AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
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Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
Las noches en el burdel se estaban tornando aburridas, Lilith veía lo mismo noche tras noche y estaba algo cansada de ver a los mismos hombres pidiéndole hacer las mismas cosas siempre. Para ella todos eran iguales... machos ahogados en dinero en busca de vulgar y aburrido sexo sucio engañando a sus esposas con las que habían sido casados de forma arreglada. Todas las noches la joven cortesana se preguntaba si alguna de aquellas mujeres llegaría y sacaría a su marido de ese lugar tan lujurioso para ponerlo en ridículo enfrente del resto de la sociedad por serle infiel... pero lastimosamente nunca sucedía, las mujeres eran tan sumisas y apegadas a lo que el hombre les imponía que ni a salir de casa se atrevían si así se los mandaban.
Por suerte Lilith no era como ellas y tenía el control de su propia vida, ¿Que mejor elección que poder decidir con quien tener un amorío o... simplemente acostarte? El hecho de que ella trabajara en un Burdel no significaba que tuviera una aventura diferente todas las noches. No siempre había un hombre que la convenciera de ir a la cama ya que la mayoría solamente iba en busca de un goce propio dejándola a ella en el olvido y en espera del placer ausente. Asi que solamente se limitaba a cobrar por esos bailes privados, después de todo la peliroja no estaba ahí simplemente por el dinero si no en búsqueda de ese ser inmortal y chupasangre que había escuchado tantas veces en esos cuentos de su antiguo trabajo en la taberna y que podría inmortalizar su belleza.
Esa noche la cortesana decidió salir de la aburrida rutina que había tenido ultimamente y faltó a trabajar para dirigirse a algun otro lugar donde pudiera divertirse un poco, aunque por un momento pensó que quizás no era buena idea porque estaba perdiendo tiempo valioso que podría estar usando para buscar a su criatura de la noche. "Hmmm... veamos si atrapamos alguna pista en el lugar donde nació mi curiosidad, además necesito saludar a viejos amigos." pensó mientras se ponía un sencillo vestido color blanco que moldeaba la forma de su cuerpo.
Entró a la taberna sin pena ni delicadeza atrayendo inmediatamente las miradas de los hombres que invadían el lugar, pues no era un lugar decente para una mujer y además no se acostumbraba ver alguna casi nunca... Sin embargo para Lilith no era nada nuevo, pues ella conocía perfectamente su antiguo trabajo y se dirigió a saludar a donde estaba uno de sus antiguos compañeros sirviendo bebidas.
-¡Lilith, que milagro! ¿Ya te demostraste que todas esas historias son solo leyendas? Jaja -se burlaba su amigo y antiguo compañero.
-Cállate y sirveme algo... esta es mi noche libre y veremos si logro informarme de algo mas por aquí -le contestó ella mientras se reía y se sentaba en una mesa estratégicamente colocada al fondo del lugar donde podía observar y escuchar al resto de los demás que habitaban el local.
Por suerte Lilith no era como ellas y tenía el control de su propia vida, ¿Que mejor elección que poder decidir con quien tener un amorío o... simplemente acostarte? El hecho de que ella trabajara en un Burdel no significaba que tuviera una aventura diferente todas las noches. No siempre había un hombre que la convenciera de ir a la cama ya que la mayoría solamente iba en busca de un goce propio dejándola a ella en el olvido y en espera del placer ausente. Asi que solamente se limitaba a cobrar por esos bailes privados, después de todo la peliroja no estaba ahí simplemente por el dinero si no en búsqueda de ese ser inmortal y chupasangre que había escuchado tantas veces en esos cuentos de su antiguo trabajo en la taberna y que podría inmortalizar su belleza.
Esa noche la cortesana decidió salir de la aburrida rutina que había tenido ultimamente y faltó a trabajar para dirigirse a algun otro lugar donde pudiera divertirse un poco, aunque por un momento pensó que quizás no era buena idea porque estaba perdiendo tiempo valioso que podría estar usando para buscar a su criatura de la noche. "Hmmm... veamos si atrapamos alguna pista en el lugar donde nació mi curiosidad, además necesito saludar a viejos amigos." pensó mientras se ponía un sencillo vestido color blanco que moldeaba la forma de su cuerpo.
Entró a la taberna sin pena ni delicadeza atrayendo inmediatamente las miradas de los hombres que invadían el lugar, pues no era un lugar decente para una mujer y además no se acostumbraba ver alguna casi nunca... Sin embargo para Lilith no era nada nuevo, pues ella conocía perfectamente su antiguo trabajo y se dirigió a saludar a donde estaba uno de sus antiguos compañeros sirviendo bebidas.
-¡Lilith, que milagro! ¿Ya te demostraste que todas esas historias son solo leyendas? Jaja -se burlaba su amigo y antiguo compañero.
-Cállate y sirveme algo... esta es mi noche libre y veremos si logro informarme de algo mas por aquí -le contestó ella mientras se reía y se sentaba en una mesa estratégicamente colocada al fondo del lugar donde podía observar y escuchar al resto de los demás que habitaban el local.
Lilith O'Hara- Prostituta Clase Baja
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Re: Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
"El cigarrillo de la desesperación libera su humo y los secretos se esconden cual cotilla mentirosa olvidada en la taberna del mal…"
Viene la calma infinita del morir del día se hacía extremadamente silente, con la mudez de la oración y una triste plegaria que no terminase, era horrible el presentir de la soledad de la noche, que llegara la oscuridad que se vestía eterna, volver a las remembranzas del transcurso de un tiempo agonizante. Y ahí las efímeras avecillas que enmudecían sus trinos, nada, nada turbaba el pensamiento, como una sombra de misterio con la mirada perdida, ahondando los recuerdos sin entender el porqué, sin querer entender el adiós que dio y la muerte de todo deseo…
Avanza hacia la sombra de la penumbra, el castillo ya no le mantiene preso, le libera cuando este melancólico vampiro añora estar enjaulado, desolado de la humanidad, alejado de esta inmunda vida que se atenúa con aberración, pero sigue ahora, capturando el viento de París despreciando las luces que destallaban a cada paso que daba, dejando el vuelo por no querer volver a surcar el cielo, sepulto para siempre las ilusiones y esos sueños, solo únicamente para sí, llevaba la fragancia de ese querubín que jamás olvidara, puesto que ha elegido existir sin vivir en el mundo silencioso…Pero, ¿Por qué todo le recordaba a él? Las caricias profundas con el viento que le rozaban, apresuraba el paso y la capa negra danzaba queriendo moverse a esa suavidad, no había Luna que pudiera maldecir, ni estrellas, solo admiraba con ese ojo lo solitario del lugar hasta que las voces se fueron esparciendo como eco en el aura, estaba sumido en el olvido que no se percató del sendero que había tomado, estaba cerca de la maldita taberna, cueva del pasado que ahora estaba justo frente, dudando en entrar puesto que un presagio le devoro..
