Tears [Privado]

Envuélveme con tu manto, déjame sentir esa única sensación que pueden otorgarme solamente tus brazos. La oscuridad que se cierne sobre el camposanto puede disiparse con los tenues rayos de la alborada, con unos que escapen entre las nubes de una mañana nublada.

... Mi espíritu jamás se saciará, así que déjame observar tus ojos una vez más...
Ese era el deseo que albergaba mi alma, guardado en lo más profundo, sin saber si sería posible realizarlo o seguiría convertido en nada. Ahora que los veo nuevamente no quiero separarme de ellos. Un abrazo que me arrastra hasta lo más hondo de un bosque en el que no me importaría perderme, en cuya espesura, entre la sombra de sus árboles altos, a la vez siniestros y majestuosos quiero mantenerme... perdido entre ese bosque de infranqueable belleza.

-Eres tu... la única razón de que pueda derramar lágrimas como estas... disculpa si no cesan... - el verle ahí, con su rostro iluminado me llenaba de ese algo que imposible sería ignorar, que me llenaba de un sentimiento sin igual. Sentir su aroma, su presencia era más de lo que había podido imaginarme. La soledad que podía sentir sin él junto a mí era tan abrumadora como lo era la muerte para alguien que quiere la vida y le acongoja.

Lo embriagante de tu esencia me hace perderme entre ideas, entre pensamientos guardados en aquella ausencia, de aquel torbellino desatado con furia, con desesperación ante aquella incertidumbre me había asaltado por más que un simple momento, un acto sin precedencia…

-Solo con la idea de perderte a ti… -No terminé la frase hundiéndome en aquel silencioso pero reconfortante momento en el que mi mente se había dejado atrapar por la caricia de aquel breve espacio de tiempo. Era un alivio lo que sentía al estar así siendo rodeado por él, escuchando su voz, tal como un canto de sirena capaz de atrapar a cualquier marinero que en sus dominios acecha y le vigila.

Cada destello en mi mirada… cada suspiro que le he dedicado a la nada… Cada sonrisa en la soledad de mi alma… Todo te pertenece sin condición, aun cuando no lo exprese en palabras o cuando no existan las adecuadas para decirlo en voz alta. ¿Por quién más sería capaz de derramar mis lágrimas que no fueras tu?

Deja que el murmullo del viento traiga hasta mí todo esto, cada roce, cada caricia y todo lo que provenga de ti, quiero que viaje hasta mí, sin importar las formas caprichosas en que decidieran hacerlo. Lo sublime de aquella melodía que pasaba de lo simple a lo complejo, que se envolvía a sí misma creando algo totalmente diferente a base de lo que ya había sido expuesto.

Aquel tumulto de pensamientos y sentimientos eran más de lo que en toda una vida hubiese pensado era posible concebir. Algo que creí no existir y que ahora lo había embargado todo, hasta lo más íntimo, lo inalcanzable y había borrado las barreras que alguna vez existieron en este ser que nunca vio ni creyó en la existencia de lo que ahora prevalecía y no le daba pie a ninguna tregua.

Cuando las palabras son insuficientes, no tienes más que intentar demostrar lo que sientes de las formas más simples que tienes, pero muchas veces estas no son captadas de la forma deseada, ¿y si tu esfuerzo no es reconocido? ¿Tal vez ni siquiera notado? No importa… realmente no importa, pero mis deseos no se apagarán de ninguna manera. Aunque el tiempo esté en mi contra, aunque parezca que no soy capaz de nada más que de buscar tus ojos. Mis palabras, indudablemente no son suficientes. Quiero decirlo de la forma más elocuente y al final termino solo con esto, con un abrazo, con un beso, cargados de lo que siento, pero jamás palabras que te hagan entender cuán grande es esto.

Quiero estar a tu lado, tanto como no he deseado antes nada en este mundo insano. Puedo decirte ahora que mientras no estabas he simplemente pensado en ti cada instante. Quería verte, tocarte como ahora lo hago, dándome cuenta de que estás aquí realmente. Que todo lo que este sueño es para mí no tiene más tintes. Puedo pronunciarlo sin miedo, sin temor a decir algo que sea incierto. Y en un murmullo como el sonido de las olas, solo puedo decirte que te he extrañado y que este que para muchos sería un ínfimo momento, me ha dado más satisfacción que un centenar. Y estoy aquí, en este silencio que pareciera eterno aunque sea un solo un momento, en el que quiero expresarte lo que en mil palabras no puedo, tan solo con la forma en la que mis brazos se ciernen en todo tuyo, pero ¿puedes entenderlo? El dolor que siento cuando no te tengo… cuando estás lejos, cuando siento que no puedo más sin verte un momento… Es fácil, ¿no es cierto? Porque tu puedes verlo.

