Amber Xrisí D'Argeneau

Xrisí D'Argeneau

AMBER XRISÍ D'ARGENEAU
361 AÑOS REALES / 23 APARIENCIA
VAMPIRESA DE CLASE ALTA
HETEROSEXUAL - CONSORTE
GRIEGA

HABILIDADES:
Control Mental | Encandilamiento | Sentido del Peligro

Descripción Psicológica

El crepúsculo, una noche estrellada, el sonido de las olas en el mar, la lírica de Orfeo en el inframundo, el cantar de la luna obscura, el rugir de un dragón, el calor del fuego quemando los icebergs, la destrucción de un volcán en la selva… La briza del viento en un abrazo o la carcajada de Lucifer…

Xrisí es una de las mujeres más viperinas sobre la faz de la tierra. Sus labios guardan tras esa sonrisa de apariencia inocente, el veneno que podría causar la devastación de todo un Imperio y lo peor de todo es que no le interesa en lo más mínimo el daño causado porque no tiene escrúpulos. ¡Es el juguete sexual de su propio asesino! ¿Qué más se puede esperar? Déspota, cínica y arrogante, la combinación perfecta y que nunca faltara en una fémina de su calaña. Las razones su comportamiento no son de dominio popular, ella no confía en nadie y a nadie le interesa su vida. Así de simple. Si alguien intenta acercarse a Xrisí, será mejor que busque una excusa decente o de lo contrario se lo comerá vivo y no estamos hablando de forma metafórica. La rubia es capaz de perpetrar los actos más crueles jamás imaginados frente a una multitud sin sentir el mínimo ápice de miedo. Es frívola, ¿Alguna vez has sentido el placer de pasar un pedazo de hielo por tu cuerpo cuando estás atrapado en el infernoso verano? Ocurre lo mismo cuando te la encuentras en la calle. No le está permitido tener sentimientos, así que no lo hace o eso es lo que quiere creer.

Una vampiresa frustrada y reprimida, el pésimo carácter, la poca paciencia para los estúpidos, la necesidad de desquitarse con alguien... Se debe al secreto que guarda más allá de lo que el código de sus pensamientos se lo permite. ¡Está enamorada! No, no es una traidora y es real la devoción que tiene para con Mikhail (el desgraciado que le jodió la vida) pero esto no le resta puntaje a su hermano, Lucian. Se supone que está casada con el primero y también se supone que es de él pero tras las puertas de la mansión, ambos juegan con ella a la hora que se les venga en gana. Aunque poseen el mismo físico, aunque tengan los mismos pensamientos destructivos, Xrisí sabe con exactitud de que hermano se trata. La chica desarrollo el Síndrome de Estocolmo, perdiendo la batalla ante la diferencia entre Mikhail y Lucian, enamorándose perdidamente del segundo. No lo puede decir o moriría al instante. He aquí la develación del milenio. Si se lo preguntan, la indiferencia de su mirada responderá por ella. Toda una maestra en las mentiras, aprendió del mejor ¿No? Así que por más que se este pudriendo a causa de sus conflictos emocionales... no lo hará notable.

Egoísta y ególatra. ¿Quién dijo que la poligamia era un pecado? Apoyando esta noble causa ella podría estar con ambos Argeneau, lástima... Es el trofeo personal de Mikhail y aunque esto la coloca en un pedestal intocable, no la protege de ser la burla de las zorras que él lleva a casa. Le duele, es verdaderamente molesto que él haga eso y para desquitar su coraje, mientras Mikhail se entretiene con sus putas, ella va y juega con Lucian, después de todo él no es una sombra cuando está ella presente, porque para Xrisí él vendría siendo su todo. Los ignorantes tratarán de mofarse de la pobre, pero esta, siendo más inteligente les dará bofetadas se burlará por su patético intento de insultarla. Es difícil tratarla, no imposible. Llegar con sabiduría a entablar una conversación puede abrir muchas puertas, pero tienen que ser temas que no le redunden en lo cotidiano, está cansada de la protocolaria ambición y el dinero, para este tipo de charlas tiene a Mikhail. Ofrecerle algo nuevo, puede llamar su atención y quizá llegue a perdonar esa vida. Es una perra mansa a faldillas de su amo, pero una vez que no está... (Sí, hay que caer en la ridiculez y lo mismo de siempre) la tempestad se desata.

