgh. Habéis cumplido con lo prometido, pero aún estoy vivo. Mi venganza sigue en pie! Aunque me muera hoy, me vengare de igual modos! Ahh! No meta mas nada allí, creo que los demonios han de terminar conmigo ahora, casi deliro.

Las palabras afloraban con fantasía, mirando esos ojos de cielo con una locura extravagante. Ni siquiera podía entender como podían mis labios seguir hablando, pues pensaba que ya estaba pasando a la segunda muerte. Pero cuando me di cuenta, parte de mi miembro volvía a estar sano. Ni siquiera la muerte podía parar toda esta tortura!?! Quien era ese hombre, por que había buscado a este neófito. Que es lo que deseaba de mi? Nada es lo que le puedo dar. Y esto no parece ser cosa de coincidencia, como algo que ya esta planeado, todo sucede a su antojo, mueve las clavijas de mi ser y parece reír con cada payasada que le dedicaba. "Entretenimiento", que deseo mas hermoso, para un hombre tan horrible.

Haz corrompido mi ser y buscando, haz encontrado un espécimen nuevo. Tienes una colección única en tus manos. Síguela destrozando, para poder decir, que solo fui tuyo.

por **Nicolás D' Lenfent** Miér Dic 19, 2012 9:15 pm

"Riegas con tus lágrimas mi vacio, sentir el dolor de tus espinas y el encarnado beso de tus pétalos cayendo uno por uno mientras tus gritos hacen que alabe tal suceso y solo así estas llegando al interior de la nada."

Le observa, alimentaba cada gesto en su rostro con ira, ese manantial de sensaciones le hacían desearlo cada vez mas, pareciese una maldita desesperación por poseerlo, aquel le estaba poniendo sumamente apasionado que la ansia se aumentaba en el terrible laberinto sobre la piel de la muñeca, marcarlo hasta dejar en claro que solo era de él, sellarlo tal cual maldición le dejaría caricias profundas en muestra de un deseo inexplicable, cada detalle de insignias serian mas que un recuerdo jamás olvidado….

"Has bebido lo prohibido y ahora jamás podrás vivir sin ello."

Podría saborear la sangre que mantenía en esa maldita boca, la sangre del cuervo era recorrida en ese sendero luciente, en el alma de alguien mas mantenía su esencia, sangre maldita que florece en el templo ajeno, en el templo de esa muñeca que solo hace querer destrozarla, marcando el destino con sus colmillos, no debió beber de él porque ese será el tormento que tendrá en esta noche y en las demás de su larga existencia, ahora conocerá lo que es un deseo que jamás será consumido, una evocación confundida entre tantas evocaciones que serán liberadas por solo esa sangre, esa maldita sangre que le condeno en la hora que sus labios rozaron el color carmesí….

Ah! Es como un demente sacrilegio cometido, herirlo, sacrificar cada piel, cada parte de su ser por solo dejar huella de este cuervo al alimentarse de lo mas divino que ha capturado, ahora no podrás salirse de las alas del cuervo porque será solo la muñeca de este cuervo que por él se transformara en su único titiritero…

Ignorando sus palabras, pues solo pensaba en lo hermoso que las cadenas le tenían, la sangre que adornaba su piel y el encanto que era como un animal escapando de este juego…

“Oh! Mi pobre muñeca de cristal es como te miro, no te enseñaron que el mal existía y sin embargo brillas, brillas intensamente que permaneces sonriente, pero ahora solo has sabido llorar, absorto de tu misma quimera y ahora en mi quimera te has convertido, sumido en una aparente inocencia, creyéndote siempre protegido pero ahora eres indefenso, ah! Mirarte me hace destrozar el fino cristal por completo, llevarte a mi fantasía de juego donde solo permanezcas vivo de mis deseos, es como si en ese cristal me llevaras lejos, a una locura desconocida, siendo tu el culpable de que quiera forjar mi agonía en tu templo, culpable de que cayeras en mis brazos en esta fina oscuridad donde desaparecerá imaginariamente”

Ahora era como una muñeca asesina, sus mordidas hacían que se convirtiera en un perfecto amante del fuego, de la hoguera que le pondría en su mismo templo, atrevido y hermoso, así es como deseaba, solo perdiéndose mas y mas en la pasión que aumentaba, en la añoranza de devorarlo de una vez

Hundiéndose en sus gritos, deseaba poder escuchar el sonido de ese corazón muerto, querer tener un alma que le mire mientras la sangre arde al estar en las manos del animal, esos demonios interiores de descuartizar, anhelando mas de su sangre y sus gritos que le excitaban, manteniéndolo endurecido por verle sufrir, siendo acariciado con el recorrido de su sangre en su mano, desde la punta de sus dedos que se hallaban con el pico de las pinzas presionar su piel en esa cavidad hasta el brazo que recorría en hilos divinos, agachándose, dejándose guiar por la fragancia que emanaba, un desquiciado aliento que como animal olfateo, retirando las pinzas para dejar que el pico de su lengua probara, arrebatara esa sangre que bañaba su piel….

“Sangre es lo que necesitaba ver, sentir, probar, saborear y verla derramada en mis manos sin parar” Sus manos abrían paso para admirar esas heridas que habían sido creadas para el y ahí le lamio, dejando que su lengua disfrutara de ese festín, mejor que el vino era, deseando morderle, destrozar mas con su boca como la apeste que se consumía perdurando hasta el final......

Mordisqueando cada vez mas, la sangre comenzaba a terminarse en su interior, sus manos presionaban aquel miembro con desesperación, presionándolo con ambas manos en lo que se pierde el deseo por seguir probando de su cavidad…

“Si solo sintieras este desespero por ti, ni la tortura ha sabido llenarme, será que tu eres el único que me llene” No puede detenerse, él es, el único que ha deseado con tanto fervor, no puede dejar de saborearle, quiere devorar todo tu ser, a él, solo a él, es lo que desea esta noche….

