AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
2 participantes
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En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
"Adiós" no es una palabra de despedida
Una lejana promesa hasta que te vea de nuevo
Incluso si dejo mis persistentes afecciones en algún lugar, yo fui hacia mis sueños
Mi corazón tan solo siente frío
Aunque quiero abrazarte así, no importa cuantas horas me lleve
Tan solo quiero estar así y calentar tus heladas mejillas
La ciudad bulle en una fracción de segundo
Pasión existiendo dentro de una jaula de hormigón
Si ocurre que te cansas de amores que solo conoces de casualidad
Asegúrate de volver a mi
La mujer que amé, cambiando nuestras memorias por otras
Algún día, estaría bien si me recordaran
Incluso aunque sea en una esquina de su corazón, son una pequeña nota de mi
Una maleta llena de cosas
De la pesada carga llamada "esperanza"
La mantienes sin cuidado, seguramente la tomaría por ti
Entonces podrías sonreírme, supongo
La mujer que amé, cambiando nuestros brillos con los de otros
Algún día, estaría bien si me recordaran
Incluso aunque sea en una esquina de su corazón, son una pequeña nota de mi
Una mañana de nieve, como la de aquél diciembre, ambos paseabamos por estos lugares. Tomados de la mano, como dos extraños amantes para el mundo entero, pues eramos madre e hijo para ellos, pero nuestros lazos eran del más puro y sincero amor jamás existente.
A pesar de que el amor de una madre y un hijo es solo fraterno, el nuestro iba más allá de los limites de la existencia humana.
A los ojos de los demás solo eramos eso, una hermosa mujer y su pequeño "bebé", pero para quienes nos conocían encontraban en nuestro amor un pecado infernal.
Después de todo, eramos amantes prohibidos.
Tu siempre le dabas a mi corazón algo que nadie más podía, y lo hacías latir como nunca, por eso mismo siempre tocaba el piano para ti, y de sus notas creaba miles de melodicos poemas que no eran suficientes para darte mi gratitud por regalarme el hermoso mundo de tu corazón: el amor incondicional de una amante.
Y de entre todos esos poemas te había escrito este, en el que te recordaría por el resto de mi vida, y que esperaba con anhelo pudieras leer, y me pudieras responder como solo tu sabías. Pero el tiempo nos separó y sin esperarmelo me robó la más grande felicidad que llenaba a mi corazón.
Por muchos días y muchas noches lloré sin control, encerrado en mi habitación, en la penumbra de aquella fría mansión, con tus pinturas y tus fotos adornando cada unos de los rincones de ese cuarto.
¡Por qué! ¡Por qué!, le gritaba a los cuatro vientos al causante de nuestra separación, y entre las sábanas vertía la frialdad y crueldad de mi corazón, convertidas en lágrimas.
Mi felicidad se fue por un largo tiempo, y con ella mis ganas de seguir existiendo en este mortal sueño que era la vida misma.
Sin embargo, aunque mis esperanzas fueran muy pocas, aquél, el dueño de los cielos me dio una segunda oportunidad para seguir sobreviviendo en este mundo, y me mandó un ángel y caballero: el dueño futuro de mi corazón.
Ese ser rompió la barrera que cubría a mi corazón con todo su amor, amor que nunca pensé existiría en este universo. Pués solo te veía a ti y a nadie más.
Le agradezco infinitamente el haberme sacado de aquél trance en el que me encontraba, pues me hizo ver la realidad de la cual había escapado a causa del calor de tu corazón.
Una lejana promesa hasta que te vea de nuevo
Incluso si dejo mis persistentes afecciones en algún lugar, yo fui hacia mis sueños
Mi corazón tan solo siente frío
Aunque quiero abrazarte así, no importa cuantas horas me lleve
Tan solo quiero estar así y calentar tus heladas mejillas
La ciudad bulle en una fracción de segundo
Pasión existiendo dentro de una jaula de hormigón
Si ocurre que te cansas de amores que solo conoces de casualidad
Asegúrate de volver a mi
La mujer que amé, cambiando nuestras memorias por otras
Algún día, estaría bien si me recordaran
Incluso aunque sea en una esquina de su corazón, son una pequeña nota de mi
Una maleta llena de cosas
De la pesada carga llamada "esperanza"
La mantienes sin cuidado, seguramente la tomaría por ti
Entonces podrías sonreírme, supongo
La mujer que amé, cambiando nuestros brillos con los de otros
Algún día, estaría bien si me recordaran
Incluso aunque sea en una esquina de su corazón, son una pequeña nota de mi
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Una mañana de nieve, como la de aquél diciembre, ambos paseabamos por estos lugares. Tomados de la mano, como dos extraños amantes para el mundo entero, pues eramos madre e hijo para ellos, pero nuestros lazos eran del más puro y sincero amor jamás existente.
A pesar de que el amor de una madre y un hijo es solo fraterno, el nuestro iba más allá de los limites de la existencia humana.
A los ojos de los demás solo eramos eso, una hermosa mujer y su pequeño "bebé", pero para quienes nos conocían encontraban en nuestro amor un pecado infernal.
Después de todo, eramos amantes prohibidos.
Tu siempre le dabas a mi corazón algo que nadie más podía, y lo hacías latir como nunca, por eso mismo siempre tocaba el piano para ti, y de sus notas creaba miles de melodicos poemas que no eran suficientes para darte mi gratitud por regalarme el hermoso mundo de tu corazón: el amor incondicional de una amante.
Y de entre todos esos poemas te había escrito este, en el que te recordaría por el resto de mi vida, y que esperaba con anhelo pudieras leer, y me pudieras responder como solo tu sabías. Pero el tiempo nos separó y sin esperarmelo me robó la más grande felicidad que llenaba a mi corazón.
Por muchos días y muchas noches lloré sin control, encerrado en mi habitación, en la penumbra de aquella fría mansión, con tus pinturas y tus fotos adornando cada unos de los rincones de ese cuarto.
¡Por qué! ¡Por qué!, le gritaba a los cuatro vientos al causante de nuestra separación, y entre las sábanas vertía la frialdad y crueldad de mi corazón, convertidas en lágrimas.
Mi felicidad se fue por un largo tiempo, y con ella mis ganas de seguir existiendo en este mortal sueño que era la vida misma.
Sin embargo, aunque mis esperanzas fueran muy pocas, aquél, el dueño de los cielos me dio una segunda oportunidad para seguir sobreviviendo en este mundo, y me mandó un ángel y caballero: el dueño futuro de mi corazón.
Ese ser rompió la barrera que cubría a mi corazón con todo su amor, amor que nunca pensé existiría en este universo. Pués solo te veía a ti y a nadie más.
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Le agradezco infinitamente el haberme sacado de aquél trance en el que me encontraba, pues me hizo ver la realidad de la cual había escapado a causa del calor de tu corazón.
Última edición por Alain Flint el Dom Dic 11, 2011 1:05 am, editado 1 vez
Alain Nikolaevich- Cambiante Clase Media
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
Solitaria. En uno de los templos que habia visitado, en una piedra que daba a los visitantes, habia una inscripcion. Tambien una frase al final pero el autor habia decidido tacharlas. Era el mensaje de lo que habia escrito. Luego de leerlo atentamente, no fue dificil encontrarle el sentido...porque lo vivia...Uno no puede leer "Solitaria", porque lo siente...
Sentada. En silencio. Simplemente alli haciendole compañia a los muertos que descansaban en sus tumbas. Tenia ganas de quedarme y esperar a que la luna llegase a su punto mas alto pero algo me decia que perturbaba la paz del lugar pero no queria moverme, estaba muy comoda al pie de ese árbol. Podia ver algunas inscripciones de fallecidos pero no los lei a todos o quienes eran, sentia que hacerlo era una falta de respeto...
Mis ojos verde agua se iban cambiando al gris conforme recordaba lo poco que podia sobre mi anterior existencia...Esa noche...mi abandono...donde habria quedado aquel ser...?
Aun asi...esa primera noche, en la que la muerte me habia dado de probar sus labios ante los colmillos de un vampiro, no fue la unica en la que fui abandonada a mi suerte...Mi amado esposo, caido hace un dos siglos y mi amada novia, "aparentemente fallecida" hace medio siglo atras, fueron las unicas dos veces en las que el amor me hizo querer continuar caminando en una tierra que apenas conocia...Oh...que recuerdos...que memorias...
La nieve no me daba frio pero...le tenia miedo...en ella veia sangre, la sangre que mi amado comenzo a derramar la noche de su muerte. Abrase mis piernas, soportando de nuevo mis penas porque n oqueria llorar. En verdad que no lo queria...Era una fea sensacion la que me recorria si me dejaba vencer por mis penas...No debia...No debia llorar...
Mis ojos se hicieron del todo grises y por más que lo intente, no podia alegrarme...Oh, Dios...envíame de nuevo aquella sensación de felicidad que me brindaste en mi matrimonio y en el pecado...déjame volver a ser feliz y dame...dejame tener de nuevo...el amor entre mis brazos...
Sentada. En silencio. Simplemente alli haciendole compañia a los muertos que descansaban en sus tumbas. Tenia ganas de quedarme y esperar a que la luna llegase a su punto mas alto pero algo me decia que perturbaba la paz del lugar pero no queria moverme, estaba muy comoda al pie de ese árbol. Podia ver algunas inscripciones de fallecidos pero no los lei a todos o quienes eran, sentia que hacerlo era una falta de respeto...