Transformándose en un caos, avanza en lento y avienta las puertas del lugar que al entrar el viento sopló fuerte y la capucha cayo, mostrando su belleza perdida, su cabello caído a un lado al cual cubría parte del parche negro que mantenía en secreto ese pozo, adentrándose poco en poco, enfocando la mirada hacia los licores, captando su aroma que le abrazaban y le invitaban a desear probarlos…-Buena noche …-su voz desprendida como un hilo de seducción junto con el timbre de un pájaro herido…-Deme la mejor botella de vino…-ordeno sin prestar atención a las miradas, los temblores que percibía y sobre todo esos olores de linfas que carecían de atracción, tomando el pedido que marca los pasos hacia la mesa de fondo, a un lado una humana destacaba pero se pasó de largo, tomando asiento en la mesa de alado, cogiendo la botella como si fuese su amante, suave y dulce, desprendiendo su corcho y ahí ..¡Ah!, que delicia se liberó, embriagante aroma, dulzón, esplendido, toma la copa que le inclina y deja correr el vino carmesí, sirviendo un deseo en esa copa y era poder encarcelar el sabor de un beso…
Fue así como seducido por ese vino, lo alaba como amante que es y lo lleva a los labios, rosando apenas los labios con el cristal, abriendo un poco la boca que le inclina y ahí el manjar, bebe cual esencia le recordaba, gozando cada gota, deleitando los sentires escondidos en el vacío, vagando en el pensamiento que necesita de humo, llevado a desprenderse de la capa, delicadamente la retira y a un lado la posa, dejando que descansara de este pesado templo y llevo la mano al bolsillo interior del saco, buscando su pipa junto con el tabaco, especialmente preparado de un natural perique; burley rojo que regalaba una fragante aroma al irlo encendiendo, calando de este para apreciar mejor su sabor y sin más se perdió en los vicios que solo le llevan a caer en sopor para vislumbrar a ese malcriado querube que le ha posesionado sin saberlo…
Viene la calma infinita del morir del día se hacía extremadamente silente, con la mudez de la oración y una triste plegaria que no terminase, era horrible el presentir de la soledad de la noche, que llegara la oscuridad que se vestía eterna, volver a las remembranzas del transcurso de un tiempo agonizante. Y ahí las efímeras avecillas que enmudecían sus trinos, nada, nada turbaba el pensamiento, como una sombra de misterio con la mirada perdida, ahondando los recuerdos sin entender el porqué, sin querer entender el adiós que dio y la muerte de todo deseo…
Avanza hacia la sombra de la penumbra, el castillo ya no le mantiene preso, le libera cuando este melancólico vampiro añora estar enjaulado, desolado de la humanidad, alejado de esta inmunda vida que se atenúa con aberración, pero sigue ahora, capturando el viento de París despreciando las luces que destallaban a cada paso que daba, dejando el vuelo por no querer volver a surcar el cielo, sepulto para siempre las ilusiones y esos sueños, solo únicamente para sí, llevaba la fragancia de ese querubín que jamás olvidara, puesto que ha elegido existir sin vivir en el mundo silencioso…Pero, ¿Por qué todo le recordaba a él? Las caricias profundas con el viento que le rozaban, apresuraba el paso y la capa negra danzaba queriendo moverse a esa suavidad, no había Luna que pudiera maldecir, ni estrellas, solo admiraba con ese ojo lo solitario del lugar hasta que las voces se fueron esparciendo como eco en el aura, estaba sumido en el olvido que no se percató del sendero que había tomado, estaba cerca de la maldita taberna, cueva del pasado que ahora estaba justo frente, dudando en entrar puesto que un presagio le devoro..
Transformándose en un caos, avanza en lento y avienta las puertas del lugar que al entrar el viento sopló fuerte y la capucha cayo, mostrando su belleza perdida, su cabello caído a un lado al cual cubría parte del parche negro que mantenía en secreto ese pozo, adentrándose poco en poco, enfocando la mirada hacia los licores, captando su aroma que le abrazaban y le invitaban a desear probarlos…-Buena noche …-su voz desprendida como un hilo de seducción junto con el timbre de un pájaro herido…-Deme la mejor botella de vino…-ordeno sin prestar atención a las miradas, los temblores que percibía y sobre todo esos olores de linfas que carecían de atracción, tomando el pedido que marca los pasos hacia la mesa de fondo, a un lado una humana destacaba pero se pasó de largo, tomando asiento en la mesa de alado, cogiendo la botella como si fuese su amante, suave y dulce, desprendiendo su corcho y ahí ..¡Ah!, que delicia se liberó, embriagante aroma, dulzón, esplendido, toma la copa que le inclina y deja correr el vino carmesí, sirviendo un deseo en esa copa y era poder encarcelar el sabor de un beso…
Fue así como seducido por ese vino, lo alaba como amante que es y lo lleva a los labios, rosando apenas los labios con el cristal, abriendo un poco la boca que le inclina y ahí el manjar, bebe cual esencia le recordaba, gozando cada gota, deleitando los sentires escondidos en el vacío, vagando en el pensamiento que necesita de humo, llevado a desprenderse de la capa, delicadamente la retira y a un lado la posa, dejando que descansara de este pesado templo y llevo la mano al bolsillo interior del saco, buscando su pipa junto con el tabaco, especialmente preparado de un natural perique; burley rojo que regalaba una fragante aroma al irlo encendiendo, calando de este para apreciar mejor su sabor y sin más se perdió en los vicios que solo le llevan a caer en sopor para vislumbrar a ese malcriado querube que le ha posesionado sin saberlo…
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
Se sentó en el lugar mientras observaba a cada uno de esos hombres malgastando sus vidas hundiendose en los placeres del alcohol y palabras machistas. La mayoría tan solo buscaba placeres de mujeres y engendrar mas herederos para hacer crecer su asquerosa dinastía llena de mas seres superficiales que tan solo seguirían el mismo camino que todos ellos al ser hombres, o les enseñarían a atrapar a un buen candidato parecido de ser mujer.
El mesero amigo suyo se acercó a la mesa ofreciéndole tan solo una copa de vino, pues conociéndola ya sabría que no aguantaría mucho tiempo aquellos comentarios y pronto abandonaría el lugar desesperada y enojada, huyendo de todo así como hace cada que se molesta. Bebió un sorbo de esa copa mientras giraba un poco su cabeza y ponía atención a otra mesa dónde varios hombres de muy avanzada edad reían a carcajadas y hablaban de tonterías.
"Vamos... digan algo de ellos, sé que existe la manera de volverse inmortal." pensaba para sus adentros mientras los observaba, pues eran los viejos los que usualmente sacaban alguna historia referente a ese tipo de criaturas.
Un leve aroma invadió sus pensamientos repentinamente. Tan relajante y placentero... delicioso. Sintió que le llamaba y que su boca le deseaba pidiendole a gritos un poco de esa calma y tranquilidad que el humo despegaba.
Dejándose guiar por su olfato giró la cara hacia otro lado observando a un hombre muy atractivo que tan solo dejaba entrever un solo lucero aparentemente apagado e invadido por la obscuridad de su mente o su pasado. Lo observó detenidamente degustando esa botella como si fuera el placer mas exquisito sobre esta tierra. ¿Que lo habría llevado hasta ahí?, ¿Que cosa tan terrible podía haberle pasado a ese hombre para que una simple gota de vino fuera motivo de su extasis que seguramente deseaba no terminar nunca?
Lilith se puso de pie sin dejar de observarle y se mostro completamente frente a el para mirarle con mas detenimiento... su mirada perdida era motivo de su curiosidad y por un momento quiso revelar lo que había escondido tras ese ojo y tras ese cabello que cubría la mitad de su rostro. No era lo mas educado quedarse ahí observando quizás, pero la imagen de ese extraño le provocaba mucha inquietud... lo observó bebiendo un poco mas y fumando de esa pipa que la había seducido hasta él, cuando por fin se digno a hablar.
-Ese humo naciente de sus labios exhala una sensación de tranquilidad y placer. -soltó en un tono cálido y desvergonzado para posteriormente tratarle como si ya lo hubiese conocido antes y atreverse a pedir un poco mientras estiraba su brazo y entreabría sus delicados dedos hacia la pipa. -¿Puedo?
El mesero amigo suyo se acercó a la mesa ofreciéndole tan solo una copa de vino, pues conociéndola ya sabría que no aguantaría mucho tiempo aquellos comentarios y pronto abandonaría el lugar desesperada y enojada, huyendo de todo así como hace cada que se molesta. Bebió un sorbo de esa copa mientras giraba un poco su cabeza y ponía atención a otra mesa dónde varios hombres de muy avanzada edad reían a carcajadas y hablaban de tonterías.
"Vamos... digan algo de ellos, sé que existe la manera de volverse inmortal." pensaba para sus adentros mientras los observaba, pues eran los viejos los que usualmente sacaban alguna historia referente a ese tipo de criaturas.
Un leve aroma invadió sus pensamientos repentinamente. Tan relajante y placentero... delicioso. Sintió que le llamaba y que su boca le deseaba pidiendole a gritos un poco de esa calma y tranquilidad que el humo despegaba.
Dejándose guiar por su olfato giró la cara hacia otro lado observando a un hombre muy atractivo que tan solo dejaba entrever un solo lucero aparentemente apagado e invadido por la obscuridad de su mente o su pasado. Lo observó detenidamente degustando esa botella como si fuera el placer mas exquisito sobre esta tierra. ¿Que lo habría llevado hasta ahí?, ¿Que cosa tan terrible podía haberle pasado a ese hombre para que una simple gota de vino fuera motivo de su extasis que seguramente deseaba no terminar nunca?