Negando se retiraba de su flor marchita, se levanta lentamente….-Mírame a los ojos de manera bestial, embriágame con el fuego de tu mirada, acércate a mi tal cual fiera salvaje, olfatéame mientras yo observo a mi única presa….-acercándose a él…-te aprisionare a mi templo, de tal manera que ardas a mi lado, pero estas malditas ganas de besarte.-se pega a sus labios, esperando sus mordidas, había despertado ese interés por ser devorado de igual manera con sus labios…-Quiero dominarte, quiero que seas mio, mi siervo divino, dime amo y te brindare de mi delirio, pero, sabes que deseo hacer?...-le soltó ferozmente, estaba descontrolándose en sus mordidas, su aliento y todo de el…

Poniéndose de pie frente a él, mirándole con solo perversidad, comenzó a desnudarse, liberándose de las prendas que llevaba, su camisa con una sensualidad fue abierta y los pantalones caídos dejaban ver su piel, lamiéndose los labios con una mordida fugaz se deshizo de todo, quedando completamente desnudo, desnudo para el…- Me desnudo ante ti, quiero ir en donde nacerá nuestro pecado, me encimo a tu templo, seré yo el que te domine y de esta manera recibirás tu castigo, será un dolor placentero, quiero ver que puede demostrarme tu rostro…-su pie se poso en su pecho, regalándole una presión- gemirás mi excitación mientras el dolor va en aumento, deja que juegue con tu cuerpo, seré el sadomasoquista, un puto arcángel a la estimulación del demonio….-trono sus dedos, pidiendo las agujas que las trajeran y se quedara uno ahí, mientras dejaba que le viera.- Mira la manera en la que me pones y aun falta…-comenzando a hincarse, quedando de rodillas frente a él..-Ven, mi falo quiere ser coronado y es hora de que mires el látigo de mi espalda….

por Invitado Dom Dic 23, 2012 12:50 am

"Por que eres la nada misma, eres el vacío y la totalidad de las cosas. Era una contradicción andante. Te deseo, quiero llenarte con todas las pasiones que tengo dentro, tómame, destrózame y luego cúrame, haz lo que quieras de mi, ya no soy nada mas que tuyo."

Y ese maldito desgraciado seguía con el proceso lento y doloroso. La tortura que sentía que no tenía final, un dolor inexplicable que se subía por la columna y destrozaba mis huesos. Era tanto lo que sentía que llegue a pensar que podría morir de dolor. Pero era lamentable, aquello era imposible que llegara, pues iba sintiendo como me iba curando y el iba destrozando. Aquello era terrible! Pero su sangre me hacía arder, era tan poderosa, tan antigua, que me hacía temblar por completo. El delirio empezaba y las danzas candentes flotaban a mi alrededor como espirales en la búsqueda de un verdadero horizonte. Mas placer, mas seducción, eso es lo que busco, eso es lo que deseo.

No quiero dejar de beber, dame más, dame hasta que te saque todo

El dulce manantial que veía como cascada era tan apetitoso, mi boca deliraba por beber mas. Pero era imposible, el me lo negaba y se enfurecía. Que culpa tenía yo?! Solo era un pobre? Vampiro que intentaba defenderse de sus garras y de paso, aprovechaba vilmente toda aquella sangre anciana que se acercaba cubierta por una piel maldita. La destrozaba buscando beber el elixir de la juventud. El renacer de mi mayor intensificación. Buscar con desespero aquel cuerpo, intentando chuparle el alma que ya se había llevado el demonio.

-Responde mis malditas palabras, por que me dejáis sin respuesta?! Ah! Juro por satán y la luna que mi venganza la sufrirá. Le humillare como lo esta haciendo...ah!! ahh!! Mmrg!

Gritaba entre el habla, sintiendo como rompía mas de mis partes y éstas buscando unirse me infligían mas dolor aún. Mis lágrimas caían ante esos ojos de cielo, que me miraban como si fuese un cuadro de museo, parecía fascinado por lo que veía. Pero yo solo me retorcía entre llantos y gritos, pidiéndole a todos los santos en los que no creía que me matan de una vez o que por el contrario me dejen libre, para volver a sentir mis piernas una vez mas. Pues no sentía nada, era como una cucaracha sin cabeza, caminando sabiendo que moriría. Solo unos días y quedaría patas hacía arriba. "Estirando la pata" Muriendo de un tirón. Así es como me veía en un futuro próximo. Roto en manos de aquel hombre, que me devoraba mientras el diablo me llevaba esta "vida" que me había otorgado el Rito Oscuro.

Su lengua se deslizaba como un puta por mi piel. Tan desquiciado, la locura intensa que me hacía temblar constantemente, literalmente mi cuerpo se movía centímetros a los lados de los temblores. Mi falo erecto y puntiagudo, carraspeaba hacía mi vientre en busca de toqueteos, pero aquel hombre lamía y succionaba, llevándose mi sangre que caía por todos lados y comenzaba a hacer que muera de hambre. Me limpiaba, me había sacado todo hasta dejarme con la piel nívea expuesta, robándome aquellas prendas de sangre que habían salido a cubrir mi piel.

“Tu lengua es como la serpiente, como el diablo que hace que caiga en las tentaciones mas oscuras, mi falo se va a reventar, en el deseo de que me lo hagas intensamente”

Pero que placer mas arrogante!! Mordía con sus colmillos, me destrozaba entre chupetones. Era tanto, que los gemidos salían amordazados, gritos desesperados, mientras mi miembro llegaba a su máximo tamaño, duro, gordo y rosado, empezaba a delirar, traspiraba pre semen, y mi cuerpo lo acompañaba con unos escalofríos que parecían casi humanos. Esas manos me torturaban y el pre semen se deslizaba en esos dedos, mientras mi cintura se quebraba hacia atrás y las marcas rojizas de mis extremidades se hacían mas presentes. Deliraba, empezaba a ver el horizonte, podía ver el sol o cualquier cosa que estuviera vagando en mis pensamientos. Pero yo seguía siendo fuerte, no me iba a sumisar ante aquellos toques malévolos. Aún cuando estaba desesperado por que me agarre y me haga suyo, no lo pediría, me resistiría hasta el final. Pues el que no paga es un deudor y aquel hombre había robado todo. Y debía demasiado.