Como un cristal transparente pero que muchos no pueden traspasar, a través del cual no pueden ver nada más que su reflejo. Pero confío en que tu no eres así, y si bien eres capaz de ver hasta el más mínimo de mis defectos, quiero que me conozcas en la totalidad que corresponde a este ser que n puede más que estrecharte contra sí y llorar por verte de nuevo, por la tristeza que sintió al darse cuenta de que no podía no verte y la alegría que se apodera de él al sumergirse en tu esencia nuevamente.

No necesitas cortarle las alas a esta ave que dispuesta a quedarse esta, pero si quieres asegurarte puedes hacer eso y más, y sin importar el filo de la espada, se quedará... No podrá huir jamás y solo será capaz de en ti pensar. Puedo prometerte en este instante la certeza de ello, en este jardín de rosas que nos envuelve en su aroma… Déjame llenarme de ti y toma todo de mí. Ese es mi deseo en este momento. Sin límites, como el cielo, sin ataduras, como el viento, tan intenso como el fuego e imperecedero como las rocas que descansan en el suelo.

Mírame, sumérgeme hasta dejarme sin aliento, déjame morir mientras sigo existiendo, aviva esta flama en la oscuridad de la muerte y déjame brindarte lo que esté en mis manos, que daría hasta lo que más he amado… Llévatelo todo si es necesario... déjame vacío y que seas tú quien ocupe todo los espacios de esos rincones que a nadie han pertenecido y nadie ha tocado.

Toma mi juramento en este momento… no me apartes como antes lo has hecho… mi lealtad y mi amor hacia ti jamás morirán… Puedo decirlo como quien dice un cuento y sin embargo jamás nadie podrá decir que miento o mostrar que no soy sincero. Si de algo carezco en este instante es de poder decirte falsedades. Después de sentirte fuera de este alcance, me di cuenta que no tengo salida pues yo mismo me he atrapado entre tus redes sin afán de huir o de sucumbir ante lo incierto que pueda surgir y hacer temblar la tierra con fuerza y demencia.

Céntrate en mi mirada y sabrás hasta lo que yo mismo desconozco… Me entrego a ti sin ningún tipo de cerrojo que ate al más pequeño o íntimo pensamiento. Déjame decirte con solo este par de palabras lo que ya he dicho, pero déjame decirlo en este idioma, suave y sin prisas, que se encierra con lentitud en tus labios, que si bien son fríos como los míos me proporcionan la mayor calidez que he sentido.

Que las luces en el cielo iluminen esta noche sin descanso, con la luna brillando intensamente en lo alto. Solo tu posees las llaves de este reino escondido en el que me encuentro. Porque todo lo que haga es por ti… porque no me importa admitir que te necesito… que puedo aceptar tu ayuda olvidando mi orgullo que jamás me ha permitido hablar con nadie como lo hago contigo. La lluvia cae incesante, pero por una vez soy capaz de ver más allá de esas gotas cristalinas y brillantes… el azul de esos ojos recuerda al azul resplandeciente que el sol acompañaba en los días despejados y calurosos del verano, ese que ya no puedo ni quiero ver más, porque algo en el interior ha cambiado y ha desplegado un firmamento diferente en la oscuridad de la existencia de un ser que ya no es más un ser viviente, pero que no diferencia entre la vida y la muerte y apenas ha sido alcanzado por algo sublime que ha hecho temblar y sucumbir a las grandes estrellas que han podido alcanzar lo que la mayoría solo ha podido soñar.

Caminemos juntos sin importar a dónde lleguemos… Volemos hasta donde nos permita este tornado perpetuo que azotará cada rincón, de modo que solo pueda sentirse con la intensidad que no permita nada escapar…

Todo lo que pienso en este momento, te estoy dejando saberlo, en ese idioma silencioso que la mente humana no es capaz de percibir, pero tu puedes captar hasta el más pequeño e imperceptible de los murmullos que existen en el espacio de este mi tiempo.
He tomado tu mano con la promesa de permanecer a tu lado, mírame y dime, ¿está bien para ti? Comparte conmigo… Hazte conmigo uno solo aún cuando la forma de entenderlo sea distinta, ambigua… Este enigmático camino que se abre ante nosotros… Quiero seguirlo contigo sin miedo ni recelo… Ahora que estoy entre este paisaje que simula el fin de la vida, he que aquí tengo el comienzo de lo que he de considerar lo más excelso de todo lo que he vivido… Observa cada palabra formada desde lo más hondo y entonces déjame ver tu mirada, para saber lo que han ocasionado mis palabras…