Lilith se puso de pie sin dejar de observarle y se mostro completamente frente a el para mirarle con mas detenimiento... su mirada perdida era motivo de su curiosidad y por un momento quiso revelar lo que había escondido tras ese ojo y tras ese cabello que cubría la mitad de su rostro. No era lo mas educado quedarse ahí observando quizás, pero la imagen de ese extraño le provocaba mucha inquietud... lo observó bebiendo un poco mas y fumando de esa pipa que la había seducido hasta él, cuando por fin se digno a hablar.
-Ese humo naciente de sus labios exhala una sensación de tranquilidad y placer. -soltó en un tono cálido y desvergonzado para posteriormente tratarle como si ya lo hubiese conocido antes y atreverse a pedir un poco mientras estiraba su brazo y entreabría sus delicados dedos hacia la pipa. -¿Puedo?
Lilith O'Hara- Prostituta Clase Baja
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Re: Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
“(…) Triste seducción, deseo el vino de esos labios, quiero hacerte el amor pero este templo no es tuyo, esta noche fingiré jugar el seductor juego de palabras húmedas”
¡Ah! Que sensual cristal que se humedece con los labios, regocijándose con el mero placer de amar ese licor carmesí, su templo no añoraba, le pedía a gritos que quemara el interior y detuviera el fuego por desear jugar entre las sabanas manchadas, escondiendo en ese humo el aroma que se asemeja al sexo, calando una y otra vez con lentitud, gozando como si fuese el ultimo tabaco. Escuchando como eco sonoro las voces ajenas, blasfemias enteras de detestables deseos, esa era la forma de dialogar con las mentes, pues cada uno lleva el infierno de su desdicha.
Pero el placer de delirar por la copa de vino y esa pipa le embriagan de una exquisitez, abrazando al éxtasis de dejarse consumir por él, no dejaba que las vulgares palabras le hicieran perder tal goce pero ese pensamiento le hizo blasfemar en la mente como respuesta, esa voz de mujer le hizo deducir que esperaba una inmortalidad llena de pecados, porque esa mirada que desprendía en ese cuervo le incomodaba por la simple razón de que no toleraba que le mirasen fijamente, observándole como ella lo hacía, se le hacía irrespetuoso y vulgar.
Brindando otra calada de la pipa, el humo lo libero con delicadeza queriendo formularlo como una figura hermosa pero aquel sonido de la silla moverse, sus pocos pasos que dio y el perfume que llevaba no eran como afrodisíaco que le hipnotizara a desearla, no tenía interés alguno y se mostró indiferente. -Mas placer que tranquilidad, si saboreara el humo de mis labios comprendería que locura ardiente libera- muy a pesar de su frialdad, la voz resonaba seductora, apasionada y emergente de ardor por lo que consumía. De inmediato enarco la única ceja vista al percibir esa mano, atrevida y ofrecida en pocas palabras. –Veamos tu paladar…-dejo que tomara la pipa, mirando a la mujer que esos cabellos cual fuego era peligroso, tentaban como su templo a devorarlo pero se equivocaron de hombre, muchas la desearan pero este solo pide beber y fumar. -No por fumar quiera decir que sepas el significado de hacerlo-como si atrajera la cadera de una mujer toma la copa, con un encanto la eleva a los labios y da otro sorbo mirando fijo a esos ojos que gritan que le tomen.
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
El comentario de aquel hombre hizo que le llamara mas la atención a ella, pues la locura era de sus cosas favoritas. ¿Que sería del mundo sin personas como ella que se atreven a hacer cualquier locura sin pensarlo con el simple hecho de desear hacerlo? Era lo mas hermoso de tener libertad... el no tenerle miedo a nada ni a nadie.
Inmediatamente la mano de la cortesana fue complacida al tener entre sus delgados dedos aquel objeto que desde la lejanía había deseado para encontrar un poco de calma también. Se sentó en la silla mas cercana que tenía y aceptó el juguete que le daban como a cualquier niña caprichosa que tan solo complacían por no esperar mas berrinches de ella.
-Creo que cada quien tiene su propio significado, ¿No lo cree? -le contestó antes de saborear la pipa y degustar su sabor. Dejó que la cálida sensación se extendiera por todo su cuerpo desde adentro para exhalar el peso de la monotonía con la que había llegado a ese lugar.
A pesar de que eso le había provocado un ligero bienestar no era suficiente, seguía sintiéndose aburrida y sintiéndose decepcionada de ella misma al no poder avanzar en el camino que ella misma se había atrasado. Tratando de no reflejar su desesperación en el rostro emitió un ligero suspiro apenas audible y le devolvió la pipa al muchacho junto con algunas palabras mas.
-Debo admitir que tenía desde mi adolescencia que no probaba una pipa... casi olvidaba la suave diferencia entre esta y los puros a los que me fui acostumbrando mas. -dejó caer hacia atrás su cabeza cerrando los ojos y metiéndose nuevamente entre sus pensamientos con los que trataba de luchar para que no la obligaran a caer en la rendición y hundirla una vez mas en la desesperación.
Inmediatamente la mano de la cortesana fue complacida al tener entre sus delgados dedos aquel objeto que desde la lejanía había deseado para encontrar un poco de calma también. Se sentó en la silla mas cercana que tenía y aceptó el juguete que le daban como a cualquier niña caprichosa que tan solo complacían por no esperar mas berrinches de ella.
-Creo que cada quien tiene su propio significado, ¿No lo cree? -le contestó antes de saborear la pipa y degustar su sabor. Dejó que la cálida sensación se extendiera por todo su cuerpo desde adentro para exhalar el peso de la monotonía con la que había llegado a ese lugar.
A pesar de que eso le había provocado un ligero bienestar no era suficiente, seguía sintiéndose aburrida y sintiéndose decepcionada de ella misma al no poder avanzar en el camino que ella misma se había atrasado. Tratando de no reflejar su desesperación en el rostro emitió un ligero suspiro apenas audible y le devolvió la pipa al muchacho junto con algunas palabras mas.
-Debo admitir que tenía desde mi adolescencia que no probaba una pipa... casi olvidaba la suave diferencia entre esta y los puros a los que me fui acostumbrando mas. -dejó caer hacia atrás su cabeza cerrando los ojos y metiéndose nuevamente entre sus pensamientos con los que trataba de luchar para que no la obligaran a caer en la rendición y hundirla una vez mas en la desesperación.
Lilith O'Hara- Prostituta Clase Baja
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Re: Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
Y la cueva de tus pensamientos te llevaran a la tumba […] Diciendo; -Murió por puta, la callaron por ofrecerse a vampiros, ya no querrá una mordida, querrá gemir llorando por el dolor que fue pensar de esa manera.
La mirada en torno a la copa, ambicioso por el licor, consumir hasta la última gota en lo que la mujer maniobra en divertirse esta noche, por la manera en la que fijaba sus orbes y movía esos labios le decían con esa fragancia lo que intentaba hacer, seducir, atraer a este solitario vampiro porque ante los que murmuraban merecían un premio, la muerte, por atreverse a hablar de este cuervo con sus apestosas bocas.
Tomando la copa al ver como se atrevía a sentarse sin ser invitada, desviando la mirada hacia su pipa y da un trago por calmar la atracción del humo engendrado. —En ese caso, dígame, ¿Qué significado tiene para usted? — Respondió sin abandonar la indiferencia, sujetándose de la sequedad que podían ser las palabras aunque esos labios carnosos muestren el juego que quieren ser saboreados por alguien.
Ladeando un poco el rostro para deleitar esos senos notorios por el suspiro, siendo discreto en ello, tomo la pipa ofrecida y preparo un poco más de ese tabaco especial para obtener más de ese paladar exquisito. —Comprendo aunque a veces después de un largo tiempo si se llega a olvidar el placer que cada uno pudiese engendrar aunque lo volviese a probar... —Comento terminando de preparar la pipa y al encenderla cala de esta, mostrando el rostro complacido por ello. — ¿Se ha mareado? — Pregunto tras ver como cerraba los ojos y reposaba la cabeza, leyendo sus pensamientos que por su mente le encanto llevar a un poso sin salida a esa mujer, jugar con ella un rato, por las tristezas, por las desgracias y sobre todo por el deseo de herir.