-Os pensáis que esas palabras me harán parar de morderos! Venga, le romperé todo lo que pueda

En un grito casi desesperado, tomé sus labios con fervor y los succione con ganas, adentrando mi lengua con una rapidez inhumana, buscando recorrer todo aquel camino, era delicioso, asombrosamente rico, como un manjar, la delicia de las tinieblas, pero se separaba, se desligaba y mi cuerpo se tironeó hacía él, pidiendo clemencia. Como osaba irse de mis labios, mi piel estaba excitada que con cada toque implotaba, haciéndome sacar gemidos de delirio. Sus palabras me volvían loco y casi estaba por ceder a sus peticiones cuando un grito me vino desde adentro, rogando por conservar la poca dignidad que me quedaba.
Podía ser muchas cosas, pero jamás un esclavo o un siervo, el deseo que le tenía era enorme, pero mis ganas de libertad eran aún mayores. No cedía, no decía una sola palabra y solo le gruñía, mostrando los colmillos con gran bestialidad. Empezaba a perder el sentido y tironeaba de las cadenas entre llantos, aún sentía el dolor y podía entender que mis brazos y piernas estaban carcomiéndose por completo, pero mi falo necesitaba atención, mi cuerpo ardía y nadie me atendía.
Sus palabras me sacaban de quicio, pero no pude llegar a responder nada, que se separó aún mas, mirándome mientras sus ropas empezaban a retirarse.

"Clemencia! Que es lo que veo, que es esa sensualidad que me penetra! Mi cuerpo se corrompe, mi llanto se apaga y el deseo que se hace tan presente que me siento morir!! Maldita ave, arrímate a mi de una maldita vez, y hazme tan tuyo, tan tuyo, que olvide todo lo demás"

Era hermoso, alto y esbelto, con el cuerpo contorneado de un blanco perfecto. Como las mismas nubes y esos ojos y ese cabello y esa piel!! Empezaba a temblar nuevamente. Era la belleza perdida entre los libros. Aquella belleza in-encontrable, mis ojos quedaron abiertos como los de las lechuzas. Con esa fijeza imposible. Sin saber que hacer ante sus palabras, todo estaba detenido. No sentía dolor, no sentía aquel placer abrumador, solo estaba el y yo. Quietos. El tiempo no se movía, pero poco a poco me comenzaba a agitar. Al verlo cuando se acercaba y el delirio volvía a hacerse presente. Mis ojos se cerraron esperando que todo eso fuese una ilusión. Pero una prisión en mi pecho me levantó y mis ojos se posaron en los suyos, haciéndome babear por la belleza que estaba apreciando. Y sus palabras hacían eco en mi mente, mientras mordía mis labios, cayendo a la realidad nuevamente.

-P...Por que debo recibir castigo? Solo me he defendido de vosotros... Dejad de decir aquellas palabras, siento que me derrito... Umgh...

Y mi cabeza se desvió al tenerle tan cerca, sonrojandome de sobre manera, mirando de reojo aquella situación que empezaba a concretarse. Que era eso? Que traían? Agujas? No entendía, no sabía para que las usarían, pero el me volvía a desconcentrar y con rápidos movimientos me tenía a su voluntad. Y mirando su miembro de reojo me quedé atontado con aquella belleza, escuchándole, pero sin entenderle realmente. Solo deseaba saborear aquel falo y me lamí los labios en busca de él. Pero no llegaba, sentía que me penetraría. Que es lo que me haría? Su cuerpo empezaba a moverse, era como una serpiente en busca de cumplir sus pecados. Y yo estaba abierto, con la esperanza de que me destruyera con placer. Que me haga gemir como tanto decía que haría. Aquel tamaño estaba seguro que me rompería. Las cortaduras estaban uniéndose y el dolor sería atroz. Su mirada me denotaba que no sería muy amable y el miedo con la desesperación empezaban a hacerse presentes. De tal forma que quería gritarle que se apurara. Y mi mirada se volvía a fijar en ese falo, quería lamerle, sentir aquel sabor, besar y tironear su piel. Masajeandole con la boca. Me sentía terrible, aquellos pensamientos que nunca antes había tenido con tanta profundidad. Se acentuaban con una persona como aquella. Pero nada podía hacer, quería lamerlo todo, quería que la meta dentro, que me de algo de su cuerpo y que deje aquella porquería que antes había metido, rompiéndome todo el interior. Desgarrando como una pura diversión.

“Eres la bestia salvaje, un ave, que busca en mí un nido, meterse hasta marcar todo su territorio, demostrar que soy tuyo, para que nadie mas pueda tocarme. Eres un ave egoísta y creo que podría caer por ti”

por **Nicolás D' Lenfent** Dom Dic 23, 2012 4:25 pm

“Que misterio se ha de esconder atreves de la piel, capaz de odiar sin revelar sus verdaderos sentimientos ya que es mas allá de un deseo”

Ah! Como gotas infectan en solitud su linfa que se han de transformar en la misma soledad como se han de encontrar dentro del templo del ave, ahora la linfa ajena corre dentro de el, como lluvias de silencios y dudas que se asemejaban más que a un deseo feroz… ¿Hasta cuando ha de ser su alimento? Ha de ser toda la eternidad, solo él ha llegado a dominar ese templo como un volcán, encontrándose al bajar las escalinatas de un rastro de sangre por su cavidad, siendo devorada por la premura de una nocturnidad alevosa, premeditada en el secuestrar de este orgullo maquiavélico que insaciable, delirando mientras fragua cruelmente la escena perfecta.

-Decir lo que queréis, no he de responder si no quiero…Las manos del diablo han sido seducidas por la dureza de ese falo, dejando una posesión por él, mientras el ave se alimenta de la mina que escondía entre las piernas, siendo un maldito enemigo peligroso que hace envidiar aquella esencia, aquel flujo que dominaba profundamente todo el ser que tenia….Haciendo que sus alas transparentes vibren, como mucilago espeso, un zumbido de eco macabro que ha de preceder a la muerte, él, solo él, siendo ahora como su única consecuencia, su única jaula a la cual tal vez nunca escape. Invadido de solo su ser, completamente lo estaba devorando….

