-.- Odia los gatos y amate a ti mismo [Libre]

por **Xhex** Miér Nov 09, 2011 7:22 pm

-¡Virgen santa! Esto es enorme-Algo no cuadraba bien en sus planes-Me equivoque de camino...-Deberia de decir perfecto, pero comenzaba a sentirse un poco melancólica. Observaba las estrellas a través de la ventana de cristal oscura que adornaba la iglesia. Se sentía sola y con aire jadeante, suspiro mientras apoyaba su frente contra el cristal de la ventana. Visualizaba los jardines que se expandían ante su mirada y de nuevo soltó un suspiro. Comenzaba a ver a la gente por los pasillos, por los bancos, pero no hablaba con nadie. Estiro los brazos hacia arriba, bostezo tranquilamente a la vez que apartaba su mirada lejos de aquella vista y se situaba su camisa andrajosa encima de los pantalones que llevaba esa noche. Necesitaba algo que hacer para esa noche y que mejor forma de equivocarse de camino. No habia nada mas gratificante que un monton de pueriles vestidos de negro y muertos como tumbas. Algo le aburria mucho y, como en muchos casos no sabia que hacer para arreglar eso. Llegas a un punto que sueñas hasta de pie, como si te pusieras en algun estado alfa de repente, oh, vaya si eso le ha pasado a ella alguna vez. Sus pasos fueron ligeros, silenciosos por el marmol de aquel lugubre lugar, pero que a la vez le traia amargos recuerdos. De siempre fueron católicos, con la cruz en la entrada y en la parte de atras de su antiguo hogar, protegian la casa siempre, alejando cualquier mal que existiera.

Un gesto torcido aparecia en su rostro, mostrando una cara aburrida, no sabia que hacer, a lo mejor era correcto dejar de molestar a todos o eso es lo que le enseñaron anteriormente. Aun asi, estaba sola, creia en ese consejo al cincuenta por ciento, pero la otra mitad carecia de sentido para su sentido común. Se apoyó contra la ventana de nuevo y comenzó a soñar, que estaba aferrada a un hombre, un poco más alto que ella y estaba al contraluz, por lo que no veía su rostro en las sombras. La tumbaba sobre el césped para comenzar a besarla por su piel, comenzando por su cuello a la vez que le aprisionaba a la fuerza sus muñecas sobre su dorada melena y como comenzaba a llorar. Fue tan real el sueño que cuando despertó se encontró su rostro empapado de lágrimas. ¿Qué había sido eso?-pensó- Era un sueño que comenzó a incordiarla desde hace dos noches. Se despertaba embadurnada de lágrimas y con unas ojeras de campeonato. Nadie sabía lo de aquel sueño, ni siquiera su madre, ni su amigo esclavo Travis el cual, estaba a su lado cuando aún estaba al lado de su hermana hace tres años. Se limpió las lágrimas y se levantó para ponerse detrás de la columna de la catedral.-¡Achis!-Estornudo con brusquedad, fue atrapada por dos guardias de brazo a brazo y sin ningun cuidado, la echaron a la puerta de la iglesia, lejos de aquellos ventanales los cuales le habia gustado observar la calle.

Se asomo al borde de la barandilla de la cornisa que adornaba el exterior de la iglesia y lo que vio fue a un gato negro maullando, pidiendo auxilio. No pudo resistirse a ayudarlo y de un alto salto, paso una pierna por encima de la barandilla a modo de potro y despues paso la otra pierna con cuidado. Vaya, llevaba los zapatos un poco destrozados y se resbalaría, pero procuraria no caer. Apoyo los pies sobre lo que era un saliente de la azotea en direccion horizontal y se fue acercando poco a poco al felino atrapado en una losa de cemento bastante pequeña-Gati...¡TO!-Sonrió afable para que no tuviera miedo de ella, pero el que corre se las pela y el felino era de menos, corria como el viento lejos de su alcance, lejos de las manos extendidas de la chica que queria hacer una buena acción, pero, cuando ya tenia al gato casi cogido entre sus brazos, no supo reaccionar a la negativa del felino, se quedo en el sitio mientras intentaba defenderse del gato hasta que echa un ovillo en aquella estrecha cornisa, pudo escaparse de los arañazos del gato. Había Estado muy cerca del gato, alzo su brazo en dirección al gato para que saltara a sus brazos nuevamente, pero este se dio la vuelta, se fue y para sorpresa de Xhex, perdio el equilibrio y cayo de la barandilla hasta que se agarro en un pequeño saliente de la cornisa, del pequeño saliente de piedra. Alzó su mirada, el gato rabioso no estaba, genial, pero ahora ¿Como bajaba? Trago saliva y cuando quiso bajar, un mareo le entro de repente-¡Kyaaa!-¡No! tenía que ser fuerte y pensar algo rápido, pero ¿Qué?