Mis ojos verde agua se iban cambiando al gris conforme recordaba lo poco que podia sobre mi anterior existencia...Esa noche...mi abandono...donde habria quedado aquel ser...?
Aun asi...esa primera noche, en la que la muerte me habia dado de probar sus labios ante los colmillos de un vampiro, no fue la unica en la que fui abandonada a mi suerte...Mi amado esposo, caido hace un dos siglos y mi amada novia, "aparentemente fallecida" hace medio siglo atras, fueron las unicas dos veces en las que el amor me hizo querer continuar caminando en una tierra que apenas conocia...Oh...que recuerdos...que memorias...
La nieve no me daba frio pero...le tenia miedo...en ella veia sangre, la sangre que mi amado comenzo a derramar la noche de su muerte. Abrase mis piernas, soportando de nuevo mis penas porque n oqueria llorar. En verdad que no lo queria...Era una fea sensacion la que me recorria si me dejaba vencer por mis penas...No debia...No debia llorar...
Mis ojos se hicieron del todo grises y por más que lo intente, no podia alegrarme...Oh, Dios...envíame de nuevo aquella sensación de felicidad que me brindaste en mi matrimonio y en el pecado...déjame volver a ser feliz y dame...dejame tener de nuevo...el amor entre mis brazos...
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
Y como cada 25 de Diciembre estaba aquí, en este frío cementerio, visitandote y trayendote tus flores favoritas, aquellas que más te describían: flores blancas de loto.
Que mejor manera de describir a la persona que más amé en el mundo que con estas flores tan peculiares.
Eras pura, amorosa, delicada, sútil, y sobre todo fuerte de corazón. Porque aunque te vieras tan frágil él que siempre resultaba herido era yo, pues tenía un corazón mucho más sensible que el tuyo, ¡y tu siempre llevabas esa odiosa pero bella sonrisa en tu rostro!, ¿Por qué odiosa?, ¡Porque yo no podía sonreir tanto como tu!, tu lo hacías incluso cuando más nublados se hacían los días, porque cuando yo lloraba tu me secabas la tristeza con esa alegría de niña que tenías, y no se de donde sacabas tantas fuerzas para soportar el dolor que mi padre te había dejado al irse de tu lado y abanonarte con un gran peso encima: tener que criarme tu sola.
Te admiraba, madre, y creo que esa también fue una de las principales razones por las que me enamoré de ti: la alegría con que iluminabas los más tristes de mis días.
Esa mañana, al igual que cada 25 de Diciembre, te contaba lo que había sido de mí sin ti aquí en la Tierra, en nuestro universo de poesías y música, en mi corazón. Y para despedirme como siempre, le regalaba un beso a la piedra donde estaba labrado el último poema que no te pude decir.
Pedí que ahi pusieran ese poema para nunca te olvidarás de mi, y para que lo leyeras siempre que quisieras.
Tal ves estaba loco como para creer que los muertos harían algo así, porque incluso de niño creía que las ofrendas en realidad si las aceptaban los difuntos, y devoraban toda esa comida que nosotros los vivos les preparabamos. ¡Quien sabe, se vale creer que en este mundo hay magia!, al menos para quienes todavía tenemos el corazón lleno de fantasía, pues para los demás la muerte era el fin de todo, donde dormías eternamente bajo tierra.
Después de mi despedida de ese día, me levanté del suelo (estaba sentado sobre mis piernas de manera cómoda al haber empezado la historia de mis días para ella) y me sacudí el negro pantalón y el saco púrpura claro que llevaba puesto, para quitar la poca nieve que se le había impregnado. Entonces me alejé poco a poco, con pasos lentos, y dándole la espalda a mi madre, y comencé a soñar despierto, recordando memorias vividas a su lado.
Cerré mis ojos volteando al cielo, para dejar que la pequeña ventisca matinal bañara mi rostro con sus diminutos y preciosos copos de nieve. Tranquilidad era la que me acompañaba todo el tiempo, porque después de todo ese lugar, asi como frío era, y de igual manera era solitario.
¿Por qué en una época como esta nadie se tomaba la molestia de venir a visitarlos, madre?, al menos yo siempre lo hacía, aunque eso pareciera que me seguía aferrando a tus recuerdos y fuera enferma semejante acción. Pero nadie se molestaba en hacerlo.
¿Será que tampoco en pensarlo? No, pues ellos se regocijaban entre el mundo de lo material, gastando como desquiciados su dinero, en regalos que en su mayoría eran para completos desconocidos, cada vez que realizaban sus tipicos intercambios de regalos.
Ojalá y algún día se me cumpla ese deseo, madre, para que si una vez no pudiese venir a verte, alguien más pasara por tu sitio y se tomara la molestia de leer nuestro poema. Tu gustosa lo escucharías. Eso me alegraría mucho.
Pero la tranquilidad que llevaba conmigo no parecía durar mucho, pues tal ves de verdad si estaba loco, como para escuchar entre tantos pensamientos uno con vida, que me enseñaba los sollozos de alguien.
-¿Alguna vez vi a alguien llorar que no fuera yo?-¡muy gracioso, que preguntas me estaba haciendo! Así que para comprobar de donde provenía el llanto abrí los ojos despacio, recordando que me encontraba aún en el cementerio.
¡Y ahí estaban de nuevo!, aquellos tenues sollozos, ¡entonces no estaba loco! pues era parte de la realidad y no de mi mente.
Quise averiguar de quien eran, pues me daban a entender que ese alguien era más joven que yo.
Entonces caminé entre las tumbas, volteando a todas partes con tal de ver si encontraba una figura más en este lugar. Y mientras más caminaba más cercanos eran esos sollozos, los cuáles me conducían hacia el mas grande y viejo de los árboles que ahí había.
Lentamente fui descubriendo a quien parecía ser LA dueña de ese llanto. Una jovencita de negros cabellos, cubiertos por una capucha negra. Tan blanca era su piel que se confundía fácilmente con la nieve, así que quise pensar que no se trataba de una ilusión.
-Hola, ¿Te encuentras bien?- ¡vaya pregunta, como iba a estarlo si la veía llorando!, pero no se me ocurrió nada más por decir en esos instantes.
OFF: Gracias por responder a mi rol,
Que mejor manera de describir a la persona que más amé en el mundo que con estas flores tan peculiares.
Eras pura, amorosa, delicada, sútil, y sobre todo fuerte de corazón. Porque aunque te vieras tan frágil él que siempre resultaba herido era yo, pues tenía un corazón mucho más sensible que el tuyo, ¡y tu siempre llevabas esa odiosa pero bella sonrisa en tu rostro!, ¿Por qué odiosa?, ¡Porque yo no podía sonreir tanto como tu!, tu lo hacías incluso cuando más nublados se hacían los días, porque cuando yo lloraba tu me secabas la tristeza con esa alegría de niña que tenías, y no se de donde sacabas tantas fuerzas para soportar el dolor que mi padre te había dejado al irse de tu lado y abanonarte con un gran peso encima: tener que criarme tu sola.
Te admiraba, madre, y creo que esa también fue una de las principales razones por las que me enamoré de ti: la alegría con que iluminabas los más tristes de mis días.
Esa mañana, al igual que cada 25 de Diciembre, te contaba lo que había sido de mí sin ti aquí en la Tierra, en nuestro universo de poesías y música, en mi corazón. Y para despedirme como siempre, le regalaba un beso a la piedra donde estaba labrado el último poema que no te pude decir.
Pedí que ahi pusieran ese poema para nunca te olvidarás de mi, y para que lo leyeras siempre que quisieras.
Tal ves estaba loco como para creer que los muertos harían algo así, porque incluso de niño creía que las ofrendas en realidad si las aceptaban los difuntos, y devoraban toda esa comida que nosotros los vivos les preparabamos. ¡Quien sabe, se vale creer que en este mundo hay magia!, al menos para quienes todavía tenemos el corazón lleno de fantasía, pues para los demás la muerte era el fin de todo, donde dormías eternamente bajo tierra.
Después de mi despedida de ese día, me levanté del suelo (estaba sentado sobre mis piernas de manera cómoda al haber empezado la historia de mis días para ella) y me sacudí el negro pantalón y el saco púrpura claro que llevaba puesto, para quitar la poca nieve que se le había impregnado. Entonces me alejé poco a poco, con pasos lentos, y dándole la espalda a mi madre, y comencé a soñar despierto, recordando memorias vividas a su lado.
Cerré mis ojos volteando al cielo, para dejar que la pequeña ventisca matinal bañara mi rostro con sus diminutos y preciosos copos de nieve. Tranquilidad era la que me acompañaba todo el tiempo, porque después de todo ese lugar, asi como frío era, y de igual manera era solitario.
¿Por qué en una época como esta nadie se tomaba la molestia de venir a visitarlos, madre?, al menos yo siempre lo hacía, aunque eso pareciera que me seguía aferrando a tus recuerdos y fuera enferma semejante acción. Pero nadie se molestaba en hacerlo.
¿Será que tampoco en pensarlo? No, pues ellos se regocijaban entre el mundo de lo material, gastando como desquiciados su dinero, en regalos que en su mayoría eran para completos desconocidos, cada vez que realizaban sus tipicos intercambios de regalos.
Ojalá y algún día se me cumpla ese deseo, madre, para que si una vez no pudiese venir a verte, alguien más pasara por tu sitio y se tomara la molestia de leer nuestro poema. Tu gustosa lo escucharías. Eso me alegraría mucho.