“Ah! Así, regálame dolor, dime como es que el dolor te hace enloquecer.” Cuan frágil le intuye, sin maldad, solo un espejismos de abandono de su luz, como a la sombra de sus sombras permanece en este instante, gime suplicas mientras estos labios gélidos rubíes le raptan como la serpiente sedienta que deja su veneno en esas mordeduras…..”ah!, así, voraz con la templanza de quien se sabe soberbiamente inmortal, con el placer orgasmando dentro al percatar que tu ultimo aliento es con marfiles níveos horadando tu garganta y tu sangre aun penetrándome dentro”

¿Qué ruego clamaras implorante? Preguntándose su rostro era una epifanía sin ser descifrada, ah! maldito títere de cual hilos penden timoratos en los dedos. "Eres un maldito usurpador de tu misma exhalación final, colofón que me endiosa, soy dueño de ti ¡Lloras, inmortal, lagrimas que no entiendo, porque lloras? Mi negra anima, la mía, irreal no perdonaría un llanto, porque la sed misma se la arrebato, y esa lujuria que enciende, estúpida flama incandescente enardecida en la insaciabilidad de este, tu esencia vital que confirma esta existencia al transformarte en un animal… Permaneces en genuflexión, implorando la vida ¿Qué maldita vida? Que eres, y que soy para ti, soy tu purgatorio y en breve…averno ¡Donde tus ángeles no te escucharan! Eres mío, solo mío…

"Caigo como rendido ante tu cuerpo, quiero profanarte, invitarte a coexistir a mi lado mientras todo desaparece, solo veme y disfruta de mi templo como yo oso hacerlo, si, así es muñeca mía, mírame, mírame porque hasta que me llenes será que desapareceré."

Embozando una sonrisa, verlo de esa forma elevaba la seducción que pareciese musitar una especia de ¿Conmiseración? Como en oraciones, pero mala elección, el ave es un diablo en la tierra, súcubo y veraz fiera por haberle visto , hambriento de el y filo que degüella sin percibir pena…

Muévete solo así el placer te dominara para no sentir esto…-Las agujas fueron tomadas por su mano, estando de rodillas entre el espacio que sus piernas hacían, fue colocando aguja por aguja en su pecho, como una combinación de acupuntura, dejando que sus manos se mostraran asesinas con el filo de aquel placer, como instinto fecundo y promiscuo de hombre que peca, gustoso de ser psicópata pues no es solo la sed la que bulle efervescente pidiéndole si no, sentir el interior de el, que se poso como una prostituta, arqueando el cuerpo lo mas que se podía, para penetrarle, recreándose como una estatua que sería esculpida ante movimientos, siendo una interminable complacencia, un deleite que supone ser sueño de vida y muerte de aquel….

Moviéndose como el de un viento lento, sensual, ritmo de danza erótica como el trance doloroso, se prevé en esa creatividad, conocer del éxtasis que provoca un aliado de pánico con la osadía de la ser propietario de su alma que inocente o culpable será inmolada para alimentarle…-mmmm..ahhhh…-sonidos gozosos, sentía la cavidad como un nicho hermoso donde podía quedarse toda su existencia escondida por la luz, diciéndose a si mismo sino estará desvariando de mas, querer justificar porque se ha entregado de esa manera, tal vez este soliloquio que planea, como ave que puede que tenga duda de quien alguna vez tubo vuelo, o solo es la misma luz que le acaricia su cuerpo, como el del sol que ha añorado en siglos y ver un amanecer tan doloroso como lo veía en el.

Dejando esa postura hasta que entre en agonía, como el cadáver que se ofrenda al moribundo, como si el cielo descendiera en esos susurros…-mmmm, placer mio…-gustándose del manjar exquisito, siendo inconmensurable la necesidad de revivir esta escena noche a noche, perfecta en su culminación, cuando al fin tras el clímax que eleva se alza, tomando esas caderas, sin importarle que las cadenas sean la melodía de sus movimientos, ni que la sangre se derramara de sus manos y pies, le miro, penetrándole como si fuese la aguja delgada y fina, perforándole hasta lo máximo..-ahh!! Dime si las palabras pueden describir esta sensación…-ahí como carne, como alimento de solo este cuervo, entrañas obsequiadas a esta alimaña---Que divina silueta-sin epitafio, ni tumba, ni voz, y su ego satisfecho, perverso, altivo de orgullo mientras los labios se relamen, mueca sublime para el dueño de gesto tan despiadado, que sigue sus vaivén pero sus manos cogen mas agujas que mientras se mueve, le va posando mas de ellas en su pecho, dejándole como un arte que siempre alabara…

“Quiero apagar en tus gemidos mi única sed tuya”

por Invitado Vie Dic 28, 2012 1:32 pm

"Maldita ave, que a pesar de todo, sabes que estoy aquí, inmóvil, pero sabes que me las pagarás, lo sientes? Sientes este deseo en mi interior? Quiero hacerte mio y nadie me impedirá robarte del mismo modo que me estás robando a mi"

El elixir sagrado, la esencia profunda de sus labios que me embriagaban y me volvían estúpido. Empezaba a marearme, aún siguiendo con ya, torpes besos y suplicas de aliento, mis ojos empezaban a salirse de órbita y mi mente se torció completamente. Estaba experimentando un mareo profundo. Sangre? Había bebido demasiada sangre de él? Es que era tan poderoso que me había cegado en el placer y ahora sufría las consecuencias de su vejez. Estaba atacando por dentro y mi cuerpo estaba sujeto en mente y cuerpo, mi cabeza daba vuelta y con ella las sensaciones que me proporcionaba.
Jadeos y jadeos, constantes y titubeantes, daban vueltas mientras sus manos me recorrían y sus ojos me decían al fin que no me podría mover jamás de su lado, al menos no hasta que aquel ser se termine de aburrir de mi, ahora, torturado cuerpo. "Ah! Maldita efímera que esta sacudiendo mi alma, retuerces con un palo, secamente sobre mi cuerpo, vas tallando mi piel en pos de tu sabiduría y entre gritos y risas rebosas de dolor la triste realidad de que ahora todo esta cambiando y mientras hurgues tu cuerpo en el mío. Me recorres aún con una frialdad incalculable"

-Ahh!! Tapad mi boca; no quiero seguir escuchándome, mis propios gritos me parten la muerta alma! Ahhh; dejad de clavar, dejad... mmmrgg