— ¿Apetece una copa de vino? — Pregunto tomando la botella de vino y servir de este en la misma copa que había tomado, invitándole a que la tomara y coqueteo con los dedos al ser brindada. ¿Qué pecado seria querer llevar al abismo a una puta? Pensó, creciendo en su interior un anhelo por descubrir que tortura podría brindar esa noche que se envolvía engañosa y traicionera.
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
Absorbida ante el aire de misterio que envolvía ese muchacho se quedó por unos segundos meditando para poderle dar una respuesta concisa.
-Yo creo que... mi significado es el despojo del miedo. Inhalar mis temores y convertirlos en placer al exhalarlos para darme así una oportunidad de seguir viviendo una vez mas. -respondió mientras una ligera sonrisa placentera invadía poco a poco sus rojizos labios embriagados por el sabor del tabaco degustado. -A veces lo que te mata es precisamente lo que hace que te sientas mas vivo...
Los pensamientos la martirizaban, jamás había tenido un sueño en la vida que no fuera el de lograr cosas que alguien como ella: una asquerosa bastarda y tirada a la calle jamás lograría. La vida eterna era la clave y por mas que luchaba por atraparla parecía que cada día la vida se le estaba escapando de las manos. ¿Que iba a hacer si era cierto que los rumores eran falsos? No... no podía rendirse ante esos pensamientos masoquistas que la encarcelaban dentro de su propia mente.
-¿Eh? No, no me mareado. Aunque a decir verdad no me molestaría. -contestó mientras se incorporaba rápidamente entre risas irónicas. -Es que... mi vida no ha tenido mucho sentido últimamente y tan solo quisiera perderme.
No sabía exactamente porque le había confesado lo patética que estaba siendo su vida si lo último que quería era que alguien le tuviera lástima, así que decidió dejar de hablar de si misma para conocer mas a ese misterioso hombre que había atrapado su atención desde el primer instante en que lo divisó por la taberna.
Aceptó la copa de vino sonriendo y sin decir nada. Dejando que tan solo sus ojos hablaran agradeciendo tal invitación que le hacían de la propia copa del anfitrión.
Dejó que sus labios se dejaran seducir por aquél licor bebiendo un pequeño trago y degustando la finura de este. Sin duda los antiguos compañeros de la taberna le habían servido a aquel hermoso hombre de la mejor cosecha que se tenían.
-¿Puedo saber que lo trae por aquí? -preguntó finalmente sin poder aguantar mas su curiosidad mientras devolvía la copa a la madera.
-Yo creo que... mi significado es el despojo del miedo. Inhalar mis temores y convertirlos en placer al exhalarlos para darme así una oportunidad de seguir viviendo una vez mas. -respondió mientras una ligera sonrisa placentera invadía poco a poco sus rojizos labios embriagados por el sabor del tabaco degustado. -A veces lo que te mata es precisamente lo que hace que te sientas mas vivo...
Los pensamientos la martirizaban, jamás había tenido un sueño en la vida que no fuera el de lograr cosas que alguien como ella: una asquerosa bastarda y tirada a la calle jamás lograría. La vida eterna era la clave y por mas que luchaba por atraparla parecía que cada día la vida se le estaba escapando de las manos. ¿Que iba a hacer si era cierto que los rumores eran falsos? No... no podía rendirse ante esos pensamientos masoquistas que la encarcelaban dentro de su propia mente.
-¿Eh? No, no me mareado. Aunque a decir verdad no me molestaría. -contestó mientras se incorporaba rápidamente entre risas irónicas. -Es que... mi vida no ha tenido mucho sentido últimamente y tan solo quisiera perderme.
No sabía exactamente porque le había confesado lo patética que estaba siendo su vida si lo último que quería era que alguien le tuviera lástima, así que decidió dejar de hablar de si misma para conocer mas a ese misterioso hombre que había atrapado su atención desde el primer instante en que lo divisó por la taberna.
Aceptó la copa de vino sonriendo y sin decir nada. Dejando que tan solo sus ojos hablaran agradeciendo tal invitación que le hacían de la propia copa del anfitrión.
Dejó que sus labios se dejaran seducir por aquél licor bebiendo un pequeño trago y degustando la finura de este. Sin duda los antiguos compañeros de la taberna le habían servido a aquel hermoso hombre de la mejor cosecha que se tenían.
-¿Puedo saber que lo trae por aquí? -preguntó finalmente sin poder aguantar mas su curiosidad mientras devolvía la copa a la madera.
Lilith O'Hara- Prostituta Clase Baja
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Re: Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
El calor del vino ejerce sobre el alma igual efecto que el fuego sobre el incienso.
De nuevo el significado del vigor, creencias nunca antes hechas, muertas, calcinadas que ni cenizas hay de estas, ni interrogativas causadas, hasta el humo se despliega porque carecen de sentido y razón, huye por solo seducir a los rostros que le mirasen, fantasearle como a una silueta perdida, lejana y prohibida…Mirando como hacia la nada de un punto ciego, escuchando la respiración provocativa de aquella cortesana, resonando como un lamentable reloj sus bombardeos de corazón, era como si le diera un fondo entristecido a su respuesta. — ¿Miedo? ¿Y cuál es su miedo? Sensata respuesta— Solo esas carecientes palabras brindo, no era de su interés interpretar esos rojizos labios, ¿Por qué seguía siendo tan insignificante en un momento excitante en el que se encontraba? — Así es, sabiendo que mueres lentamente, que te sujetes a ese hilo llegando el momento en el que tengas que caer te enloquece con solo pensarlo. Era una buena interlocutora para calmar la soledad de un sueño húmedo al cual acudía por no sentirla es noche.
¿Debía jugar con ella? ¡No! Claramente era una bastarda idea, pero ¿Por qué ahora negarse al placer? Antes era un amante de mujeres divinas, hombres cuyo orgasmo le llamaba entre cada encamada y justo verle, capturar la fragancia de que deseaba ser poseída hacia que ese pasado resurgiera, que cayera plenamente a la tentación y pecar…«¡Maldita seas! ¿Por qué sigo recordando tu perfume, tu piel, tus orbes mi amor? Aléjame como ese humo temeroso, llévame lejos o deseare mis fantasía al extrañarte con ella» Se asoma la infidelidad, el añejo del vino le envolvía, embriagándolo para que de esos labios beba, calando de la pipa para que libere al súcubo que lleva.
Púes que maravilla era poder expresar la dureza de una piel inmovible, orbes cuya melancolía denotaba y no se diga de esos labios secos, olvidados por un carmín, dirigiendo la mirada a ella, apuñalando con un deseo de causar dolor en su ser por mero goce. —Por el anhelo de calmar mis remembranzas es que he llegado a este lugar, perderme entre los mejores placeres que carecen de una grata compañía, extrañando a lo que no se debe de extrañar, fumando creyendo que mi pensar solo reflejaría ese humo pero errado esta todo, cada movimiento realizado me trae recuerdos. — Con la sinceridad en el habla, desconocía a la humana y por ello no le importo ya que moriría por la manera en la que se ofrece, creyéndose ser un manjar de vampiros. —En cambio a usted, misma razón de noches anteriores, causas que le llevaran a la desilusión, a provocar la muerte — estirando la mano para coger su copa y retirársela al colocarla sobre la mesa de madera pulida, acercándose un poco y al calar la pipa retiene el humo y con una lentitud exquisita la posa en los labios ajenos, bajando a la altura de sus senos donde desprende el humo y un bello arte plasma sobre ellos. — ¿Y qué pensaba hacer después de hallar lo que tanto desea?...
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
El baile ligero de esos labios varoniles parecía hacer un llamado urgente de atención al hablarle. Era sorprendente como él podía entender ese sentimiento que le hacía sentirse atraída hacia el placer de estar cerca de la muerte y definirlo de mejor manera. "Enloquecer", esa era la palabra que él había usado y para la cortesana le parecía la ideal a lo que tanto deseaba sin medir las consecuencias.
-Sí... -dijo en apenas un susurro mientras lo observaba fascinada como si se hubiera perdido en un profundo trance por algunos segundos mientras le escuchaba. Tan hipnotizada se encontraba ya entre esa voz grave y hermoso rostro que hizo caso omiso a la pregunta de su acompañante acerca de sus miedos, tan solo para seguir escuchando y embriagándose ante ese varonil sonido.