por **Jacqueline S. Ritchway** Dom Nov 13, 2011 10:28 am

Solitaria. En uno de los templos que habia visitado, en una piedra que daba a los visitantes, habia una inscripcion. Tambien una frase al final pero el autor habia decidido tacharlas. Era el mensaje de lo que habia escrito. Luego de leerlo atentamente, no fue dificil encontrarle el sentido...porque lo vivia...Uno no puede leer "Solitaria", porque lo siente...

Oh, Dios mio...Padre de quienes aun están vivos...es cierto lo que he visto en una casi segunda muerte...? Es acaso esa horrible agonía lo que nos espera a quienes nos hemos alejado de tu lado...?

Al ser tragados por la oscuridad y nuestra vida enviada al exilio cuando nos transformamos en seres de la noche, se dice que es cuando Dios no posa más sus ojos en nosotros y el Diablo lo hace. Siempre oia leyendas urbanas de nosotros y de que si pisabamos suelo sagrado de las tierras de Jesucristo, arderíamos como si nos expusieramos al sol. Pero no alli. No era una Catedral comun y corriente. Ya habia decifrado algunas palabras clave en sus muros.
Era una Catedral para cualquier ser, mortal o inmortal, que penetrase en ella.

Prendi unas velas y observe a algunos humanos rezar y pedir por sus vidas. Deberian pedir el no ser tragados por alguien con nuestras fauces. Lamentablemente no me escucharian. No lo entenderian nunca. Sonrei. Que patetica me sentia alli observando a algunos orar porque les llueva dinero del cielo...

Escuche como un pequeño grito y mire que una joven estaba por caerse.
-Sueltate! Yo te atrapare!-le dije en voz alta, extendiendo mis brazos. Faltaria que confiase en mi.

por **Xhex** Dom Nov 13, 2011 5:57 pm

¿Qué? ¿Ya estaba muerta? Escuchaba las voces del más allá, podía escuchar la voz de su madre que...Abrió los ojos y vio que estaba aun colgada de aquella cornisa de piedra, alguien la gritaba desde abajo y para colmo podría aplastarla-¡¿PERO QUE DICES! ¡TE APLASTARE!-Ella tenía más peso muscular que ella, podría aplastarla. Procuro no mirar demasiado hacia abajo pues las alturas era algo con lo que luchaba, no las soportaba, pero no podría quedarse ahí eternamente, así que se soltó cerrando los ojos y esperando y esperando hasta que finalmente parecía estar encima de alguien. Encogida en el sitio, se mantenía hecha la figura de un oso encorvado entre mazorcas, aunque ahora estaba encima de alguien, en París y a la vista de mucha gente. Eso le importo poco, miraba a la gente, hasta llegar a saludar con la mano a alguien que no conocía y en cuanto miro hacia abajo, se aparto rápidamente-¡Ahí va! ¡Leches!-rápidamente se separo de la que le había ayudado-Ahí...Hola... ¿andas bien?-Dijo con suavidad arrodillándose al lado de la chica que parecía un poco aturdida-¡¿HOOLAAA?!-Dijo sumamente de nuevo pues parecía no responderla al instante y esto, a pesar de tener paciencia, le incomodaba no recibir respuesta. Para mejor salvavidas, se echo hacia atrás a señal de un extraño aroma que comenzó a oler en el ambiente-Joer...Como huele...-No pudo evitar poner un gesto raro a causa del olor, era extraño, olía a sándalo, no le gustaba el sándalo, pero que le iba a hacer-Quizás usted ha venido de adentro...me ha visto y ha gritado "Sueltate! Yo te atrapare!"-Dijo como relatando lo que habia pasado-Y entonces se ha quedado aqui...tumbada, pero aún es muy temprano para dormir...-Ladeo el rostro a modo de curiosidad mientras aún seguia arrodillada al lado de la mujer.

por **Jacqueline S. Ritchway** Dom Nov 13, 2011 7:44 pm

Suspire. Medi mal su caida y me habia golpeado la cabeza. Me levante un poco mareada y con ella hablando de algunas cosas. Oh, si...ya lo recordaba...ella estaba colgando y yo trate de atraparla pero falle en medir su caida pero al menos ella parecia estar mejor. Me pare derecha, frotandome la sien y le dije:
-Estoy bien, descuida...al menos tu no saliste herida.-luego recupere un poco más de conciencia.

