no existen las coincidencias, solo es el destino el que juega con nosotros (Seth Ouderkirk)

por **Dhaunae Silverstone** Miér Nov 16, 2011 12:01 pm

Podría decirse que aquel lugar era la inspiración de muchos artistas pues, mirases donde mirases las obras de arte se iban amontonando sin poder pasar desapercibidas a su paso.
Si observabas aquella plaza en su totalidad podías notar con sutileza su correcta y pensada disposición; en sus bordes principales numerosas cafeterías y restaurantes adornaban su forma, de diferentes colores alegres, con sus mesitas puestas en la terraza para así dejar a la vista todo de lo que se rodeaba, pues en su centro se encontraban numerosos artistas, algunos pintando bellas obras, otros en cambio vendiendo otras hechas con anterioridad.

Caminar por aquella multitud de gente dispuesta a gastar dinero en decoración y arte me relajaba, la mayoría de ellas gastaban el mucho o poco dinero que tuviesen en obras de las cuales sabía que nunca iban a apreciar en su totalidad su hermosura y todo el trabajo que tenía aquello detrás.
Entremedio de aquellos puestos se podían encontrar otros que vendían pequeñas estatuas de barro y otros materiales, como también pulseras, colgantes y en fin, todos los abalorios y obras que una mujer podía desear, y que su marido le podría consentir, pues, aunque no compartía aquel estilo de vida, esta sociedad estaba marcada por el claro dominio del hombre sobre la mujer, pero aún existían muchos hombres que seguían complaciendo a sus mujeres en todos sus antojos humanos, los cuales yo nunca había poseído y dudaba de que lo tuviese.

Demasiada gente pudo conmigo por lo que me dirigí a una de las terrazas que había a mi lado, unas mesas bajas de color cerezo con sus sillas a juego, solo había una mesa libre y me acerqué dispuesta a poder conseguirla.

por **Seth Oudekirk** Dom Nov 20, 2011 8:14 pm

Por fin… Desde hace tanto tiempo tenía un día para hacer lo que se me diera la gana. Estaba feliz, después de dudar mucho tiempo decidí ir a la plaza, seguramente era un buen día. Me encaminé hacia el lugar. Era uno de mis sitios favoritos, había tanto que ver… tanto con que distraerse y al mismo tiempo pasar una buena tarde. Y tal como dije: El lugar estaba lleno de alegría y al mismo tiempo de paz y tranquilidad, simplemente perfecto para mi paseo liberador. Camine entre la multitud buscando un lugar para descansar un poco, ya había caminado demasiado, estaba cansado. Mis ojos rápidamente trataron de localizar algún lugar despejado y un poco alejado de toda la multitud, y lo encontré, una pequeña mesita, no quedaba muy lejos de donde estaba. Era la única que se encontraba vacía. Apuré mi paso para que nadie más la ocupara, pero justo cuando puse mi mano sobre una silla al mismo tiempo que una mujer hacía lo mismo en la silla siguiente. La miré era alta, ojos verdes y largo cabello negro, muy bella. Sería una descortesía sentarme y dejar a la chica sin el lugar, no lo dude y cedí mi lugar inmediatamente, después de todo, aun quedaban varios lugares con que me quede con las ganas de ir a visitar, podría esperar un poco mas, no seria mucha molestia.

-Lo siento… Puedo encontrar otra mesa después, siéntese- Moví la silla dejándole espacio para que se sentara y con una le seña indiqué que podía tomar asiento. Le dediqué una sonrisa, estaba dispuesto a caminar otro poco más y regresar luego para ver si ya había más mesas vacías, aún me quedaba mucho por ver en este lugar tan grande. El Sol brillaba, me gustaba este tipo de clima, porque no había ni mucho calor, ni frío.

por **Dhaunae Silverstone** Lun Nov 21, 2011 2:44 pm

Absorta en mis pensamientos fui andando con total normalidad hacia la mesa que había divisado desde que entré en aquel colorido lugar, un lugar un poco más apartado de la multitud, lo que no había calculado es que en aquel mismo instante otra persona había tenido exactamente la misma intención que yo, por lo que nuestras manos se cruzaron.