Historia

Creta 1446
Los latidos de su corazón ardían desesperados del miedo, no sabía para donde correr, ni siquiera estaba segura de lo que ocurría en casa. Sólo se podían escuchar los gritos de sus padres. La escopeta de su padre atacó con furia, eso fue lo que logró despertar a los infantes. Descalza bajo las escaleras para encontrarse con el terror de un asesino en las sombras. Acudió a la habitación en donde dormían sus hermanos, el mayor de ellos aseguró la puerta con una silla, escondió al pequeño bajo la cama y se encargó de que Amber buscara la salida para pedir ayuda por la ventana. Ella tenía que bajar por el tejado, con lágrimas en los ojos se despidió. No podía ir él, tampoco el pequeño. Ella era la única con la flexibilidad suficiente para poder conseguirlo. Una vez afuera, Amber pudo ver como se teñían los cristales de rojo con la sangre de sus hermanos. Pasó una noche en la calle, escuchando tras sus pies los desgarradores gritos de su familia, sintiendo como una sombra se ceñía sobre ella, acechándola tratando de volverla completamente loca. Lo consiguió. La chiquilla apenas si podía mantenerse despierta, no deseaba dormir ya que si lo hacía encontraría ese par de ojos rojos mirándola desde la penumbra, con un halo de sangre pendiendo desde ese par de colmillos en su boca. Las garras de su mano sosteniendo un cadáver, el cual pertenecía a Attis, el pequeño de los tres. Tenía miedo, estaba aterrorizada y el único refugio que encontró fue una esquina en uno de los callejones de Creta. Error.

Un proxeneta paseaba por las calles en su eterna búsqueda por conseguir carne nueva para sus clientes, para su suerte la encontró. Con la cabeza sumida entre sus rodillas y las lágrimas secas recorriendo su rostro, le hizo una promesa a Amber. No volvería a tener esas pesadillas sobre la muerte de sus hermanos si se marchaba con él. No tenía a donde ir y, aunque no le vio jamás el rostro a ese hombre, se fue con él. ¿Qué era lo peor que podría pasarle, si ya le habían arrancado un pedazo de su vida? Jamás debió haberlo preguntado, porque el infierno que le esperaba, fue sencillamente indescriptible. La primera vez que fue poseída sexualmente, su abusador era un corpulento aristócrata. El cuerpo de Amber apenas si le llegaba a la panza que le botaba de su cuerpo como una gigantesca pelota, asquerosamente repugnantes. Sus piernas peludas, las cicatrices de su cuerpo, la peste de su sexo. Pero había pagado una cantidad bastante pesada de dinero por arrebatar la virginidad a la niña. Se relamía los labios como si fuese el mismo demonio quien tragaría carne humana, su lengua se movía como una maldita serpiente, su saliva abarcaba cada parte de su cuerpo. Por más que lucho, por más que trató de defenderse... El sonido de un "crak" en los huesos de su pelvis dio a conocer el fallo de su cuerpo. Quedó inconsciente debido al dolor, pero esto no impidió que él terminara.

Tesalia 1462
La última vez que estuvo en Grecia fue sólo para ‘despertar’ de esa pesadilla en la que se había sumergido a partir de sus siete años. Bastó una noche que se pintara como el más inmenso de los mares, donde la luna fuese la más hermosa perla jamás encontrada y ambicionada por los piratas, para cometer el error que cambiaría la fortuna de Amber y la de quienes le rodearan. Un cliente adinerado había pagado por los servicios de la chica con bastante anticipación, su amo no conocía la procedencia de ese dinero, sin embargo, era un trato justo por una vil ramera y aceptó. El mal humor del tipo, su fuerza, su brutalidad, los golpes… Nada de esto le pareció extraordinario a la rubia porque de eso se trataba su vida, esa era su labor, así que no había cabida para las sospechas, además ella le era indiferente a las leyendas que se escabullían entre los oídos de los necios, ebrios, pobres y mendigos. Esa noche comprobaría que las leyendas se basan en hechos que alguna vez ocurrieron, la fantasía podría ir anclada a las interpretaciones de cada individuo, pero había ocasiones en las que la realidad era mucho más increíble que los propios cuentos. La cama se sacudía con fuerte aplomo, una, dos, tres veces. Se escuchaba el golpeteo de sus sexos en medio de la obscuridad combinándose con esos berridos descontrolados que emitía su garganta. Amber no sentía nada, porque noche tras noche, durante 16 años había encontrado lo mismo en cada uno de ellos. Las sábanas enredadas entre sus cuerpos, sus piernas entrelazándose, sus labios devorando todo lo que se encontraban a su paso, sus lenguas jugando a las guerrillas y su sexo tratando de concentrarse para fingir el orgasmo…

Los rayos plateados de la luna golpearon la espalda del sujeto y como un balde de agua fría lo obligaron a arquear su espalda hacia atrás. La joven no tenía idea de lo que estaba pasando y no lo adivinaría jamás. En el suelo, él se retorcía como una serpiente, sus puños, sus pies se crisparon y rápidamente comenzaron a tener un cambio radical en su físico. Comenzaron a hincharse mientras él gritaba y el crujir de sus huesos se amoldaba a los cambios que aún quedaban por venir. Amber aún recuerda ese par de ojos esmeralda que se ciñeron sobre ella mientras intentaban devorarla literalmente. Un pelaje rojizo cubrió el cuerpo del varón, pero ya no era un hombre, se había convertido en una bestia. Un zarpazo se cerró en el rostro de la mujer que lo miraba aterrorizada, la sangre brotó de sus heridas. Logró sentir como sus costillas eran desgarradas por las fauces de un monstruo, entonces desfalleció. La ramera estuvo a punto de morir, pero el infierno se apiadó de ella o más bien, decidió que no había sido suficiente su sufrir en la tierra y por eso fue que lo mandó a él. Mikhail. El nombre del asesino de sus padres, la identidad del proxeneta que la vendía en las calles, el monstruo que la condenaría a una eternidad de tormentos a su lado. Al despertar, sus ojos rojizos se habían clavado en los suyos y sus fauces bebían de su cuerpo. El cadáver de un gigantesco lobo tras él… entonces bebió de la única fuente que podría salvar su vida. ¿Por qué lo hizo? Amber no comprendió nada de lo que él dijo, no supo preguntar y no quería hacerlo. No lo cuestionaría porque ese hombre, sin saber realmente quien era, se había convertido en el salvador de la prostituta.