Que dolor, pinchazos mas profundos, que agujas mas grandes. Sentía que me estaban clavando en en el mismo crucifijo que el tal Jesús había sufrido mas de mil ochocientos años antes. La tortuosa crueldad iba sambuyendo el odio en mi interior y mi cuerpo se agitaba y jadeaba; necesitaba aire, mi cuerpo respiraba al compás de una horrible melodía; el ser a mi lado que miraba excitado y aquel hombre de hermosos ojos como el cielo se regocijaba en aquel horrible placer. Me sentía demasiado humillado, aunque la palabra humillación era demasiado prolija, demasiado hermosa para ser la que descifre lo que me estaba pasando. Los gritos y alaridos salieron como trompeta de mi garganta, desgarrando el aire. "No lo hagas, no metas tu falo, me duele aún, esta todo roto, esta todo roto! No lo metas!! No lo hagas!!!!" Gritaba en mi mente mientras entrecerraba los ojos y mordía mis labios, provocando que la sangre emane a garrotazos de mis labios y me recorra casi hasta los ojos. Estaba metido casi hasta la mitad. Y estaba apunto de convertirme en un cuerpo sin nada dentro. Me lo estaban quitando todo; estampando parte por parte un nombre que no conocía y el limbo se hacía presente.

Agujas clavadas, miembro sangrante, labios destrozados por mí y por él. La sangre emanaba de cualquier abertura y mi falo estaba brillante a la tenue luz que se percibía. Brillante en todo su esplendor, golpeaba contra mi piel en cada empuje que el otro propinaba. Podía escuchar claramente aquellos sonidos de placer. Lo disfrutaba y eso erizaba mi piel. Las cadenas iban destruyendo mas de mi cuerpo y mientras ese ser metía y metía iba cayendo en un estado moribundo, en una especie de cadáver que ahora no tenía movimiento.
Solo dejaba la cabeza hacia atrás, colgando con los labios abiertos, dejando salir gemidos profundos, gimoteos inasibles, las piernas que se doblaban y el sentir profundo de ese falo grande y formado dentro de mi. Tocaba mas allá de mi próstata, la rompía y volvía a salir, luego entraba y la destrozaba un poco mas, acompañando a los diferentes lugares a ser destruidos, era como un viento seco en pleno invierno. Rasposo en toda su extensidad, desastroso en sus movimientos mientras disfrutaba de mis alaridos, como lo había disfrutado desde el instante en el que nos habíamos visto.
Que maldita mi curiosidad, que me llevo a aquel ser, al cual con soltura me acerqué, buscando filtrearlo, tenerlo a mi mereced y que lo contrario no se realice jamás.
Y ahora estaba de este modo, me hallaba gritando mientras nuevas agujas eran clavabas, me sentía un arte abstracto. Él era el escultor, el pintor, el maestro que estaba inspirándose con mi cuerpo. Yo era su musa. Y la inspiración era el dolor y el placer. Estábamos tallando algo irrompible, aquel erecto pene que sin calma y con frenesí entraba en mi ano; lo destrozaba mientras sus testículos golpeaban sobre mi. Podía sentir el balbuceo de su cuerpo. Como iba ensayando un ruido profundo y cada vez mas rápido. Era el tiempo en la melodía, era lo que faltaba; era un ritmo rápido y las notas principales las daba yo; y con el hermoso coro ajeno; provocábamos la música mas placentera jamás hecha.

"Eres como un maldito cuervo que va a comerme entero; juegas con tu presa. Quieres verme medio muerto, medio vivo. O mas muerto que vivo? Quieres que muera para que nadie mas pueda tocarme? Pues quiero lo mismo de ti. Si no serás mío, no serás de nadie. Apagaré este sufrimiento con tu vida"

Y mientras mis gritos adornaban todo sensación, mis manos se encontraron carcomidas hasta las palmas; de mis ojos salían lagrimas que lo manchaban todo y si sed y mareo se hacían mas profundo. Estaba saboreando la esencia de la vida y la muerte. El placer combinado con el dolor, la fragancia del hombre de ojos celestes que había robado mi alma para quedarse con ella por siempre, aún cuando pensaba que Satan ya se la había robado, pude percibir, que ahora él, era el dueño de aquella sublime esencia. El hombre que reiría de mi estupidez. Aquel que me humillaría cuando deseara estar a su lado. "No eres mas que una puta más, que ha entrado en su juego" Me decía a mi mismo, mientras los jadeos y las miradas iban directo a el. Sus hermosas ojeras de un color oscuro que adornaban su embellecido rostro. Y me partía una y otra vez; jugando y disfrutando. Deseaba que me bese, y con los labios en punta y algo abiertos, busqué aquel manjar, pidiéndolo a jadeos, mirándolo con exquisita necesidad. Al tiempo que el aro que envolvía su falo se prensó. Estaba tensando mis músculos. Estaba forzando a que le costara trabajo entrar. Sabía que era imposible detenerlo; pero era la única forma de vengarme en ese momento. Lo había aprisionado, abotonado como a los perros para no dejarlo salir y le miraba exasperante, mientras la nueva aguja me hacía tensar aún mas. Había reducido casi un centímetro de lo que lo habían abierto; podía sentir toda aquella textura, que buscaba por entrar pero era retenida por una próstata media rota media sana. Sentía tanto placer por tenerlo adentro, que empecé a aflojar y a tensar mi interior, mientras me movía despacito contra el, jadeando entre gritos bajos. Podía percibir la hermosa sensación y ese falo que lo botaba todo dentro. Estaban llenándome, estaban haciendo que explote por dentro. Todo subía por mi cuerpo; lo podía sentir casi en mi estomago. Botaba y botaba y luego volvía a tomar, para seguir embistiendo sin ningún tipo de aclamación, riendo ante mis súplicas.

-El placer que estáis recibiendo hoy, os será devuelto en dolor... Pare esto y prometo que no me vengaré tanto, no sanaré jamás si no dejáis... de romperlo...

Y como el acoplo a la armonía, le miré y en sus ojos podía ver el día. Su oscuridad era como el sol. Y mi ser se tentaba de quedar al desnudo frente a él. A intensificar todo y besarle; seguía intentando besarle, mientras de todas partes de mi cuerpo emanaba una gran cantidad de sangre, que luego me dejaría chupado, sin la posibilidad de ninguna clase de usos mas.