Pero la tranquilidad que llevaba conmigo no parecía durar mucho, pues tal ves de verdad si estaba loco, como para escuchar entre tantos pensamientos uno con vida, que me enseñaba los sollozos de alguien.
-¿Alguna vez vi a alguien llorar que no fuera yo?-¡muy gracioso, que preguntas me estaba haciendo! Así que para comprobar de donde provenía el llanto abrí los ojos despacio, recordando que me encontraba aún en el cementerio.
¡Y ahí estaban de nuevo!, aquellos tenues sollozos, ¡entonces no estaba loco! pues era parte de la realidad y no de mi mente.
Quise averiguar de quien eran, pues me daban a entender que ese alguien era más joven que yo.
Entonces caminé entre las tumbas, volteando a todas partes con tal de ver si encontraba una figura más en este lugar. Y mientras más caminaba más cercanos eran esos sollozos, los cuáles me conducían hacia el mas grande y viejo de los árboles que ahí había.
Lentamente fui descubriendo a quien parecía ser LA dueña de ese llanto. Una jovencita de negros cabellos, cubiertos por una capucha negra. Tan blanca era su piel que se confundía fácilmente con la nieve, así que quise pensar que no se trataba de una ilusión.
-Hola, ¿Te encuentras bien?- ¡vaya pregunta, como iba a estarlo si la veía llorando!, pero no se me ocurrió nada más por decir en esos instantes.
OFF: Gracias por responder a mi rol,
Alain Nikolaevich- Cambiante Clase Media
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
Estaba algo agotada ya de mis miedos y de mis penas que me ganaban cada vez más. Sentia desgarros en mi pecho y dolian bastante pero ¿qué podia hacer yo? No hay cura para revivir muertos con más de 300 siglos ni mucho menos...porque quienes no abrasan la muerte como yo lo hice, jamas volveran a vivir...Me molestaba el hecho de que viera la nieve con manchas de sangre todo el tiempo; habia asumido que no la veia realmente y que esta era un simple reflejo de mi mente por culpa de un mal recuerdo...pero aun asi, ahi estaba. No queria ver más nieve manchada...era horrible...
Hasta alli mismo me sentia más sola que nunca porque los muertos que aqui estaban descansando, en nada se parecian a mi...ellos realmente estaban muertos...Suspire hondamente y note algo sobre mi, más nieve cayendo en pequeños copos sobre mi. En parte era bello ver esa nieve caer. Me puse de pie y deje reposar mi espalda en el tronco del roble. Mire solo hacia arriba, las nubes estaban algo oscuras y solo sus copos cayendo era lo unico blanco. Una ultima lagrima recorrio mi mejilla y no sonreia, era algo extraño el que no viera muerte en esa pequeña nieve que caia...
Me sorprendi al escuchar las palabras de un joven cerca del árbol. Cómo no le habia escuchado o siquiera olido? Ah, claro...la nieve. Estaba tan metida en mis asuntos que ni por causalidad lo iba a escuchar. Me sequé una lágrima y le sonrei al joven.
-No se preocupe por mi...Solo estaba acompañando un rato a los difuntos que aqui descansan...Muy poca gente se toma la molestia de venir a veces.-bajé despacio de la colina, acercandome a él, dejando mi velo en mis hombros y dejando mi rostro más al descubierto. Mis ojos aun estaban grises. Con la calma, volverian al verde agua.-Me sorprende realmente que usted este aqui, no es normal cruzarse con alguien que viene a visitar una lapida.-le exprese con amabilidad. Ahora que podia olerle un poco mejor su efluvio natural, me daba cuenta de que, en realidad, no era del todo humano...
Hasta alli mismo me sentia más sola que nunca porque los muertos que aqui estaban descansando, en nada se parecian a mi...ellos realmente estaban muertos...Suspire hondamente y note algo sobre mi, más nieve cayendo en pequeños copos sobre mi. En parte era bello ver esa nieve caer. Me puse de pie y deje reposar mi espalda en el tronco del roble. Mire solo hacia arriba, las nubes estaban algo oscuras y solo sus copos cayendo era lo unico blanco. Una ultima lagrima recorrio mi mejilla y no sonreia, era algo extraño el que no viera muerte en esa pequeña nieve que caia...
Me sorprendi al escuchar las palabras de un joven cerca del árbol. Cómo no le habia escuchado o siquiera olido? Ah, claro...la nieve. Estaba tan metida en mis asuntos que ni por causalidad lo iba a escuchar. Me sequé una lágrima y le sonrei al joven.
-No se preocupe por mi...Solo estaba acompañando un rato a los difuntos que aqui descansan...Muy poca gente se toma la molestia de venir a veces.-bajé despacio de la colina, acercandome a él, dejando mi velo en mis hombros y dejando mi rostro más al descubierto. Mis ojos aun estaban grises. Con la calma, volverian al verde agua.-Me sorprende realmente que usted este aqui, no es normal cruzarse con alguien que viene a visitar una lapida.-le exprese con amabilidad. Ahora que podia olerle un poco mejor su efluvio natural, me daba cuenta de que, en realidad, no era del todo humano...
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
Su rostro mostraba una extraña serenidad para la tristeza que la llenaba, y el color de su piel no parecía normal para un humano, pues lucía pálida como el marfil, pero brillante como la cera, aunque sin duda muy hermosa como la nieve. Entonces no era humana.
Jamás en mi vida había visto a alguien con semejante hermosura, pero su aura me decía que no era tan frágil como lo parecía, pues un oscuro ser se escondía dentro de esa máscara de niña buena.
-Es bueno saber que alguien más se preocupa por este frío y pasivo mundo inhumano - con eso me refería al cementerio y sus silenciosos habitantes - Al menos esta navidad no se sentirán solos. Incluso mi madre.
Al igual que tu yo también estoy aquí por una razón en especial, cada 25 de Diciembre visito la tumba de mi madre, y por ser su cumpleaños le llevo sus flores favoritas. Pero es la primera vez que a parte de mi alguien más visita este lugar, ¿Vos teneis a alguien importante aquí?, me imagino que no solo venis a visitarlos a todos, ¿o si?, acompañame un rato, platiquemos, ¿y por qué no?, déjame presentarte solo por hoy a mi madre. - con una reverencia le ofrecí mi mano desnuda, (pues la cubría con un guante blanco), para que así pudiera acostumbrarse un poco más a mi presencia.
Algo me decía que esta jovencita tenía un don especial para comunicarse con las personas, pues presentía que ya sabía que yo no era un humano tampoco.
A través de los caminos del cementerio, entre las tumbas de cada uno de los seres que ahí dormían, nuestros pies dejaban huella en la blanca nieve ya acumulada, y yo mantenía toda mi disposición para escuchar la historia de su vida, o al menos de su existencia en el mundo de los inmortales.
Jamás en mi vida había visto a alguien con semejante hermosura, pero su aura me decía que no era tan frágil como lo parecía, pues un oscuro ser se escondía dentro de esa máscara de niña buena.
-Es bueno saber que alguien más se preocupa por este frío y pasivo mundo inhumano - con eso me refería al cementerio y sus silenciosos habitantes - Al menos esta navidad no se sentirán solos. Incluso mi madre.
Al igual que tu yo también estoy aquí por una razón en especial, cada 25 de Diciembre visito la tumba de mi madre, y por ser su cumpleaños le llevo sus flores favoritas. Pero es la primera vez que a parte de mi alguien más visita este lugar, ¿Vos teneis a alguien importante aquí?, me imagino que no solo venis a visitarlos a todos, ¿o si?, acompañame un rato, platiquemos, ¿y por qué no?, déjame presentarte solo por hoy a mi madre. - con una reverencia le ofrecí mi mano desnuda, (pues la cubría con un guante blanco), para que así pudiera acostumbrarse un poco más a mi presencia.
Algo me decía que esta jovencita tenía un don especial para comunicarse con las personas, pues presentía que ya sabía que yo no era un humano tampoco.
A través de los caminos del cementerio, entre las tumbas de cada uno de los seres que ahí dormían, nuestros pies dejaban huella en la blanca nieve ya acumulada, y yo mantenía toda mi disposición para escuchar la historia de su vida, o al menos de su existencia en el mundo de los inmortales.
Alain Nikolaevich- Cambiante Clase Media
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
off: perdon la demora, estuve enferma
Me senti algo extraña de oirle decir sobre su madre. Era una pena, en parte de recordaba a mi aunque yo no podia ir a visitarle. Jamas supe donde la enterraron a ella o a mi padre...Torci mis labios y mire un poco el paisaje, bajando la colina con mis pies descalzos.
-Que detalle que la acompañes. En cuanto a mi, no, no tengo a nadie aqui...Tengo parientes pero estan enterrados en otro pais. No me apetece volver aun alli...Asi que pase por aqui y decidi quedarme unos momentos. Hasta los muertos necesitan sentirse más acompañados...-lo mire y le sonrei.
De alguna forma, me senti alagada que quisiera pasar un tiempo conmigo y que conociera a su madre. No me atreveria aun de preguntarle cómo habia fallecido por lo que simplemente acepte; asenti y le dije:
-Me agradaria conocerla.-y le segui el paso hasta su tumba.-Platicame un poco de ella, cómo era?-no sabia si se parecia o no en algo con su madre pero simplemente lo averiguaria con sus palabras.
Me senti algo extraña de oirle decir sobre su madre. Era una pena, en parte de recordaba a mi aunque yo no podia ir a visitarle. Jamas supe donde la enterraron a ella o a mi padre...Torci mis labios y mire un poco el paisaje, bajando la colina con mis pies descalzos.