Aquel olor tan vagamente familiar se entretejía con suavidad en mis sentidos, y el vello de la nuca se me erizaba, un ser sobrenatural, un licántropo para ser exactos, una raza tan parecida y a la vez tan diferente a la mía, pero que siempre había sabido tener a una distancia prudencial.
No sabía con certeza hasta dónde aquel joven podría saber exactamente lo que yo era, pero sí podría saber con claridad que no era uno de los cientos de humanos que nos rodeaban.

Mientras pensaba todo aquello en décimas de segundo aquel leve roce con su mano me hizo retirarme unos centímetros casi instantáneamente al tacto caliente de su mano suave.
Me sorprendió su proposición iba cargada de sinceridad, cortesía y caballerosidad, acompañada de una voz aterciopelada y que inusualmente me agradaba, según mi experiencia aquellos seres no solían ser sociables ni mucho menos tan educados como aquella persona me hizo ver.

-Sería una descortesía por mi parte no pedirle que me acompañe si así usted lo desea, después de todo si desea encontrar una mesa le será un poco complicado en este lugar. -Dije suavemente mientras me sentaba en el asiento que me había indicado y esperando que el muchacho aceptase mi oferta, esta podría ser una buena oportunidad para obtener información que podía serme valiosa.

-¿Qué decide, desea acompañarme? -Le pregunté con voz simpática mientras que con una sonrisa le invitaba a sentarse enfrente mía.

por **Seth Oudekirk** Jue Nov 24, 2011 7:03 pm

Al concentrarme mejor en esa mujer me di cuenta que ella no era como todos por aquí, bueno, quizá algunos… No éramos los únicos de nuestra raza… Habían algunos colados entre la multitud, pero eran muy pocos. Su aroma era propio de una cambiaformas, no había socializado mucho con los de ese tipo, y quizá esta sería una muy buena oportunidad, he escuchado muchas cosas de los cambiaformas y me gustaría hablar con uno.
Tal vez no sería mala idea conversar con ella un rato… de todas formas no tengo nada importante que hacer. Ella se apartó rápidamente cuando mi mano rozó con la suya, levante la vista y la vi pensativa, me invitó a sentarme con ella, luego se sentó. Me pareció alguien muy amable. –Pues… Si no le molesta, con mucho gusto podría acompañarla. – Tome asiento en la silla que quedaba frente a ella.

–Seth Oudekirk- Dije tomando y dando un beso en su delicada mano, se sobresaltó cuando hice esto. Esta era una costumbre extraña, ya sé que sería mejor un simple apretón de manos, pero que puedo decir… Esa es mí manera personal de saludar a las damas, siempre lo había hecho así.

Cuando me senté, mis pies se relajaron y me sentí mucho mejor. Ahora el problema era que no tenía la menor idea de que hablar con ella, no había ningún tema interesante… nada. Busqué y rebusqué en mi mente algo pero después de un rato no se me ocurrió nada. Me puse un poco incomodo el silencio entre nosotros se prolongaba cada vez más. Claro, dejando a un lado todo el bullicio de la gente que se encontraba caminando por la plaza. La miré, se veía tranquila, relajada. A diferencia mía. Quizá ella tendría algo en mente para iniciar una conversación apropiada, ahora cualquier cosa funcionaba.

Por un momento pensé en irme, seria mejor que estar en medio del silencio, eso era algo con lo que nunca en mi vida me había sentido muy cómodo que se diga, pero creí que seria una descortesía de mi parte, eso fue lo que me detuvo de hacerlo.

por **Dhaunae Silverstone** Sáb Nov 26, 2011 11:41 am

Aquella situación me hizo reflexionar en la clase de vida que había estado llevando; la inconstante búsqueda de mi hermano “desaparecido”, la muerte de mi padre y un sinfín de preguntas que rondaban en mi mente para que intentase resolver ese rompecabezas que podía decirse que era mi vida en aquellos años, tanto, que me había olvidado lo que era tener una conversación normal y corriente con otra persona sin que fuese para obtener algún beneficio explícito de ella.
Pude notar con claridad la inquietud y la impaciencia de aquel muchacho con mi ofrecimiento lo que me hizo pensar que quizás no era de su agrado tener una compañía como la mía, sinceramente no me había preocupado mucho en informarme sobre la actual relación entre las dos razas que nos separaban.

Cuando aceptó mi ofrecimiento vi claramente en su expresión que me equivocaba, no era mi raza lo que parecía ponerle nervioso, sino el simple hecho de que fuese una mujer.
Seth Oudekirk, no debería olvidar ese nombre, cualquier persona que tuviese la decencia de hacer una presentación como la que él había hecho merecía que menos que una conversación, lo que me dejó por segundos impactada, para luego regalarle una pequeña sonrisa.