"Eres el cetro de mi agonía, la súplica de mi ser. Serás y serás por siempre quien sea mi dueño y con ello sufrirás las consecuencias; te arrepentirás y tu agonía será lenta y dolorosa. Pídeme a gritos que sea tuyo y de ese modo, dejaré que nos unamos profundamente en un sueño infinito"

por **Nicolás D' Lenfent** Lun Ene 14, 2013 7:48 pm

“En la noche a tu lado, las palabras son claves, son llaves de mi deseo…Que tu cuerpo sea siempre un amado espacio de revelaciones.”

-No, no mi muñeca, mi afán es escuchar esa voz que me seduce, deja que esas palabras me exciten, ¡hazlo! Porque cada aguja será un alarido que te arrebatare…. -Ave inmortal que con la voz ilusionada le dejaba su aliento recorrerle cada tímpano al momento que susurraba con ese jodido encanto que enloquece, siendo sus ojos asombrados por el brillo de la piel ajena, ni el filo divino de las agujas brindaba ese encanto plasmado en el templo de una verdadera muñeca…”Si supieras de este símbolo realizado lo que significa para mí, desearía que lo supieras, que entendieras que a través del dolor pido a gritos que no me olvides, que he dejado insignia en tu cuerpo de que ya no es tuyo , ya dejo de ser tuyo al ser tatuado con el primer pico del filo más placentero, el de mi falo”

Su mente como rapsoda se entregaba a él, le hace el acto más hermoso de un animal, del placer que es conducido con rapidez a lo secreto de su ser, plasmando sobre ese templo caricias divinas, rozones que sus manos con fuerza erguían en esas caderas, la humedad que su falo alababa en movimientos de una melodía de seducción, suave, lenta y con pasión que era realizada para continuar con el baile de un amador que sin espacios olvidados todo era usurpado sin piedad, agitándose como las olas de un mar, intensas y profundas, mostrando el endurecimiento en sus paredes, ansioso de invadir todo que con demencia provocaba miradas cómplices, esa calidez de ambos cuerpos, unidos por solo el deseo del ave, orgasmos que floridos aguardaban para ser liberados, esperando derramarse la esencia en sus entrañas, acompañados de sonidos lujurioso que no engañan cuando de un placer se trata…”Solo espero repetir este eterno sueño, solo tu mi muñeca volverás a mí para sentirte de nuevo”….

“Cuando sientas mi total entrega y tu cuerpo responda enteramente, no habrá en nosotros nada que se niegue, vibraras de lujuria irreverente y aceptare que eres el único al que quiero”

Las agujas una por una, como muestra de cada recuerdo eran posadas más en su pecho con un “Recuérdame” avanzando para que el arte siguiera luciendo con una maravilla, sin dejar el baile en su interior, sonrió como si estuviese queriéndole ver perdidamente deseoso por la ave, quería compartir el mismo placer, tomando su falo para incrustar solo una aguja en su extremidad, perdiendo toda razón para entregarse totalmente…-Derrama lágrimas, hazme borroso en las agritas esferas de cristal, en silencio gózalo si solo deseas que sea un sueño extraño para ti…-Terminando de usar las bellas agujas que ahora solo su falo se elevó al ritmo de una danza macabra.. “Es hora de que la melodía se mezcle en tu templo, mi muñeca ama la forma de cómo me entrego a ti”…Un súcubo endemoniado saca su potencia, aumentando el ritmo que ahora como un reflejo era…-ahhhh, mmm, así, sigue, cántame, cántame, perviérteme con tu voz…-Su espalda arqueada, como la única prostituida de Adam era, tan pecador se agitaban sus cabellos, su mano fue a apoderarse del falo ajeno donde comenzó a masturbarlo al ritmo que se movía…-Mi primer baile hacia una muñeca agraciada…-Ojos que se reflejaban en los ajenos, la danza de la muerte gimiendo malsanamente, como si fuera el ultimo baila, balaceándose, balaceándose en el nicho misterioso, sin mascara, sin nada más que la misma ave desnuda…-Ahh….Jaejoong, Jaejoong…-le nombraba, brindándole su esencia…-Jaejoong..-sollozaba con una satisfacción, masajeando más ese miembro que quería sentir al mismo tiempo su esencia…-baila más, baila hasta quebrarte, oh! Jaejoong que dolor infinito estaré esperando…Ahora solo solloza, grita….-Le embestía con salvajismo, no permitía que le basara, esperaba darle más, mas hasta que su mismo templo se apagara…

Sintiendo que su cuerpo temblaba, un toque intenso que sacudía por descargas de una corriente eléctrica de sensaciones, las que todo eso provocaba, su boca ve como se encuentra abierta, derramándose todo, la esencia y la sangre se mezclaban, la magia comenzaba, gimiendo sin darse cuenta, como una hoguera que se enciende, se chisporrotea en todo fuego de pasión, arrasando con el falo a la misma vez, todo pasaba..-Ahh!...Jaejoog, identifica quien te posee ante cualquiera y orgulloso lucirás con mi esencia, esto quería y para esto naciste, solo para hacerte mío…-movimientos que se perdían con el sonar de las cadenas, todo había sido perfecto que las mentes ajenas hacían lo mismo, jinetes corriéndose por la satisfacción que esta muñeca había logrado…”Al igual que mi viento, quiero tu figura de mi calor, ser solo el que pueda conservarte cuando profanar quiera, mi muñeca quiero ser dueño de tus pensamientos, suéñame, mírame siempre, se mi estancia en alma, tu mi blando marfil de sueño, nieve de carne, mi luna en silencio seré el agua que te inundara hasta cubrirte por completo, brilla, no dejes de brillar mi estrella errante, mi deseo fugaz, tu que iluminaste mi carne muy pronto volveré a desearte bajo mi nicho”

por Invitado Jue Ene 17, 2013 5:07 pm

"Dime que me quieres, dime que al final de todo lo estas disfrutando como nunca en tu vida milenaria. Te seduje, haz caído en mi red. Lo sabes y yo también"

Las agujas se iban clavando lentamente, majestuosa era la muerte rápida, que sin dolor te hacia partir a donde perteneces. Pero que era esta tortura?! Ah! Era lenta, profunda, deseosa de infernales gritos. Gritos que salían de mi boca segundo tras segundo. Estaba tallando mi cuerpo, me rompía con violencia toda la piel que hallaba, la agarraba y con la punta la pasaba de lado en lado. Deseaba morderme la lengua y morir ahí mismo. Las heridas se sanaban poco a poco con las agujas dentro al sacarlas rompería aún mas mi piel. El pensamiento me asustaba demasiado; tanto que mis lagrimas no paraban de caer, me estaba secando y tenía hambre demasiada hambre.