El mensaje entre sus palabras era claro, se sentía tan solo como ella y buscaba tan solo un momento de perdición... tan solo un poco de esa locura y el frenesí que haría que volviera de nuevo a la vida para salir de sus monótonas rutinas. Sin embargo una duda posaba sobre la mente de la peliroja... ¿Sería correcto intentar hacer algo con aquel extraño sin nada a cambio? En el burdel no estaba acostumbrada a seducir a cualquiera a menos que sospechara algo de su naturaleza, mucho menos a dejar que la tocasen. ¿Sería el un simple y vulgar humano?
Sin saber nada y con algunas confuciones en su cabeza, era inevitable sentir como cada palabra la envolvía en un aura seductora, como si aquel muchacho tuviera el poder de enamorar a la gente instantáneamente apenas con dirigir la palabra.
Por un instante deseó que la charla no terminara nunca... a menos que con una pequeña y loca esperanza que nacía entre la memoria, quizá las cosas evolucionaran.
-La muerte no significa nada cuando se ha convertido en tu sombra incluso desde antes de dar el primer respiro. –contestó inmediatamente ante sus palabras mientras podía sentir el suave humo depositado tan cerca de ella haciendo que comenzara a perder la cabeza.
A pesar de ser una cortesana corriente ante las miradas marginales del pueblo, jamás se había sentido con deseos de dejarse tocar por alguna piel ajena como muchos pensaban de ella, y por primera vez desde aquel encuentro en donde puso fin a su pureza, su piel ardía cual hoguera y cada movimiento de ese hombre parecía gritar para que la fémina se convirtiera en una esclava de su aliento.
-No suelo pensar en el futuro, tan solo disfruto el placentero frenesí del presente buscando poder mantener mi vida eterna, y luego... esperar las consecuencias. Es mas divertido así… ¿No lo cree usted? –preguntó finalmente mientras una dura y seductora mirada se escapaba de entre los ojos atacando a la mirada contraria mientras una ligera sonrisa le acompañaba invitándole a compartir el mismo pecado que se le cruzaba ahora por la mente.
-¿Sabe? Yo trabajé en este lugar por varios años… -mencionó mientras resbalaba lentamente la palma por la mesa en camino hacia la rebajada botella. -…tengo acceso libre al cuarto de vinos si desea ir usted mismo y… escoger otro mejor. –ladeó la cabeza un poco para lucir ese cuello y tentar a la mirada a que siguiera el camino de este hasta sus pechos los cuales sentía que llamaban por él.
La invitación a adentrarse en aquellas fantasías llenas de lujuria estaba hecha.
-Sí... -dijo en apenas un susurro mientras lo observaba fascinada como si se hubiera perdido en un profundo trance por algunos segundos mientras le escuchaba. Tan hipnotizada se encontraba ya entre esa voz grave y hermoso rostro que hizo caso omiso a la pregunta de su acompañante acerca de sus miedos, tan solo para seguir escuchando y embriagándose ante ese varonil sonido.
El mensaje entre sus palabras era claro, se sentía tan solo como ella y buscaba tan solo un momento de perdición... tan solo un poco de esa locura y el frenesí que haría que volviera de nuevo a la vida para salir de sus monótonas rutinas. Sin embargo una duda posaba sobre la mente de la peliroja... ¿Sería correcto intentar hacer algo con aquel extraño sin nada a cambio? En el burdel no estaba acostumbrada a seducir a cualquiera a menos que sospechara algo de su naturaleza, mucho menos a dejar que la tocasen. ¿Sería el un simple y vulgar humano?
Sin saber nada y con algunas confuciones en su cabeza, era inevitable sentir como cada palabra la envolvía en un aura seductora, como si aquel muchacho tuviera el poder de enamorar a la gente instantáneamente apenas con dirigir la palabra.
Por un instante deseó que la charla no terminara nunca... a menos que con una pequeña y loca esperanza que nacía entre la memoria, quizá las cosas evolucionaran.
-La muerte no significa nada cuando se ha convertido en tu sombra incluso desde antes de dar el primer respiro. –contestó inmediatamente ante sus palabras mientras podía sentir el suave humo depositado tan cerca de ella haciendo que comenzara a perder la cabeza.
A pesar de ser una cortesana corriente ante las miradas marginales del pueblo, jamás se había sentido con deseos de dejarse tocar por alguna piel ajena como muchos pensaban de ella, y por primera vez desde aquel encuentro en donde puso fin a su pureza, su piel ardía cual hoguera y cada movimiento de ese hombre parecía gritar para que la fémina se convirtiera en una esclava de su aliento.
-No suelo pensar en el futuro, tan solo disfruto el placentero frenesí del presente buscando poder mantener mi vida eterna, y luego... esperar las consecuencias. Es mas divertido así… ¿No lo cree usted? –preguntó finalmente mientras una dura y seductora mirada se escapaba de entre los ojos atacando a la mirada contraria mientras una ligera sonrisa le acompañaba invitándole a compartir el mismo pecado que se le cruzaba ahora por la mente.
-¿Sabe? Yo trabajé en este lugar por varios años… -mencionó mientras resbalaba lentamente la palma por la mesa en camino hacia la rebajada botella. -…tengo acceso libre al cuarto de vinos si desea ir usted mismo y… escoger otro mejor. –ladeó la cabeza un poco para lucir ese cuello y tentar a la mirada a que siguiera el camino de este hasta sus pechos los cuales sentía que llamaban por él.
La invitación a adentrarse en aquellas fantasías llenas de lujuria estaba hecha.
Lilith O'Hara- Prostituta Clase Baja
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Re: Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
El espiral gira y gira, no sigas sus ondulas ruedas, no sigas mirando o perdido estarás si sigues pecando…
Era una trampa lo que comenzaba a envolverse entre esa humana y el vampiro que solitario se hallaba de caricias de su amante, tan solo estaba que ni la soledad le podía calmar esta necesidad de pecar, encontrarse en el ardor del fuego una vez más, perder la locura en la carne como el violín que sabía poseerlo como nunca. Pero mirándola, no era atractiva para este poeta perdido en un abismo sin salida, ¿Que podría esperar? De ella ni sus palabras eran un tejar de poemas que hubiese aclamado de una mujer para envolverse en ellos y jugar a que el guardián de media noche despertara, aunque su belleza como todo arte le atrajera. Vaya pensamiento maldito, menuda manera de fluir la sensación de dolor, causar daño y dejar que deseara este templo…
—Y si nunca se dio un respiro... ¡Vaya que tormento, vaya suplico! ¿Es lo que cree? — Palabras carecientes de razón, la demencia discernida en un placer extraño de hacer sufrir a su interlocutora, tentándola en una seducción que se libera por la travesía de un juego. Y por lo visto ambos pedían a gritos ser llevados a la inmundicia de un erotismo aunque el secreto haya liberado, “vida eterna” Mismo deseo de putas suplicantes, ruegos inmemorables por la paga de sus templos, vaya humillación que aceptaban y aun así no se les concedía nada, solo se aprovechaba de esa mundana obra barata, destrozarlas con un rechazo ante todo.
Y la negación se hizo presente, estaba en desacuerdo con ella pero no se perdería esta burla aunque su tristeza se interponga y el inicio de todo ya comenzara…
Se levanta, llevando la pipa sobre los labios y la copa en la mano, caminando hacia la humana y acepta su propuesta, lo que no sabe es que comenzara a sentir el desprecio por lo que sucederá.
— Adelante, déjeme desnudarla en lo que camina…—Con la mirada fija, desprendiendo esa ropa con la mirada, haciéndose a un lado cediendo el paso, había sido descarado ante tal demanda pero para que engañar al diablo cuando se conocen sus verdaderas intenciones.
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
Tenía tanto tiempo que no pensaba en todo eso, ¿Porque todo regresaba a su mente tan de repente si ya había olvidado su pasado? Tanto le había costado construirse una imagen fuerte para que no le pasaran por encima y sin embargo este hombre venía y le recordaba que efectivamente... todo aquello era un tormento.