-Que detalle que la acompañes. En cuanto a mi, no, no tengo a nadie aqui...Tengo parientes pero estan enterrados en otro pais. No me apetece volver aun alli...Asi que pase por aqui y decidi quedarme unos momentos. Hasta los muertos necesitan sentirse más acompañados...-lo mire y le sonrei.
De alguna forma, me senti alagada que quisiera pasar un tiempo conmigo y que conociera a su madre. No me atreveria aun de preguntarle cómo habia fallecido por lo que simplemente acepte; asenti y le dije:
-Me agradaria conocerla.-y le segui el paso hasta su tumba.-Platicame un poco de ella, cómo era?-no sabia si se parecia o no en algo con su madre pero simplemente lo averiguaria con sus palabras.
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
Aunque creo que mejor prefería que le contara mi vida primero, porque cuando la vi bajar de aquél pequeño monticulo y dirigirse hacia mi me preguntó pasivamente sobre mi madre.
Lo que si me dejó un poco sorprendido era saber que no tenía parientes en este cementerio, por lo que llegué a la conclusión de que se trataba de una viajera. Pero para ser sincero no tenía idea de lo que buscaba.
De niño leía historias en las que siempre solía aparecer un ser o persona que viajaba a cierto lugar del planeta en la búsqueda de su pasado o de una persona en especial, eso me puso a pensar que tal ves ella no sería la excepción, y que después de todo las historias no siempre eran pura fantasía.
Fuese lo que fuese de ahora en adelante le haría saber que podía contar conmigo siempre que lo necesitara, y aunque no era alguien en especial como para resolverle todos sus problemas, si ella me lo permitiera estaría dispuesto a ayudarla a encontrar lo que buscaba.
Con una sonrisa de complicidad, y para darle un poco más de confianza, comencé a relatarle un poco de lo que recordaba acerca de la única mujer a la que tanto había amado en mi infancia y juventud.
-Para serte sincero es la primera vez que alguien se interesa por mi pasado, ¡es decir, mi madre ocupa la mayor parte de él!, así que ¿Por qué no contarte sobre ella?, después de todo veo que no eres una mala persona, y tal ves nuestra amistad pueda crecer con el tiempo.
Verás, mi madre era...como describirtela-me quedaba pensando en la manera más adecuada de darle forma mediante mis palabras, con tal de que lograra imaginarla un poco, pues pocas personas sabían de ella, y la mayoría se había quedado en el pasado al haberse ido de este mundo. Así que solo yo, por muy obvio que eso sonara, era el único que tenía memorias de ella y de su hermosa figura de ángel-¿Conoces la flor de loto?, una flor llena de misterio, que esconde su verdadera esencia por medio de su belleza.
Mi madre era así, enteramente bella, pero misteriosamente peligrosa, porque aunque siempre la vieras sonreír necesitabas analizar su mirada para descubrir que siempre estaba llena de secretos.
A simple vista no se parece a mí, pues yo tengo el cabello rubio y ella lo tenía negro, a mi padre poco lo conocí, así que no recuerdo su apariencia, por lo que no se si mi cabello haya sido herencia suya.
Pero lo que siempre tuvimos en común fue la manera en la que veíamos la vida a traves del azul de nuestros ojos. Si, ella tenía una mirada profundamente azulada, que guíaba a mi corazón con su pureza y me protegía de las maldiciones de los mortales.
Su piel era tan pálida como la nieve, y siempre vestía de blanco, hermosos vestidos de encaje que la hacían verse como una muñeca viviente; y a pesar de la edad que tenía siempre se veía más jóven, llegando a parecer incluso mi hermana mayor cuando en aquél entonces yo contaba con 8 años.
El amor que sentía por ella era díficil de entender para el mundo, porque lo juzgaban con facilidad, considerandolo con ello prohibido. Para mi sus besos eran como la sangre era para un vampiro. Mi diario vivir, el alimento de mi alma y mi corazón, y sin importar lo que la gente pensara de nosotros, nunca dejamos de amarnos así. Yo la llegué a amar incluso mucho más de lo que mi padre lo hizo, porque lo único que recuerdo, por tan corta edad que tenía, eran los maltratos y lágrimas que él siempre le sacaba.
Yo siempre le servía de consolación en aquél el estanque de nuestro jardín, donde por primera vez supe que la flor de loto era su favorita, y la similitud que tenía con ella.
A aquella flor dejé de verla como lo que era en el momento en que mi amada madre se me fue entre los brazos.
La noche de su muerte, cuando salí al estanque a derramar ironicamente mi arrepentimiento, vi deshojarse a la flor poco a poco frente a mis ojos.
¿Curioso, cierto?, mi madre no era un humano, y siento que tengo razón al haberla creído todo este tiempo un ángel, porque la flor parecía ser su propio corazón.
Tal ves yo también tenga un poco de su inmortalidad en mi, y a lo mejor por eso resulté ser lo que soy.
Me imagino que ya sabías que yo no era un simple humano, ¿verdad?, aunque no se si sepas que clase de ser soy.
Deteniendo la historia de mi vida le mostré la lápida que contenía el nombre de mi madre, la cual yacía siendo cuidada por la escultura de un ángel que tenía las manos juntas en señal de estar orando. Y para que supiera a lo que me refería con mi verdadero ser, le mostré mediante mi sombra la silueta de un felino. Simple magia, si así se podría decir, porque después mi sombra misma regresó a su estado natural.
Con una flor de loto entre mis manos volteé a verla, para sonreírle alegremente y después hablar con mi madre.
-Te presento a mi nueva amiga, madre, espero que tengan la dicha de conocerse por más tiempo incluso cuando yo no esté-finalmente besé la flor y se la coloqué en la lápida.
OFF: Creo que me dejé llevar por la inspiración, espero no haber puesto demasiada fantasía ñ-ñU
Lo que si me dejó un poco sorprendido era saber que no tenía parientes en este cementerio, por lo que llegué a la conclusión de que se trataba de una viajera. Pero para ser sincero no tenía idea de lo que buscaba.
De niño leía historias en las que siempre solía aparecer un ser o persona que viajaba a cierto lugar del planeta en la búsqueda de su pasado o de una persona en especial, eso me puso a pensar que tal ves ella no sería la excepción, y que después de todo las historias no siempre eran pura fantasía.
Fuese lo que fuese de ahora en adelante le haría saber que podía contar conmigo siempre que lo necesitara, y aunque no era alguien en especial como para resolverle todos sus problemas, si ella me lo permitiera estaría dispuesto a ayudarla a encontrar lo que buscaba.
Con una sonrisa de complicidad, y para darle un poco más de confianza, comencé a relatarle un poco de lo que recordaba acerca de la única mujer a la que tanto había amado en mi infancia y juventud.
-Para serte sincero es la primera vez que alguien se interesa por mi pasado, ¡es decir, mi madre ocupa la mayor parte de él!, así que ¿Por qué no contarte sobre ella?, después de todo veo que no eres una mala persona, y tal ves nuestra amistad pueda crecer con el tiempo.
Verás, mi madre era...como describirtela-me quedaba pensando en la manera más adecuada de darle forma mediante mis palabras, con tal de que lograra imaginarla un poco, pues pocas personas sabían de ella, y la mayoría se había quedado en el pasado al haberse ido de este mundo. Así que solo yo, por muy obvio que eso sonara, era el único que tenía memorias de ella y de su hermosa figura de ángel-¿Conoces la flor de loto?, una flor llena de misterio, que esconde su verdadera esencia por medio de su belleza.
Mi madre era así, enteramente bella, pero misteriosamente peligrosa, porque aunque siempre la vieras sonreír necesitabas analizar su mirada para descubrir que siempre estaba llena de secretos.
A simple vista no se parece a mí, pues yo tengo el cabello rubio y ella lo tenía negro, a mi padre poco lo conocí, así que no recuerdo su apariencia, por lo que no se si mi cabello haya sido herencia suya.
Pero lo que siempre tuvimos en común fue la manera en la que veíamos la vida a traves del azul de nuestros ojos. Si, ella tenía una mirada profundamente azulada, que guíaba a mi corazón con su pureza y me protegía de las maldiciones de los mortales.
Su piel era tan pálida como la nieve, y siempre vestía de blanco, hermosos vestidos de encaje que la hacían verse como una muñeca viviente; y a pesar de la edad que tenía siempre se veía más jóven, llegando a parecer incluso mi hermana mayor cuando en aquél entonces yo contaba con 8 años.
El amor que sentía por ella era díficil de entender para el mundo, porque lo juzgaban con facilidad, considerandolo con ello prohibido. Para mi sus besos eran como la sangre era para un vampiro. Mi diario vivir, el alimento de mi alma y mi corazón, y sin importar lo que la gente pensara de nosotros, nunca dejamos de amarnos así. Yo la llegué a amar incluso mucho más de lo que mi padre lo hizo, porque lo único que recuerdo, por tan corta edad que tenía, eran los maltratos y lágrimas que él siempre le sacaba.
Yo siempre le servía de consolación en aquél el estanque de nuestro jardín, donde por primera vez supe que la flor de loto era su favorita, y la similitud que tenía con ella.
A aquella flor dejé de verla como lo que era en el momento en que mi amada madre se me fue entre los brazos.
La noche de su muerte, cuando salí al estanque a derramar ironicamente mi arrepentimiento, vi deshojarse a la flor poco a poco frente a mis ojos.