America 1539
Los años pasaron devorándose el pasado trágico de Amber, entregando en sus manos un regalo que jamás repudiaría porque ahora tenía un poder indescriptible y un hombre que la quería. ¡Falacias! Él jamás la amaría como ella a él, ese sentimiento idiota crecía cada año en la neófita. Un amor tan infinito que ni el universo mismo podría compararse con lo que ella sentía por ese ser que habría de ser algo más que su verdugo. Lo consentía, lo idolatraba, lo adoraba, realmente le entregaba algo incondicional y a cambio ella recibía sólo las humillaciones de su amo. Pero no le importaba. Para él, ella era tan sólo una puta más que presumiría ante la sociedad como su acompañante. Nadie dudaba de la belleza que la rubia portaba, la galanura y sensualidad que irradiaba, más aún la perfección de la pareja cuando se presentaban a esos eventos de los feudos. Era la representación de toda una reina, por supuesto así se estaba forjando. El carácter de Mikhail ayudó bastante para que ella desarrollara esa increíble personalidad que posee. Él la odiaba (odia a todo mundo), ella lo amaba. Para su desgracia, llegó la noche en la que todo cambiaría, fue desposada por él. Esto causó un gran impacto en la vampiresa quien le había entregado su infinita devoción a Mikhail, pero este acto que para ella significaba todo, para él sólo era la forma más rápida de escapar y aparentar algo que no era.

No cambió nada, todo siguió igual, quizá haya empeorado. No, sí empeoró porque ahora él se sentía con la libertad suficiente para golpearla, humillarla, mucho más de lo que ya hacía… Se supone que no es celoso, que no la ama, y tampoco la tenía atada a la pata de su cama, sin embargo, si él la veía coquetear con otro en su cara, las torturas de la época medieval eran nada a comparación de lo que a ella le esperaba. Una vez, la dejó en una habitación a esperar el amanecer y cuando los rayos dorados del sol estuvieron a punto de calcinar su inmaculado rostro, la metió a la fuerza… Aunque no logren percibirse a simple vista, los estragos de ese castigo aún están en su piel. Comprendió la lección, ella no podría pasear a sus amantes en la cara de Mikhail, porque los asesinaría ya ella… Egoísta, sí porque este repugnante varón hacía eso y más frente a ella, la obligaba a ver como tenía relaciones sexuales con rameras. Esto fue matando el amor que Amber sentía por él, pero no la devoción y el agradecimiento por ¿Salvarla? Entonces lo conoce. Severus Argeneau. Era una esclava y ellos, el demonio. Compartieron mujer incansables veces sin imaginar, que el tacto de Severus lograría enloquecer los sentimientos de Amber. Su mirada, sus labios, su piel… ¡Era idéntico a Mikhail! Pero aún así, supo que algo andaba mal. Observando los movimientos de los hermanos se dio cuenta que Severus siempre sería inferior a Mikhail porque el destino así lo había elegido. La sombra, de la misma manera en la que su humanidad se había esfumado, la presencia de Severus les era indiferente a los demás, pero nunca a ella… Para que las sombras reinen, se necesita obscuridad, ella sería para él lo que el mundo le negó. ¡La maldita zorra se había enamorado!

Otros Datos

# Jamás le vio el rostro al hombre que asesinó a sus padres.
# Ignora la identidad de aquel que la convirtió en esclava sexual, siendo una niña apenas.
# Su corazón está dividido, su padre o el hombre que ama.
# Está atormentada por sus sentimientos, pese a todo lo que Mikhail le ha hecho, ella le sigue siendo más leal que nunca, incluso cuando su corazón le pertenece a Severus.
# Si tuviese que elegir entre uno o el otro... Prefiere morir antes que decidirse.
# Ha sido envenenada por Mikhail para que odie a Darius tanto como él lo hace.
# Es masoquista, de lo contrario no estaría con ellos.
# Es el trofeo personal de Mikhail, la única mujer a la que no asesinaría después del sexo.
# Es golpeada sí, pero jamás en el rostro.
# Si se llega a enterar de quien es Mikhail realmente... Su reacción será impredecible.