Escuche su comentario de oler mal pero luego entendi que simplemente era porque ella era una lycan. Sonrei, ella tenia un aspecto de alguien muy tierno. Rei un poco ante su comentario de dormir.
-Nunca duermo asi que no te preocupes, que no lo hare...-le dije con un poco de ironía. Pero bueno...lo peor aparentemente habia pasado.

por **Xhex** Mar Nov 15, 2011 3:47 pm

Extrañamente la miraba a los ojos que ella tenía en su cara. Ciertamente, eran de un color claro por el brillo de las farolas-¿Qué haces aquí?-Pregunto con esa inocencia, que poco a poco iba asomándose traviesa y sin pudor alguno-Pero levántate o cojeras polvo y te pondrás mala...pero ¿Cómo has sobrevivido a mi peso? En cierto modo las hay raras...-Esto último fue más que un susurro, un pensamiento para ella misma que un comentario compartido con la persona que había tirado y bueno, en parte le había ayudado a que no muriera. Menuda manera de empezar por estos lares. París solía esconder ciertos secretos que de algún modo Xhex, estaría más que dispuesta a desenvolverlos como si se tratase de una caja de regalos. Miro a la chica y se puso de pie, se recoloco los pantalones, la camisa que llevaba puesta, pero algo que se había dejado arriba ahora lo echaba de menos, ahora que seguramente le haría mucha falta-Vaya...-miro hacia la cornisa en donde estuvo el pequeño gato y resoplo bastante enojada por habérselo olvidado.

Los guantes que se había encontrado, tan calentitos y suaves, ahora descansaban sin relleno encima del tejado de la catedral-Hola...perdona, ¿sabes cómo puedo volver a coger los guantes que se me han olvidado, allí arriba-señalo al sitio donde se había dejado los guantes-Es que son unos guantes especiales, que yo misma he encontrado, encima de un banco, cerca de las....-miro a la chica y la paro con el hombro-¿adónde vas? –Pregunto con una cara parecida a la de un perrito rabioso a cuando no le daban su premio después de salir de paseo-¡Anda ayúdame!-Le agarro de la camisa del vestido y se puso de rodillas, buscando algo de benevolencia en la actitud de aquella chica-Anda venga, si, si, si, si, ayúdame...anda ¡sí!-Se levanto del suelo para empezar a verla con un rostro serio, que a su vez llego algo de tristeza.

Quizás estaba siendo muy pesada, quizás sí o no, pero solamente quería sus guantes de vuelta, lo único que le aguardaba del frío en esa noche. Por lo menos y cuando pasaba por la panadería antes de llegar a la catedral, pudo oler los panes recién hechos. Cuanto le gustaba oler una y otra vez aquellos delicatesen que su dinero no se lo permitía. Solo tenía lo suficiente para unas migas de pan y poco más.

por **Jacqueline S. Ritchway** Mar Nov 15, 2011 6:44 pm

Sentia que trataba con una niña pequeña, era un poco extraño verla suplicante de esa forma por un par de guantes que encima se habia encontrado en una de las bancas. No sabia muy bien como hacer para llegar alli...habia una forma pero era...
Intente apelar a su "inocencia" para ayudarle.
-Yo soy una especie de maga, tengo fuerza y un poder oculto. Si cierras los ojos, te los cubres, y cuentas hasta 10, tus guantes y aquel gatito estaran en mis manos.-le dije de una forma seria pero con una sonrisa amable, algo que hacia que cualquiera me creyera.