¿Curioso, cierto?, mi madre no era un humano, y siento que tengo razón al haberla creído todo este tiempo un ángel, porque la flor parecía ser su propio corazón.
Tal ves yo también tenga un poco de su inmortalidad en mi, y a lo mejor por eso resulté ser lo que soy.
Me imagino que ya sabías que yo no era un simple humano, ¿verdad?, aunque no se si sepas que clase de ser soy.
Deteniendo la historia de mi vida le mostré la lápida que contenía el nombre de mi madre, la cual yacía siendo cuidada por la escultura de un ángel que tenía las manos juntas en señal de estar orando. Y para que supiera a lo que me refería con mi verdadero ser, le mostré mediante mi sombra la silueta de un felino. Simple magia, si así se podría decir, porque después mi sombra misma regresó a su estado natural.
Con una flor de loto entre mis manos volteé a verla, para sonreírle alegremente y después hablar con mi madre.
-Te presento a mi nueva amiga, madre, espero que tengan la dicha de conocerse por más tiempo incluso cuando yo no esté-finalmente besé la flor y se la coloqué en la lápida.
OFF: Creo que me dejé llevar por la inspiración, espero no haber puesto demasiada fantasía ñ-ñU
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
off: eso fue...hermoso...ese amor entre un joven y su madre, tan unidos como dos amantes de corazon, enfrentandose solos ante una sociedad conformista y vacia...que bello ha sido... ^//^ Me has dejado sin palabras...
Oia como me relataba su vida junto a ella y realmente me senti...sorprendida...Jamas habia escuchado de alguien que amase tanto a su madre como este joven lo hacia, eran mucho más que eso. Amantes? No es la palabra correcta, quizas haya alguna en la que se describa un lazo igual de fuerte entre madre e hijo pero mucho más profundo que el amor...Si hubiera una palabra asi, la usaria con ellos. Preste atencion a cada palabra que decia, cada oracion, y sentia que en mi mente se formaban aquellos recuerdos, recuerdos felices de ellos dos estando juntos y sonriendo.
Me acuclille para pasar mi mano finamente por la lápida y acariciar la roca labrada con aquel angel tan bello. Por lo que me relataba, le sentaba bien. Tambien note una sombra que provenia de él...ahora sabia qué clase de ser era. Sonrei.
-Tampoco soy humana...-le susurre sin mirarle y luego hable en voz alta.-Bella portadora de una flor de loto, ojala tu alma este en paz y veas con ojos felices al ser que ahora esta a mi lado...Un ser cuya luz esta brillando gracias a ti...-tome un pequeño broche con forma de un corazon que sujetaba un costado de mi vestido y se lo deje junto a la flor de loto que su hijo le habia puesto. Luego me puse de pie de nuevo y mire a mi acompañante.-Gracias por permitirme el honor de conocerla. Envidio el amor que se han tenido entre ustedes dos.-y le sonrei ladeando un poco mi rostro y cerrando mis ojos.
Oia como me relataba su vida junto a ella y realmente me senti...sorprendida...Jamas habia escuchado de alguien que amase tanto a su madre como este joven lo hacia, eran mucho más que eso. Amantes? No es la palabra correcta, quizas haya alguna en la que se describa un lazo igual de fuerte entre madre e hijo pero mucho más profundo que el amor...Si hubiera una palabra asi, la usaria con ellos. Preste atencion a cada palabra que decia, cada oracion, y sentia que en mi mente se formaban aquellos recuerdos, recuerdos felices de ellos dos estando juntos y sonriendo.
Me acuclille para pasar mi mano finamente por la lápida y acariciar la roca labrada con aquel angel tan bello. Por lo que me relataba, le sentaba bien. Tambien note una sombra que provenia de él...ahora sabia qué clase de ser era. Sonrei.
-Tampoco soy humana...-le susurre sin mirarle y luego hable en voz alta.-Bella portadora de una flor de loto, ojala tu alma este en paz y veas con ojos felices al ser que ahora esta a mi lado...Un ser cuya luz esta brillando gracias a ti...-tome un pequeño broche con forma de un corazon que sujetaba un costado de mi vestido y se lo deje junto a la flor de loto que su hijo le habia puesto. Luego me puse de pie de nuevo y mire a mi acompañante.-Gracias por permitirme el honor de conocerla. Envidio el amor que se han tenido entre ustedes dos.-y le sonrei ladeando un poco mi rostro y cerrando mis ojos.
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
Con un poco de sorpresa, pero una alegría interior, vi como se detenía ella también y le regalaba un bonito broche de corazón.
Con una paz inmensa, a pesar de que apenas nos conocíamos, sentía que el interior de esta dulce jovencita no era tan oscuro como parecía. Aunque no podía juzgarla puesto que poco sabía de ella.
Caminando un poco más, yo a su lado izquierdo, le pedí me contara ahora un poco más sobre ella, con una sonrisa con la cual buscaba un poco de su confianza, así como yo le había contado de mi pasado, a pesar de que pude haber temido un poco lo que ella llegara a pensar de un "pecador" como yo.
Para lo palida que era su piel me figuré que podría ser uno de aquellos seres nocturnos que veneraban a la luna como su propia madre. Aunque tampoco lo pude confirmar, pues pocos razgos me lo decían.
Solo recordé que aquellos, llamados vampiros, tenían unos incisivos mas desarrollados y largos que los de un humano normal. Los míos se afilaban cuando me transformaba en animal, pero no crecían a menos que fuera grande mi furia. Eso me hacía parecer una bestia para lo "hermoso" que lucía (era un gato blanco, pero cuando me cegaba la ira mi pelaje se despeinaba y mis ojos se tornaban rojos, así como mis incisivos se alargaban y afilaban).
-¿Te gustaría contarme un poco de ti?, me parece un poco justo, pues yo te he contado de mi-como si hubiera hecho una reverencia me incliné levemente frente a ella, y le sonreí dulcemente.
Con una paz inmensa, a pesar de que apenas nos conocíamos, sentía que el interior de esta dulce jovencita no era tan oscuro como parecía. Aunque no podía juzgarla puesto que poco sabía de ella.
Caminando un poco más, yo a su lado izquierdo, le pedí me contara ahora un poco más sobre ella, con una sonrisa con la cual buscaba un poco de su confianza, así como yo le había contado de mi pasado, a pesar de que pude haber temido un poco lo que ella llegara a pensar de un "pecador" como yo.
Para lo palida que era su piel me figuré que podría ser uno de aquellos seres nocturnos que veneraban a la luna como su propia madre. Aunque tampoco lo pude confirmar, pues pocos razgos me lo decían.
Solo recordé que aquellos, llamados vampiros, tenían unos incisivos mas desarrollados y largos que los de un humano normal. Los míos se afilaban cuando me transformaba en animal, pero no crecían a menos que fuera grande mi furia. Eso me hacía parecer una bestia para lo "hermoso" que lucía (era un gato blanco, pero cuando me cegaba la ira mi pelaje se despeinaba y mis ojos se tornaban rojos, así como mis incisivos se alargaban y afilaban).
-¿Te gustaría contarme un poco de ti?, me parece un poco justo, pues yo te he contado de mi-como si hubiera hecho una reverencia me incliné levemente frente a ella, y le sonreí dulcemente.
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
El viento soplo las hojas y un poco mi vestido. Mire a mi acompañante y le sonrei.
-De mi vida no hay mucho para contar...-di pie a la conversacion, reverenciando la tumba de su madre y caminando un poco hacia una banca. Me sente y le conte, mientras veia si me acompañaba a mi lado:-Tuve una juventud algo extraña pero en si, estuvo bien. Mi madre fallecio cuando solo tenia 8 años. Me dejo esta pequeña tobillera con este cascabel.-levante un poco mi estido y ahi estaba, reluciendo en mi tobillo. Luego lo volvi a ocultar.-Me crie con mi padre hasta mis...15 o 16 años y luego me asesinó mi prometido.-ese detalle quizas le dio un leve susto. Sonrei de forma tranquilizadora.-No soy un fantasma pero tampoco estoy lejos de ello.
Mire un poco el cielo y segui con mi relato.
-Un vampiro me encontro moribunda y me tranformo. No sé si por pena o porque simplemente tenia hambre pero me ayudo mucho...aunque luego me abandono a mi suerte. Tuve que valerme por mi misma durante todo este tiempo...-luego mire su rostro.-Cuantos años me das?-parecio dudar.-Vamos, no intentes alagarme.
-De mi vida no hay mucho para contar...-di pie a la conversacion, reverenciando la tumba de su madre y caminando un poco hacia una banca. Me sente y le conte, mientras veia si me acompañaba a mi lado:-Tuve una juventud algo extraña pero en si, estuvo bien. Mi madre fallecio cuando solo tenia 8 años. Me dejo esta pequeña tobillera con este cascabel.-levante un poco mi estido y ahi estaba, reluciendo en mi tobillo. Luego lo volvi a ocultar.-Me crie con mi padre hasta mis...15 o 16 años y luego me asesinó mi prometido.-ese detalle quizas le dio un leve susto. Sonrei de forma tranquilizadora.-No soy un fantasma pero tampoco estoy lejos de ello.
Mire un poco el cielo y segui con mi relato.
-Un vampiro me encontro moribunda y me tranformo. No sé si por pena o porque simplemente tenia hambre pero me ayudo mucho...aunque luego me abandono a mi suerte. Tuve que valerme por mi misma durante todo este tiempo...-luego mire su rostro.-Cuantos años me das?-parecio dudar.-Vamos, no intentes alagarme.