Esta rapsodia que no se detendrá bajo ninguna circunstancia, porque he encontrado lo que jamás soñé y que complementa quién soy a la perfección…

Aun cuando esto no parezca diferir de lo que suelo decir, me pregunto si lo que intento plasmar en el aire, en cada caricia y en cada simple movimiento podrá ser vislumbrado aunque sea por un efímero momento. ¿Puedes verlo? ¿La inmensidad de lo que es esto? como una pluma al deslizarse sobre el papel con suavidad, guiada por una mano sobrenatural...

¿Es acaso tan extraño? No lo es ¿cierto? No es como un dragón surcando el cielo, o como una estrella cumpliendo en un momento un deseo... Que alguien que ha muerto sienta la vida ahora que ya no respira... ¿Puedes comprenderlo? La razón de las lágrimas que he podido dejar escapar por ti, que son el reflejo de lo que hay en mí, que piden salir desde lo más profundo desde lo más oscuro de mi alma solo por y para ti... ¿Es extraño que alguien como yo, que siempre ha sido visto como alguien frío y ecuánime pueda comportarse así? Perdiendo el control, dejándose llevar por sus sentimientos… Nunca lo pregunté ¿Esta bien? ¿El que yo me haya enamorado de ti? Si bien es tarde para pensar en ello... Me doy cuenta cuando estás ausente, porque cada vez siento más la falta de tu presencia... me desespero al no saber de ti aunque sea corto el tiempo... Admito sentir celos cuando te veo junto a alguien más y he de decir que llegan más allá de lo que había podido imaginar, al punto de no poder hacer nada, de quedarme estático a pesar de que pueda carcomerme las entrañas.

Mi mano extendiéndose para tocar tu piel, comprobando que ahora estás aquí y que no he enloquecido porque me hagas falta... Digo y pienso todo esto, y siento que a veces puedo parecer inseguro, pero ciertamente me he decidido hace mucho. A hacer todo lo que esté en mi mano para estar aquí, para que me aceptes, para poder verte… Así que mis frenos, lo siento si llego a causarte alguna molestia, pero he de desaparecerlos porque ya no tengo remedio. Quiero ir en contra de cualquier tempestad que se pueda avecinar. Me mantendré firme sin importar si me encuentro al borde de un precipicio que nadie haya podido atravesar.

-¿Puedes ver mis pensamientos? – un susurro que puede ser llevado por el viento y desparecer antes de que sea su tiempo –¿Tienes idea de lo que he sentido en tu ausencia? ¿La alegría que ahora siento al estar aquí? Perdona mis lágrimas, pero estos dos sentimientos encontrados soy incapaz de controlarlos… Perdona mi debilidad… y todo lo demás… - Perdona si solo puedo depender de ti como en nadie más… Te he dejado ver esta parte de mí, la que nadie ha querido observar. No soy tan frío, no soy tan racional y locuaz como muchos han observado, pero ya te diste cuenta de eso ¿no es cierto? Contigo me desespero, no oculto mis pensamientos, puedo parecer un chiquillo inmaduro por momentos, no puedo evitarlo, esa sensación de sentirme protegido a tu lado me esta atravesando.

¿Está mal? Porque me gusta sentirme así, porque nunca antes nadie había tomado ese lado para mí… Porque siento que te importo, porque saber que aunque pueda en algún momento carecer de fuerzas estarás allí para mí, que me sostendrás cuando sienta que no puedo más, que no me dejarás hundirme en una oscura soledad… Eso es en lo que quiero creer, entonces dime… ¿está eso bien? Lee cada uno de mis pensamientos… Infunde en mi miedo, felicidad, deseo… lo que quieras, porque aún sin algo tangible que lo demuestre y lo confirme, ya te pertenezco… Aún antes de darme cuenta, estaba dispuesto a entregarme a ti tan solo por un bajo precio. No me malentiendas, porque no habría cedido a nadie más, estoy totalmente seguro de ello.