La mujer volvió a sentirse como lo que era y ella había olvidado: una maldita bastarda que no merecía haber nacido, alguien a quien nunca nadie había querido desde su nacimiento y que incluso desde su concebimiento había sido odiada a excepción de su madre que había entregado su vida a cambio de que Lilith naciera sin saber que desde su primer día de vida sería echada a la calle.
Si por el mundo fuera ella no estaría respirando en estos momentos... Y así sería muy pronto de no encontrar a la bestia que terminara con esa agonía de que algún día podría quedar sin vida, dándole el asqueroso placer a aquellas personas para los que la vida de Lilith era una desgracia.
Con la mirada baja y perdida se mantuvo pensando en lo poco que valía su vida en estos momentos, y una vez mas se entregó a la libertad de los vicios sin importar lo que pasara después, eso era lo único que la hacía revivir de nuevo... Entregarse a ese loco frenesí y alimentar su propio ego, acariciar levemente a la muerte aunque a veces le tuviera miedo. Estiró la mano para cojer la botella dejando la pregunta de Nicolás en el aire y llenó la solitaria copa que descansaba sobre aquella inmunda madera, de pronto todo se volvió tan desagradable que hasta el vino que se empinó de un solo trago le supo amargo mas no hizo ninguna mueca.
A pesar de trabajar en un burdel haciéndose pasar por una prostituta y después de haber seducido a miles de hombres cada noche con sus bailes eróticos, el hecho de compartir la cama con un extraño y dejar que le tocase le hacía sentir una profunda repugnancia... Sin embargo en estos momentos nada le importaba, aquél muchacho de la melancólica mirada era todo lo que ahora deseaba y al hacer aquella invitación al cuarto de vinos la delataba. Se puso de pie para caminar por delante de su acompañante y con una ligera mirada a sus espaldas le sonrió para que lo acompañase hasta la puerta que se encontraba en el fondo muy escondido de a taberna, abrió la puerta ligeramente y se adentró para dar paso a su "nuevo amigo" asegurándose que nadie los viera aunque poco le importaba en la reputación de ella.
-Terminó de desnudarme con la mirada o... ¿Le gustaría comprobar algo más? -susurró al cerrar la puerta a sus espaldas y recargándose en la madera de esta. Por un momento sintió que lo tenía... pero algo extraño en su interior le gritaba que se tenía que cuidar y no lograba entender el porqué.
La mujer volvió a sentirse como lo que era y ella había olvidado: una maldita bastarda que no merecía haber nacido, alguien a quien nunca nadie había querido desde su nacimiento y que incluso desde su concebimiento había sido odiada a excepción de su madre que había entregado su vida a cambio de que Lilith naciera sin saber que desde su primer día de vida sería echada a la calle.
Si por el mundo fuera ella no estaría respirando en estos momentos... Y así sería muy pronto de no encontrar a la bestia que terminara con esa agonía de que algún día podría quedar sin vida, dándole el asqueroso placer a aquellas personas para los que la vida de Lilith era una desgracia.
Con la mirada baja y perdida se mantuvo pensando en lo poco que valía su vida en estos momentos, y una vez mas se entregó a la libertad de los vicios sin importar lo que pasara después, eso era lo único que la hacía revivir de nuevo... Entregarse a ese loco frenesí y alimentar su propio ego, acariciar levemente a la muerte aunque a veces le tuviera miedo. Estiró la mano para cojer la botella dejando la pregunta de Nicolás en el aire y llenó la solitaria copa que descansaba sobre aquella inmunda madera, de pronto todo se volvió tan desagradable que hasta el vino que se empinó de un solo trago le supo amargo mas no hizo ninguna mueca.
A pesar de trabajar en un burdel haciéndose pasar por una prostituta y después de haber seducido a miles de hombres cada noche con sus bailes eróticos, el hecho de compartir la cama con un extraño y dejar que le tocase le hacía sentir una profunda repugnancia... Sin embargo en estos momentos nada le importaba, aquél muchacho de la melancólica mirada era todo lo que ahora deseaba y al hacer aquella invitación al cuarto de vinos la delataba. Se puso de pie para caminar por delante de su acompañante y con una ligera mirada a sus espaldas le sonrió para que lo acompañase hasta la puerta que se encontraba en el fondo muy escondido de a taberna, abrió la puerta ligeramente y se adentró para dar paso a su "nuevo amigo" asegurándose que nadie los viera aunque poco le importaba en la reputación de ella.
-Terminó de desnudarme con la mirada o... ¿Le gustaría comprobar algo más? -susurró al cerrar la puerta a sus espaldas y recargándose en la madera de esta. Por un momento sintió que lo tenía... pero algo extraño en su interior le gritaba que se tenía que cuidar y no lograba entender el porqué.
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Re: Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
“Deséala con el pensamiento y no caigas en la acción. Porque la venda de la moral nos impide sentir el dolor del prójimo… ¿En qué círculo del infierno te estarás quemando, Servidor del diablo?”
Tentado a sucumbir el placer de una manía que ganaba por complacer los deseos propios y sobre todo, el más excitante goce, el sufrimiento adquirido por su amante, jugar con él por ser seguidor de las bajas pasiones, obtener ese dolor producido pero no es infidelidad lo que comete, él es el único que ha desprendido todas las evocaciones mientras que los demás son una mínima parte de una lujuria, un pecado consumado por mero entretenimiento.
Como ahora no se deja caer a la tentación, él está llevando a que tiente esa mujer el peligro que significaba el ir a un lugar para estar solos, peor error cometido como las otras, porque el reino ensoñado era hacerles sufrir y a base de ello se volvieran locas por la satisfacción.
Y con la mirada posada en sus curvas, su exquisita piel nutrida de una linfa dulzante, el palpitar de su corazón despreocupado, desprendiendo los pasos sin causar ruido alguno más que el caminar ajeno, observando esas posaderas sensuales que se balancean de un lado a otro, presumiendo de su carne y de las piernas atrayentes que tenía. Era un anhelo diferente, no quería encamarse con ella sino jugar con su templo, ser travieso con cada segmento forjado como a una endurecida piedra. Se maquillaba indiferente, el rostro con el matiz de su melancolía y el porte de un demente ensoñado esperando el poder liberar los demonios de los pecados capitales.
—No he terminado, más sin en cambio tus senos son los que quiero desnudar en este preciso momento… — Descarado, mostrando el juego como era, sin rodeos, mirándole fijamente, manteniendo la pipa en los labios y desvía la mirada hacia el mueble de los vinos, enfocándose en la búsqueda de uno, uno que este bien añejado. — Hagamos de este un lugar placentero porqué mejor no te desnudas por completo, así verifico si errado estaba al imaginarte desnuda...Hazlo, mejor seduceme, haz que quiera poseerte, muéstrame que no simplemente eres una puta, y si lo eres, dime con tu cuerpo el porque tendría que desearte, desnudame tu valor como mujer—Su voz se liberaba con exactitud, prosiguiendo con la búsqueda hasta que coge uno que le conquisto de inmediato por el olfato, acariciando un poco de esta y la va abriendo para servirse en su copa la cual vaciada estaba y eso era una desilusión, tendría que ir siempre de un buen vino para sus trastornas ansias y que maravilla era interpretar la mente con un vicio.
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
Una sonrisa de victoria se apodero de la peliroja al escuchar tales palabras, sentía que quizas esta noche no estaría tan perdida y que había encontrado a un buen amigo con quien divertirse para perderse por un rato.
Con los labios estirados de oreja a oreja escuchó atentamente a la petición de aquel hombre tan intrigante, quiso reír por un momento al escuchar que él había pronunciado la palabra "errado" sin embargo se aguantó las ganas y quiso terminar de escucharlo, ¿Como alguien podría estar errado ante las fantasías que uno mismo tenía? Uno simplemente las cumplía y las sentía cuando quería...
-¿Acaso no estaba seguro de que me deseaba ya al acompañarme hasta este lugar? -le dijo mientras aún lo observaba desde la puerta sintiéndose ignorada, tan misterioso y elegante navegando entre las botellas y los barriles de diferentes licores, parecía por la forma en que se movía que buscaba a alguno en especial que le cantara para guiarlo y se mostró placentero a la hora de encontrarlo mirando aquél carmesí con deseo mientras vertía el líquido en su copa.