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
Con animos de seguirle los pasos, me di cuenta de que esta platica se pondría interesante mientras descubría su lugar de origen.
Cuando me contó que no pertenecía más a este mundo terrenal me sorprendió un poco, puesto que hasta yo estaba en parte vivo, aunque dejé eso de lado cuando me dijo su naturaleza, cosa en la que al parecer había acertado un poco. Ella era una vampireza.
Claro, he ahí la razón principal del palido y bien cuidado tono de su piel, y del extraño sentimiento que me daba el mirarla fijamente a los ojos, aquellos dos hermosos cristales plateados.
-Debí suponer que era así, tu naturaleza inmortal. Un bello pero peligroso y triste secreto se esconde tras esa belleza-con las manos en la nuca, cual si fuera un traviezo muchacho, me acomodé un poco más a la platica, sin dejar de observar el sendero que las tumbas nos daban. Sin duda empezaba a amar más y más la nieve-Y por lo visto no moriste tan niña, es bueno en parte, porque de lo contrario sería algo prematuramente prohibido. Vamos a ver, cuantos años te calculo, ¿en verdad quieres saber?, es que soy malisimo para las edades-le guiñaba picara y graciosamente un ojo, mientras comenzaba a adivinar la edad que su belleza me daba
-Para la inmortalidad que llevas contigo he de imaginar que no han de ser solo 18, que son los que tu cuerpo aparenta...aunque, tampoco han de ser millones, ¿o sí?, ¡ja, ja, ja, perdoname, es la primera vez en tanto tiempo que intento adivinar la edad de alguien!, ¿200?, me parece una buena edad para lo que me has contado, pero no estoy seguro de cuanta es la experiencia que llevas siendo inmortal. Aunque espero no haberos ofendido con mi deducción...para mi sigues siendo la jovencita que aparentas, y eso me gusta, a pesar de que nosotros no podemos morir tan fácilmente como otras especies-yo también llevaba la inmortalidad en mi ser, pero era totalmente diferente a los vampiros, porque no conocía una debilidad que fuera capaz de arrebatarme la vida, no aún, y no ansiaba saberlo, porque sentía que tenía mucho que vivir aún.
Cuando me contó que no pertenecía más a este mundo terrenal me sorprendió un poco, puesto que hasta yo estaba en parte vivo, aunque dejé eso de lado cuando me dijo su naturaleza, cosa en la que al parecer había acertado un poco. Ella era una vampireza.
Claro, he ahí la razón principal del palido y bien cuidado tono de su piel, y del extraño sentimiento que me daba el mirarla fijamente a los ojos, aquellos dos hermosos cristales plateados.
-Debí suponer que era así, tu naturaleza inmortal. Un bello pero peligroso y triste secreto se esconde tras esa belleza-con las manos en la nuca, cual si fuera un traviezo muchacho, me acomodé un poco más a la platica, sin dejar de observar el sendero que las tumbas nos daban. Sin duda empezaba a amar más y más la nieve-Y por lo visto no moriste tan niña, es bueno en parte, porque de lo contrario sería algo prematuramente prohibido. Vamos a ver, cuantos años te calculo, ¿en verdad quieres saber?, es que soy malisimo para las edades-le guiñaba picara y graciosamente un ojo, mientras comenzaba a adivinar la edad que su belleza me daba
-Para la inmortalidad que llevas contigo he de imaginar que no han de ser solo 18, que son los que tu cuerpo aparenta...aunque, tampoco han de ser millones, ¿o sí?, ¡ja, ja, ja, perdoname, es la primera vez en tanto tiempo que intento adivinar la edad de alguien!, ¿200?, me parece una buena edad para lo que me has contado, pero no estoy seguro de cuanta es la experiencia que llevas siendo inmortal. Aunque espero no haberos ofendido con mi deducción...para mi sigues siendo la jovencita que aparentas, y eso me gusta, a pesar de que nosotros no podemos morir tan fácilmente como otras especies-yo también llevaba la inmortalidad en mi ser, pero era totalmente diferente a los vampiros, porque no conocía una debilidad que fuera capaz de arrebatarme la vida, no aún, y no ansiaba saberlo, porque sentía que tenía mucho que vivir aún.
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
Le sonrei con calma al escuchar sus palabras. Se media muy bien al hablar y no parecia temerme. Al menos algo bueno resulto de este dia.
-Anda, solo di un numero.-le alente cuando me pregunto si estaba segura de querer que él adivinase. Vamos, me han dicho que no paso de los 20 y un vampiro una vez me dijo que quizas tenia 560. Me rei bastante esa noche.
Negue con la cabeza con una sonrisa al escuchar ese numero.
-Tan joven parezco? Me siento alagada.-rei un poco y luego me calme.-Pero no, mi estimado joven. Aunque no sé muy bien con qué edad he fallecido, tengo 321 años. Cumplire 322 en Septiembre...u Octubre...-jamas habia estado segura ni de mi edad ni de mi cumpleaños. Supongo que algunos detalles que antes eran de vital importancia ahora no son tan importantes...
Cuando me hablo de que no era facil para el morir como con otras especies, asenti y le dije:
-Lo sé. He conocido a varios cambiaformas a mi paso. No poseen la inmortalidad que posee un vampiro pero son muy longevos. Pueden cumplir 100 años de edad y apenas tener una arruga en sus rostros.-me dio curiosidad, pues solo lo habia visto de espaldas.-Puedes transformarte para mi?-luego me di cuenta de algo y me puse de pie, haciendole una reverencia con la cabeza.-No me he presentado. Soy Jacqueline Samantha.
-Anda, solo di un numero.-le alente cuando me pregunto si estaba segura de querer que él adivinase. Vamos, me han dicho que no paso de los 20 y un vampiro una vez me dijo que quizas tenia 560. Me rei bastante esa noche.
Negue con la cabeza con una sonrisa al escuchar ese numero.
-Tan joven parezco? Me siento alagada.-rei un poco y luego me calme.-Pero no, mi estimado joven. Aunque no sé muy bien con qué edad he fallecido, tengo 321 años. Cumplire 322 en Septiembre...u Octubre...-jamas habia estado segura ni de mi edad ni de mi cumpleaños. Supongo que algunos detalles que antes eran de vital importancia ahora no son tan importantes...
Cuando me hablo de que no era facil para el morir como con otras especies, asenti y le dije:
-Lo sé. He conocido a varios cambiaformas a mi paso. No poseen la inmortalidad que posee un vampiro pero son muy longevos. Pueden cumplir 100 años de edad y apenas tener una arruga en sus rostros.-me dio curiosidad, pues solo lo habia visto de espaldas.-Puedes transformarte para mi?-luego me di cuenta de algo y me puse de pie, haciendole una reverencia con la cabeza.-No me he presentado. Soy Jacqueline Samantha.
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
Era curiosamente divertida la manera con la que me llevaba con las mujeres, pues muy pocas veces había tratado con el fuerte temperamento de un hombre, (muy a pesar de mi bisexualidad no me sentía como un hombre totalmente derecho, tal ves por eso las mujeres solían ser mis compañeras de conversacion), y siempre era un placer para mi el verlas sonreír ante mis palabras.
-¿321? Te lo digo, no se diferenciar la edad en cuanto a la inmortalidad, pero cuando cumplas años, lo tendré en mi agenda muy en cuenta y trataré de ser el primero en enviarte un regalo- con una reverencia a manera de bufón (como me fascinaba hacer eso), le sonreí y besé su mano sutilmente.
Ella tiernamente se río, y me pidió a manera cortéz y curiosa, me transformara ante sus ojos. Cuando se presentó y me dio su nombre me pareció una descortesía si acaso yo no le había mencionado el mío la primera vez.
-¡Cielos, es verdad!, creo que yo tampoco me presenté, encantado de platicar esta mañana con vos, bella señorita, mi nombre es Alain, solo Alain, no tengo otro, pero cuando me veas en mi forma animal a ver cual apodo se te ocurre ponerme, todas suelen hacerlo, suena divertido y alegre ver sus caras de sorpresa, ¿no crees?- Accediendo a su petición, y después de mi reverencia, lentamente mi cuerpo se fue transformando, hasta disminuir su tamaño y llegar a ser el de un blanco y simpatico minino, quien portaba como "vestimenta" un cascabel de plata amarrado a un lazo morado.
Mis palabras eran ahora parte de sus pensamientos, así que no hacía falta que me hablara mas que con la voz de su mente.
-Buenos días, mi querida princesa, esta es mi forma felina- como buen animal moví una de mis patas delanteras como si fuera a hacer nuevamente una reverencia, y agaché mi cabeza ligeramente, para finalizar con un traviezo miau ante su tierna alegría.
-¿321? Te lo digo, no se diferenciar la edad en cuanto a la inmortalidad, pero cuando cumplas años, lo tendré en mi agenda muy en cuenta y trataré de ser el primero en enviarte un regalo- con una reverencia a manera de bufón (como me fascinaba hacer eso), le sonreí y besé su mano sutilmente.
Ella tiernamente se río, y me pidió a manera cortéz y curiosa, me transformara ante sus ojos. Cuando se presentó y me dio su nombre me pareció una descortesía si acaso yo no le había mencionado el mío la primera vez.