Puede que a ti te haya parecido que yo no tenía nada especial, alguien fácil al cual llegar, pero eso distaba mucho de la realidad, nunca sabré bien lo que provocó esa chispa en mí, es porque tienes algo que despertó algo que creí que no podría albergarse en mí, pero me equivoqué… si pensaste que era simplemente uno más atraído hacía ti, no te culparía por eso, porque en primera instancia y negando lo que empecé a notar muy dentro, fue lo primero que creí. Pero no tardé en darme cuenta de que no era así. Con cada encuentro se fue afianzando… y no podía entenderlo… ¿Por qué? A pesar de que te negaste a mí, de que llegué a sentirme frustrado y quise sucumbir ante todo, simplemente te seguí… Te perseguí como un loco aún cuando pensaba con una claridad que no tenía trastorno. Me hiciste descubrir que en mí existía todo aquello... ira, inseguridad, paciencia, perseverancia, miedo, celos… todo ello… y me di cuenta que podía sonreírte y mostrarme con sinceridad, aún cuando con ello destruyera aquella imagen de lo quien se supone que soy, de lo que la mayoría cree que soy…

Decidí confiar en ti… ¿Está mal querer poner mi destino en tus manos? Alguna vez me dijiste que estaba mal, pero ya no puedo más que refugiarme en tus brazos, quiero sentirlo de esa forma, quiero ser el afán de tu egoísmo… el blanco de tu obsesión… quiero serlo todo… quiero de ese modo perder la razón… Quiero apropiarme de cada uno de tus pensamientos, estar junto a ti cada instante, déjame rodearte… no me apartaré, seguiré aquí, contigo, ahora el aroma embriagante de esas flores es mi acompañante… No solo quiero alcanzarte, quiero permanecer allí sin inmutarme ante lo incierto… Aunque tal vez no deba hacerlo, aunque atraiga la tempestad con ello, quiero reclamarte para mí… Quiero ser egoísta con el resto, porque no quiero permitirles robarte ni un momento, quiero ser parte de ti como lo eres tú ya para mí… Si esta extraña existencia me ha permitido llegar aquí, quiero ir aún más lejos, más alto donde no pueda nada alcanzarnos… ¿Estoy exagerando? A cambio he de entregarlo todo, sea bueno o malo…

Esto no es nada y a la vez lo es todo… un tren intempestivo que avanza a raudales sin detenerse y sin frenarse. La tinta invisible de mis lágrimas dibujará un mundo entero para ti… para los dos… La lluvia intensa, quiero ser capaz de detenerla… Quiero atrapar la niebla entre mis manos aunque parezca una tonta idea… Tus labios mandan esa corriente a todo mi cuerpo, tal como una saeta que me atraviesa...

No tienes idea de la forma en la que te he extrañado… No, no importa como lo vea, no puedes saberlo, no puedes imaginar cuánto mi mente lo piensa cuando no estás cerca… Como las aguas de un torrente, con aquella aparente calma y debajo corriendo con fuerza su corriente … Un sueño, un alma… Algo que he de realizar sin importar nada… Algo que jamás podré lograr sin importar que haga… Blanco y negro, pero existen los tonos grises en la paleta, incluso los colores dándole una vida diferente a lo que se presta… Quiero acercarme, distinguiendo o no los matices, la pintura ya se ha ido formando sin que pueda evitarlo… Ese lienzo ya jamás estará en blanco…

Lo inconsciente parece y probablemente es más fuerte que el raciocinio, que lo consciente, puede ocultarse pero lo que esta en la invisibilidad es probablemente siempre la verdad. Lo que no sabes muchas veces se encuentra en tal lugar, en lo profundo, descansando pacíficamente … A veces, ambas se encuentran, muchas otras solo se mantienen… distantes y en una misma mente..

Lo bueno y lo malo, la diferencia es tan leve para mis ojos que realmente no importa el lado…Son lo mismo y a la vez lo contrario… La actitud aun cuando en apariencia sea la misma lo cierto es que no es así, igual que los tonos en la paleta hay veces en que la diferencia apenas se nota, apenas y puedes darte cuenta. Cuando te veo, creo que pierdo la capacidad de discernir lo que esta bien de lo que no, de lo que debería hacer y lo que no. Hablo y digo cosas que no pienso, actúo sin ser capaz de digerir mis propios movimientos. Me encuentro en una niebla en la que pierdo la vista de todo y en medio de ello solo puedo ver el brillo de tus ojos.

Soy egoísta por no querer compartirte… puedo sentir el dolor cada vez que me extingues… No soy perfecto, tú has de saberlo mejor que nadie, pues eres quien conoce esa otra faceta de mi alma. No sé si esto es lo que debería ser… ni si es lo adecuado… solo se que soy, así, con este carácter irrisorio… Solo sé que soy incapaz de mentirte porque inevitablemente terminaré por decirte… lo que oculta mi mente, lo que mis ojos tratan de transmitirte… No, puedo asegurarlo. Aún si me dijesen que estoy siguiendo mi muerte, no importaría, porque la fuerza de este torrente es suficiente para mantenerme en este cauce, por difícil, irracional o ilógico que pueda parecer a veces.