-Ahhhhh!! Afmh...!!! Jogeumdo(maldito), Jogeumdo! ahhh!! mgrkk...

"Mis ojos se redoblan hacía atrás, me moriré voy a morirme otra vez. Me duele, de verdad duele demasiado!!"

El hijo de perra había puesto una aguja en mi falo, y que horror fue lo que sentí. Mi cuerpo se quebró hacía atrás y hacía delante, gritando con fuerzas, mis ojos se abrieron por completos, como una lechuza, estaban redondos y gigantes, lloraba y lloraba. Doblando mi cuerpo nuevamente hacía atrás, quedando de ese modo, con la cadera quebrada simplemente me había quedado de ese modo, quieto, sintiendo como seguía moviendo, bailando dentro. Conociendo las paredes de mi ser, el interior de la próstata, se divertía como un ebrio en un bar. Y yo solo me perdía, me perdía esperando quietud, temblando; todo mi cuerpo vibraba y mi llanto ya casi era seco, pues las lágrimas ya eran costosas de salir.
Mis manos y pies sangraban demasiado, chorreaban el líquido que caía espesamente hacía el piso. El un mundo de sangre, piel, metal y dolor. Mi interior estaba maltrecho, prácticamente incurable.
Ahí iba de nuevo, empezaba el baile, había terminado de esculpir la obra de arte y se dedicaba profundamente a su falo, lo metía y lo metía, delirante era la forma en la que se movía, mas rápido que la luz, fugaz que casi no veía sus movimientos, entraba y entraba y mis gritos muertos y secos salían como alaridos de mi boca. Es que ya no podía mas! Mis músculos se romperían de tanto forzarlos. Los gritos estaban cansando mi cuerpo, ya pronto iba perdiendo la conciencia, pero sus penetraciones me hacían despertar a los gritos, no me dejaba descansar en paz; ni siquiera, podía desmayarme tranquilo, que el invadía mi inconsciente.

-Q..queréis que yo os pervierta...? S-sois vosotros que e... ah- Mrg... N-no por favor, awnghm

Negué con violencia cuando quiso tomar mi miembro para masturbarlo. La aguja allí clavada dolía a cada movimiento sintiendo que al fin mi mirada se perdía brillosa en algún punto fijo de la habitación. El dolor había sobrepasado el límite, pero las heridas se curaban y me hacían levantar, una y otra vez, era un juego infinito que terminaría solo cuando al fin me termine de matar. Sentía mi nombre, el lo repetía una y otra vez. Lejanamente me hacía mirarlo; obligándome a ver esa belleza. Que me invadió y sin poder evitarlo en mis mejillas se acumuló sangre que provocó un hermoso sonroso rojizo. El decía mi nombre con pasión, se deleitaba a cada penetración que me daba. Tan perfectamente que en mi ser se empezó a tatuar el ajeno. Me dejaba pozos en el interior, me zambullía en su dulzura teñida de negro.

"Ah! Es que deseo que me des todo tu amor, pues me enamoras con tus palabras, pero con tus actos me ahogas, me matas y me haces sufrir... Que es exactamente lo que quieres? Dilo, dilo y te lo daré"

Un jadeo seco salió de mis labios, sentía que me llenaban, sentía que los pozos, los destrozos se arreglaban. Las paredes se hacían lisas. Ah! Era la poderosa esencia ajena, que se iba adentrando hasta mis órganos. Iba rellenándome con su fluido, posando con ganas su cuerpo sobre el mío, dejando que entre todo; sin manchar nada por fuera, estaba todo profundamente adentro. Como para que no se vaya el líquido. Parecía como si desease que se mantuviera lo suficientemente dentro; para que el aroma quede tatuado. Y eso es lo que pasaría, pues la esencia se metía y metía. Y tardaría demasiado en salir. Y el seguía penetrando una y otra vez daba grandes ancadas a mi interior. Masajeando mi propio miembro, lo había demasiado fuerte, el no se estaba controlando, esas manos se quedaban en mi falo; pues la velocidad y el apretón era tan profundo que obligaba a mi miembro a segregar líquidos. El pre semen salía a chorros obligadamente; mis testículos se tensaban, se obligaban a crear semen rápidamente, me hacían doler un poco mas y prontamente con mas de su masturbación todo quedó afuera. Sobre mi pecho, sobre mis hombros; sobre esa mano ajena. Había hecho un desastre y la vergüenza me recorrió de tal forma, que tuve que voltear la mirada gimoteando bajito, removiéndome, esperando a que el ajeno salga de allí dentro. Pero seguía!

-No tenéis limites! Que mas queréis hacer? Me lo meterá por la oreja o que?! Ahh! ahhh, mm O-os agradezco no saber vuestro nombre, pues nunca lo diría en estos momentos!

Le grité entre jadeos y gemidos profundos, mareándome un poco. Ah! La sangre, la sangre se iba, me dejaba y mi cabeza me torturaba. Ido, empezaba a verle borroso, solo le veía los labios y luego en otra imagen los ojos. Esa forma de hablar, era una sonrisa? No, solo estaba delirando. El decía palabras pero solo escuchaba algunas partes. Que era suyo, que había nacido para pertenecerle.
Frases y mas frases que no entendía, mis ojos se iban cerrando y con ello el mareo se hacía aún peor. Intentaba dar cuenta de lo que pasaba, pero las cosas solo daban vueltas. el dolor se hacía insoportable, pero ya no me sentía poder hablar. Solo balbuceos y mi estomago hambriento y los temblores en mi cuerpo. O era el ajeno? Sentía todo temblando. Quería abrazar a alguien, a algo y no podía. Solo me dedicaba a llorar y llorar en silencio, entre gimoteos.