Si bien aquel hombre era un tanto extraño para ella, pero entre mas lo veía más parecía que su piel de porcelana pedía a gritos silenciosos ser tocada... Y el tono de voz en cada palabra, oh esa voz le hipnotizaba y hacía que dentro de lo mas profundo de la intimidad de Lilith algo cosquilleara.
Caminó hacia el vampiro lentamente mientras jalaba uno a uno los cordones de su vestido, un pie delante de otro suavemente se arrastraba y sus manos hacían su trabajo mientras la ropa desabrochaba, una vez frente al hombre las mangas de aquellos trapos ya no se preocupaban por sostenerse mas sobre sus hombros y como seda fueron resbalando por sus blancos brazos hasta dejar sin escondite y al descubierto sus pezones.
-Es tan simple como aquella pipa... o decide fumarla y la prueba, o deja que se consuma hasta apagarse. -dijo fijamente a los ojos mientras sumergía las uñas en el obscuro cabello del hombre sin miedo a tocarlo, mientras tanto el vestido... ya había completado su amistad con el suelo.
Con los labios estirados de oreja a oreja escuchó atentamente a la petición de aquel hombre tan intrigante, quiso reír por un momento al escuchar que él había pronunciado la palabra "errado" sin embargo se aguantó las ganas y quiso terminar de escucharlo, ¿Como alguien podría estar errado ante las fantasías que uno mismo tenía? Uno simplemente las cumplía y las sentía cuando quería...
-¿Acaso no estaba seguro de que me deseaba ya al acompañarme hasta este lugar? -le dijo mientras aún lo observaba desde la puerta sintiéndose ignorada, tan misterioso y elegante navegando entre las botellas y los barriles de diferentes licores, parecía por la forma en que se movía que buscaba a alguno en especial que le cantara para guiarlo y se mostró placentero a la hora de encontrarlo mirando aquél carmesí con deseo mientras vertía el líquido en su copa.
Si bien aquel hombre era un tanto extraño para ella, pero entre mas lo veía más parecía que su piel de porcelana pedía a gritos silenciosos ser tocada... Y el tono de voz en cada palabra, oh esa voz le hipnotizaba y hacía que dentro de lo mas profundo de la intimidad de Lilith algo cosquilleara.
Caminó hacia el vampiro lentamente mientras jalaba uno a uno los cordones de su vestido, un pie delante de otro suavemente se arrastraba y sus manos hacían su trabajo mientras la ropa desabrochaba, una vez frente al hombre las mangas de aquellos trapos ya no se preocupaban por sostenerse mas sobre sus hombros y como seda fueron resbalando por sus blancos brazos hasta dejar sin escondite y al descubierto sus pezones.
-Es tan simple como aquella pipa... o decide fumarla y la prueba, o deja que se consuma hasta apagarse. -dijo fijamente a los ojos mientras sumergía las uñas en el obscuro cabello del hombre sin miedo a tocarlo, mientras tanto el vestido... ya había completado su amistad con el suelo.
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Re: Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
Para las mujeres el mejor afrodisíaco son las palabras, el punto "G" está en los oídos, el que busque más abajo está perdiendo el tiempo.
¿Por qué se creen las mujeres tan poderosas con su templo? Vaya incógnita, a pesar de seguir deleitando la carne que se maquillaba tentadora, no era un imperio el cual le pudiera seducir de tal manera hechizante, pero no se le haría tal grosería a esos senos relucientes, redondos, tan firmes que detonaban, necesitaban ser lamidos por este cuervo que pobre de su provocación, de su debilidad por alguien que se encontró a una puta que suplantara ese templo ensoñado por un humo.
Aunque el vino le enjaulara, lo mantuviera preso de su atracción, se quedó deleitándolo por un instante, meneando las manos como si fuese una mujer a la cual alabar sus curvas…—No, realmente en mi fantasía se encontraba alguien más, por ello es que quiero asegurarme que no es esa persona a la que vislumbre en su cuerpo sino a usted…—¿Por qué no podía guardar las cínicas palabras? Así de complejo parecía, ahogando el licor carmesí en sus entrañas tras dar un sorbo de esa copa, añejado, complaciente era el líquido esperando tal petición que se ejecutara y así es que acecho con los orbes fijos en sus prendas. —Así que desea que la pruebe y la “fume”… No es necesario eso, mi boca esta sedienta, por ello no se preocupe, al menos obtendrá algo más que le mantenga encendida.—la lengua se desplazó por los labios, lujurioso, sediento de un nuevo dulce aflorado con esa humanidad, sosteniendo con una mano la copa y con la otra atrae a la mujer de su cadera y el rostro se acerca a cierta altura de su seno derecho y posa un beso tras avanzar con sus prendas con sensualidad y deshacerse de ellas, dejando que cayeran por completo en el suelo y reluciera esa piel exquisita— ¿Qué le parece si jugamos? Siendo desconocidos no creo que rechace mi petición, además ambos saldremos ganando, usted por el nuevo placer que conocerá y yo por zacear estas ganas de entretenerme con malicia.
Lentamente demostraba sus negras intenciones, moviendo la rodilla en esa entre pierna, haciendo que se sentara sobre esta, curvándola para morbosear esa finura y ver qué tan ágil era en moverse y sucesivamente prosiguió con la copa que la inclino y el licor se deslizo por la línea que dividía sus senos hasta el ombligo —¿Ha jugado con su templo… Brindarse usted misma el placer sin necesidad de que un miembro le introduzca? — Quería saber a qué grado de pasión jugaría, si debía esparcir más de ese vino en su templo o un semen que le seducirá hasta el alma.
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
Las palabras del hombre parecían razguñarle el ego fuertemente, ¿cómo se atrevía a hablarle de otra persona cuando ahí estaba ella deseosa por él?, mostrando su cuerpo sin miedo y ardiendo en deseo… cuando a pesar de trabajar en un lugar de prostitutas ella nunca lo hacía con alguien. Tanto tiempo sin ser tocada, tanto tiempo sin ser besada… y ahora aparecía esta misteriosa figura de la cual no sabía ni su nombre. ¿Acaso él no se daba cuenta de lo mucho que ella le daba?
Algo dentro de ella dolía, pero no tuvo mucho tiempo para pensar en ello porque en cuanto menos se lo esperaba la mano del hombre ya estaba sobre su cadera sorprendiendo a la mujer por tal acto y robándole un respiro que parecía había recorrido por todo su cuerpo como si fuera una corriente de electricidad y saliendo bruscamente de entre sus labios. Sin poder evitarlo su espalda se amoldó a la perfección ante el brazo del muchacho encorvando su figura, desde su espalda hasta su cuello y facilitándole el acceso a su cuerpo para tan solo sentir un beso en su seno.
-¿Jugar…? –apenas pudo pronunciar ante la excitación en la que se encontraba escuchando atentamente sus palabras, el tono de su voz le erizó la piel una vez más y se dio cuenta de la posición en la que se encontraba, la mujer seductora y fuerte con la que había convivido todos los días se había ido y en su lugar había venido una niña traviesa con ganas de experimentar cosas nuevas y probar el elixir que le ofrecieran, una sumisa… que haría todo lo que le pidieran.
Algo dentro de ella se derretía y su cara no podía ocultarlo, sus dientes apretaban fuertemente un poco de su labio inferior mientras sentía como su sexo deseaba mas de lo que ya sentía en estos momentos con la rodilla de su domador, su cuerpo ya no era de ella, no podía controlar lo que hacía… ¿Hacía cuanto no le excitaba una persona?
Tan solo el día en que su pureza se la había llevado el hombre al que quizá amó algún día fue la única vez que había sentido algo similar, pero esto iba mas allá… porque esta vez no había sentimientos, tan solo un deseo carnal que se apoderaba de su mente y de su cuerpo, algo dentro de su alma que le gritaba, había dejado de ser ella y se había convertido por un momento en propiedad de alguien mas para que le hiciera lo que quisiera.
-Sí… lo he hecho alguna vez. –contestó con toda la sinceridad y sin miedo alguno. –Lo hago pensando en que quizás un día alguien pueda darme tal placer que nadie a sabido darme.