Me limité a mirarle, sabía que no estaba siendo educada pues ni me había presentado ni le había vuelto a dirigir la palabra, por lo que su impaciencia aumentaba, podría decirse que aquel lobo no sabía dónde iba a meterse lo que me hizo soltar una pequeña carcajada, quizás era el momento de acabar el silencio que él parecía no saber terminar.
-No necesita estar tan tenso señor Oudekirk, no represento una amenaza, quizás no por el momento- Dije entre pequeñas risas, sabía que era una mala costumbre y quizás bastante descortés ver hasta dónde podía llegar la paciencia de la gente que me rodeaba.

-Mi nombre es Dhaunae Silverstone, es un placer conocerle-
Por un momento me había resultado bastante reconfortante estar en aquel lugar y poder satisfacer por una vez aquella curiosidad que se acrecentaba según pasaban los segundos.
- Y bien señor Oudekirk, ¿Qué le trae por este lugar? Y lo más importante ¿Cómo es que no viene acompañado?-Para mí siempre ha resultado un poco extraño la relación con los demás, pero estaba acostumbrada a que normalmente la gente siempre fuese en pareja, podría preguntarse lo mismo de mí, pero siempre me había considerado una mujer solitaria, independiente .

por **Seth Oudekirk** Miér Nov 30, 2011 3:25 pm

Nunca me considere una persona interesante, es más... nunca me he preocupado por ser sociable ya que nunca puedo sostener una plática por más de 3 minutos, en cierta parte me molesta, pero en otra no porque esa misma “insociabilidad” me había permitido tener mis momentos a solas cuando los necesitaba. No me sentía muy cómodo platicando con mujeres, siempre se me había hecho difíciles, no las entendía en lo más mínimo y tenía miedo de meter la pata, ya que los pocos conocidos cercanos que había tenido eran hombres por lo tanto ya sabía como actuar con ellos, pero con chicas…. Creo que siempre las había evitado, hasta hoy…Ella, me sonrió, quedó por un momento pensativa y luego soltó una carcajada. Por momentos me sentía confundido.

-Una amenaza? – Fue inevitable una pequeña sonrisa que automáticamente esbozó mi rostro. – Bueno, eso lo veremos después.. .– Volví a reír. Quedé sorprendido con la naturalidad con la que yo mismo actuaba con ella. Así que después fue un poco menos complicado. Hice una pequeña inclinación con la cabeza cuando ella se presentó. Su nombre era Dhaunae, sin duda alguna un nombre único, nunca lo había escuchado antes. Cada segundo que pasaba me iba familiarizando con su compañía, no era nada de lo que pensé, como ya dije, no estaba muy acostumbrado a estar con cambiaformas, menos con una chica por más extraño que suene.

Escuché con atención lo que me dijo. – Decidí tomar este día para romper la rutina, ya sabe… Hacer algo diferente para ponerle por lo menos un poco de emoción a la vida.- Pausé y formulé la siguiente respuesta en mi mente lo más rápido que pude. – Le sorprende?- Reí, se suponía que eso era un pensamiento y que no debía salir por mi boca. Aclaré mi voz y continué. – Creo que… me gusta estar solo, me cuesta conocer personas, me considero… Antisocial. He allí mi falta de acompañante. – Era vergonzoso admitirlo, sobre todo para alguien que no era yo. Pero era nada más que la verdad.

por Contenido patrocinado

no existen las coincidencias, solo es el destino el que juega con nosotros (Seth Ouderkirk)

no existen las coincidencias, solo es el destino el que juega con nosotros (Seth Ouderkirk)

Re: no existen las coincidencias, solo es el destino el que juega con nosotros (Seth Ouderkirk)

Re: no existen las coincidencias, solo es el destino el que juega con nosotros (Seth Ouderkirk)

Re: no existen las coincidencias, solo es el destino el que juega con nosotros (Seth Ouderkirk)

Re: no existen las coincidencias, solo es el destino el que juega con nosotros (Seth Ouderkirk)

Re: no existen las coincidencias, solo es el destino el que juega con nosotros (Seth Ouderkirk)

Re: no existen las coincidencias, solo es el destino el que juega con nosotros (Seth Ouderkirk)