En cuanto se cubrio y empezo a contar, use mi poder de vuelo, ascendi y tome los guantes con una mano y al gatito con la otra. Era muy bello y se me escapo un "kawai" cuando lo tuve conmigo. Baje y antes que dijera 9, ya estaba en el suelo con una sonrisa, un bello gatito en mis manos y unos guantes que en si, valieron la pena ir a por ellos.
Cuando descubrio sus ojos, le dije con tono cantarino:
-Tarán...

por **Xhex** Jue Nov 17, 2011 1:46 pm

¿Iba a jugar con ella? ¡Genial! Pero cuando quiso responderla, esta ya le dijo que cerrara los ojos, que contara hasta diez y le siguió el juego para después de haber llegado al 9,5 esta hacia un juego rítmico con la voz en cortas palabras. Abriendo los ojos vio que en sus manos tenía los guantes, los cogió con toda la alegría del mundo, poniéndoselos con elegancia, imitando a la gente de clase alta que ignoraban a los de su clase-Oh...el gato lo puedes tirar por ahí....-encogió sus hombros con bastante indiferencia cuando se refería al gato, lo miraba con cierto repelús, no quería acercarse al felino, preferiría tenerlo a más de cuatrocientos metros lejos de ella, al otro lado del mundo si hacía falta. Ya que al olor que desprendía el gato callejero, le removía las entrañas de su estomago-La verdad, solo quería los guantes-dijo volviéndolos a mostrar ahora situados como una segunda piel a sus manos.

-Y ese gato travieso me quería tirar el muy bribón...si encontrara a quién le dio vida, le arrancaría la cabeza..-Dijo violentamente mirando a los ojos celestes del gato que descansaba en brazos de la chica. Este, saltó al suelo, desapareciendo entre prisas en las sombras de la calle. Miró nuevamente a la chica y esta cruzo los brazos mientras la estudiaba de arriba abajo-Estás enferma, necesitas comer...y beber menos leche...estas muy blanca...-ladeo el rostro, ignorando que en frente suya podría tener a alguien a quien su raza había estado peleando durante bastante tiempo. El olor de antes, el de sándalo aun emanaba de la chica, se rasco la nariz, era un incordio, le picaba mas y mas la nariz, con lo que seguía rascándose aun mas hasta que sin darse cuenta, por un poquito saco sus garras y se hizo un corte al lado de la nariz al rascarse-¡Joder!-Vocifero en alto al ver en sus dedos un poco de sangre, pero como siempre, cogía parte de su camisa y de un tirón obtuvo un trozo de lino el cual paso para limpiar la sangre.

El corte se cerró al instante, dejándolo rojo, pero con alguna señal reciente de una herida. Bufó, no pintaba nada allí, así que solamente se dio la vuelta a regañadientes, maldiciendo por lo bajo y andando con las manos en los bolsillos, con las manos enguantadas y cabizbaja. Ahora, por donde iría. Vio y claro la orientación no era algo en lo que destacara como alguna gente, pero por un lado olía a pan recién hecho, en otro lado escuchaba la discusión prohibida entre dos frailes que parecían planear algo contra un tal Noire. No hizo ni caso y solamente se dispuso a ir a donde olía a pan recién hecho, ese olor en el que su estomago hacia que reviviera de un silencio de unas cuantas horas desde que se comió una manzana que estaba podrida por un lado, pero por la otra parte estaba sin ningún estropicio.

Desde entonces, no comió nada y ahora, de noche, estaba hambrienta. MUY hambrienta-¿Cuánto cuesta...el panecillo?-Pregunto a la dependienta mientras su boca se le hacía agua al ver como subían y bajaban los pollos asados dentro del asador-Po...llo....aaggg-Se estaba muriendo de hambre, su instinto perruno estaba queriendo salir, pero si no se tomaba algo de comer, habría grandes problemas-Galle...tt...aass...-Ahora miraba las galletas, era increíble ese lugar, un paraíso. Le podría dar un jamacuco enseguida si no hacía nada para calmar su hambre.

por **Jacqueline S. Ritchway** Jue Nov 17, 2011 5:12 pm

Lo que al parecer aun no entendia era el motivo por el que yo este palida y fria, no por beber leche, aunque lo admito, ese comentario si que me dio gracia. Pero no iba a arruinar un momento en el que quiza pueda conocer a una lycan amigable como ella.

Por poco y me desmayaba al ver su sangre, olia un poco extraña y de alguna forma me dieron ansias. Iba a ofrecerle mi pañuelo pero ella imporviso uno con su ropa. Suspire, intente calmarme e ignorar ese apetitoso efluvio que penetraba mi nariz. Parecia un gatito, me daba ternura y no sabia muy bien por que.