Nunca sentí la alegría ni el dolor como contigo, pero desde que he vivido realmente poco he sentido. Por eso no puedo más que seguir sintiendo esto y alimentándolo sin darme cuenta de que ya es inmenso y es imposible para mí contenerlo y reprimirlo. No quiero pedir disculpas aunque a veces parece ser lo único que puedo… No me culpes por amarte y querer que me ames como a nadie, si te cansas de mi sin duda alguna mi alma no podrá repararse… Pero no tengo miedo de eso ni de nada que pueda pasarme. Puedes destrozarme si es lo que deseas en un pleno instante… Porque bien es cierto… Tu, que eres quien se ha convertido en lo que deseo y la razón de mis suspiros…

¿Por qué siempre te comparo con el sol? ¿Te lo has preguntado, vida mía? Puedes imaginarlo seguramente… El radiante sol que con sus rayos ilumina dando vida… Algo así te has vuelto para mí… Como el astro que en los cielos extiende sus brazos durante el día… uno que no he visto e tanto tiempo que a veces creo que mis recuerdos son fantasía. Tan deslumbrante, brindando una calidad en el interior de este recipiente que ya no la posee. Sublime, pero estoy consciente que puede quemarme…. No solo eso… sé que puede destruirme como si eso fuese algo tan fácil….

A veces creo que no puedo reclamarte, por mi propia causa, por la tuya… por cualquiera o ambas.. Un remolino en tu mirada, el odio o el enojo que me hace entrar en una falsa calma… No quiero depender de ti y sin embargo lo estoy haciendo… ¿En qué momento te he convertido en lo más importante para mí? Ni siquiera lo recuerdo. Probablemente lo hice sin querer desde el primero momento… Si no fuese así ¿Por qué te he perseguido sin tener plena consciencia de ello… ¿Por qué me parecía aquella necesidad tan natural y no me importaba quedarme sin aliento?

Has sido tu quien me ha permitido soñar… Así que solo serás tu quien pueda mis alas cortar….

Estoy aquí y si lágrimas han sido la única forma que mi ser ha encontrado para expresarse, debo decirte que confío en ti más que en nadie… Que si a veces parece lo contrario es porque remueves cada fibra de mi ser con tan solo un par de palabras… y a veces sin saber cómo enfrentarme a ello termino perdiendo los estribos. Me siento perdido. Intento con todo que no sea así pero no se que es lo correcto. Solo tengo algo seguro de lo que no puedo dudar ni un instante… Que te amo y no he de dejar de hacerlo. No del mismo modo, no con la misma forma… pero esto solo ha ido en aumento… tan simple y llano como un Te amo , tan complejo como un Te extraño… Llorar, reír, odiar, anhelar, desear, sufrir, sentir felicidad… Todo eso y mucho más, eres tu quien puede provocarlo en mí… todos son momentos que me trae desde el nombrar tu nombre hasta lo que tu presencia es capaz de despertar silenciosamente en mi…

Esta sensación que me recorre por completo, que me llena al sentirte aquí, con mis brazos rodeándote, estrechándote como nunca, mis ojos que te distinguen entre la bruma…. Como una rosa de aquel, como las gotas de lluvia o los copos de nieve en las nevadas del invierno… Que parecen iguales pero son únicas… La suavidad de tus labios… esa sensación como si recibiera un choque eléctrico… cada terminal nerviosa reacciona ante un leve movimiento… Creo que ya he descubierto que incluso representas mi mayor miedo, al mismo tiempo que mi más alto deseo…

¿Cómo puedo decirlo sin que suene tan simple y vano? No puedo… no tengo más palabras, así que solo puedo decirte que Te amo… La calma ha desaparecido dándote paso… Porque quiero serlo todo para ti, como tu lo eres para mi… El suave tacto de tus manos, la más fiera de tus miradas… No puedo más que adorarte completamente siendo que ya no quiero volar si eso ha de mantenerme lejos de tu alcance… Está en nuestras manos… El destino o los nombres que lleve esto que aún es desconocido… Esta melodía que ya se había desencadenado no podrá ya detenerse… El susurro del viento, de las hojas al moverse, la calma que se apodera de todo en un breve instante, como un corazón al palpitar fuerte… como uno al detenerse… Escuchó el rumor de lo que hay a nuestro alrededor, lejano pues el aroma más cercano, el clamor de ese azul que sentí por un momento lejano esta justo frente a mí… desatando esta tempestad que lleva tu nombre…