-¡Cielos, es verdad!, creo que yo tampoco me presenté, encantado de platicar esta mañana con vos, bella señorita, mi nombre es Alain, solo Alain, no tengo otro, pero cuando me veas en mi forma animal a ver cual apodo se te ocurre ponerme, todas suelen hacerlo, suena divertido y alegre ver sus caras de sorpresa, ¿no crees?- Accediendo a su petición, y después de mi reverencia, lentamente mi cuerpo se fue transformando, hasta disminuir su tamaño y llegar a ser el de un blanco y simpatico minino, quien portaba como "vestimenta" un cascabel de plata amarrado a un lazo morado.
Mis palabras eran ahora parte de sus pensamientos, así que no hacía falta que me hablara mas que con la voz de su mente.
-Buenos días, mi querida princesa, esta es mi forma felina- como buen animal moví una de mis patas delanteras como si fuera a hacer nuevamente una reverencia, y agaché mi cabeza ligeramente, para finalizar con un traviezo miau ante su tierna alegría.
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
Pero que muchacho más divertido. Era realmente muy gracioso y me gustaba como me hacia sonrei de manera tan natural. Se habia reverenciado estilo bufon y tambien de minino parecia tan pequeño y tierno. Me agache frente a él y no me resisti a, con cuidado, pasarle la mano por el lomo. Su pelaje era muy suave.
-Es la primera vez que conozco a un cambiaformas convertirse en gato.-le dije mentalmente sonriendole.-Das mucha ternura en esta forma.-me volvi a sentar pensando en sus palabras. Un nombre? Será que los que le conocen siempre le ponen apodos a su forma?-Y pues...un nombre? Bueno, supongo que si tuviera un gato le pondria Orfeo o Aleck. Dos de mis canciones de opera preferidas.-me encogi de hombros.-Yo no puedo convertirme en ningun animal pero puedo volar. Tu madre era cambiaformas tambien?
-Es la primera vez que conozco a un cambiaformas convertirse en gato.-le dije mentalmente sonriendole.-Das mucha ternura en esta forma.-me volvi a sentar pensando en sus palabras. Un nombre? Será que los que le conocen siempre le ponen apodos a su forma?-Y pues...un nombre? Bueno, supongo que si tuviera un gato le pondria Orfeo o Aleck. Dos de mis canciones de opera preferidas.-me encogi de hombros.-Yo no puedo convertirme en ningun animal pero puedo volar. Tu madre era cambiaformas tambien?
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
Una travieza y tierna alegría había invadido el rostro de mi eterna acompañante, sorprendida, al igual que toda chica que conozco, y divertida con mis "traviesos" ademanes de cortesía.
Sentía sin lugar a dudas que yo había nacido para formar parte de un espectaculo de la realeza, ¿el bufón del rey de los cambiaformas?, que gracioso se imaginaba eso, pero ¿por qué no? sería un trabajo muy bien pagado si aprendiera a inventar nuevas e innovadoras técnicas.
¿Un nombre?, la verdad es que no tenía uno en particular, y efectivamente, con sus pensamientos acertaba que todas las señoritas me ponían sus apodos, pensando que por mi caracter animalezco así me quedarían.
Unas que otras me ponían moños o cascabeles en el cuello, cosa que no me desagradaba pero me dejaba pareciendo el juguete de las alegrías de esas hermosas damas, quienes la mayor parte del tiempo parecían sufrir en el fondo de sus corazones. Mi compañía parecía ser su principal refugio o manera de escape de la realidad en la que a diario vivian. Y eso sin duda me alegraba, porque así nadie más lograba sacarles una sonrisa tan sincera como yo lo hacía.
-Me creerás que no tengo nombre, señorita-aquél pequeño animalito yacía enredandose con gracia y entre maullidos entre las piernas de la chica, quien sonriente intentaba atraparme, para sostenerme dulcemente entre sus brazos-pero puedes decirme como vos gusteis, al fin y al cabo...esta mañana estoy para vos, seré tu compañero de travesuras matutinas-con una sonrisa de oreja a oreja, y un maullido largo, saltaba a sus brazos para tumbarla al suelo de la sorpresa y jugar con sus cabellos y lamer sus mejillas.
-Si, mi madre era mitad cambiaformas, mitad humana, aunque mi padre era más como tu...un vampiro, ¿extraño, no?, una familia un tanto "disfuncional"?, porque a pesar de tener un padre de una especie y un ángel cambiante por madre, yo resulté ser cambiaformas totalmente-mi mirada se fundía con la suya, mostrandole la melancolía de la que estaba hecha mi corazón, por el solo hecho de recordar a los dueños de mi existencia en esta oscuridad nevada-¿Sabes porque soy blanco?, Nací precisamente un día de nieve, por extraño que parezca, aquél enero era mágico, porque durante la semanas de mi creacion en el vientre de mi madre, afuera estaba nevando, o al menos eso era lo que ella me contaba cuando tenía 5 años.
Que tierna la mañana, y la compañía de esos instantes parecía brillar como nunca, o al menos eso notaba más después a diferencia de las primeras horas en que la había conocido.
Sus lágrimas se habían ido ya, y se habían convertido en suaves y divertidas risitas.
Una vez más lo he logrado, madre, he vuelto a hacer sonreír a alguien más, ¿Será que para eso vine a este mundo principalmente?, ¿para cautivarlas con mi graciosa cortesía y galantía?
Sentía sin lugar a dudas que yo había nacido para formar parte de un espectaculo de la realeza, ¿el bufón del rey de los cambiaformas?, que gracioso se imaginaba eso, pero ¿por qué no? sería un trabajo muy bien pagado si aprendiera a inventar nuevas e innovadoras técnicas.
¿Un nombre?, la verdad es que no tenía uno en particular, y efectivamente, con sus pensamientos acertaba que todas las señoritas me ponían sus apodos, pensando que por mi caracter animalezco así me quedarían.
Unas que otras me ponían moños o cascabeles en el cuello, cosa que no me desagradaba pero me dejaba pareciendo el juguete de las alegrías de esas hermosas damas, quienes la mayor parte del tiempo parecían sufrir en el fondo de sus corazones. Mi compañía parecía ser su principal refugio o manera de escape de la realidad en la que a diario vivian. Y eso sin duda me alegraba, porque así nadie más lograba sacarles una sonrisa tan sincera como yo lo hacía.
-Me creerás que no tengo nombre, señorita-aquél pequeño animalito yacía enredandose con gracia y entre maullidos entre las piernas de la chica, quien sonriente intentaba atraparme, para sostenerme dulcemente entre sus brazos-pero puedes decirme como vos gusteis, al fin y al cabo...esta mañana estoy para vos, seré tu compañero de travesuras matutinas-con una sonrisa de oreja a oreja, y un maullido largo, saltaba a sus brazos para tumbarla al suelo de la sorpresa y jugar con sus cabellos y lamer sus mejillas.
-Si, mi madre era mitad cambiaformas, mitad humana, aunque mi padre era más como tu...un vampiro, ¿extraño, no?, una familia un tanto "disfuncional"?, porque a pesar de tener un padre de una especie y un ángel cambiante por madre, yo resulté ser cambiaformas totalmente-mi mirada se fundía con la suya, mostrandole la melancolía de la que estaba hecha mi corazón, por el solo hecho de recordar a los dueños de mi existencia en esta oscuridad nevada-¿Sabes porque soy blanco?, Nací precisamente un día de nieve, por extraño que parezca, aquél enero era mágico, porque durante la semanas de mi creacion en el vientre de mi madre, afuera estaba nevando, o al menos eso era lo que ella me contaba cuando tenía 5 años.
Que tierna la mañana, y la compañía de esos instantes parecía brillar como nunca, o al menos eso notaba más después a diferencia de las primeras horas en que la había conocido.
Sus lágrimas se habían ido ya, y se habían convertido en suaves y divertidas risitas.
Una vez más lo he logrado, madre, he vuelto a hacer sonreír a alguien más, ¿Será que para eso vine a este mundo principalmente?, ¿para cautivarlas con mi graciosa cortesía y galantía?
Alain Nikolaevich- Cambiante Clase Media
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
Jamas habia sentido tanta ternura por un gato, supongo que era porque éste era especial. Lo escuche mientras lo acariciaba un poco, yacia entre mis piernas y a pesar del fresco, su pelaje permanecia caliente. En un momento, salto un poco y me recoste en el suelo sintiendo sus lamidas en mis mejillas mientras me reia un poco por la travesura, en momentos de tristeza, siempre reir hacia bien...Luego me sente bien de nuevo y le hice unas ligeras cosquillas en su barriguita blanca.
-Te llamare por tu nombre humano, tambien suena bien con un gatito.-dije tiernamente sin borrar mi sonrisa. Luego lo deje reposar sobre mis piernas de nuevo.
Escuche su breve historia y realmente fue extraño.
-De verdad tu padre fue un vampiro?-repregunte con el ceño algo fruncido.-Tecnicamente no es precisamente un cambiaformas lo que nace de esa union. Normalmente es un especie de humano con los beneficios de la longevidad, la maldicion de la sed de sangre y el poder del cambiaformas.-al menos eso era lo más logico, aunque quizas este gatito tenia una doble vida de beber sangre. No iba a preguntarselo, eso seria descortez.
Que hermoso ser resulto ser su madre, asi como la mia, los ojos del minino aun reflejaban un profundo amor por ella y la triste melancolia de haberla perdido.