Se acerco a un puesto donde vendian algo de comida. Sinceramente la comida humana sabia a ceniza en nuestra boca, a veces el café o el vino se podian degustar mejor, tambien las sopas con puro tomate pero no era siempre de mi preferencia.
La vi con la boca llena de ansias y le dije a la vendedora:
-Deme una orden de pollo con panecillos por favor.-le pedi. No iba a dejar que ella mirase todo asi.-Espero compartas esto conmigo.

por **Xhex** Miér Nov 23, 2011 7:08 am

¿Podría ser verdad lo que veía sus propios ojos veía de repente? Una orden de pollo con panecillos que descansaba sobre sus brazos. Se lamio los dedos sin decir palabra alguna, para después lamerse los labios mirando ociosamente a aquel delicioso manjar. Miró y miro a la comida sin perder detalle, aquel brillo que tenia recién salido del horno era algo expectante, algo increíble. ¿Compartir? –Pero tú puedes tener toda la comida que desees, en cambio yo tengo que buscármela por mi misma....-Dijo mientras cruzaba los brazos con cierta inocencia para después mirar a la chica a esos fríos ojos-Pero has gastado parte de tus francos para que pudiera quitarme el hambre o me tirase encima de la dependienta para coger algo de comer...-miro a la mujer de la panadería con cara de asesina-La muy víbora, al parecer no iba a mover ningún dedo para darme de comer, la conozco, a veces me dio de comer en el orfanato que en ocasiones realizan esas comidas para los desamparados.....-susurraba lentamente cerca de la chica de piel pálida, demostrando cierta incomodidad hacia la dependienta con lo que después decidió dejarla en paz. No sabía por qué la trataba así ahora mismo pero ella misma, se había jactado en hacerla daño durante todo lo que llevaba de estancia en Paris.

Comenzaron a moverse lejos de aquellas ventanas que tenían pasteles aireándose tras salir del horno. Se sentó en un pequeño banco que había cerca de la catedral y mientras Xhex, devoraba un pedacito de carne, lentamente con placer y gusto, esta vio al gato de antes acercarse a ellas, acercarse para oler la comida más de cerca-¡QUIETO BICHO!-Dijo Xhex al verle saltar a los panecillos, dándole una patada de costado que aprendió de su antiguo amo. Su antiguo amo. Un vampiro que apenas la pegaba y en lugar de maltratos y malos ratos, él la enseñaba a pelear como un monje de los caballeros de fuego, aquellos que por su calva y ojos cerrados, lograban el equilibrio del Ying yang, llegando así a las artes marciales mas surtidas. Volvió tranquila a su comida, no le importaba si la otra, si su acompañante en ese momento de compartir comida, le asombraba el maltrato el animal, pero no quería arriesgarse a coger mierdas infecciosas-¡VETE AL INFIERNO! ¡ESTA ES MI COMIDA!-Dijo al gato con la voz alta, pero sin apenas llegar al límite de gritar a voces.

Comía y comía una y otra vez, hasta que ambas acabaron con la comida. Xhex se acariciaba la panza para después soltar un pequeño y disimulado eructo que enseguida se tapo la boca con la mano. Al parecer, su estomago no se quedo insatisfecho, no quiso saber cuándo tendría que repetir, pero esperaba que fuese pronto. Ahora, se concentro en el gato, que seguía buscando comida. La veía y seguía viéndole mientras este era de nuevo rechazado por la gente. Al final, tuvo que resignarse para sacar un panecillo que secretamente, se había escondido dentro del bolsillo del chaleco-Toma asqueroso gato...-su aroma de cloaca felina, le estaba revolviendo las tripas, pero el gato, al recibir el pan, este lo aparto con la pata delantera, rechazando la muestra de pena, pero en cambio, Xhex no se quedaría con los brazos cruzados.

Se levanto del banco en el que estaba sentada, y cogió el pan mientras abría la boca del gato para poder meter el panecillo dentro de la boca del gato-¡Ahora te lo comes! ¡Bribón!- Dijo con una sonrisa ladina, pero enseguida, el gato se defendió arañando a Xhex en el brazo. No hay nada que le preocupase a Xhex. Nada. No se preocupo en cuanto recibió el arañazo, le dolió, pero enseguida aquellos arañazos que tendrían que estar a la vista, apenas se veían-Gatito gatito...-el gato se las apaño para huir y no aparecer jamás. Mejor así. Encima de que le ofreció comida y el gato lo rechazaba. Que desconsiderada era la gente, incluso los animales.

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