"Me haz terminado de romper. Estas feliz? Ahora al fin me dejarás? O esperaras a que me sane para hacerlo otra vez? Me haz tatuado y ya no hay nada que pueda hacer. Sueño contigo, en el sueño, me estas abrazando. Me dices que me cuidarás y me sanas las heridas. Pero es toda una mentira, me levanto y no hay nadie allí, solo mas dolor, mas sumisión. Me haz obligado a ser tu muñeca y como muñeca, te obligaré a que juegues conmigo todo el tiempo. Te obligaré a que no te aburras de mí. Me verás. Haré que me recuerdes. Por que nunca haz sentido mayor placer que conmigo"

por **Nicolás D' Lenfent** Sáb Ene 19, 2013 3:07 pm

“Dentro del fuego te consumo en las pocas horas que quedan, metido en llamas y desnudo perforando un rojo vivo que solo se ocultara”

Maldiciones paradisiacas, rabietas que eran prendidas como espinas en el mismo templo que era lleno de un regocijo vedado, castigando a la muñeca de solo deseo, es hora de que le quiera oír sollozar por el mismo placer, escuchando y es así lo que desea como su autor recibir lo que pide en silencio, nadie entiende el modo en que una muñeca habla pero solo el autor sabe que es lo que quiere al igual que su muñeca lo sabe…

Sin dejar de deleitarse como un leviatán se devora de solo su angustia, llantos y rabitas brotadas con la voz de un suplicio abisal…Plañendo solo en su interior, admirarlo mientras la aguja causaba este intenso y excitante momento en que su falo estaba siendo martirizado…La cabeza de su muñeca hacia atrás y con su boca semi abierta verazmente como el de una tormenta alarida, repetidas las veces que emitía el cantico lujurioso avisando la satisfacción de que estaba realmente siendo tatuado….

"Baila hasta que la muerte te llame y diga suavemente entra, entra en el reino de una flor”

Tan intenso era el frenesí que se produce cuando se unía la ardiente carne, siendo esos jadeos sonidos que inducen a rendir el templo, comenzando el gran rito de la entrega y pasión, difundiendo embestidas que pierden la noción, emanando los calcines fluidos activándose para explotar siendo todo un eco de gemidos…-mmmmmm….-se ha tragado sus palabras, quería escuchar a la muñeca sollozar así sea de solo un instinto que su templo libera.

Estando completamente embriagado de un exquisito edén” Oh! Mi hermosa rosa, he visto en ti una flor que solo puede florecer en un solo ensueño, me has invitado a soñar con tu perfume, el olor de la linfa me ha embriagado al estar buscando el sexo de tu alma misma….oh! Mi muñeca te he destrozado y aun deseo más, deseo beber los torrentes de tus venas muertas en vida, esa eternidad deseo tocar, te he teñido esta cavidad , sangras y no puedo pararme, eres un alma desnuda a la cual con posesión he tomado esta noche, puedo sentir que te destrozo terroríficamente pero ni las espinas de tus palabras hacen liberarme del deseo de leer los verbos de tu piel, descifrar el laberinto de tu mente hasta poder llegar al abismo de tu corazón muerto, quiero arrebatar ese espacio con gotas de lluvia oscura, lluvia que humedece esta cavidad con la que he profanado, los rayos de luna penetran en tus gritos de dolor, confundiéndome en este aroma que me invita a decirte que eres solo mi rosa carmesí donde permanezco atrapado en tu interior y no logro escapar” …Parecía pensar pero era una ilusión que el mismo había creado en su mente, perdiéndose en un paraje desconocido y sigue danzando con vehemencia, la locura se ha quedado atrás y solo hay algo que no se puede explicar, ese maldito deseo de seguir marcándole, seguir escuchándole sus alaridos, sin esencia más que ese dolor que le elevaba la excitación, ese dominio de dolor que solo se podía gozar con los gemidos….-a…hh!...Jaejoong…..-ese hechizo, ese color rojizo que no olvidaba le hizo bajar el rostro y solo mirar a su bella muñeca, fundirse en sus ojos que así permaneció, lamiéndose los labios por ver la esencia en su templo, sentirla en su mano, que de ese modo abandono el falo ajeno y elevo su mano a la boca para lamer esa esencia…-mmm… mi hermosa muñeca que sabor exquisito liberas…-susurraba suavemente, casi un susurro apagado-No…-decía con una sonrisa complaciente que le seguía embistiendo con rapidez, sintiendo su falo la humedad de la esencia y la linfa que se mezclaban liberando un aroma exquisito…-mmm, así mi muñeca, quéjate que aún falta, no ha de ser tu oreja pero si otra cosa….-Solo un momento más y lentamente disminuyo los ritmos, con suavidad podía moverse aun en su interior que se estiro dejando que sus manos se posaran hacia atrás para arquearse lo más que se podía, dejando de bailar que solo un rato aprecio de esa manera….-¿Podrás recordar por siempre esta noche?.-pregunto con descares, saliéndose de él, caminando un poco para tomar una de las prendas ajenas, era la camisa que la tomo para limpiarse su falo y la entre pierna….- ¿Lo disfrutaste?..-dejo caer la camisa que se acercó a él, estando a su lado que le acaricio su rostro…-¿Podrás seguir así? Serás capaz de sellar tus labios con un candado sin decir que alguien tomo el tesoro más preciados para otros, sin tener la llave pude tomarte entonces ahora solo decidiré cuando y en qué momento ese, tu sexo se abre y me lo entregas…-le hablaba acercándose a sus labios, dejando posar un beso largo que solo el deseo de decirle que fue el mejor sexo que ha tenido….Despojando la desesperación en sus labios, desnudándose de armadura, del combate y las armas que ardían más que el propio infierno ya que el ave se consumió en la pasión, la lujuria sin control, cada aliento de su boca le decía “Solo una dulce agonía en desesperado deseo de copular para hacer que te quiera desde esta noche ”Quedándose en esos labios, desprendiendo caricias en su mejilla en lo que muere por ese beso esperando que sea eterno como sus existencias….

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