Una tarde como cualquier otra, aparentemente [Lia]

por **Antuan Velachi** Vie Nov 18, 2011 2:33 pm

Siempre me a llamado poderosamente la atención el nivel de contraste que puede apreciarse en esta cuidad, ahora mismo camino por la Rue Morffetard, una calle de amplia, adoquinada, y con grandes farolas de hierro que se enfilan, una tras otra, a los costados de la calle. Tan solo ayer, camine de la misma forma que hoy, por la Rue Traversiere, una vieja calle de tierra, junto al río, cuyo nauseabundo olor a pescado podrido solo puede compararse en fetidez con al olor de los Ignorum que duermen tirados por la calle. París, una cuidad de contrastes.

Una carreta paso cerca de mi, no pude evitar recordar la cara de Marco cuando le dije que saldría solo, era una costumbre mía, me ayudaba a despejar la mente, a estar listo para mis rondas de caza nocturnas. Pero Marco, mi chófer, siempre ponía mala cara cuando decidía salir a caminar, supongo que le hacía sentirse inútil hasta cierto grado.

Camine con mis manos en los bolsillos, hoy vestía un pantalón negro, unos lustrosos zapatos,una camisa blanca, y una levita a juego con mis pantalones, la verdad es que no me gustaba vestir así, me sentía infinitamente más cómodo en mi ropa de caza, pero necesitaba mantener intacto mi estatus, pues era mi entrada a las grandes fiestas de la alta sociedad, eventos que los vampiros usaban regularmente para alimentarse. Estatus, era increíble pensar lo valioso de tan abstracta posesión para algunos Ignorum, vivían y morirían por ella. Mire a los transeúntes que pasaban a mi lado, todos con sus trajes bien arreglados, sus vestidos bombachos, y sus perfumes caros, todos perfectamente entrenados para lucir elegantes y refinados, no pude evitar hacer una mueca ante la idea.

por **Lia Chiamenti** Vie Nov 18, 2011 3:26 pm

Rue Morffetard estaba llena de gente, abarrotada tanto de viandantes como de coches tirados por caballos que hacían sonar sus cascos en la carretera. Una mezcla de hombres y mujeres, de viejos y niños, de humildes y pudientes hacía de aquella zona algo agradable al menos para mi, disfrutaba viendo a las personas hacer sus vidas, correr arriba y abajo chillando y buscando a sus conocidos con la mirada. Yo no buscaba a nadie, había decidido pasear aquella mañana por lo que la calesa me seguía a cierta distancia dejando que diera el paseo que deseaba hasta que me cansara y deseara regresar a palacio.

Mi vestido en tonos perlados con algún toque marrón oscuro rozaba el suelo a mi paso, sin mucho vuelo pues no me gustaban las cosas recargadas. El corsé ceñía mi cintura y marcaba mi pecho, adornado por una fina cadena de oro blanco con una perla que quedaba en el centro del nacimiento de mi pecho. El pelo tan solo quedaba recogido con una horquilla de nácar en la parte trasera de la cabeza dejando el resto caer libre por la espalda. Los tacones sonaban en los adoquines al caminar.

Al divisar una pelea a pocos metros por delante de mis pasos, decidí adentrarme en una de las calles laterales que llevaban por lo que creía a una zona donde había un estanque bastante hermoso con patos nadando en él y puentes de madera por los que se podía pasear.

Escuché a una niña hablarme y me agaché a su altura con una sonrisa -¿Quiere pan para los patos señorita?-. Asentí con la cabeza cogiendo la bolsita que me daba al tiempo que recogía de mi vestido unas monedas con las que podría haber comprado todas las reservas de la panadería -Muchas gracias, piccola –. Dejé un beso en su frente y me levanté con disposición de encontrar el estanque pero choqué con un joven nada más dar un paso.

por **Antuan Velachi** Vie Nov 18, 2011 4:02 pm

Me mantuve paseando, movimiento entre la gente con movimients fluidos, como los de un felino, sin prisa. Estaba en eso cuando un hombre "accidentalmente" choco contra mi.

- Lo siento - Mascullo, e intento seguir su camino, si yo no tuve el entrenamiento que tenia, de seguro habría caído en su engaño, el hombre era hábil, pero no premiaría su habilidad para robar con el dinero que cargaba en mi bolsillo, el que el había sacado cuando chocamos.

No tarde en darle alcance, era mucho más ágil que el, y me movía con facilidad entre aquel mar de gente, en cuando lo tuve al lado, barrí sus piernas, haciéndole caer, alguien grito, anunciando que había comenzado una pelea.

Tristemente para los espectadores, la pelea no duro demasiado, el sujeto acabo con la nariz rota y una muñeca dislocada en cuestión de segundos, tome de regreso mi dinero, y me aleje caminando, antes que alguien me reconociera, no era bueno para mi imagen el estar en peleas callejeras.

Me aparte de la multitud, dirigiendo mi paso hacia una pequeña plaza que tenia por centro un estanque, ordene algunos mechones de cabellos que habían caído sobre mis ojos durante la pelea, en ese momento, sentí algo golpear contra mi cuerpo.

Mi cuerpo estaba rígido, siempre lo estaba, había que mantenerse siempre alerta, fue por eso que la chica perdió el equilibrio al golpear contra mi. Gire mi cuerpo a tiempo para atraparla de la cintura, evitando que cayera.

- Si quería usted una conversación conmigo, podría solo haberse acercado, creo que el chocar contra mi estuvo de más - Dije en tono bromista, mientras dedicaba una sonrisa a la chica, a la que aun sostenía de la cintura.

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