-Yo no sé muy bien qué epoca era cuando naci de humana...siquiera puedo recordar cuando es mi cumpleaños. Solo recuerdo que fue en Septiembre y en Octubre me transformaron, asi que pasa Septiembre y pasa un año más de mis vidas...-me encogi de hombros, a veces el no tener mucha memoria hacia que me entristeciera pero bueno, no hay seres perfectos, ni aun entre los vampiros.-Ojala algun dia, en otro tiempo, pueda conocer a tu madre. Dicen que aun cuando sus restos yacen aqui, las almas puras que han encontrado el amor, regresan a la tierra. Quizas vuelvas a verla pronto.-le comente de modo alentador, asi parte de sus tristeza se iria.
-Te llamare por tu nombre humano, tambien suena bien con un gatito.-dije tiernamente sin borrar mi sonrisa. Luego lo deje reposar sobre mis piernas de nuevo.
Escuche su breve historia y realmente fue extraño.
-De verdad tu padre fue un vampiro?-repregunte con el ceño algo fruncido.-Tecnicamente no es precisamente un cambiaformas lo que nace de esa union. Normalmente es un especie de humano con los beneficios de la longevidad, la maldicion de la sed de sangre y el poder del cambiaformas.-al menos eso era lo más logico, aunque quizas este gatito tenia una doble vida de beber sangre. No iba a preguntarselo, eso seria descortez.
Que hermoso ser resulto ser su madre, asi como la mia, los ojos del minino aun reflejaban un profundo amor por ella y la triste melancolia de haberla perdido.
-Yo no sé muy bien qué epoca era cuando naci de humana...siquiera puedo recordar cuando es mi cumpleaños. Solo recuerdo que fue en Septiembre y en Octubre me transformaron, asi que pasa Septiembre y pasa un año más de mis vidas...-me encogi de hombros, a veces el no tener mucha memoria hacia que me entristeciera pero bueno, no hay seres perfectos, ni aun entre los vampiros.-Ojala algun dia, en otro tiempo, pueda conocer a tu madre. Dicen que aun cuando sus restos yacen aqui, las almas puras que han encontrado el amor, regresan a la tierra. Quizas vuelvas a verla pronto.-le comente de modo alentador, asi parte de sus tristeza se iria.
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
Que divertido era verla sonreír sin duda, la risa de una mujer siempre era un canto para mis oídos pues a mi parecer ellas nunca deberían de estar tristes, ya que la alegría las hacía más hermosas.
-Bueno, en realidad no era un vampiro, como decirlo, posiblemente no era mi padre de sangre, pero al menos mi madre decía que si era así...tal ves en algún momento pude...haber tenido un hermano menor, y aunque no conocía a mi padre biologico no me importaba pues siempre le veía a aquel vampiro lastimar mucho a mi madre, no tenía el derecho a hacerlo, por eso cuando se marchó de la casa me quedé protegiendola como algo más que su pequeño ángel.
A lo mejor y mi padre si era cambiaformas total en comparación a mi madre, ¿no crees?, y pues...tal ves tengas razón, a lo mejor un día vuelva a verla a mi lado, aunque sea solo su reflejo, con eso me conformo-las palabras no salían pero si los pensamientos, pues en mi estado un animal ni aunque fuera cambiaformas hablaba como los humanos. Tenía ese poder, el de comunicarme por medio de la telepatía con mis acompañantes.
recostado en su regazo aproveché para deshacerme del calor dándome un baño con la lengua (que curiosa la vida de un animal), aunque sabía que eso no me ayudaba, por lo que pensé que al menos habría un lago cerca de esos fríos lugares, así, sin importar si estuviera fría el agua yo me metería a nadar.
Se me ocurrió guiarla hasta un lugar con agua, con mis pensamientos y mis cuatro patas, ella entonces siguió a mi gatuno ser por todo el cementerio.
Un vampiro que sigue a un gato, ¿curioso, verdad?, y una muy peculiar amistad, pero sin duda maravillosa.
-¿Así que soy Alain, nee?, pues bien, seré siempre el traviezo Alain para vos, señorita-con maullidos y ronroneos en el transcurso de nuestra busqueda me le enredé nuevamente entre las piernas, para sentir aquel calor que tal ves la haría la humana que todavía podía ser-que curiosa forma de cumplir años po cierto, pero muy interesante sin duda.
Seguimos caminando viendo como de pronto caían ligeros copos de nieve, con los que comencé a jugar abriendo el hocico para comerlos.
-Bueno, en realidad no era un vampiro, como decirlo, posiblemente no era mi padre de sangre, pero al menos mi madre decía que si era así...tal ves en algún momento pude...haber tenido un hermano menor, y aunque no conocía a mi padre biologico no me importaba pues siempre le veía a aquel vampiro lastimar mucho a mi madre, no tenía el derecho a hacerlo, por eso cuando se marchó de la casa me quedé protegiendola como algo más que su pequeño ángel.
A lo mejor y mi padre si era cambiaformas total en comparación a mi madre, ¿no crees?, y pues...tal ves tengas razón, a lo mejor un día vuelva a verla a mi lado, aunque sea solo su reflejo, con eso me conformo-las palabras no salían pero si los pensamientos, pues en mi estado un animal ni aunque fuera cambiaformas hablaba como los humanos. Tenía ese poder, el de comunicarme por medio de la telepatía con mis acompañantes.
recostado en su regazo aproveché para deshacerme del calor dándome un baño con la lengua (que curiosa la vida de un animal), aunque sabía que eso no me ayudaba, por lo que pensé que al menos habría un lago cerca de esos fríos lugares, así, sin importar si estuviera fría el agua yo me metería a nadar.
Se me ocurrió guiarla hasta un lugar con agua, con mis pensamientos y mis cuatro patas, ella entonces siguió a mi gatuno ser por todo el cementerio.
Un vampiro que sigue a un gato, ¿curioso, verdad?, y una muy peculiar amistad, pero sin duda maravillosa.
-¿Así que soy Alain, nee?, pues bien, seré siempre el traviezo Alain para vos, señorita-con maullidos y ronroneos en el transcurso de nuestra busqueda me le enredé nuevamente entre las piernas, para sentir aquel calor que tal ves la haría la humana que todavía podía ser-que curiosa forma de cumplir años po cierto, pero muy interesante sin duda.
Seguimos caminando viendo como de pronto caían ligeros copos de nieve, con los que comencé a jugar abriendo el hocico para comerlos.
Alain Nikolaevich- Cambiante Clase Media
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Re: En memoria a tus recuerdos. El ángel de mi existir, la mujer de mis tristezas [Privado]
Miraba un poco el cielo nocturno, nublado y con la brisa fresca, mesiendo un poco mis cabellos, sentada en el suelo con un gatito humano. Le pasaba la mano por el pelaje mientras 'hablabamos'.
-Al menos tu madre tuvo la mejor proteccion del mundo. Tuvo a un verdadero hombre en su vida.-lo mire y le sonrei.-Yo hace tiempo atras, tambien quise buscar a mi padre por transformacion, que es quien me convirtio pero, era muy dificil y luego me plantee el qué cambiaria con encontrarlo. Es decir, para qué buscar a alguien que me abandono? Eso no cambiaria el hecho de que estoy muerta...asi que deje de buscar pero es mejor asi. Conozco mas lugares y más personas interesantes.-y ahi le hice cosquillas tras su oreja.
Lo vi lamerse un poco y no pude evitar reirme de la ternura, realmente nunca habia visto a un gatito asicalandose tan de cerca.
Con la telepatia me dijo que queria buscar un lugar donde remojarse, habia uno no muy lejos de donde estabamos por lo que simplemente nos fuimos alli. Parecia muy jugueton, pasandose entre mis piernas de vez en cuando.
-Bueno, a veces es mejor olvidar que cumples años. Es dificil ponerle 321 velas a un pastel no crees?-dije riendome.
No falto mucho para que llegasemos un pequeño estanque que estaba cerca del bosque. Me agache a tocar el agua, estaba muy bien para mi pero y él?
-No estará muy fria para ti?-dije sacudiendo un poco mi mano.-Mi cuerpo está muerto asi que a mi no me molestaria la temperatura pero...y a ti?
-Al menos tu madre tuvo la mejor proteccion del mundo. Tuvo a un verdadero hombre en su vida.-lo mire y le sonrei.-Yo hace tiempo atras, tambien quise buscar a mi padre por transformacion, que es quien me convirtio pero, era muy dificil y luego me plantee el qué cambiaria con encontrarlo. Es decir, para qué buscar a alguien que me abandono? Eso no cambiaria el hecho de que estoy muerta...asi que deje de buscar pero es mejor asi. Conozco mas lugares y más personas interesantes.-y ahi le hice cosquillas tras su oreja.
Lo vi lamerse un poco y no pude evitar reirme de la ternura, realmente nunca habia visto a un gatito asicalandose tan de cerca.
Con la telepatia me dijo que queria buscar un lugar donde remojarse, habia uno no muy lejos de donde estabamos por lo que simplemente nos fuimos alli. Parecia muy jugueton, pasandose entre mis piernas de vez en cuando.
-Bueno, a veces es mejor olvidar que cumples años. Es dificil ponerle 321 velas a un pastel no crees?-dije riendome.
No falto mucho para que llegasemos un pequeño estanque que estaba cerca del bosque. Me agache a tocar el agua, estaba muy bien para mi pero y él?
-No estará muy fria para ti?-dije sacudiendo un poco mi mano.-Mi cuerpo está muerto asi que a mi no me molestaria la temperatura pero...y a ti?
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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