Algo dentro de ella dolía, pero no tuvo mucho tiempo para pensar en ello porque en cuanto menos se lo esperaba la mano del hombre ya estaba sobre su cadera sorprendiendo a la mujer por tal acto y robándole un respiro que parecía había recorrido por todo su cuerpo como si fuera una corriente de electricidad y saliendo bruscamente de entre sus labios. Sin poder evitarlo su espalda se amoldó a la perfección ante el brazo del muchacho encorvando su figura, desde su espalda hasta su cuello y facilitándole el acceso a su cuerpo para tan solo sentir un beso en su seno.
-¿Jugar…? –apenas pudo pronunciar ante la excitación en la que se encontraba escuchando atentamente sus palabras, el tono de su voz le erizó la piel una vez más y se dio cuenta de la posición en la que se encontraba, la mujer seductora y fuerte con la que había convivido todos los días se había ido y en su lugar había venido una niña traviesa con ganas de experimentar cosas nuevas y probar el elixir que le ofrecieran, una sumisa… que haría todo lo que le pidieran.
Algo dentro de ella se derretía y su cara no podía ocultarlo, sus dientes apretaban fuertemente un poco de su labio inferior mientras sentía como su sexo deseaba mas de lo que ya sentía en estos momentos con la rodilla de su domador, su cuerpo ya no era de ella, no podía controlar lo que hacía… ¿Hacía cuanto no le excitaba una persona?
Tan solo el día en que su pureza se la había llevado el hombre al que quizá amó algún día fue la única vez que había sentido algo similar, pero esto iba mas allá… porque esta vez no había sentimientos, tan solo un deseo carnal que se apoderaba de su mente y de su cuerpo, algo dentro de su alma que le gritaba, había dejado de ser ella y se había convertido por un momento en propiedad de alguien mas para que le hiciera lo que quisiera.
-Sí… lo he hecho alguna vez. –contestó con toda la sinceridad y sin miedo alguno. –Lo hago pensando en que quizás un día alguien pueda darme tal placer que nadie a sabido darme.
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Re: Heard that we both got nothing to do... [+18] (w/Nicolás)
Dócil finura, se entrega a las espinosas alas del cuervo y no sabe que terminara herida; ¡Que destreza posee en sus labios, una palabra y rendida ha caído!Que perspicacia de su templo ha tenido, endurecidos senos que engalanan esos bellos erizados, a leguas su tersa piel ofrece ese nerviosismo instintivo del templo al ser sorprendido en una especie de caricia, observándole, rozando todo su templo con la mirada, necesitaba gozar de sus debilidades, jugar con esa intimidad, humedecerle, hacerle caer ese flujo, ese con el cual hace maravillas.
Emprendiendo un masajeo con la rodilla en lo que desciende al recorrido de ese vino tinto y con la lengua va recorriéndolo, desde la línea que dividía esos senos hasta una altura de su ombligo, apreciando el quemazón y el anuncio de esas venas que resaltan a ser ultrajadas, disecadas en un engañoso beso.— ¿Y piensa que solo ese placer es ser empotrada una y otra vez? — comentaba con el aliento recorriendo en su piel, negando que atrapa uno de sus labios y lo suelta con lentitud— Debería desnudar sus encantos, atraparme en vez de tenerle bajo mi encanto— ladeo un poco el rostro, volviéndose acercar a sus labios y solo hizo una sombra en ellos, fue deslizando a su cuello, mordiendo con solo la carnosidad de los mismo sobre su piel, descendiendo que se fue hincando, cuidando de que la copa de cristal no cayera o que su licor exquisito se desperdiciara…
—En lo que se dispones a atacarme, beberé un poco más, si es que no le importa.—el tono de su voz seductor, ya era su timbre una cuerda para hipnotizar, posándola sobre el suelo, deslizando la mano de la espalda para acomodarla de una manera en la que pudiese ser libre de movimientos amatorios, removiendo un poco la copa y la alza sobre el templo ni tan ajeno, inclinándola, haciendo que en un hilo desbordado descendiera el vino, bañándola hasta que se terminara el líquido de placer...
—¿Sabe el porqué del vino? Para ser una cortesana tendría que saber a la perfección esta acción —se saboreó los labios, liberando la lengua venenosa y fue a recorrer ese pergamino, desde el monte de sus senos, las curvas que denotaban en circular hasta la finura de su cadera, desprendiendo ese vestido por completo y sus endemoniadas manos entraron en contacto, al haber abandonado la copa.
Dejando por un momento los roces con la lengua, fue mordiendo con la carnosidad de los labios, haciendo posesión de su mano y la dirige hacia su intimidad, mientras tentador le delinea el contorno de su oreja y le susurra— Tóquese, jugaremos, quien se corre primero, si su alocada corona o mi endurecido falo…—tramposo hace que sienta el falo, se hallaba embrutecido por los excitantes pensamientos que tenia de su amado— Recuerde que estaba así antes de verle, su trabajo será terminar con ello y ensoñar que fue dueña de ello…—Posándose encima de ella pero no hay peso que se dejara, chupaba y lamia su piel. Bajando la braga del pantalón, desabrochándolo para liberar el falo, toda una bestia maquillada lo toma, se acaricia su hombría y sus ojos se fusionan con los de la humana, brindándole una visión erótica donde le tiene atada, hincada con las posaderas alzadas, castigándole con el cinturón de piel a estas, pegándole con fuerza hasta teñirla rojiza, tomar represalias por no ser ella quien este atacando en lo que comienza a masturbarse.
Emprendiendo un masajeo con la rodilla en lo que desciende al recorrido de ese vino tinto y con la lengua va recorriéndolo, desde la línea que dividía esos senos hasta una altura de su ombligo, apreciando el quemazón y el anuncio de esas venas que resaltan a ser ultrajadas, disecadas en un engañoso beso.— ¿Y piensa que solo ese placer es ser empotrada una y otra vez? — comentaba con el aliento recorriendo en su piel, negando que atrapa uno de sus labios y lo suelta con lentitud— Debería desnudar sus encantos, atraparme en vez de tenerle bajo mi encanto— ladeo un poco el rostro, volviéndose acercar a sus labios y solo hizo una sombra en ellos, fue deslizando a su cuello, mordiendo con solo la carnosidad de los mismo sobre su piel, descendiendo que se fue hincando, cuidando de que la copa de cristal no cayera o que su licor exquisito se desperdiciara…
—En lo que se dispones a atacarme, beberé un poco más, si es que no le importa.—el tono de su voz seductor, ya era su timbre una cuerda para hipnotizar, posándola sobre el suelo, deslizando la mano de la espalda para acomodarla de una manera en la que pudiese ser libre de movimientos amatorios, removiendo un poco la copa y la alza sobre el templo ni tan ajeno, inclinándola, haciendo que en un hilo desbordado descendiera el vino, bañándola hasta que se terminara el líquido de placer...
—¿Sabe el porqué del vino? Para ser una cortesana tendría que saber a la perfección esta acción —se saboreó los labios, liberando la lengua venenosa y fue a recorrer ese pergamino, desde el monte de sus senos, las curvas que denotaban en circular hasta la finura de su cadera, desprendiendo ese vestido por completo y sus endemoniadas manos entraron en contacto, al haber abandonado la copa.
Dejando por un momento los roces con la lengua, fue mordiendo con la carnosidad de los labios, haciendo posesión de su mano y la dirige hacia su intimidad, mientras tentador le delinea el contorno de su oreja y le susurra— Tóquese, jugaremos, quien se corre primero, si su alocada corona o mi endurecido falo…—tramposo hace que sienta el falo, se hallaba embrutecido por los excitantes pensamientos que tenia de su amado— Recuerde que estaba así antes de verle, su trabajo será terminar con ello y ensoñar que fue dueña de ello…—Posándose encima de ella pero no hay peso que se dejara, chupaba y lamia su piel. Bajando la braga del pantalón, desabrochándolo para liberar el falo, toda una bestia maquillada lo toma, se acaricia su hombría y sus ojos se fusionan con los de la humana, brindándole una visión erótica donde le tiene atada, hincada con las posaderas alzadas, castigándole con el cinturón de piel a estas, pegándole con fuerza hasta teñirla rojiza, tomar represalias por no ser ella quien este atacando en lo que comienza a masturbarse.
El mejor protocolo de excitación, es ejercer primero la mente y después el copular con la sensación aumenta la demencia en un encuentro sexual dedicado al pecado...
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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